CL 119/15


Consejo

119º período de sesiones

Roma, 20-25 de noviembre de 2000

PROPUESTA DE REFORMA DEL DEBATE GENERAL EN LA CONFERENCIA

Antecedentes

1. En septiembre de 1998, en la reunión conjunta de los Comités del Programa y de Finanzas se examinaron los procedimientos de trabajo de los períodos de sesiones de la Conferencia y se estudiaron varias soluciones para la modificación del debate general por parte de los jefes de delegación, a fin de conseguir una mayor interacción entre los ministros, a saber:

    1. Celebrar el período de sesiones en dos fases (la primera a nivel de funcionarios superiores y la segunda a nivel ministerial);
    2. reservar uno o dos días para que los ministros y los jefes de delegación mantuvieran un debate abierto sobre uno o varios temas específicos de importancia internacional seleccionados por el Consejo en junio;
    3. seleccionar un pequeño número de temas que los ministros pudieran debatir en reuniones separadas, pero simultáneas.

2. En noviembre de 1998, el Consejo, en su 115º período de sesiones, aun estando en general de acuerdo en que sería conveniente conseguir una mayor interacción entre los ministros, no aprobó ninguna de las opciones propuestas en el párrafo 1 supra

3. En respuesta a la solicitud del Consejo en su 115º período de sesiones, la reunión conjunta de mayo de 1999 examinó dos posibilidades alternativas: a) Tres reuniones ministeriales simultáneas sin sesiones paralelas de la Conferencia; b) tres reuniones ministeriales simultáneas con sesiones paralelas de la Conferencia. En ambas hipótesis se suponía que las declaraciones de los países se continuarían pronunciando en sesión plenaria, de manera que las reuniones adicionales en la práctica no sustituirían el debate general, aunque proporcionarían una mayor interacción. De ambas alternativas se derivarían costos suplementarios para la prestación de servicios a las reuniones adicionales, así como limitaciones en el calendario.

4. En junio de 1999, el Consejo, en su 116º período de sesiones, pidió a la reunión conjunta de los Comités del Programa y de Finanzas que siguiera examinando la posible reforma del debate general en la Conferencia. Debido a que dicho examen no se podría realizar a tiempo para el período de sesiones de la Conferencia de 1999, la reunión conjunta decidió en septiembre de 1999 aplazar el examen de este tema para el año 2000 y presentar un informe al respecto al Consejo en su 119º período de sesiones.

5. En mayo de 2000, la reunión conjunta examinó la propuesta de reservar medio día al comienzo de la Conferencia para que los jefes de delegación mantuvieran debates en mesa redonda, a fin de conseguir una mayor interacción entre las delegaciones.

6. En septiembre de 2000, la reunión conjunta examinó además la propuesta de reservar medio día al comienzo de la Conferencia para que los jefes de delegación mantuvieran debates en mesa redonda aplicando la fórmula de "reunión a puerta cerrada" utilizada durante las Conferencias Regionales de 2000. Se consideró que esto representaba un primer paso hacia el abandono de la práctica tradicional de la Conferencia de dedicar cuatro días a las declaraciones en sesión plenaria y para fomentar un debate intelectualmente estimulante que conduciría a un mayor compromiso para con la Organización a nivel ministerial. La reunión conjunta observó que el Consejo, en su 119º período de sesiones, tendría antes una serie de opciones para el modelo que habría de utilizarse en el 31º período de sesiones de la Conferencia, teniendo en cuenta que el Consejo también podría decidir utilizar el siguiente período de sesiones como foro para la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: Cinco años después. Los Comités también examinaron las ventajas del modelo adoptado por la Asamblea de las Naciones Unidas dedicada al Milenio (Nueva York, septiembre de 2000), en la cual se realizaron cuatro mesas redondas separadas con representación regional en las que participaron Jefes de Estado y de Gobierno. El delegado del Reino Unido trasmitió el ofrecimiento de su Gobierno de financiar un estudio a cargo de expertos sobre las opciones disponibles.

Opciones propuestas

7. En respuesta a la solicitud de la reunión conjunta, y teniendo en cuenta la decisión del Consejo en su 115º período de sesiones de que no se redujera ulteriormente la duración de la Conferencia, se proponen tres alternativas:

a)    Debate general concentrado en el estado de la agricultura y alimentación

    En esta alternativa, el debate general en sesión plenaria seguiría ocupándose del estado de la agricultura y la alimentación, invitándose a los jefes de delegación a concentrar sus declaraciones en este tema, que podría plantearse en el ámbito de los asuntos temáticos de interés para todos los Miembros. Cabe señalar que en los últimos años se han aplicado medidas para agilizar el debate general, con la reducción del tiempo de intervención a cinco minutos para cada jefe de delegación a partir de 1997, fomentando así una mayor concentración de las declaraciones pronunciadas y consolidando la práctica de entregar declaraciones más largas para las actas taquigráficas.

b)    Debate de medio día en mesa redonda

    La media jornada se podría programar al comienzo de la Conferencia en sustitución del debate general. En esta hipótesis se reduciría la disponibilidad total de tiempo de uso de la palabra y los ministros que tuvieran previsto pronunciar sus declaraciones en la parte inicial de las deliberaciones de la Conferencia podrían no estar en condiciones de intervenir en una fase posterior.

    Otra posibilidad sería programar la media jornada al comienzo de la Conferencia en el caso de que hubiera acuerdo para celebrarla de manera simultánea con el debate general. En este caso sería necesario suspender la sesión de una Comisión en el medio día seleccionado, debido al limitado número de salas de reunión de la FAO suficientemente grandes para acoger a todos los Miembros.

    Hay que señalar también que el número de Miembros de la Organización constituiría asimismo un límite para el intercambio libre y la interacción entre los ministros en dicha sesión completa.

c)    Cuatro debates de medio día en mesa redonda

    Una manera de mantener la participación en las reuniones de mesa redonda en niveles que permitan la interacción sería programar debates múltiples y limitar la asistencia a un número máximo de 50 participantes. Dicha opción tiene otras repercusiones prácticas, como por ejemplo un retraso en el comienzo de la labor sustantiva de la Conferencia para permitir la celebración de reuniones adicionales, así como un aumento de los costos debido a la prestación de servicios a tales reuniones.

    La posibilidad de organizar estas reuniones también parece dudosa debido al ajustado calendario de viaje de los ministros a Roma y la necesidad de asegurar que estén disponibles para participar en el proceso de adopción de decisiones sobre las cuestiones fundamentales que se abordan en la Conferencia en los primeros días de sus períodos de sesiones. El objeto de la propuesta perdería su validez si los ministros no pudieran asistir a más de una de estas reuniones debido a lo limitado del tiempo que pueden permanecer en Roma.

Conclusión

8. Se invita al Consejo a decidir cuál de las opciones expuestas más arriba recomendaría. La opción seleccionada se incorporaría al documento de Preparativos para el 31º período de sesiones de la Conferencia, que se presentará al Consejo en su período de sesiones de junio de 2001.

9. Se entiende que la opción seleccionada se aplicaría al período de sesiones de la Conferencia de 2001 con carácter experimental y que se podrían introducir nuevos ajustes a partir de la experiencia efectiva para el período de sesiones de la Conferencia de 2003.

10. Hay que señalar que, en el caso de que el Consejo decida que se utilice la Conferencia de 2001 como foro para la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: Cinco años después, sería necesario adoptar disposiciones especiales.