ARC/04/INF/9


23ª CONFERENCIA REGIONAL PARA ÁFRICA

Johannesburgo (Sudáfrica), 1-5 de marzo de 2004

AÑO INTERNACIONAL DEL ARROZ (2004)

Índice


Tratar de lograr el máximo rendimiento posible: mejora de las técnicas de ordenación de cultivos
El enfoque de sistemas en relación con las operaciones postcosecha
El aprovechamiento de la ciencia: desarrollo, evaluación de la seguridad y transferencia de tecnología


I. Introducción

1. El 16 de diciembre de 2002, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el año 2004 Año Internacional del Arroz (AIA) para concentrar la atención mundial en la función que puede desempeñar el arroz en la consecución de la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza. El arroz es vida para importantes sectores de la población de todo el mundo y está profundamente arraigado en el patrimonio cultural de muchas sociedades. Es el alimento básico de más de la mitad de la población mundial. Los sistemas de producción basados en el arroz y las operaciones postcosecha conexas dan empleo a casi 1 000 millones de personas que habitan en las zonas rurales de países en desarrollo. Alrededor de cuatro quintas partes de la producción mundial de arroz son producidas por pequeños agricultores en países de bajos ingresos y en desarrollo.

2. El arroz es la fuente de alimentación que crece con más rapidez en África. La demanda actual de arroz ha superado la capacidad anual de producción de la región. Las importaciones regionales de arroz son cuantiosas y costosas. La observancia del AIA ofrece la oportunidad de incrementar el apoyo al desarrollo sostenible de los sistemas de producción basados en el arroz en aras de la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza a escala mundial, en general, y en África, en particular. En el presente documento se examina la importancia del arroz para la región de África y las posibilidades y limitaciones con vistas a lograr un aumento de la producción sostenible. También se examinan los antecedentes del AIA, las distintas facetas de los sistemas de producción basados en el arroz, los retos y oportunidades que plantea el AIA a escala mundial y el marco de su observancia.

II. Posibilidades y limitaciones para una producción sostenible de arroz en África

3. El arroz ha ido cobrando creciente importancia en África como fuente de alimentación y como producto básico con valor económico. La producción regional de arroz aumentó de 8,6 millones de toneladas de arroz con cáscara en 1980 a 17,6 millones de toneladas en 2000. Pese a este espectacular incremento, la demanda ha superado la oferta y la región depende del arroz importado. La cantidad anual de arroz que importa la región aumentó de 2,5 millones de toneladas de arroz con cáscara en 1980 a 5,7 millones de toneladas en 2000 (FAOSTAT, 2003). La seguridad alimentaria de África en el futuro inmediato dependerá en gran medida del logro de un aumento sostenible de la producción local de arroz.

Aumento sostenible de la producción de arroz en África

4. Se estima que la tierra cultivable en África ocupa 637 millones de hectáreas (h) y que alrededor del 68 por ciento de estas tierras se encuentra en reservas. La zona destinada a la producción de arroz representa alrededor del 1,6 por ciento del total de la tierra cultivable. En consecuencia, hay grandes posibilidades de incrementar la producción de arroz en África.

5. En África del Norte los recursos hídricos destinados a la producción de arroz son limitados. En el África subsahariana hay grandes extensiones de humedales que pueden aprovecharse para la producción de arroz. Los humedales ocupan unos 24 millones de h del África subsahariana y se dividen en cuatro categorías: marismas, cuencas interiores, llanuras aluviales y valles interiores. Los sistemas de producción de arroz de tierras húmedas (arroz de riego y de secano en tierras bajas) han sido objeto de un desarrollo óptimo en Madagascar y África del Norte.

6. Por tradición, antes de 1980 en el África subsahariana continental los sistemas de producción de arroz de montaña predominaban. A raíz de la sequía que afectó a la región en el decenio de 1970, los gobiernos efectuaron considerables inversiones en el desarrollo de sistemas de producción de arroz de riego y de arroz acuático (en valles interiores) o arroz de secano (en tierras bajas). Desde 1980 se han desarrollado para el cultivo de arroz muchos fondos de valles en forma de V situados en el tramo superior de las cuencas fluviales del África subsahariana. La producción de arroz acuático en valles interiores ha adquirido importancia en el África occidental, central y oriental desde el decenio de 1980. Actualmente se produce arroz en unas 630 000 h de pantanos de valles interiores del África occidental. En Tanzanía, la zona donde se cultivaba arroz de secano de tierras bajas y de suelos hidromorfos ocupaba en total 270 000 h a principios del decenio de 1990. Aparte del aprovechamiento de las tierras bajas y los pantanos de valles interiores para la producción de arroz, durante el decenio de 1980 y a principios del decenio de 1990 se crearon varios planes de riego en el valle del río Senegal en Mauritania y el Senegal, en la cuenca del Lago Chad en el Camerún septentrional, en la región nororiental de Nigeria, en la parte suroccidental del Chad y en el valle del río Níger en Malí. El plan de riego de Chokwe (Mozambique) ocupa más de 20 000 h.

Limitaciones para una producción sostenible de arroz en África

7. Las limitaciones para la producción sostenible de arroz son muy distintas en África del Norte y en el África subsahariana. En África del Norte la escasez de recursos hídricos limita la producción. En el África subsahariana el bajo rendimiento de granos se debe a varios factores, como los bajos niveles de tecnología de producción. En los ecosistemas montañosos el arroz suele competir con otros cultivos alimentarios importantes como el maíz, el mijo, el sorgo, la mandioca, el ñame, la malanga, el plátano y el banano, al igual que con cultivos comerciales como el cacao, el café, los cítricos y la cola. Dado su bajo rendimiento intrínseco, es probable que el cultivo de arroz en los ecosistemas montañosos disminuya si los cultivos competidores cobran más importancia económica.

8. El cultivo en la región de arroz de montaña y de arroz acuático en valles interiores o de secano en tierras bajas es realizado fundamentalmente por agricultores con pocos recursos que, por lo general, emplean un nivel muy bajo de insumos como abonos y otros productos químicos agrícolas. El rendimiento del arroz de montaña también se ve limitado por los siguientes factores:

9. En los sistemas de producción de arroz de secano en tierras bajas o arroz acuático en valles interiores, el cereal también es vulnerable a las tensiones debidas a la sequía, pero la gravedad de tales tensiones es mucho menor en estos ecosistemas que en los sistemas montañosos. En los sistemas de producción de arroz de secano en tierras bajas o arroz acuático en valles interiores, según cuál sea la ubicación del terreno, las plantas de arroz pueden captar agua suplementaria procedente de una o más de las siguientes fuentes: una capa freática alta, aguas de escorrentía y las crecidas de las aguas fluviales en la estación de lluvias. Las restantes limitaciones destacadas que encuentra la producción de arroz de secano en tierras bajas y de arroz acuático en valles interiores de la región son las siguientes:

10. En los ecosistemas donde se practica el riego los cultivos de arroz reciben un suministro constante de agua. Inicialmente se obtuvieron altos rendimientos de arroz en varias zonas de regadío del África subsahariana. Sin embargo, el rendimiento del arroz de riego ha disminuido últimamente en el Senegal, Burkina Faso, Côte d'Ivoire y Nigeria, en el África occidental, en el Camerún, en el África central, y en Mozambique, en el África meridional, como consecuencia de la falta de apoyo gubernamental y del deterioro de la fertilidad del suelo y la infraestructura de riego. En Madagascar el rendimiento del arroz de riego se ha estancado como consecuencia del bajo nivel de utilización de abonos.

11. La producción de arroz en el África subsahariana encuentra todavía más limitaciones:

12. El aumento sostenible de la producción de arroz en África debe basarse en estrategias encaminadas a superar los factores que limitan el crecimiento del sector arrocero. Las estrategias deben centrarse en: la formulación de políticas gubernamentales apropiadas de apoyo al aprovechamiento de los humedales para la producción de arroz, el aumento del rendimiento del arroz, la mejora de la tecnología postcosecha mediante actividades de investigación y extensión y la facilitación de infraestructura y de acceso a los insumos. La observancia del AIA declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas daría a conocer mejor la importancia del arroz para la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza en África. También serviría para que en todo el mundo aumentaran el apoyo a la producción sostenible de arroz y el correspondiente nivel de compromiso.

III. El AIA: antecedentes e historia

13. La iniciativa de declarar el AIA surgió en 1999, cuando, en atención a la creciente preocupación de sus miembros respecto de un número cada vez mayor de cuestiones graves que afectaban al fomento del cultivo del arroz, el Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz (IRRI) solicitó y obtuvo la colaboración de la FAO para que se declarase un año internacional. El acuerdo de los Estados Miembros de la FAO dio lugar a la Resolución 2/2001, aprobada en el 31º período de sesiones de la Conferencia de la FAO, en la que se pedía a la Asamblea General de las Naciones Unidas que declarara el año 2004 Año Internacional del Arroz. La solicitud, presentada a la Asamblea General por la delegación de Filipinas y copatrocinada por otros 43 países, se examinó en el 57º período de sesiones, en el que se declaró el año 2004 Año Internacional del Arroz (véase el recuadro). Se invitó a la FAO a facilitar la observancia del AIA en colaboración con otras organizaciones competentes.

14. La importancia que atribuyen los Estados Miembros al fomento sostenible del cultivo del arroz se refleja en un número cada vez mayor de iniciativas de ámbito mundial que comprenden las adoptadas en la Cumbre de Río de 1992, concretadas y ampliadas en el capítulo sobre el fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenibles del Programa 21, y las adoptadas en la reciente Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, en la Declaración sobre la Seguridad Alimentaria Mundial y el Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, de 1996, y en la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas, de 2000.


La Asamblea General,

Recordando la resolución 2/2001 de la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación,

Observando que el arroz es el alimento básico de más de la mitad de la población del mundo,

Afirmando la necesidad de que se tome conciencia del papel del arroz en la mitigación de la pobreza y la malnutrición,

Reafirmando la necesidad de concentrar la atención mundial en la función que puede desempeñar el arroz en la consecución de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza para lograr los objetivos de desarrollo acordados internacionalmente, incluidos los que figuran en la Declaración del Milenio,

      1. Decide declarar el año 2004 Año Internacional del Arroz;

      2. Invita a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación a facilitar la observancia del Año Internacional del Arroz, en colaboración con los gobiernos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, los centros del Grupo Consultivo sobre Investigaciones Agrícolas Internacionales, y otras organizaciones competentes del sistema de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales pertinentes.

(Fuente: Asamblea General de las Naciones Unidas A/Res/57/162 de 16 de diciembre de 2002)
 

IV. El arroz es vida: aspectos de los sistemas basados en el arroz

15. La declaración del AIA por la Asamblea General de las Naciones Unidas no sólo subraya la importancia del arroz, sino que además indica la importancia de los sistemas agrícolas en conjunto al abordar cuestiones de interés mundial. Los sistemas agrícolas afectan a casi todos los aspectos del desarrollo sostenible y se ven afectados por éstos. El AIA sitúa conceptualmente el arroz en el punto central de un prisma a través del cual pueden observarse con claridad las complejas relaciones de interdependencia que unen a la agricultura, la cultura, la nutrición, la ordenación de los recursos ambientales, la diversidad biológica, las políticas económicas, la ciencia, el género y las cuestiones laborales.

El arroz y la cultura

16. Hace miles de años, se asentaron en los deltas de los ríos pueblos del Asia oriental y meridional que domesticaron el arroz silvestre. La productividad de los cultivos de arroz de tierras húmedas propició el crecimiento demográfico e impulsó el desarrollo de la sociedad y la civilización. Tanto en la antigüedad como en el momento actual, la intensidad del trabajo necesario con vistas a recuperar la tierra para el cultivo del arroz, a construir y mantener el sistema de terrazas o a ajustar las modalidades de cultivo a la erosión del suelo, el corrimiento de tierras y la inundación, ha exigido el trabajo en colaboración de las aldeas. La relación entre el arroz y los pueblos ha inspirado canciones, pinturas, relatos y otras formas de comunicación. El arroz (Oryza sativa L.) se cultiva actualmente en 113 países y en todos los continentes con excepción de la Antártida. Resulta significativo que casi todas las culturas tengan su propia manera de comer el arroz y que, de hecho, esta diversidad de recetas forme parte del patrimonio cultural mundial. Las terrazas de arroz embellecen el paisaje; la UNESCO ha declarado las terrazas de Banawe (Filipinas) patrimonio cultural de la humanidad. También se está promoviendo la declaración de otros lugares, en sistemas de producción basados en el arroz, patrimonio cultural de la humanidad, con vistas a su conservación.

El arroz y la nutrición

17. Más de 2 000 millones de personas todavía padecen malnutrición de micronutrientes. Aunque el arroz aporta una cantidad considerable de energía alimentaria, su perfil de aminoácidos es incompleto y tiene un bajo contenido de micronutrientes esenciales. La malnutrición reduce la capacidad de aprendizaje del niño, perjudica a la productividad del adulto y es causa de mortandad prematura, sobre todo entre las mujeres y los niños. El arroz es el alimento básico de 17 países de Asia y el Pacífico, ocho países de África, siete países de América Latina y el Caribe y uno del Cercano Oriente. Si se toman en conjunto todos los países en desarrollo, el arroz representa un 27 por ciento del suministro de energía alimentaria y un 20 por ciento del aporte proteínico de la dieta. El arroz se caracteriza por una gran diversidad genética en la medida en que las dos especies de arroz, Oryza sativa L. (oriunda de Asia) y O. glaberrima Steud. (oriunda del África occidental), han generado miles de variedades distintas cuyas propiedades nutricionales son diversas. Si se utilizaran mejor, las variedades cuyo valor nutricional es superior podrían contribuir a la reducción de la carga global de la malnutrición.

18. Lo más habitual es moler el arroz, con lo cual se obtiene arroz blanco. Este proceso reduce el tiempo de cocción y prolonga la vida en almacenamiento, pero también elimina un gran porcentaje de numerosos nutrientes como las proteínas, la fibra, las grasas, el hierro y la vitamina B. En varios países se sancochan los granos de arroz para conservar los nutrientes que se encuentran de forma natural en el arroz. Pueden emplearse técnicas de enriquecimiento para añadir al grano vitaminas y minerales esenciales.

El arroz y la biodiversidad agrícola

19. Los sistemas basados en el arroz mantienen enormes reservas de biodiversidad agrícola, que sirven para salvaguardar el medio ambiente, mejorar los medios de subsistencia de la población rural y enriquecer la alimentación de las personas. La población local suele incorporar a los sistemas basados en el arroz plantas cultivadas, animales domésticos y la acuicultura. Los peces, las ranas, los caracoles, los insectos y otros organismos acuáticos característicos de estos ecosistemas contribuyen a diversificar y complementar la alimentación de la población rural. La pesca encierra especial importancia para la población pobre, especialmente para las personas sin tierra, pues le permite obtener pequeños ingresos con la comercialización de productos y alimentos medicinales de origen acuático elaborados o sin elaborar.

20. Los sistemas basados en el arroz admiten ganado de varios tipos. Los patos se alimentan de pececillos, de otros organismos acuáticos y de la maleza de los arrozales, mientras que la paja de arroz es la principal fuente de alimentación de los búfalos, el ganado vacuno, el ganado ovino y el ganado caprino que pastan en las zonas donde se produce arroz. El salvado de arroz, subproducto de la molienda del arroz, y los granos de arroz de poca calidad y excedentes proporcionan pienso suplementario para el ganado. A su vez, el ganado es de ayuda para los agricultores, en relación con el transporte y la preparación de los suelos, y sus excrementos pueden reciclarse y aprovecharse como abono orgánico.

21. En los arrozales también habita una gran diversidad de enemigos naturales o depredadores que constituyen un mecanismo de lucha contra los insectos y las plagas dañinos, con lo cual disminuye la necesidad de plaguicidas. Igualmente, los peces se alimentan de malas hierbas acuáticas y contribuyen a su eliminación. Los agricultores utilizan variedades de plantas con fines alimenticios y medicinales y para alimentar a los peces y el ganado. La biodiversidad agrícola de los sistemas basados en el arroz ofrece grandes oportunidades de mejorar la nutrición de la población rural, aumentar los ingresos de los agricultores diversificando los cultivos y proteger la gran riqueza de recursos genéticos en beneficio de las generaciones futuras.

El arroz y el medio ambiente

22. La ordenación de las aguas es un elemento fundamental para la creación de sistemas sostenibles de producción basados en el arroz, en especial porque el arroz es el único cereal de importancia que soporta la sumersión en agua. La relación entre el arroz y el agua es compleja. Por ejemplo, los sistemas de arroz acuático permiten la acumulación en los suelos de materia orgánica, con lo cual se crea un depósito de nutrientes para las plantas y los animales. Estos sistemas funcionan asimismo como una “esponja” o un depósito que absorbe carbono de la atmósfera. No obstante, el anegamiento constante de los arrozales sin un período de secado adecuado tiene efectos medioambientales negativos, como la disminución del ritmo de descomposición de los suelos, la acumulación de salinidad y la saturación hídrica. Además, la capa de agua de los sistemas basados en el arroz constituye un criadero de mosquitos, que transmiten enfermedades como el paludismo, si bien al mismo tiempo sostiene a depredadores naturales de los mosquitos y genera abundante diversidad biológica que contribuye a la mejora de los medios de subsistencia de los agricultores.

23. Aunque los sistemas de montaña emplean menos recursos de agua dulce que los sistemas de arroz acuático, la biodiversidad agrícola que generan también es menor. De ello se desprende que al convertir los campos de arroz acuático en sistemas que necesitan menos agua deben considerarse de forma realista los múltiples beneficios y usos derivados del aprovechamiento de las aguas para el cultivo de arroz.

El arroz, el empleo y los ingresos

24. El arroz es con frecuencia la principal fuente de empleo, ingresos y nutrición en muchas regiones pobres del mundo afectadas por la inseguridad alimentaria. El cultivo de arroz es la principal actividad y la principal fuente de ingresos de unos 100 millones de hogares de Asia y África. Las actividades postcosecha dan empleo a una gran parte de la mano de obra total del Asia sudoriental. Varios países dependen en gran medida del arroz como fuente de divisas y de ingresos fiscales.

25. En los dos últimos decenios los precios internacionales del arroz han registrado una acusada tendencia a la baja, tanto en absoluto como en relación con otros cereales. Esta tendencia ha sido favorecida por las mejoras técnicas, que han dado lugar a un descenso del costo unitario de producción y a un incremento considerable de la producción mundial hasta los últimos años del decenio de 1990. La caída de los precios del arroz ha debilitado gravemente la seguridad alimentaria de muchos hogares de pequeños agricultores, y ello ha estimulado la migración de las zonas rurales a las zonas urbanas. Los agricultores que cultivan arroz están asimismo expuestos a un alto grado de riesgo derivado de los caprichos del clima. En vista de la relación directa entre el mercado de arroz y los medios de subsistencia rurales, muchos gobiernos intervienen activamente a fin de estabilizar los precios internos del arroz.

El arroz y las actividades de producción postcosecha

26. Las actividades posteriores a la cosecha del arroz forman parte de los medios de subsistencia de muchas personas además de las que se ganan la vida con el cultivo del arroz propiamente dicho. Con la expresión “actividades postcosecha” se denomina la serie de tareas necesarias para que el arroz llegue “del campo a la mesa”, comprendidos la trilla, la molienda, la elaboración, el transporte hasta los mercados y la cocción. Aunque se ha avanzado mucho en la prevención de las pérdidas de arroz postcosecha, en los países en desarrollo las pérdidas representan en promedio entre el 15 y el 16 por ciento. Son considerables las pérdidas que se producen en el curso de operaciones fundamentales como el secado, el almacenamiento y la molienda.

27. El arroz es vida, no sólo porque sus granos sirven de alimento, sino también por la contribución a la vida humana de distintas partes de la planta del arroz. Por ejemplo, se ha utilizado la paja de arroz para techar viviendas. La fabricación, el mantenimiento y la reparación de aperos, utensilios y equipo para la cosecha y las operaciones postcosecha han supuesto fuentes de empleo adicionales para la población rural, mientras que la comercialización de aperos relacionados con el arroz ha contribuido al desarrollo de muchas industrias manufactureras.

Cuestiones de género en los sistemas de cultivo de arroz

28. Las mujeres y los pequeños agricultores desempeñan un papel importante tanto en la producción de arroz como en las actividades postcosecha, pero es frecuente que no perciban beneficios sociales y económicos proporcionales cuando se ponen en marcha sobre el terreno mejoras en el cultivo de arroz. Las mujeres suelen tropezar con más dificultades que los hombres en lo que respecta al acceso a recursos productivos y servicios indispensables o cuando intentan obtener crédito, insumos agrícolas, medios de comercialización, servicios de extensión e información. Además, determinados miembros de las familias de pequeños agricultores, como las mujeres, los niños, los ancianos y las personas enfermas de VIH/SIDA u otras dolencias, pueden tener necesidades de información distintas de las que se atienden mediante los actuales servicios de extensión.

29. Aunque la legislación nacional otorgue a los hombres y a las mujeres el mismo derecho a la tierra, en la práctica no siempre ocurre así. No podrán registrarse progresos reales en la mitigación de la pobreza y en la mejora de los medios de subsistencia si se deja al margen a la población femenina. Es urgentemente necesario establecer políticas nacionales equitativas en relación con las tierras y a los recursos y velar por su cumplimiento para garantizar que también las mujeres puedan beneficiarse de las mejoras de los sistemas basados en el arroz.

El arroz y la ciencia

30. La ciencia puede contribuir a la resolución de la problemática que plantea el crecimiento de la población de consumidores de arroz y la disminución de los recursos de tierras y aguas de que dispone dicha población. En los últimos decenios el aumento de la demanda de arroz se ha atendido principalmente gracias a las medidas de fomento del rendimiento adoptadas durante la “Revolución Verde” del decenio de 1970, cuando se introdujeron variedades mejoradas de arroz y mejoraron las tecnologías de producción. No obstante, en los últimos años se ha estabilizado el rendimiento que reportan estas tecnologías, y los expertos han detectado efectos secundarios negativos como una mayor resistencia a las plagas con el paso del tiempo y la disminución de la diversidad biológica.

31. Las investigaciones se centran ahora en la creación de tecnologías mejoradas que permitan a los agricultores cultivar más arroz en una superficie limitada empleando menos agua, menos mano de obra y menos plaguicidas, lo cual resulta menos nocivo para el medio ambiente. También se están desarrollando nuevas variedades de arroz que tienen un mayor valor nutritivo, reducen al mínimo las pérdidas postcosecha y son más resistentes a la sequía y las plagas. Los recientes adelantos en la esfera del arroz híbrido y el nuevo arroz para África (NERICA) son sólo dos ejemplos de la contribución de la ciencia al desarrollo del arroz. Deberían fortalecerse las asociaciones entre los centros del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (GCIAI), los sistemas nacionales de investigación agrícola y el sector privado, sobre todo en lo que respecta a la biotecnología moderna, para mejorar la calidad y la productividad del arroz y la eficacia en su producción.

Cuestiones de política económica

32. Con pocas excepciones, los principales países productores de arroz son también grandes países consumidores. Los gobiernos se enfrentan a menudo al dilema de mantener bajos los precios en beneficio de los consumidores pobres sin que dichos precios dejen de resultar atractivos para los productores. Tradicionalmente, la necesidad de resolver estos conflictos de intereses ha provocado un alto grado de intervención estatal en el sector, con lo cual el arroz se ha convertido en uno de los productos agrícolas que más protección y subvenciones han recibido. Este alto grado de protección ha contribuido al bajo nivel del comercio internacional de arroz, que en la actualidad representa únicamente entre el 4 y el 6 por ciento de la producción mundial.

33. La situación empezó a cambiar en el decenio de 1980, con la aplicación de programas de ajuste estructural, y en 1994 con el Acuerdo sobre la Agricultura de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que sentaron las bases de la disminución de la intervención estatal y de la liberalización del comercio. Como consecuencia, el comercio mundial de arroz se encuentra en fase de firme expansión, mientras que un número cada vez mayor de países, sobre todo de África, depende de las importaciones para satisfacer sus necesidades internas. Mientras los consumidores urbanos son los principales beneficiados de la apertura al comercio, en la medida en que pueden comprar arroz a precios más bajos, los pequeños agricultores pobres de los países en desarrollo son los que más afectados se han visto. Los países en desarrollo se enfrentan ahora al reto de aprovechar el auge de la liberalización del comercio y paliar al tiempo de algún modo la difícil situación en que se encuentran los pequeños productores.

V. El AIA: retos y oportunidades

34. El objetivo del AIA es abordar en un marco mundial y coordinado las numerosas cuestiones relacionadas con los sistemas basados en el arroz, con vistas a aprovechar efectivamente las posibilidades que encierran dichos sistemas si se gestionan debidamente. A continuación se examinan las distintas facetas del prisma constituido por el arroz para determinar la dimensión de los retos y a ese respecto y las oportunidades de hallar soluciones de síntesis favorables a los sistemas basados en el arroz en su conjunto.

Mejora de la nutrición y la seguridad alimentaria

35. El AIA puede contribuir al aumento de la diversificación alimentaria promoviendo cultivos complementarios y actividades ganaderas o pesqueras en el marco de los sistemas basados en el arroz. De ese modo aumentará la seguridad alimentaria de los hogares, en virtud tanto del aumento de los ingresos de los productores como de la complementación de la alimentación con ácidos grasos, vitaminas y minerales esenciales. Otra estrategia de mejora de la nutrición consiste en mejorar las técnicas de elaboración y el contenido de nutrientes de las variedades producidas. A medida que vayan surgiendo nuevas tecnologías alimentarias habrá que informar mejor a los consumidores y los productores de sus posibles beneficios, riesgos y limitaciones, como en el caso, por ejemplo, de la biotecnología. El AIA puede ayudar a los países a establecer la infraestructura necesaria para respaldar y reglamentar estos adelantos.

La gestión de los recursos hídricos en las ecologías arroceras

36. Cada vez suscita más preocupación la sostenibilidad de los recursos de agua dulce a escala mundial. Actualmente hay dos enfoques predominantes en lo referente a la racionalización de la escasez de agua en el marco de los sistemas basados en el arroz. El primero tiene por objeto reducir la cantidad de agua que se necesita para el cultivo. Comprende la obtención de variedades de arroz mejor adaptadas a los suelos secos (como, por ejemplo, variedades de arroz aeróbicas), la implantación de sistemas de riego intermitente y mejorado y el fortalecimiento de las prácticas de ordenación. El segundo enfoque se centra en la justificación del uso del agua destinando hasta la última gota a varios fines, como ocurre, por ejemplo, con el empleo simultáneo del agua para el riego y la acuicultura. Hace hincapié en que las técnicas de ordenación de las aguas aplicadas deben ser compatibles con los sistemas para que el ahorro de agua sobre el terreno no acarree privaciones para otros usos existentes. Gracias al AIA se puede concienciar a los muchos beneficiarios del suministro de agua en los arrozales acerca, por ejemplo de la diversidad de organismos característicos de los sistemas basados en el arroz, al tiempo que se promueve el desarrollo del cultivo de arroz con aporte de poca agua.

Protección del medio ambiente

37. La producción de arroz plantea un número cada vez mayor de preocupaciones relativas al medio ambiente. Hay que hacer frente al uso indiscriminado de plaguicidas y al uso ineficaz de abonos, así como a las emisiones de gases de efecto invernadero. La protección de los recursos medioambientales cada vez preocupa más al público, como se refleja en un número creciente de acuerdos internacionales como el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Convenio Marco sobre el Cambio Climático. La atención que actualmente se presta a la protección del medio ambiente ha de traducirse en medidas que respeten las disposiciones de estos acuerdos partiendo de un enfoque basado en el ecosistema que tenga en cuenta las distintas cuestiones relacionadas con el fomento del arroz y la complejidad de los sistemas agroecológicos basados en el arroz. El AIA contribuirá a que las diversas partes interesadas intercambien ideas concretas sobre estas cuestiones medioambientales y sobre los retos y oportunidades conexos.

El aumento de la productividad: nuevas tecnologías que permiten un aprovechamiento eficaz de los recursos

Tratar de lograr el máximo rendimiento posible: mejora de las técnicas de ordenación de cultivos

38. El rendimiento potencial de la mayoría de las variedades de arroz existentes, en particular de las variedades de alto rendimiento y los híbridos, es superior a los resultados efectivos. Además, son considerables las variaciones entre los niveles de rendimiento efectivo registrados incluso en sistemas de producción semejantes. Esta disparidad se debe a numerosas deficiencias ocasionadas fundamentalmente por prácticas equivocadas de ordenación de los cultivos, los nutrientes y las aguas. Se dispone de tecnologías de ordenación de cultivos mejoradas, pero muchas no se han introducido, ensayado o modificado de forma generalizada para adaptarlas a las condiciones locales. Los métodos para mejorar la transferencia de tecnología comprenden mecanismos innovadores de transmisión e intercambio de conocimientos y tecnología entre las instituciones de investigación y la prestación de servicios a los agricultores que no reciben mucho apoyo del sector público; existen ejemplos positivos, como las escuelas de campo para agricultores, que pueden ser objeto de mayor promoción.

39. La ordenación de los nutrientes de los suelos es otro aspecto importante de la mejora de las técnicas de ordenación de cultivos con vistas a aumentar la productividad, por medio de la adopción de variedades de arroz que aprovechan con eficacia los nutrientes, la mejora de los métodos de aplicación del nitrógeno y el empleo de instrumentos de diagnóstico apropiados. El manejo integrado de las plagas, las malas hierbas y las enfermedades en el marco de la producción de arroz, sumado al empleo de una combinación de variedades resistentes, enemigos naturales, prácticas agronómicas acertadas y una aplicación oportuna de la dosis indicada del plaguicida indicado, ha arrojado mejores resultados económicos y ecológicos. El manejo integrado de plagas fomenta la diversidad biológica agrícola en los arrozales; de ahí que las limitaciones en la ordenación de cultivos sean interdependientes y exijan un enfoque basado en un sistema plenamente integrado, conocido con el nombre de ordenación integrada del cultivo del arroz, que combina las prácticas relativas a las variedades, los suelos y las aguas, los nutrientes, las plagas y otras cuestiones relacionadas con la ordenación de los cultivos con objeto de alcanzar un grado óptimo de eficacia económica y sostenibilidad ambiental. El AIA puede contribuir a fomentar el intercambio de información y el empleo del enfoque de la ordenación integrada del cultivo del arroz en relación con las “buenas prácticas agrícolas”, expresión que engloba el concepto de una mayor eficacia en la utilización de los insumos para aumentar la productividad y el rendimiento económico. Garantiza que se tienen en cuenta los aspectos ecológicos y sociales siempre que se adopta una decisión en cualquier punto de la cadena de producción.

El enfoque de sistemas en relación con las operaciones postcosecha

40. El sistema posterior a la producción de arroz ha empezado a estimular el crecimiento con la introducción de variedades de arroz de alto rendimiento y la mejora de la ordenación de los cultivos. En los países de bajos ingresos, los sistemas de producción de arroz están dominados por pequeños productores; que para seguir siento competitivos necesitan una ayuda considerable a fin de mantenerse al tanto de las innovaciones tecnológicas y económicas. El AIA puede aumentar la concienciación acerca de la importancia de mejorar los mecanismos de transmisión de información del plano nacional al plano local mediante servicios de “capacitación y extensión”. En particular, el AIA puede resaltar la importancia de “añadir valor” a los productos del arroz, expresión que agrupa las actividades de elaboración que aprovechan de forma estratégica todas las partes de la cosecha para obtener un rendimiento económico.

El aprovechamiento de la ciencia: desarrollo, evaluación de la seguridad y transferencia de tecnología

41. Para elevar o estabilizar la productividad en distintas zonas ecológicas se dispone de variedades de arroz de alto rendimiento, de arroz híbrido y del recién obtenido NERICA. Los científicos que trabajan en la mejora de variedades siguen enfrentándose a una serie de dificultades que deben plantearse a más largo plazo. Aun así, existen oportunidades de abordarlas. Puede aumentarse el tope de rendimiento desarrollando una planta de arroz con un mayor potencial de rendimiento y obteniendo arroz híbrido para los trópicos. La colaboración entre las instituciones de investigación internacionales y nacionales puede aportar una perspectiva más amplia al problema de la uniformidad y la erosión genéticas, que dan lugar a un producto final muy vulnerable a ataques biológicos graves, y puede fomentar la adopción de variedades de mayor calidad nutricional y la integración en los sistemas de producción basados en el arroz de variedades que necesitan menos agua y menos abono.

42. Gracias a la conclusión del “mapa” del genoma del arroz en 2002, las posibilidades de la ciencia son aún mayores. Mediante alteraciones genéticas podría aumentarse el rendimiento potencial del arroz, así como potenciarse la resistencia a las enfermedades, las malas hierbas y las plagas y la tolerancia a la sequía y la salinidad sin causar daños al medio ambiente. No obstante, estas oportunidades conllevan nuevos imperativos para los países en materia de seguridad de la biotecnología, ensayo sobre el terreno y creación de capacidad a efectos de garantizar que las innovaciones beneficien a la población local y no impongan costos a largo plazo al medio ambiente. El AIA ofrece a los países en desarrollo la oportunidad de recibir asistencia para fomentar la creación de capacidad y promulgar reglamentación sobre seguridad de la biotecnología, con arreglo a las recomendaciones formuladas en la 20ª reunión de la Comisión Internacional del Arroz (CIA), celebrada en Bangkok en 2002.

EL ARROZ EN EL CONTEXTO INSTITUCIONAL

43. Como consecuencia del descenso de la capacidad de investigación y extensión agrícolas en varios países, los asociados no gubernamentales para el desarrollo, con inclusión de organizaciones de la sociedad civil y del sector privado, han empezado en algunos casos a colaborar con los gobiernos en relación con la agricultura y el desarrollo rural sostenibles. La producción de arroz en pequeñas explotaciones ofrece buenos ejemplos de ese tipo de asociación, como la ampliación a toda Asia y, últimamente, a África de las escuelas de campo para agricultores, facilitadas por organizaciones no gubernamentales (ONG), en las que se imparten programas de ordenación integrada de la producción y la protección. Con todo, hacen falta más asociaciones para que los agricultores, y en particular las mujeres, dispongan de mayor acceso a las tierras, al crédito para la inversión en recursos y a la información sobre nuevas tecnologías e innovaciones. Para muchos países será fundamental la tarea de incrementar y ampliar las asociaciones, con inclusión del sector privado. Los instrumentos intergubernamentales de reglamentación de la agricultura ocupan un lugar cada vez más destacado y encierran una importancia decisiva para cultivos importantes como el arroz. Por ejemplo, las negociaciones relativas a la calidad de los alimentos (CODEX), el cambio climático, el comercio (con inclusión de los obstáculos comerciales no arancelarios), la diversidad biológica y cuestiones conexas relativas a los desplazamientos sin riesgo de los organismos vivos modificados, y el reciente tratado sobre recursos fitogenéticos, y sus objetivos de garantizar la equidad en el acceso y la distribución de los beneficios, afectan a los cultivos como el arroz.

VI. Marco conceptual de la observancia del AIA

44. El objetivo fundamental de la observancia del AIA es promover el desarrollo eficaz y sostenible del arroz y los sistemas de producción basados en el arroz, en el momento actual y posteriormente, y servir de orientación a dicho desarrollo. Para cumplir este objetivo general, la estrategia se centrará en los siguientes objetivos intermedios:

45. Para cumplir sus objetivos, el AIA se compromete a adoptar un enfoque participativo, consultivo, innovador y dinámico que reconoce las aptitudes y la capacidad de todas las partes interesadas en todos los ámbitos. Para sincronizar todas las actividades del AIA en los planos mundial, regional, nacional y local, su observancia tendrá lugar en el marco del AIA. La FAO, que ha sido nombrada organización principal del AIA, ha creado una dependencia de coordinación y observancia del AIA para contribuir a la coordinación en todos los niveles de las actividades que se realicen en el marco del AIA. A escala mundial, la coordinación de las actividades del AIA serán responsabilidad de un Grupo de trabajo internacional informal creado en la Reunión internacional informal de planificación y coordinación del AIA. La gestión diaria recaerá en la Secretaría de la Comisión Internacional del Arroz, de la que se encarga el Servicio de Cultivos y Pastos de la FAO. En el Gráfico 1 se representa el marco de la observancia del AIA en distintos planos, que van del mundial al comunitario.

PLATAFORMA DEL AIA

LA ESTRATEGIA DE LA OBSERVANCIA DEL AIA

46. La base de la estrategia de la observancia del AIA es lograr que la totalidad de la comunidad participe en la puesta en marcha de medidas combinadas que reporten beneficios mutuos con el objeto de hacer frente a los retos derivados del aumento sostenible de la producción de arroz. El cumplimiento de este objetivo debería lograrse mediante las siguientes actividades:

47. Habida cuenta de que el AIA es una campaña de concienciación y acción de ámbito mundial, las actividades de información serán necesarias para dar a conocer mejor las iniciativas satisfactorias en el marco del AIA y deberán complementar todas las actividades enumeradas en el párrafo anterior. En colaboración con el Grupo de trabajo internacional informal, la FAO preparará un informe final sobre las actividades y los logros del AIA que presentará al Secretario General de las Naciones Unidas y a todas las partes interesadas.

48. Para que las actividades del AIA sean un éxito, es fundamental contar con financiación adecuada. La FAO aportará un volumen considerable de recursos humanos de la Sede y de sus oficinas descentralizadas de ámbito regional, subregional y nacional. No obstante, para llevar a cabo las actividades previstas en el marco del AIA serán necesarias contribuciones voluntarias procedentes de una gran variedad de fuentes. Para atender estas necesidades, la FAO propone establecer un Fondo Fiduciario para el AIA que esté operativo durante el período comprendido entre 2003 y 2005. La estrategia del AIA hará un uso eficaz de sus recursos destinando los correspondientes fondos a las tareas de creación e información de comités organizadores nacionales del AIA, que podrán seguir divulgando después de 2004 los principios en que se inspira el AIA.

RESULTADOS PREVISTOS COMO CONSECUENCIA DE LA OBSERVANCIA DEL AIA

49. El AIA 2004 no es un mero esfuerzo de un año destinado a caer en el olvido en 2005. Por consiguiente, su estrategia será utilizar el Año como catalizador del intercambio de información y la puesta en marcha de programas a medio y a largo plazo orientados al desarrollo sostenible del arroz. Por este motivo, el establecimiento de comités del AIA de ámbito nacional y regional es un aspecto fundamental del Año, y la FAO pone especial interés en el respaldo a la formulación de programas y estrategias de desarrollo nacionales a medio y a largo plazo.

Resultados a escala mundial:

  1. Publicación de información sobre las actividades internacionales en curso de ejecución y previstas que generen contribuciones científicas y económicas a planteamientos y prácticas centrados en el desarrollo sostenible y eficaz del arroz.
  2. Ejemplos de transferencia de métodos tecnológicos y económicos satisfactorios a escala nacional y local.
  3. Diálogo y demostraciones de ámbito internacional que contribuyan a dar a conocer mejor la importancia de las aportaciones internacionales y los vínculos entre éstas y los esfuerzos en pro del desarrollo.
  4. Fortalecimiento de las redes de comunicación entre los asociados de ámbito mundial y los asociados de otros ámbitos.
  5. Enfoques concertados con vistas a fortalecer los vínculos entre los proyectos y actividades de investigación y desarrollo de ámbito mundial y los de ámbito regional, nacional y local.
  6. Reconocimiento a escala mundial y mejor entendimiento de los excepcionales sistemas de patrimonio agrícola basados en el arroz.

Resultados a escala regional:

  1. Contribuciones a conferencias, consultas y reuniones regionales que den a conocer mejor los retos y oportunidades derivados del desarrollo sostenible del arroz y los sistemas de producción basados en el arroz.
  2. Mejora de los sistemas de comunicación y redes de contacto con vistas a mantener vinculados a los asociados en el AIA dentro y fuera de la región y en cualquier otro ámbito.
  3. Ejemplos de iniciativas y actividades regionales que hayan contribuido al desarrollo sostenible de los sistemas de producción basados en el arroz.

Resultados a escala nacional:

  1. Publicación de directrices y enfoques para las políticas nacionales orientadas al desarrollo sostenible del arroz y los sistemas de producción basados en el arroz y ejemplos de su aplicación satisfactoria.
  2. Preparación, en formatos adecuados, de material didáctico y de formación sobre cuestiones relacionadas con el AIA, que se distribuirá a centros técnicos, de enseñanza y de formación profesional y se pondrá a disposición de todos los asociados.
  3. Establecimiento de mecanismos o redes de contacto con vistas a la difusión de información y al seguimiento de la ejecución de actividades encaminadas al desarrollo sostenible de los sistemas de producción basados en el arroz.
  4. Formulación y puesta en marcha de proyectos nacionales encaminados a aplicar las políticas y los programas necesarios para el desarrollo sostenible del arroz y los sistemas de producción basados en el arroz en el contexto del desarrollo agrícola nacional.

Resultados a escala comunitaria:

  1. Preparación y ejecución de programas encaminados a fortalecer los vínculos entre los asociados a escala local.
  2. Establecimiento y utilización de redes de contacto entre asociados de ámbito local, nacional, regional e internacional.
  3. Establecimiento de mecanismos que garanticen la responsabilización local y los enfoques participativos en relación con el aprovechamiento de los recursos y las decisiones generales referentes al fomento del arroz.

Después de 2004

50. El AIA establecerá un marco para fomentar el desarrollo sostenible de los sistemas de producción basados en el arroz y aportará algunos de los medios necesarios para alcanzar la sostenibilidad. No obstante, deberá seguir tratándose por todos los medios de lograr la sostenibilidad al término del AIA. Concluida la observancia del AIA en 2004, la FAO colaborará los asociados con vistas a organizar actividades de seguimiento y prestarles asistencia.

VII. Conclusiones

51. La decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas de observar el AIA resulta oportuna, pues ofrece una importante oportunidad de adoptar un enfoque colectivo con vistas a la resolución de la cuestión, cada vez más compleja, del desarrollo sostenible del arroz y los sistemas de producción basados en el arroz, que presentan importantes dimensiones técnicas, políticas, económicas y sociales. El arroz aporta el sustento básico a más de la mitad de la población mundial, sobre todo en los países en desarrollo. La plétora de recetas, usos y productos relacionados con el arroz es síntoma del atractivo del arroz a escala internacional y de la importancia cultural que reviste este alimento. El ganado, los peces y otros organismos acuáticos y la fauna salvaje comen subproductos del arroz. El arroz y sus subproductos son el primer eslabón de muchas cadenas alimentarias que llevan a diario alimentos a las mesas. Como el cultivo del arroz y las actividades postcosecha emplean a varios cientos de millones de personas en países de bajos ingresos, las mejoras en los sistemas de producción basados en el arroz guardan una relación estrecha con la mitigación de la pobreza. El arroz y los sistemas de producción basados en el arroz conservan el agua, contribuyen a la recuperación de tierras, sirven de hábitat a peces, ganado, insectos beneficiosos y otro tipo de fauna, contribuyen a la reducción de la erosión de los suelos, facilitan la retención de carbono y están provistos de una belleza natural que puede aprovecharse mediante iniciativas económicas relacionadas con el turismo ecológico y actividades de sensibilización cultural. La complejidad, la diversidad y la utilidad de los ecosistemas basados en el arroz ponen de relieve la necesidad de adoptar un enfoque internacional coordinado en relación con el desarrollo sostenible del arroz. El AIA tiene como misión alcanzar un aumento más sostenible de la producción de arroz y, con ello, reducir el hambre, mejorar la nutrición, disminuir la pobreza y potenciar el bienestar.

A petición de los Estados Miembros y de conformidad con la propuesta del Director General de la FAO, el 16 de diciembre de 2002, en su 57º período de sesiones, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el año 2004 Año Internacional del Arroz (AIA).

El AIA tiene por objeto aumentar la concienciación acerca de la contribución del arroz al bienestar humano y la cultura, conservar la diversidad biológica de los sistemas de producción y promover, así medidas encaminadas al desarrollo sostenible de los sistemas de producción basados en el arroz, así como la utilización de productos del arroz.

La observancia del AIA se efectuará de forma coordinada a escala mundial, regional, nacional y comunitaria mediante grupos de trabajo que representarán a gobiernos, ONG, el sector privado, asociados para el desarrollo, instituciones de investigación y organizaciones de agricultores.

Se ha nombrado a la FAO organización principal de la celebración. No obstante, la financiación de las actividades previstas para 2004 y 2005 provendrá de contribuciones voluntarias aportadas por diversos asociados.

El AIA sirve de marco y catalizador del intercambio de información y para la puesta en marcha de programas a medio y a largo plazo orientados al desarrollo y la utilización sostenibles del arroz.

Los resultados obtenidos como consecuencia de la observancia del AIA se agruparán en cuatro categorías concretas: resultados a escala mundial, a escala regional, a escala nacional y a escala comunitaria:

1. Los resultados a escala mundial estarán centrados en el acopio, el intercambio y la divulgación periódicos de información económica, tecnológica y científica pertinente relativa al desarrollo sostenible del arroz, así como en el establecimiento de vínculos y el aumento de la concienciación, en particular con respecto a los sistemas de patrimonio agrícola basados en el arroz.

2. Los resultados a escala regional estarán centrados en la organización de encuentros con vistas a mejorar la comunicación y las redes de contacto y facilitar el intercambio de información sobre las experiencias positivas registradas en la región en relación con los sistemas de producción basados en el arroz.

3. Los resultados a escala nacional estarán centrados en la formulación y aplicación de políticas, la creación de capacidad y la transferencia de tecnología con fines de desarrollo sostenible del arroz y de los sistemas de producción basados en el arroz.

4. Los resultados a escala comunitaria estarán centrados en el fortalecimiento de los vínculos, el establecimiento de redes de contacto y la responsabilización de los agricultores a fin de mejorar los sistemas de producción de arroz.