CFS: 99/2


 

COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

25º período de sesiones

Roma, 31 de mayo - 3 de junio de 1999

EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

 

Índice



I. RESUMEN

1. Los compromisos asumidos en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y las directrices formuladas por el CSA en períodos de sesiones anteriores propugnan el perfeccionamiento del documento anual de evaluación para obtener "una imagen más coherente y actualizada de la desnutrición en los países en desarrollo, con inclusión del acceso a los alimentos, los alimentos locales y las medidas de la pobreza, y disponer de una base cuantitativa para analizar la aplicación de las conclusiones de la Cumbre". (Informe del 24º período de sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, CL 115/11, noviembre de 1998).

2. Con objeto de dar cumplimiento a estas directrices, este documento presenta una nueva estructura en relación con la evaluación anual de la seguridad alimentaria mundial, con el fin de abordar los cuatro objetivos siguientes:

3. En el marco del Sistema de información y cartografía sobre la inseguridad alimentaria y la vulnerabilidad (SICIVA) se están perfeccionando las bases de datos y las metodologías de evaluación. Este documento introduce una nueva metodología para presentar estimaciones de intervalos y trayectorias que se puedan utilizar en adelante para controlar el número de personas desnutridas en el mundo en desarrollo y propone un enfoque más sistemático para el seguimiento de las condiciones estructurales básicas a lo largo del tiempo. Asimismo, sintetiza las novedades más recientes en lo que respecta a los indicadores de la seguridad alimentaria mundial utilizados tradicionalmente por el CSA para el seguimiento de la situación. Se pide al Comité que exprese su opinión respecto de la idoneidad de la estructura que se propone.


Explicación de las expresiones "personas desnutridas, inseguridad alimentaria, vulnerabilidad y estado nutricional"

En el contexto de la Cumbre, el término "desnutridas" se aplica a aquellas personas que, de forma permanente, consumen una cantidad de alimentos insuficiente para sus necesidades, desde el punto de vista de las calorías ingeridas.

Existe una situación de "inseguridad alimentaria" cuando hay personas que carecen de acceso a una cantidad suficiente de alimentos inocuos y nutritivos y, por lo tanto, no consumen los alimentos que necesitan para un crecimiento y desarrollo normales para una vida activa y sana. La inseguridad alimentaria puede ser crónica o transitoria. Cuando es crónica, se produce la desnutrición.

Se entiende por vulnerabilidad el conjunto de factores que sitúan a las personas ante el riesgo de sufrir inseguridad alimentaria, incluidos los factores que afectan a su capacidad de subsistencia.

Se entiende por estado nutricional la situación fisiológica de las personas, que está determinada por la ingesta de alimentos, las prácticas de atención y las condiciones en materia de salud y saneamiento.

 

II. SEGUIMIENTO DEL NÚMERO DE PERSONAS DESNUTRIDAS EN EL MUNDO EN DESARROLLO

4. El método utilizado por la FAO para estimar el número de personas desnutridas1 en el mundo en desarrollo se expuso en otros documentos que fueron objeto de una amplia distribución con ocasión de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y, más recientemente, cuando se publicó la primera actualización de las estimaciones de la Cumbre en junio de 1998 (véase, por ejemplo, la Sexta Encuesta Alimentaria Mundial, FAO, 1996, y la Nota informativa sobre la estimación del número de personas desnutridas, CFS: 98/Inf.8).

5. En la mayor parte de los países no se dispone de datos directos y actualizados sobre el volumen de alimentos que se consume realmente. Por ello, para estimar la incidencia de la desnutrición en los distintos países, la FAO ha elaborado un método que conjuga la información referente a la disponibilidad de alimentos y a la población con la información sobre el acceso a los alimentos (desigualdad en la distribución de los alimentos entre las familias). La agregación de estas estimaciones para un conjunto de 98 países en desarrollo durante el período 1990-92 permitió fijar en 840 millones el número de personas desnutridas existente en el mundo en desarrollo, estimación que se utilizó en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, sobre la base de la información disponible en ese momento.

6. Como no podía ser de otra forma, algunos de los datos utilizados por la FAO para realizar sus estimaciones son muy antiguos y sólo resultan fiables dentro de unos márgenes determinados. Así ocurre especialmente con los datos referentes a la desigualdad del consumo de alimentos y a una serie de alimentos que constituyen una parte importante de la dieta, pero respecto de los cuales no siempre se registra con precisión la producción. En muchos países, tampoco se dispone de datos exactos sobre la población. Por todo ello, la estimación del número de personas desnutridas en el mundo en un año determinado sólo puede ser considerada exacta dentro de un intervalo determinado, que representa el margen probable de error (aproximadamente, un 5 por ciento por exceso o por defecto). Las revisiones posteriores son inevitables, puesto que frecuentemente los países notifican revisiones retroactivas de series de datos importantes, como los referentes a la población y la producción.

7. Con la utilización del concepto de intervalo en lugar del concepto de punto para representar el número de personas desnutridas, la estimación inicial correspondiente al período de referencia 1990-92 se ha transformado de una estimación por puntos de 840 millones de personas en una estimación por intervalo de 800-880 millones. El gráfico 1 indica ese intervalo, junto con una estimación por puntos efectuada en 1998 para el mismo período de referencia. Con fines de comparación se indican también el intervalo estimado y las estimaciones por puntos revisadas correspondientes a los períodos anteriores (1969-71 y 1979-81).

8. En un examen prospectivo hasta el año 2015, el gráfico muestra también la trayectoria que sería necesario seguir a partir de 1996 para alcanzar el objetivo de 400-440 millones de personas desnutridas. Las proyecciones contenidas en la publicación de la FAO Agricultura mundial: hacia el año 2010, de 1995, que también se indican, ponen de manifiesto que, en las condiciones vigentes, sin una aplicación eficaz del Plan de Acción de la Cumbre, el número de personas desnutridas disminuiría a un ritmo mucho más reducido.

9. El gráfico 1 revela que, de hecho, las estimaciones por puntos aumentaron ligeramente entre los períodos 1990-92 y 1994-96. Aunque la magnitud de esta variación no tiene la amplitud necesaria para indicar un cambio estructural en las tendencias básicas, confirma las preocupaciones que indujeron a convocar la Cumbre. En síntesis, la evolución registrada hasta el momento de la Cumbre no daba pie al optimismo, sino, antes bien, a una gran preocupación.

III. SEGUIMIENTO DE LAS CONDICIONES ACTUALES QUE PODRÍAN AFECTAR TEMPORALMENTE AL NÚMERO DE PERSONAS DESNUTRIDAS EN EL MUNDO2

10. El seguimiento constante de las condiciones del mercado mundial de productos alimenticios básicos y de otros productos básicos comercializados, así como de las repercusiones de los cambios experimentados por los precios y los tipos de cambio sobre la factura de las importaciones de cereales, constituye la base de las evaluaciones actuales y alerta sobre las condiciones desfavorables que se pueden manifestar a escala regional o mundial. Las situaciones de urgencia alimentaria y agrícola provocadas por catástrofes naturales o causadas por el hombre son también un fenómeno periódico que de forma casi premanente dan lugar, en alguna parte del mundo, a una situación de inseguridad alimentaria entre la población afectada.

11. El cuadro 1 refleja los resultados de las evaluaciones efectuadas para la campaña de comercialización de 1998-99 por el Sistema mundial de información y alerta (SMIA) de la FAO sobre las condiciones generales del mercado y sobre la incidencia de las situaciones de urgencia alimentaria y agrícola.

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A. INDICADORES DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

12. En el Cuadro 1 se presentan siete indicadores de la seguridad alimentaria que se utilizan desde mediados de los años setenta. Aunque se circunscriben a los cereales, estos indicadores también arrojan luz sobre la situación alimentaria mundial presente y futura, debido a la importancia de los cereales en la cesta mundial de alimentos. A continuación se analizan las variaciones registradas en 1998-99 con respecto al año anterior, y sus repercusiones.

13. El primer indicador ofrece información sobre las existencias mundiales en relación con la magnitud probable de la demanda del mercado. En general, la Secretaría de la FAO considera que una relación del 17-18 por ciento entre las existencias de cereales al concluir la campaña y la utilización tendencial en la siguiente campaña comercial es el mínimo necesario para garantizar la seguridad alimentaria mundial. En el nivel señalado, el 12 por ciento corresponde a existencias funcionales y el 5-6 por ciento a las existencias de reserva. Se pronostica que en el presente año, a pesar del aumento previsto de los remanentes de los principales exportadores, las existencias mundiales de cereales disminuirán ligeramente con respecto al volumen existente al comienzo de la campaña, pues se prevé una reducción de las existencias de otros países que tienen un peso importante en los mercados mundiales, en particular China y la Federación de Rusia. La relación entre las existencias mundiales de cereales al concluir la campaña de 1998-99 y la utilización tendencial en 1999-2000 disminuirá ligeramente, hasta situarse en el 17,2 por ciento, cifra que aunque es muy inferior a la media de la primera mitad del decenio de 1990, supera a la de mediados de dicho decenio y está dentro del nivel del 17-18 por ciento, nivel mínimo necesario para garantizar la seguridad alimentaria mundial, según la Secretaría de la FAO.

14. El segundo indicador mide la capacidad de los cinco principales exportadores de cereales para satisfacer la demanda de importación de trigo y de cereales secundarios. Establece una correlación entre la suma de su producción, importaciones y existencias iniciales y la suma de la utilización interna más las exportaciones. Se prevé que esta relación mejorará ligeramente gracias a las excelentes cosechas recogidas en la CE y en los Estados Unidos, especialmente de cereales secundarios, y a que el nivel medio de las existencias iniciales fue superior al de los años anteriores. El indicador actual, 1,17, es similar a la relación media estimada para el período 1991/92-95/96.

15. El tercer conjunto de indicadores presenta la relación entre el volumen de existencias que poseen al cierre de la campaña los principales exportadores de trigo, cereales secundarios y arroz, y la desaparición total de dichos cereales (consumo interno más exportaciones). Según los pronósticos actuales, estos indicadores reflejan, excepto en el caso del arroz, una mejora de la situación del suministro mundial de cereales en 1998/99 en comparación con el año anterior y con la media del período precedente. Se prevé un descenso de las existencias de los principales exportadores de arroz, particularmente China y Viet Nam, debido a la reducción y/o estancamiento de la producción en 1998.

16. El cuarto indicador, que mide los cambios registrados en la producción de cereales en los principales países importadores (China, India y la CEI) en relación con la tendencia y el año precedente, muestra un crecimiento negativo de la producción en 1998/99. En 1998 disminuyó considerablemente la producción de cereales en la CEI y se registró un déficit menos pronunciado en China y la India. Habitualmente, las variaciones en la producción anual de cereales de este grupo de países influyen notablemente en el volumen del comercio mundial de cereales. Sin embargo, es posible que su influencia esté disminuyendo, puesto que las importaciones de este grupo de países han pasado de 20-25 millones de toneladas a mediados de los años 90 (alrededor del 10 por ciento de las importaciones mundiales) a 10-11 millones de toneladas (el 5% del comercio mundial) en 1998/99.

Cuadro 1 – VARIACIONES EN LOS INDICADORES DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

 

Promedio 1991/92- 1995/96

1996/97

1997/98

1998/993

1.Relación entre las existencias mundiales y las tendencias del consumo mundial de cereales

18,3

16,2

17,6

17,2

2. Relación entre los suministros de los cinco principales exportadores de cereales4 y las necesidades 1,16 1,12 1,15 1,17
3. Existencias finales en porcentaje de la desaparición total en los principales exportadores de cereales
Trigo4
Cereales secundarios
4
Arroz5
Total

20,5
15,8
11,2
15,8

15,7
11,8
9,3
12,3

18,3
16,5
10,1
15,0

23,2
18.8
8,9
17,0

   

Tasa anual de crecimiento tendencial

Cambio porcentual respecto del año anterior

1988-1997

1996

1997

19983

4. Cambios en la producción de cereales en la CEI, China e India

5. Cambios en la producción de cereales en los PBIDA

6. Cambios en la producción de cereales en los PBIDA, con la exclusión de China e India

1,66

 

2,31

 

1,88

5,40

 

7,30

 

8,71

3,12

 

-2,15

 

-6,01

-6,02

 

0,88

 

4,82

   

Cambio porcentual respecto del año anterior

1996/97

1997/98

1998/996

7. Variaciones de los precios de exportación7 (promedios anuales) Trigo (julio/junio)
Maíz (julio/junio)
Arroz (en./dic.)8

-16,3
-15,0
-12,7

-21,3
-17,0
-8,5

-16,9
-17,0
0,5

17. Los cambios registrados en la producción total de cereales en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA), que refleja el quinto indicador, constituyen otro procedimiento para determinar la seguridad alimentaria en un grupo de países a los que se considera vulnerables a las fluctuaciones de la oferta. Sin embargo, dado que la producción de China e India influye muy significativamente en la producción global de los PBIDA, el sexto indicador excluye a estos dos últimos países. Así pues, mientras que el quinto indicador muestra tan sólo una ligera mejora en 1998, el sexto indicador (cambios registrados en la producción total de cereales de los PBIDA, con la exclusión de China e India), indica un aumento sustancial en los restantes países. La importante diferencia que reflejan ambos indicadores en 1998 pone de manifiesto la gran importancia de los dos principales productores mundiales de cereales, cuyas cosechas fueron menos abundantes. No obstante, hay que tener en cuenta que el descenso de la producción en varios países se ha medido en relación con las cosechas sin precedentes y/o excelentes que se habían registrado en la campaña anterior.

18. El séptimo indicador presenta una comparación de los precios de exportación de los principales cereales. Con la excepción del arroz, los precios internacionales de los cereales continuaron la tendencia a la baja, como resultado de la debilidad de la demanda mundial de importaciones y de la existencia de grandes remanentes, especialmente entre los principales países exportadores de cereales.

19. En general, los siete indicadores confirman una mejora global en el suministro de cereales durante la campaña de 1998/99 con respecto al año anterior. Sin embargo, el descenso continuado de los precios de los cereales, que ya se ha traducido en una reducción de las siembras, especialmente en los principales países exportadores de la CE y en el Canadá y los Estados Unidos, es motivo de una cierta inquietud. Dado que esos países acumulan la mayor parte de los excedentes mundiales de cereales, las existencias podrían disminuir durante la próxima campaña, aunque permaneciera invariable la demanda de importación.

B. SITUACIONES DE URGENCIA Y AYUDA ALIMENTARIAS

20. Aunque se estima que la producción de cereales de los países en desarrollo experimentó un ligero crecimiento en 1998 con respecto al año anterior, a mediados de 1999 38 países (frente a 37 a finales de 1998) afrontaban una situación de urgencia alimentaria, originada principalmente por las condiciones meteorológicas adversas y por los disturbios civiles. Entre los lugares que suscitan mayor preocupación figuran los siguientes:

21. Las previsiones de la FAO sobre la prestación de ayuda alimentaria en cereales en 1998/99 (julio/junio) cifra la cuantía total de los envíos en 8,5 millones de toneladas, lo que supone un incremento de 2,7 millones de toneladas con respecto al año anterior. Este impresionante crecimiento de los envíos mundiales en concepto de ayuda alimentaria en cereales se explica por la mayor disponibilidad de cereales entre los principales donantes y por el incremento de las necesidades de ayuda alimentaria, particularmente en Asia, América Central y la CEI.

C.  FACTURA DE LAS IMPORTACIONES DE CEREALES

22. Se prevé que la factura por importación de cereales seguirá disminuyendo por tercer año consecutivo en 1998/99 (julio/junio), situándose de nuevo en un nivel similar al de los años anteriores a 1995/96, en que las facturas de importación fueron muy elevadas. La reducción más acusada se registrará en los países en desarrollo, donde, según las previsiones, se reducirá en un 16%, pasando de 27 000 millones de dólares EE.UU. en 1997/98 a 22 800 millones de dólares en 1998/99. Este fenómeno es consecuencia de la reducción del volumen de importaciones, el descenso de los precios internacionales y el aumento de los envíos de ayuda alimentaria. En lo que concierne a los países menos adelantados e importadores netos de alimentos, que es el grupo comprendido por la Decisión Ministerial de la Ronda Uruguay, las previsiones indican una disminución de la factura de importación de cereales en 1998/99 del 19%, para alcanzar los 1 500 millones de dólares EE.UU. En esta categoría de países en desarrollo, el menor costo de la importación de cereales se debe principalmente a la reducción de las importaciones determinada por la recuperación de la producción interna y al descenso de los precios de importación, más que al incremento de los envíos de ayuda alimentaria.

IV. SEGUIMIENTO DE LAS TENDENCIAS NACIONALES QUE PUEDEN AFECTAR AL NÚMERO DE PERSONAS DESNUTRIDAS

23. El seguimiento de las tendencias relativas a los factores estructurales que subyacen a la desnutrición constituye el punto de partida para evaluar la evolución de esta situación a lo largo del tiempo. Se están investigando distintos métodos para llevar a cabo esta labor9. El método al que se hace referencia en este documento supone agrupar a los países con arreglo a la prevalencia de la desnutrición y controlar los indicadores de los principales resultados en materia de seguridad alimentaria, es decir, la disponibilidad de alimentos y el acceso a los mismos, así como los factores esenciales de la vulnerabilidad, relacionados con las condiciones demográficas, económicas, ambientales, políticas y sociales.

24. Este método se utilizó por primera vez en el documento de evaluación preparado el año pasado. Durante los últimos meses se han introducido varias mejoras en su aplicación, con la adopción de una técnica estadística para agrupar a los países con arreglo a la prevalencia de la desnutrición y con la realización de un análisis más sistemático de los indicadores que pueden ser pertinentes.

25. En el gráfico 2 figuran los 98 países del mundo en desarrollo, agrupados según el nivel de desnutrición de sus poblaciones respectivas, estimado en el momento de celebración de la Cumbre. El gráfico indica también el número de personas desnutridas de cada grupo de países. Si bien es cierto que en cifras absolutas el mayor número de personas desnutridas se encuentra en Asia (dato que no puede sorprender), el gráfico muestra con toda claridad que los problemas más generalizados se manifiestan en los países de bajos ingresos y déficit de alimentos de África, en muchos de los cuales el porcentaje de personas desnutridas excede del 25 por ciento de la población nacional, alcanzando o superando el 40 por ciento en 20 de ellos.

26. La inseguridad alimentaria crónica, es decir, la desnutrición, es la consecuencia directa de un consumo insuficiente de alimentos a lo largo del tiempo (véase el recuadro). No es fácil, sin embargo, controlar la ingesta efectiva de alimentos.

27. Las condiciones básicas que dan lugar a la inseguridad alimentaria de lugares o grupos de población concretos son muy numerosas y su importancia relativa difiere de unos a otros lugares y entre los distintos grupos. Sin embargo, esas condiciones básicas son más fáciles de controlar que las variaciones registradas en la ingesta alimentaria. Además, aun sin disponer de información muy exacta, es posible formular algunas declaraciones cualitativas sobre la forma en que la modificación de esas condiciones puede afectar, positiva o negativamente, a la situación de la seguridad alimentaria de las poblaciones y países vulnerables. Este tipo de información es valioso no sólo para controlar la evolución, sino para indicar qué políticas y programas son más adecuados en las diferentes situaciones.

Cuadro 2: Indicadores de la situación de la seguridad alimentaria y de los factores de vulnerabilidad, 1990-92 – 1996

  Indicadores de los resultados deseados en materia de seguridad alimentaria Indicadores de las condiciones demográficas Indicadores de las condiciones ambientales

Indicadores de las condiciones económicas

Indicadores de las condiciones políticas Indicadores de las condiciones sociales
Disponibilidad de alimentos Acceso a los alimentos Distribución de la población urbana/ rural Base de recursos naturales Estructura de la economía nacional Nivel de desarrollo de la economía rural Resultados de la economía alimenta-ria Incidencia de los conflictos civiles Estado nutricional de los niños
Suministro diario de energía alimentaria per cápita (ponderado)

(calorías)

PNB per cápita (ponderado)

($EE.UU. actual)

Parte de la población rural en la población total

(%)

Superficie cultivable per cápita (ponderada)

(hectáreas)

Participación de la agricultura en el PIB

(%)

Proporción de carreteras asfaltadas

(%)

Rendimientos por hectárea (principales cultivos cerealeros)

(t/ha)

Proporción de países que experimen-taron una situación de urgencia

(%)

Índice de mortalidad de los niños menores de 5 años
(muertes por cada mil nacidos vivos)
Países agrupados por la prevalencia de la desnutrición 1990-92 1996 1990-92 1996 1990-92 1996 1990-92 1996 1990-92 1996 1990-92 1996 1990-92 1996 1992-96 1990 1996
Grupo 1: >50% de personas desnutridas 1786 1806 169 116 71,0 68,1 0,30 0,25 41,6 38,8 13 16 8 9 56% 251 225
Grupo 2: 38-50% de personas desnutridas 2179 2243 402 427 69,9 67,3 0,25 0,22 29,7 31,5 17 18 12 15 36% 153 156
Grupo 3: 27-37% de personas desnutridas 2162 2149 312 298 69,8 65,8 0,21 0,20 29,0 30,3 22 22 12 12 29% 178 130
Grupo 4: 17-26% de personas desnutridas 2337 2387 538 685 56,0 53,4 0,18 0,16 24,0 21,9 29 33 24 26 21% 124 98
Grupo 5: 8-16% de personas desnutridas 2711 2855 827 1101 44,1 41,5 0,14 0,13 17,6 18,0 39 38 28 31 18% 52 51
Grupo 6: < 8% de personas desnutridas 3023 3124 2884 3690 31,8 28,4 0,24 0,24 15,8 16,0 75 67 22 26 8% 69 45

 

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A. PRINCIPALES RESULTADOS EN MATERIA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA QUE DEBEN SER OBJETO DE SEGUIMIENTO

28. Los resultados perseguidos por la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, así como por todas las conferencias internacionales sobre cuestiones económicas y sociales que se han celebrado recientemente, se refieren básicamente a la calidad de vida en un contexto de respeto de los derechos humanos, es decir, establecen una serie de objetivos que puedan desembocar en el bienestar de todas las personas del planeta. Dos de los principales objetivos establecidos por la Cumbre, importantes para reducir el número de personas desnutridas y para alcanzar la seguridad alimentaria para todos, son la disponibilidad de una cantidad suficiente de alimentos inocuos y nutritivos y el acceso físico, social y económico, por todas las personas y en todo momento, a los alimentos que necesitan para satisfacer sus necesidades de productos alimenticios y sus preferencias alimentarias, con el fin de llevar una vida activa y sana. Hay otros objetivos sociales, como la erradicación de la pobreza, la buena salud, la educación universal, la igualdad entre los géneros, etc., que ocupan también un lugar importante en los compromisos de la Cumbre por su estrecha relación con la seguridad alimentaria. Al elaborar el sistema global de vigilancia que se aplicará en el marco de la iniciativa del SICIVA se prestará la debida atención a los indicadores apropiados de los objetivos sociales. Sin embargo, puesto que el informe de evaluación anual del CSA se centra en la situación de la seguridad alimentaria mundial, sólo se propone abordar los dos resultados directamente relacionados, la disponibilidad de alimentos y el acceso a los mismos. A nivel nacional, los resultados que son objeto de seguimiento en el presente informe son la disponibilidad de alimentos y el acceso a los mismos, representados por el suministro de energía alimentaria per cápita en el caso de la disponibilidad de alimentos y por el PNB per cápita por lo que respecta al acceso a los alimentos.

B. FACTORES PRINCIPALES DE LA VULNERABILIDAD QUE DEBEN SER OBJETO DE SEGUIMIENTO

29. Como se ha señalado anteriormente, es posible asociar un gran número de factores de vulnerabilidad con las condiciones estructurales básicas en cada una de las cinco principales categorías. En esta sección se exponen brevemente diferentes factores pertenecientes a cada una de las principales categorías, junto con una indicación de los factores de vulnerabilidad pertinentes que se abordan en el presente documento.

30. Estos indicadores se han seleccionado en función de su coherencia lógica y de su mutua compatibilidad. Se está trabajando para elaborar indicadores compuestos que ayuden a situar cada uno de los indicadores en un contexto socioeconómico más significativo. A la espera de que finalice este trabajo, el presente documento ofrece, por separado, un primer conjunto de resultados basados en el seguimiento de cada uno de los indicadores seleccionados. La información aparece en el Cuadro 2.

31. Las condiciones demográficas provocan vulnerabilidad cuando el tamaño de la población supera la capacidad de carga de una zona determinada y no existen muchas oportunidades para la emigración o para el desarrollo de la infraestructura física, social y económica que permita adoptar alternativas más productivas que los sistemas de subsistencia dominantes. La presencia de una proporción importante de población rural en la población total puede indicar la existencia de este tipo de vulnerabilidad, particularmente si se produce junto con un bajo nivel de desarrollo económico en las zonas rurales. Un alto porcentaje de personas dependientes en el seno de una familia, comunidad, localidad o nación también potencia el riesgo de desnutrición de esas personas. La distribución de la población urbana/rural es el factor de vulnerabilidad demográfica objeto de seguimiento en el presente informe y está representado por el porcentaje de población rural en la población total.

32. Las condiciones ambientales pueden producir vulnerabilidad crónica en distintas formas. Frecuentemente, la población de las zonas cuya base de recursos naturales es escasa o se halla en proceso de deterioro no disponen de muchos medios de subsistencia. Su situación puede verse empeorada por la intervención humana cuando ésta se traduce en contaminación y degradación del medio ambiente. La variabilidad de las condiciones climáticas y geofísicas y las amenazas biológicas suponen un riesgo adicional. Generalmente, la disponibilidad de tierra cultivable per cápita disminuye con el desarrollo económico, porque es cada vez mayor la superficie de tierras que se dedica a usos no agrícolas y porque en el resto de la tierra se introducen prácticas agrícolas de alta tecnología y alto rendimiento. No obstante, si la menor disponibilidad de tierra cultivable per cápita se debe únicamente al crecimiento demográfico, sin la consecución de mejoras en la productividad o en el funcionamiento de la economía nacional que actúen como factor de compensación, es muy probable que aumente el nivel de desnutrición. La base de recursos naturales es el factor de vulnerabilidad ambiental objeto de seguimiento en el presente informe y está representado por la superficie cultivable per cápita.

33. Las condiciones económicas pueden ser objeto de seguimiento y evaluación a varios niveles, ya sea nacional, sectorial o zonal. La estructura y funcionamiento de la economía nacional y de sus componentes pueden afectar a la situación de la seguridad alimentaria de toda una nación a través del funcionamiento de los mercados de productos alimenticios. A su vez, estos últimos resultan influidos por factores tales como los precios de los alimentos, los tipos de interés, la tasa de inflación, las condiciones del mercado laboral, los tipos de cambio y la balanza comercial. Las condiciones económicas también pueden ocasionar vulnerabilidad e inseguridad alimentaria si los bienes e ingresos no se distribuyen de forma equitativa entre la población, o cuando la inversión del sector público y privado es insuficiente o está sesgada. El grado de diversificación de la economía determina en muchos casos la existencia de oportunidades de empleo y de generación de ingresos que permitan conseguir el poder adquisitivo necesario para satisfacer las necesidades de alimentos básicos en todos los segmentos de la población. Por otra parte, el nivel de desarrollo y el dinamismo de las actividades económicas de las zonas rurales influye, con frecuencia, de forma decisiva en el nivel de desnutrición a escala nacional. La estructura de la economía nacional, el nivel de desarrollo de la economía rural y los resultados de la economía alimentaria son los factores de vulnerabilidad económica objeto de seguimiento en el presente informe y están representados por la participación de la agricultura en el PIB, la proporción de carreteras asfaltadas y los rendimientos por hectárea de los principales cereales.

34. Las condiciones políticas pueden afectar positiva o negativamente a la seguridad alimentaria. Las estructuras políticas que fomentan la participación de la población tienden a reducir la vulnerabilidad, pero la existencia de conflictos civiles es un factor de vulnerabilidad que puede limitar las oportunidades comerciales y en materia de empleo y comportar la pérdida de bienes, la destrucción de infraestructura social y física, e incluso el desplazamiento de sus hogares de las familias afectadas. En ocasiones, el nivel más elevado de desnutrición se da en poblaciones que viven en zonas afectadas por conflictos crónicos. La incidencia de los conflictos civiles es el factor de vulnerabilidad política objeto de seguimiento en el presente informe y está representado por el porcentaje de países que experimentan situaciones de urgencia.

35. Las condiciones sociales, incluso la situación de los servicios sociales y las actitudes sociales predominantes, influyen muy notablemente en la vulnerabilidad y la inseguridad alimentaria. Es poco probable que exista desnutrición en aquellos lugares en los que la población tiene acceso a infraestructuras sociales tales como la enseñanza primaria, los centros de asistencia sanitaria y los servicios de extensión. Los hábitos tradicionales de la población determinan el tipo de alimentos que consumen, la forma en que se distribuyen los recursos y los alimentos disponibles y las formas de higiene, preparación de los alimentos y prácticas de asistencia predominantes. Los conocimientos tradicionales permiten encontrar soluciones innovadoras a los problemas locales, pero las actitudes tradicionales pueden constituir también un obstáculo insalvable en determinadas circunstancias. El factor de vulnerabilidad social que combina el acceso a los servicios sociales con las actitudes sociales referentes a las prácticas de asistencia y de alimentación apropiadas, es objeto de seguimiento en el presente informe. Se trata del estado nutricional infantil, representado por la tasa de mortalidad de los niños menores de cinco años.

C. RESULTADOS QUE SE DESPRENDEN DEL SEGUIMIENTO DE LA DISPONIBILIDAD DE ALIMENTOS Y DEL ACCESO A LOS MISMOS,
1990-92 - 1996

36. Como cabría esperar, en general el cuadro muestra que cuanto menor es el nivel de SEA per cápita y el PNB, mayor es la incidencia de la desnutrición. A este respecto, parece ser una excepción el hecho de que el Grupo 2, con un 38-50% de personas desnutridas, parece hallarse en condiciones algo mejores que el Grupo 3, con un 27-37% de personas desnutridas. Sin embargo, las diferencias entre ambos grupos es muy pequeña y es posible que dentro de uno de los dos grupos haya algunos países de gran tamaño que determinen el promedio del Grupo en uno u otro sentido. En conjunto, considerando globalmente los dos indicadores, las condiciones reinantes en los grupos 1, 2 y 3 parecen haber empeorado durante los cinco años transcurridos desde el período de referencia (1990-92) utilizado para estimar el número de personas desnutridas en el mundo en desarrollo, resultado compatible con el ligero incremento del número de personas desnutridas estimado para 1995 en comparación con el existente durante el período de referencia.

D. RESULTADOS QUE SE DESPRENDEN DEL SEGUIMIENTO DE ALGUNOS FACTORES DE VULNERABILIDAD, 1990-92 - 1996

37. Se está intentando identificar los principales factores de vulnerabilidad asociados con las condiciones estructurales que afectan a la prevalencia de la desnutrición en cada una de las seis clases de países que figuran en el gráfico 2. Aunque es necesario un mayor esfuerzo para perfeccionar esta metodología y aplicarla a nivel subnacional (además de a nivel nacional), el cuadro 2 indica ya que, en general, se puede observar una correlación bastante estrecha entre los factores principales de vulnerabilidad y el nivel de desnutrición en cada uno de los seis grupos de países representados en el gráfico 2.

38. En síntesis, cabría esperar que la prevalencia de la desnutrición disminuyera en los países a medida que desciende la vulnerabilidad representada por cada uno de los factores seleccionados. Así, la desnutrición debería reducirse al disminuir:

y al aumentar o mejorar:

Estas son precisamente las correlaciones que aparecen, con las excepciones de la disponibilidad de tierra cultivable per cápita, relativamente más elevada, en el Grupo 6 (en el que probablemente la gran extensión de tierra cultivable existente en uno o dos países de grandes dimensiones influye en el resultado) y de la tasa de mortalidad entre los niños menores de cinco años, relativamente más alta, del Grupo 3, durante el período de referencia.

39. Análogamente, cabría esperar que si los factores de vulnerabilidad se modificaran en el sentido mencionado más arriba, disminuyera la prevalencia de la desnutrición. Durante el período comprendido entre 1990-92 y 1996 (año más reciente para el que se dispone de datos fiables), todos los indicadores de todos los grupos de países se modificaron en sentido positivo, excepto la participación de la agricultura en el PIB, que aumentó en los grupos 2, 3, 5 y 6, y la proporción de carreteras asfaltadas, que permaneció invariable en el Grupo 3. Esto parece indicar que la recesión que se ha registrado en el sector no agrícola en una serie de países puede haber propiciado el ligero incremento del número de personas desnutridas que se observó durante el período quinquenal inmediatamente anterior a la celebración de la Cumbre.

40. Estas conclusiones se basan en promedios obtenidos para cada grupo de países. Se está estudiando todavía si esta metodología es útil para los países individuales que conforman cada uno de los grupos. Actualmente se tiene la convicción de que dentro de cada grupo existen subgrupos de países en los que predominan uno o varios factores básicos. Además, parece plausible el hecho de que con la utilización de indicadores compuestos se podría abarcar más plenamente la interacción de los factores de vulnerabilidad pertinentes a nivel nacional que mediante el seguimiento de los distintos factores, uno por uno. Un subgrupo técnico del GTI-SICIVA, presidido por la Secretaría de la FAO y por el Sistema de Información Geográfica (SIG) - Consorcio del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (GCIAI) desarrollarán estas ideas durante el próximo año.

V. SEGUIMIENTO EN GRUPOS VULNERABLES ESPECÍFICOS, DE ALGUNOS INDICADORES QUE PODRÍAN INDICAR UNA VARIACIÓN DE SU SITUACIÓN EN MATERIA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA

41. En los diferentes grupos de población, la naturaleza de la vulnerabilidad difiere en función del tipo de inseguridad alimentaria. Esta puede ser de tres clases:

  1. inseguridad alimentaria crónica (la persona o grupo aquejado de inseguridad alimentaria consume (o ha consumido) regularmente una cantidad de alimentos inferior a la necesaria durante un período de tiempo considerable. Se pueden citar a título de ejemplo los niños de corta edad subalimentados que finalmente muestran síntomas de retraso del crecimiento, o personas ancianas que viven solas con una pensión de escasa cuantía, que no pueden costearse una dieta adecuada y que tal vez carecen de la energía o de la motivación necesarias para comprar o cocinar cantidades suficientes de alimentos nutritivos);
  2. inseguridad alimentaria durante la temporada de carestía (inseguridad cíclica) (en la que las personas aquejadas de inseguridad alimentaria disponen de alimentos suficientes en el período inmediatamente posterior a la cosecha, pero carecen de los alimentos necesarios durante un cierto tiempo antes de la recogida de la próxima cosecha; se sabe que éste es un problema generalizado entre las familias de pequeños agricultores de subsistencia cuando los alimentos que se consumen durante la temporada de abundancia no son suficientes para que el cuerpo acumule reservas que le permita superar la temporada de carestía);
  3. inseguridad alimentaria transitoria (en la que las personas aquejadas de inseguridad alimentaria experimentan variaciones en el acceso a los alimentos que producen un deterioro de la ingesta alimentaria en determinados momentos, hasta el punto de que su salud y su bienestar se ven amenazados; la población de los núcleos urbanos que depende de mercados muy inestables y los productores agrícolas muy expuestos a las catástrofes naturales son propensos a sufrir este tipo de riesgos).

42. En las dos primeras categorías de inseguridad alimentaria, existe vulnerabilidad cuando se dan las condiciones estructurales que crean un riesgo de inseguridad alimentaria crónica para las personas afectadas por esas condiciones. Sólo en el tercer tipo de inseguridad alimentaria, la vulnerabilidad deriva de un riesgo atribuible a una variabilidad predecible, aunque irregular, de las condiciones básicas.

43. La selección e interpretación de los indicadores clave utilizados para evaluar la vulnerabilidad de los diferentes grupos de población están determinadas en buena medida por el procedimiento que se emplea para definir a los grupos vulnerables.

44. Se está intentando determinar cuáles son los métodos que se utilizan habitualmente en los diferentes países, con el fin de establecer un sistema de clasificación que se pueda utilizar para hacer un seguimiento de esos grupos a nivel mundial. No se ha avanzado lo suficiente en la determinación de ese sistema para que pueda ser utilizado como base de este documento, pero se distribuirá una nota informativa (CFS: 99/Inf.6) que facilitará información sobre el resultado de la labor que se está llevando a cabo.

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1 Véanse en el recuadro las definiciones de éste y de otros términos conexos.

2 El documento del Consejo CL 116/2, titulado "Situación actual de la alimentación en el mundo", redactado en abril de 1999, refleja las tendencias y perspectivas de la producción y comercialización de los productos alimenticios básicos, así como de otros productos agropecuarios, y ofrece una información actualizada sobre las situaciones de urgencia alimentaria, la ayuda alimentaria y la factura de las importaciones de cereales.

Fuente: FAO

3 Previsiones.

4 Argentina, Australia, Canadá, CE y Estados Unidos.

5 China, Pakistán, Estados Unidos, Tailandia y Viet Nam.

6 Para los precios del trigo y maíz en 1998/99, se indican únicamente los promedios de ocho meses (julio/febrero). El cálculo de los cambios se efectúa comparando los ocho primeros meses de la campaña con el período correspondiente de 1997/98.

7 Trigo: duro invierno nº 2 Estados Unidos; Maíz: amarillo nº 2 Estados Unidos; Arroz: quebrado thai (A1 Super).

8 Los precios del arroz se basan en el año civil del primero de los años indicados.

9 Antes de la celebración de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación se efectuó un primer intento de controlar el acceso a los alimentos, cuando se introdujo el índice global de seguridad alimentaria familiar (IGSAF). Este índice establecía una clasificación en la situación de la seguridad alimentaria familiar de los países en desarrollo pero no indicaba si la situación global de un país determinado estaba mejorando o se estaba deteriorando. El IGSAF ha dejado de utilizarse desde que han comenzado a publicarse estimaciones reales del número de personas desnutridas a nivel nacional.

10 En términos estrictos, este indicador no es adecuado para controlar la situación a nivel nacional, dado que hace referencia a la situación en un grupo de países. Por otra parte, en la base de datos se incluyen algunas situaciones de urgencia que no guardan relación con la existencia de conflictos. En futuros informes, será sustituido por otro indicador más apropiado.