Índice

I. INTRODUCCIÓN

II. EVOLUCIÓN MACROECONÓMICA

III. PRODUCCIÓN

IV. CONSUMO

V. IMPORTACIONES

VI. EXPORTACIONES

VII. ARANCELES

VIII. CONCLUSIONES

I. INTRODUCCIÓN

1. Durante su última reunión, el Grupo señaló a la atención la necesidad de seguir realizando esfuerzos para individuar posibles mercados para el té. Al examinar la evolución y perspectivas del mercado en la Federación de Rusia, el Grupo llegó a la conclusión de que también se necesitaba un análisis de las demás zonas de la antigua URSS, que actualmente está constituida por la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y los Estados del Báltico. Dicho análisis proporcionaría al Grupo un panorama más amplio de la situación de la demanda antes y después de las reformas políticas y económicas introducidas en 1991 y 1992, y le facilitaría la evaluación de las perspectivas futuras de unos mercados de importación dinámicos y con alto potencial de crecimiento.

2. En el documento se presenta la información más reciente de que dispone la Secretaría sobre la evolución y las perspectivas del mercado en la CEI y los Estados del Báltico, donde la demanda de té ha crecido considerablemente durante los últimos cinco años. En el documento se examinan las tendencias del mercado después de las reformas (de 1992 a 1998) y algunas de las posibles consecuencias que podrían verificarse en el futuro. Quizás los miembros del Grupo deseen suministrar más información de la que han obtenido gracias a sus actividades individuales de comercialización, y contribuir de este modo al debate del Grupo sobre las medidas encaminadas a incrementar la demanda tanto de los tes tradicionales como de los tes con valor añadido.

II. EVOLUCIÓN MACROECONÓMICA

3. En 1991, las reformas políticas introducidas en la antigua URSS se tradujeron en la desintegración de la Unión y en la constitución de la CEI, agrupación de distintos estados independientes. Los países bálticos de Estonia, Letonia y Lituania no se unieron a la CEI. Para 1992, los países comenzaron el proceso de reforma económica y pasaron de un sistema de planificación centralizada dominado por el estado a economías de estados individuales orientadas al mercado.

4. Las economías de los estados de independencia reciente atravesaron períodos de transición sumamente difíciles, como se desprende, por ejemplo, de los indicadores económicos relativos al crecimiento del producto interno bruto y a la inflación en la Federación de Rusia (Cuadro 1).

Cuadro 1. Indicadores económicos - la Federación de Rusia

Fuente: Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial.
^1/ Tasas de crecimiento del PIB (%).
^2/ Tasa media anual de inflación (%)

5. El proceso de reforma preveía la liberalización del comercio, la eliminación de los controles de precios, la supresión de los sistemas de distribución de planificación centralizada y la suspensión de las subvenciones gubernamentales a los insumos agrícolas. La repercusión de esos cambios en la industria del té fue considerable.

6. La producción de té disminuyó un 51 por ciento pues pasó de 116 000 toneladas en 1991 a 57 100 toneladas en 1992 debido principalmente a la reducción en el empleo de fertilizantes y otros insumos agrícolas al eliminarse las subvenciones y los controles de precios. El consumo descendió un 45 por ciento, ya que pasó de 278 000 toneladas en 1991 a 153 000 toneladas en 1992 como resultado de escaseces en el mercado y del aumento de los precios ocasionado por la eliminación de las restricciones al comercio. Los menores envíos procedentes de Georgia, principal país productor de té de la CEI, y la escasez de divisas para financiar las importaciones, redujeron la disponibilidad de té en el mercado. Los aumentos de los precios del té superaron los de los precios de otros muchos productos alimentarios básicos debido a que la liberalización del mercado del té ocurrió antes de la de la mayor parte de los demás alimentos básicos.

7. Las importaciones de té efectuadas por la CEI y los Estados del Báltico disminuyeron un 54 por ciento pues pasaron de 166 000 toneladas en 1991 a 76 000 toneladas en 1992. Independientemente de la reducción debida a la escasez de divisas, la falta de instituciones mercantiles, sobre todo de vías de distribución, empeoraron la situación ya que el sistema de mercadeo de planificación centralizada se eliminó antes de que el nuevo sistema de comercialización se desarrollase plenamente. Tras la recuperación económica general que se produjo después del período inicial de transición, las importaciones de té se incrementaron rápidamente y para 1995 habían superado los niveles anteriores a la reforma, aunque el comercio interestatal continuó reduciéndose debido a que después de la liberalización del comercio la demanda de tes importados siguió creciendo en detrimento del té producido localmente. La introducción de nuevas políticas comerciales en los distintos estados independientes también contribuyó a la disminución del comercio intrarregional ya que la mayoría de ellos se orientaba hacia países situados fuera de la región para obtener cooperación económica.

III. PRODUCCIÓN

8. En los Estados del Báltico no se produce té y por consiguiente, el examen se circunscribe a la CEI, donde la producción siguió disminuyendo pues pasó de 57 100 toneladas en 1992 a 35 000 toneladas en 1998, pese al aumento de 84 000 toneladas alcanzado en 1993 (Cuadro 2). Esto representó una baja de un 7,8 por ciento al año entre 1992 y 1998, frente a la de 2,5 por ciento registrada hace diez años (1982-1988). La disminución se debió sobre todo a la reducción en la utilización de insumos agrícolas ocasionada por diversos factores, el más directo de los cuales fue la suspensión de las subvenciones gubernamentales y del control de precios. Además, la preferencia por los tes importados debilitó la demanda de los producidos localmente. Durante el período comprendido entre 1992 y 1998, la producción de Georgia, el principal productor de té (el 86 por ciento de la producción de té de la CEI) se redujo de 50 000 toneladas a 30 000 toneladas, y en Azerbaiyán, el tercer país productor, la producción disminuyó a razón de un 26 por ciento al año, pues de 5 500 toneladas pasó a 960 toneladas. Por otra parte, la producción en la Federación de Rusia, segundo país productor de té, aumentó a razón de un 17 por ciento al año dado que pasó de 1 600 toneladas en 1992 a 4 100 toneladas en 1998.

Cuadro 2: Producción de té (miles de toneladas)

IV. CONSUMO

9. El consumo de té¹ en la CEI y los Estados del Báltico aumentó de 153 300 toneladas en 1992 a 210 900 toneladas en 1998, alcanzando un total de 240 200 toneladas en 1995, el nivel más alto del período 1992-98 (Cuadro 3). Excepto en 1994 y 1996, el consumo se mantuvo por encima de las 200 000 toneladas desde 1993 debido, sobre todo, al crecimiento y fortalecimiento de la demanda de té en la Federación de Rusia. Durante ese período la tasa de crecimiento fue de 5,5 por ciento al año frente al 4,1 por ciento registrado hace diez años (1982-1988).

Cuadro 3: Consumo de té (miles de toneladas)

Fuente: ESCR
Notas:
1/ Tasas de crecimiento expresadas en porcentaje anual correspondiente al período 1992 a 1998
a= 93-98 b= 94-98 c= 96-98

10. En la Federación de Rusia el consumo aumentó a razón de un 9,1 por ciento al año ya que pasó de 76 600 toneladas en 1992 a 129 100 toneladas en 1998. El consumo llegó al máximo en 1997, cuando los niveles registraron un total de 152 300 toneladas. Sin embargo, la crisis económica que repercutió negativamente en el país durante el último trimestre de 1998 se tradujo en menores niveles de consumo, que podrían descender ulteriormente en 1999. Durante el mismo período (1992-1998), el consumo en Uzbekistán, que ocupa el tercer lugar entre los principales consumidores, aumentó de 6 000 toneladas a 15 000 toneladas. El consumo en Ucrania, que ocupa el cuarto lugar, pasó de 10 000 toneladas en 1992 a 12 600 toneladas en 1998. El consumo en Kazajstán, situado en el quinto lugar, aumentó a razón de 12,9 por ciento al año, pasando de 4 400 toneladas en 1992 a 9 100 toneladas en 1998. El consumo en los tres Estados del Báltico también creció rápidamente durante el mismo período, aunque empezó con pequeñas cantidades. Por el contrario, el consumo en Georgia, que ocupa el segundo lugar entre los países consumidores de té de la CEI, se contrajo a razón de un 14 por ciento al año, pues de 50 000 toneladas en 1992 paso a 21 000 toneladas en 1998, descenso que se debió, sobre todo, a la reducción de la producción interna.

11. El consumo per cápita de té en la CEI aumentó de 0,5 kg en 1992 a 0,7 kg en 1998, lo que representa una tasa de crecimiento media anual de un 5,2 por ciento, debido sobre todo al aumento del consumo en la Federación de Rusia (Cuadro 4). La tasa de crecimiento anual en los Estados del Báltico fue mucho mayor pues llegó a un 35,7 por ciento, lo que obedeció principalmente al nivel sumamente bajo de la tasa de base. El consumo per cápita de té fue de 0,05 kg en 1992 y aumentó a 0,3 kg en 1998. En los tres Estados del Báltico se produjeron aumentos considerables en el consumo per cápita, y en Estonia se alcanzó el nivel más alto, que fue de 0,48 kg.

Cuadro 4: Consumo de té per cápita (kg)

Fuente: ESCR
Notas:
2/ Tasas de crecimiento expresadas en porcentaje anual correspondientes al período 1992 a 1998
a= 93-98 b= 94-98 c= 96-98

V. IMPORTACIONES

12. Desde que se introdujeron las reformas en 1992, se interrumpieron las importaciones estatales centralizadas y a los comerciantes del sector privado se les dio la oportunidad de hacerse cargo del comercio del té. Las oportunidades del mercado debidas a la liberalización del comercio han atraído la participación del sector privado, que ha dado a la industria un impulso dinámico. Las importaciones de la CEI y de los Estados del Báltico aumentaron de 96 200 toneladas en 1992 a 222 200 toneladas en 1997 (Cuadro 5). Durante este período la tasa de crecimiento anual registró una media de 18,2 por ciento al año. Sin embargo la crisis económica, especialmente en la Federación de Rusia, donde se agudizó durante el cuarto trimestre de 1998, provocó una contracción de las importaciones que descendieron a 196 100 toneladas en 1998, reduciendo la tasa de crecimiento anual a una media equivalente al 12,6 por ciento. Esa tasa fue muy semejante a la que prevaleció hace 10 años (1982-1988), cuando la tasa de crecimiento anual registró una media de 10,5 por ciento.

Cuadro 5: Importaciones (miles de toneladas)1/

Fuente: Estimaciones de FAOSTAT y ESCR
Notas:
1/ Importaciones brutas
2/ Estimaciones
3/ Tasas de crecimiento expresadas en porcentaje anual correspondientes al período 1992 a 1998.
a= 93-98 b= 96-98 c= 94-98

13. Las importaciones efectuadas por los países de la CEI en Europa aumentaron a razón de 21,2 por ciento al año pues pasaron de 85 400 toneladas en 1992 a 148 900 toneladas en 1998. Las importaciones aumentaron considerablemente en 1997, cuando los envíos ascendieron a 172 100 toneladas. Durante el mismo período, las importaciones de la Federación de Rusia, principal importador de té (que efectuó el 17 por ciento de las importaciones mundiales de té en 1998) crecieron de 75 200 toneladas en 1992 a 135 000 toneladas en 1998, después de haber alcanzado una cota de 158 000 toneladas en 1997, lo que supone un crecimiento anual medio del 10,2 por ciento. Las importaciones de té efectuadas por los países de la CEI en Asia registraron un aumento anual del 27,3 por ciento, pues pasaron de 10 400 toneladas en 1992 a 44 200 toneladas en 1998. Las importaciones de Uzbekistán, el segundo país importador de la CEI, pasaron de 6 000 toneladas a 15 000 toneladas durante el mismo período (1992-98). Las importaciones efectuadas por Ucraina, que ocupa el tercer lugar, aumentaron un 4,2 por ciento al año y pasaron de 10 000 toneladas en 1992 a 12 800 toneladas en 1998; el Kazajstán, que ocupa el cuarto lugar, aumentó sus importaciones de té de 4 400 toneladas en 1992 a 9 200 toneladas en 1998, lo que representa una tasa de crecimiento anual de 13,1 por ciento. Aunque las cifras siguieron siendo bajas, las importaciones efectuadas por los Estados del Báltico registraron un notable incremento dado que del total de 400 toneladas alcanzado en 1992 se llegó al de 3 000 toneladas en 1998.

14. La liberalización del comercio también ha determinado el cambio de los países con los cuales se mantienen relaciones comerciales y su participación en el comercio del té. Antes de las reformas, la mayor parte del té que importaba la antigua URSS procedía de la India y de China (Gráfico 1). Su participación en el total de las importaciones de té en 1991 ascendió a 64,2 por ciento y 21,3 por ciento, respectivamente. Indonesia ocupó el tercer lugar entre los proveedores (7,5 por ciento del total) seguido de Sri Lanka (3,1 por ciento). Georgia también exportó la mayor parte de su producción a otras regiones de la antigua URSS. Después de las reformas, la India siguió siendo el mayor proveedor de té de la CEI y de los Estados del Báltico, pero su participación disminuyó, en tanto que la de Sri Lanka aumentó considerablemente. En 1998, a la India y a Sri Lanka correspondió el 60,1 por ciento y el 23,4 por ciento, respectivamente, de las importaciones de té efectuadas por la CEI y los Estados del Báltico, mientras que a China y a Indonesia correspondió el 5,2 por ciento y el 3,0 por ciento del mercado, respectivamente, y a Georgia el 2,8 por ciento. Cabe señalar que las importaciones procedentes de los países europeos también han crecido continuamente. En 1998 se importaron de esos países más de 2 000 toneladas, lo que representa el 2,1 por ciento del total.

Gráfico 1: Importaciones, por países de procedencia

Fuente: International tea Committee

VI. EXPORTACIONES

15. Las exportaciones de té de los países de la CEI y de los Estados del Báltico son en realidad reexportaciones en la mayoría de los casos, salvo pequeñas cantidades de tes producidos localmente en Georgia y en la Federación de Rusia, los dos principales exportadores de té (Cuadro 6). En 1998 Georgia exportó alrededor de 9 000 toneladas de té (en su mayor parte de té a granel) y la Federación de Rusia 10 000 toneladas, la mayor parte de las cuales consistió en té en paquetes para la venta al por menor (o té envasado).

Cuadro 6: Exportaciones de té (miles de toneladas) ^1/

Fuente: Estimaciones de FAOSTAT y ESCR
Notas:
1/ Estimaciones
2/ Tasas de crecimiento expresadas en porcentaje anual correspondientes al período 1992 a 1998.
(R) = Reexportaciones
a= 93-98 b= 94-98 n.d.= no se dispone de datos

VII. ARANCELES

16. Desde que se realizaron las reformas económicas de 1992, cada país de la CEI y de los Estados del Báltico han introducido distintas tasas arancelarias. En el Cuadro 7 se consigna un resumen de los derechos de importación aplicados al té por los distintos países.

Cuadro 7: Derechos de importación aplicados al té en la CEI y los Estados del Báltico (a partir de 1998)

17. Algunos países como, por ejemplo, la Federación de Rusia, aplican aranceles de importación más altos al té con valor añadido (en paquetes para la venta al por menor) que al té comercializado a granel. En junio de 1997 este país duplicó el derecho de importación que aplica al té envasado. Aunque el aumento del derecho de importación tenía por objeto proteger a la industria local de elaboración y envasado, tuvo consecuencias negativas en los precios y la demanda. Entre diciembre de 1996 y enero de 1998, los precios al por menor del té envasado aumentó un 28 por ciento y pasó de 31,3 rublos/kg a 40,0 rublos/kg en la zona central de Rusia, y registró un aumento del 31 por ciento, pasando de 24,2 rublos/kg a 31,7 rublos/kg, en la zona nordoccidental del país. Las tasas correspondientes de otras zonas ascendieron casi al 60 por ciento. Los aumentos registrados en los precios del mercado determinaron un cambio que favoreció el consumo de tes de calidad inferior, y una reducción de las importaciones de té de mejor calidad. Durante los primeros cinco meses de 1997, antes del aumento, la Federación de Rusia importó 51 800 toneladas de té envasado (10 400 toneladas al mes por término medio), mientras que durante los primeros siete meses después del aumento, las importaciones disminuyeron a 42 000 toneladas (un promedio de 6 000 toneladas al mes). Además, el incremento de los aranceles no se tradujo en un incremento de los ingresos del gobierno debido a la consiguiente reducción del volumen de las importaciones.

VIII. CONCLUSIONES

18. Las reformas económicas introducidas en la antigua URSS, que comenzaron en 1992, han tenido profundas repercusiones en el mercado del té de la CEI y de los Estados del Báltico. La producción, el consumo, las importaciones y las exportaciones de esos estados disminuyeron provisionalmente durante los primeros cinco años de la reforma dado que los precios de mercado crecieron considerablemente. Después de un período de transición, el consumo, las importaciones y las exportaciones (principalmente como reexportaciones) recuperaron los niveles prevalecientes antes de la reforma, especialmente en 1995, y desde entonces han crecido con mayor rapidez que durante el período anterior a la reforma. Después de los aumentos iniciales, los incrementos de los precios han sido poco frecuentes puesto que el sistema de mercadeo del sector privado ha demostrado ser muy eficaz.

19. Tras la liberalización del comercio han surgido nuevas tendencias en el mercado. Las importaciones procedentes de países no pertenecientes a la CEI ni a los Estados del Báltico han aumentado. Los consumidores pudieron disponer de té importado de buena calidad y se fortaleció la demanda de esa clase de té.

20. Otra tendencia apreciable ha sido la creciente demanda de té envasado importado, que ha aumentado con tanta rapidez que actualmente le corresponde más del 85 por ciento del total de las importaciones de té efectuadas por la Federación de Rusia. En 1991, un año antes de que se introdujeran las reformas económicas, el 95 por ciento del té que se consumía en la Federación de Rusia se envasaba en el país.

21. Recientemente, una empresa que comercia en té en la Federación de Rusia comenzó a construir una planta de envasado de grandes dimensiones. La participación de la empresa en el mercado de la Federación asciende a un 20 por ciento aproximadamente, y actualmente importa té envasado en plantas que posee en otros países productores. Esa nueva planta tendrá una capacidad de 50 000 toneladas al año y utilizará maquinaria importada de Italia y Alemania. Se prevé que la planta se beneficiará de la creciente demanda de té envasado registrada no sólo en Rusia sino también en otros países de la CEI y en los Estados del Báltico.

22. Es probable que en la CEI y los Estados del Báltico siga creciendo la demanda de té envasado de buena calidad, siempre que se reúnan ciertos requisitos. La demanda de té envasado supera la capacidad de envasado de las plantas locales, y es probable que esa situación se prolongue durante algún tiempo. Los países de la CEI y los Estados del Báltico han sido mercados importantes para el té comercializado internacionalmente, especialmente desde mediados de los años 90. Según las indicaciones, seguirán siendo muy importantes en lo que se refiere a la demanda de tes de buena calidad, y también representan los mercados con el mayor potencial de crecimiento, siempre que readquieran con relativa rapidez un crecimiento económico positivo. Otra posible limitación a un considerable crecimiento continuo serían los impuestos de consumo y los derechos de importación relativamente altos aplicados en 1997. Si la representación actual de la industria logrará reducir los derechos de importación, podría manifestarse nuevamente la tendencia al crecimiento registrada hasta mediados de 1997, cuando se aumentaron esos impuestos.

1 En este documento el consumo se define como la suma de la producción y el comercio neto (las importaciones menos las exportaciones). Los cambios en las existencias no se tuvieron en cuenta debido a la dificultad para obtener las cifras.