CL 127/2


Consejo

127º período de sesiones del Consejo

Roma, 22-27 de noviembre de 2004

EL ESTADO MUNDIAL DE AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN, 2004

Índice


ANEXO: EL ESTADO DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN, EN CIFRAS


I. INTRODUCCIÓN

1. El documento sobre el Estado de la agricultura y la alimentación (CL 127/2) que se presenta este año al Consejo contiene información sobre las novedades relacionadas con la seguridad alimentaria y sobre las tendencias de la producción, los mercados y el comercio agrícolas. La información está basada en los datos disponibles en agosto de 2004. En el momento de enviar el documento a la imprenta, las estimaciones más recientes sobre la seguridad alimentaria son las correspondientes a 1999-2001.

2. Se invita a los delegados a que consulten los distintos documentos recientes y páginas web de la FAO, donde pueden encontrar información más actualizada y análisis detallados. Por ejemplo, las últimas versiones de “Perspectivas alimentarias” y “Cosechas y escaseces alimentarias” ofrecen una perspectiva actualizada sobre los productos básicos y su mercado, así como sobre las emergencias alimentarias; puede encontrarse información completa sobre la inseguridad alimentaria en “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo: 2004”, de próxima publicación.

II. SITUACIÓN ACTUAL DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

A. TENDENCIAS DE LA SUBNUTRICIÓN

3. Según estimaciones de la FAO, en 1999-2001 había en el mundo 842 millones de personas subnutridas: 798 millones en los países en desarrollo, 34 millones en los países en transición y 11 millones en las economías de mercado desarrolladas (Anexo, fig. 1). Más de la mitad del total de personas subnutridas, el 60 por ciento, se encuentra en la región de Asia y el Pacífico, seguida del África subsahariana, con el 24 por ciento del total.

4. La proporción de la población subnutrida varía entre las diferentes regiones de países en desarrollo (figura 2 del Anexo). La incidencia más alta de la subnutrición se encuentra en el África subsahariana, donde según estimaciones de la FAO el 33 por ciento de la población está subnutrida. Esta cifra es muy superior al 17 por ciento correspondiente a Asia y el Pacífico y el 10 por ciento estimado tanto para América Latina y el Caribe como para el Cercano Oriente y África del Norte.

5. En el plano mundial, las tendencias a largo plazo de muchos de los indicadores de la seguridad alimentaria han sido positivas. El suministro medio mundial de calorías por persona creció un 19 por ciento desde mediados del decenio de 1960, alcanzando las 2 800 kcal/persona/día, y el promedio correspondiente a los países en desarrollo creció más del 30 por ciento. A medida que aumentó el consumo, se incrementó la presencia en la dieta de la carne, leche, huevos, hortalizas y aceites, en detrimento de los cereales básicos.

6. El número de personas subnutridas ha disminuido a largo plazo, aunque el progreso se ha desacelerado en los últimos años (Anexo, fig. 3). La prevalencia de la subnutrición en los países en desarrollo bajó del 37 por ciento de la población total en 1969-71 al 17 por ciento en 1999-2001 (Anexo, fig. 4). No obstante, debido al crecimiento demográfico, el descenso de las cifras absolutas de personas subnutridas ha sido más lento que el de la incidencia porcentual de la subnutrición. El progreso registrado en el pasado en cuanto a las cifras agregadas de consumo de alimentos y a los indicadores de subnutrición de los países en desarrollo estuvo muy influido por los significativos progresos conseguidos en los países con población más numerosa, en particular Brasil, China, India, Indonesia, Nigeria y Pakistán.

7. La mayor parte de la mejoría en las cifras de subnutrición durante los tres últimos decenios se ha concentrado en Asia, que redujo la incidencia de la subnutrición casi dos tercios durante esos años. En el África subsahariana, la reducción muy limitada de la prevalencia de la subnutrición se ha visto contrarrestada con creces por el crecimiento demográfico, lo que ha dado lugar a un fuerte aumento de las cifras absolutas de personas subnutridas. En América Latina y el Caribe se registró un descenso significativo tanto de la prevalencia como de las cifras absolutas de personas subnutridas en el decenio de 1970, pero a partir de entonces los progresos han sido escasos. En el Cercano Oriente y África del Norte la prevalencia de la subnutrición cayó significativamente en los años setenta, pero en 1999-2001 era ligeramente superior al nivel de dos decenios antes, después de haber llegado incluso a aumentar durante el decenio de 1990.

8. La FAO ha presentado proyecciones sobre el número de personas subnutridas en 2015 y en 2030, tomando como base las proyecciones sobre población de las Naciones Unidas y las del Banco Mundial sobre el crecimiento de los ingresos (Cuadro 1). Según las proyecciones de la FAO, la proporción de personas subnutridas en los países en desarrollo debería disminuir significativamente, pasando del 20 por ciento en 1990-92 al 11 por ciento en 2015 y al 6 por ciento en 2003. No obstante, debido al crecimiento demográfico, el número total de personas subnutridas en los países en desarrollo descenderá más lentamente, pasando de 815 millones en 1990-92 a 610 millones en 2015 y aproximadamente 440 millones en 2030. Estas previsiones parecen indicar que no se va a alcanzar la meta de la Cumbre de Mundial de la Alimentación ni el objetivo de desarrollo del milenio de reducir a la mitad el número de personas hambrientas en todo el mundo para el 2015.

Cuadro 1: Proyecciones de los indicadores de la alimentación y el hambre, por región
 

Año

África subsahariana

Cercano Oriente y África del Norte

Asia meridional

Asia oriental

América Latina y el Caribe

Países en desarrollo


Consumo de alimentos per cápita (kcal/persona/día)

1964-66

2 058

2 290

2 017

1 957

2 393

2 054

1997-99*

2 195

3 006

2 403

2 921

2 824

2 681

2015

2 360

3 090

2 700

3 060

2 980

2 850

2030

2 540

3 170

2 900

3 190

3 140

2 980


Millones de personas subnutridas

1990-92

168

25

289

275

59

815

1997-99*

194

32

303

193

54

776

2015

205

37

195

135

40

610

2030

183

34

119

82

25

443


Porcentaje de la población subnutrida

1990-92

35

8

26

16

13

20

1997-99*

34

9

24

11

11

17

2015

23

7

12

6

6

11

2030

15

5

6

4

4

6


*Las proyecciones hasta 2015 y 2030 tienen como período de referencia los años 1997-99.
Fuente: FAO, Agricultura mundial: hacia los años 2015/30, Informe resumido, Roma 2002.

9. Los datos del Cuadro 1 ponen de manifiesto la urgencia de abordar los problemas de los países del África subsahariana, donde el número de personas subnutridas registrará un aumento, según las proyecciones, de 9 millones de personas entre 1997-99 y 2015. Para 2030, aproximadamente el 40 por ciento de las personas subnutridas en los países en desarrollo se encontrará en el África subsahariana, frente al 25 por ciento de la actualidad. En los próximos 15 años, el consumo regional medio de alimentos en África aumentará sólo el 7 por ciento, situándose en 2 360 kcal/persona/día, frente a las 2 700 de Asia oriental, 2 980 de América Latina y el Caribe y 3 060 de Asia oriental.

10. Estas tendencias y proyecciones son importantes razones para atribuir gran prioridad al desarrollo agrícola en el África subsahariana. Las condiciones agrícolas varían enormemente tanto entre los diferentes países del África subsahariana como dentro de cada uno de ellos, pero todos comparten algunas características y tendencias preocupantes. Como ejemplos cabría citar un alto grado de variabilidad de la producción, los rendimientos agrícolas relativamente bajos y la dependencia de las exportaciones de productos primarios, muchos de los cuales presentan una baja elasticidad de la demanda en función de los ingresos y los precios y una gran inestabilidad de estos últimos. El África subsahariana se encuentra muy por debajo de otras regiones en desarrollo en lo que respecta a la proporción de la superficie regada, el valor agregado por trabajador, el uso de fertilizantes y el crecimiento de la productividad tanto en la agricultura como en la ganadería. Los resultados relativamente débiles, y con frecuencia en descenso, de la agricultura son sintomáticos de la falta de inversiones en capital humano, infraestructura agrícola, redes de investigación y extensión y gestión de crisis a largo plazo. Cuanto más se retrasen estas inversiones básicas, menos competitiva resultará la agricultura y menor será su potencial de contribuir a reducir la subnutrición y la pobreza.

11. Además de sufrimiento humano, el hambre y la malnutrición tienen efectos perniciosos en la productividad humana, que están cada vez más documentados y se comprenden mejor. Testimonios recientes demuestran que el hambre puede tener graves efectos negativos en las tasas de crecimiento económico de los países con alta prevalencia de la subnutrición. Los estudios de la FAO sobre los vínculos entre hambre y crecimiento económico revelan que, en el caso del África subsahariana, el costo económico del hambre y la malnutrición es elevado. En el período comprendido entre 1960 y 1990, los países de la región podrían haber alcanzado un PIB per cápita medio de 2 200 dólares EE.UU. en ausencia de la subnutrición. En cambio, el PIB medio per cápita de la región en 1990 era de sólo 800 dólares EE.UU. al año.

B. EMERGENCIAS ALIMENTARIAS

12. Un gran número de países y personas continúan estando afectados por las emergencias alimentarias. En mayo de 2004, eran 35 los países expuestos a graves situaciones de escasez alimentaria en todo el mundo. Veinticuatro de estos países se encontraban en África, cinco en Asia, cinco en América Latina y uno en Europa1. Las causas son diversas, pero predominan los disturbios civiles y las condiciones atmosféricas adversas, incluida la sequía. En muchos de estos países, las escaseces alimentarias se agravan por los efectos de la pandemia del VIH/SIDA en la producción, comercialización, transporte y utilización de los alimentos.

13. Los disturbios civiles y la existencia de desplazados internos o refugiados explican más de la mitad de las emergencias alimentarias registradas en África hasta mayo de 2004. La proporción de emergencias alimentarias que se pueden considerar de origen humano ha aumentado a lo largo del tiempo. De hecho, los conflictos y crisis económicas se citaban como causa principal de más del 35 por ciento de las emergencias alimentarias entre 1992 y 2004, frente al 15 por ciento entre 1986 y 1991. En muchos casos, las catástrofes naturales se agravan por desastres provocados por el hombre, lo que ha dado lugar a emergencias prolongadas y complejas.

14. La frecuencia y persistencia de las emergencias hacen que la gravedad de sus repercusiones sea todavía mayor. Treinta y tres países sufrieron emergencias alimentarias durante más de la mitad de los años comprendidos entre 1986 y 2004. En particular, muchas emergencias complejas inducidas por conflictos son persistentes y se convierten en crisis a largo plazo. No menos de ocho países sufrieron emergencias durante 15 o más años entre 1986 y 2004 y, en todos los casos, la guerra o los disturbios civiles fueron un factor importante de esas emergencias.

15. Por el contrario, muchos países que disfrutan de economías y gobiernos relativamente estables pero sufren malas condiciones atmosféricas han adoptado programas de prevención y mitigación de las crisis y establecido cauces eficaces para los esfuerzos de socorro y rehabilitación. En el caso de estos países, una catástrofe natural no tiene que dar lugar necesariamente a una prolongada crisis humanitaria.

C. AYUDA ALIMENTARIA

16. La ayuda alimentaria en cereales alcanzó los 8,6 millones de toneladas en 2002/03 (junio a julio), es decir, 1,2 millones de toneladas (17 por ciento) por encima de 2001/02 (Anexo, fig. 5). El aumento tuvo lugar en África y Asia, mientras que los envíos América Latina y el Caribe disminuyeron ligeramente, y los destinados a la Federación de Rusia se redujeron casi a cero. Los cinco principales receptores de ayuda alimentaria en cereales en 2002/03, clasificados atendiendo al volumen de los envíos, fueron Iraq, Etiopía, la República Democrática Popular de Corea, Afganistán y Bangladesh. Todos estos países, con excepción de Iraq, figuraban también entre los cinco mayores receptores de ayuda alimentaria durante el año anterior.

17. La ayuda alimentaria en cereales se ha caracterizado por fluctuaciones anuales relativamente amplias. Ha tendido a disminuir con respecto al nivel de los últimos años ochenta y primeros noventa, pero continúa siendo significativamente superior a la de mediados del decenio de 1990. También en cifras per cápita, los envíos han disminuido notablemente con respecto a los primeros años noventa (Cuadro 2). Prescindiendo de los envíos excepcionalmente abundantes a la Federación de Rusia en algunos años, África continúa siendo el principal receptor de ayuda per cápita, aunque los niveles son muy inferiores a los de hace un decenio.

18. Los Principios de la FAO sobre colocación de excedentes y obligaciones de consulta de los Estados Miembros, aprobados inicialmente en 1957 y recogidos en 1995 en las disciplinas del Acuerdo de la OMC sobre la Agricultura relativas a las subvenciones a la exportación, tienen como objetivo limitar la posibilidad de que la ayuda alimentaria perturbe los flujos comerciales normales. La ayuda alimentaria puede disciplinarse nuevamente en la actual ronda de negociaciones comerciales de Doha (de la que se habla con mayor detenimiento más adelante en la sección relativa al comercio). Los Miembros de la OMC han acordado eliminar para una fecha dada el suministro de ayuda alimentaria que no esté en conformidad con las disciplinas operacionalmente eficaces. La función de las organizaciones internacionales en lo que respecta al suministro de ayuda alimentaria por los Miembros, con inclusión de las cuestiones humanitarias y de desarrollo conexas, se abordará en las negociaciones, lo mismo que la cuestión del suministro de ayuda alimentaria exclusivamente en forma de donación total2.

Cuadro 2: Envíos per cápita de ayuda alimentaria en cereales (en equivalente de grano) (kg per cápita)

91/92

92/93

93/94

94/95

95/96

96/97

97/98

98/99

99/00

00/01

01/02

02/03

África

8,6

10,2

5,0

5,0

3,4

2,3

2,7

3,0

3,4

4,3

2,5

3,9

Asia

1,0

0,9

1,1

1,2

1,2

0,7

0,9

1,5

1,2

1,2

1,1

1,2

América Latina y el Caribe

4,3

3,4

3,4

2,4

1,2

1,2

1,0

1,9

1,5

1,2

1,4

1,3

Federación de Rusia

7,6

16,7

0,1

0,5

0,1

0,3

13,6

16,8

2,1

1,1

0,0

Otros

1,6

3,1

1,5

0,7

0,4

0,4

0,2

0,4

0,6

0,3

0,4

0,2


Nota: Los años se refieren al período de 12 meses julio/junio. Los países del Cercano Oriente de Asia se clasifican con Asia. Los países del Cercano Oriente de África del Norte se clasifican con África.

III. SITUACIÓN ACTUAL DE LA AGRICULTURA

A. PRODUCCIÓN AGRÍCOLA Y GANADERA

19. El ritmo de crecimiento de la producción agrícola y ganadera mundial ha aumentado en los dos últimos años, aunque las estimaciones provisionales para 2003 continúan siendo inferiores al promedio de cada uno de los cuatro decenios precedentes. En cifras per cápita, sin embargo, el crecimiento de la producción es ligeramente superior al promedio de los decenios anteriores (Anexo, fig. 6). En lo que respecta al grupo de países en desarrollo, el crecimiento de la producción en cifras absolutas y per cápita ha sido bastante estable, aunque después del año 2000 ha sido inferior al de los decenios de 1980 y 1990. El crecimiento de la producción ha sido mucho más inestable en el grupo de los países desarrollados.

20. Las tendencias de la producción de los países en desarrollo están dominadas por Asia y el Pacífico (Anexo, fig. 7) y, más en concreto, por China, donde las tasas muy elevadas de crecimiento de la productividad agrícola registradas desde el comienzo del proceso de reforma económica en los últimos años setenta se han desacelerado en los últimos años. China ha conseguido un alto nivel de consumo de alimentos per cápita, que según las previsiones frenará el crecimiento de la demanda de productos alimenticios en el futuro.

21. Igualmente, el África subsahariana ha registrado durante los cuatro últimos años un crecimiento per cápita de la producción agrícola que ha sido inferior a las tasas relativamente favorables de la mayor parte del decenio de 1990. Los datos provisionales sobre 2003 indican un ligero aumento del crecimiento per cápita en comparación con 2002, pero todavía muy por debajo del promedio de los años noventa. América Latina y el Caribe ha conocido tasas relativamente favorables del crecimiento de la producción per cápita durante los últimos 5-6 años, con un promedio aproximado del 3 por ciento anual, en consonancia con la primera parte de los años noventa y por encima de las tasas del decenio de 1980. En el Cercano oriente y África del Norte, los resultados agrícolas continúan estando caracterizados por fluctuaciones muy pronunciadas, debidas a las variables condiciones climáticas de muchos países de la región. Después de un crecimiento de casi el 6 por ciento en 2002, los datos provisionales parecen indicar que ese crecimiento se estancará en 2003.

22. Las tendencias de la producción de alimentos per cápita a largo plazo permiten hacerse una idea de la contribución del sector a los suministros de alimentos (Anexo, fig. 8). En los tres últimos decenios, América Latina y el Caribe y, en particular, Asia y el Pacífico han tenido un crecimiento constante de la producción de alimentos per cápita. En el Cercano Oriente y África del Norte, el aumento ha sido mucho más limitado, en medio de fuertes fluctuaciones. El África subsahariana es la única región de países en desarrollo que no ha registrado aumentos de la producción de alimentos per cápita durante los tres últimos decenios; de hecho, tras un fuerte descenso durante los años setenta y primeros ochenta, la producción de alimentos per cápita está estancada y se encuentra todavía en el nivel de hace dos decenios. Tras registrar un fuerte descenso en los primeros años noventa, la producción de alimentos per cápita en los países en transición continúa siendo muy inferior a los niveles medios en el decenio de 1980.

B. SITUACIÓN DEL SUMINISTRO MUNDIAL DE CEREALES

23. Tras varios años de estancamiento, la producción mundial de cereales aumentó fuertemente en 2003/04 y, según las previsiones, continuará aumentando en 2004/05. La utilización mundial reanudó su tendencia ascendente tras un ligero descenso en 2002/03, y ha sido significativamente superior a la producción desde la campaña de comercialización de 2000/01 (Anexo, fig. 9). Según los últimos pronósticos de la FAO sobre la producción mundial de cereales en 2004 y la primera previsión sobre la utilización en 2004/05, la producción continuará siendo inferior al nivel previsto de utilización, lo que significa que las existencias descenderán en 2005 por quinto año consecutivo, aunque a un ritmo más bajo.

24. Como en las campañas anteriores, la reducción de las existencias de China explicará en buena parte la contracción de las existencias mundiales (Anexo, fig. 10). Del descenso general de 300 millones de toneladas de las existencias de cereales en 1998, China explica casi el 80 por ciento, como consecuencia de políticas orientadas expresamente a reducir las existencias de cereales. El coeficiente mundial existencias-utilización ha descendido a la mitad desde 1998, pasando del 36 por ciento al 18 por ciento.

C. TENDENCIAS INTERNACIONALES DE LOS PRECIOS DE LOS PRODUCTOS BÁSICOS

25. Durante 2003 y la primera mitad de 2004, los precios de los productos alimenticios básicos alcanzaron su nivel más alto desde mediados de los años noventa (Anexo, fig. 11). Los precios de los aceites y grasas han impulsado esta tendencia, con un crecimiento del 60 por ciento con respecto a los bajos niveles de 2000 y 2001. Los precios de otros alimentos básicos, incluidos los cereales, la carne y los productos lácteos, han aumentado también, aunque no tanto.

26. Las subidas de los precios del sector de las semillas oleaginosas reflejan el persistente crecimiento de la demanda de aceites para consumo humano y de harinas para piensos. El alto nivel actual de los precios de las semillas oleaginosas está animando a los agricultores a aumentar la superficie sembrada y, suponiendo que las condiciones atmosféricas continúen siendo favorables y que la incidencia de plagas sea baja, la extensión prevista de la producción de semillas oleaginosas en 2004/05 podría reducir la tendencia ascendente de los precios.

27. Los precios de los cereales aumentaron un 17 por ciento entre 2000 y 2003 y continuaron aumentando de forma significativa durante la primera mitad de 2004. A pesar de unas existencias muy inferiores a las habituales en tiempos pasados, los precios de los cereales se moderaron a mitad de año, en previsión de unas cosechas abundantes.

28. Los precios internacionales de la carne subieron en 2003 y en la primera mitad de 2004 y los brotes de enfermedades de animales en los grandes países exportadores de carne y la consiguiente prohibición de las importaciones de esas zonas redujeron los suministros para la exportación. Los precios de las carnes de ave y de cerdo se han moderado algo en 2004, pero los de la carne de bovino continuaron su tendencia al alza, ya que las enfermedades y la subida de los precios de los piensos fueron perjudiciales para la producción y para las perspectivas comerciales.

29. En contraste con la subida de los precios de los alimentos básicos, la situación de los precios correspondientes a los productos tropicales y materias primas presenta signos diversos. Los precios del azúcar han sido bajos en 2004, por quinto año consecutivo. Las abundantes cosechas de algunos grandes países exportadores y el crecimiento de la producción en varios países importadores netos han mantenido la presión a la baja sobre los precios mundiales a pesar de un crecimiento relativamente sólido de la demanda y una disminución de las existencias mundiales.

30. Los precios del café se han recuperado ligeramente con respecto a los niveles sumamente bajos de 2001. No obstante, a pesar de algunos indicios de recuperación cíclica, los precios del café continúan muy por debajo de la media de los primeros años noventa, lo que indica que la oferta sigue siendo alta en relación con la demanda. Después de caer casi un 50 por ciento entre 1998 y 2000, los precios del cacao se recuperaron fuertemente en 2002 y en 2003 en gran parte debido a los daños causados por las enfermedades en las cosechas. Los precios del cacao han disminuido ligeramente en 2004, pero continúan en un nivel próximo al promedio de mediados del decenio de 1990.

31. Los precios del algodón han aumentado con respecto a sus niveles muy bajos de 2001 y 2002, ya que el menor volumen de las cosechas y la intensificación de la demanda han reducido el nivel de las existencias, lo que ha ejercido una presión al alza sobre el mercado. La producción mundial de algodón bajó un 10 por ciento en 2002/03, ya que los agricultores redujeron la superficie sembrada. La subida de los precios de los textiles basados en el petróleo estimuló la demanda de algodón. Los precios del caucho se han recuperado también en 2003 y 2004 con respecto a los niveles muy bajos vigentes durante los años anteriores. El mayor crecimiento económico y la subida de los precios del caucho sintético basado en el petróleo explican la recuperación de los precios del caucho.

32. El bajo nivel y la inestabilidad de los precios, sobre todo de las bebidas y otros productos tropicales, tienen efectos negativos en la capacidad de muchos países en desarrollo de generar ingresos de exportación. Este problema puede ser especialmente grave para los países cuyos ingresos de exportación dependen en buena medida de un pequeño número de productos agrícolas, como ocurre con muchos países en desarrollo. Nada menos que 43 de ellos obtienen más del 20 por ciento del total de sus ingresos de exportación de un solo producto agrícola, que representa también más del 50 por ciento de sus ingresos de exportación de productos agrícolas. La mayoría de estos países se encuentran en el África subsahariana o en América Latina y el Caribe. Los productos de exportación más importantes para estos países son el café, el banano, el algodón despepitado y el cacao en grano. La fuerte dependencia de un reducido número de productos de exportación hace que la economía de estos países sea extremadamente vulnerable a la situación del mercado de dichos productos. A su vez, las fuertes fluctuaciones de los ingresos de exportación tendrán probablemente efectos negativos en los ingresos, la inversión, el empleo y el crecimiento.

D. COMERCIO AGRÍCOLA

33. Después de disminuir todos los años desde 1997, el valor de las exportaciones agrícolas mundiales creció ligeramente en 2001 y con mayor decisión en 2002 (Anexo, fig. 12). La parte del comercio agrícola en el total del comercio de mercancías continuó su tendencia descendente a largo plazo durante el decenio de 1990, ya que el comercio agrícola ha crecido más moderadamente que el de productos manufacturados. La reciente recuperación de las exportaciones agrícolas ha estabilizado la parte de la agricultura en el total del comercio de mercancías en el 7 por ciento, frente a aproximadamente el 25 por ciento en los primeros años sesenta (Anexo, fig. 13). En lo que respecta a los países en desarrollo, la parte de las exportaciones agrícolas en el sector de exportaciones de mercancías ha bajado desde casi el 50 por ciento en los primeros años sesenta a sólo el 7 por ciento en 2002. La contracción de la parte de la agricultura en el total de las exportaciones de mercancías de los países en desarrollo es resultado tanto de la diversificación de su comercio hacia los productos manufacturados como del crecimiento relativamente lento del comercio agrícola.

34. Hasta comienzos del decenio de 1990, el comercio agrícola de los países en desarrollo registró un excedente en casi todos los años. Este excedente tradicional de los países en desarrollo se ha reducido a lo largo del tiempo, y durante la mayor parte del decenio de 1990 sus exportaciones e importaciones agrícolas estuvieron más o menos equilibradas, llegándose a registrar un déficit comercial en 1999 (Anexo, fig. 14). Las perspectivas de la FAO para 20303 revelan que, en conjunto, los países en desarrollo se convertirán en importadores netos de productos agrícolas y para el año 2015 se prevé en ellos un déficit del comercio agrícola de 18 000 millones de dólares EE.UU. (en dólares de 1997/99), que ascendería a 35 000 millones de dólares EE.UU. en 2030.

35. La tendencia hacia la ampliación del déficit comercial agrícola es todavía más pronunciada en el grupo de los países menos adelantados. Estos se convirtieron en importadores netos de productos agrícolas ya a mediados de los años ochenta, y este déficit se ha ido ampliando tan rápidamente que ya al final del decenio de 1990 las importaciones eran más del doble que las exportaciones. Las perspectivas para 2030 revelan que el déficit del comercio agrícola de los países menos adelantados continuará ampliándose y podría cuadruplicarse para este año.

36. Estas tendencias del comercio agrícola de los países en desarrollo han estado condicionadas por factores relacionados con las políticas y con el mercado. En lo que respecta a las políticas, los obstáculos al comercio tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados y la ayuda interna a la producción agrícola en muchos países desarrollados han reducido las exportaciones agrícolas. Estas políticas, al mantener bajos los precios mundiales de los productos agrícolas han obstaculizado el progreso de la agricultura en los países en desarrollo, donde el apoyo gubernamental disponible es menor. En cuanto al mercado, el crecimiento del comercio agrícola se ha visto limitado por la atonía y saturación de la demanda en los mercados desarrollados.

37. La situación del comercio agrícola es muy diferente en las distintas regiones en desarrollo. En particular, en América Latina y el Caribe se ha ampliado el superávit de su comercio agrícola, que comenzó aproximadamente a mediados de los años noventa. Al mismo tiempo, la región de Asia y el Pacífico se ha convertido en importadora neta de productos agrícolas, mientras que el significativo déficit estructural del Cercano Oriente y África del Norte no da señales de disminuir.

38. El 31 de julio de 2004, los 147 gobiernos miembros de la OMC aprobaron un Marco4 y otros acuerdos que tratan de promover el progreso y llevar a feliz conclusión las negociaciones comerciales de Doha –la Ronda del desarrollo. En el Anexo A de dicho documento se presenta el Marco para el establecimiento de modalidades para la agricultura.

39. En él se afirma lo siguiente: “La agricultura tiene una importancia crucial para el desarrollo económico de los países en desarrollo Miembros, y éstos deben poder aplicar políticas agrícolas que apoyen sus objetivos de desarrollo, sus estrategias de reducción de la pobreza y su seguridad alimentaria y contribuyan a solventar sus preocupaciones en materia de medios de subsistencia”. A lo largo de todo el documento hay referencias a las modalidades de trato especial y diferenciado que se elaborarán en relación con la ayuda interna, el acceso a los mercados y la competencia de las exportaciones en beneficio de los países en desarrollo. Se observa un compromiso con la identificación de productos sensibles y productos especiales, que podrán recibir trato más flexible, y con un mecanismo de salvaguardia especial para los países en desarrollo.

40. En el Marco se prevé cierta flexibilidad para los países desarrollados, pero se reafirma su compromiso con la reforma. En cuanto a la Declaración Ministerial de Doha, en la que se piden “reducciones sustanciales de la ayuda interna causante de distorsión del comercio”, en el Marco se mantiene que “habrá un fuerte elemento de armonización en las reducciones efectuadas por los Miembros que son países desarrollados. Concretamente, los niveles más altos de ayuda interna permitida causante de distorsión del comercio serán objeto de recortes más profundos”. Se establecerá un calendario para la eliminación de las subvenciones a la exportación y, como principio orientador de nuevas negociaciones sobre el acceso a los mercados, en el Marco se observa que “se lograrán reducciones arancelarias globales sustanciales como resultado final de las negociaciones”. Ello responde al interés de los países tanto desarrollados como en desarrollo que tienen interés en abrirse camino en los mercados de exportación. En cuanto al acceso a los mercados y la ayuda interna, se propone una fórmula estratificada que representa un planteamiento único para los países miembros desarrollados y en desarrollo y, al mismo tiempo, reconoce sus diferentes estructuras arancelarias y niveles de ayuda interna.

41. Después de Cancún, el Marco representa un resultado histórico y establece un ambicioso programa para atender las necesidades contradictorias de los países miembros con el fin de promover los objetivos fijados en Doha. La seguridad alimentaria y el desarrollo rural y el trato especial y diferenciado se reconocen expresamente como objetivos que deben ser promovidos por el acuerdo. La difícil tarea de explicitar los criterios, los niveles, las medidas que deben adaptarse y los procedimientos de aplicación se ha confiado a la fase de las negociaciones.

E. PESCA: PRODUCCIÓN, UTILIZACIÓN Y COMERCIO

42. La pesca desempeña un papel importante en la economía alimentaria mundial. Más de 38 millones de pescadores y acuicultores se ganan la vida mediante la pesca de captura y la acuicultura. En todo el mundo, el pescado representa aproximadamente el 16 por ciento de las proteínas animales consumidas, con variaciones que van desde un promedio del 23 por ciento en Asia a aproximadamente el 19 por ciento en África y en torno al 7 por ciento en América Latina y el Caribe. La evolución del suministro mundial de pescado en el último decenio ha quedado enmascarada por las tendencias de China, que ha registrado un fuerte crecimiento de la producción de pescado, sobre todo gracias a la acuicultura continental, que le ha permitido convertirse en el mayor productor mundial de pescado.

43. El total de la producción pesquera en 2002 fue de 133,0 millones de toneladas, de las cuales 39,8 procedieron de la acuicultura (Anexo, fig. 15). La producción mundial de la pesca de captura fue de 93,2 millones de toneladas, ligeramente por encima (+ 0,4 por ciento) de la producción de 2001 (Anexo, fig. 16). La mayor parte de las fluctuaciones de la producción de la pesca de captura en los últimos años han sido resultado de las oscilaciones de las capturas de la anchoveta del Perú, debidas a las condiciones climáticas (El Niño). En 2002, China registró una producción de 16,6 millones de toneladas, la misma que en 2001. El Perú (8,8 millones de toneladas), los Estados Unidos (4,9 millones de toneladas), Indonesia (4,5 millones de toneladas) y el Japón (4,4 millones de toneladas) fueron otros grandes productores.

44. La producción acuícola mundial ha aumentado rápidamente en estos últimos años y ahora representa casi el 30 por ciento del total de la producción pesquera (Anexo, fig. 17). La mayor parte de la expansión puede atribuirse a China, que representaba más de dos tercios del volumen total de la producción acuícola (27,8 millones de toneladas en 2002).

45. Aproximadamente el 40 por ciento (en equivalente de peso en vivo) de la producción pesquera mundial se distribuye a través del comercio internacional, que en 2002 alcanzó un valor próximo a los 58 000 millones de dólares EE.UU. A los países en desarrollo les correspondió poco menos del 50 por ciento de esas exportaciones, y los nueve principales exportadores acapararon dos tercios del total de los países en desarrollo. Los países desarrollados absorbieron más del 80 por ciento del valor total de las importaciones pesqueras mundiales (Anexo, fig. 18). Entre el Japón y los Estados Unidos sumaron nada menos que el 39 por ciento de las importaciones mundiales de productos pesqueros. La importancia de las exportaciones pesqueras como fuente de divisas para los países en desarrollo ha aumentado de forma significativa. En la actualidad, las exportaciones netas acumuladas de productos pesqueros procedentes de países en desarrollo superan con mucho los ingresos de exportación de importantes productos básicos como el café, el banano y el caucho.

46. En 2002, unos 32 millones de toneladas de la producción pesquera mundial, todas ellas procedentes de la pesca de captura, se redujeron a harina para los sectores de la ganadería y la acuicultura. Los 101 millones de toneladas restantes se destinaron al consumo humano directo. En cifras per cápita, si bien el total de los suministros de la pesca de captura destinada al consumo humano se ha estancado en los últimos años, el suministro per cápita de la acuicultura ha aumentado fuertemente (Anexo, fig. 19). Así ocurre especialmente en el caso de China, donde los suministros per cápita de la acuicultura han aumentado hasta el punto de representar aproximadamente el 79 por ciento del total de los suministros per cápita de pescado destinado a la alimentación, frente a sólo el 18 por ciento en el resto del mundo.

F. SILVICULTURA

47. La producción mundial de madera en rollo alcanzó en 2002 una cifra estimada de 3 384 millones de metros cúbicos, aproximadamente un 1,3 por ciento más que el año anterior (Anexo, fig. 20). La producción total de madera en rollo se ha estancado durante el último decenio, y en 2002 su volumen era semejante al de 10 años antes. La mayor parte de la producción mundial de madera se quema como leña. Del total de la producción de madera en rollo de 2002, el 53 por ciento fue leña y el restante 47 por ciento madera en rollo industrial. La inmensa mayoría del uso como leña tiene lugar en los países en desarrollo, donde muchas veces es la principal fuente de energía. Por el contrario, la mayor parte de la producción de madera en rollo industrial continúa correspondiendo a los países desarrollados, que representan más del 70 por ciento del total, aunque la parte de los países en desarrollo ha aumentado a lo largo del tiempo.

48. Los países en desarrollo produjeron 2 020 millones de metros cúbicos de madera en rollo en 2002, es decir, el 60 por ciento del total (Anexo, fig. 21). No obstante, en los países en desarrollo casi el 80 por ciento de la producción de madera en rollo se utiliza como leña, cuya producción acusa una tendencia ascendente. La producción de los países en desarrollo de madera en rollo industrial aumentó de forma relativamente firme hasta mitad de los años noventa, pero ha disminuido marginalmente con respecto al nivel de 1995.

49. En los países desarrollados, la madera en rollo industrial representa aproximadamente el 85 por ciento de la producción de madera en rollo, mientras que la producción de leña es de importancia relativamente marginal. Además, la producción de los países desarrollados, tras un significativo descenso en los primeros años noventa, se encuentra todavía muy por debajo de los máximos alcanzados en 1989-90.

IV. RECURSOS PARA LA AGRICULTURA

A. ASISTENCIA EXTERNA A LA AGRICULTURA

50. Según datos preliminares correspondientes a 2001, la asistencia externa a la agricultura, medida en precios constantes de 1995, no sufrió prácticamente cambios con respecto a los dos años anteriores. Un posible ligero aumento en 2001 no puede confirmarse mientras no se disponga de los datos definitivos (Anexo, fig. 22). La distribución de la asistencia por región geográfica varía relativamente poco de un año a otro, siendo América Latina y el Caribe y los países en transición quienes experimentaron la mayor variabilidad en los últimos años.

51. Las tendencias a más largo plazo de la asistencia externa a la agricultura revelan un descenso significativo en cifras reales desde los primeros años ochenta (con un máximo en 1982) hasta los primeros años noventa (Anexo, fig. 23). Desde 1993 en adelante, la asistencia externa a la agricultura ha fluctuado en torno a niveles próximos a la mitad de los registrados durante el período 1982-86. Tanto la asistencia bilateral como multilateral han contribuido a la significativa contracción del nivel de la asistencia en comparación con el de comienzos del decenio de 1980. En términos generales, la asistencia multilateral ha fluctuado más en los últimos años, mientras que la asistencia bilateral se ha mantenido relativamente constante. La parte de la asistencia en condiciones favorables en el total varía de un año a otro pero ha aumentado algo, oscilando entre el 70 y el 80 por ciento en los últimos años, frente al 60-70 por ciento de mediados del decenio de 1980.

52. Si se mide en función del volumen por trabajador agrícola, la asistencia externa a la agricultura ha disminuido de forma muy significativa desde los primeros años ochenta (Anexo, fig. 24). El descenso ha sido particularmente grave en el África subsahariana, donde la asistencia externa por persona empleada en la agricultura es aproximadamente sólo una cuarta parte del nivel máximo de 1982. Hay diferencias significativas en la asistencia por trabajador agrícola entre las distintas regiones en desarrollo; en concreto, los niveles de América Latina y el Caribe son muy superiores a los de otras regiones. Además, la asistencia externa a la agricultura no suele llegar a los países que más la necesitan por tener una mayor prevalencia de la subnutrición. De hecho, la asistencia externa por trabajador agrícola es mayor en los países con menor prevalencia de personas subnutridas en la población (Anexo, fig. 25).

B. RESERVA DE CAPITAL AGRÍCOLA

53. La reserva de capital agrícola es un factor importante de la productividad de la mano de obra agrícola y de los ingresos procedentes de la agricultura5 . La FAO ha preparado estimaciones de la reserva de capital en la agricultura utilizando datos físicos sobre el ganado, tractores, tierra regada y tierra dedicada a cultivos permanentes, etc. así como los precios medios del año 1995. A partir de estos datos se pudo estimar la reserva de capital agrícola. La variación anual de esta última se considera indicativa de la inversión en la agricultura. Si se relaciona la reserva de capital en la agricultura con el número de personas económicamente activas en la agricultura se obtiene un indicador del grado de capitalización del sector (Anexo, fig. 26).

54. La reserva de capital agrícola por trabajador del sector difiere significativamente entre las regiones en desarrollo, siendo los niveles de América Latina y el Caribe y del Cercano Oriente y África del Norte muy superiores a los del África subsahariana y de Asia y el Pacífico. Asimismo, en lo que respecta a la tendencia a más largo plazo, desde 1975 la reserva de capital agrícola por trabajador agrícola ha aumentado de forma relativamente significativa sólo en América Latina y el Caribe, mientras que en el Cercano Oriente y África del Norte y Asia y el Pacífico se han observado sólo aumentos limitados. La característica más preocupante es el descenso lento, pero al parecer inexorable, de la reserva de capital por trabajador agrícola en el África subsahariana.

55. Si se relaciona la reserva de capital por trabajador agrícola con la prevalencia de la subnutrición se observa que los países con menor incidencia de subnutrición son los que tienen un nivel más alto de reserva de capital por trabajador agrícola y han experimentado el mayor aumento de la reserva de capital agrícola por trabajador en los 25 últimos años (Anexo, fig. 27). Por el contrario, los países donde más de un 35 por ciento de la población está subnutrida tienen los niveles más bajos de reserva de capital por trabajador e incluso han registrado un descenso en los 25 últimos años6.

V. RESUMEN

56. En el presente documento se destacan algunas características –unas positivas y otras negativas– sobre el estado de la alimentación y la agricultura en el mundo. Podrían destacarse las siguientes:

_______________________________

1 FAO, Sistema mundial de información y alerta sobre la alimentación y la agricultura (SMIA), Cosechas y escaseces alimentarias, No. 2, mayo de 2004. Los países del Cercano Oriente de Asia se clasifican con Asia, mientras que los países del Cercano Oriente de África del Norte se clasifican en África.

2 OMC, Programa de Trabajo de Doha, Decisión adoptada por el Consejo General el 1º de agosto de 2004, DOC WT/L/579, párrafo 18, Ginebra, 2 de agosto de 2004.

3 FAO, Agricultura mundial: hacia los años 2015/30, Informe resumido, Roma 2002.

4 OMC, Programa de Trabajo de Doha, Decisión adoptada por el Consejo General el 1º de agosto de 2004, WT/L/579, Ginebra, agosto.

5 La reserva de capital en agricultura se refiere al valor de sustitución en términos monetarios (al final del año) de bienes fijos tangibles producidos o adquiridos (tales como maquinaría, estructuras, ganado, mejoras de tierras) para uso repetido en el proceso de producción agrícola.

6 Véase un examen más detallado en FAO, El estado de la inseguridad alimenaria en el mundo 2002, Roma 2002.

 

ANEXO: EL ESTADO DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN, EN CIFRAS

Figura 1: Población subnutrida por regiones, 1999-2001 (millones)

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Figura 2: Porcentaje de población subnutrida por regiones, 1999-2001

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Figura 3: Tendencias del número de personas subnutridas en
los países en desarrollo

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Figura 4: Tendencias en porcentaje de población subnutrida en
los países en desarrollo

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Figura 5: Receptores de ayuda alimentaria en cereales
(equivalente en grano)

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Nota: Los años se refieren al período de 12 meses julio/junio. Los países del Cercano Oriente de Asia se clasifican con Asia. Los países del Cercano Oriente de África del Norte se clasifican con África.

Figura 6: Cambios en la producción agrícola y ganadera
Cambio porcentual anual

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*: Datos provisionales

Figura 7: Cambios en la producción agrícola y ganadera por regiones
Cambio porcentual anual

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Nota: Incluye Sudáfrica

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*: Datos provisionales

Figura 8: Tendencia a largo plazo de la producción alimentaria
per cápita, por grupos de países (índice 1989-91 = 100)

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*: Datos provisionales

Figura 9: Producción y utilización mundial de cereales

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*: Los datos se refieren al año civil indicado en primer lugar
**: Pronóstico

Figura 10: Reservas mundiales de cereales* y relación entre
reservas y utilización

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*: Los datos sobre existencias se basan en el conjunto de los remanentes nacionales al final de los años agrícolas nacionales y no representan niveles de reservas mundiales en ningún momento.
**: Pronóstico

Figura 11: Tendencias de los precios de los productos básicos

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*: Promedio de cinco meses

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*: Promedio de seis meses

Figura 12: Cambio anual del valor en dólares EE.UU. de las
exportaciones agrícolas mundiales (cambio porcentual)

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Figura 13: Exportaciones agrícolas mundicales
(dólares EE.UU. y porcentaje del total de exportaciones de mercancías)

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Figura 14: Importaciones y exportaciones agrícolas por regiones
(en valor y en participación en las exportaciones e importaciones)

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Export. Agrícolas en porcentaje del total de export. (%)

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Figura 15: Producción pesquera total – Todo el mundo y China

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Figura 16: Producción pesquera por capturas – Todo el mundo y China

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Figura 17: Producción pesquera acuícola – Todo el mundo y China

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Figura 18: Exportaciones e importaciones de productos pesqueros
 – Países desarrollados y países en desarrollo

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Figura 19: Suministro pesquero per cápita (capturas y acuicultura)
– Todo el mundo y China

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Figura 20: Producción de madera en rollo – Todo el mundo

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Figura 21: Producción de madera en rollo, países desarrollados
y en desarrollo

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Figura 22: Compromisos de asistencia externa a la agricultura, por
principales regiones receptoras (a precios constantes de 1995)

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*Datos preliminares

Figura 23: Tendencia a largo plazo de la asistencia externa a la
agricultura, 1974-2001 (a precios constantes de 1995)

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*Datos preliminares

Figura 24: Asistencia externa a la agricultura por trabajador agrícola
(en precios constantes de 1995)

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Figura 25: Asistencia externa a la agricultura por trabajador agrícola,
según la prevalencia de la subnutrición, 1998-2000
(a precios constantes de 1995)

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Figura 26: Reserva de capital agrícola por trabajador agrícola,
por regiones ($EE.UU. de 1995 por trabajador agrícola)

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Nota: El África subsahariana no incluye Sudáfrica

Figura 27: Reserva de capital agrícola por trabajador agrícola en los países en desarrollo, por prevalencia de subnutrición en 1998-2000
($EE.UU. de 1995 por trabajador agrícola)

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