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POINT OF ORDER
POINT D'ORDRE
PUNTO DE ORDEN

ALKYΖ CERGA (Albania): Yesterday in the afternoon session notwithstanding our repeated request to take the floor we were not given it. The Albanian delegation considers this gesture a disregarding act which does not honour our Organization.

The delegation of the People's Socialist Republic of Albania strongly protests on the stand taken by the Chairman of Conference and demands that such acts should not be repeated.

Yesterday the Albanian delegation wanted to stress that nobody has authorized the representative of the Hungarian government to speak on behalf of the socialist countries. The delegation of the People's Socialist Republic of Albania deems it proper to point out that it has the right to express its viewpoint about the admission of the new States to our Organization in the due time.

CHAIRMAN: I thank the delegate of Albania.

I wish first to call upon the Independent Chairman of the Council, Mr. Gonzalo Bula Hoyos, to make his statement to the Conference.

STATEMENT BY THE INDEPENDENT CHAIRMAN OF THE COUNCIL
DECLARATION DU PRESIDENT INDEPENDANT DU CONSEIL
DISCURSO DEL PRESIDENTE INDEPENDIENTE DEL CONSEJO

G. BULA HOYOS (Presidente Independiente del Consejo): Señor Presidente, Señor Director General, Señores Ministros, Señores Delegados y Observadores: Al comienzo del debate general, considero mi deber informar a ustedes acerca de las principales labores realizadas por el Consejo, después de la última Conferencia.

En el bienio pasado, el Consejo de la FAO ha desempeñado una función esencial en el estudio y la aprobación de las propuestas sometidas por el Director General, sobre revision de la política, los programas y la estructura de nuestra Organización, a la luz de la resolución de la Conferencia que al autorizar ese proceso delego su autoridad en el organismo político.

Pienso que el apoyo unánime del Consejo a la nueva orientación del programa, ha sido instrumento util y valioso incentivo para la realización de los cambios positivos que están en marcha y que representan notables beneficios a la Organización y a los Estados Miembros.

Hemos ofrecido importantes contribuciones a la definición de las grandes líneas de acción, cuya consolidación se ha consignado en los principales documentos que discutirá esta Conferencia.

En particular, el Consejo compartió el espíritu pragmático que caracterizan las propuestas del Director General. Asimismo, han sido apoyados los esfuerzos que se vienen haciendo por lograr que cada vez más la FAO oriente sus trabajos hacia la contribución positiva y eficaz que nuestra Organización está llamada a ofrecer en favor del cumplimiento de los principios democráticos, sociales y humanos en que se basa el Nuevo Orden Económico Internacional.

La creación del Programa de Cooperación Técnica decidida por el Consejo, constituye la principal y más significativa innovación entre las ideas sometidas a nuestra consideración. Ahora la FAO está en condiciones de responder en nombre propio - con rapidez y sin interferencias - a necesidades urgentes de los gobiernos, ofreciéndoles asistencia directa a corto plazo, cuyo efecto multiplicador puede representar notables beneficios para los Estados.


El proceso gradual mediante el cual se están designando los propios Representantes de la FAO en los países, es una etapa fundamental de la descentralización. La respuesta afirmativa de los gobiernos que están solicitando la creación de esas oficinas en sus respectivas naciones, es la comprobación de que esa iniciativa corresponde al deseo de que la FAO actöe en los países con imagen definida y voz auténtica que aseguren la presencia activa de nuestra Organización,

El Consejo ha venido impulsando el proposito de ofrecer más asistencia a los gobiernos, a fin de que obtengan mayores recursos financieros, indispensables para aumentar la producción agrícola y alimentaria.

A este respecto, se ha invitado a los señores Ministros y Jefes de Delegación a que en sus declaraciones dentro del debate general que ustedes van a iniciar, se preste atención especial a las "Inversiones en la Agricultura: Repercusiones en los planos nacional e internacional".

Hemos estado de acuerdo en que es necesario conceder más alta prioridad a las actividades prácticas y a corto plazo, así como a la mayor capacitación de las masas en las zonas rurales, con especial dedicación a los pequeños agricultores.

El Comité de Agricultura concedió gran importancia a la celebración de la Conferencial Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural que tendrá lugar en 1979, Nuestro organismo apoyo la propuesta de que el Director General " estableciera un comité consultor de alto nivel que le ayude en la preparación de esa Conferencia. "

Personalmente, opino que esa Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural debe constituir una oportunidad propicia para que con base en las experiencias, positivas o negativas logradas hasta ahora, se identifiquen las causas que han obstaculizado los programas de reforma agraria y desarrollo rural.

La FAO dispone ya de un marco conceptual definido en la Conferencia de 1971, cuando se aprobaron los principios fundamentales del informe de un Comité de alto nivel, en el cual se analizaron y evaluaron los programas de reforma agraria en las diversas regiones del mundo.

Ojalá que de esa Conferencia surjan recomendaciones que puedan estimular los cambios institucionales necesarios para incorporar efectivamente las masas rurales a los beneficios de la mayor producción agrícola.

He tratado de presentar a ustedes un resumen de los aspectos esenciales que merecieron la atención del Consejo durante 1976 y 1977. Nuestras deliberaciones se llevaron a cabo con espíritu de leal y completa cooperación; sin ninguna confrontación; los representantes de todos los gobiernos participaron en las reuniones del Consejo animados por el deseo de aportar sus opiniones en favor del mejor y más eficaz funcionamiento de la FAO. Me complazco en destacar ese hecho, como base fundamental de la amplia comprensión de toda la comunidad internacional, en favor de la solución de los graves problemas que afectan a la humanidad.

Una de las ultimas acertadas actuaciones del Consejo fue la de elegir a usted, señor Ministro Toyib Hadiwijaya para Presidente de la Conferencia. Así rendimos homenaje a su noble país, Indonesia I y- a todos los Estados del Asia, y Lejano Oriente que tan valiosa contribución vienen ofreciendo a las I actividades de la FAO.

Todos apreciamos mucho, señor Presidente, su discurso inaugural, lleno de sabios conceptos y de muy humano contenido. Bajo su experta dirección esperamos que surgirán decisiones destinadas a fortalecer la función de la FAO en los campos de la agricultura y la alimentación. Confío en que los resultados de esta Conferencia serán de gran utilidad para la FAO y todos los Estados Miembros, particularmente para los países en vías de desarrollo.


CHAIRMAN: I thank the Chairman of the Council for his statement. I shall now give the floor to the Representative of the Secretary General of the United Nations.

STATEMENT BY THE REPRESENTATIVE OF THE SECRETARY GENERAL OF THE UNITED NATIONS
DECLARATION DU REPRESENTANT DU SECRETAIRE GENERAL DE L'ORGANISATION DES
NATIONS UNIES
DECLARACION DEL REPRESENTANTE'DEL SECRETARIO GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS

C. V. NARASIMHAN (Representative of the Secretary-General of the United Nations): Mr. Chairman, I am grateful to you, Sir, for the courtesy extended to me in allowing me to make a brief statement at this point in the general discussion. Mr. Chairman, Mr. Director-General, Distinguished Delegates, Excellencies, Ladies and Gentlemen: on behalf of the Secretary-General of the United Nations, I wish to extend to you his best wishes for the success of your Conference.

As you begin your substantive work here, the United Nations General Assembly in New York is considering the progress made in the implementation of the strategy for the Second Development Decade and in moving towards the New International Economic Order. In singling out food and agriculture as one of the main areas for international action in connexion with the New International Economic Order, the General Assembly has affirmed the crucial importance for developpment of the matters coming within the purview of FAO and of this Conference. The results of your work will also be important for the General Assembly's forthcoming review of the progress made in the various fora of the United Nations system towards the establishment of the New International system and towards the establishment of the New International Economic Order. I might add that the Secretary-General in his current report to the General Assembly has commented on the excellent start which has been made by the United Nations system in undertaking global responsibility in respect of food.

Mr. Chairman, yesterday the distinguished Director-General referred, in the statement inaugurating this general debate, to an important question we will be considering at this Session, namely the prevention of food grain losses, especially post-harvest losses.

This is a matter of considerable interest to the General Assembly, which has expressed the hope that there can be at least a 50 per cent reduction of post-harvest losses in developing countries by 1985. It is evident that the strategy now proposed for creating food loss prevention programmes in developing countries will require cooperation with other organizations of the system, and I am glad that areas for such cooperation have already been explored.

I should now like to comment briefly on two questions which are of interest not only to FAO and the United Nations, but also to the United Nations system as a whole: rural development and nutriton. As you know, Sir, on January 1st the FAO will become the lead agency for the system-wide exercise in rural development which is being carried out on the basis of approaches endorsed by the Economic and Social Council last year. FAO has the full support of all the organizations concerned in this important task. FAO's assumption of the leadership in this field will also ensure coordination between that exercise and the preparations for the World Conference on Agrarian Reform and Rural Development to be held in 1979. I am pleased that FAO is consulting closely with all the organizations concerned ragarding the preparatory work for this Conference and I have pledged the fullest cooperation of the Office to the Director-General and his colleagues and also to his distinguished Representative and my friend of long standing, Herman Santa Cruz, in this regard.

In the area of nutrition the Economic and Social Council has approved new institutional arrangements in accordance with Resolution XXII of the World Food Conference, which will have its Secretariat at FAO headquarters, and an Advisory Group on Nutrition. I trust that these arrangements will give new impetus to multidisciplinary work in the field of nutrition.

Soon, Sir, we will be welcoming the International Fund for Agricultural Development as a new Specialized Agency of the United Nations system; as the Fund becomes operational, it will become a further source of aid for increasing agricultural production.

Finally, I should like to mention two international conferences held this year whose recommendations are currently before the General Assembly: the United Nations Water Conference and the United Nations Conference on Desertification. The results of the consideration by the General. Assembly of the reports of these two conferences will no doubt have a significant impact on the work of FAO.

May I conclude by expressing my personal pleasure at being with you on this occasion, and offering my best wishes for your success.


May I also express my personal appreciation to the distinguished Director-General for his personal friendship and cooperation ever since he assumed his high office.

CHAIRMAN: I thank the Representative of the Secretary-General of the United Nations, Mr. Narashimhan.

GENERAL DISCUSSION

DEBAT GENERAL

DEBATE GENERAL

STATEMENTS BY HEADS OF DELEGATION

DECLARATIONS PES CHEFS DE DELEGATIONS

MANIFESTACIONES POR LOS JEFES DE LAS DELEGACIONES

CHAIRMAN: You will recall that the Conference agreed to the Council's suggestion that Heads of Delegations, as at previous sessions, limit their statements to a maximum of 20 minutes. We have many request for speaking time and it is really the only way for us to proceed. I would refer Delegates to paragraph 21 of document C 77/12 which we approved on Saturday 12 November. In order to help speakers there are. two lights on the lectern; I will ask the Secretary-General to put on the white light when we reach 17 minutes and the red light after 20 minutes. In view of the increased number of speakers per meeting, as compared to previous Conferences, may I appeal to you to limit yourselves to the maximum indicated.

I shall now call on the first speaker, the Head of the Delegation of Switzerland, Mr. Piot, Director of the Agriculture Division, Federal Department of Public Economy of Switzerland.

J. C. PIOT (Suisse): Monsieur le Président, Monsieur le Directeur général, Mesdames, Messieurs Il m'échoit le redoutable honneur d'ouvrir la série des déclarations et j'y suis très sensible.

Au nom de la Suisse et de ma délégation, je vous félicite très vivement pour votre élection à la présidence de notre Conférence. J'ai confiance que sous votre conduite nous aurons un débat riche et fructueux.

Le Directeur général de notre Organisation, M. Edouard Saouma, a imprimé un nouveau dynamisme à la FAO. La réorientation qu'il a proposée va, à bien des égards, dans la direction que j'avais, parmi d'autres, proposée ici-même à plusieurs reprises. Monsieur le Directeur général, je tiens à vous réitérer ici mes félicitations pour l'énergie avec laquelle vous avez entrepris d'accroître l'efficacité de la FAO et de l'orienter toujours plus vers des activités susceptibles d'apporter des résultats concrets à court ou moyen terme. Mais en même temps, je dois vous informer, et vous le savez déjà, que mon gouvernement craint quelque peu le développement qu'ont prises certaines de vos propositions. J'y reviendrai tout à l'heure.

Avant d'aborder les points principaux de l'ordre du jour, j'aimerais exprimer quelques considérations sur le thème commun qui nous a été proposé, à savoir l'investissement dans le secteur agricole et ses incidences sur le plan national et international. Cela me conduira aussi à toucher très brièvement certains aspects de l'ajustement agricole international et du développement rural.

Dans mon pays, le capital investi dans l'agriculture par unité de travail est de l'ordre de 120 à 150 000 francs suisses, soit 50 à 65 000 dollars des Etats-Unis. Par hectare, ce capital représente aujourd'hui près de 21 000 francés suisses, contre 12 000 au début des années soixante. L'actif total moyen par exploitation a ainsi subi une croissance rapide du fait de la mécanisation, de l'agrandissement des exploitations et de l'inflation. En moyenne, un peu plus de -la moitié de ce capital productif appartient à l'exploitant; l'endettement même s'il progresse en valeur absolue, est resté stable exprimé en pourcentage de l'actif. C'est dire que la capacité d'autofinancement de l'agriculture s'est accrue au même rythme que les capitaux investis dans ce secteur.

Pour assurer à nos agriculteurs des moyens d'investissements suffisants ainsi qu'un revenu équitable, nous avons dû fixer les prix payés aux producteurs à un niveau convenable et verser des subventions importantes dans les régions défavorisées par le climat ou la topographie. De plus, l'Etat a stimulé l'investissement par un système de crédit à des conditions très favorables.

Le résultat de cet investissement important ainsi que de l'amélioration continue des structures fut un accroissement très rapide de la productivité, à la fois productivité du travail, du bétail et du sol. Ce gain de productivité, lié à une diminution sensible des postes de travail, a permis d'assurer un


revenu moyen convenable à notre population agricole, à un coût supportable pour le budget de l'Etat. Je vous rappelle que nous venons d'introduire le contingentement des livraisons de lait. Sans doute cette productivité accrue a-t-elle eu d'autres conséquences, telle que l'apparition d'excédents sectoriels. Elle a cependant permis le maintien de notre taux d'autoapprovisionnement global, malgré un fort accroissement de la population résidente.

Il n'en reste pas moins que la Suisse importe 50 pour cent de ses besoins en produits alimentaires et que ses importations agricoles par habitant sont parmi les plus élevées du monde. Dans cette situation, et là je pense à l'ajustement agricole international, nous ne croyons pas qu'il soit de bonne politique de réduire notre investissement et notre production agricoles afin d'importer encore plus. Notre population agricole ne représente plus que six pour cent de la population active. Elle est un dés moteurs essentiels à la vie de nos campagnes, de nos villages et de nos vallées. Nous désirons défendre notre mode d'occupation décentralisé du territoire, entre autres en maintenant une population agricole solide. Nos terres doivent rester en exploitation, prêtes à assurer notre autosuffisance alimentaire au cas où nos approvisionnements seraient compromis. Il s'agit là d'un élément d'importance stratégique pour notre pays.

Débordant le cadre national, nous voulons exprimer ici notre conviction que l'autofinancement doit être à la base de l'investissement en agriculture, investissement renforcé et appuyé par un système de crédit agricole décentralisé et une politique des structures et des prix qui permette à chaque famille d'agriculteur de vivre décemment, ce qui représente la base du développement rural. A long termeen effet, les campagnes ne sauraient vivre que de l'agriculture; une décentralisation des activités industrielles et de service est également indispensable.

Le principe du rôle prioritaire de l'autoinvestissement étant posé, nous reconnaissons aussi l'importance d'une aide internationale à l'investissement agricole, comme élément complémentaire ou catalyseur. La priorité accordée à l'activité d'investissement dans le Programme de travail et budget de la FAO rencontre ainsi notre assentiment.

La priorité d'un Programme d'action pour la réduction des pertes alimentaires semble être unanimement reconnue et je ne m'y attacherai pas. Les critères prévus par le Directeur général pour approuver les projets relevant de ce programme sont eux aussi tout à fait appropriés. Par conséquent nous accordons notre plein appui à ce programme.

Quant à la nécessité de la création d'un Fonds spécial pour financer ce programme, elle ne nous paraît pas absolument démontrée. Il nous semble que les avantages que l'on escompte d'un tel fonds sont la continuité du financement et la faculté qui en découle de planifier à moyen terme. Or à notre sens, les contributions que les donateurs fourniraient dans le cadre du Programme d'action - comme ils le font par exemple dans le cadre du Programme d'assistance à la sécurité alimentaire - procureraient les mêmes avantages, à conditions qu'elles soient assorties annuellement de prévisions indicatives de contribution pour 2 ans. La Suisse est disposée à participer, sous cette forme et à bref délaiau programme en question, dans le cadre d'un effort commun réunissant des apports d'autres Etats Membres ainsi que des ressources multilatérales.

Pour ce qui est d'allouer à un tel fonds spécial 10 millions de dollars à prélever sur le compte d'attente de l'Organisation, cette manière de procéder appelle d'importantes réserves de notre part. Les gains de change accumulés sur ce compte d'attente devraient, selon le Règlement financier de la FAO, être rétrocédés aux Etats Membres en étant bonifiés sur leurs contributions régulières pour le prochain biennium. Si cet excédent, constitué de contributions obligatoires à l'Organisation, devait être utilisé contrairement à sa destination initiale, il en résulterait un précédent regrettable et il ne s'agit pas là d'un point de vue de "doctrinaires financiers" mais d'une question de principe, qui concerne autant la FAO que d'autres organisations du système des Nations Unies. Ma délégation pourrait en revanche accepter que les Etats Membres soient invités à verser au Programme de réduction des pertes alimentaires une contribution volontaire équivalente - ou même supérieure - à la quote-part d'excédent qui leur revient. La Suisse est, dans ce cas particulier, prête à verser immédiatement un multiple de sa quote-part au compte d'attente, et je ne doute pas que de nombreux pays sont disposés à agir dans le même sens.

Ne pensez-vous pas M. le Directeur général, que cette proposition procède aussi die l'esprit de conciliation que vous nous avez recommandé hier? Je pense qu'ainsi nous pourrions assurer, non seulement le bon départ, mais aussi la continuité du Programme d'action pour la réduction des pertes alimentaires, auquel nous tenons tous.

Mon gouvernement appuie les priorités à moyen terme définies dans le document sur les objectifs à moyen terme, ainsi que la stratégie exposée aux paragraphes 18 à 29 de l'introduction du Directeur général au Programme de travail et budget. Il désire toutefois que les diver éléments de cette politique et les


investissements qui les concrétisent soient inscrits dans une conception globale du développement rural, développement rural qui doit permettre une amélioration du taux d'emploi et des conditions de travail et de vie de l'ensemble de la population rurale.

Nous reconnaissons que le Directeur général a fait preuve d'une certaine modération dans. sa proposition budgétaire. Toutefois, même si nous sommes de l'avis qu'il faut accorder une priorité au secteur agricole, nous devons insister sur la nécessité d'une saine et prudente gestion des moyens mis à disposition de l'Organisation avant que de songer à un accroissement notable du budget. A cet égard, un examen attentif du projet de budget nous amène à conclure qu'un effort supplémentaire de modération pourrait encore être fait.

Ainsi, nous constatons que 45 pour cent de l'accroissement réel du budget total provient de la mise en place proposée de 47 représentants FAO dans les pays avec toute l'infrastructure qui en découle. Même si l'on déduit de cet accroissement les économies réalisées par le PNUD, les charges réellement nouvelles qui en découlent sont considérables. Leur utilité ne nous paraît pas démontrée en regard des services que l'on pourrait obtenir des représentants intégrés aux bureaux du PNUD, quitte à renforcer ces Conseillers agricoles principaux en cas de nécessité. Si nous devons admettre les décisions prises par le Conseil de juillet 1976 concernant la mise en place de 17 représentants FAO dans les pays, nous sommes en revanche plus que réticents quant à l'augmentation de leur nombre.

Pour nous, l'important en définitive c'est la meilleure efficacité au moindre coût.

En ce qui concerne le Programme de coopération technique/FAO, nous reconnaissons son utilité. Il donne du muscle à l'activité de l'Organisation. Les projets PNUD/FAO exigent en moyenne environ 2 ans pour être élaborés et examinés avant de faire l'objet d'une décision. Il est dès lors évident que des actions décidées rapidement, même si elles ne font qu'amorcer ou compléter des actions de plus longue durée, sont hautement appréciables. Une aide apportée à temps est doublement utile!

Ceci dit, le Programme de coopération technique doit demeurer d'une ampleur limitée, compte tenu de ce que les Etats Membres ont convenu dans le cadre du Consensus du PNUD, à savoir de fournir par le canal du PNUD l'essentiel de leur assistance multilatérale autre que proprement financière. Si un jour il devait s'avérer nécessaire d'apporter des ajustements au système en vigueur actuellement, il faudrait le faire après examen approfondi et dans le cadre approprié.

Tenant compte également du caractère encore expérimental du Programme de coopération technique, nous proposons que son volume annuel n'augmente pas en termes réels avant que ses résultats aient été évalués. Nous pensons à une évaluation par une instance extérieure à la FAO, comprenant des experts indépendants, provenant de pays en développement et de pays développés. On y gagnerait indubitablement en crédibilité.

Ma délégation voudrait en outre attirer l'attention de la Conférence sur une décision prise par le Conseil d'administration du PNUD à sa 24ème session et entérinée par l'ECOSOC à sa 63ème session.

Il s'agit de la décision sur le role et les activités du PNUD.

J'aimerais relever ce point notamment à cause d'un passage critique sur le système de "programmation par pays", contenu dans le document "Examen des programmes de terrain 1976-77", aux paragraphes 2. 51 et 2. 52.

Le cycle de programmation quinquennal du PNUD y est mis en doute, et un appely est fait pour une approche "plus pragmatique" de la programmation par pays.

Nous sommes certes en faveur d'une gestion réaliste et pragmatique des programmes FAO, mais pour autant que celle-ci respecte le cadre donné par la décision du Conseil d'administration du PNUD et de l'ECOSOC en juillet dernier.

L'examen des programmes de terrain de la FAO nous amène à constater avec satisfaction certains accents nouveaux, comme la responsabilité accrue confiée aux institutions nationales et aux experts nationaux dans la gestion des projets, ou encore la formation dirigée plus fréquemment vers les exploitants agricoles et vers les vulgarisateurs agricoles. En revanche, nous voudrions souligner une faiblesse persistante à notre avis, à savoir que les experts de la FAO résident trop souvent dans les capitales, hors du périmètre d'action prévu pour eux.

Enfin, nous voudrions appuyer tout particulièrement les programmes de la FAO ayant des effets directs sur la situation alimentaire et l'emploi. Nous nous réjouissons en particulier des premiers résultats du Programme d'assistance à la sécurité alimentaire, programme constituant une des applications concrètes


de l'Engagement international sur la sécurité alimentaire auquel une grande partie des Etats Membres ont souscrit.

Il est temps de conclure, Monsieur le Président. J'aimerais souligner que si ma déclaration contient quelques observations critiques, celles-ci doivent être comprises comme des contributions constructives à l'amélioration de notre Organisation. Nous tenons en effet beaucoup à ce que la FAO puisse fournir une aide toujours plus efficace aux Etats Membres et un apport vigoureux dans la lutte pour le développement rural qui seul permettra l'eradication de la faim dans le monde. Sous la conduite dynamique et avisée de notre Directeur général, nous ne doutons pas d'être sur la bonne voie.

A. R. A. AL-SHEIKH (Saudi Arabia) (interpretation from Arabic):

In the Name of the Merciful and Compassionate God

We are meeting today after a lapse of two years since we met in this hall, and it gives me great pleasure to welcome the new members who have joined this family and are participating with us today at this Conference. We wish them and the FAO all success.

The Kingdom of Saudi Arabia attaches particular importance to the development of the agricultural sector in order to be able to expand and develop the production base of the Kingdom and meet its basic foodstuffs requirements. We have set the priorities to this end so that we may overcome the problems we are encountering, chief among them the scarcity of water resources. The Kingdom has therefore intensified its detailed surveys for the development of possible water resources and is concentrating on defining the best scientific means for the ideal utilization of these waters, particularly in the field of agricultural production. In order to achieve this aim, the total budget allocation for this year has been 13 billion S. Rials, namely the equivalent of about 4 billion dollars. For the short term, however, clearly defined goals have been put for the accelerated increase of the productivity of the agricultural sector. One of the main goals was increased assistance to national farmers and an expansion of the policy of agricultural credits: we have allocated for this purpose this year 1. 5 billion Rials.

It gives me great pleasure, after having briefly outlined what Saudi Arabia has undertaken for the development of agriculture in the Kingdom, to explain that it has, likewise, undertaken a positive and effective role in the economic development projects of the Third World. Our total contributions in these projects have amounted to over 14 percent of the G. N. P. of the Kingdom, it thus becomes evident that this rate is the highest of any other rate of foreign assistance in the world.

The World Food Programme is among the most important programmes of this Organization and Saudi Arabia is among the major contributors to it: our total cash contributions have amounted so far to over $100 million. The Kingdom of Saudi Arabia, out of its conviction of the importance of WFP and of the effectiveness of the food assistance the Programme is giving to the countries that are in the most dire need of it, will be defining the attitude it will take towards its contribution to this Programme during the next period in the light of the evaluation of the results of the meeting of the Fourth Session of the Committee on Food Aid Policies and in the light of the results of this Conference.

Considering the great importance which this Organization assumes in coordinating and crystallizing the food security and agricultural development strategies in the world, it is incumbent upon us to be accurate in evaluating the work of this Organization and in orienting it towards the better fulfilment of its responsibilities. In spite of our appreciation of the efforts now being undertaken, we find that the Organization has not yet been able to fulfil what is expected of it, and this, in our appreciation, may be attributed to several causes, mainly:

First, FAO is characterized by an expansion in its establishment and administrative costs at the expense of its field services and agricultural projects. We appeal to the Organization to put a limit to this strength and to concentrate on its role as a large world experience house. This, in our view, is the ideal way to realize the wishes and hopes of the Third World in order to help it overcome the problems it is encountering in making the required quantities of foodstuffs available. We also hope that the Organization shall continue in its sound policy of equality of opportunities to all Member countries, be it with respect to employment, development project, or the providing of technical experience.

Second, although the Organization has established regional offices in order to facilitate and develop Its services in these regions, and in line with the purposes for which these offices have been established, we believe that they should be given sufficient authority and flexibility. There is no doubt


that this could be promoted through more emphasis on the principle of the centralization and by concentrating on the regional and country activities of the Organization in an attempt to promote investments and agricultural production in these regions still the more so that Saudi Arabia, who is contributing over 25 percent of the cost of the development cooperative programme cost for the Middle East region is well interested to see the projects of this programme implemented.

Third, continuous expansion in the establishment of a new financing programme and funds is considered, in our view, as a dispersion of our efforts and of our financial and technical resources; and this is in addition to the requirements of this new programme in manpower, particularly administrative manpower. We give by way of example here what has been proposed at this Conference in connexion with the establishment of special funds for reducing post-harvest food losses. We fully support the reduction of post-harvest losses on condition that this may be done within an existing programme, such as the World Food Programme or the Technical Assistance Programme, and we do not object to support this, activity out of the funds existing in the Suspense Account in the Organization. We therefore consider that the Organization should not follow the principle of expanding the establishment of more specialized programmes and funds but should seek to merge its new activities and requirements within its existing ones.

This Conference may be discussing certain constitutional and legal matters that may have considerable bearing on the very existence of this Organization and we therefore consider that it will be preferable not to be hasty in deciding on any radical changes unless these have convincing justifications in the same way that Member countries should be given sufficient time for the consideration and assessment thereof before the suitable decision could be taken,

IFAD is considered as a good living example of international cooperation and a splendid fund in the history of the United Nations. It is about to start its activities, and I cannot on this occasion help but pay a tribute to all efforts that have been begun for achieving the purposes for which this Fund was set up, namely to help developing countries to increase their food production through development of water and agricultural projects. We have no doubt that cooperation between FAO and the Fund will be close so as to achieve the noble objectives for which these organs had been set up, and we hope that this Conference will agree on the text of the cooperation agreement between the Fund and FAO.

Before concluding, I wish to refer to a particular point which is a result of the experience of this Conference and other conferences, namely, that we concentrate on practical recommendations and that these be limited instead of coming out with scores of recommendations and resolutions that are not practical, for I believe only one resolution bearing on the essence of the subject is better than scores of resolutions dealing with immaterial points.

A. MARNO (Indonesia): Mr. Chairman, Excellencies, Ladies and Gentlemen. It certainly gives me and my delegation profound satisfaction to see you, Sir, a national of Indonesia and a highly experienced member of our Council of Ministers, chairing this most important international conference on food and agriculture. My delegation and Government feel honoured indeed by this show of confidence in you, Sir, on the side of the Conference who has just elected you to the chair.

Eight new members have just been admitted to the Organization: Angola, Comoro, the Democratic Republic of Korea, Djibouti, Mozambique, Namibia, Sâo Tomé and Principe and Seychelles. My delegation wishes to extend its warmest welcome to these new members and looks forward to their active participation in the work of FAO. We do believe that their joining our ranks will contribute to the further strengthening of the Organization as a whole.

This nineteenth Session of the Conference has as one of its main tasks the review and adoption of the FAO's Programme of Work and Budget for the coming biennium 1978-79. This is the first programme of work prepared by the new Director-General and as such can be considered to reflect the policy views and aspirations of the Organization's new Chief Executive, himself a distinguished son of the developing world, a man not only known for his dedication to the ideals of FAO, but also for his desire to give a much more action and development orientation to the work of the Organization, with a view to increase FAO's capability to assist the millions of farmers, particularly in the developing countries, in their struggle for a better life and a better future.

We welcome and support this emphasis as reflected in the Programme of Work and Budget for 1978-79. It is my delegation's opinion that the Organization be equipped with the necessary tools, i. e. the appropriate plan of operations and budget, to translate such aspirations into effective actions, not


only here at Rome Headquarters and at the Regional Office, but even more so at the country level where the actual battle against hunger and malnutrition is being fought. This is very important, because the need for such effective assistance and collaboration is great and urgent. While it is gratifying to note the progress achieved by world agriculture, especially in the sector of food production, there are, however, disquieting features which give rise to feelings of concern and hence deserve the careful attention of the Conference.

First there is the uneven progress in production of the most important foodgrains, wheat and rice. A look at statistical data over the last 15 years reveals that, while wheat production during that period has increased by 60 percent or by about 4 percent per year, output of rice on the other hand has only increased by 40 percent or at the rate of 2. 6. percent per year. Such a trend in the course of 15 years is highly important. Bearing in mind the relatively low rate of increase in demand for wheat in developed countries and the high rate of increase in demand for rice on the other hand, such a trend may have two highly important implications, namely:

(1) that marketable surpluses of wheat tend to grow year by year, and

(2) that rice supplies on the other hand tend to be short of demand at an increasing rate.

This further implies that rice-eating nations in the developing world may have to supplement their diet in an increasing measure with other grains, particularly wheat.

This in itself would not be disturbing but for the fact that wheat is mainly, I repeat mainly, produced in the developed countries. If such a trend is allowed to continue unchecked, many of the developing countries will increasingly have to depend on external supplies to meet their food requirements. Bearing this in mind, my delegation would like to suggest that this matter be given the greatest attention by FAO and other International Organizations and Agencies concerned with a view to promoting the achievement of technological breakthroughs in the agriculture of developing countries producing staple foods, such as rice, maize, sweet potatoes, soya beans etc. This calls for considerably more investments to be made by the international world in this sector of agricultural development, including the accelerated development of high-yielding varieties of the crops I just mentioned.

Another disquieting feature in world food production and agricultural situation is the uneven progress made by the various countries. Adverse climatic conditions, often accentuated by widespread incidence of pests, have prevented many of the developing countries from equally sharing the welcome improvement in food production and food supplies enjoyed elsewhere. Indonesia is one of those countries.

Food and agriculture have generally made great strides in Indonesia since the country embarked on its First Five-Year Development Plan eight years ago. Except for a few commodities, substantial gains in production have been recorded in all fields: 35 percent for rice, 25 percent for fish, 80 percent for sugar, 150 percent for palm oil, just to mention a few examples. However, disturbing features have come up and increased in complexity in recent years, particularly in the sector of food. Widespread incidence of pests and pronounced drought in 1976 and 1977 have put considerable constraints to the national efforts to boost food production. As a result, the encouraging momentum in the production of rice achieved in the first five-year period 1969/70 - 1973/74 has considerably slackened during the last two years.

There are of course other factors beside drought and pests which have also contributed to the slackening process, like the limitations put by the scarce availability of well irrigated land, the mounting problems of managing an Intensification Programme expanding year by year. I wish, however, to draw particular attention to these two important constraints, viz, pests and the destabilizing effect of weather. Looking at the situation and development in other developing countries engaged in similar national efforts to increase productivity and agricultural food production, one is inclined to conclude that these two major bottlenecks are becoming a more familiar phenomenon in these countries. That is, the increasing vulnerability of intensive food farming to:

(1) the irregularities of weather;

(2) the increased incidence of pests and diseases.

This suggests the urgent need for increased activities and programmes and for substantially larger investments to be made:

(1) to improve and expand controlled irrigation and drainage facilities;

(2) to develop high-yielding varieties not only resistent against pests and diseases but also more tolerant against irregular supply of water;

(3) to develop a more integrated and effective crop protection system.

In spite of the many problems besetting the successful intensification of our agriculture, there is no doubt that intensification will continue to remain a major national effort in the years to come. At the same time, however, the need for broadening the agricultural base in our country has been increasingly recognized. Of the total land area of 200 million hectares, two-thirds are at present under forests and only 18 million hectares (or less than 10 percent) is arable land and under permanent


crops. Most of the small-holders' farms are less than 1 hectare. And under the growing population pressure there is the tendency, especially on the densely populated island of Java, for these already tiny holdings to become further fragmented. It has been more and more recognized that this limited area of agricultural land, and hence the limited size of holdings, is becoming the most important and difficult bottleneck to a sustained growth and development of agriculture in Indonesia cq. Java.

The opening up at an accelerated pace of new agricultural land is therefore likely to be given increased priority in the coming years. Many of the new farms to be opened will probably have to depend on rain-fall, since technically controlled irrigation may be feasible only on a limited scale. This implies the need for developing a more productive system of farming on rain-fed lands, the need also for developing high-yielding varieties of foodgrains and other annual crops suitable for cultivation under rain-fed conditions.

These and other major policy issues are presently being reviewed, now that the Government is preparing its Third Five-Year Development Plan, scheduled to start in 1979-80. While a more detailed outline of the Plan, and its major programmes, especially in the agricultural food sector, will be ready only within a year, one can however already sense in which general direction further development is expected to go in the coming years. The general types of activities which are likely to be given greater emphasis, and hence will require increased development expenditures and investments, may well include the following:

(1) Development of new agricultural land;

(2) Expansion and improvement of irrigation systems;

(3) Development of a productive system of farming under rain-fed conditions;

(4) Development of high-yielding varieties of rice and secondary crops suitable for rain-fed agriculture;

(5) Development of an effective, integrated plant protection system;

(6) Development of human resources.

The review that I have just presented may give some indication of the areas of priorities expected to come up in relation to the need for increased investments in agriculture in the coming years. My delegation ventures to suggest that these priorities may be relevant and of importance not only to Indonesia but to many other developing countries as well. My deliberate restriction to the food sector does, however, not suggest that other sectors, like industrial crops, animal husbandry, fisheries and forestry are not important. It does, however, wish to suggest that the food sector may probably deserve to be given the greatest attention, especially now that there seems to be a large measures Ofagreement among several international observers on the rather discouraging and even sombre prospect of food supply in the coming decade in developing countries, especially in Asia and the Far East.

I may also draw attention in this respect to the recommendation of the Third Ministerial Meeting of the World Food Council in Manila last July, that a world food reserve be established as soon as possible as one of the urgent measures to strengthen world food security. Such reserve would consist mainly of wheat, stocks of which are considered sufficient at present. In the meantime, member countries of ASEAN consisting of Malaysia, Philippines, Singapore, Thailand and Indonesia, aware of the high vulnerability of their region to wide fluctuations in the production of basic foodstuffs and hence to instability of the countries' food supply, have expressed their desire to establish a food security reserve, consisting mainly of rice, the region's staple food. Such a cooperative endeavour of developing countries to ensure food security on a regional basis would most likely need external assistance, financial as well as material; from bilateral as well as from multilateral sources.

Bearing all this in mind, my delegation cannot but feel deep concern that the flow of external resources to agriculture has not kept pace with the expanding need, but has on the other hand tended to stagnate, if not to decline. External commitments for agriculture, especially in the food sector, in developing countries are estimated to have reached only $3. 5 billion in 1976, which is less than half of the requirements as projected by the 1974 World Food Conference. This gross inadequacy of external commitments is deeply regrettable, especially now that agriculture in the developing world seems to have reached a highly crucial stage in its development. All possible efforts should therefore be made to promote the accelerated flow of such external resources, bilateral as well as international.

Taking all this into account, the suggestion made by the FAO Council, that this Nineteenth Session of the Conference should focus its attention on this fundamental issue of investment, can therefore only be welcomed. As the Director-General himself has stated: "one of the key prerequisites for progress in particular. all fields of agricultural development, is investment, both from domestic as well as from international sources". We therefore welcome the efforts he has made to increase the contribution FAO can render to the promotion of such investments. The Technical Cooperation Programme


initiated recently, and which we fully support, can be expected to increase FAO's capacity to respond on its own account, to request from countries in various fields, including the preparation and formulation of projects for submission to lending agencies.

One or two points I would like to mention in this respect: first that it is increasingly important for such external assistance to take full account of the desire of developing nations and the objective need for these nations to achieve a higher degree of self-reliance in the context of overall economic and social development. The expanding use of so-called national institutions in the utilization of such assistance will greatly promote the achievement of these objectives. Related to this is the long expressed desire by FAO Member Nations, especially from the developing world, to bring about a higher degree of decentralization within the Organization. Such decentralization should be reflected not merely in an increasing number of posts in the regions, but even more so in an expanding number of field activities and increased decision-making at the regional and country level. The strengthening of FAO's country representation, decided upon during the Director-General's brief tenure, should be seen as an important step in the desired direction.

In conclusion, Sir, my delegation would like to bring to the attention of the Conference, a highly important international event, that is the Eighth World Forestry Congress to take place in Indonesia in October next year. My Government feels honoured and grateful for the great confidence shown by the international world, which has elected our country to host this World Congress on Forestry. The main theme of this world gathering will be "Forests for People", which will focus on the important role of forests for the economic and social welfare of mankind in general, and of local rural communities in particular.

The Indonesian Government will do its utmost to secure the greatest possible success of the Congress and is deeply grateful to the Director-General of FAO and his staff, especially in the Forestry Department and its Forestry Industries Division, who are collaborating with us in the preparation of this great international event.

I may add, Sir, that a number of programmes is being prepared by our Government in relation to the Congress, so as to give the largest possible opportunity to participants to acquaint themselves with the various aspects of developments and the progress we have been able to make in the field of forestry and forest industries.

Allow me to assure this august assembly that our Government and people are looking forward to welcome as large a number as possible of foresters and policy makers from all over the world to the Eighth World Forestry Congress to be held in Indonesia from 16 to 28 October 1978.

Mgr. A. FERRARI-TONIOLO (Holy See): Thank you for giving me the floor in this distinguished Assembly of the Delegations of State-Members called together in Conference to exercise their decision-making power on policy choices both for within the FAO and internationally.

In this Conference, guidelines for common action must especially be drawn up within the immediate perspective of the next two-year period, but also for further ahead into the eighties into the International Development Strategy for the Third United Nations Development Decade.

This Delegation, of course, looks at the decisions to be made and. the tasks to be accomplished by considering the moral requirements which emerge from the FAO's constitutional goals. We are happy to note that, along with the analyses on the economic and technical levels and with the concrete execution of projects, the more specifically human aspects of the issues are more and more detectable; that from strictly economic material points of view, there is a move towards more directly cultural and social non-material ones; from food, health and shelter, to active and aware participation in all levels of the Community, to education and formation: in a word, toward the total growth of all men.

In line with the ethical vision which inspires the Holy See's presence, our focus is brought on the effective attainment and satisfaction of the basic needs of the integral human being.

It pleases us, therefore, to note in its Regular Programme and in its operational activity, the role which FAO is taking on more and more with a great sense of responsibility, not only to favour all efforts aimed at greater functionality and at more concrete and realistic operations, but also explicitly to attain more decidedly human objectives. In fact, in the preparatory documents of the Conference, a much wider reference can be noted whereby agricultural activity widens up to the "rural world", repeatedly calling attention to the poorest sections of rural peoples, especially those who are landless or small farmers, with realistic support for the problems of local Communities and small villages, to agriculture at the level of the small farmer. Many of the statements made during the various FAO Regional Conferences during the past year bore witness to this broader reference.


The Holy See is so sensitive to these problems that it shares the conviction that agriculture still suffers from underestimation, as Pope Paul VI said to the World Food Conference on November 9, 1974 (cfr. AAS, 6 6-174, p. 650). It continues being a depressed sector in many places. Thus it is important to continue to rehabilitate agriculture - in industrialized countries where there is a decrease in cultivated lands and in the number of farmers, and, more so, in developing countries where it represents the most under-developed economic sector. The political will of governments must be encouraged to give agriculture its fair place, to assure workers the possibilities for formation and the advantages comparable to those for workers who leave for factories, in order to avoid that agriculture pays the price for the development of other economic sectors.

But, an authentic moral vision requires a universal concept of life which is open to a global vision of the world, even when decisions are made which tend to strengthen the characteristics and the autonomies of initiatives made by Groups, Nations and Continents.

Even when the importance of a "collective self-reliance" is being emphasized in forms of regional and area solidarities, the capacity for judgment on a world-wide scale, reflective of basic values common to all, must be preserved and cultivated.

The programmes and funds relative to regional projects should be conceived, executed and utilized in such a way so as to accelerate concretely the development of the most backward countries, but without ever losing sight of the global vision so that the emergence will not be favoured of new isolations based on the nationalisms of individual nations which can lead to new forms of collective selfishness with its rigid exclusions and discriminations of one group of countries against others.

The Holy See Delegation looks favourably on technical cooperation programmes precisely because technical and organizational problems, too, necessarily involve human problems. Concrete achievements are the basis for resolving many fundamental needs of peoples and can take part in effectively reducing the distance between rich and poor nations which, unhappily, still seem to be potentially growing while, on the other hand, this distance is referred to in the Work Programme as a "morally unacceptable gap" - a judgment which should be fully concurred upon.

Thus, technical cooperation and the renewal of structures should be carried out for human purposes in their socio-economic and institutional aspects. For this reason, we are pleased that the forthcoming 1979 Conference has the double and joint aspect of "agrarian reform" and, more widely, of " rural development", with clear reference to the populations in predominantly agricultural countries and especially to small farmers and landless workers.

It is gratifying to note how the third guideline of agricultural adjustment recalls reducing social inequalities and fuller integration of the rural population into the national economy when speaking of the adaptation of structures and techniques for a growth of agricultural production.

Furthermore, the fourth guideline explicitly indicates the adjustment of food consumption for all socio-economic groups, to which could be added the appeal to limit the high consumption and wastage which occur in more advanced countries brought about by the expensive and irrational life styles of some privileged groups. Once again we wish to strongly recall the need not to squander the resources necessary for investments in burdensome ways deriving from the arms race, while the same capital could instead offer the world Community a much vaster use of the resources of the lands and seas.

The fifth guideline emphasizes the need for an urgent improvement of the nutritional levels of poor and undernourished groups, as well as the so-called "vulnerable" ones.

Concerning food security, this delegation expresses its opinion that the re-establishing -- which today seems easy --of the minimum level of world grain reserves be made to function according to criteria of real solidarity. It is not only a question of building up national reserves on one's own territory, but of putting them at the disposal of the international Community.

Concerning food aid, this delegation notes with pleasure that in the last two years a marked increase has taken place in the quantity of cereals given as food aid.

We hope that the multi-lateral means of inter-governmental Organizations will be used increasingly, trusting in their ability to collaborate in defining internal and international projects and programmesand in being efficient Agencies of execution. ·

The FAO's own activity must be defended, but considered and carried out more and more in close relation--ship with other entities of the entire world Community and its various International Organizations.


This Holy See Delegation particularly wishes to call attention to the harmony required between the FAO and the World Food Council, established as a UN Organ at the ministerial level.

And also between the FAO and IFAD (International Fund for Agricultural Development), which will soon be in operation as a new autonomous specialized Agency in the United Nations system.

All efficient international cooperation certainly requires coordination of the various specializations but in such a way as to avoid useless duplications or, on the other hand, centralizations which hinder a multiplicity of vital initiatives.

But this presupposes a new relationship of cordial good will to be established, which avoids inflexible and opposing positions and aids a constructive covergence between advanced countries and developing ones; for only through open solidarity and good will toward all will the basic and most urgent human needs be met.

Thank you for your attention. I should like to remind you that you are cordially invited to the traditional Audience in the Apostolic Palace in Vatican City for all the participants in this Session of the FAO Conference.

A. HUMBLET (Belgique): Avant toute chose, j'aimerais joindre ma voix à celles des personalités qui m'ont précède, à cette tribune, pour vous féliciter de votre élection à la direction des travaux de cette 19è session de la Conférence de la FAO.

Monsieur le Président, Excellences, Masdames, Messieurs, lorsqu'en novembre 1975 votre Assemblée a doté la FAO d'un nouveau Directeur général, je crois qu'elle a fait bon choix.

Il n'était pas facile de succéder à Monsieur BOERMA et, par ailleurs, la situation de l'agriculture et de l'alimentation dans le monde, douloureusement mise en lumière par la Conférence alimentaire mondiale de 1974 léguait à Monsieur le Directeur général Saouma un lourd héritage.

Aujourd'hui, après deux ans d'une expérience qui se poursuit chaque jour sous son impulsion, nous pouvons considérer que nous sommes dans la bonne voie pour réaliser un des objectifs majeurs de la FAO: la sécurité alimentaire.

C'est en effet dès sa création que la FAO a poursuivi le double objectif du développement agricole et de l'indépendance nutritionnelle.

Certes, à l'époque, les impératifs et l'environnement économiques étaient différents, mais les problèmes étaient les mêmes. Or, comme l'homme a une fâcheuse tendance à oublier les leçons de l'Histoire et que la domestication des animaux est plus aisée que celle de la météorologie, l'Humanité semble soumise à cette perpétuelle alternance qui, dans les années soixante douze à soixante quatorze a pris des proportions tragiques, suite à la conjonction malencontreuse de circonstances néfastes.

La prise collective de conscience de novembre 1974 nous a en tout cas incités à construire des structures à la mesure de nos imprévoyances. Et déjà, nous pensons qu'elles portent leurs fruits.

Où en sommes-nous aujourd'hui? Les perspectives de la FAO établies grace notamment au Système mondial d'information agricole sont relativement rassurantes pour les céréales et le riz. Et la reconstitution progressive des stocks semble offrir, enfin, la possibilité de donner consistance aux différents engagements relatifs à la sécurité alimentaire mondiale.

Cependant, comme Monsieur le Directeur général Saouma nous l'a rappelé hier, nous ne sommes pas au bout du combat contre la faim et la malnutrition.

Ceci demandera encore à la Communauté des Nations efforts et disciplines, et c'est dans cet esprit qu'il faut, je crois, envisager les pourparlers qui s'engageront - après la phase préparatoire actuelle - pour tenter d'aboutir à de nouvelles règles internationales pour le commerce du blé et l'aide alimentaire.

En effet, les experts de la FAO nous le confirment, l'expérience a prouvé que la marge entre pénuries et excédents reste étroite et qu'une situation globale favorable peut cacher des difficultés régionales, des bavures, comme nous l'apprennent les rapports des Commissions et Conférences régionales. Il nous faut donc rester vigilants!


S'agissant des pays membres de la Communauté économique européenne, et parlant en qualité de President du Conseil de cette Communauté, qu'il me soit permis de rappeler, dans la ligne des résolutions de la Conférence alimentaire, les intentions, réaffirmées dans les différentes enceintes internationales, mais aussi les realisations en ce qui touche: la sécurité alimentaire, l'aide au développement rural et à la production alimentaire, sans négliger pour autant les autres aspects agro-économiques du développement. Sur le seul plan de l'aide alimentaire globale, les pays de la Communauté européenne ont, en toutes circonstances, maintenu le volume de leur contribution en céréales, et amplifié ou diversifié leurs efforts pour une meilleure utilisation de leurs aides, soit directement, soit au travers des organes internationaux chargés de ce genre d'interventions.

Nous poursuivrons nos efforts à cet égard, et je rappellerai en passant que les fournitures communautaires au titre de l'aide alimentaire sont faites sous forme de dons, et livrées CAF, ce qui correspond bien à l'esprit et à la lettre des recommandations du Conseil alimentaire mondial de Manille, en juin dernier.

Par ailleurs, pour ce qui est de la négociation d'un nouvel accord sur le blé, les conceptions de la Communauté européenne sont bien connues et seront confrontées avec celles de nos partenaires à cette discussion, dans l'esprit des résolutions de l'UNCTAD et de la Conférence alimentaire mondiale, dans une perspective de régularisation des marchés.

Mais, Monsieur le Président, notre vigilance peut aussi s'exercer d'autre manière, par exemple, en développant les systèmes actuels de répartition des aliments disponibles et aussi, à plus longue échéance, en revoyant les schémas de l'auto-financement des importations alimentaires nécessaires, ou les possibilités de développer l'autosuffisance par la promotion des productions vivriè. res locales.

Car en effet, Monsieur le Président, pour importante qu'elle soit, l'aide alimentaire n'est pas tout, l'essentiel étant le développement lui-même, c'est-à-dire l'investissement dans l'agriculture et les infra-structures connexes, de manière à répondre non seulement aux résolutions XVII et XVIII mais aussi I et II de la Conférence alimentaire.

Déjà, dans sa participation aux actions d'urgence des Nations Unies, la Communauté européenne avait orienté ses interventions vers le développement rural. C'est aussi dans ce sens, mais dans une conception et des structures à plus longue échéance, qu'elle a conclu avec ses partenaires le réseau de relations préférentielles, que chacun connaît, que certains critiquent, mais qui en définitive représente de la part des pays de la Communauté un effort constant. Cet effort, elle a l'intention de le poursuivre, en dépit d'une conjoncture adverse persistante qui lui imposera sans doute des choix et des contraintes.

Le renouveau agricole de vastes régions où règne encore la malnutrition nous impose cependant de prêter une attention particulière à certains types d'actions, pour lesquelles d'ailleurs les nouvelles expériences de la FAO sur le terrain peuvent nous aider. C'est dans ce sens que vont les actions d'assistance financière et technique des Fonds européens de développement qui agissent dans le cadre de l'accord de Lomé, lequel associe aujourd'hui la CEE à 52 pays en développement de l'Afrique, des Caraïbes et du Pacifique. Déjà pour la période allant de 1971 à 1975, près de 2 milliards d'U. C. européennes ont été consacrés à des actions visant le transfert de technologie et de connaissances agronomiques, la fourniture de semences sélectionnées, d'engrais, etc.

Cet effort financier, auquel contribuent à la fois le budget communautaire, le Fonds européen de développement et la Banque européenne d'investissement, est encore appelé à se développer d'ici 1980, conformément aux dispositions financières de la Convention mais également en fonction des modalités des accords de coopération conclus entre la CEE, les pays du Mahgreb et d'autres pays de la zone méditerranéenne. Mais ce n'est pas tout, car notre effort s'est porté aussi vers des pays avec lesquels nous n'avons pas de relations conventionnelles mais dont la, situation difficile a retenu l'attention du Conseil de la Communauté. Les montants prévus pour l'assistance à ces pays non associés ont d'ailleurs été relevés dans des proportions importantes pour 1977, en mettant là aussi 1 accent sur les besoins du secteur rural, notamment en matière de stockage des grains et des engrais. Et ceci, Monsieur le Président, a une résonnance particulière si l'on se réfère a la décision de principe prise par le Conseil de la FAO sur le problème des pertes après récolte et la création d'un Fonds à cet effet. Cette décision, il nous appartiendra de la confirmer et d'examiner, dans les organes techniques de cette Conférence, les moyens éventuels à mettre en oeuvre.


En matière d'investissement dans l'agriculture, on peut citer aussi la participation communautaire au Fonds spécial d'action, issu des délibérations de la Conférence de Paris pour la Coopération économique internationale, puisque, dès à présent, on peut escompter une intervention dans le domaine rural, selon les zones éligibles et leurs besoins particuliers.

Et c'est sans doute aussi dans le même esprit qu'il faut considérer les premières manifestations concrètes d'un autre Dialogue qui est susceptible d'ouvrir à certaines régions particulièrement démunies du monde arabe de nouvelles perspectives de production agricole, et de croissance.

Et puis, et surtout, il y a le FIDA, ce Fonds international de développement agricole voulu par la Conférence alimentaire et auquel les pays de la Communauté européenne contribuent pour près de 200 millions de dollars, et qui pourra, dès le mois prochain, prendre des initiatives en ce domaine.

Monsieur le Président, l'aide au développement de la Communauté européenne, ce n'est pas seulement une assistance financière et technique. C'est aussi un investissement intellectuel et humain. La recherche scientifique appliquée à l'agriculture et la vulgarisation des méthodes et des connaissances en sont les témoins constants.

Cette coopération ne serait cependant pas globale si elle négligeait les aspects commerciaux du développement agricole. Bien sur, c'est aux intéressés qu'il appartient de~faire des choix entre l'autosuffisance alimentaire par la production vivrière locale, et l'autofinancement des importations alimentaires par des exportations commerciales. A cet égard - mais je n'en tire aucune conclusion absolue - les dernières années ont montré combien grande pouvait être notre dépendance réciproque, mais aussi combien capricieux pouvaient redevenir les marchés des produits de base. Stabilité ou instabilité: là est toujours la question.

Monsieur le Président, j'ai souvent, et hier encore à cette tribune, entendu mentionner "le nouvel ordre économique international'': ce n'est pas, après tout, un vocable très nouveau dans cette Organisation puisque - si ma mémoire et la documentation de mes collaborateurs sont fidèles - c'est en 1964 déjà qu'une étude de la FAO sur les arrangements mondiaux de produits en faisait mention, étude que Monsieur le Directeur général SEN transmettait au Secrétaire général de la CNUCED, Monsieur PREBISH à l'époque. Et dans cette étude transparaissait déjà l'origine de tous nos soucis d'aujourd'hui.

En vérité, Monsieur le Président, parvenir à un équilibre rationnel dans un monde qui ne l'est guère, ce n'est pas chose facile. Pour réaliser un ordre économique, il faut le situer par rapport à l'instabilité que nous connaissons depuis quelques années, dans les domaines monétaire, économique, social.

C'est donc là aussi que notre vigilance doit s'exercer. Et c'est dans cette optique que la Communauté économique européenne a envisagé sur différents plans, des orientations ou des actions susceptibles de nous faire retrouver à tous un peu de cette stabilité perdue. Oui, sur différents plans, car les approches varient selon les circonstances et la dimension des problèmes.

Tout d'abord, en ce qui concerne les accords de produits, nous persistons à penser que la forme de ces accords et les mécanismes dont on les dote, doivent s’inspirer davantage de la logique économique que du marchandage. Faute de mécanismes suffisamment élaborés, et faute d'un consensus suffisant pour les mettre en oeuvre, il sera bien difficile d'éviter le retour de ces fluctuations erratiques des cours sur les marchés, et de ces soubresauts spéculatifs, qui sont peut-être profitables à certains, mais certainement néfastes à une croissance véritable de l'économie et du développement. Et si l'on se réfère à la situation difficile des cinq dernières années, et si l'on se souvient des séquelles de situations semblables dans le passé, alors on doit se persuader que ce n'est pas la bonne voie vers un meilleur/ordre économique.

La Communauté européenne, pour sa part, continuera à rechercher les moyens de parvenir à une régularisation des marchés de produits. Mais elle ne peut y arriver seule, et invite chacun à faire des choix.

Et choisir, Monsieur le Président, nous pensons que cela veut dire: rechercher des approches comparables, sans perdre notre sens de la relativité des situations, sans perdre de vue non plus la finalité de nos actions.

C'est ainsi que la Communauté a été amenée, dans ses relations avec les pays ACP associés, à envisager d'autres moyens alternatifs de stabilisation ou de récupération des recettes d'exportation, pour éviter précisément aux producteurs de certains produits sensibles les effets des variations de cours sur les marchés mondiaux. Elle a pris à cet égard des engagements, financièrement limités et réduits à un certain nombre de produits, mais qui ont permis jusqu'ici un rattrapage suffisant dans des secteurs qui, faute peut-être d'un effort commun de diversification, représentent encore un pourcentage considérable du potentiel d'exportation et donc des rentrées de devises des pays concernés.


Par ailleurs, pour un produit particulier, le sucre pour ne pas le nommer, un régime spécial assure aux producteurs associés, dans le cadre d'un contingent annuel, une garantie d'achat au prix intérieur de reprise dans la Communauté.

Sous un autre aspect de la commercialisation, faut-il rappeler que conformément aux résolutions de la CNUCED, la Communauté maintiendra et améliorera sa participation au Système de préférences généralisées.

En résumé, Monsieur le Président, qu'il s'agisse de la sécurité alimentaire, de la coopération au développement par l'assistance financière ou technique, d'aide alimentaire ou de protection des recettes des producteurs, et que cela concerne le développement rural ou celui de la commercialisation, la Communauté européenne a entrepris ou a participé à un nombre considérable d'actions, qui toutes ont pour objectif d'accélérer l'accession des pays en développement à un statut économique équilibre.

Elle a sans doute réparti inégalement ses efforts et ses contributions. Mais nul ne peut tout faire, ni tout faire à la fois. Nous pensons néanmoins que certaines de nos contributions garderont une valeur exemplaire. Il n'y a de notre part aucune vanité à le dire et nous croyons avoir rempli honorablement notre contrat.

Monsieur le Président, parlant cette fois au nom du gouvernement belge, je dirai que la BELGIQUE a, pour sa part, poursuivi, soit en actions bilatérales, soit en participations multilatérales, sa contri-bution au relèvement économique et social de pays en voie de développement avec lesquels elle entretient des relations particulières, au centre de l'Afriqueentre autres. Les participations financières et techniques, mais aussi la collaboration active de milieux scientifiques et d'experts, ou l'accueil de stagiaires et une collaboration constante avec la FAO font que la Belgique réalise à cet égard une oeuvre considérable. La vulgarisation de la recherche agronomique constitue en l'occurrence une contribution de choix, dans l'optique d'un meilleur développement rural. Deux cents millions de F. B. financent des projets d'aménagement rural et d'entreposage, tandis que l'ensemble de la coopération bilatérale atteint 70 millions de dollars, enseignement compris. Bien sûr, la Belgique contribue à concurrence d'un pourcentage fixé, aux opérations communautaires d'aide, en matière alimentaire notamment.

D'autres actions ponctuelles d'assistance permettent d'élargir ce cercle. D'une façon générale, on peut dire que l'orientation de la coopération belge vers le domaine rural n'a rien de récent ni d'accidentel. Et nous sommes de ceux qui avons salué avec sympathie le rapprochement des activités de la FAO vers les problèmes de terrain et les communautés humaines directement concernées.

Comme vous le savez, Monsieur le Président, la Belgique, avec les autres membres de la Communauté, a procédé à une série d'ajustements des structures agricoles, par des mesures d'assainissement dans le domaine socio-économique, en accélérant parfois un processus de désengagement agricole déjà en cours depuis deux décennies. Les effets de ce processus se feront sentir à moyen terme, certes. Il y a cependant aujourd'hui des limites à ces transferts, limites imposées soit par la nature, soit par des difficultés sociales conjoncturelles. Car déplacer l'exode rural vers le chômage technologique ou structurel d'autres secteurs économiques n'est évidemment pas une mesure d'ajustement recommandable.

A l'inverse si l'on peut dire, et cela aussi Monsieur Saouma nous l'a rappelé, il existe d'autres problèmes d'ajustement des structures agraires. En effet, si l'agriculture sans terre n'est pas encore pour demain, et si les programmes de production d'engrais, les transferts de matériel et de technologie, ou le rétablissement des termes de l'échange cautionnent l'avenir du développement rural dans les pays en développement, il apparaît que le premier investissement en agriculture, c'est la terre, c'est à dire la disponibilité directe ou indirecte du sol cultivable.

Fondamental est donc le problème des structures physiques, biologiques, économiques et sociales de la production agricole, là où cette production est la plus nécessaire.

Déjà, il est vrai, des organismes internationaux comme l'OCDE se sont penchés sur la question de l'utilisation des sols en agriculture, dans les régions où la terre arable rétrécit chaque jour, comme peau de chagrin.

Déjà aussi les Commissions et Conférences régionales se préoccupent de ce genre de problème.

Pour conclure, Monsieur le Président, compte tenu des recommandations II et VI de la Conférence alimen-taire, et des lignes d'orientation de l'ajustement international, et s'agissant des populations plus particulièrement concernées par le développement de la production vivrière, nous estimons que la Conférence sur la réforme agraire, que l'on se propose d'organiser ici même en 1979, doit éveiller à cet égard un intérêt considérable. Nous espérons pouvoir en suivre la préparation et les travaux. Le thème n'est pas nouveau, certes. Mais, compte tenu des impératifs de la sécurité alimentaire, une nouvelle étude des concepts socio-économiques du milieu agricole n'est pas sans importance; car, Monseiur le Président, le but de la FAO, sinon sa devise, c'est aussi de rendre à la terre son role nourricier.


M. BELKHODJA (Tunisie) (interprétation de l'arabe):

Au nom du Dieu clément et miséricordieux,

Monsieur le Président, honorables délégués, Mesdames et Messieurs: Permettez-moi tout d'abord, Monsieur le Président, de joindre ma voix à celle des chefs de délégations qui vous ont déjà félicité à l'occasion de votre élection pour présider aux travaux de cette session. Je formule l'espoir que vos efforts soient couronnés de succès et je suis persuadé que, grâce à votre expérience, à votre compétence et à votre sagesse, vous allez ouvrir la voie d'un dialogue fructueux et d'un débat constructif qui vont caractériser cette 19ème Conférence générale de la FAO.

Je voudrais saluer également ici les nouveaux membres de notre Organisation, pays avec lesquels nous entretenons des liens très solides, et ceci ne fera que consolider notre Organisation.

Cette conférence revêt un caractère particulier puisque c'est la première Conférence générale qui se tient après l'élection du Directeur général actuel, Monsieur Edouard Saouma, et cette Conférence va certainement nous permettre d'évaluer ce que la FAO a déjà accompli et voir quelles sont ses perspectives d'avenir. Cette conférence est d'autant plus importante qu'elle se tient juste après la réunion de conférences internationales qui ont traité de questions vitales telles que la question de l'habitat, du commerce, et du développement, des eaux, du droit de la mer, de l'environnement et de; la désertification; ceci, bien sûr, parallèlement au Dialogue euro-arabe et à la Conférence Nord-Sud en cour. Mais, malgré l'importance des thèmes débattus au cours de ces conférences et de ces rencontres, les problèmes alimentaires restent au premier plan des préoccupations de la communauté internationale. En effet, c'est depuis dix ans environ que nous avons dû faire face à cette question complexe. Nous avons alors retroussé nos manches et nous nous sommes attelés à la tâche avec autant de sérieux que d'entrain. Malheureusement, les efforts que nous avons ainsi déployés ne nous ont pas permis d'atteindre notre objectif, à savoir faire disparaître le spectre de la famine qui menace notre monde. Cet effort n'a pas été l'apanage de quelques individus ou de quelques pays seulement, mais c'était un effort collectif puisque cette question a été traitée par la majorité, sinon la totalité, des organisations tant nationales que régionales et internationales et dont la principale est l'Organisation des Nations Unies pour l'alimentation et l'agriculture. Il n'en reste pas moins que les ressources et les possibilités mises à la disposition des peuples les moins développés étaient insuffisantes.

Pour remédier au problème de la faim et de la malnutrition, il nous faut, à notre avis, ne pas perdre de vue les deux éléments suivants: Io) combler le déficit alimentaire par des mesures rapides et directes ne permet pas de subvenir aux besoins de ceux qui souffrent vraiment de la faim; 2°) il faut fournir aux pays en développement les moyens de production nécessaires pour qu'ils soient en mesure d'assurer à leurs populations les aliments dont elles ont besoin.

La dignité des pays en développement et leur fierté font qu'ils n'accepteront jamais que la solution de ce problème soit limitée à l'aide directe, comme ils n'accepteront pas non plus que l'aide qui leur est fournie pour leur permettre d'acquérir les moyens de production soit une aide accordée au compte-gouttes et d'un volume insignifiant.

La sécurité sociale et politique dans le monde en général et dans les pays en développement en particulier ne peut s'instaurer que si nous arrivons à l'éradication de la faim et de la malnutrition dans les délais raisonnables qu'on ne peut prolonger indéfiniment. C'est là l'objectif que nous nous sommes tous assigné et pour lequel doivent être mobilisés tous les efforts de tous les pays: les pays menacés doivent s'efforcer de compter sur eux-mêmes et les pays riches se doivent de leur fournir l'aide appropriée.

Nous pensions que la FAO peut jouer dans ce domaine le rôle de coordinateur entre pays en développement et pays développés. La FAO a déjà fait la preuve depuis deux ans de son efficacité dans le domaine de l'aide directe et ce, par le programme de coopération technique et le programme de coopération entre pays du Proche-Orient. Ces deux programmes ont permis d'exécuter d'importants projets dans les domaines de l'aide d'urgence, de la formation, de la recherche et de la production.

Je voudrais me prévaloir de cette occasion pour exprimer nos remerciements les plus sincères aux pays arabes producteurs de pétrole et au Directeur général de la FAO ainsi qu'à ses collaborateurs pour cette heureuse initiative qui a déjà porté ses fruits.

L'appui fourni à ces programmes est en fait un appui fourni à notre Organisation et une garantie de progrès pour nos pays. Nous sommes convaincus que la FAO peut être le meilleur conseiller pour tous les pays membres. Elle peut jouer le role d'agent d'exécution dont la tâche essentielle consisterait à élaborer des programmes de développement et à coordonner entre les pays développés et les pays en développement pour mettre tout en oeuvre afin d'éliminer la pauvreté de notre planète et ce, dans un délai raisonnable.


La FAO est à nos yeux le trait d'union entre les pays développés et les pays en développement. Son role ne peut pas consister uniquement à grouper deux catégories dont l'une est démesurée dans ses demandes et l'autre avare dans ses donations.

Ceci nous amène à parler du budget de l'Organisation que nous devons discuter à la lumière du succès et de l'efficacité des programmes pour lesquels ce budget a été élaboré. Si les programmes sont réalistes et efficaces et qu'ils débouchent sur des résultats positifs et bénéfiques pour tous les peuples, et surtout pour les peuples les moins développés, il est alors du devoir de toute la communauté internationale de trouver le financement nécessaire à ces programmes, car bien souvent certaines activités importantes sont annulées par manque de financement, ce qui, par voie de conséquence, fait reculer les objectifs que nous nous sommes fixés.

Pouvons-nous accepter cela alors que nous savons tous pertinemment que le secteur agricole ne peut pas enregistrer un taux de développement important? Pouvons-nous accepter cela alors que nous savons que ce sont les pays en développement qui souffrent de l'explosion démographique? Allons-nous faire cela alors qu'il nous revient, à nous, d'améliorer le sort de nos peuples en développement et de répondre, ne fût-ce que partiellement, à leurs aspirations?

En outre, le développement des différents moyens d'information a eu une influence très importante sur les peuples. En effet, depuis un quart de siècle environ, ces peuples, et surtout les plus déshérités d'entre eux, savent maintenant qu'il existe un mode de vie plus opulent dans les pays industrialisés. Leurs besoins se sont développés en conséquence et leurs responsables se sont vus dans l'obligation de réaliser leurs espoirs. Donc, il va de soi que cette évolution inéluctable des mentalités débouche sur la nécessité d'assurer les besoins impératifs qui ont vu le jour, non seulement dans le domaine de l'alimentation, mais également dans d'autres domaines tels que la santé, l'éducation et la culture, et ce pour permettre à l'individu de recouvrer sa fierté et sa dignité. C'est la raison pour laquelle des programmes intégrés pour l'accroissement de la production et de la productivité, basés sur une nouvelle méthodologie et des techniques modernes, tout en veillant à la conservation des sols et à l'aménagement des ressources en eau, c'est la raison pour laquelle ces programmes ont nécessité des travaux également importants tels que la construction des routes, l'approvisionnement en eau potable, l'electrification, la construction d'hôpitaux, de dispensaires, d'écoles et de maisons de culture.

C'est là la politique que nous poursuivons dans le domaine du. développement rural intégré qui garantit parallèlement à l'essor économique l'élévation du niveau de l'individu et, par conséquent, l'équilibre économique et social des peuples. Mais force nous a été de constater que ces programmes se heurtent à la réticence des institutions de financement qui s'accrochent aux critères de rentabilité financière alors qu'en fait de tels programmes nécessitent la mise sur pied d'une infrastructure dont le rendement n'est ni rapide ni direct, mais dont l'intérêt est capital pour d'autres projets qui ne peuvent être entrepris en l'absence d'une telle infrastructure.

Il faut donc étudier ces programmes avec souplesse et compréhension car leur rendement n'apparaîtra qu'à long terme. En outre, ces programmes ne visent pas seulement à l'accroissement de la production, mais également à forger de nouvelles mentalités et à mobiliser les populations pour qu'elles deviennent un outil de développement efficace.

Je voudrais également ici saluer la création du FIDA, formulant l'espoir qu'il commencera ses travaux dans les plus brefs délais, et ce pour financer des projets visant à l'amélioration de l'alimentation et de l'agriculture.

Je voudrais également me féliciter de l'initiative prise par la FAO pour organiser la Conférence mondiale sur la réforme agraire et le développement rural ainsi que la Conférence relative à la coopération internationale.

L'échange de vues au cours de ces réunions est enrichissant et constructif, et permet de connaître les exigences du développement intégré et surtout du financement de l'investissement qui constitue la pierre angulaire de tout effort de développement consenti par les pays en développement. Donc, les conditions d'octroi et de financement de ces investissements doivent être conformes à la situation de ces pays.

Il ne faut pas non plus exclure de cette aide certains pays sous prétexte que le revenu par habitant y a dépassé le niveau minimum, car l'accroissement de ce revenu découle des efforts propres déjà déployés par certains de ces pays qui se sont quelque peu avancés. Aussi, nous n'avons pas le droit de les priver de cette aide qui leur a permis de progresser; bien au contraire, il est de notre devoir de leur fournir notre appui, de fournir notre appui à tous les pays en développement sans exception.

Cet appui peut se faire sous forme d'aide financière et technique, et de transferts de technologie, et devra permettre de garantir la dignité de l'individu, donc l'équilibre économique des pays en développement, et de garantir la paix et la sécurité dans le monde.


Monsieur le Président, Mesdames, Messieurs, pour conclure, je formule l'espoir que les travaux de cette session soient couronnés de succès. Les regards de tous les peuples du monde sont dirigés vers nous, vers l'Organisation internationale qui oeuvre à l'élévation de l'homme et à l'amélioration de son niveau de vie. Nous sommes en mesure de prendre, au cours de cette session, les résolutions qui nous permettront d'atteindre ce noble objectif dans des délais déterminés et précis.

Je ne peux ici que rendre hommage à la FAO et, à sa tête, à Monsieur SAOUMA, pour les excellents documents et programmes de travail qui ont été mis à notre disposition, et qui contribueront certainement à réaliser l'objectif du développement et â alléger les souffrances de la faim et de la malnutrition. Ceci ne peut se faire qu'en respectant les droits de l'homme et son droit fondamental, à savoir le droit a l'alimentation.

B. O. W. MAFENI (Nigeria): Mr. Chairman, Your Excellencies, Distinguished Delegates, Ladies and Gentlemen: On behalf of my Delegation, I wish to congratulate you, Mr. Chairman, on your well-deserved election to preside ever the affairs of this Conference. I would also like to congratulate the Vice-Chairmen on their election. We of the Nigerian Delegation will do all we can to cooperate with you to ensure the success of the Conference.

As you are aware, Nigeria has put up a candidate for the post of the Independent Chairman of the FAO Council. My Government is most grateful to member countries for the overwhelming support given to Dr. Bukar Shaib's candidature long before the date of the election.

We are gathered here again to review the state of food and agriculture in the world during the past biennium and the outlook over the next biennium and the medium-term. We shall also consider the Director-General's Programme of Work and Budget for the same period.

The global food crisis which led to the convening of the World Food Conference in 1974 has receded to such an extent that some developed countries are now talking of cutting back their production of grains.

This improvement in the food situation is, however, largely confined to the developed countries. Most developing countries do still suffer from food shortages. In some cases there have been localised incidences of droughts and bad weather, but the main reason for the food shortages is the lack of capital for investment in the agricultural sector in most developing countries.

The World Food Conference of 1974 identified the lack of capital for investment as one of the major factors limiting the growth of agricultural production in the developing countries.

Most developing countries depend almost entirely on the export of agricultural primary products to the industralised countries for the generation of capital for investment. It is a well-known fact, Mr. Chairman, that the industrialised countries not only control the world market for agricultural primary products, but they also control the prices of the manufactured goods which the developing countries need to increase their agricultural production.

Under this trading arrangement, the prices of manufactured goods are always going up and up while the prices of primary products are always fluctuating violently to the disadvantage of the developing countries. Since there is no correlation between the prices of primary products and manufactured goods, the developing countries are forced to borrow heavily from the industrialised countries to be able to buy the manufactured goods necessary for their development.

For example, statistics recently released by the United Nations Economic Commission for Africa showed that African countries have accumulated a total external debt burden of more than thirty-four billion U. S. Dollars ($34 000 million) because of fluctuations in the prices of their primary products on the world market.

The story is the same for other developing regions of the world such as Asia and Latin America. The debt servicing by the developing countries to the industrialised countries in the Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) is now of the order of one billion U. S. Dollars ($1 000 million) a year. Under these conditions, is it surprising, Mr. Chairman, that most developing countries lack the necessary capital to invest in the agricultural sector or in any other sector of their economy for that matter?

Now, at least two industrialised countries have realised the seriousness of the situation and have decided to write off their debts to the so-called "most seriously affected" of the developing countries. Sweden's Minister for International Development Co-operation, in announcing his country's decision to write off such debts amounting to about $200 million, made the following statement - and I quote:


"If all donor countries joined in an action to cancel Official Development Assistance debts to the poorest, it would mean a nearly 20 per cent increase of aid to these countries. For the rich it would mean foregoing a mere 0. 02 per cent of their gross national product. "

Nobody can deny the force in the Swedish Minister's arguments.

In recent years, the United Nations Development Programme has become utterly unreliable as a source of technical assistance to the developing countries and many agricultural projects financed by the UNDP have had to be abandoned.

The FAO also has failed to produce any results with the International Agricultural Adjustment which had been debated in this Conference over the past three or four biennia.

The net result of all these is that the state of food and agriculture has not improved in most developing countries during the past bienniura.

The concrete steps taken by Sweden and Canada to write off their debts to the poor developing countries and the impending launching of the International Fund for Agricultural Development, as well as the new policy of the World Bank to channel more capital investment into the agricultural sector, give us some hope for the future.

But so long as the present economic system which is based on the neo-colonialist principle of exploitation of the developing countries by the industrialised countries continues, it will be impossible for the developing countries to generate sufficient capital of their own to invest in their development.

We believe that the only permanent solution to the problem is the establishment of a New' International Economic Order as called for by the United Nations General Assembley. We appeal to the industrialized countries to take concrete steps to facilitate the achievement of the following goals in the shortest possible time as part of the New International Economic Order:

- The cancellation of all so called "Development Assistance" Debts owed by the developing countries to the industrialized countries, as has already been done by Canada and Sweden.

- The full implementation of the principle of International Agricultural Adjustments as worked out by the FAO.

- The exportation of processed agricultural products by the developing countries to the industrialized countries.

- The indexation of the prices of primary commodities against the prices of manufactured goods produced by the industrialized countries.

Unless a New International Economic Order is established, the widening gap between the developed and developing countries can never be closed.

Turning to the Director-General's Programme of Work and Budget for the 1978-79 Biennium, I wish to congratulate Dr. Edouard Saouma for the speed with which he has been able to reorientate the activities of the Organization since he assumed the office of Director-General barely two years ago.

There is no doubt that most of his proposals in the Programme of Work and Budget are designed to assist the developing countries to increase agricultural production. In this connection, my Delegation strongly supports the creation of the Technical Cooperation Programme by the FAO. Some developing countries have already benefited from the Programme, and the. Director-General should take steps to expand the scope of the Technical Cooperation Programme so that more developing countries can benefit from it in the next biennium.

The FAO should also develop a close and strong relationship with the International Fund for Agricultural Development so that the Fund can benefit from the experience and expertise of the FAO in making capital investments in developing countries.

My Delegation supports the Director-General's action programme for the prevention of food losses. In particular his proposals for reducing post-harvest losses. This is a field in which the FAO can assist the developing countries to produce tangible results within a fairly short time.


We, however, do not think that any concrete result can come out of the proposed World Conference on Agrarian Reform and Rural Development. This is because Agrarian Reforms are based on social and political principles which differ widely from country to country. It is not a subject which lends itself well to technical discussions. The Director-General should therefore bear these facts in mind and keep the expenditure on the World Conference on Agrarian Reform to a minimum.

The actions so far taken by the Director-General to decentralize the activities of the Organization to the country level is most commendable, and my Delegation fully supports the proposals for the appointment of more FAO Country Representatives in the coming biennium.

A situation which continues to cause concern not only to my Delegation but also to all other delegations from the Africa Region is the poor representation of our Region in the FAO staff structure at the Headquarters level.

For many years there has not been anybody from the Africa Region holding the post of an Assistant Director-General at Headquarters. Professional staff from the Africa Region are also few and far between at lower levels in the structure. In the Operations Division the Chiefs of three of the Regional Desks are nationals from their own Regions, but that is not so with the Africa Desk.

My Delegation and many others have raised this matter in previous Conferences here in Rome and also at the last Africa Regional Conference in Freetown. We call on the Director-General to look into this unsatisfactory situation and take steps to correct it so that professional staff from the Africa Region can play their full part in the affairs of this Organization at all levels alongside their collegues from other Regions.

Finally, I would like to welcome all the new member countries which have just been admitted into the Organization. Our special congratulations go to Angola and Mozambique which have gained their freedom after more than 500 years of colonial domination.

It is our fervent hope that Free Zimbabwe and Free Namibia will take their seats in this Organization at the next Conference.

DIRECTOR-GENERAL: The general debate is among the most important functions of the Conference. At this session, I am encouraged to note that not only will all delegations take the floor, but the overwhelming majority of the country statements will be delivered by the Ministers themselves.

I need not emphasize, therefore, my desire to follow in person this general debate and to take careful note of each country statement.

However, as it is well realized, the time when the distinguished ministers leading their delegations to the Conference and there are more than 80, are in Rome is extremely limited.

I therefore find myself in the position of wanting to be present in the Plenary Session and at the same time of wanting to meet individually with as many ministers as have expressed their wish to see me.

Moreover, at times when the commissions of this Conference consider Agenda items of major interest, I consider that it is also essential for me to participate, for limited periods, in their debates.

Faced with these conflicts, I have regretfully come to the conclusion that it will not be possible for me to be present at all times in the plenary. Of course, at times, when I am not here, I will be represented by the Deputy Director-General, Mr. Jackson.

I also need hardly add that I shall carefully study each country statement, through our verbatim records.

I trust, Mr. Chairman, that you and the distinguished delegates will appreciate my position and extend me their fullest cooperation and understanding.


I. MARGINEAU (Roumanie): Monsieur le Président, Monsieur le Directeur général, Mesdames et Messieurs, j'éprouve une satisfaction particulière à vous adresser, Monsieur le Président, au nom de la délégation de la République socialiste de la Roumanie mes félicitations cordiales pour le mandat qui vous est confié de diriger les travaux de la 19ème session de la Conférence générale de la FAO.

Connaissant votre prodigieuse activité sur le plan national et international, ainsi que l'expérience que vous possédez dans le domaine de l'économie en général et de l'agriculture en particulier, je suis convaincu que sous votre présidence et avec la contribution de nous tous; les travaux de la Conférence seront couronnés de succès.

Permettez-moi de féliciter également les autres personalités distinguées auxquelles ont été confiés des mandats pour le déroulement de notre importante réunion.

Je désire exprimer en même temps notre satisfaction profonde pour l'admission dans les rangs de la FAO de la République populaire démocratique de Corée, du Mozambique et de l'Angola, pays avec lesquels la Roumanie entretient d'étroites relations de collaboration sur des plans multiples. Nous éprouvons également une grande satisfaction pour l'admission dans notre Organisation de la République des Comores, de la République de Sao Tomé-et^Principe, de la République des Seychelles, de la République de Djibouti et de la Namibie.

Convaincus que leur participation à l'activité de la FAO sera importante pour la réalisation des objectifs de l'Organisation, je souhaite à tous les nouveaux membres une chaleureuse bienvenue.

Monsieur le Président, l'analyse de la situation de l'économie mondiale et des relations économiques entre les pays met en évidence l'existence dans le monde de problèmes graves et complexes qui attendent d'être résolus d'une manière efficace dans l'intérêt de tous les pays, de la paix et de la sécurité.

Comme le font remarquer les documents élaborés par le Secrétariat, ces derniers temps la situation mondiale de l'agriculture et de l'alimentation s'est améliorée. Malgré cela, ainsi que l'Assemblée générale de l'ONU l'a récemment relevé, "600 millions de personnes souffrent de la faim dans les pays en développement; il existe encore au monde plus de 800 millions d'analphabètes, 300 millions de chômeurs et le revenu moyen par habitant dans les pays les plus pauvres est d'environ cent fois inférieur à celui des pays industrialisés".

Ces problèmes sont de grands problèmes de l'humanité, et ce sont en même temps les nôtres qui nous occupons et qui avons la responsabilité du développement de l'agriculture et de l'alimentation mondiales.

A notre avis, on ne pourra trouver uns solution effective et réaliste à ces problèmes que dans la mesure où cette solution sera conçue comme partie intégrante des efforts visant à l'instauration dans le monde de rapports fondés sur la justice et l'équité.

Ainsi que le Président de la République socialiste de la Roumanie, Nicolae Ceausescu, le faisait remarquer! "l'instauration d'un nouvel ordre économique international est de la plus grande importance pour la garantie de la promotion d'une collaboration internationale équitable, le respect du droit de chaque peuple d'être le maître de ses richesses naturelles et de son destin, parce qu'elle assure les conditions exigées par le progrès économique et social plus rapide des peuples attardés".

L'expérience de la Roumanie, pays socialiste et pays en voie de développement, ainsi que celle d'autres pays, nous indiquent d'une manière précise que la solution des problèmes, auxquels ces pays sont confrontés, y compris le problème de l'alimentation, suppose avant tout la mobilisation au maximum, dans le contexte des priorités nationales du développement, des efforts propres à chaque pays pour assurer les moyens modernes de production à haut rendement et leur utilisation sur une grande échelle dans l'agriculture.

C'est justement dans cette direction que la Roumanie a orienté sa politique de développement agricole vers la modernisation de l'agriculture, réussissant de la sorte cette année aussi à obtenir une production agricole satisfaisante, malgré les conditions climatiques peu favorables. Conscients du fait qu'on devra se donner de la peine par la suite, nous nous sommes proposés d'augmenter les années suivantes le poids des cultures irriguées et de prendre d'autres mesures destinées à la mise en valeur accrue des terrains, à l'augmentation de la mécanisation et de l'utilisation de la chimie dans les travaux destinés à la production végétale, animale et dans d'autres activités.


Convaincue que l'effort personnel constitue le facteur déterminant dans la réalisation des objectifs du développement national, la Roumanie considère également qu'une contribution importante peut et doit être apportée à l'accélération du développement de l'agriculture en général, et en particulier dans les pays en développement, par l'accroissement sur le plan international d'une coopération entre tous les pays, tant sur le plan bilatéral et multilatéral d'une part, que sur le plan sous-régional, régional et interrégional d'autre part.

Dans le cadre de cette coopération, il s'impose à notre avis que les pays développés augmentent leurs participations aux efforts faits par les pays en développement visant à la modernisation de leur agriculture, en garantissant l'accès sans restriction et dans les meilleures conditions à la technologie la plus moderne capable d'assurer à travers son utilisation l'augmentation substantielle de la production.

De grandes possibilités pour augmenter cette participation proviendraient, à notre avis, de l'arrêt de la course aux armements et des dépenses qu'elle provoque, en permettant d'affecter une partie des ressources qui en résulteraient, au développement agricole des pays en développement.

De l'avis de la délégation roumaine, la FAO, la plus grande institution spécialisée du système de l'ONU, peut et doit apporter une contribution décisive, à travers des actions concrètes ayant pour but d aider les pays en développement dans leurs efforts pour mettre en valeur leurs ressources naturelles, à l'utilisation la plus complète possible des surfaces destinées à l'agriculture et qui ne sont pas encore utilisées dans toute leur étendue.

En ce sens, il faut souligner l'initiative positive de la FAO concernant la création d'un réseau scientifique international auquel la Roumanie participe activement et qui compte les cultures les plus importantes pour l'alimentation de l'homme (blé, mais, tournesol, fèves et autres).

Parlant de l'importance de la coopération internationale, nous devons relever que dans le cadre de cette coopération s'est développée et continue a s'épanouir la coopération entre les pays en développement eux-mêmes. L'élargissement de cette coopération devient à notre avis toujours plus importante et nécessaire.

Nous constatons avec satisfaction que la présente Conférence l'a également relevé et nous retenons qu'il est absolument nécessaire d'adopter ici des mesures concrètes dont l'application contribue effectivement au développement de cette coopération. Dans l'esprit de notre pays, de telles mesures pourraient comprendre, entre autres, la création de grandes entreprises pour la production agricole, la croissance et la différenciation de la production agro-alimentaire, l'épanouissement de la recherche scientifique et la formation de personnel pour le secteur agro-alimentaire, l'organisation de secteurs de projection et l'exécution des objectifs pour la production agricole, et la mise en oeuvre des moyens nécessaires pour arriver à ce but.

Selon l'avis de mon pays, une des mesures importantes visant au développement de la coopération entre les pays en développement dans le domaine de l'agriculture serait l'organisation de réunions spécialisées à différents niveaux qui puissent identifier et proposer des solutions pratiques aux problèmes auxquels les pays en développement doivent faire face dans ce domaine. En ce qui nous concerne, la Roumanie est prête à recevoir une réunion consacrée à la coopération internationale visant à l'élaboration et à la mise en pratique des programmes de collaboration en vue de la croissance de la production agricole dans les pays en voie de développement.

Je viens d'énumérer les problèmes qui devront constituer, selon nous, les objectifs prioritaires de la coopération internationale dans le domaine de l'agro-alimentâtion.

La FAO qui, par sa vocation et son statut, doit réaliser cette coopération, devra orienter son activité en tenant compte de cette nécessité pour contribuer toujours davantage à la solution des problèmes auxquels doivent faire face les pays en développement.

Considérant qu'une série de suggestions faites par le Directeur général concernant le programme de travail, le programme de terrain et les objectifs FAO à moyen terme, correspondent en grande partie à ces exigences, nous sommes toutefois de l'avis que des améliorations seraient nécessaires afin que ces programmes soient orientés avant tout vers des actions dont l'application représente une contribution directe de l'Organisation aux efforts visant à la croissance de la production agricole des pays en développement. En ce sens, il nous paraît souhaitable que le programme de coopération technique commencé par le Directeur général soit élargi davantage de manière que la FAO puisse participer plus largement et operativement à la réalisation des projets consacrés au développement agricole.


Nous considérons aussi comme une initiative digne d'être prise en considération la proposition tendant à instituer un programme d'action pour la prévention des pertes de récoltes ainsi que le Fonds spécial nécessaire.

En ce qui concerne le Programme alimentaire mondial, la Roumanie soutiendra son développement et y participera par des contributions en produits. A notre avis, dans le cadre de ce Programme, il sera nécessaire d'y intensifier nos efforts pour une utilisation meilleure de l'aide au développement, sans pour autant diminuer l'aide accordée dans les situations d'urgence.

Nous pensons que ces aspects devront se refléter dans le futur budget'de la FAO. Nous pensons qu'une rationnaiisation et une meilleure orientation de ce budget sont possibles afin qu'une part toujours plus grande soit attribuée à des actions tendant à aider directement le développement agricole. Nous considérons qu'en ce sens il serait opportun de réaliser une organisation plus efficiente du Secrétariat de la FAO, de "telle sorte que le personnel soit davantage employé dans des actions telles. que celles que je viens de citer.

En ce qui concerne l'activité de la FAO pendant ces deux dernières années, nous voulons exprimer ici notre satisfaction pour les efforts déployés par Monsieur le Directeur général pour canaliser les activités de l'Organisation par-des actions concrètes, vers la réalisation de ees buts fondamentaux, en aidant les pays en développement et en oeuvrant pour la promotion de la coopération entre les nations.

Selon la délégation de la Roumanie, l'aide accordée par la Communauté internationale dans son ensemble, y compris l'aide accordée par la FAO, devra être orientée de préférence vers les pays les moins développés. Il est nécessaire de soutenir en même temps tous les autres pays en développement dans leurs efforts vers la réalisation de l'agriculture moderne.

Il est également nécessaire que dans son activité future tout entière, la FAO coopère de manière étroite avec les autres Organisations ou organismes qui s'occupent de l'agriculture, en particulier le FIDA, le PNUD, le CMA, les commissions régionales de l'ONU, etc.

En ce sens, nous sommes heureux de constater que les conditions nécessaires pour que le FIDA devienne opérationnel sont pratiquement réalisées. Je désire mentionner qu'en ce qui la concerne, la Roumanie a récemment ratifié l'accord portant création de ce Fonds.

Ainsi que nous l'avons mis en êvidnece à l'occasion de la dernière Conférence régionale de la FAO pour l'Europe, la FAO devrait insister davantage sur le développement de la coopération agricole entre les pays de ce continent, de manière que l'on puisse aider tant les pays européens en développement que les pays en développement situés dans d'autres régions du monde. Cela s'impose d'autant plus que les pays de ce continent disposent du plus grand potentiel et sont en majeure partie des pays développés. C'est en tenant compte de ces prémisses que la Roumanie a présenté à la Conférence régionale de la FAO pour l'Europe une série de propositions concrètes qui peuvent servir de base à d'éventuelles actions.

A notre avis, la présente Conférence générale devrait adopter des mesures concrètes dans cette direction.

D'autre part, la Roumanie prête une attention particulière à la prochaine conférence mondiale pour la réforme agraire et le développement rural?dont l'importance exige une preparation minutieuse. Il s'impose donc de créer les conditions nécessaires pour que tous les pays puissent participer à la préparation de cette conférence et fassent connaître leurs points de vue.

Monsieur le Président, j'ai fait brièvement l'exposé de quelques considérations présentées par la^délêr gation roumaine sur l'ensemble des problèmes relatifs à l'agriculture en général et sur les problèmes qui se trouvent à l'ordre du jour de la Conférence en particulier.

Avant de terminer, je voudrais mettre l'accent sur la conviction inébranlable que les problèmes auxquels l'humanité doit faire face aujourd'hui, y compris le problème de l'alimentation et de l'agriculture, réclament la participation active et directe de tous les Etats. La délégation roumaine est prête à apporter, avec tous les autres pays, sa contribution afin de trouver des solutions viables et durables à ces problèmes.

J'exprime l'espoir que notre réunion aboutira ainsi à des décisions de fond qui remplaceront ce que vous avez si joliment nommé "la liturgie des conférences".

Je vous remercie de votre attention.

The meeting rose at 12. 30 hours

La seance est levée à 12 h 30

Se levanta la sesión a las 12 30 horas

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