C 2003/6 |
32º período de sesiones |
Roma, 29 de noviembre – 10 de diciembre de 2003 |
INFORME SOBRE LOS PROGRESOS REALIZADOS EN LA APLICACIÓN DEL PLAN DE ACCIÓN DE LA FAO SOBRE GÉNERO Y DESARROLLO (2002-2007) |
II. EL PLAN DE ACCIÓN DE LA FAO SOBRE GÉNERO Y DESARROLLO
III. NEXOS ENTRE EL PLAN A PLAZO MEDIO DE LA FAO Y EL PLAN DE ACCIÓN SOBRE GÉNERO Y DESARROLLO
IV. APLICACIÓN DEL PLAN DE ACCIÓN SOBRE GÉNERO Y DESARROLLO EN EL BIENIO 2002-2003
V. INCORPORACIÓN DEL ENFOQUE DE GÉNERO EN EL PROGRAMA DE CAMPO
VI. CREACIÓN DE UN ENTORNO PROPICIO EN LA FAO PARA LA INCORPORACIÓN DEL ENFOQUE DE GÉNERO
1. El Plan de Acción de la FAO sobre Género y Desarrollo fue aprobado en el 31º período de sesiones de la Conferencia (C 2001/9). La Conferencia pidió que se preparara un informe sobre los progresos realizados al respecto para su 32º período de sesiones, en 2003. En este primer informe se presentan: medidas y acuerdos institucionales establecidos en apoyo de la aplicación del Plan; ilustraciones de los nexos cuantitativos entre los cuatro objetivos del Plan y los programas principales de la FAO; ejemplos de medidas adoptadas durante el presente bienio; y observaciones finales y recomendaciones.
2. El Plan de Acción de la FAO sobre Género y Desarrollo constituye el principal instrumento de política de la FAO para el seguimiento de la Plataforma de Acción de Beijing sobre la mujer de 1995 y el examen Beijing + 5, el Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996 y la declaración política aprobada, en junio de 2002, en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después (CMA:cad). En estos documentos de política, los Estados Miembros de la FAO se comprometieron a apoyar el adelanto y la potenciación de la mujer rural y a promover la igualdad de género en la agricultura y el desarrollo rural. Además, la mayoría de los Estados Miembros de la FAO son partes en la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, el único instrumento jurídico internacional que contiene disposiciones específicas relativas a las mujeres rurales (art. 14).
3. El Plan de Acción de la FAO sobre Género y Desarrollo constituye un marco para que la Organización desarrolle sus aptitudes, capacidades, mecanismos y modalidades a fin de asistir mejor a sus Estados Miembros en la formulación y aplicación de políticas, estrategias y programas nacionales y regionales de desarrollo agrícola y rural que sean compatibles con los compromisos políticos y jurídicos antes mencionados, así como con los objetivos de desarrollo del Milenio, en particular el objetivo 3, relativo a la igualdad de género.
4. El Plan es coherente con las orientaciones a largo plazo y las estrategias institucionales contenidas en el Marco Estratégico para 2000-2015 de la FAO. En él se definen una serie de esferas de acción prioritarias y se intenta fortalecer las responsabilidades y la obligación de rendir cuentas en lo que respecta a la incorporación de las cuestiones de género en los principales programas y actividades de la Organización en su conjunto.
5. Incorporación de las cuestiones de género en la programación ordinaria. En 1999, el Comité del Programa de la FAO tomó nota, entre otras cosas, de la necesidad de mejorar los mecanismos existentes para incorporar el enfoque de género en la labor ordinaria de la FAO; de adoptar indicadores verificables para demostrar los progresos efectivos; de integrar firmemente las cuestiones de género en la planificación de los programas de todas las dependencias de la Organización; de velar por que todos los informes de la Organización tratasen de forma adecuada la incorporación del enfoque de género en la labor de la FAO, como en los informes sobre la ejecución del programa (PIR) y en los informes sobre la evaluación del programa (PER); de velar por que la responsabilidad del seguimiento de la aplicación fuera compartida por todos los directores de los programas; de elaborar un sistema de codificación y seguimiento de la incorporación de la paridad en todas las esferas; y por último, de separar las dos cuestiones conexas, pero diferentes, de la incorporación del enfoque de género en la labor técnica de la FAO y del equilibrio entre hombres y mujeres en el personal profesional de la Organización. El Plan de Acción sobre Género y Desarrollo se elaboró como respuesta a estas observaciones.
6. Se hizo un importante esfuerzo para vincular el Plan de Acción sobre Género y Desarrollo con el proceso general del Plan a Plazo Medio (PPM), lo que incluía: considerar el Plan como parte de la orientación de política proporcionada a los directores de los programas de la FAO en el contexto del PPM y el programa de labores y presupuestos bienal; velar por que los compromisos relativos al género se examinasen y actualizasen en el PPM, de carácter eslabonado, cada dos años, y asegurar que los informes ordinarios a los órganos rectores sobre la aplicación y evaluación de programas abordasen los compromisos plasmados en el PPM y el Plan de Acción sobre Género y Desarrollo.
7. El Plan se preparó mediante un proceso de consultas en el que participaron los departamentos técnicos de la FAO y las dependencias responsables del desarrollo y la capacitación del personal, y de la información, así como la Oficina del Programa, del Presupuesto y de Evaluación PBE. Las direcciones revisaron sus respectivos planes a plazo medio para 2002-2007 con objeto de incorporar más explícitamente los aspectos relativos al género, así como para determinar indicadores verificables, sobre esta cuestión en relación con determinados productos principales, para el seguimiento y la evaluación de su aplicación.
8. En 2002, la Oficina del Inspector General (AUD) evaluó el proceso utilizado por la Organización para preparar el Plan de Acción sobre Género y Desarrollo. En general, los procedimientos y prácticas seguidos para elaborar el Plan se consideraron razonables y en armonía con las exigencias de la Organización y del Comité del Programa.
9. Se seleccionaron para su inclusión en el Plan de Acción sobre Género y Desarrollo en total 181 productos principales, o sea casi una quinta parte de los productos principales del PPM para 2002-2007. La lista completa de esos productos, desglosados por dependencia, puede consultarse en la base de datos sobre los productos del Plan, en la siguiente dirección electrónica: www.fao.org/pbe. La Figura 1 ilustra la contribución relativa de cada programa principal al Plan de Acción, sobre la base del número de los productos principales seleccionados. |
Figura 1 |
10. La primera renovación del PPM de la Organización para 2004-2009 tuvo lugar en 2002. Se pidió a todas las dependencias de la FAO que examinaran nuevamente todos los nexos establecidos entre sus programas y el Plan de Acción sobre Género y Desarrollo, y al mismo tiempo consideraran posibles dimensiones de género en los nuevos productos principales que se incluyeran en la segunda versión del Plan. A raíz de esta actividad, se observó un aumento del 18% del número de nexos establecidos entre los productos del PPM y el Plan de Acción sobre Género y Desarrollo (de 181 a 214). Éste es un indicador de la mayor sensibilidad sobre la importancia y pertinencia del género para la labor de la FAO. Pero es sólo un indicador cuantitativo, que no tiene una inferencia directa en el efecto a largo plazo de las actividades propuestas en lo que respecta al género.
11. La incorporación de las cuestiones de género, el seguimiento, la evaluación y la presentación de informes. El presente informe sobre los progresos se sitúa a mitad de camino entre el antiguo y el nuevo régimen de presentación de informes institucionales que afecta en particular al PIR y el PER. Sin embargo, como ya se ha indicado, en la actualidad se presta más atención a abordar las cuestiones de género en los programas de la FAO, lo que incluye el proceso de formulación del PPM, comenzando con la definición de los productos fundamentales relacionados con las cuestiones de género en el PPM para 2002-2007. Se prevé que el Sistema de apoyo para la planificación, la presentación de informes sobre la ejecución y la evaluación del programa (PIRES), introducido en 2002, facilitará el seguimiento sistemático de esos productos y de los resultados formulados durante el proceso de planificación. Del mismo modo, el boletín del Director General (2001/33) sobre el fortalecimiento del sistema de evaluación de la FAO enuncia, entre los principales criterios para la evaluación de programas, la eficacia y el impacto de las medidas, incluso en relación con las principales prioridades temáticas institucionales, tales como la promoción de la igualdad y la equidad de género.
12. Sobre la base de estas mejoras generales de procedimiento para el seguimiento de los resultados y las repercusiones, actualmente la tarea consiste en velar por su seguimiento durante la aplicación. En este contexto, la PBE y la Dirección de Género y Población (SDW) han celebrado consultas con miras a desarrollar un enfoque eficaz en función de los costos para identificar (junto con las dependencias técnicas competentes) un conjunto básico de indicadores para evaluar la incorporación de las cuestiones de género. El problema sigue siendo cómo hacerlo. Inicialmente se hará hincapié en proyectos y actividades con un enfoque explícito en el género, en el marco del Programa Ordinario y el Programa de Campo. La SDW colaborará con las dependencias interesadas para definir esos proyectos y actividades y elaborar indicadores y sistemas de acopio de datos, mientras que la PBE asistirá en la labor preparatoria y también prestará apoyo para el trabajo analítico.
13. Para medir y seguir de cerca el impacto desde el punto de vista del género del Programa de Campo de la FAO, se necesita seguir trabajando para velar por que se analicen correctamente y se identifiquen las posibles repercusiones de todos los proyectos y programas ya desde la fase de diseño. Del mismo modo, los instrumentos de seguimiento actuales, tales como la presentación de informes periódicos sobre los progresos realizados en el plano de los proyectos, y el Sistema de información sobre gestión del Programa de Campo (FPMIS), en el plano institucional, no aportan aún suficiente información sobre los aspectos de género, y es necesario desarrollar un enfoque práctico para el seguimiento y el análisis de los resultados relacionados con el tema. Con todo, en las nuevas directrices para la presentación de informes anuales se pide a los representantes de la FAO que informen sobre las cuestiones de género y población en la agricultura, el medio ambiente y el desarrollo rural, en los censos y encuestas agrícolas y en la legislación, con arreglo a lo previsto en el Plan de Acción sobre Género y Desarrollo.
14. En lo que respecta a las evaluaciones del Programa de Campo, las directrices de la FAO sobre evaluación, así como el mandato modelo y el esbozo normalizado de los informes de evaluación, abordan específicamente las cuestiones de género. Como nuevo paso para sensibilizar acerca de las evaluaciones de proyectos, la SDW examinará los planes anuales de evaluación de proyectos preparados por la PBE y las dependencias competentes, y cuando se considere que los proyectos son pertinentes al género, contribuirá en el debate sobre los mandatos para la evaluación de proyectos y examinará los proyectos de informe. Se prevé que asimismo facilitará la recopilación de la información pertinente acerca de la experiencia sobre el terreno en la consecución de los resultados relacionados con el género.
15. El Plan de Acción sobre Género y Desarrollo es el principal instrumento para poner en práctica la esfera prioritaria para la acción interdisciplinaria (EPAI) relativa a género y desarrollo definida en el PPM. El Plan tiene cuatro objetivos, a saber, promover la igualdad entre hombres y mujeres en el acceso a: 1) los alimentos; 2) los recursos productivos, los recursos naturales y la tecnología agrícola y los servicios de apoyo; 3) el proceso de adopción de decisiones en todos los niveles; y 4) las oportunidades de empleo dentro y fuera de las explotaciones agrícolas. Las acciones se clasifican en las siete categorías siguientes: fortalecimiento de la capacidad, metodologías y directrices, sensibilización y medidas institucionales, recopilación de información, desarrollo y transferencia de tecnología, asesoramiento sobre políticas y mejoramiento de las aptitudes de los hombres y las mujeres de las zonas rurales.
16. En las secciones siguientes se ofrecen ejemplos sobre los productos bienales del Programa Ordinario para 2002-2003 en apoyo de cada objetivo. Bélgica, Finlandia, Italia, Noruega, los Países Bajos y Suecia aportaron apoyo extrapresupuestario.
Objetivo 1: asistir a los Estados Miembros en sus esfuerzos por aumentar la igualdad entre los hombres y las mujeres rurales en el acceso a alimentos suficientes, inocuos y nutricionalmente adecuados
La Figura 2 ilustra la contribución relativa de los programas principales al logro de este objetivo, ya sea como el objetivo principal (P) seleccionado entre los cuatro objetivos del Plan de Acción o como objetivo secundario (S). No es sorprendente que el Programa 2.2, que incluye la nutrición, presente el mayor número de productos que contribuyen a la consecución de este objetivo, pero también el Programa 2.1 (relativo a la agricultura) aporta una contribución importante en el marco de ese objetivo.
Ejemplos de las medidas adoptadas en 2002-2003:
17. Fortalecimiento de la capacidad y mejoramiento de aptitudes
18. Recopilación, análisis y difusión de información
19. Desarrollo y transferencia de tecnología
Objetivo 2: asistir a los Estados Miembros en sus esfuerzos por aumentar la igualdad entre los hombres y las mujeres en el acceso a los recursos naturales y a los servicios de apoyo a la agricultura, así como en el control y la gestión de los mismos
La Figura 3 muestra los programas de la FAO que contribuyen al segundo objetivo del Plan de Acción sobre Género y Desarrollo. Los programas principales 2.1 (relativo a la agricultura) y 2.5 (relacionado con el desarrollo sostenible) son los que más contribuyen a este objetivo, con hincapié en el suministro de instrumentos, conocimientos y experiencia para una mejor ordenación de los recursos naturales.
Ejemplos de las medidas adoptadas en 2002-2003:
20. Fortalecimiento de la capacidad y mejoramiento de aptitudes
21. Recopilación, análisis y difusión de información
Objetivo 3: asistir los Estados Miembros en sus esfuerzos por promover la igualdad entre los hombres y las mujeres en los procesos de adopción de políticas y decisiones, a todos los niveles, en el sector agrícola y rural
La Figura 4 muestra las contribuciones de los programas principales a la consecución de este objetivo. Cerca de la mitad de los productos pertinentes al Plan de Acción sobre Género y Desarrollo, de todos los departamentos, contribuyen en lo esencial a ese objetivo.
Ejemplo de las medidas adoptadas en 2002-2003:
22. Asesoramiento sobre políticas
23. Sensibilización y medidas institucionales
24. Fortalecimiento de la capacidad y mejoramiento de aptitudes
- Cursillos regionales de formación de instructores del ASEG. Estos cursos se celebraron en Paraguay, para apoyar la incorporación del enfoque de género en los programas y proyectos regionales, en Eslovenia, para abordar el espíritu de empresa de la mujer rural en la región europea, y en Italia, sobre la metodología de capacitación participativa para la potenciación de la mujer rural en la zona del Mediterráneo, para la producción sostenible de cultivos de regadío, con la participación de la Comisión Internacional de la Irrigación y el Saneamiento (ICID) y el Centro internacional de estudios superiores sobre agronomía mediterránea (CIHEAM). Los participantes procedían de Albania, Argelia, China, Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos, Palestina, la República Árabe Siria y Turquía.
- Cursillos nacionales de formación de instructores del ASEG:
Se impartió uno de estos cursos para distintos ministerios de Camboya, sobre estrategias para la incorporación del enfoque de género y el fortalecimiento de la interacción entre organismos en Camboya, bajo los auspicios del Proyecto sobre la potenciación del papel de la mujer en las actividades de riego y rutrición (Proyecto WIN), otro en Cabo Verde, para crear una plantilla de formadores nacionales del ASEG, y otro en Mozambique para apoyar la planificación, ejecución y gestión de programas nacionales que tengan en cuenta el enfoque de género. Se celebraron diferentes cursillos en Uganda con trabajadores de divulgación, para poner a prueba los proyectos de guía del ASEG sobre ganado y hogares rurales y recursos, al mismo tiempo que se impartieron cursillos de capacitación básica sobre el ASEG en Japón, Madagascar, Namibia, Nicaragua, Paraguay, Santo Tome y Príncipe, Uganda y Zambia.
25. Recopilación, análisis y difusión de información
En respuesta a la creciente demanda de información específica por sexo, la FAO está colaborando con otros organismos de las Naciones Unidas para mejorar la disponibilidad de datos estadísticos que ilustren mejor las desigualdades actuales entre hombres y mujeres en lo referente a la agricultura y el desarrollo rural y a la seguridad alimentaria. Estas medidas incluyen la incorporación de datos demográficos específicos por sexo en la base de datos FAOSTAT. Entre otras actividades realizadas en el presente bienio pueden mencionarse:
Objetivo 4: asistir a los Estados Miembros en sus esfuerzos por promover la igualdad entre los hombres y las mujeres en las oportunidades de empleo dentro y fuera de la explotación agrícola en las zonas rurales
26. Las contribuciones a este objetivo están incluidas en las actividades comunicadas con relación a otros objetivos. Ello explica que pocos productos se hayan indicado como factores que contribuyen principalmente a este objetivo del Plan de Acción sobre Género y Desarrollo, pese a su importancia obvia para reducir la pobreza rural y el hambre. Sin embargo, se ha indicado un número importante de productos que contribuyen como factor secundario, particularmente en el Programa principal 2.5 (que incluye el PESA). La Figura 5 muestra la contribución relativa de los programas principales a la consecución de este objetivo. En este caso, desarrollo sostenible (2.5) y política (3.1) son los que presentan un mayor número de productos, seguidos por agricultura (2.1).
Ejemplos de las medidas adoptadas en 2002-2003:
27. Asesoramiento sobre políticas
28. Recopilación, análisis y difusión de información
29. Fortalecimiento de la capacidad y mejoramiento de aptitudes
30. En resumen, en el bienio en curso la FAO ha adoptado una serie de medidas para traducir su compromiso institucional con la potenciación de la mujer rural y la igualdad entre los sexos en medidas concretas que redunden en beneficio de los Estados Miembros de todas las regiones. Sin embargo, la información disponible no permite evaluar en qué medida las acciones de la FAO han contribuido realmente a mejorar la condición de la mujer rural e instaurar una mayor igualdad de derechos, voz y oportunidades para los hombres y las mujeres en la agricultura. Las autoevaluaciones planificadas por los directores de programas y las evaluaciones independientes emprendidas como parte del programa de evaluación institucional constituyen importantes oportunidades e instrumentos para realizar estas evaluaciones cualitativas.
31. La publicación, en 2002, de nuevos criterios, incluido uno sobre género, para la aprobación de las propuestas por parte del Comité de Examen de Programas y Proyectos (PPRC) ha contribuido a que se preste una mayor atención a la cuestión del género en el diseño de los nuevos proyectos. La formulación del Plan de Acción sobre Género y Desarrollo también ayudó a generar dentro de la FAO una mayor sensibilización acerca de la importancia de abordar las diferencias y limitaciones de género en la labor de la Organización. Se han incorporado varios instrumentos del ASEG en el FPMIS, como recursos para el personal de las oficinas descentralizadas. Además, está disponible un modelo de marco lógico basado en el género, así como una nota de orientación en relación con los criterios de género, para los encargados del examen de proyectos y los miembros del Comité.
32. En los equipos encargados de las misiones emprendidas por el Centro de Inversiones (TCI) para formular proyectos de desarrollo e inversión hay cada vez más especialistas en análisis de género, como ocurrió en el bienio en curso en Argelia, el Líbano y el Perú. El resultado es un enfoque más específicamente orientado a la población beneficiaria y una mayor participación de la mujer. En lo que respecta al PESA, la Dirección de Operaciones de Campo (TCO) observa que cada módulo incluye una dimensión de género. El porcentaje de participación de mujeres es importante y varía según los módulos; en promedio, es del 30% en el control de los recursos hídricos y la intensificación de los sistemas de producción de cultivos, del 50% en el análisis y solución de las limitaciones a la seguridad alimentaria, y del 70% en diversificación de los sistemas de producción. Los expertos en análisis de género participan en todas las etapas fundamentales de la formulación de proyectos del PESA, lo que refleja un mayor nivel de sensibilización sobre las cuestiones de género dentro de la Organización.
33. Entre los 1 029 proyectos de TeleFood de cuyos resultados se dispone ya, 411 (es decir, el 40% del total, con un presupuesto de 2,95 millones de dólares EE.UU.) se formularon primordialmente en favor de la mujer. Los proyectos de TeleFood ofrecen a la mujer los medios para mejorar su producción alimentaria, sus ingresos y la seguridad alimentaria del hogar (al ayudar a la mujer a vender su propio pescado en Burkina Faso, capacitarla en la apicultura a pequeña escala en Samoa, instalar bombas de agua accionadas por pedal para huertos a cargo de mujeres en Senegal).
34. En sus operaciones de emergencia, la FAO presta especial atención a las mujeres, que con frecuencia son las principales víctimas de esas situaciones, tanto en términos de violencia por razón de sexo como por su función como principales productoras y proveedoras de alimentos para su familia. Así pues, las mujeres son también asociados fundamentales en la rehabilitación del sector agrícola después de un conflicto, por ejemplo:
35. La FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) elaboraron conjuntamente una guía sobre el ASEG y un pasaporte “para incorporar la perspectiva de género en los programas de emergencia”, destinado a ayudar a los agentes humanitarios y los coordinadores a identificar los grupos vulnerables y los grupos de beneficiarios que desempeñan una función esencial en la reconstrucción de su país. Además, estos instrumentos tienen por objeto incluir mejor al hombre y a la mujer, en pie de igualdad, en cada fase de las operaciones de emergencia y rehabilitación. El pasaporte, publicado en 2002, y traducido ulteriormente a varios idiomas, se ha difundido ampliamente.
36. La SDW actúa como centro de coordinación institucional para la incorporación de las cuestiones de género en la labor técnica de la FAO y representa a la FAO, en esta calidad, dentro del sistema de las Naciones Unidas. Como dirección técnica, la SDW tiene un doble mandato: en primer lugar, prestar servicios a los Estados Miembros de la FAO y responder a sus solicitudes de asesoramiento sobre políticas y servicios técnicos en su ámbito de competencia; en segundo lugar, colaborar con otras direcciones técnicas en la incorporación del enfoque de género (y, cada vez más, del análisis del VIH/SIDA) en sus programas. Por lo que respecta a la función de supervisión interna en relación con el seguimiento, y la presentación de informes institucionales sobre la ejecución, de los compromisos asumidos en relación con el género en el marco del PPM y el Plan de Acción sobre Género y Desarrollo, la SDW y la PBE colaboran en el establecimiento de las medidas adecuadas a tal fin.
37. Se ha establecido una red institucional de coordinadores y suplentes para la incorporación del enfoque de género en las dependencias técnicas, designados por sus jefes de servicio, directores de las direcciones y jefes de departamento. Cerca de dos terceras partes de los coordinadores son mujeres y una tercera parte son hombres. Este grupo, junto con la SDW, forman el mecanismo de coordinación entre las direcciones en lo que respecta a la esfera prioritaria para la acción interdisciplinaria sobre género. Se ha introducido el principio de rotación de las funciones de los coordinadores para aumentar gradualmente el número de personas familiarizadas con los instrumentos de análisis de género y su aplicación. En su calidad de presidente de la EPAI sobre cuestiones de género, en octubre de 2002 la SDW comenzó a publicar un boletín interno electrónico sobre género, de carácter bimestral, como instrumento para compartir con el personal información sobre las medidas relacionadas con el género y las lecciones aprendidas.
38. El fortalecimiento de las aptitudes del propio personal de la FAO para la incorporación del enfoque de género es fundamental para la aplicación satisfactoria del Plan. La SDW y la Dirección de Gestión de Recursos Humanos (AFH) han colaborado en un esfuerzo doble a esos efectos. En primer lugar, se revisó el curso de introducción al ciclo de los proyectos (PCOC) destinado a mejorar las aptitudes del personal de la FAO para la identificación, el diseño y la gestión de proyectos, y se incorporaron elementos del ASEG en la versión piloto del curso. En segundo lugar, las dos direcciones han colaborado en la elaboración de un plan de trabajo, con su correspondiente presupuesto, para seminarios adaptados a cada una de las direcciones, sobre la base de los seminarios piloto realizados en 2002. Sin embargo, debido a la falta de recursos, esta capacitación exhaustiva no se ha integrado totalmente en el programa básico de desarrollo del personal de la FAO. Con todo, la capacitación impartida a través del programa general de desarrollo del personal (organizado de manera centralizada) de la FAO, puede ser un instrumento eficaz para institucionalizar, entre otras cosas, la capacitación en materia de incorporación del enfoque de género.
39. En junio de 2002 se organizó un cursillo de capacitación de dos días sobre la incorporación del enfoque de género para los coordinadores de género de las direcciones, en el que participaron en total 24 funcionarios de la FAO. Éstos pusieron en práctica alguno de los instrumentos del ASEG y examinaron algunas prácticas ejemplares y lecciones aprendidas para comprender mejor la necesidad de incorporar el enfoque de género y la función de los coordinadores de género y el personal de la SDW en apoyo de la aplicación del Plan de Acción sobre Género y Desarrollo.
40. Se organizaron asimismo sesiones de información y presentaciones más especializadas para los miembros de la red de coordinadores de las direcciones en relación con la EPAI sobre cuestiones de género, con recursos internos o con expertos visitantes. Por ejemplo, se organizó una sesión sobre género e información, para mostrar cómo podían localizarse información y recursos sobre género, electrónicamente y de otra manera, en apoyo de la labor de los coordinadores. El coordinador del Programa sobre género y diversidad del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (GCIAI), el Director de asuntos relativos al género y el desarrollo del Banco Mundial y algunos académicos y expertos visitantes de Australia y Canadá, por ejemplo, organizaron presentaciones.
41. La SDW también organizó seminarios de información acerca del Plan de Acción sobre Género y Desarrollo en todas las oficinas regionales, celebró debates detallados con la dirección y el personal de las regiones acerca de las oportunidades para contribuir a la aplicación del Plan en el marco de sus programas de trabajo regionales, y evaluó las necesidades de capacitación del personal regional en materia de género. No ha sido posible impartir capacitación complementaria hasta la fecha, debido a las limitaciones de recursos.
42. Conjuntamente con otras dependencias técnicas, la SDW organiza periódicamente diversos seminarios para el personal, por ejemplo, cada año con motivo del Día Internacional de la Mujer, o en relación con los períodos ordinarios de sesiones de los comités técnicos y los órganos rectores de la FAO. Para el Día Internacional de la Mujer de 2002, la SDW, la Dirección de Desarrollo Rural (SDA) y la Dirección de Fomento de Tierras y Aguas (AGL) organizaron conjuntamente un seminario sobre cuestiones de género en relación con la tenencia y el uso de la tierra. Para el Día Internacional de 2003, la SDW, la Dirección de Alimentación y Nutrición (ESN) y la AGL organizaron un seminario similar sobre género y agua. Para la segunda Consulta sobre gestión de la información agraria (COAIM), en septiembre de 2002, la SDW organizó conjuntamente con la Dirección de Estadística (ESS) y la Dirección de Investigación, Extensión y Capacitación (SDR), un acto colateral sobre el género y la información agraria. En la CMA:cad, en junio de 2002, la SDW organizó un acto colateral sobre el tema: Mujeres del medio rural: colaboradoras decisivas en la lucha contra el hambre y la pobreza.
43. El establecimiento de una base de apoyo para la incorporación del enfoque de género entre los Estados Miembros de la FAO y otros asociados es fundamental para alcanzar la igualdad de género en la agricultura y el desarrollo rural. La designación de funcionarios regionales expertos en género apunta a establecer un amplio apoyo geográfico para la incorporación del enfoque de género y dar visibilidad en las regiones a las actividades de la FAO en apoyo de la mujer rural y la igualdad de género. Se ha creado un sitio web, fácil de utilizar, (www.rlc.fao.org/mujer) en el que se destacan las dimensiones de género en el desarrollo agrícola y rural dentro de la región de América Latina y el Caribe, y se incluye información sobre carpetas de capacitación, enlaces pertinentes y una guía de organizaciones de mujeres rurales. En el cursillo regional celebrado en El Cairo en mayo de 2003 se estableció una nueva red de género para la región del Cercano Oriente. Las reuniones de expertos anuales sobre género y desarrollo rural, así como los períodos de sesiones bienales del Grupo de Trabajo FAO/CEA sobre la mujer y la familia en el desarrollo rural, responden a un objetivo similar en la región de Europa.
44. Se mantienen amplios contactos y una colaboración intensa con las organizaciones no gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, así como los representantes en Roma de organizaciones internacionales no gubernamentales, que se ocupan especialmente de las cuestiones de la mujer y el género. La FAO participa en sus congresos mundiales y se invita a sus representantes a las reuniones organizadas por la FAO. La equidad de género fue una de las prioridades del Comité Internacional de Planificación de las ONG/OSC para la CMA:cad, la red de organizaciones regionales y temáticas de la sociedad civil y los movimientos sociales que coordinaron el Foro de ONG/OSC para la Soberanía Alimentaria en junio de 2002. El Comité Internacional de Planificación en la actualidad colabora con la FAO en un programa de acción de seguimiento centrado en cuatro cuestiones: promover un enfoque de la seguridad alimentaria basado en los derechos, garantizar el acceso de la población local, y en particular las mujeres, a los recursos productivos, incorporar enfoques agroecológicos en la agricultura, basados en la familia, y defender la soberanía alimentaria de los pueblos y países. En todos estos ámbitos se presta especial atención a los derechos y a los intereses de la mujer.
45. La FAO también participa activamente en el Comité Interinstitucional de la Mujer y la Igualdad entre los Sexos de las Naciones Unidas (IACWGE). En el bienio 2002-2003, la FAO ha formado parte de los siguientes equipos de tareas del IACWGE: Género y Agua, Género y Tecnologías de la Información y la Comunicación, Género y Comercio y Género y objetivos de desarrollo del Milenio.
46. Como se ha ilustrado antes, se han hecho progresos para reflejar en la práctica los compromisos institucionales asumidos en materia de igualdad entre los sexos. Sin embargo, quedan algunas cuestiones que deben abordarse para integrar firmemente en la FAO el enfoque de incorporación de las cuestiones de género.
47. En primer lugar, los administradores de nivel intermedio y superior deben prestar una atención sostenida y un apoyo dinámico a la incorporación del enfoque de género y una división más autentica de las responsabilidades, y la obligación de rendir cuentas, con respecto a la promoción de la igualdad de género en la labor de la FAO.
48. En segundo lugar, en lo que respecta a la función de supervisión interna, se debería considerar una división más clara de las responsabilidades entre la SDW, como dirección técnica, y las dependencias con responsabilidad a nivel institucional por la planificación, presupuestación, evaluación y presentación de informes de programas, tales como la PBE y la AUD, a fin de reforzar la rendición de cuentas y seguir de cerca los resultados. Ello incluiría una auditoría y evaluación permanentes en relación con las cuestiones de género, la elaboración de un enfoque práctico para asistir a las dependencias de la FAO en el seguimiento y análisis de los resultados significativos, y el afinamiento constante de los mecanismos de presentación de informes.
49. En tercer lugar, en el contexto de FAOSTAT 2, se necesita seguir trabajando en las dependencias técnicas que recopilan y analizan estadísticas, tales como las derivadas de los censos y encuestas agrícolas nacionales, para ayudar a los Estados Miembros de la FAO a que generen datos desglosados por sexo, produzcan encuestas sobre la índole del trabajo en función del sexo y preparen análisis detallados por sexo del material estadístico y la información sobre los datos y las metodologías de recopilación de datos.
50. En cuarto lugar, las mediciones de la incorporación del enfoque de género incluidas en los documentos de la FAO son casi siempre exclusivamente cuantitativas. Habida cuenta de que algunas repercusiones de los programas no pueden medirse de forma cuantitativa, se necesita seguir trabajando en todas las dependencias técnicas en relación con la elaboración de indicadores cualitativos adecuados y una mayor utilización de los métodos de evaluación cualitativa. En efecto, un desafío importante en los próximos bienios será demostrar al personal de la FAO y a los Estados Miembros que el tiempo y los recursos invertidos en la planificación, el seguimiento, la presentación de informes y la medición de las repercusiones en relación con el género han logrado mejorar en la práctica los resultados de la labor de la FAO con respecto a los cuatro objetivos del Plan de Acción sobre Género y Desarrollo.
51. En quinto lugar, debido a la rotación del personal de la FAO, es necesario continuar el desarrollo de aptitudes. El personal nuevo tiene normalmente poca o ninguna especialización en análisis de género, al mismo tiempo que muchos funcionarios actuales muestran cierta confusión en lo que respecta a los conceptos de género y su aplicación. Los cursos de capacitación en análisis de género deben ser una característica regular del programa institucional de desarrollo y capacitación del personal. Se deben asignar suficientes recursos a estos efectos, en armonía con las estrategias institucionales para la consecución de la excelencia y el mejoramiento del carácter interdisciplinario, que hacen hincapié en el desarrollo de la competencia y las aptitudes en materia de enfoque participativos y análisis de género.
52. En sexto lugar, sería conveniente incorporar el análisis de género y los enfoques participativos en las descripciones de los puestos pertinentes de la FAO. Asimismo, el mandato de los coordinadores de género debería incorporarse en el plan de trabajo de las diferentes dependencias y de los funcionarios, para que la incorporación del enfoque de género constituya parte integrante del programa ordinario de labores que se evalúa.
53. En conclusión, se recomienda que la Conferencia apruebe el primer informe sobre los progresos realizados en la aplicación del Plan de Acción de la FAO sobre Género y Desarrollo (2002-2007), invite a realizar una nueva evaluación de los progresos relativos a la incorporación del enfoque de género durante el bienio 2004-2005, y exhorte a la Secretaría a que continúe perfeccionando sus métodos y procedimientos de organización para promover la incorporación del enfoque de género tanto en el Programa Ordinario como en el Programa de Campo.