COMITÉ DE MONTES

 

Tema 9 del programa provisional

 

14º PERÍODO DE SESIONES

 

Roma, Italia, 1-5 de marzo de 1999

 

PLAN ESTRATÉGICO FORESTAL DE LA FAO
SEGUNDO PROYECTO

RESUMEN

Este segundo proyecto (enero de 1999) del Plan Estratégico Forestal de la FAO es una versión totalmente revisada y actualizada del primer proyecto, que se preparó y distribuyó en septiembre de 1997. En él se incorporan observaciones y propuestas recibidas de una amplia variedad de especialistas y de las seis comisiones forestales regionales de la FAO celebradas en 1998.

Este Plan describe la misión modificada y las metas, los objetivos a plazo medio, los programas, las prioridades y la visión para el futuro revisados, con el fin de orientar los programas forestales de la FAO hasta el año 2015, período en el que previsiblemente este sector afrontará problemas cada vez más complejos aunque estará también en condiciones de aprovechar nuevas oportunidades. El Plan Estratégico vincula los programas del Departamento de Montes con el mandato y los objetivos de la FAO y establece las directrices generales en las que se basará el plan de ejecución más detallado del Departamento, es decir el Programa de Labores y Presupuesto bienal.

La misión de la FAO en el sector forestal es:

Aumentar el bienestar de los seres humanos mediante el apoyo a los Estados Miembros en la ordenación sostenible de los árboles y bosques del mundo
Las metas previstas de la FAO en el sector forestal son las siguientes: Para alcanzar esas metas, la FAO ha establecido los ocho objetivos a plazo medio y programas asociados siguientes: Se han determinado cuatro grupos de prioridades derivadas de los objetivos y programas a plazo medio antes descritos.

- Estadísticas e información sobre el sector forestal mundial

En cuanto a la visión para el futuro de la FAO en el sector forestal, la Organización deberá ser reconocida por su liderazgo y su colaboración en el fomento de la ordenación sostenible de los árboles y bosques del mundo. La FAO será generalmente considerada como una organización que presta servicios eficaces y competentes desde el punto de vista técnico, está atenta a las nuevas tendencias y desempeña una función catalizadora en los aspectos actuales e incipientes del sector forestal en los que es necesario intervenir. El escenario al que se debe aspirar en el futuro es el de un aumento de la superficie de los bosques sometidos a una ordenación sostenible, una desaceleración de la tasa de deforestación en los trópicos, una reducción de la degradación de los bosques en todo el mundo y un aumento de la superficie mundial cubierta de árboles y bosques mediante la forestación y la reforestación, especialmente de tierras degradadas.

I. INTRODUCCIÓN

1. El concepto de ordenación forestal sostenible trata de conseguir un mayor equilibrio entre las dimensiones ambiental, económica, cultural y social de la ordenación de los bosques. Es fundamental para el futuro de todos los árboles y bosques del mundo. En el presente documento (segundo proyecto del Plan Estratégico Forestal de la FAO) se establecen los modos en que la FAO se esforzará por conseguir este fin.

2. En su 13º período de sesiones de marzo de 1997, los miembros del Comité de Montes (COFO) recomendaron la preparación de un marco estratégico amplio para el programa forestal de la FAO. El marco solicitado fue redactado posteriormente en español, francés e inglés bajo el título "Plan Estratégico Forestal de la FAO" (septiembre de 1997). Se distribuyó a las mesas de las comisiones forestales regionales y a los Estados Miembros del COFO y se presentó en una reunión celebrada durante el Congreso Forestal Mundial (Antalya, Turquía, octubre de 1997), entre otros foros. Se ha examinado en las distintas reuniones de las seis comisiones forestales regionales celebradas en 1998.

3. Este segundo proyecto del Plan Estratégico Forestal es el resultado de una revisión basada en las observaciones recibidas de las comisiones forestales regionales, 11 Estados Miembros, cinco instituciones, cinco ONG o personas, otros departamentos de la FAO y el Comité del Programa de la FAO. Se ha armonizado también con el proyecto del Marco Estratégico para la FAO que se está preparando actualmente. Se ha mantenido la forma de presentación del primer proyecto, pero se han revisado la misión y las metas (Sección III) con el fin de incluir las propuestas recibidas, y se ha redactado totalmente de nuevo la Sección IV para incorporar los nuevos objetivos y prioridades a plazo medio. Se ha actualizado la Sección II (Problemas y oportunidades), y tanto en esa sección como en la Sección V (Visión para el futuro) se han incorporado las propuestas de los especialistas.

4. El Plan Estratégico Forestal se ha elaborado en un momento de preocupación internacional creciente por la degradación y pérdida constantes de los bosques; de acelerados y complejos cambios políticos, institucionales y tecnológicos; de compromiso público sin precedentes en favor de la conservación de los bosques; de participación cada vez mayor del público en las decisiones que afectan a la ordenación forestal; y de intervención en las cuestiones forestales mundiales de un número creciente de organizaciones e instituciones que comprenden una amplia variedad de disciplinas sociales y científicas y de aptitudes profesionales. En este período de cambio existen demandas sobre los bosques y los organismos forestales que son incompatibles, pero también ha surgido nuevos enfoques, políticas y actitudes prometedores, sustentados en metodologías y tecnologías encaminadas a facilitar una buena ordenación forestal.

5. La finalidad del plan estratégico es proporcionar una orientación coherente al programa de la FAO en el sector forestal y en otros ámbitos conexos. No es tan sólo el plan estratégico del Departamento de Montes, sino de la Organización en su conjunto, aunque sea aquél el principal responsable de su ejecución. El plan estratégico, que será revisado periódicamente, se proyecta hacia un futuro a largo plazo (15 años) y a medio plazo (seis años). Será el documento básico a partir del cual se elaborarán los planes de ejecución, es decir los programas de labores y presupuesto bienales de la FAO.

6. La FAO adopta una visión global del sector forestal en la que tienen cabida tanto los bosques como los árboles integrados en el paisaje, así como los múltiples beneficios económicos, sociales, culturales y ambientales que proporcionan los bosques. Las actividades no sólo se desarrollan en los bosques, sino también en explotaciones agrícolas, pastizales, cuencas hidrográficas yermas y otros ecosistemas que no encajan en la definición tradicional de bosque. Al abordar los aspectos comerciales de la actividad forestal se tienen en cuenta los diversos procesos, desde la producción a la elaboración, la comercialización y el comercio. Como el futuro de los bosques depende tanto de los elementos propios del sector como de otros que le son ajenos, el plan estratégico forestal de la FAO debe proyectarse más allá de los límites de los bosques y el Departamento de Montes debe colaborar estrechamente con otros organismos y disciplinas para asegurar la utilización óptima y la conservación de los bosques y de las tierras conexas. La FAO también tiene en cuenta a las personas directamente interesadas en los bosques, y por eso presta apoyo a una variedad de organizaciones estructuradas y no estructuradas como posibles asociados en la ordenación forestal sostenible. Así pues, al definir el plan estratégico, la FAO procura atender las necesidades de sus Estados Miembros y de otros usuarios, fomentar el trabajo interdisciplinario y multidisciplinario y facilitar la colaboración con otras organizaciones y entre ellas.

7. El cometido de la FAO no es la gestión de los bosques y los árboles, sino que consiste en facilitar, catalizar y suministrar información, orientación y asistencia a los que gestionan efectivamente los recursos. Los principales clientes de la FAO son los gobiernos nacionales que representan a sus estados miembros, pero la Organización presta también servicios a otras instancias interesadas y responsables del sector forestal, entre ellas ONG, empresas privadas, fundaciones, universidades y organizaciones de la población rural. La FAO intenta ayudar a éstos y a otros interesados a comprender, utilizar y gestionar mejor los árboles y bosques del mundo. A través de su propio esfuerzo y de su cooperación con otros, la FAO aspira a facilitar el progreso hacia la ordenación sostenible de todos los tipos de bosques.

II. PROBLEMAS Y OPORTUNIDADES

Cuestiones esenciales

8. En la actualidad, las demandas sobre los bosques y los árboles del mundo son mayores que nunca. Ordenar los bosques para promover el bienestar económico, social y ambiental de la población del planeta, en rápida expansión, conservándolos al mismo tiempo para las generaciones futuras, es una de las tareas más arduas y compleja de la era moderna. Las opiniones enfrentadas sobre los enfoques, objetivos y técnicas de la ordenación forestal suscitan una controversia cada vez más encendida. Las tendencias económicas, políticas, demográficas y sociales mundiales afectan a los recursos forestales y configuran su ordenación, al tiempo que influyen en la formulación de las políticas forestales nacionales y en la estructura institucional.

9. Los factores externos al sector forestal, como el crecimiento demográfico, la modificación de las pautas de consumo y la ordenación de otros recursos naturales, seguirán teniendo probablemente más influencia sobre el volumen y el estado de los recursos forestales mundiales que los factores internos controlados directamente por el propio sector. Inevitablemente, algunos bosques tropicales desaparecerán al transformarse en tierras de cultivo. Esto pone de relieve la necesidad de clasificar y planificar adecuadamente el aprovechamiento de la tierra y de reconocer las funciones de los árboles y los bosques en los sistemas de utilización de la tierra. La sostenibilidad de la agricultura será considerada cada vez más como un factor crucial para la actividad forestal sostenible.

10. Los bosques tienen un valor económico, social y cultural para la población indígena que vive en ellos y también para las personas pobres y desfavorecidas de las zonas rurales. Las deficiencias institucionales han ocasionado en muchos casos inseguridad en cuanto a los derechos de acceso a los recursos para las comunidades que dependen de los bosques y una falta de transparencia en los procesos de fijación de los precios y distribución de los recursos forestales. Es necesario incorporar estas cuestiones en las políticas nacionales y, lo que es más importante, tenerlas debidamente en cuenta para establecer una relación en equilibrio entre los intereses económicos y ambientales.

11. Las demandas incompatibles de bienes y servicios de los bosques afectan en gran medida al proceso conducente a la ordenación forestal sostenible. Algunas de las partes interesadas tienen un peso específico mayor que otras, lo que da lugar a una desigualdad en las reglas de juego y a conflictos pendientes de solución. La falta de valor en el mercado y la valoración insuficiente de casi todos los servicios forestales hacen que las transacciones monetarias no puedan por sí solas resolver este conflicto. Además, la puesta en práctica de una ordenación sostenible de los bosques llevará consigo en muchos casos una restricción de su uso para algunos de los actuales beneficiarios, quienes por lo tanto tal vez deban ser indemnizados. Hay una demanda no sólo de producción sostenible de madera, sino también de un sistema de ordenación que sea sostenible para todas las funciones que desempeñan los bosques, lo que implica que en la actualidad una ordenación forestal sostenible debería realizarse de manera que en el futuro no pudiera excluirse ninguna utilización previsible de los bosques.

12. Muy probablemente, en los años venideros se producirán enfrentamientos por el abastecimiento de agua, no sólo en relación con el acceso y el control del agua, sino también con respecto al volumen total disponible, para el consumo de unas sociedades cada vez más urbanas e industriales. La función de los bosques como cuencas hidrográficas, así como en la lucha contra la erosión, adquirirá aún más importancia y exigirá mayores conocimientos y una mejor cuantificación.

13. Actualmente son objeto de debate otros servicios que proporcionan los ecosistemas forestales, tales como el uso y la propiedad del potencial genético de los árboles y plantas forestales o los problemas de sobreexplotación originados por el mayor acceso de la población urbana a los bosques con fines de esparcimiento. Se está reconociendo la importante función de las actividades forestales urbanas. Las cuestiones forestales han suscitado un profundo interés entre las poblaciones urbanas y habrá una necesidad aún mayor de información y análisis fidedignos para promover una participación con conocimiento de causa en los debates y en la adopción de decisiones. Existe un consenso general en cuanto a la importancia de los procesos participativos en el desarrollo forestal, desde la elaboración de políticas hasta la determinación, evaluación y ejecución de las actividades forestales. La propiedad y tenencia de árboles y tierras forestales tienden a ser inciertas y sesgadas, lo que ocasiona problemas que van desde la distribución de los recursos hasta la necesidad de incentivos para una ordenación sostenible.

14. Los árboles y los bosques satisfacen la demanda actual de productos forestales. El crecimiento de la población y de los ingresos medios en el futuro se traducirá en un aumento de la demanda de esos productos. Esto requerirá una tecnología mejorada tanto para los sistemas de producción forestal como para la elaboración de dichos productos y dará también lugar probablemente a que, en el futuro, en lugar de recurrir a los bosques naturales para obtener madera y productos forestales, se dependa en mayor medida de las plantaciones y los sistemas agroforestales, así como de bosques secundarios explotados de manera más intensiva. Los bosques naturales serán ordenados con arreglo a rotaciones más largas con el fin de obtener madera de gran calidad, pero también una amplia gama de otros bienes y servicios. Por lo que respecta a las industrias forestales, las operaciones de madereo y elaboración se regirán cada vez más por códigos de conducta y el comercio de productos forestales por la certificación o el etiquetado ecológico.

15. Si bien es cierto que la cubierta forestal se ha estabilizado en casi todos los países industrializados, la deforestación prosigue en las restantes zonas. Se estima que entre 1990 y 1995 la superficie de los bosques naturales de los países en desarrollo disminuyó en 13,7 millones de hectáreas anuales. El consumo mundial de madera se incrementó un 38 por ciento entre 1970 y 1995 y se prevé que aumentará otro 20 por ciento entre 1995 y el año 2010. Se está concediendo mayor importancia a los servicios y beneficios derivados de los árboles y los bosques, entre ellos la conservación de suelos y aguas, la retención de carbono para mitigar el cambio climático (ámbito en el cual se prevé que el protocolo de Kyoto a la Convención Marco sobre el Cambio Climático ofrecerá oportunidades de inversión en el sector forestal), la conservación de la diversidad biológica, la lucha contra la desertificación, la potenciación de los sistemas de producción agrícola, la mejora de las condiciones de vida en las zonas urbanas y periurbanas, la obtención de alimentos e ingresos y la creación de oportunidades de educación y esparcimiento. Durante bastante tiempo, los bosques continuarán proporcionando ingresos a quienes trabajan en las industrias forestales y madereras, y seguirán siendo una fuente importante de alimentos e ingresos para la población rural pobre y albergando a poblaciones indígenas.

16. Se prevé que en los próximos decenios, a causa de la presión para aumentar la producción de alimentos, los terrenos forestales seguirán transformándose en tierras de cultivo en muchos países en desarrollo. El desarrollo de la infraestructura contribuirá también de manera significativa a la constante pérdida de bosques. La atención se ha centrado recientemente en los retos especiales que afrontan los países con una cubierta forestal reducida. Aparte de la cuestión de la cubierta forestal, hay que tener en cuenta el estado de los bosques: la sobreexplotación, el pastoreo excesivo, las plagas, las enfermedades y la contaminación atmosférica están causando la degradación de extensas zonas forestales en todo el mundo, mientras que los recientes incendios y sus efectos sobre la salud humana en diversas partes del mundo han puesto de relieve las deficiencias en las políticas públicas relativas a los bosques.

17. El sistema vigente de fijación de los precios para las materias primas en forma de valor de la madera en pie y de derechos de concesión establecidos mediante decretos gubernamentales ha hecho que se fijen precios excesivamente bajos para los recursos madereros. Este sistema está dando lugar a que en algunos países los propietarios de bosques obtengan unos ingresos de cinco a 10 veces inferiores a los que obtendrían en una situación de mercado libre. Además, si se aplicara el cobro de derechos, las entradas podrían aumentar aún más. Estas importantes consideraciones, que son válidas sobre todo para los productos madereros pero también en menor medida para los productos no madereros, podrían aumentar enormemente la importancia económica del sector forestal, al menos en los bosques tropicales húmedos. El mayor valor de las materias primas estimularía también su mejor utilización; esas entradas son esenciales para los ingresos y el empleo rurales.

18. Los métodos para valorar las diferentes funciones de los bosques no son adecuados para proporcionar una orientación idónea a los encargados de adoptar decisiones relativas a la elección entre funciones de extracción y conservación. Existen métodos para valorar muchos de los beneficios externos derivados del mantenimiento de la cubierta forestal, pero no siempre pueden aplicarse. Ejemplo de ello son los efectos beneficiosos de los bosques en la zona alta de captación de una cuenca hidrográfica sobre la disponibilidad de agua y la reducción de las inundaciones aguas abajo. Estos beneficios podrían cuantificarse y deberían internalizarse.

19. Los mecanismos institucionales actualmente existentes para ordenar, vigilar y controlar los bosques tienden ser insuficientes, sobre todo en algunos países tropicales. Aunque las políticas y reglamentaciones forestales vigentes en muchos países sean apropiadas, en la mayoría de los casos no se aplican de modo adecuado, debido principalmente a la política económica y a los intereses creados. Por consiguiente, además de aumentar la capacidad de análisis y de formulación de políticas, es necesario mejorar considerablemente los mecanismos institucionales que desempeñan funciones de vigilancia, reglamentación y control. Esta cuestión está relacionada con la falta de captación de rentas y de créditos presupuestarios para la reinversión en actividades forestales sostenibles y en el control de la ejecución de las políticas. Con frecuencia, el sector forestal no ha presentado con suficiente firmeza sus razones en favor de un aumento de la parte que le corresponde en la asignación de recursos.

Ejemplos de progresos realizados

20. A pesar de los formidables desafíos con que se enfrenta en la actualidad el sector forestal, hay también varios factores positivos que dan pie al optimismo. Los bosques son objeto de una atención, una energía y una dedicación sin precedentes por parte de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de todo el mundo. Las nuevas tecnologías de la comunicación están facilitando el diálogo entre las personas, por grande que sea la distancia que las separa, y están acelerando el intercambio y la difusión de información crucial sobre los asuntos forestales. En muchas zonas, han aumentado considerablemente los conocimientos locales sobre algunos aspectos de las actividades forestales, y en no pocos países se están incorporando los conceptos de participación en la adopción de decisiones sobre la política y la planificación forestales y de responsabilidad compartida de la ordenación forestal. Se han registrado importantes mejoras en la eficiencia de la elaboración, se ha conseguido una mayor diversificación de las materias primas y ha aumentado el reciclaje y la utilización de los residuos de la madera.

21. Un factor decisivo en la respuesta de la comunidad mundial a los desafíos y oportunidades con que se enfrentan los bosques del mundo es el desarrollo del concepto de ordenación forestal sostenible y su relación con el desarrollo (humano) sostenible. Al ampliar el concepto de desarrollo sostenible acuñado por la Comisión Brundtland, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), que tuvo lugar en 1992, elaboró el principio de la ordenación forestal sostenible, que fue posteriormente perfeccionado por la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS) de las Naciones Unidas y su Grupo Intergubernamental (actualmente Foro) sobre los Bosques.

Necesidades

22. La consecución de la ordenación sostenible de los árboles y bosques del mundo no depende sólo de la voluntad y el compromiso políticos, sino también de los elementos fundamentales siguientes: 23. Es necesario disponer de más y mejor información sobre la situación y el valor económico, ambiental, cultural y social de los bosques del mundo. Será el punto de partida para adoptar decisiones sobre política y gestión como respuesta a los cambios socioeconómicos, tecnológicos y políticos, muchos de ellos ajenos al sector forestal. La evaluación de la cubierta forestal, la situación y la productividad de los bosques, la diversidad biológica y la oferta y la demanda de productos y servicios forestales madereros y no madereros tendrán gran importancia para orientar las decisiones y medir los progresos realizados en la consecución de la ordenación forestal sostenible. Para poder formular políticas apropiadas será necesario seguir y analizar los efectos de las tendencias demográficas, los cambios en la utilización de la tierra y la evolución económica.

24. Para que la ordenación forestal sostenible llegue a ser realidad, será preciso dar mayor prioridad a la creación de capacidad o a la asistencia encaminada a mejorar la capacidad institucional para planificar y administrar el sector forestal. A pesar de los progresos que se han hecho en muchos lugares, las políticas, estrategias y planes forestales nacionales y locales insuficientes o inadecuados son un grave obstáculo en muchos países para llevar a cabo una ordenación forestal sostenible. A menudo la legislación forestal y las políticas sobre el uso de la tierra son deficientes o contradictorias y, sobre todo en los países en desarrollo, son relativamente pocos los bosques sometidos a una protección y una ordenación adecuadas. Para conseguir que el sector forestal tenga un peso suficiente en la planificación del desarrollo nacional e integrar los árboles y bosques en los planes de utilización de la tierra es preciso realizar un mayor esfuerzo interdisciplinario. En muchos países, los departamentos forestales y los programas de investigación, enseñanza y extensión forestales carecen de los fondos necesarios y de personal suficientemente preparado. Será necesario fortalecer esas instituciones, fomentar un sector privado responsable, asegurar la participación de organizaciones no gubernamentales y de grupos locales y propiciar la cooperación institucional. También las instituciones forestales y otras organizaciones que intervienen en el sector forestal deberán adaptarse a las nuevas tendencias, tales como la globalización económica, la liberalización política y económica, la descentralización, la evolución acelerada y permanente de los sistemas de información y el pluralismo, o la responsabilidad compartida de las actuaciones. Será necesaria una asistencia a todos los niveles para mejorar la aplicación de las políticas y legislaciones forestales nacionales.

25. También serán necesarios nuevos conocimientos científicos e información sobre las metodologías y las prácticas del sector forestal. Se han hecho grandes progresos en algunas esferas, pero es preciso avanzar más en otros campos como la gestión de los ecosistemas y la ordenación con fines múltiples, así como la satisfacción de la demanda creciente de productos madereros, intensificando la ordenación de los bosques secundarios, aumentando la producción de las plantaciones y, en algunos países, promoviendo actividades forestales y agroforestales en las explotaciones agrícolas. Será preciso seguir trabajando en la elaboración de técnicas de aprovechamiento de todos los productos forestales que sean ecológicamente racionales y de tecnologías de elaboración de los productos madereros más eficientes y respetuosas con el medio ambiente. También será necesaria una investigación sobre cuestiones socioeconómicas, como por ejemplo la tenencia y comercialización de la tierra y de los árboles. Deberán reforzarse las instituciones de investigación y extensión para desarrollar y transferir esos conocimientos.

26. La participación del público es esencial para el éxito de la ordenación forestal. Para conseguir una participación eficaz se han de formular políticas, estrategias, enfoques y métodos que respalden la intervención de la población en la planificación y ordenación sostenibles de los recursos forestales y que la permitan beneficiarse equitativamente de ellos. Han de adoptarse medidas positivas para incluir en el proceso las cuestiones relacionadas con las diferencias por razón de sexo. Habrá que organizar debates entre todas las partes interesadas para negociar las diferentes exigencias y expectativas respecto de los bosques. Aunque se han realizado progresos, las políticas, normas, reglamentos y procedimientos están todavía en fase de elaboración y se han de precisar las modalidades concretas de la ordenación forestal participativa. Con este fin, habrá que idear métodos e instrumentos que favorezcan la asociación entre organizaciones gubernamentales, no gubernamentales y locales y el intercambio de las experiencias adquiridas, especialmente entre los países en los que se ha iniciado un proceso de descentralización y de reestructuración del sector público.

27. La ordenación forestal sostenible exige un volumen de inversión más alto que el actualmente asignado. La movilización de recursos de distinta procedencia, especialmente del sector privado, dependerá de que se ideen métodos que permitan comprender y cuantificar el valor de los múltiples productos y servicios de los bosques y de que se formulen políticas que propicien la inversión y la reinversión.

28. La consecución de la ordenación forestal sostenible a escala mundial no será una tarea fácil. Requerirá un compromiso conjunto y duradero de los gobiernos, organizaciones internacionales, la industria privada, propietarios de tierras y grupos no gubernamentales para superar los obstáculos y aprovechar las oportunidades. En el presente documento se explica cómo contribuirá la FAO al logro de este fin.

III. MISIÓN, METAS Y ACTIVOS ESENCIALES DE LA FAO EN EL SECTOR FORESTAL

La misión del a FAO en el sector forestal

29. Teniendo en cuenta los problemas y oportunidades actuales y futuros de los bosques en el mundo, la misión de la FAO en el sector forestal consiste en:

Aumentar el bienestar de los seres humanos mediante el apoyo a los Estados Miembros en la ordenación sostenible de los árboles y bosques del mundo

Metas de la FAO en el sector forestal
30. Las metas de la FAO en el sector forestal son tres:

Meta 1 Aumento al máximo de la contribución de los árboles y bosques a la utilización sostenible de la tierra, a la seguridad alimentaria y al desarrollo económico y social y a los valores culturales a nivel nacional, regional y mundial:

Meta 2 Conservación, ordenación sostenible y mejora de la utilización de los sistemas de árboles y bosques y de sus recursos genéticos;

Meta 3 Aumento del acceso a una información fiable y oportuna sobre las actividades forestales en todo el mundo.

Activos esenciales de la FAO en el sector forestal

31. Para llevar a cabo su misión, el programa forestal de la FAO (enero de 1999) cuenta con una estructura de 54 funcionarios profesionales de dedicación exclusiva en la Sede y 14 en las oficinas descentralizadas, además de numerosos empleados contratados con una gran variedad de conocimientos especializados en materia de silvicultura, recursos de flora y fauna silvestres, ordenación de cuencas hidrográficas, genética, economía, administración pública, sociología, utilización de productos forestales e ingeniería. Esta variada gama de conocimientos especializados permite a la Organización abordar en toda su amplitud las dimensiones ambientales, económicas y sociales de la ordenación forestal sostenible. Los vínculos del programa forestal con los programas de la FAO en los ámbitos de la agricultura, la economía, la pesca y el desarrollo sostenible propician también un enfoque intersectorial de los temas más importantes, como la seguridad alimentaria, el desarrollo rural y el uso integrado de la tierra.

32. Desde su creación en 1945, la FAO no ha dejado de ampliarse y actualmente consta de 175 Estados Miembros, además de la Comunidad Europea (Organización Miembro). Forman parte de la Organización los países con mayor riqueza forestal del mundo, con la excepción de Rusia, que goza actualmente de la condición especial de entidad de enlace. Este gran número de miembros convierte a la FAO en una organización de dimensión mundial y le permite abordar los problemas que se plantean a todos los bosques del mundo, tanto boreales como templados, subtropicales y tropicales; bosques de países desarrollados y en desarrollo; bosques secos y húmedos; bosques de gran altitud y manglares; e incluso árboles en explotaciones agrícolas y en ciudades.

33. Otro de los activos esenciales del programa forestal de la FAO es la sinergia entre la labor normativa y operacional. La importancia de la función normativa de recogida de información no reside únicamente en su utilización para planificar las actividades mundiales o regionales y para determinar las tendencias en el sector forestal, sino también en el uso de la información para asesorar a los gobiernos miembros sobre cuestiones técnicas y de política. Análogamente, el programa de campo es una fuente importante de información y un mecanismo esencial para que el personal de la FAO pueda conocer la realidad de los países miembros de la Organización. Esta capacidad de recopilar información de alcance mundial y de cooperar directamente con los países para ayudarles a utilizarla en el plano local es uno de los activos cruciales de la FAO en el sector forestal.

IV. OBJETIVOS, PROGRAMAS Y PRIORIDADES A 
PLAZO MEDIO

Estrategias

34. Para conseguir las metas de la Organización en el sector forestal, la FAO: Cuando se creo la FAO en 1945, se consideró que su tarea debería ser la de actuar como moderador, o foro neutral, en el diálogo sobre cuestiones técnicas y de política; suministrar información a escala mundial; y prestar asesoramiento sobre políticas y asistencia técnica. Estos siguen siendo los instrumentos principales por medio de los cuales la FAO cumple su misión en el ámbito forestal, y se complementan con su labor de asesoramiento en materia de inversiones y de apoyo a la investigación. La FAO tiene el propósito de mantener un programa forestal amplio y global con el fin de abordar cuestiones técnicas de muy diversa índole relacionadas con el desarrollo y la ordenación sostenible de los bosques. Ese programa permitirá a la Organización atender las distintas peticiones de sus miembros y le concederá la flexibilidad necesaria para establecer nuevos centros de interés a medida que surjan nuevas necesidades y oportunidades. Esto es coherente con el compromiso de la FAO de mantener el carácter global de su actuación conservando al mismo tiempo una flexibilidad suficiente para afrontar las nuevas prioridades. También garantizará que la FAO i) siga manteniéndose al tanto de la labor de otras organizaciones y ii) continúe siendo una fuente de conocimientos especializados en una gran variedad de cuestiones técnicas. Sin embargo, el Departamento de Montes de la FAO se centrará en determinadas actividades como respuesta a las peticiones urgentes de los Órganos Rectores de la Organización o, como en el proceso de seguimiento de la CNUMAD, a una exigencia internacional. Estas actividades prioritarias tienen un horizonte temporal limitado y, cuando se hayan realizado total o parcialmente, serán examinadas y evaluadas por las comisiones forestales regionales y por el COFO. Las actividades prioritarias determinadas hasta ahora se han agrupado en las categorías prioritarias que se describen más adelante. En la aplicación del plan estratégico forestal, la FAO no regateará esfuerzos para establecer o intensificar asociaciones con otras organizaciones que realizan actividades afines. La colaboración y la cooperación son esenciales porque ninguna organización por sí sola tiene los recursos financieros y la amplia variedad de conocimientos técnicos necesarios para abordar de forma apropiada todas las cuestiones forestales mundiales. En particular, se intentará establecer una estrecha vinculación entre: Se fomentará especialmente un clima de colaboración sobre cuestiones forestales en el sistema de las Naciones Unidas, en consonancia con el papel de la FAO como coordinador sectorial dentro del sistema de las Naciones Unidas para los capítulos del Programa 21 de la CNUMAD relativos a los bosques (Capítulo 11) y al desarrollo sostenible de las zonas de montaña (Capítulo 13), y con el espíritu de armonía entre las organizaciones internacionales que ha surgido en el contexto de las actividades del Equipo Interinstitucional sobre los Bosques. En particular, se prestará especial atención a la dirección en común del Equipo Interinstitucional para aplicar las propuestas de acción del Grupo Intergubernamental sobre los Bosques y, por ejemplo, para apoyar al Foro Intergubernamental sobre los Bosques.

Objetivos y programas a plazo medio

35. Se han determinado ocho objetivos a plazo medio1 en apoyo de las metas, basados en el examen de los problemas y oportunidades (Sección II) y derivados también de los informes del COFO de 1995 y 1997, los informes de las seis Comisiones Forestales Regionales de 1998 y el informe de la segunda reunión del Cuadro de Expertos Externos de Alto Nivel en Temas Forestales al Director General de la FAO (enero de 1998). A continuación se enumeran esos objetivos, acompañados de una descripción del programa asociado con cada uno de ellos. En casi todos los casos, se señalan los indicadores del éxito o los resultados mensurables de la actividad, pero en otros casos la determinación de los indicadores o resultados mensurables se efectuará en el curso del proceso de planificación detallada a plazo medio.

a) Fortalecer la información y las bases de datos sobre recursos de bosques y árboles

36. El cometido de la Organización de reunir, analizar, interpretar y divulgar informaciones relativas a la nutrición, alimentación y agricultura (Artículo I de los Textos Fundamentales de la FAO) sigue siendo una de las competencias básicas de la FAO. En el sector forestal, se seguirán recogiendo estadísticas e información sobre: 37. El sitio Web del programa forestal de la FAO, ya revisado y ampliado considerablemente, se seguirá desarrollando para mejorar aún más el acceso de los usuarios externos e internos. Las actuales bases de datos de acceso directo se ampliarán y una parte creciente de la información forestal de la FAO, tanto textual como estadística, se incorporará en nuevas bases de datos. La estructura armoniosa de estas bases de datos asegurará la compatibilidad de los mismos.

38. La capacitación y el fortalecimiento institucional seguirán siendo características importantes de este objetivo a plazo medio.

b) Fortalecer las políticas forestales nacionales

39. Proseguirán los análisis sobre la política forestal y comercial a nivel nacional y regional, así como las actividades encaminadas a mejorar la comprensión de las cuestiones institucionales y los requisitos fiscales de la ordenación forestal sostenible.

40. La FAO seguirá coordinando las actividades para facilitar los programas forestales nacionales (PFN), incluida la asistencia en la formulación de políticas y la planificación estratégica y en la planificación intersectorial y de la utilización de la tierra. Se hará especial hincapié en la asistencia a los países en desarrollo y a los países con economías en transición a fin de aumentar su capacidad en materia de políticas y planificación, con particular referencia a la planificación integrada de la utilización de las tierras y a la contribución de las actividades forestales a la seguridad alimentaria, y en la creación de un entorno favorable a la inversión que atraiga los recursos financieros necesarios para llevar a la práctica los PFN.

c) Fortalecer el fundamento técnico para la conservación y el desarrollo sostenibles de los recursos forestales y para el fomento y la utilización de los productos forestales

41. Este objetivo a plazo medio abarca los aspectos técnicos de las prácticas idóneas para la ordenación y el aprovechamiento sostenibles de los bosques. Uno de sus componentes principales seguirá siendo el apoyo a la aplicación de criterios e indicadores para la ordenación sostenible de los bosques mediante procesos regionales y ecorregionales.

42. Se examinarán medidas para la conservación y ordenación de los recursos genéticos forestales, la flora y fauna silvestres y los ecosistemas forestales en todos los tipos de bosques, al tiempo que los estudios sobre sistemas de gestión y prácticas mejoradas de explotación se centrarán principalmente en a) las zonas tropicales húmedas y b) las zonas áridas y semiáridas.

43. Se seguirá prestando apoyo en el ámbito del mejoramiento de los árboles y se llevarán a cabo estudios sobre los efectos ambientales, sociales y económicos de las plantaciones. Se realizarán estudios relacionados con los árboles fuera de los bosques, y en especial sobre las cuestiones incipientes del esparcimiento y las actividades forestales urbanas y periurbanas, así como el sector agroforestal.

44. La labor relativa a la utilización de los productos forestales se centrará en las técnicas apropiadas de elaboración, el fomento de las oportunidades de empleo y la infraestructura, la comercialización de productos forestales y la evaluación de la contribución de los productos forestales no madereros a la seguridad alimentaria.

d) Mantener o mejorar la salud y el estado de los bosques

45. Este objetivo a plazo medio incluye la asistencia a los países para salvaguardar la salud y la vitalidad de los ecosistemas forestales y las plantaciones contra insectos, enfermedades y otros agentes dañinos bióticos y abióticos.

46. Se prestará asistencia técnica a los Estados Miembros en la lucha contra los incendios forestales y en relación con los aspectos de la contaminación y del cambio climático que afectan a la salud de los bosques y los árboles.

47. Se apoyará el establecimiento de redes sobre lucha contra plagas forestales y se impulsará la cooperación entre países en la lucha contra plagas forestales de importancia regional.

e) Fortalecer los marcos institucionales, jurídicos y financieros de los países para el sector forestal

48. Este objetivo a plazo medio comprenderá el asesoramiento a los Estados Miembros sobre reformas legislativas e institucionales relacionadas con el sector forestal. Se prestará apoyo a la ordenación forestal sostenible mediante la extensión y la elaboración de metodologías que permitan tener en cuenta los intereses múltiples, así como la investigación y la enseñanza forestales.

f) Impulsar el debate y la colaboración regionales e internacionales sobre políticas forestales y cuestiones técnicas

49. La FAO seguirá desempeñando funciones de coordinador sectorial para los Capítulos 11 y 13 del Programa 21 y será el organismo principal para el Año Internacional de las Montañas en el 20022. Seguirá prestando apoyo administrativo y efectuando aportaciones técnicas tanto al Foro Intergubernamental sobre los Bosques como al Equipo Interinstitucional sobre los Bosques. También continuará proporcionando apoyo técnico a la Convención Internacional de Lucha contra la Desertificación, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (incluido el Protocolo de Kyoto). Cuando se solicite, realizará aportaciones técnicas o proporcionará asesoramiento sobre propuestas relativas a una posible convención forestal.

50. En el marco de este objetivo a plazo medio se seguirá prestando servicios a las seis comisiones forestales regionales, los cinco órganos estatutarios y los dos cuadros de expertos.

g) Fortalecer las asociaciones con otros grupos que trabajan en el sector forestal

51. Este objetivo a plazo medio tratará de fomentar las asociaciones y la colaboración con todas las partes efectiva y potencialmente interesadas en la búsqueda de un desarrollo forestal sostenible.

52. Se tratará de obtener la colaboración de organizaciones internacionales y regionales de investigación forestal en los esfuerzos para fortalecer los sistemas nacionales de investigación e intensificar las relaciones entre la investigación y el desarrollo.

53. Se reforzarán las relaciones con el sector privado en actividades relacionadas con las operaciones industriales, la elaboración y el comercio forestales. Se seguirán impulsando las asociaciones con ONG que participan activamente en estudios sectoriales, programas de campo e iniciativas internacionales en materia de política.

54. Mediante el establecimiento de redes y la celebración de reuniones (función de la FAO como foro neutral) se facilitará la consulta y la colaboración entre gobiernos, el sector privado, ONG y la sociedad civil.

55. Se intensificarán ulteriormente las relaciones con bancos regionales e internacionales de desarrollo, organismos de desarrollo y grupos comerciales con el fin de promover tanto la inversión como el intercambio de información.

h) Aumentar la equidad social y económica y mejorar el bienestar de los seres humanos mediante el apoyo a unas actividades forestales participativas y una ordenación sostenible de los bosques y árboles en las zonas marginales

56. Mediante el programa de actividades forestales comunitarias y la labor de extensión forestal, la FAO se esforzará por mejorar la capacidad de las instituciones que participan en el sector forestal para elaborar y promover enfoques participativos que permitan a la población local y a otras partes interesadas (especialmente las personas desfavorecidas) intervenir en la planificación y ordenación forestales y obtener beneficios adecuados de esta intervención. Se hará hincapié en la creación de un entorno normativo e institucional propicio para una gestión local eficaz. Se seguirá fomentando la equidad en el reparto de los beneficios y en la adopción de decisiones, especialmente para superar los problemas de desigualdad entre el hombre y la mujer.

Prioridades

57. Se han determinado cuatro grupos de prioridades derivadas de los objetivos y programas a plazo medio antes descritos.

V. VISIÓN PARA EL FUTURO

58. La FAO se propone actuar más eficazmente en el sector forestal durante los próximos 15 años utilizando como guía este plan estratégico. De esta forma, contribuirá a mejorar la ordenación de los árboles y bosques en todo el mundo. En esta sección se expone cómo se concibe la función de la FAO en el sector forestal mundial y cuál es el futuro que se desea para los bosques del mundo.

59. Los gobiernos de los Estados Miembros de la FAO y las organizaciones y grupos de interés que participan en el sector forestal reconocerán a la FAO su función rectora y su colaboración en el fomento de la ordenación sostenible de los árboles y bosques del mundo. La FAO se hará acreedora al reconocimiento y a la confianza por facilitar los debates sobre las cuestiones forestales en un foro neutro, por su capacidad para reunir y difundir información fiable y pertinente como contribución a los debates, por su capacidad para efectuar análisis de dicha información rigurosos desde el punto de vista técnico y pertinentes para la formulación de políticas, y por proporcionar asesoramiento, estudios y pronósticos de forma objetiva y oportuna.

60. La FAO será considerada como una organización innovadora, que está al tanto de los nuevos acontecimientos y es capaz de prever las tendencias. Será considerada como un asociado fiable para atender las necesidades de sus Estados Miembros y como un firme defensor del principio de la colaboración entre los grupos de interés, a la vez que como un ejemplo de la aplicación de ese principio. Será conocida por su capacidad para trabajar aplicando una perspectiva realmente intersectorial. Las actividades normativas y el programa de campo de la Organización se complementarán y originarán una sinergia entre la teoría y la práctica.

61. El escenario al que se debe aspirar es el de un aumento de la superficie de los bosques sometidos a una ordenación sostenible, una desaceleración de la tasa de deforestación en los trópicos, una reducción de la degradación de los bosques en todo el mundo y un aumento de la superficie mundial cubierta de árboles y bosques mediante la forestación y la reforestación, especialmente de tierras degradadas. Se conocerá con más precisión el emplazamiento, extensión, composición, estado de salud y valor de muchos de los bienes y servicios representados por los ecosistemas forestales y los árboles integrados en el paisaje. Los debates constructivos y bien fundamentados entre una amplia variedad de grupos de interés servirán cada vez más para alcanzar un consenso sobre la ordenación forestal, y en particular para definir la ordenación forestal sostenible y establecer un equilibrio entre los objetivos ambientales y de desarrollo. Los cambios en las políticas ayudarán a superar los obstáculos que dificultan el desarrollo forestal, promoverán enfoques participativos de su ordenación y favorecerán la distribución equitativa de los beneficios. Se fomentará y se reconocerá en mayor medida la contribución de los árboles y los bosques a la seguridad alimentaria (incluida la dendroenergía necesaria para cocinar alimentos) y a la protección del medio ambiente. Serán más numerosos los bosques sometidos a una ordenación controlada y las evaluaciones periódicas de los indicadores mostrarán una tendencia a la estabilidad a largo plazo. La corriente de inversiones en el sector será mucho más intensa, particularmente en los países en desarrollo y en los países con economías en transición.