CL 115/2-Sup.1


 

Consejo

115º período de sesiones

Roma, 23-28 de noviembre de 1998

EL ESTADO MUNDIAL DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN

 

 

1. Desde la preparación del documento principal sobre este tema (CL 115/2), se han producido algunos cambios en la situación actual, que se señalan en el presente documento para información del Consejo. Se refieren a las situaciones de escasez y emergencias alimentarias (Sección 3 de CL 115/2), a las últimas estimaciones de la situación y perspectivas del suministro mundial de cereales (Sección 4) y a las novedades más recientes en los mercados mundiales de productos básicos agrícolas como consecuencia del empeoramiento de las condiciones económicas mundiales (Sección 7).

1. REVISIÓN DE LA SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DEL SUMINISTRO MUNDIAL DE CEREALES

2. Según la última información, han empeorado ligeramente las perspectivas del suministro de cereales para 1998/99, ya que se ha revisado a la baja la estimación de la producción de este año. Desde que se preparó el informe al Consejo, hay pruebas de reducciones más pronunciadas de lo previsto en la cosecha de cereales de la CEI, mientras que han empeorado también las perspectivas para las cosechas de arroz en varios de los principales países productores de Asia. Según previsiones actuales, la producción mundial de cereales de 1998 se reducirá en un dos por ciento, a 1 872 millones de toneladas (incluido el arroz en equivalente de elaborado), con respecto al récord del año pasado. A nivel de pronóstico, la producción de cereales sería algo inferior a las necesidades del consumo previstas para 1998-99 y, por consiguiente, habría que recurrir a las existencias, cuyo volumen disminuiría. No obstante, la relación a nivel mundial entre las existencias y la utilización en 1998/99, pronosticada en el 17 por ciento, se mantendría en los márgenes del 17-18 por ciento que la Secretaría de la FAO considera el mínimo necesario para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial. Aunque se prevé que a nivel mundial disminuirán ligeramente las existencias de cereales, las mantenidas por los principales exportadores, que suelen constituir un amortiguador contra las variaciones en la producción mundial, aumentarán notablemente en 1998/99 gracias al incremento de su producción y debido a la debilidad de la demanda mundial de importación. Los precios internacionales del trigo y los cereales secundarios, aunque se han recuperado en las últimas semanas, se mantendrán en general más bajos que hace un año y se pronostica que aumentarán mucho las disponibilidades de ayuda alimentaria de los principales donantes para 1998/99. Al aproximarse el final de 1998, se reduce la probabilidad de un ulterior empeoramiento de las perspectivas de los suministros para 1998/99. No obstante, el resultado final sigue dependiendo de que se aclaren las dimensiones de la cosecha de cereales de la CEI y de la de arroz en algunos de los principales países productores de Asia, que continuan afectados por condiciones atmosféricas adversas. Se están sembrando ya las cosechas de trigo de invierno de 1999 en los principales productores del hemisferio norte y las condiciones son en general favorables. No se conoce todavía la superficie que se dedicará a la cosecha del año próximo, pero, según las primeras indicaciones, es posible que sea menor debido a que las perspectivas de los precios son menos atractivas, a causa de la influencia principal de los Estados Unidos, pero también como consecuencia de cambios en las políticas, como los introducidos en la CE donde se ha duplicado del 5 al 10 por ciento para 1999 la superficie que debe dejarse sin cultivar.

2. SITUACIONES DE ESCASEZ Y URGENCIAS ALIMENTARIAS

3. En el África subsahariana, las dificultades del suministro alimentario se derivan de las adversidades meteorológicas y/o de conflictos civiles. En el África oriental, se ha aliviado la situación de la hambruna en el sur del Sudán al aumentar las distribuciones de la ayuda alimentaria y con el comienzo de la nueva cosecha. No obstante, sigue siendo precaria la situación alimentaria y nutricional de una gran parte de la población. En Somalia, la situación alimentaria es causa de grave preocupación debido a que la cosecha principal de la temporada "Gu" de 1998 fue mucho menor a causa de la sequía, lo que ocurrió después de las más graves inundaciones padecidas en muchos decenios. En Uganda, se necesita todavía asistencia alimentaria de urgencia para unos 400 000 desplazados en las zonas del norte afectadas por continuas insurrecciones, así como para 130 000 personas en el este donde la cosecha fue mala. En Tanzanía, pese al aumento general de la producción alimentaria de 1998, continúan necesitando asistencia alimentaria unas 300 000 personas en zonas del centro, del norte y de la costa. En Burundi y Rwanda, pese a la recuperación de la producción de este año, se necesita ayuda alimentaria para un gran número de desplazados afectados por la persistente inseguridad en algunas zonas.

4. En el Africa occidental, se espera una cosecha extraordinaria en el Sahel, con volúmenes récord de producción en Níger, Chad y Malí, y notablemente superiores a la media en Gambia y Mauritania. En cambio, la producción se mantendrá en niveles normales en Burkina Faso y Senegal y será inferior a la media en Cabo Verde, donde se prevén dificultades de suministro alimentario en algunas zonas. En Guinea Bissau, los conflictos civiles han entorpecido la producción agrícola y las perspectivas alimentarias generales son malas. Liberia y Sierra Leona siguen dependiendo mucho de la ayuda alimentaria internacional pese a que ha mejorado algo su producción alimentaria. En el África Central, en la República Demnocrática del Congo los conflictos civiles padecidos desde comienzos de agosto están entorpeciendo las actividades agrícolas y de comercialización en la región de Kivu en el este, donde se señalan desplazamientos de población cada vez mayores. En el Africa austral, la situación alimentaria ha empeorado en varios países, especialmente en Lesotho, Namibia y Zambia a causa de la reducción de la producción de cereales provocada por "El Niño". En Angola las cosechas de cerealeds de este año son mejores, pero a causa de la persistente inseguridad, se necesitará asistencia de socorro para los desplazados dentro del país y para la población vulnerable y afectada por la sequía.

5. En Asia, las lluvias persistentes y las inundaciones padecidas durante el verano, que se atribuyen al fenómeno "La Niña", causaron pérdidas de vidas humanas y graves daños a los cultivos y la propiedad. Los daños fueron particularmente graves en Bangladesh, donde las inundacines cubrieron la mayor parte del país durante más de dos meses. En la República Popular Democrática de Corea, pese a una ligera recuperación de la producción de cereales de 1998, se pronostica un gran déficit de cereales para 1998/99. En Indonesia, una reciente misión FAO/PMA determinó que la situación alimentaria ha empeorado ya que disminuyó ulteriormente la producción y se agudizó la crisis económica. En Afganistán, pese a la recuperación de la producción de cereales, la situación alimentaria sigue siendo precaria en las zonas afectadas por conflictos civiles. En Iraq, a pesar de que ha mejorado algo la situación del suministro alimentario con la aplicación del programa "petróleo por alimentos", la malnutrición sigue representando un grave problema. En Laos, la sequía ha acentuado las dificultades del suministro alimentario y, en Mongolia, persisten los problemas de suministro de alimentos entre los sectores vulnerables de la población.

6. En América Latina y el Caribe, las lluvias torrenciales, las extensas inundaciones y los vientos huracanados causaron enormes pérdidas de vidas humanas e inmensos daños a la vivienda, la infraestructura y los cultivos en varios países de la subregión. Cuba, la República Dominicana, Haití, Antigua y Barbuda y St. Kitts y Nevis figuran entre los estados insulares más afectados por el huracán del pasado septiembre, mientras que en los últimos días de octubre, se sufrieron enormes daños en Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador. Entre el 26 de octubre y el 1º de noviembre, el huracán "Mitch" azotó América Central causando lluvias torrenciales y extensas inundaciones. Perecieron miles de personas y millones quedaron sin hogar. Los daños a la vivienda, la infraestructura y la agricultura han alcanzado dimensiones sin precedentes. Honduras y Nicaragua han sido los países que han sufrido las peores consecuencias. También han resultado afectados gravemente Guatemala y El Salvador y, en menor medida, Costa Rica, algunas zonas sudoccidentales de México y Jamaica.

7. En la Comunidad de Estados Independientes (CEI), las poblaciones vulnerables de Armenia, Azerbiján, Georgia y Tajikistán siguen necesitando asistencia alimentaria de socorro.

8. En Europa, las poblaciones desplazadas en Bosnia-Herzegovina, Albania y la Provincia del Kosovo en la República Federal de Yugoslavia están recibiendo ayuda alimentaria.

3. NOVEDADES EN LOS MERCADOS INTERNACIONALES DE PRODUCTOS BÁSICOS AGRÍCOLAS

9. La desaceleración del crecimiento económico mundial en 1998 se ha reflejado en los mercados mundiales de productos básicos agrícolas. Pero también otros factores han influido recientemente en dichos mercados, algunos de los cuales han contribuido a su depresión, mientras que otros los han fomentado.

10. Así pues, la crisis financiera, que ha provocado la desaceleración del crecimiento de los ingresos sobre todo en Asia y la CEI, pero ha afectado también al resto del mundo, ha causado un efecto de hundimiento en la demanda mundial de importación de muchos productos básicos, dando lugar a un descenso de sus precios. Al mismo tiempo, la devaluación de varias monedas inducida por la crisis, unida al pronunciado descendo de los costos de envío, mejoró la competitividad de las exportaciones de algunos productos (por ejemplo, las frutas tropicales). Se entrelazan con estos acontecimientos, por una parte, los efectos de las buenas cosechas de algunos productos alimenticios de clima templado gracias al tiempo favorable disfrutado en muchos países externos a las zonas tropicales, así como las expectativas de una producción récord de algunos productos tropicales (por ejemplo, café y té) provocada las condiciones atmosféricas, que ha contribuido al debilitamiento de los precios. Por otra parte, la reducción de las cosechas de algunos productos (por ejemplo, arroz), como consecuencia del fenómeno El Niño en varios países en desarrollo, ejerció una presión al alza de los precios de dichos productos, a la vez que la desaparición del miedo a consumir carne contaminada por las distintas enfermedades ha contribuido al incremento de la demanda este producto.

11. Esta relación recíproca entre factores económicos, climáticos y, en el caso de los productos pecuarios, de salud humana provocó en los mercados de productos agrícolas durante 1998 los distintos cambios que se señalan a continuación. La abundancia de suministros de trigo y cereales secundarios procedentes de las excelentes cosechas recogidas en los principales países importadores y exportadores en 1996-97 ejerció una fuerte presión a la baja de los precios internacionales durante dos campañas a falta de un incremento de la demanda que la contrarrestara. No obstante, los precios, principalmente los del trigo, han subido recientemente porque los comerciantes prevén que aumentarán las importaciones de la Federación de Rusia pese a las dificultades financieras de este país y al volumen relativamente grande de las existentes remanentes. En cambio, el pronunciado descenso, provocado por el mal tiempo, en la producción de arroz de los principales países productores de Asia, unido a la persistencia de una fuerte demanda de importación de este alimento básico en los países asiáticos, ejerció una presión al alza de los precios en la primera mitad de 1998, los cuales alcanzaron su punto máximo en julio de 1998 en que se cubrieron la mayor parte de las necesidades de importación y empezaron a llegar al mercado los suministros de la nueva cosecha. Los precios de la yuca disminuyeron a pesar del descenso de la producción mundial, debido a la competitividad de los precios de los cereales forrajeros que sustituyen a la yuca en los piensos compuestos. La escasez de suministros en el mercado de aceites vegetales, derivada especialmente de la reducción causada por la sequía en las disponibilidades de aceite de palma procedentes de los principales países productores de Asia, estimuló la subida de los precios, mientras que sus precios de las harinas oleaginosas se debilitaron a causa de la caída de la demanda para piensos en las regiones afectadas por la crisis, que se acentuó debido a la abundancia de suministros competitivos de cereales forrajeros. El mercado internacional de la carne estuvo determinado por distintos factores que afectaron a los diversos tipos de carnes, a veces neutralizándose entre sí y otras produciendo tendencias divergentes en los precios. En efecto, aunque la desaparición del miedo a consumir carne bovina, porcina y de aves contaminadas, respectivamente, por BSE, e-coli, fiebre aftosa y la influenza de las aves, provocó una modesta recuperación de la demanda en algunos países, la pérdida de poder adquisitivo en los países afectados por la crisis surtió el efecto opuesto, pese a los incentivos financieros concedidos por los principales países exportadores. En general, el aumento de los suministros de la mayoría de las carnes, apoyado por el descenso de los costos de los piensos, juntamente con la débil demanda de importación, han mantenido los precios de la carne bajo presión a la baja.

12. En cuanto a otros cultivos, las expectativas de una producción récord de café y té y de cierta recuperación en la de cacao han provocado descensos de los precios que podrían prolongarse ulteriormente en primer lugar, a causa de la débil demanda de importación en la zona de la Ex-URSS y, después, debido a los efectos de la desaceleración económica más general que podría entorpecer el crecimiento de la demanda. Para algunos de estos productos, hasta hace poco tiempo la zona de la Ex-URSS y los países de Europa oriental contribuían notablemente al crecimiento de la demanda total de importación. En cuanto al azúcar, la crisis financiera que inicialmente redujo las importaciones destinadas a los principales mercados de Asia, ha causado también un notable descenso de las compras de la Federación de Rusia que constituye el mayor mercado. Se prevé que la desaceleración económica mundial debilitará la demanda de importación, mientras que se continuará disponiendo de abundantes suministros para la exportación, lo que provocará una presión a la baja de los precios durante el resto de 1998 y comienzos de 1999. En lo que respecta a los cítricos y el banano, que son las principales frutas comercializadas internacionalmente, se han reducido muchos los mercados de la mayoría de los países de la zona de la Ex-URSS, especialmente de la Federación de Rusia. Sin embargo, se ha invertido la tendencia general al descenso de los precios en lo que respecta a los cítricos debido a que al comienzo de la campaña, se preveía que los cosechas de 1998-99 iban a ser menores en la región del Mediterráneo, los Estados Unidos y el Brasil. En algunos de los principales mercados de Asia se ha reducido la importación de frutas en favor de las frutas tropicales de producción propia. También la devaluación de la moneda en algunos de los principales exportadores ha impulsado las exportaciones de frutas tropicales. La reducción de los ingresos mundiales ha repercutido gravemente en los mercados de varias materias primas, especialmente algodón, caucho y cueros y pieles, mientras que las consecuencias han sido leves para las fibras industriales, como el yute y las fibras duras. Los precios del algodón se hallan en su nivel más bajo de los cuatro últimos años debido al debilitamiento de la demanda en varios de los principales países consumidores, mientras que los mercados tanto de los cueros y pieles como del caucho han resultado gravemente afectados por la débil demanda de productos acabados como consecuencia de los malos resultados económicos registrados en muchas economías. En cambio, la depresión de los precios del yute se debe principalmente al notable aumento de la producción impulsado por los precios elevados de 1996, mientras que el mercado del sisál se mantiene relativamente fuerte.

13. En conjunto, el empeoramiento económico ha influido indudablemente en la evolución del mercado de la mayoría de los principales productos básicos. En general, provocó un hundimiento más pronunciado en los productos de más valor y con mayor elasticidad a los ingresos que en los alimentos básicos esenciales cuya elasticidad a la demanda es menor. Sin embargo, sería muy difícil cuantificar estos efectos, dado que los factores económicos activados por la crisis frecuentemente han quedado ocultados por otros factores, especialmente los relacionados con las condiciones meteorológicas.