ERC/00/7


 

22ª CONFERENCIA REGIONAL DE LA FAO PARA EUROPA

Oporto, Portugal, 24-28 de julio de 2000

Tema 10.1 del Programa

INOCUIDAD Y CALIDAD DE LOS ALIMENTOS EN RELACIÓN CON LA AGRICULTURA ORGÁNICA

Índice



 

I. INTRODUCCIÓN

1. Según se indica en muchos informes, el sector de alimentos orgánicos constituye una actividad comercial en aumento con buenas perspectivas a largo plazoi ii. A pesar de la mayor atención que se le ha prestado en el último decenio, la agricultura orgánica sólo ocupa todavía una pequeña parte del total de las tierras agrícolas: el 2 por ciento aproximadamente como promedio en los países de la Unión Europea, el 0,1 por ciento en los Estados Unidos de América y el 1,34 por ciento en Canadá. Es de destacar que la agricultura orgánica está adquiriendo también creciente importancia en varios países en desarrollo, entre ellos China, Egipto, India, Filipinas, Sri Lanka y Uganda.

2. La agricultura orgánica es uno de los numerosos métodos de producción inocuos para el medio ambiente. Los sistemas de agricultura orgánica se basan en normas de producción concretas y precisas que tienen por objeto conseguir agroecosistemas que sean social y ecológicamente sostenibles. La agricultura orgánica se basa en la reducción al mínimo de la utilización de insumos externos, evitando el empleo de fertilizantes y plaguicidas sintéticos.

3. El término "orgánico" se aplica a los productos que se han producido con arreglo a unas normas orgánicas a lo largo de las fases de producción, manipulación, elaboración y comercialización y que han sido certificados por un órgano o autoridad de certificación debidamente constituido. Por consiguiente, el término "orgánico" se refiere más a un proceso que a un producto. Con ello no ha de entenderse necesariamente que los alimentos producidos sean más sanos, más inocuos o "totalmente naturales". Simplemente significa que el producto se ajusta a las normas de producción y manipulación establecidas, aunque las encuestas señalan que los consumidores consideran que el término "orgánico" indica pureza y manipulación cuidadosa. Las normas "orgánicas" no eximen a productores y elaboradores del cumplimiento de los requisitos reglamentarios generales, como por ejemplo reglamentos sobre inocuidad de los alimentos, registros de plaguicidas, normas generales para el etiquetado de los alimentos y el etiquetado nutricional, etc.

4. Puesto que el crecimiento del sector de los alimentos orgánicos supera con mucho el crecimiento de los sectores alimentarios convencionales, se han realizado muchos estudios y encuestas para examinar las actitudes de los consumidores hacia los alimentos orgánicos y, por consiguiente, la razón de la tendencia observadaiii iv v vi. Estos estudios han revelado que las nociones de los consumidores acerca de la salubridad e inocuidad de los alimentos orgánicos son fundamentales en su elección de dichos alimentos, aunque la preocupación por la protección del medio ambiente y el bienestar de los animales constituye también una motivación fundamental para esa elección. Ante estas expectativas de los consumidores, es importante examinar atentamente la cuestión de la calidad y la inocuidad de los alimentos orgánicos con el fin de determinar los problemas y cuestiones a los que ha de prestarse atención. Cuestiones ampliamente divulgadas, como por ejemplo el debate en curso sobre los alimentos obtenidos mediante ingeniería genética, la incidencia de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) y los alimentos contaminados con dioxinas, causan gran preocupación entre los consumidores acerca de la inocuidad de los alimentos.

5. El interés por los alimentos orgánicos es sólo una de las varias tendencias que pueden observarse hoy día en el mercado alimentario. Estas tendencias incluyen la creciente demanda de alimentos de fácil preparación, una gama y variedad más amplia de alimentos en el mercado mundial y alimentos que se perciben como naturales o sometidos a una elaboración mínima. Hay también un interés en aumento por los alimentos funcionales, es decir los alimentos con supuestos beneficios para la salud que van más allá de su valor nutritivo. Por último, una cuestión de gran importancia para el sector alimentario es la utilización de organismos modificados genéticamente (OMG). Estas tendencias interactúan en diversas formas con el fenómeno de los alimentos orgánicos y de la agricultura orgánica.

6. La existencia de tendencias opuestas dentro del sector alimentario ha provocado, en cierta medida, una polarización entre diferentes grupos de interés. Este documento no pretende hacer juicios de valor sobre el enfoque "correcto" del desarrollo agrícola. Por el contrario, presenta un panorama general crítico y transparente de cuestiones relacionadas con la calidad e inocuidad de los alimentos orgánicos.

II. SITUACIÓN DE LA AGRICULTURA ORGÁNICA EN EUROPA

7. En solo 13 años, la superficie destinada a la producción orgánica certificada y apoyada por las autoridades en la UE se ha multiplicado por 30, pasando de unas 100 000 hectáreas en 1985 a más de 2,8 millones de hectáreas al final de 1998. La tasa de crecimiento y la superficie total varían considerablemente entre los distintos países y casi el 80 por ciento del aumento se ha producido desde 1993, coincidiendo con la aplicación del Reglamento 2092/92 de la CE (en el que se define la producción de cultivos orgánicos)y la ejecución de políticas en apoyo de la reconversión a la agricultura orgánica y el mantenimiento de ésta como parte del programa agroecológico contenido en el Reglamento 2078/92 de la CEvii.

8. La agricultura orgánica, con una tasa de crecimiento global constante en la UE del 25 por ciento aproximadamente al año durante los diez últimos años, es sin duda uno de los sectores de la producción agrícola que crece más de prisa. Se prevé que la parte correspondiente a la producción orgánica en la agricultura total de la UE, con una tasa de crecimiento anual continuo del 15 a 25 por ciento, alcanzará entre el 5 y el 10 por ciento en 2005 y entre el 10 y el 30 por ciento en 2010. Tomando como base el valor actual de las ventas al por menor, esto significa un crecimiento de unos 5 000 millones de euros en 1997 a 25-30 000 millones en 20057. Sin embargo, cabe señalar que, en general, los alimentos producidos por medios orgánicos reciben actualmente un sobreprecio que compensa los rendimientos algo más bajos, pero no se sabe de qué modo un aumento considerable del volumen de la producción orgánica afectaría a los precios.

9. Las tasas de crecimiento en Europa central y oriental fueron igualmente altas o superiores en el decenio de 1990, aunque la superficie global de las tierras (más de 192 000 ha en 20001) y el volumen de la producción siguen siendo muy reducidos. Sin embargo, la capacidad y las normas de elaboración y fabricación, así como las infraestructuras locales de distribución y exportación son todavía obstáculos importantes al desarrollo. Con frecuencia, el mercado local no premia los productos orgánicos con un sobreprecio y la sensibilización de los consumidores es en general aparentemente baja2.

10. Las ventas de alimentos orgánicos en los principales mercados europeos (Dinamarca, Francia, Suecia, Suiza y el Reino Unido) se efectúan predominantemente a través de supermercados, salvo en Alemania y los Países Bajos, y están dominadas por los productos lácteos, las frutas y hortalizas frescas, los cereales y los productos a base de cereales. Hasta hace poco, la elaboración de alimentos orgánicos estaba a cargo de productores especializados y se concentraba sobre todo en la elaboración primaria y el reenvasado en formas apropiadas para la venta a los consumidores. Sin embargo, el mercado de la elaboración secundaria está creciendo, ya que los consumidores buscan cada vez más un surtido de alimentos elaborados análogo al disponible para la producción convencional. Esto ha dado lugar a la incorporación de fabricantes no especializados, que están añadiendo los productos orgánicos a sus líneas de producción industrial.

11. El rápido aumento del volumen y la tasa de crecimiento tiene enormes repercusiones para todos los aspectos de la producción, elaboración, transporte y comercialización, incluidas las disposiciones necesarias en materia de apoyo a las políticas, capacitación, asesoramiento e investigaciónviii.

12. Los Estados Miembros de la UE consideran cada vez más la agricultura orgánica como un instrumento para favorecer la diversificación y estabilidad de los ingresos rurales y aumentar al mismo tiempo la diversidad biológica y la sostenibilidad del medio ambienteix. Estas consideraciones tienen especial importancia en los países de Europa central y oriental y de la CEI que tienen un porcentaje de población rural mucho mayor. Por consiguiente, es probable que, para los gobiernos de esos países, la agricultura orgánica adquiera un interés mayor de lo que parece indicar la cuota actual del mercado.

III. PANORAMA GENERAL DE LA CALIDAD E INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y SU REGULACIÓN

13. La calidad e inocuidad de los alimentos son objeto de preocupación para todos. Los consumidores esperan que sus alimentos sean apetecibles, nutritivos e inocuos. La tarea de garantizar que estas expectativas se cumplan sistemáticamente incumbe a los gobiernos, a la industria y a los propios consumidores. El cometido de los gobiernos es garantizar que los requisitos de calidad e inocuidad de los alimentos sean apropiados, cuenten con el debido apoyo en el marco de la legislación y la reglamentación nacionales sobre calidad e inocuidad de los alimentos y se comuniquen claramente a la industria y a los consumidores. Los gobiernos deben también proporcionar un sistema eficiente de control alimentario y unos servicios adecuados y fiables de inspección y análisis de los alimentos para garantizar el cumplimiento por parte de todos los requisitos de calidad e inocuidad. La industria alimentaria debe garantizar la calidad e inocuidad de sus productos mediante la aplicación de programas de garantía de la calidad, incluidos programas de inocuidad de los alimentos basados en el sistema de análisis de riesgos y de los puntos críticos de control (HACCP), que tiene por objeto asegurar el cumplimiento de todos los reglamentos pertinentes. Los consumidores deben aplicar prácticas correctas de manipulación de los alimentos con el fin de evitar problemas en cuanto a su calidad e inocuidad en los hogares. Un informe de la OMSx de 1999 indicaba que, en Europa, el hogar era el lugar donde con más frecuencia se producían brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos (36 por ciento).

14. Además de la inocuidad, los atributos de calidad incluyen el valor nutricional, las propiedades organolépticas como por ejemplo el aspecto, color, textura y sabor, y las propiedades funcionales. Estos criterios de calidad interesan también a los consumidores, la industria alimentaria y los órganos gubernamentales encargados de la reglamentación. La calidad puede considerarse una característica compleja de los alimentos que determina su valor o aceptabilidad para los consumidores, y es importante comprender que la valoración de la calidad por parte de los consumidores es a menudo subjetiva. Desde el punto de vista de la reglamentación o de la protección de los consumidores, la "calidad" está relacionada con los requisitos objetivos básicos que deben cumplirse en virtud de las leyes y reglamentos vigentes para garantizar que los alimentos sean inocuos, no estén contaminados o adulterados ni se presenten en forma fraudulenta. Los requisitos relativos a la inocuidad de los alimentos no son facultativos ni negociables. Además, en recientes acuerdos internacionales se subraya la necesidad de que las medidas relativas a la inocuidad de los alimentos se basen en un análisis de los riesgos con arreglo a los principios y procedimientos establecidos por las organizaciones internacionales competentes. Las normas internacionales sobre inocuidad de los alimentos y los requisitos de higiene de los alimentos son igualmente válidos para los alimentos producidos por medios convencionales y orgánicos. La cuestión de las otras características de calidad de los alimentos no está tan clara. Está muy extendida la opinión de que la industria alimentaria ocupa una posición idónea para tomar decisiones respecto de la calidad de sus productos sobre la base de su conocimiento de las exigencias del mercado. Sin embargo, existen normas de calidad obligatorias y facultativas para garantizar el cumplimiento de los requisitos esenciales del producto y proteger a los consumidores contra prácticas fraudulentas.

15. Hay muchos tipos de peligros para la inocuidad de los alimentos que pueden plantearse en el curso de su producción o de su manipulación, elaboración y envasado posteriores. Entre los peligros microbiológicos se incluyen las bacterias, los protozoos, los parásitos, los virus y los hongos o sus toxinas. Sustancias tóxicas naturales presentes en el medio ambiente, como por ejemplo el zinc, el arsénico y el cianuro, o en los propios alimentos, como la solanina y la histamina, pueden constituir también peligros para la inocuidad de los alimentos. Los productos químicos industriales tóxicos o los desechos radioactivos son otras posibles fuentes de contaminación de los alimentos. Cabe citar como ejemplos de estos contaminantes industriales el arsénico, el cadmio, el cobre, el plomo, el mercurio y los bifenilos policlorados (BPC). Los contaminantes pueden entrar en la cadena alimentaria como consecuencia de una utilización excesiva o inadecuada de fertilizantes, como en el caso del cadmio, los nitratos y los nitritos. Una utilización errónea de plaguicidas o medicamentos veterinarios autorizados puede crear también peligros químicos para los alimentos. Asimismo, unos piensos contaminados o unas prácticas inadecuadas de alimentación animal pueden dar lugar a unos alimentos malsanos.

16. En el plano mundial, un estudio de los riesgos para la salud de origen alimentario reveló que los riesgos debidos a aditivos alimentarios y residuos de plaguicidas son relativamente secundarios (en lo que respecta a los efectos tanto agudos como crónicos) en comparación con los contaminantes microbiológicos y otras toxinas naturalesxi. Una investigación epidemiológica de enfermedades transmitidas por los alimentos en Europa mostró que sólo el 0,5 por ciento de los brotes se debían a sustancias químicas. Sin embargo, a pesar de estas estadísticas los resultados de un cuestionario enviado a países europeos indicaron que el problema de la contaminación de los alimentos con sustancias químicas se consideraba un importante motivo de preocupación respecto de la salud pública10.

IV. CUESTIONES ESPECÍFICAS DE CALIDAD E INOCUIDAD RELACIONADAS CON LOS ALIMENTOS ORGÁNICOS

A. Reglamentación de los alimentos orgánicos

17. Para reglamentar los alimentos, es necesario que se establezcan parámetros objetivos con arreglo a los cuales puedan adoptarse decisiones al respecto. De ahí la necesidad de normas, directrices y recomendaciones sobre calidad e inocuidad de los alimentos. La ausencia de reglamentos armonizados entre los posibles interlocutores comerciales obstaculiza el comercio de alimentos orgánicos y el consiguiente crecimiento de este sector. En 1991, la Comunidad Europea adoptó reglamentos sobre producción orgánica de productos agrícolas (Reglamento No.2092.91 del Consejo). En 1999, la Comisión del Codex Alimentarius (CAC) adoptó directrices para la producción, elaboración, etiquetado y comercialización de alimentos producidos orgánicamentexii. En estos reglamentos se estipulan los principios de la producción orgánica en las explotaciones agrícolas y en las fases de preparación, almacenamiento, transporte, etiquetado y comercialización. En la actualidad no se aplican al ganado, pero la CAC está elaborando reglamentos para la producción ganadera orgánica. La adopción de directrices internacionales es un paso importante para proporcionar un criterio unificado con el fin de regular el subsector de los alimentos orgánicos y facilitar de ese modo su comercio. Una interpretación común de lo que se entiende por "orgánico", así como la existencia de directrices reconocidas internacionalmente, ofrecen un grado importante de protección a los consumidores frente a prácticas engañosas y fraudulentas.

18. Es importante comprender ante todo que los alimentos orgánicos deben cumplir todas las normas de calidad e inocuidad que se aplican a los alimentos producidos por medios convencionales. A este respecto hay que señalar que los países de Europa central y oriental continúan ajustando sus normas alimentarias y sus reglamentaciones nacionales en materia de inocuidad a los requisitos internacionales de los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de la UE. Esto ha contribuido a mejorar en general la aplicación de medidas sobre inocuidad de los alimentos, especialmente en los países que se preparan para su adhesión a la UE en el futuro. Los reglamentos y directrices específicos para los alimentos orgánicos establecen requisitos adicionales derivados del hecho de que los métodos de producción forman parte intrinseca de la identificación y el etiquetado de dichos productos, así como de las declaraciones de propiedades correspondientes. Por consiguiente, al reglamentar alimentos orgánicos es necesario establecer mecanismos mediante los cuales pueda garantizarse que en su producción se han observado todas las directrices pertinentes. Esto se consigue mediante un sistema de inspección y certificación.

19. La inspección y certificación es una parte intrínseca de la producción agrícola orgánica. De hecho, de acuerdo con las directrices de la CE y del Codex, la utilización de términos que den a entender que se han utilizado métodos de producción orgánica debe limitarse a los productos que han sido obtenidos por operadores que actúan bajo la supervisión de un organismo o autoridad de certificación y que han sido sometidos a un sistema de inspecciones periódicas que cumple unos requisitos mínimos. La certificación podrá basarse, cuando proceda, en una serie de actividades de inspección que abarquen el sistema de producción y elaboración e incluyan la comprobación de los sistemas de garantía de calidad y el examen de los productos acabados.

20. A través de la inspección y certificación se garantiza a los consumidores que se han aplicado los elementos fundamentales que constituyen la producción "orgánica" y que los alimentos etiquetados como "orgánicos" corresponden realmente a lo que se declara. La creciente demanda de los consumidores y los intereses económicos cada vez mayores que intervienen en la producción orgánica se han traducido en un aumento de la distancia entre productores y consumidores, lo que realza aún más la importancia de los procedimientos externos de control y certificación para garantizar la protección de los consumidores. Incumbe a los gobiernos garantizar que los sistemas de inspección y certificación de productos orgánicos en los países cumplen todos los requisitos nacionales pertinentes.

21. El Comité de Agricultura de la FAO ha reconocido que la demanda de productos orgánicos ha creado nuevas oportunidades de exportación para el mundo en desarrolloxiii. Aun cuando algunos consumidores expresen su preferencia por los alimentos orgánicos de producción local, la demanda de los consumidores de una variedad de productos durante todo el año contrarresta esta tendencia. En la actualidad, los agricultores y comerciantes que tratan de comercializar sus productos en países desarrollados deben recurrir a los servicios de una organización de productos orgánicos, cuyo costo puede ser prohibitivo para las pequeñas empresas. Para afrontar esta limitación de la agricultura orgánica en los países en desarrollo sin poner en peligro la calidad de sus productos es necesario mejorar la capacidad local y la competencia en materia de inspección y certificación de productos orgánicos. La falta de conocimientos técnicos adecuados sobre control de los alimentos y/o de infraestructura en los países en desarrollo o en los países en transición constituye una clara limitación al crecimiento de la agricultura orgánica. Hay que tener presente que la FAO ha proporcionado y continúa proporcionando asistencia técnica a los países de Europa central y oriental y de la CEI para mejorar sus sistemas de control de alimentos.

22. Además, dado que la observancia de buenas prácticas agrícolas en general y de prácticas agrícolas orgánicas en particular depende en gran medida del conocimiento y de la comprensión de unas prácticas idóneas, la asistencia técnica y la capacitación desempeñan una función decisiva en la mejora de la calidad e inocuidad entre los productores. La falta o la reducción de los sistemas de extensión y del acceso a la formación profesional constituyen un obstáculo importante, sobre todo en los países de Europa central y oriental y de la CEI.

23. Los requisitos de importación para los alimentos orgánicos deben basarse en los principios de la equivalencia, la transparencia y el menor grado posible de restricción del comercio, según se establece en los acuerdos de la OMC. Al aceptar importaciones de productos orgánicos, los países evaluarán habitualmente los procedimientos de inspección y certificación y las normas aplicadas en el país exportador.

24. La exportación de productos orgánicos de terceros países a Estados Miembros de la UE está supeditada a que el país de origen aparezca en una lista elaborada por la Comisión. Un tercer país que lo solicite puede ser incluido en esta lista si demuestra que los alimentos orgánicos se han producido con arreglo a unas normas equivalentes a las normas de producción orgánica establecidas en la legislación de la CE y que se han sometido a medidas de inspección equivalentes a las estipuladas para los productos originarios de la UE. Estos reglamentos sirven para que a los consumidores de los países de la UE se les garanticen unos productos orgánicos de calidad aceptable, independientemente del país de origen.

B. Peligros químicos

25. En lo que respecta a las sustancias químicas, la agricultura orgánica difiere de la convencional en que se abstiene de utilizar insumos agrícolas sintéticos, como por ejemplo plaguicidas, herbicidas, fertilizantes, fungicidas, medicamentos veterinarios (por ejemplo antibióticos, hormonas del crecimiento) y conservantes y aditivos sintéticos, así como la irradiación. De ese modo se previenen en la medida de lo posible los peligros potenciales que plantean los residuos de insumos sintéticos. En ello se basan las expectativas de los consumidores de que los alimentos orgánicos sean más sanos.

- Residuos de plaguicidas

26. Estudios realizados para determinar la presencia relativa de residuos de plaguicidas en productos cultivados por medios orgánicos en contraposición a los cultivados por medios convencionalesxiv xv xvi  xvii estudios confirman la presencia reducida de residuos de plaguicidas en los alimentos orgánicos, aunque éstos no puedan definirse como exentos de plaguicidas. En los planes de certificación de productos orgánicos se especifica que la tierra debe estar exenta de insumos químicos desde 2 a 3 años antes de comenzar la producción orgánica. Sin embargo, la posible presencia de residuos de plaguicidas como resultado de la utilización anterior de la tierra hace que en ocasiones puedan encontrarse niveles bajos de plaguicidas u otros contaminantes en alimentos orgánicos certificados. La presencia de plaguicidas por esos motivos no excluye necesariamente que el alimento se describa como orgánico, siempre que se hayan cumplido todos los demás requisitos de la certificación. La presencia de niveles bajos de residuos de plaguicidas en productos orgánicos puede explicarse también por la dispersión de sustancias químicas pulverizadas en explotaciones agrícolas de gestión convencional. Aunque puede demostrarse que los residuos de plaguicidas son menores en los productos orgánicos, es importante subrayar que la adopción por los gobiernos de legislaciones y reglamentos apropiados que obligan a los agricultores a atenerse a unas buenas prácticas agrícolas y establecen límites máximos para residuos (LMR) basados en un análisis riguroso de los riesgos, protege a los consumidores de productos cultivados por medios convencionales contra los riesgos para la salud asociados con esos residuos químicos. La aplicación de programas nacionales de control de los alimentos garantiza la observancia de los LMR. Datos europeos sobre residuos de plaguicidas en estudios sobre la dieta total revelan que las ingestas estimadas son muy bajas, a menudo inferiores al 1 por ciento de la ingesta diaria admisible (IDA), determinada mediante estudios toxicológicos. Sin embargo, no se sabe si esta conclusión es válida para los países de Europa central y oriental y de la CEI, ya que no disponen de series amplias de datos10.

27. Hay que señalar que no está prohibido que los productores de alimentos orgánicos utilicen todo tipo de plaguicidas, ya que pueden utilizar ciertos plaguicidas de origen natural. Los plaguicidas naturales, como los obtenidos mediante síntesis química, pueden estar sujetos a una evaluación de su inocuidad. Los plaguicidas naturales utilizados en la agricultura orgánica suelen estar limitados con arreglo a los planes de certificación. Las directrices internacionales para los alimentos producidos orgánicamente incluyen listas de sustancias que pueden utilizarse para luchar contra plagas y enfermedades de las plantas si el organismo de certificación lo considera necesario. En la agricultura orgánica, la lucha biológica es el método preferido para combatir las plagas.

- Nitratos

28. Según los informes, el contenido de nitrato de los cultivos orgánicos, en particular los cultivos nitrófilos de hojas, raíces y tubérculos, es considerablemente inferior al de los productos cultivados por medios convencionales3, 15. La utilización de fertilizantes minerales altamente solubles favorece la presencia de nitratos en ciertos cultivos. Sin embargo, algunos estudios indican que, además del sistema agrícola, hay otros factores importantes que determinan el nivel de los nitratosxviii. Se ha señalado, por ejemplo, que los gobiernos de Alemania y Francia han fomentado la reconversión a la agricultura orgánica en ciertas zonas en un intento de mejorar la calidad del agua, especialmente en relación con su contenido de nitratosxix. La consecuencia negativa, desde el punto de vista de la inocuidad, de un contenido elevado de nitratos en los alimentos es que, en ciertas circunstancias, esos nitratos pueden convertirse en nitrosaminas, que son carcinógenas. Los nitratos pueden reducir también la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y plantear un riesgo de metahemoglobinemia. Estos riesgos se abordan y reducen en el suministro de alimentos convencionales.

- Contaminantes ambientales

29. Además de los residuos de plaguicidas, hay varios otros peligros químicos asociados con los alimentos. Los contaminantes químicos procedentes de la contaminación ambiental en general se encuentran en los productos cultivados tanto por medios orgánicos como convencionales15. Esta situación es previsible dado que no se puede evitar o eliminar la presencia en el suelo de contaminantes persistentes como por ejemplo hidrocarburos clorados y ciertos metales pesados mediante la utilización de técnicas de gestión agrícola orgánica. En Europa occidental se han introducido medidas eficaces para limitar la contaminación ambiental. En Europa central y oriental, existen zonas de alta contaminación de origen industrial, ya se trate de actividades de minería y fundición, el sector energético, prácticas agrícolas o eliminación de desechos urbanos y peligrosos10. Puede que un uso más generalizado de la agricultura orgánica contribuya a reducir la degradación del medio ambiente, lo que en última instancia podría redundar en una disminución de los niveles de ciertos contaminantes en los alimentos.

30. La utilización en los campos de biosólidos procedentes de instalaciones de tratamiento de aguas residuales (denominados a menudo fangos) para obtener cultivos alimentarios suscita preocupación en lo que respecta a la contaminación de los alimentos con metales pesados, compuestos orgánicos tóxicos (como por ejemplo dioxinas o BPC) y patógenos microbianos persistentesxx. Las normas del Codex y de la UE sobre producción orgánica prohiben la utilización de fangos cloacales. Algunos países europeos (como por ejemplo Dinamarca y Suecia) prohiben la aplicación de fangos de todo tipo a las tierras destinadas al pastoreo. Otros países (como por ejemplo Alemania y los Países Bajos) regulan su utilización incluso para la agricultura convencional. Los reglamentos revisados del Programa Orgánico Nacional de los Estados Unidos vedan también la utilización de fangos cloacales en la agricultura orgánica.

- Medicamentos veterinarios y contaminantes en piensos

31. De acuerdo con el reglamento No. 1804/1999 de la CE, la gestión de la sanidad animal en los sistemas orgánicos excluye el uso preventivo de productos medicinales alopáticos sintetizados químicamente. Dicha gestión debe basarse en la prevención mediante medidas como por ejemplo una selección apropiada de las razas y estirpes, una alimentación equilibrada y de alta calidad y un entorno favorable. En lo que respecta a la salud pública, las preocupaciones por la resistencia microbiana a ciertos antibióticos, así como la gran atención que han prestado los medios de comunicación a la cuestión del empleo de somatropina bovina, parecen haber impulsado la demanda de productos lácteos orgánicos, que está creciendo a un ritmo del 35 por ciento al año en los Estados Unidosxxi. En varios países de la UE existe una demanda apreciable de leche orgánica y se prevé que esta demanda seguirá creciendo rápidamente2. En Dinamarca, la leche orgánica representa actualmente el 20 por ciento de la producción lechera total. El Gobierno se propone aumentar la parte correspondiente a la leche orgánica en el mercado lechero nacional al 50 por ciento en cinco años y al 100 por ciento en diez años. Toda la leche utilizada en los programas de alimentación escolar en Dinamarca se produce por medios orgánicos.

32. Los contaminantes en los piensos, como por ejemplo residuos de plaguicidas, sustancias químicas agrícolas e industriales, metales pesados y nucleidos radioactivos, pueden plantear peligros para la inocuidad de los alimentos de origen animal. Puesto que el Reglamento No.1804/1999 de la CE exige que el ganado del que se declara que se ha producido orgánicamente se haya alimentado con piensos producidos orgánicamente, la posibilidad de contaminación con residuos de plaguicidas y otras sustancias químicas agrícolas se reduce considerablemente en comparación con los métodos de cría convencionales. Sin embargo, como se ha señalado anteriormente, la agricultura orgánica no reduce los niveles de contaminantes ambientales persistentes en los productos cultivados orgánicamente. Por tanto, estos contaminantes pueden estar presentes en los piensos orgánicos y, en consecuencia, en los alimentos orgánicos de origen animal.

C. Peligros microbiológicos

- Contaminación con fertilizantes naturales

33. El estiércol y otros desechos orgánicos son los principales fertilizantes utilizados en la agricultura orgánica. Estos fertilizantes naturales se utilizan también ampliamente en la agricultura convencional junto con fertilizantes sintetizados químicamente. La contaminación microbiológica derivada de la utilización de fertilizantes naturales y las medidas necesarias para abordarla deben orientarse tanto a la agricultura orgánica como a la convencional.

34. El estiércol y los biosólidos no tratados o tratados de manera inadecuada y utilizados como fertilizantes o nutrientes del suelo, ya sea en la agricultura orgánica o no orgánica, pueden dar lugar a la contaminación de los productos y/o de las fuentes de agua. Es sabido que la materia fecal de origen animal y humano contiene una variedad de patógenos para los seres humanos. El estiércol y los biosólidos tratados de manera apropiada son fertilizantes eficaces e inocuos. Es necesario que los productores apliquen buenas prácticas agrícolas para manipular esos fertilizantes naturales con el fin de reducir al mínimo los peligros microbiológicos. Investigaciones recientes indican que los organismos patógenos pueden sobrevivir hasta 60 días en el compost.

35. En los Principios Generales de Higiene de los Alimentos del Codex se establecen las normas básicas para garantizar la inocuidad de todos los alimentos. La producción orgánica, como todos los otros tipos de producción de alimentos, debe seguir las disposiciones que se esbozan en este código de prácticas internacional. Una de esas disposiciones es el requisito de que los productores apliquen medidas para controlar la contaminación con los fertilizantes utilizados en la producción primaria y proteger las fuentes de alimentos contra la contaminación fecal y de otro tipo.

36. Una gran parte de las investigaciones realizadas sobre la preparación de compost y la aplicación de estiércol a los cultivos sobre el terreno se han centrado en los efectos de diferentes prácticas sobre la fertilidad de los suelos y la calidad de los cultivos. Son necesarias más investigaciones sobre la supervivencia de patógenos en el estiércol no tratado, los tratamientos para reducir los niveles de patógenos en el estiércol y la evaluación de los riesgos de contaminación cruzada de cultivos alimentarios con el estiércol en diversas condiciones. Investigaciones realizadas recientemente indican, por ejemplo, que algunos patógenos, entre ellos el virus de la hepatitis A, tienen un umbral térmico más alto que otros. Además, el tiempo y la temperatura necesarios para eliminar o reducir los peligros microbianos en el estiércol u otras materias orgánicas puede variar según el clima de la región y las prácticas concretas de gestión aplicadas en cada caso.

37. Unas buenas prácticas agrícolas y de higiene son también necesarias para proteger los alimentos contra la contaminación con estiércol no tratado. También se precisan más investigaciones para determinar cómo se propagan en el campo los patógenos presentes en el estiércol. Sin embargo, en algunas operaciones, la deriva y la escorrentía de campos adyacentes puede dar lugar a peligros microbianos. Los productores deberán examinar la posibilidad de programar la aplicación de estiércol en los campos adyacentes de manera que se reduzca al mínimo el tiempo transcurrido entre dicha aplicación en los campos y la recolección de los productos frescos destinados al mercado.

- Contaminación con E. Coli

38. El Centro de Lucha contra las Enfermedades de los Estados Unidos indica que la principal fuente de infección humana con E. Coli es la carne contaminada durante el sacrificio. Cepas virulentas de E. Coli, como por ejemplo E. Coli 0157:H7, se desarrollan en el aparato digestivo de los vacunos que se alimentan principalmente con cereales feculentos, como ha demostrado una investigación de la Universidad Cornellxxii. En vacas alimentadas principalmente con heno se detectó menos del 1 por ciento de E. Coli que en las heces de animales alimentados con cereales. Uno de los objetivos más importantes de la agricultura orgánica es mantener el ciclo de nutrientes cerrado. Para ello, a los rumiantes como vacunos y ovinos se les proporciona una alimentación con una proporción elevada de gramíneas, forraje ensilado y heno. Cabe deducir en conclusión que la agricultura orgánica puede reducir el riesgo de infección con E. Coli.

- Micotoxinas

39. Las micotoxinas son subproductos tóxicos de ciertos mohos que pueden desarrollarse en ciertos productos alimenticios en condiciones idóneas. Los compuestos más tóxicos son las aflatoxinas, que pueden inducir cáncer de hígado si se ingieren dosis muy bajas durante un período prolongado de tiempo. Dado que en la producción orgánica no están autorizados los fungicidas y que las micotoxinas constituyen un importante peligro para la salud, su presencia relativa en los alimentos producidos por medios orgánicos o convencionales ha sido objeto de muchos estudios10 xxiii xxiv xxv xxvi. Estos estudios no permiten llegar a la conclusión de que la agricultura orgánica aumenta el riesgo de contaminación con micotoxinas. Es importante subrayar que tanto en la agricultura orgánica como en la convencional son necesarias buenas prácticas agrícolas, de manipulación y de almacenamiento para reducir al mínimo el riesgo de desarrollo de mohos y de contaminación con micotoxinas. En dos estudios citados por Woess15 se observó que los niveles de aflatoxina M1 en la leche orgánica eran menores que en la leche convencional. Esto indica que existen prácticas deficientes de alimentación animal en el ganado criado convencionalmente. Unas buenas prácticas de alimentación animal exigen que todos los productores controlen los ingredientes utilizados para asegurarse de que se mantienen unos niveles de calidad adecuados y que las micotoxinas y otros posibles contaminantes no están presentes en niveles superiores a los admisibles. Unas buenas prácticas de alimentación animal exigen también que los piensos se almacenen de manera que se evite la contaminación. Dado que el ganado criado orgánicamente se alimenta con una proporción mayor de heno, gramíneas y forraje ensilado, se reducen las oportunidades de que los piensos contaminados con micotoxinas den origen a una leche contaminada con micotoxinas.

D. Propiedades nutricionales, organolépticas y funcionales

40. Muchos de los estudios que se han realizado hasta ahora para comparar la calidad nutricional de los alimentos cultivados orgánicamente con la de los alimentos producidos por métodos convencionales han adolecido de un diseño experimental deficiente. Esto ha menoscabado la validez de algunos de los resultados y limita la posibilidad de sacar conclusiones seguras a este respecto. El gran número de factores que influyen en la calidad de un producto aumenta ulteriormente la dificultad de una distinción significativaxxvii xxviii. En varios casos, aun cuando las diferencias entre el contenido de ciertos nutrientes sean estadísticamente significativas, sólo tienen una importancia nutricional secundaria. Es necesario seguir trabajando en este ámbito para verificar o aclarar resultados anteriores.

41. Se han realizado muchos estudios basados en un análisis sensorial para examinar las diferencias en determinados parámetros organolépticos entre productos obtenidos por medios orgánicos y convencionales, y en general dichos estudios indican que no hay una diferencia clara entre unos y otros15 xxix. Ciertos estudios han revelado diferencias significativas para algunos productos, como en el caso de las diferencias organolépticas entre manzanas de la variedad Golden Delicious cultivadas por medios orgánicos y convencionales. Se observó que las manzanas cultivadas orgánicamente tenían una consistencia más firme y recibían una puntuación más alta en cuanto a su sabor que las manzanas cultivadas convencionalmente. El contenido de flavanoides era más alto en las manzanas orgánicasxxx. Otro estudio indicó que los tomates orgánicos eran más dulces y que las zanahorias convencionales tenían más "sabor a zanahoria"xxxi.

42. Estudios comparativos entre trigo cultivado por medios orgánicos y convencionales han demostrado que el primero tiene un contenido de proteínas más bajo. Esto puede tener consecuencias perjudiciales para las características de cocción de la harina de trigo, ya que las proteínas del trigo desempeñan una función importante en el comportamiento reológico de la masa15. Otro estudio reciente ha revelado que el pan hecho con trigo orgánico se doraba mejor debido a su contenido más alto de alfa amilasa y azúcar que favorece la reacción de Maillardxxxii.

43. Algunos estudios se han centrado en las diferencias en la duración en almacén de los productos orgánicos en comparación con los convencionales. Los resultados indican que la mayor capacidad de almacenamiento de algunos productos orgánicos puede deberse a una diferencia de calidad derivada de los métodos de producción, como por ejemplo unas pérdidas menores debidas a hongos en las zanahorias orgánicas durante el almacenamiento y un menor deterioro de las propiedades de cocción en las papas orgánicas18.

E. Calidad y elaboración de los alimentos orgánicos

44. En lo que respecta a la elaboración, las directrices de la CAC y de la UE para los alimentos orgánicos limitan la utilización de ingredientes que no sean de origen agrícola en la elaboración de alimentos orgánicos. Los ingredientes y aditivos autorizados se enumeran en anexos a ambas directrices. Las dos directrices internacionales para alimentos orgánicos excluyen el empleo de la irradiación en los alimentos o en cualquiera de sus ingredientes. Aparte de estas consideraciones, no existen diferencias entre la elaboración de alimentos convencionales y orgánicos. Los aspectos concernientes a la inocuidad de los alimentos que se han estudiado en relación con la contaminación de alimentos elaborados con compuestos químicos, como por ejemplo bisfenol A, ftalatos y metales pesados, contenidos en ciertos materiales de envasado o en superficies que entran en contacto con los alimentos durante la elaboración son pertinentes tanto para los alimentos orgánicos como para los convencionales. Hay que tener también presente que las actuales tendencias al consumo de alimentos "naturales" y "sometidos a una elaboración mínima" pueden superponerse a la demanda de alimentos cultivados por medios orgánicos. Una función importante de las operaciones de elaboración es hacer que los alimentos sean estables desde el punto de vista microbiológico durante un determinado período. En los alimentos sometidos a una elaboración mínima se producirán niveles inaceptables de contaminación microbiológica si no se toman precauciones suficientes durante su elaboración y manipulación.

- Irradiación de alimentos

45. La irradiación de alimentos facilita la lucha contra insectos, parásitos, bacterias patógenas y otros procesos de deterioro que se producen en algunos alimentos. Cuando la irradiación de los alimentos se lleva a cabo de acuerdo con unas directrices aceptadas internacionalmente, no lleva consigo ningún riesgo para la inocuidad de dichos alimentos. A pesar de los numerosos datos científicos acumulados que demuestran la inocuidad de esta tecnología de elaboración (Grupo Consultivo Internacional sobre Irradiación de los Alimentos-GCIIAxxxiii), todavía no es plenamente aceptada por todos los sectores de consumidores. Los consumidores que son reacios a aceptar esta tecnología ven con agrado la garantía de que los alimentos orgánicos no pueden ser sometidos a radiaciones ionizantes. Sin embargo, en muchos países la reglamentación en materia de etiquetado exige que los alimentos producidos convencionalmente que se han sometido a irradiación se etiqueten como tales. De este modo se garantiza a los consumidores de alimentos convencionales su derecho a elegir si desean o no comprar alimentos tratados mediante irradiación.

F. Otros aspectos relativos a la calidad de los alimentos orgánicos

46. El concepto de calidad de los alimentos se ha ampliado más allá de su definición en función del contenido químico, las características técnicas relacionadas con la elaboración y el almacenamiento, el aspecto y el sabor. Otras consideraciones, como valores éticos y principios de producción (impacto ambiental desde el punto de vista de la eficiencia energética, no-contaminación, bienestar de los animales, sostenibilidad y repercusión social), están adquiriendo importancia, especialmente, aunque no sólo, en la agricultura orgánica como valores del producto integral. En este contexto, la contribución de la agricultura orgánica a la consecución de un agua potable más limpia, por ejemplo en regiones cársticas de Lituania, en zonas ecológicamente vulnerables del Reino Unido y en zonas de protección del agua de Alemania, y a una mayor diversidad de hierbas, insectos y aves o a la calidad general del medio ambiente son valores positivos que los consumidores aprecian. En los debates públicos, se presta cada vez más atención a las cuestiones relacionadas con la calidad, especialmente en los países nórdicos y Estoniaxxxiv.

47. La agricultura orgánica favorece la biodiversidad genética, incluidos los organismos que viven en el suelo, la flora y fauna silvestres y las plantas cultivadas. Las prácticas agrícolas orgánicas permiten recuperar variedades de cultivos autóctonos y regenerar variedades locales con características de calidad bien definidas, como por ejemplo las papas de montaña genovesas en Italia (Quarantina bianca y Cannellina nera). La localización de genotipos de buena calidad sigue siendo una limitación importante.

48. La introducción relativamente reciente de semillas obtenidas mediante ingeniería genética es otra cuestión de interés para la comunidad orgánica. Las directrices internacionales para los alimentos orgánicos prohiben el empleo de organismos modificados genéticamente, ya que se considera que la ingeniería genética es incompatible con los principios de la producción orgánica. Está muy extendida en la opinión pública la preocupación por los posibles efectos negativos de esta tecnología tanto sobre el medio ambiente como sobre la salud de las personas y los animales, aun cuando no haya datos científicos claros a este respecto. La elección de alimentos orgánicos permite a los consumidores asegurarse de evitar OMG. El etiquetado de alimentos producidos por medios convencionales en el que se indica el empleo de OMG es cada vez más aceptado en todo el mundo. En este caso, los consumidores de alimentos convencionales tienen también garantizado su derecho de elección con respecto al empleo de OMG.

49. Para determinar y estudiar las diferencias entre productos orgánicos y convencionales se están aplicando varios nuevos criterios integrales que son reconocidos en general por la comunidad científica. Según los partidarios de estas tecnologías alternativas, las llamadas "fuerzas vitales" se miden por medio de análisis morfológicos, evaluaciones organolépticas, métodos electroquímicos, emisión de biofotones (es decir emisión de luz) y métodos de obtención de imágenes para determinar la vitalidad de los alimentos que afecta al envejecimiento de los productos (por ejemplo cristalización cúprica, cromatografía circular, flujo de inducción vital, pruebas vibratorias, capacidad de germinación, capacidad de conservación). Están todavía por establecer las relaciones entre estas metodologías alternativas y la calidad de los alimentos orgánicos o los efectos del consumo de elementos orgánicos sobre la salud humana.

V. CONCLUSIONES

50. Está aumentando la demanda de alimentos orgánicos, impulsada principalmente por las percepciones de los consumidores acerca de la calidad e inocuidad de esos alimentos y de los efectos positivos de las prácticas agrícolas orgánicas sobre el medio ambiente. Es de esperar que este aumento de la demanda continúe en el futuro previsible. Teniendo en cuenta las expectativas de los consumidores, es importante que los gobiernos, la industria y los grupos de consumidores examinen atentamente las cuestiones relacionadas con la calidad e inocuidad de los alimentos orgánicos y lleven a cabo las intervenciones que puedan ser necesarias para garantizar a los consumidores un grado de protección adecuado.

51. El establecimiento de directrices regionales (CE) e internacionales (Codex) para la producción, elaboración, etiquetado y comercialización de alimentos orgánicos ha sido un paso importante en la armonización internacional de los requisitos que han de cumplir dichos alimentos. La armonización es necesaria para garantizar que los consumidores reciben el producto previsto, independientemente del origen de los alimentos orgánicos. Esta importante labor deberá proseguir con el fin de ampliar el alcance de las directrices orgánicas, asegurarse de que las directrices internacionales tienen en cuenta las diferencias existentes en la percepción de los consumidores de las distintas regiones y continuar adaptando las directrices a los cambios y novedades en los sistemas de producción orgánica.

52. El término "orgánico" no constituye una declaración de propiedades saludables, sino que denota un proceso. Sin embargo, teniendo en cuenta el uso reducido de insumos sintetizados químicamente en la agricultura orgánica, se han llevado a cabo muchos estudios para analizar las repercusiones del sistema de producción en la inocuidad y la calidad de los alimentos. Se ha demostrado que los alimentos producidos orgánicamente tienen niveles inferiores de residuos de plaguicidas y de medicamentos veterinarios y, en muchos casos, un contenido más bajo de nitratos. Las prácticas de alimentación animal seguidas en la producción ganadera orgánica se traducen también en una reducción de la contaminación de los productos alimenticios de origen animal. Además, la etiqueta "orgánica" proporciona a los consumidores la garantía de que ninguno de los ingredientes se ha sometido a irradiación y que se han excluido los OMG. No se han establecido tendencias claras en lo que respecta a las diferencias de calidad organoléptica entre alimentos orgánicos y convencionales.

53. Teniendo en cuenta los posibles beneficios ambientales de la producción orgánica, su idoneidad para la función integrativa de la agricultura en el desarrollo rural y su adecuación a los niveles actuales de insumos y producción agrícolas en muchos países de Europa central y oriental y de la CEI, la agricultura orgánica ha de ser considerada como un instrumento de desarrollo para la subregión. En 1999 el Comité de Agricultura de la FAO convino en que un sistema de cultivo orgánico con una gestión apropiada contribuye a la agricultura sostenible y que, por consiguiente, la agricultura orgánica debe ocupar el lugar que le corresponde en los programas de agricultura sostenible.

54. Para favorecer los intentos de los países de Europa central y oriental y de la CEI de tener acceso al mercado amplio, pero también muy competitivo, de alimentos orgánicos de Europa occidental, es necesario crear un entorno que propicie el crecimiento del nuevo sector de producción orgánica. Es de prever que, para mantener un sistema fiable de certificación y verificación de productos orgánicos y garantizar el cumplimiento de todas las normas y reglamentos especiales sobre inocuidad de los alimentos, tanto el sector público como el privado habrán de realizar enormes esfuerzos en materia de capacitación, educación y colaboración.

55. Debido al compromiso de reducir el empleo de sustancias químicas en la cadena alimentaria orgánica que llega hasta el consumidor, puede que sean necesarios nuevos métodos y criterios para garantizar la frescura y la inocuidad, habida cuenta del aumento de los períodos de almacenamiento y de la mayor longitud de las cadenas de transporte en la comercialización de alimentos orgánicos. Esta tarea exige una investigación intensiva y un apoyo e incentivos apropiados, pero con el tiempo beneficiará a la producción tanto convencional como orgánica.

VI. RECOMENDACIONES

56. Puede que la Conferencia Regional desee proporcionar orientación sobre cómo podría la FAO abordar mejor las cuestiones relativas a la calidad e inocuidad de los alimentos en la agricultura orgánica, de acuerdo con las necesidades de sus Estados Miembros. A continuación se indican las esferas a las que deberán prestar atención urgente los Estados Miembros que deseen conservar la calidad e inocuidad de los alimentos orgánicos.

Reglas armonizadas y medidas de control de los alimentos

57. Cabe prever que todos los países armonizarán sus normas y reglamentos con las directrices internacionales que regulan la agricultura orgánica. El establecimiento de esos reglamentos requiere una amplia participación de todos los interesados, incluidos los gobiernos, la industria y los consumidores, a fin de garantizar el amplio apoyo de dichos reglamentos y su viabilidad.

58. Para que las directrices en evolución respondan a las cuestiones incipientes que se plantean en los sistemas de producción orgánica de todo el mundo y tengan en cuenta las preocupaciones de los consumidores de todas las regiones, los países deberán participar en la mayor medida posible en los foros internacionales encargados de elaborar las normas que regulan la agricultura orgánica.

59. Es necesario elaborar sistemas de inspección y certificación para la producción orgánica en los países de Europa central y oriental y de la CEI, que deberán ser equivalentes a los que se estipulan en los reglamentos de la CE. Puede que sea conveniente que los países de Europa occidental estudien la posibilidad de prestar asistencia a los países de Europa central y oriental y de la CEI con el fin de ayudarles a adquirir la capacidad técnica necesaria para garantizar el cumplimiento de las directrices y reglamentos orgánicos por parte de sus productores.

60. Es necesario prestar asistencia, especialmente a los países de Europa oriental y central y de la CEI, para que refuercen su capacidad general en materia de control de los alimentos con el fin de garantizar el cumplimiento efectivo de los reglamentos aplicables a los alimentos orgánicos.

Investigación

61. Las iniciativas relacionadas con la inocuidad de los alimentos deberán seguir centrándose en la investigación científica, determinando y apoyando las prioridades en este sector para llenar las lagunas en los conocimientos acerca de la inocuidad de los alimentos orgánicos (frescos y elaborados). También deberán contribuir a la evaluación de los riesgos y a la preparación de intervenciones eficaces en función de los costos para prevenir, combatir o eliminar los patógenos microbianos presentes en los productos frescos y sometidos a una elaboración mínima.

62. Habrá de incrementarse la investigación sobre la gestión y utilización de fertilizantes a base de estiércol. Hace falta más información sobre los tiempos y temperaturas críticos que son necesarios para conseguir que el compost de estiércol sea microbiológicamente inocuo para el tratamiento de suelos, prestando especial atención a la cuestión de la supervivencia de bacterias que forman esporas, virus y protozoos.

63. Es necesario seguir trabajando para determinar las características de calidad de los alimentos producidos orgánicamente. Gran parte de la labor realizada en el pasado no ha llegado a resultados definitivos debido sobre todo a problemas relacionados con el diseño experimental que no tenía suficientemente en cuenta el gran número de factores que influyen en la calidad de los productos. Las investigaciones futuras deberán establecer, utilizando metodologías alternativas, una relación entre los resultados de esos experimentos y los indicadores objetivos de la calidad de los alimentos orgánicos. Habrá que ir más allá de los parámetros convencionales para evaluar la calidad de los alimentos a fin de tener en cuenta los efectos a largo plazo sobre la salud humana.

Capacitación

64. En los Principios Generales de Higiene de los Alimentos del Codex se ofrecen las directrices básicas para asegurar la inocuidad de los alimentos. Las personas que intervienen en todas las fases de la producción, almacenamiento, elaboración o distribución de alimentos orgánicos deben tener una formación idónea en buenas prácticas de higiene, agrícolas y de fabricación.

65. Es necesario desarrollar los servicios de extensión para que proporcionen el apoyo y la orientación necesarios a los productores orgánicos a fin de mejorar la calidad e inocuidad de sus productos. La falta de sistemas adecuados de extensión y el acceso insuficiente a la capacitación constituyen importantes obstáculos al desarrollo de la producción de alimentos orgánicos, especialmente en los países de Europa central y oriental y de la CEI.

Difusión de información

66. Los investigadores y otras partes interesadas en la agricultura orgánica se beneficiarán considerablemente de unas redes eficaces de colaboración y difusión. El primer paso en esta dirección fue el establecimiento de una red de investigación dentro el Sistema Europeo de Redes Cooperativas de Investigación Agrícola (ESCORENA)xxxv, apoyada por la FAO, cuyo objetivo era armonizar los métodos de investigación para mejorar la comparabilidad de los resultados de investigaciones relacionadas con la producción. Cabe prever que estas redes de investigación y de extensión/capacitación se ocuparán de otras cuestiones relacionadas con nuevas tendencias en la comercialización, almacenamiento orgánico especial y otros métodos poscosecha que pueden ser útiles para acelerar y facilitar el desarrollo de sistemas sostenibles de producción, especialmente en las regiones menos favorecidas de Europa.

67. La participación activa de asociaciones de productores de alimentos orgánicos facilitaría la comunicación y cooperación entre la industria y los gobiernos. También contribuiría a aumentar la observancia de las normas y reglamentos aplicables a los alimentos orgánicos. Estas normas y reglamentos no sólo protegen a los consumidores, sino que protegen también a los productores orgánicos concienzudos contra la competencia desleal de productores que declaren en falso que sus productos son orgánicos.

Desarrollo agrícola sostenible

68. La agricultura orgánica puede ayudar a reducir la contaminación de las aguas subterráneas y superficiales y proteger los suministros de agua potable en ciertas zonas, contribuyendo de ese modo a la inocuidad de los alimentos en un sentido más amplio y a la agricultura sostenible.

69. Teniendo en cuenta los posibles beneficios para el medio ambiente de la producción orgánica y su compatibilidad con los enfoques agrícolas integrados del desarrollo rural, la agricultura orgánica podrá considerarse, cuando proceda, un instrumento de desarrollo en algunos países de la región. Téngase presente que la extrema variabilidad de las estructuras agrícolas, las condiciones ambientales y la infraestructura exigen una evaluación local de la viabilidad para determinar la capacidad de atracción del modelo orgánico.

 

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