CFS:2004/4-Sup.4


COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

30º período de sesiones

Roma, 20-23 de septiembre de 2004

PASAJES DEL INFORME DE LA 27ª CONFERENCIA REGIONAL DE LA FAO PARA ASIA Y EL PACÍFICO RELATIVOS AL SEGUIMIENTO DE LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE LA ALIMENTACIÓN
(17-21 DE MAYO DE 2004)

I. INFORME DE LA 27ª CONFERENCIA REGIONAL DE LA FAO PARA ASIA Y EL PACÍFICO (APRC/04/REP)

RESUMEN DE LAS RECOMENDACIONES PRINCIPALES

V. SEGUIMIENTO DE LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE LA ALIMENTACIÓN Y LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE LA ALIMENTACIÓN: CINCO AÑOS DESPUÉS. DIMENSIONES REGIONALES

52. En la Conferencia se examinaron los progresos logrados a nivel regional y las perspectivas para la consecución del objetivo de reducción del hambre y otros compromisos contraídos en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, celebrada en 1996, y en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después (CMA:cad), celebrada en 2002.1

53. Los delegados observaron con preocupación que, aunque el número total de personas subnutridas había disminuido desde que se celebrara la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA), la disminución neta mundial anual sólo había sido de unos 2,1 millones, aproximadamente un décimo del número necesario para lograr el objetivo de la CMA de reducir a la mitad el número de personas subnutridas para el año 2015.

54. Si bien la Conferencia mostró su reconocimiento por los progresos de algunos países de la región, señaló que la reducción de 6,8 millones de personas subnutridas al año en Asia y el Pacífico tampoco había alcanzado el objetivo anual de 11,8 millones. Alrededor del 16 por ciento de la población de la región, es decir, una de cada seis personas, seguía estando subnutrida, lo que representaba casi dos tercios del total mundial. Asimismo, la Conferencia indicó que el objetivo de la CMA sólo se podría alcanzar si se lograba acelerar la reducción a unos 15 millones de personas al año, cantidad superior al doble de la actual.

55. Los delegados reconocieron que podía lograrse una mayor reducción del número de personas subnutridas en condiciones de crecimiento económico y agrícola, distribución equitativa de los ingresos, estabilidad macroeconómica, reducción de la pobreza, control demográfico eficaz, acceso mejorado a los alimentos, progresos en las condiciones de salud y saneamiento y políticas públicas propicias, así como de paz y orden. La Conferencia reconoció que en muchos de esos factores influían considerablemente las catástrofes naturales y causadas por el hombre, así como las circunstancias económicas y políticas internas y externas.

56. Los delegados reconocieron la necesidad de intensificar los esfuerzos para reducir el número de personas subnutridas. La Conferencia apoyó las iniciativas de la FAO a nivel mundial orientadas a acelerar los progresos en el cumplimiento de los objetivos de la CMA, incluidos el Programa de lucha contra el hambre, la Alianza Internacional contra el Hambre y el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA). La Conferencia pidió que se aumentaran las inversiones en la lucha contra el hambre, también a nivel nacional y con apoyo internacional.

57. La Conferencia instó a los Estados Miembros a que adoptaran un enfoque de dos vías para reducir el hambre, combinando la promoción del crecimiento rural y agrícola con programas específicos para garantizar que las personas que padecían hambre tuvieran acceso a suficientes suministros de alimentos. Además, recomendó que los programas encaminados a aumentar la productividad se complementaran con iniciativas para mejorar las competencias de los productores en materia de comercialización y administración.

58. Los delegados destacaron la importancia de unas políticas agrícolas y comerciales adecuadas para todos los países. En ese sentido, la Conferencia apoyó la Iniciativa para revisar y actualizar políticas y estrategias nacionales sobre agricultura, desarrollo rural y seguridad alimentaria de la FAO.

59. Los delegados observaron con preocupación la disminución del flujo de recursos financieros hacia el sector agrícola, tanto en relación con el PIB como en términos de gastos absolutos. La Conferencia pidió que se incrementaran las inversiones en la agricultura y el desarrollo rural, de conformidad con los objetivos y compromisos de la CMA. Con ese fin, la Conferencia instó a todos los países a que revisaran urgentemente sus prioridades en materia de gasto público y las adaptaran según fuera apropiado.

60. Los esfuerzos continuos para resolver las diferencias entre los Estados Miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el período posterior a la Conferencia de Cancún resultaron alentadores para los delegados. La Conferencia exhortó a todos los Estados Miembros a que contribuyeran a la consecución de mejoras sustanciales del acceso a los mercados, así como a la reducción de las subvenciones a la exportación y de la ayuda interna que provocaba distorsiones del comercio, en sintonía con los compromisos que habían contraído en la Cuarta Conferencia Ministerial celebrada en Doha (Qatar).

61. La Conferencia, que reconoció la importante función del comercio internacional en la mejora de la seguridad alimentaria y los medios de vida rurales, pidió a la FAO que siguiera prestando apoyo al fortalecimiento de las capacidades nacionales para analizar cuestiones comerciales, ayudara a los países a formular y actualizar la legislación comercial nacional y facilitara el intercambio regional y subregional de información relacionada con las negociaciones comerciales, además de prestar asistencia a los países para que mejoraran su competitividad en lo que se refiere al precio y la calidad de los productos.

62. Los delegados destacaron la importancia de que los Estados Miembros se encargaran de hacer progresar las iniciativas destinadas a reducir el hambre en sus propios países. A ese respecto, la Conferencia instó a los Estados Miembros que se hallaban atrasados en el cumplimiento de los objetivos de la CMA a que evaluaran sus resultados nacionales con respecto a los compromisos nacionales e internacionales contraídos anteriormente y aportaran la voluntad política necesaria para progresar. Se pidió a los países que determinaran las carencias importantes existentes en las políticas, la asignación de recursos y la capacidad de aplicación.

63. La Conferencia recomendó que los Estados Miembros que todavía no habían preparado estrategias de seguridad alimentaria y nutricional, con planes de acción sujetos a un calendario, lo hicieran lo más rápidamente posible y, a continuación, facilitaran un apoyo efectivo para su aplicación. Con el fin de aumentar al máximo los efectos positivos, la Conferencia instó a los Estados Miembros a que incorporaran la seguridad alimentaria como prioridad nacional en los marcos normativos para el desarrollo nacional y los programas de inversión, incluidos los documentos de estrategia de lucha contra la pobreza (DELP).

64. La Conferencia instó a los países a que mejoraran las redes de seguridad social contra el hambre, incluidos los sistemas de distribución pública y los programas de alimentación escolar. Asimismo, se instó a los países a que fortalecieran los programas de ingresos rurales y de generación de empleo.

65. Reconociendo las posibilidades de aprender de las experiencias positivas de los países que habían logrado reducir su población subnutrida, la Conferencia pidió a la FAO que trabajara con esos países en estudios de casos destinados a establecer los elementos que habían determinado ese éxito, que podrían divulgarse y promoverse con mayor amplitud.

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1 APRC/04/4