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APÉNDICE E
DECLARACIÓN DEL DIRECTOR GENERAL DE LA FAO EN LA 24ª CONFERENCIA REGIONAL DE LA FAO PARA ÁFRICA


Bamako, Malí, 2 de febrero de 2006

Excelentísimo Señor Presidente de la República de Malí,
Señor Primer Ministro,
Señor Presidente del Consejo,
Señoras y Señores Ministros,
Señoras y Señores Delegados,
Excelencias,
Señoras y Señores:

Es un honor y un gran placer para mí estar hoy con los participantes en la 24ª Conferencia Regional de la FAO que se celebra en esta capital de Malí, tan cargada de historia y de símbolos de la epopeya africana de los siglos pasados.

Quisiera manifestar mi profunda gratitud al Presidente Amadou Toumani Touré por haber aceptado ser el atentísimo anfitrión de nuestra reunión. Personifica las grandes virtudes de los padres fundadores del África soberana y da al mundo el ejemplo de una buena práctica de gobierno basada en el diálogo, el consenso y la unidad nacional, que son indispensables para la construcción de un Estado próspero y para la renovación del continente.

También quisiera agradecer al Gobierno y al pueblo de Malí la acogida calurosa y la generosa hospitalidad que nos han brindado. Su profundo apego a la dignidad y a la solidaridad de las poblaciones del continente que fue cuna de la humanidad no necesitan demostración alguna.

(Situación de la alimentación y de la agricultura en el mundo)

El hambre y la pobreza están ya consideradas como los dos mayores azotes de la humanidad. Pero si el número de personas hambrientas ha disminuido en 23 millones durante la primera mitad del decenio de 1990, se ha incrementado en 20 millones a lo largo de la segunda mitad del mismo decenio. Sin embargo, la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) celebrada en 1996 y la del Milenio fijaron el objetivo de reducir a la mitad el número de personas subnutridas en el término máximo del año 2015.

A nivel mundial, la producción alimentaria per capita ha crecido de forma regular durante los últimos 30 años. Sin embargo, actualmente unos 852 millones de personas se encuentran subnutridas en el mundo, de los que 815 millones corresponden a los países en desarrollo, 28 millones a los países en transición y 9 millones a los países industrializados. En 2000-2002, un 27 por ciento de la población africana, cerca de 210 millones de personas, padecía subnutrición crónica. Si no se invierte la tendencia actual, el número de personas subnutridas en el continente crecerá hasta 2015 y, en esa fecha, casi la mitad de los pobres del mundo vivirá en el África subsahariana.

Desarrollo de la agricultura en África 2004-2005: resultados
Producción de alimentos

África es la única región del mundo donde la producción media de alimentos per capita disminuye de forma constante desde hace 40 años, mientras que la agricultura representa un 17 por ciento del PIB, un 57 por ciento de los empleos y un 11 por ciento de las exportaciones.

La producción animal también tiene dificultades para responder a la demanda. Actualmente, la tasa de crecimiento de la ganadería bovina es del 1,4 por ciento, la de la ovina del 2,5 por ciento y la de la caprina del 4,3 por ciento, mientras que la población crece a un ritmo del 2,6 por ciento anual. Las importaciones de productos animales, a menudo a precios de dumping y de calidad dudosa, aumentan, haciendo al subsector poco atractivo para las inversiones.

Productos pesqueros y producción acuícola

Durante los últimos diez años, la producción de pescado en África ha disminuido y el consumo per capita han pasado de 8,8 kg en 1990 a unos 7,8 kg en 2001. Las aguas costeras están sobreexplotadas y los recursos marinos acusan una clara disminución. Sin embargo, los inmensos recursos de las aguas continentales y de la acuicultura siguen sin explotarse suficientemente. Ello tiene como resultado un incremento de las importaciones de pescado cuya calidad no se controla bien.

El sector forestal

Los bosques africanos cumplen funciones ecológicas, económicas, sociales y culturales importantes. En determinados países, el sector forestal es el segundo contribuyente al PIB.

Los bosques de la cuenca del Congo constituyen el segundo macizo forestal tropical del mundo después de la Amazonia. Sin embargo, la tasa de deforestación supera casi las 600 000 hectáreas al año.

Así pues, la FAO va a seguir trabajando con los Gobiernos y las organizaciones subregionales para desarrollar políticas y programas de gestión sostenible de los ecosistemas forestales africanos y de conservación.

Comercio de los productos agrícolas

El continente ha aportado un 1,2 por ciento del comercio mundial durante el decenio de 1990, frente a un 3,1 por ciento en el decenio de 1950. La cuota de África en las exportaciones agrícolas mundiales ha disminuido sensiblemente, pasando del 8 por ciento en 1971-1980 al 3,4 por ciento en 1991-2000. Las importaciones de productos agrícolas aumentan con mayor rapidez que las exportaciones desde el decenio de 1960 y África en su conjunto es un importador agrícola neto desde 1980. El déficit de su balanza agrícola ha alcanzado los 20 000 millones de dólares EE.UU. en 2001-2003.

La FAO sigue aportando un apoyo multiforme a los países africanos, especialmente en el refuerzo de las capacidades referentes a distintos aspectos del comercio agrícola. Tras la conclusión del acuerdo marco de la OMC, la FAO ha organizado siete talleres regionales de “clarificación”, de los que dos tuvieron lugar en África, sobre cuestiones técnicas ligadas a las negociaciones comerciales. La Organización ha preparado también programas regionales para las nueve comunidades económicas regionales africanas en respuesta a exigencias sanitarias y fitosanitarias de la OMC. La FAO va a continuar su trabajo de análisis sobre las cuestiones principales del comercio agrícola internacional y de prestación de una asistencia técnica a los países africanos.

Las dificultades

¿Cuáles son las dificultades?

El agua

Actualmente solo es de regadío un 7 por ciento de las tierras cultivables de África frente a un 38 por ciento en Asia. Este dato no alcanza nada más que al 4 por ciento en el África subsahariana. La región utiliza menos del 3 por ciento de sus recursos hidráulicos, el porcentaje más bajo del mundo en desarrollo, comparado con el 20 por ciento de Asia y el 10 por ciento de América del Sur. El crecimiento real del porcentaje de tierras de regadío en la región solo alcanza una media del 0,88 por ciento anual y, en varios casos, las tasas de crecimiento son en realidad negativas. Tendría que otorgarse una prioridad máxima a la inversión a favor de la agricultura de regadío a causa de su importante potencial de garantía de la producción y de crecimiento de la productividad.

Infraestructuras rurales

Además, la red de carreteras rurales es claramente insuficiente y los costos de transporte son elevados. Las prácticas tradicionales de almacenamiento comportan pérdidas que pueden llegar al 40 por ciento de la cosecha. Los mercados, las capacidades de acondicionamiento y de refrigeración, los mataderos y los puertos de pesca, en particular, son infraestructuras indispensables para una agricultura competitiva.

Fertilizantes

El bajo nivel actual de empleo de fertilizantes en la región es otra dificultad importante para la productividad y la competitividad. Solo se aplican 23 kg de fertilizantes en cada hectárea de tierra cultivable del continente frente a 151 kg en Asia. En el África subsahariana solo se utilizan 9 kg de fertilizantes por hectárea. La 23ª Conferencia Regional de la FAO para África, que tuvo lugar en Johannesburgo en 2004, recomendó a los Jefes de Estado y de Gobierno que dieran prioridad al desarrollo de la industria de los fertilizantes en África con vistas a incrementar su utilización por parte de los agricultores. Estoy satisfecho de comprobar que está prevista una cumbre sobre fertilizantes para junio de 2006 con el fin de profundizar esta cuestión. La FAO está dispuesta a aportar su apoyo para este importante encuentro.

Plagas y enfermedades

Las plagas y las enfermedades transfronterizas de los animales siguen causando estragos en África. Tenemos todos bien presentes los daños importantes ocasionados por la reciente plaga de langosta del desierto y la seria amenaza que hoy supone la influenza aviar. La FAO siempre ha defendido un planteamiento basado esencialmente en la prevención, con la formación de los responsables nacionales para la detección precoz y el control de estos azotes, así como la movilización de conocimientos y recursos financieros internacionales. La iniciativa común de la FAO y de la OIE denominada “Marco mundial para el control progresivo de las enfermedades transfronterizas de los animales” va en este sentido con el objetivo principal de un fortalecimiento de los servicios veterinarios y de las capacidades nacionales a través de las asociaciones Norte-Sur y Sur-Sur, pero también a través de las redes regionales a fin de concebir mejor los medios de intervención y mejorar la comprensión de los mismos.

En el campo de la protección fitosanitaria, se toman también medidas para armonizar los sistemas de cuarentena, sobre todo en el marco de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria. La FAO es también animadora del programa africano relativo a las existencias de plaguicidas, que reúne a gran número de asociados. En la Secretaría de la NEPAD se creará un servicio de coordinación del proyecto que supondrá, de este modo, una nueva ocasión de cooperación entre las dos organizaciones.

Financiación (a nivel nacional – 10 % del presupuesto nacional)

Para movilizar los recursos adecuados, es necesario que los Ministros africanos de Agricultura y sus colegas de Finanzas y Planificación trabajen juntos para que se respeten los compromisos, asumidos por los Jefes de Estado y de Gobierno en Maputo en julio de 2003, de destinar en un plazo de cinco años el 10 %, como mínimo, de los recursos presupuestarios nacionales al desarrollo agrícola y rural.

La FAO seguirá colaborando con la Unión Africana, la Secretaría de la NEPAD, el BAD, el FMI y otras instituciones para definir un mecanismo de seguimiento de las dotaciones presupuestarias tal como se estipuló en el compromiso de Maputo.

El CAADP y su ejecución

Desde su adopción en enero de 2002 en Roma por los Ministros africanos de Agricultura, el Programa general para el desarrollo de la agricultura en África de la NEPAD se ha convertido en una de las prioridades de los gobiernos de la región. Un programa de esta índole debe mantener su dinamismo para reflejar las prioridades regionales en constante evolución y corregir los puntos débiles. De conformidad con la recomendación de los Jefes de Estado y de Gobierno africanos reunidos en Maputo en julio de 2003 y en Sirte en febrero de 2004, la FAO ha preparado proyectos de documentos complementarios sobre los subsectores de la ganadería, la pesca y los bosques. Los Ministros responsables de la Ganadería en la UA aprobaron el documento sobre la ganadería en Kigali en diciembre de 2005, mientras que los demás documentos están siendo revisados por los órganos competentes de la Unión. La FAO presta asistencia complementaria para garantizar la sinergia entre el Plan de acción sobre ganadería de la NEPAD y los planes de acción de las comunidades económicas y otras organizaciones regionales en África.

La FAO ha prestado asistencia técnica por valor de 7 millones de dólares EE.UU para la preparación, en 48 países, de los programas nacionales de inversión a medio plazo del Programa general y de los proyectos de inversión financiables. Así, se han finalizado 200 de estos proyectos por importe de 7 300 millones de dólares EE.UU. en 37 países.

El Programa Especial para la Seguridad Alimentaria de la FAO es operativo actualmente en 44 países africanos. En 15 países se ha ampliado para convertirse en un programa nacional. Además, 500 expertos y técnicos de la cooperación Sur-Sur del Programa Especial trabajan en 25 países africanos. La integración de las actividades nacionales y regionales queda garantizada mediante programas a nivel de las uniones económicas regionales para mejorar la calidad y armonizar las normas zoosanitarias y fitosanitarias.

Otras iniciativas

Semillas

En la región sólo un tercio de las semillas está sometido a un sistema de control, mientras que los otros dos tercios provienen del sector no estructurado. Conviene establecer pues de manera urgente sistemas viables de producción y certificación. A este respecto, se está elaborando un Programa de semillas para África y su ejecución efectiva podrá contribuir a suprimir este obstáculo.

(Programa de la Conferencia Regional)

La Conferencia Regional examinará en particular dos temas prioritarios:

Resultado de la 33ª Conferencia de la FAO

Por lo que respecta al 33º período de sesiones de la Conferencia de la FAO que se celebró en Roma en noviembre de 2005, en el mismo se aprobó un presupuesto de 765,7 millones de dólares EE.UU. para el ejercicio bienal 2006-2007, lo que equivale a un crecimiento nominal cero complementado con gastos de seguridad y 6 millones de dólares EE.UU. para programas prioritarios. La Conferencia también examinó mis propuestas de reforma de la Organización. Aprobó, entre otras cosas, determinados cambios en la estructura organizativa de la Sede a partir del 1º de enero de 2006 así como la ejecución de las propuestas de descentralización en una región y la creación de otra oficina subregional. He decidido empezar dicha operación por la región de África y la subregión de Asia central.

Por otro lado, la FAO deberá movilizar alrededor de 15 millones de dólares EE.UU. procedentes de contribuciones voluntarias para cubrir los gastos de transición vinculados a la reforma.

El Programa de Labores y Presupuesto 2006-2007 está siendo pues ajustado para tener en cuenta los cambios iniciales en la estructura orgánica, tanto en la Sede como en las oficinas descentralizadas, así como para hacer especial hincapié en la difusión de los conocimientos y el fortalecimiento de la capacidad en los países en desarrollo. Además, tengo intención de presentar un documento sobre el seguimiento de la Conferencia y la prosecución de la realización de la reforma de la FAO. Espero que las propuestas a este respecto que se presentarán al Consejo en noviembre gozarán de su apoyo.

Asimismo, la Conferencia decidió convocar una Conferencia internacional sobre reforma agraria y desarrollo rural, que se celebrará del 7 al 10 de marzo próximo en Porto Alegre (Brasil). Cuento con una participación activa de los países africanos en dicho encuentro.

(Actos anejos/Actos paralelos)

Por último, en la reunión ministerial de la Unión Africana se examinó ayer la situación de la seguridad alimentaria en África y la ejecución del Programa general para el desarrollo de la agricultura en África. Se debatieron el establecimiento de un sistema de seguimiento para destinar al menos el 10 % de los presupuestos nacionales a la agricultura y al desarrollo rural en los próximos cinco años así como la propuesta de refundir el Plan de acción mundial para el Programa general y el de la Declaración de Sirte sobre la agricultura y el agua. La FAO está dispuesta a ayudar a la Unión Africana a ejecutar las decisiones de la reunión. Aprovecho esta oportunidad para dar las gracias al Presidente de la Comisión y al Comisario de Economía Rural y Agricultura por la excelente calidad de la cooperación entre nuestras dos instituciones.

Conclusión

Excelencias,
Señoras y Señores:

Menos de 10 años nos separan de 2015, fecha en la que los dirigentes del mundo entero se han comprometido a reducir a la mitad el hambre y la pobreza extrema. La dramática situación actual requiere un compromiso político al más alto nivel nacional, subregional y continental para que se adopten las medidas necesarias y urgentes. La FAO y los ministerios técnicos han realizado grandes esfuerzos y actualmente los programas y proyectos financiables están preparados. Ahora es necesario que los Ministros de Economía, Finanzas y Planificación cumplan los compromisos adoptados en Maputo y en Sirte por sus Jefes de Estado y de Gobierno con el fin de que desaparezcan de las grandes cadenas de televisión del mundo las imágenes de niños africanos famélicos muriéndose de hambre. El renacimiento del continente no será sino un sueño vano y un voto piadoso si los gobiernos tienen que seguir solicitando cada año ayuda de emergencia para alimentar a su población.

Les deseo pleno éxito en sus trabajos y les agradezco la atención prestada.


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