CL 116/10


 

Consejo

116º  período de sesiones

Roma, 14-19 de junio de 1999

INFORME DEL 25º PERÍODO DE SESIONES
DEL COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL
(Roma, 31 de mayo - 3 de junio de 1999)

 

Índice




ASUNTOS QUE REQUIEREN LA ATENCIÓN DEL CONSEJO


SE SEÑALA A LA ATENCIÓN DEL CONSEJO EL INFORME DEL COMITÉ EN SU TOTALIDAD, HACIENDO NOTAR EN PARTICULAR LA RECOMENDACIÓN CONTENIDA EN EL INFORME DEL GRUPO DE TRABAJO DE COMPOSICIÓN ABIERTA Y RATIFICADA POR EL COMITÉ EN EL SENTIDO DE QUE "PODRÍAN PROGRAMARSE DE NUEVO LAS REUNIONES DEL CSA EN AÑOS PARES DE MODO QUE SE CELEBRARAN DESPUÉS DE QUE TODAS LAS REUNIONES DE LAS CONFERENCIAS REGIONALES HUBIERAN FINALIZADO SU LABOR".

 

I. ASUNTOS DE ORGANIZACIÓN

1. El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) celebró su 25º período de sesiones del 31 de mayo al 3 de junio de 1999 en la sede de la FAO en Roma. Asistieron a él delegados de 109 de los 128 Estados Miembros del Comité, observadores de otro Estado Miembro de la FAO, la Santa Sede y la Orden Soberana de Malta, representantes de 6 organismos y programas de las Naciones Unidas y observadores de 5 organizaciones intergubernamentales y 23 organizaciones internacionales no gubernamentales. En el Apéndice B figura una lista de los miembros del Comité que estuvieron presentes. Los países y organizaciones representados en el período de sesiones figuran en el Apéndice C. La lista completa de participantes puede solicitarse a la secretaría del CSA (Ext. 53069).

2. Inauguró el período de sesiones el Presidente, Excelentísimo Señor Mohammad Saeed Nouri-Naeeni (Irán), a quien ayudaron eficazmente en la dirección de la reunión los Vicepresidentes Sres. Albano L.T. Asmani (Tanzanía), Etsuo Kitahara (Japón), Ronald Rose (Canadá) y Khairuddin Md. Tahir (Malasia). En sus observaciones iniciales, el Presidente subrayó la importancia de la tarea con que se enfrentaba el CSA, consistente en decidir la forma de presentación de los informes para el seguimiento de la aplicación del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA), que contribuiría de manera concreta a conseguir el objetivo de reducir a la mitad el número de personas desnutridas para el año 2015. Por último expresó su agradecimiento a todos los miembros de la Mesa por su ardua labor, inclusive en el lapso entre períodos de sesiones, y rindió un especial homenaje al Sr. Kitahara, quien abandonaría Roma para desempeñar un nuevo cargo en Japón. El Comité convino en que el sucesor del Sr. Kitahara, Sr. Masato Ito, asumiera la Vicepresidencia durante el resto del bienio.

3. El Sr. D. A. Harcharik, Director General Adjunto, pronunció la declaración inaugural en nombre del Director General. Destacó la importancia de la paz, la estabilidad política y el desarrollo social y económico sostenible para luchar contra la inseguridad alimentaria, y pidió renovados esfuerzos a nivel nacional e internacional para aplicar el Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Señaló que, si bien había habido un aumento de las corrientes netas de capital privado a los países en desarrollo y a los países en transición, la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) destinada a la agricultura se había estabilizado. De hecho, en 1997 14 países donantes habían reducido en realidad su AOD a los países menos adelantados. La parte correspondiente a la agricultura en la AOD se había reducido a la mitad (del 30 al 15 por ciento) entre los años ochenta y la primera mitad de los noventa. Subrayó la importancia de la calidad e inocuidad de los alimentos para la salud de la población y para cumplir las normas del comercio internacional. Por último, insistió en la importancia de la función del Comité de vigilar la aplicación del Plan de Acción de la CMA y recordó que en el presente período de sesiones habría de aprobarse su primer informe presentado al Consejo Económico y Social(ECOSOC) por conducto del Consejo de la FAO. La declaración inaugural pronunciada por el Director General Adjunto se incluye como Apéndice E.

4. El Sr. Philippe Texier, miembro del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR), presentó la observación general sobre el derecho a recibir alimentos suficientes que el CESCR había aprobado el 11 de mayo de 1999. La observación general se reproduce en el Apéndice F. El Comité acogió con satisfacción la observación general que, en su opinión, era un paso importante en la consecución el Objetivo 7.4 del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. El Comité tomó nota de la referencia que se hacía en la observación general a la necesidad de que los organismos de las Naciones Unidas, incluida la FAO, proporcionaran asistencia a los países en desarrollo que lo solicitaran, y tomó nota de que esta asistencia se basaría plenamente en los conocimientos especializados de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. El Comité encomió la colaboración entre la FAO y el CESCR. El Comité acogió con satisfacción la propuesta de que la cooperación entre estas dos instituciones se fortaleciera en forma permanente.

5. El Comité aprobó su programa, que figura en el Apéndice A. En el Apéndice D se ofrece la lista de documentos examinados por el Comité.

6. El Comité nombró un Comité de Redacción integrado por las delegaciones de Argelia, Austria, Bélgica, Camerún, Corea, Chile, Estados Unidos, Filipinas, Finlandia, Ghana, Haití, Japón y Siria, bajo la Presidencia del Sr. P. Ross (Australia).

II. EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

7. El Comité examinó este tema basándose en el documento CFS: 99/2, "Evaluación de la situación de la seguridad alimentaria mundial". Acogió con agrado el documento en su nueva estructura, que constituía un marco mejorado para seguir los progresos en la consecución de los objetivos y metas de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.

8. El Comité reconoció que las dificultades de disponibilidad y exactitud de los datos habían creado problemas en cuanto a la fiabilidad de las estimaciones por puntos, y aceptó la propuesta de utilizar estimaciones por intervalos para seguir los progresos realizados en la consecución del objetivo de reducir a la mitad el número de personas desnutridas no más tarde del año 2015. Sin embargo, subrayó que esto debería ir acompañado de un uso continuado de estimaciones por puntos actualizadas anualmente. Varias delegaciones lamentaron que la estimación más reciente contenida en el documento correspondiera a un período de tiempo anterior a la Cumbre. Insistieron en que el Comité debería conocer la situación del momento, y señalaron que los acontecimientos registrados desde la Cumbre podrían muy bien haberse traducido en un ulterior aumento, y no en un descenso, del número de personas desnutridas. Expresaron el deseo de que, en el futuro, pudieran encontrarse métodos para realizar un pronóstico de la probable situación del momento cuando se presentaran informes sobre el número de personas desnutridas, a pesar de las dificultades que ello entrañaba.

9. El Comité recomendó diversas mejoras en los indicadores que habían de utilizarse para vigilar la situación actual a nivel mundial y regional. Recordó sus recomendaciones anteriores de que se ampliara el número de productos incluidos en la evaluación mundial para abarcar todos los alimentos básicos, y no sólo los cereales. A este respecto, se sugirió que se incorporara un indicador que evidenciara las variaciones en la composición de la dieta. El Comité subrayó también que, si bien era útil, la evaluación desde el punto de vista de la oferta mundial debía complementarse con información sobre cuestiones relacionadas con el acceso. Los indicadores recomendados a tal efecto fueron, entre otros, el índice de pobreza, la distribución de los ingresos y el poder adquisitivo, la posición en el comercio, la relación de intercambio, la deuda externa, las corrientes de capital privado y la AOD.

10. El Comité aceptó el criterio general que se había aplicado para determinar los resultados intermedios y los factores de vulnerabilidad relacionados con la consecución del objetivo de la Cumbre, y para vigilar las tendencias correspondientes a determinados indicadores de esos resultados y factores. Al tiempo que apreció el esfuerzo realizado, expresó algunas reservas en cuanto a indicadores concretos que se presentaban en el documento CFS: 99/2, y alentó a la secretaría a que siguiera perfeccionándolos.

11. A este respecto, el Comité subrayó la importancia que concedía a la labor del Grupo de Trabajo Interinstitucional sobre el SICIAV, y recomendó que, en ese contexto, se emprendiera un ulterior desarrollo de los indicadores que había de utilizar el CSA en su labor de seguimiento. El Comité pidió que se le informara anualmente sobre los progresos del SICIAV, y recomendó que en el programa de su próximo período de sesiones se incluyera un tema sobre esta cuestión. Dicho informe debería contener, entre otras cosas, información técnica sobre las novedades metodológicas, los criterios utilizados para seleccionar los indicadores, el intercambio de datos con otras organizaciones y las aplicaciones concretas del sistema del SICIAV en los países.

12. El Comité consideró que el método adoptado para clasificar los países con arreglo a la proporción de personas desnutridas era útil y recomendó que se aplicara a los países que no se habían incluido en la lista inicial, en particular a los países en transición. Varios delegados opinaron también que en futuros informes de evaluación debería incluirse información sobre la situación y la actuación de los distintos países.

13. Se hicieron varias propuestas relativas a mejoras concretas que deberían tenerse en cuenta, entre ellas la clasificación de los indicadores en función de las condiciones a corto, medio y largo plazo; la mejora de la cobertura de los indicadores de la producción, las importaciones y las existencias de alimentos básicos en la vigilancia de la evolución de la economía alimentaria; una utilización mayor de indicadores compuestos; la introducción de indicadores desglosados por sexo y edad y de indicadores de la pertinencia para determinados grupos vulnerables; una mejor cobertura de las condiciones ambientales; y atención a la pertenencia a un grupo étnico y sus efectos sobre los hábitos alimentarios y el comportamiento social. Al tiempo que se reconoció que los distintos países necesitarían posiblemente seleccionar indicadores específicamente adaptados a sus condiciones para su vigilancia interna, se subrayó que, para el CSA, los indicadores utilizados deberían ser comparables entre países. También se destacó que el seguimiento en los países debería centrarse en la situación de la seguridad alimentaria de las personas, con un seguimiento adicional de la seguridad alimentaria en los hogares, cuando fuera posible.

14. Los indicadores utilizados en el documento CFS:99/2 para medir la disponibilidad y accesibilidad de los alimentos a nivel nacional, a saber el SEA per cápita y el PNB per cápita, no se consideraron satisfactorios para denotar lo que estaba ocurriendo en los países. Se recomendó que se utilizaran de modo más sistemático encuestas sobre consumo y gasto de los hogares para actualizar periódicamente la información sobre la ingesta de alimentos y el acceso a éstos. La utilización de un indicador de la paridad de poder adquisitivo sería también preferible a la del PNB per cápita basado en el tipo de cambio.

15. El Comité tomó nota de que era necesario explicar claramente las repercusiones normativas de las variaciones observadas en los indicadores seleccionados, ya que de lo contrario podrían darse interpretaciones erróneas y decisiones equivocadas en materia de política. En particular, varios delegados subrayaron que no debería interpretarse que la asociación de una tasa elevada de migración de las zonas rurales a las urbanas con una proporción inferior de personas desnutridas en un país implica que una política de fomento del éxodo rural resolvería el problema de la desnutrición. Dichos delegados consideraron que el remedio podría consistir, por el contrario, en un mayor apoyo al desarrollo de las zonas rurales.

16. Se informó al Comité de que la FAO celebrará un simposio en Ginebra en septiembre de 1999 con miras a ayudar a los países en desarrollo a prepararse para la próxima ronda de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio, prestando especial atención a la seguridad alimentaria. El Comité expresó su agradecimiento por el apoyo extrapresupuestario suministrado por Japón para este simposio. Además, se pidió a la secretaría que facilitara información sobre el simposio con mucha antelación, de manera que los Miembros pudieran participar plenamente.

17. Algunas delegaciones hicieron referencia a la importancia de la idea de una alianza para el desarrollo de la agricultura entre las organizaciones de las Naciones Unidas con sede en Roma.

18. El Comité acogió favorablemente el informe sobre los resultados del Cuarto Foro Iberoamericano de Ministros de Agricultura, celebrado en La Habana (Cuba) del 15 al 17 de mayo de 1999. El Comité apreció la contribución que había realizado esta reunión a la aplicación del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. La Declaración de La Habana figura en el Apéndice G.

19. Un delegado pidió que la Secretaría preparara un panorama general del PESA, indicando el número estimado de personas que se habían beneficiado del programa y los costos totales correspondientes, que debería presentarse al Consejo o a la Conferencia de la FAO en noviembre de1999.

III. TEMA PERMANENTE SOBRE LA NUTRICIÓN

20. El Comité reconoció la importancia de la calidad e inocuidad de los alimentos como elemento integrante de la seguridad alimentaria, tal como se había confirmado en la Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial y en el Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Destacó las funciones complementarias que desempeñaban los gobiernos, la industria, los consumidores y la sociedad civil en general en cuanto a garantizar la calidad y la inocuidad del suministro alimentario.

21. El Comité tomó nota de las consecuencias económicas y sanitarias de los problemas de calidad e inocuidad de los alimentos que aquejaban a muchos países en desarrollo. Observó, en particular, que la elevada prevalencia de enfermedades trasmitidas por los alimentos ocasionaba costos económicos y sufrimientos humanos. Asimismo señaló los problemas con que se enfrentaban muchos países en desarrollo para satisfacer los requisitos de los Acuerdos sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) y sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) de la Organización Mundial del Comercio al tiempo que reconoció que esos acuerdos tenían como finalidad mejorar la inocuidad de los alimentos en el comercio alimentario internacional.

22. El Comité observó que los sistemas y programas de control de la calidad e inocuidad de los alimentos en los países en desarrollo a menudo carecían de recursos y de una infraestructura idónea para comprobar adecuadamente la calidad e inocuidad de los productos alimenticios. Señaló la falta de recursos humanos con la capacitación necesaria para llevar a cabo las distintas tareas relacionadas con el control de la calidad e inocuidad de los alimentos, así como la coordinación insuficiente entre las diferentes instituciones que participaban en tales actividades de control. Subrayó además, que era necesario aumentar la participación del sector académico, la industria y los consumidores en las políticas de control de la calidad e inocuidad de los alimentos.

23. El Comité ratificó las conclusiones y recomendaciones generales contenidas en el documento CFS: 99/3. Destacó la importancia de que los países miembros en desarrollo participaran más activamente en la labor de la Comisión del Codex Alimentarius, y observó que si bien en los últimos años esta participación había crecido, era preciso intensificar los esfuerzos para mejorar su calidad y sus efectos, fomentando, en particular, el establecimiento y el funcionamiento de los comités nacionales del Codex, con posible apoyo financiero y técnico de países donantes. El Comité subrayó la importancia del trabajo del Comité del Codex sobre Sistemas de Inspección y Certificación de las Importaciones y Exportaciones de Alimentos, que brindaba asesoramiento a los gobiernos de los países miembros para la concertación de acuerdos de equivalencia entre países que mantenían relaciones comerciales.

24. El Comité apoyó la labor de la FAO para prestar asistencia técnica a los países miembros en desarrollo a fin de que fortalecieran y mejoraran sus sistemas y programas nacionales de control de los alimentos, inclusive a través del Programa de Cooperación Técnica. Asimismo, tomó nota del apoyo que proporcionaban varios países miembros a actividades análogas en el ámbito nacional y regional. Pidió que se movilizaran recursos adicionales para ayudar a los países en desarrollo a mejorar el control de la calidad e inocuidad de los alimentos de producción local e importados, y a cumplir con las pautas de inocuidad y calidad que imponía el comercio de exportación. Señaló que, con respecto a esto, los acuerdos sobre MSF y sobre OTC de la Organización Mundial del Comercio requerían que los países desarrollados prestaran la asistencia pertinente a los países en desarrollo.

25. El Comité observó que era preciso tomar en cuenta el trabajo de otras instituciones en este campo, y solicitó que se mantuviera una cooperación continua y eficaz con organismos internacionales como la OMS, el UNICEF, el OIEA, el Banco Mundial y otros. Asimismo reconoció la necesidad de considerar el valor nutricional como elemento crítico de la calidad de los alimentos, y de abordar la cuestión de la calidad y la inocuidad de los alimentos de subsistencia.

26. El Comité recordó la decisión adoptada por la Conferencia de la FAO en su Resolución 19/77 y las conclusiones del Consejo en su 115º período de sesiones de noviembre de 1998 en relación con la utilización de idiomas en la FAO y sus órganos auxiliares, y pidió, por conducto del Consejo, que la Conferencia de la FAO señalara esta decisión a la atención de la Comisión del Codex Alimentarius y solicitara que este órgano aplicara dicha decisión.

IV. MODELO PARA LA PRESENTACIÓN DE INFORMES SOBRE LA VIGILANCIA DE LA APLICACIÓN DEL PLAN DE ACCIÓN DE LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE LA ALIMENTACIÓN

27. El Comité examinó el tema IV del Programa basándose en el documento CFS:99/4. Acogió con satisfacción la labor desempeñada por la Secretaría al preparar el modelo para la presentación de informes, y observó que el modelo propuesto trataba de responder a los criterios convenidos en el 24º período de sesiones del Comité. Varios delegados valoraron el hecho de que el modelo se hubiera formulado a fin de i) obtener información para un análisis cualitativo, basado en indicadores esenciales de los logros y resultados de las medidas adoptadas en el marco de los objetivos del Plan de Acción y ii) asegurar que los informes nacionales proporcionaran la información pertinente necesaria para analizar las medidas que se adoptaban e identificar prácticas que hubieran demostrado dar buenos resultados en el cumplimiento de los objetivos de la CMA. Sin embargo, señalaron que el modelo propuesto no resultaba suficientemente sencillo, directo y flexible.

28. El Comité señaló la importancia de adoptar un modelo para la presentación de informes que contuviera una indicación significativa de los progresos realizados, al tiempo que siguiera siendo comprensible y flexible, y convino en que el modelo debería constituir la base para todos los informes presentados en el futuro sobre los progresos de la aplicación del Plan de Acción.

29. Algunos delegados expresaron la inquietud de que el modelo no resultaba apropiado para los informes de los países donantes sobre el apoyo que prestaban a distintos países a fin de mejorar su situación de seguridad alimentaria. Se subrayó la posibilidad de que los países que desearan hacerlo, proporcionaran en un documento aparte este tipo de información.

30. Algunos delegados señalaron que sus países habían establecido ya una dependencia central o un comité interministerial para seguir la aplicación del Plan de Acción y presentar informes al CSA. El Comité, reconociendo que diversas instituciones eran responsables de la aplicación del Plan de Acción y que en la presentación de informes sobre dicha aplicación debían participar varios ministerios e instituciones, recomendó recurrir, siempre que fuera posible, a los mecanismos apropiados de coordinación existentes. Asimismo destacó que la disposiciones relativas a los informes nacionales debían mantener la flexibilidad necesaria para que los miembros pudieran adoptar aquellos arreglos internos de presentación de informes que resultaran más apropiados para las estructuras de sus gobiernos nacionales.

31. Se destacó que eran los gobiernos nacionales los encargados de aplicar el Plan de Acción. En relación con esto, algunos delegados expresaron su inquietud de que un informe que fuera una síntesis de los informes nacionales no tendría demasiado sentido, y sugirieron que el CSA, en su vigilancia del Plan de Acción, podría examinar informes presentados voluntariamente por los países. Otros delegados, aunque no se opusieron a un informe de síntesis, recomendaron que cada país pusiera su informe nacional a disposición de los demás países interesados. Se señaló también que era importante que todos los países presentaran informes sobre la aplicación del Plan, a fin de que los debates mantenidos por el CSA en su 26º período de sesiones y en los períodos siguientes resultaran significativos. En lo referente al contenido de los informes nacionales, se indicó que cada país daría una contribución fructífera proporcionando ejemplos e información sobre las medidas adoptadas después de la Cumbre, en el marco de los compromisos pertinentes; a partir de esto podrían derivarse enseñanzas adquiridas y prácticas idóneas identificadas.

32. El Comité reconoció que a los países miembros se les pedía que presentaran informes sobre las medidas de seguimiento de varias otras cumbres y conferencias. Se expresó la preocupación de que la multiplicación de los pedidos de informes podría entrañar una carga excesiva y fatigosa para los países miembros. Se insistió en la necesidad de armonizar los indicadores y establecer los vínculos apropiados con las actividades de seguimiento y de presentación de informes de otros órganos pertinentes de las Naciones Unidas, en particular en relación con los Compromisos Primero y Segundo.

33. El Comité estuvo de acuerdo en que se necesitaba una serie uniforme de indicadores para que fuera posible medir los progresos en la realización de los objetivos del Plan de Acción de la CMA y comparar los resultados de los distintos países. Los delegados recordaron que en el 24º período de sesiones del Comité se había señalado que para el seguimiento del Plan de Acción de la CMA se debía utilizar el SICIAV. Varios delegados hicieron hincapié en la necesidad de que en el proceso de presentación de informes se integrara información generada por el SICIAV.

34. Varios delegados destacaron que el modelo propuesto para la presentación de informes se orientaba en la dirección correcta para obtener información destinada al proceso de seguimiento. Podría proporcionar información a fin de analizar si los gobiernos nacionales consideraban y aplicaban las distintas políticas y medidas recomendadas en el Plan de Acción, y establecer los motivos de ello, así como cuáles eran las limitaciones internas y externas para la seguridad alimentaria. El Comité estableció un grupo de trabajo de composición abierta, de representación regional, para perfeccionar el modelo a fin de que se considerara y aprobara durante el período de sesiones.

35. El grupo de trabajo de composición abierta, con representantes regionales, elaboró un modelo revisado, expuesto en el Apéndice H, que fue ratificado por el Comité.

V. PARTICIPACIÓN AMPLIADA DE LA SOCIEDAD CIVIL Y OTROS ASOCIADOS EN LA LABOR DEL COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

36. El Comité examinó este tema basándose en el documento CFS/99/5.

37. El Comité tomó nota de que la secretaría había preparado el documento atendiendo a las directrices facilitadas por el CSA en sus 23º y 24º período de sesiones. El Comité observó que estaba en curso un examen general de la política y la estrategia de la FAO para la cooperación con las ONG/OSC, cuyos resultados aún no se habían hecho públicos. Se indicó claramente que sólo se habían tenido en cuenta los aspectos directamente relacionados con la labor del Comité en los cuatro puntos principales analizados en el documento. Dichos puntos se consideraron pertinentes para fortalecer y mejorar las relaciones entre las ONG/OSC y el CSA.

38. El Comité reconoció la importancia del trabajo de las ONG/OSC en relación con la seguridad alimentaria y alentó a las ONG/OSC a que colaboraran con los gobiernos en las actividades nacionales de seguimiento de las recomendaciones de la CMA. Algunas delegaciones alentaron a las demás a que incluyeran portavoces competentes y representativos de las ONG/OSC locales en sus delegaciones al CSA, y a que facilitaran la participación de ONG/OSC de países en desarrollo. Muchas delegaciones se preguntaron de qué modo preciso y con qué fondos tendría lugar esa participación facilitada. Los informes nacionales, cuya redacción estaba coordinada por los gobiernos, podrían comprender las actividades tanto gubernamentales como de las ONG/OSC.

39. El Comité acordó que, al examinar el tema V del programa del actual período de sesiones del CSA, relativo a las relaciones entre el CSA y las ONG/OSC, se concediera la palabra sin restricciones a cualesquiera representantes de las ONG/OSC que desearan hablar, con arreglo a las normas y reglamentos vigentes y a las limitaciones de tiempo. Los representantes de las ONG/OSC utilizaron ampliamente el derecho de intervención que se les había concedido en este período de sesiones del CSA, y expresaron sus opiniones acerca de los cuatro aspectos examinados. El Comité destacó que este arreglo, que se limitaba al debate del presente tema, no sentaba precedente alguno para otras reuniones del CSA o de los órganos rectores de la FAO.

40. El Comité, que había sido encargado del seguimiento de la CMA, invitó a las ONG/OSC a que colaboraran estrechamente en dicho seguimiento y propuso que, en cada uno de los futuros períodos de sesiones, las ONG/OSC presentaran un informe sobre sus actividades relacionadas con el seguimiento de la CMA y formularan propuestas en caso necesario. A tal efecto, el Comité invitó a las ONG/OSC a preparar un informe que constituyera una síntesis de las diferentes opiniones y actividades, dentro de un marco constructivo.

41. Varios delegados insistieron en que incumbía primordialmente a los gobiernos nacionales aplicar las recomendaciones de la CMA, en tanto que las ONG/OSC colaboraban en dicha aplicación en el marco de sus respectivas esferas de competencia, responsabilidades y recursos operacionales. El Comité, teniendo debidamente cuenta lo establecido por la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, pidió que se intensificara la coordinación entre los gobiernos y las ONG/OSC a nivel nacional para alcanzar la meta de la CMA.

42. El Comité observó que el término "ONG" utilizado en los debates se ajustaba a la definición oficial de las Naciones Unidas (ECOSOC), pero que el concepto de OSC era más amplio y requería una aclaración. Sin embargo, el CSA no era competente para esa aclaración, que debía hacerse a nivel del sistema de las Naciones Unidas.

43. Algunos delegados propugnaron la participación de representantes del sector privado y de institutos de investigación en el CSA. Otors delegados sostuvieron que es cometido del CSA establecer criterios que aseguren una rapresentación apropiada y equilibrada de todas las categorías de ONG con carácter regional y sectorial. No se llegó a una conclusión con respecto al número o al tipo de representantes a los que se debía permitir participar. Se propuso que las ONG/OSC determinaran con qué método habrían de elegirse sus representantes.

44. Se planteó la cuestión de la participación de las ONG/OSC en el Comité de Redacción. La mayoría de los delegados consideraron que esto no sería apropiado para un órgano intergubernamental.

45. El Comité apreció la labor desempeñada por la secretaría en cuanto a la mejora del intercambio de información y a los servicios prestados a los representantes de las ONG/OSC en los locales de la FAO a fin de facilitar su participación.Algunos delegados pidieron que se cuantificaran claramente las repercusiones financieras de las propuestas contenidas en el documento CFS/99/5.

46. Algunos delegados pidieron que se cuantificaran claramente las repercusiones financieras de las propuestas contenidas en el documento CFS/99/5.

47. El Comité recordó que las medidas adoptadas por la secretaría para mejorar la comunicación con las ONG/OSC no debían entrañar para la FAO gastos suplementarios, y que sólo habrían de comportar una utilización suplementaria marginal del tiempo de trabajo de los funcionarios. Recordó también que la participación de las ONG/OSC debía desarrollarse con arreglo a los reglamentos ya establecidos.

48. El Comité recomendó que se instara a los representantes de la FAO a que prestaran asistencia a las ONG/OSC locales para que tuvieran acceso a la información y los documentos disponibles en Internet y a cualquier otra documentación pertinente para la seguridad alimentaria, y a que trasmitieran sus opiniones y observaciones a la secretaría del CSA.

49. El Comité tomó nota con interés de la propuesta de organizar en el año 2006 una consulta amplia con las ONG/OSC en el marco del examen de mitad de período del seguimiento de la CMA.

50. El Comité elogió el compromiso de las ONG/OSC con la aplicación del Plan de Acción de la CMA y su empeño en relación con la seguridad alimentaria, y señaló su interés en celebrar reuniones de coordinación paralelamente a las conferencias regionales de la FAO que tendrían lugar en el año 2000.

51. Algunos delegados propusieron que este debate sobre las ONG/OSC continuara en el próximo período de sesiones del CSA, pero los representantes de la secretaría advirtieron de que el programa del período de sesiones del año 2000 era muy denso. Sin embargo, el Comité pidió a la secretaría y a la Mesa que prosiguieran la labor de comunicación directa con los representantes de las ONG/OSC e informaran al respecto al Comité en su próximo período de sesiones. Además, se pidió a la secretaría que, en dicha ocasión, distribuyera un documento comparativo sobre la participación de ONG/OSG en otros foros de las Naciones Unidas, con especial referencia al seguimiento de las cumbres y conferencias más importantes.

52. Algunos delegados destacaron la cooperación de la FAO con el sector privado en su programa de campo y en la movilización de recursos.

VI. OTROS ASUNTOS

a) Preparativos para el 26º período de sesiones

53. El Comité recordó que, en su último período de sesiones, había convenido en que el Comité debería adoptar decisiones sobre cuestiones temáticas teniendo en cuenta, cuando fuera oportuno, las aportaciones al respecto de los comités técnicos, las conferencias regionales y la Mesa. El Comité examinó el documento CFS:99/Inf.9 "Procedimientos para la determinación de las cuestiones temáticas por el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial", que había preparado la Mesa atendiendo la petición formulada por el Comité en su último período de sesiones. El Comité aprobó la propuesta de la Mesa relativa a un enfoque en dos fases para examinar las cuestiones temáticas.

54. El Comité, de conformidad con la propuesta de la Mesa que se exponía en el párrafo 8 del documento, acordó que i) la Mesa se reuniera en el primer trimestre del año para determinar posibles temas, ii) los posibles temas se distribuyeran a los gobiernos de los Estados Miembros para información y reflexión y iii) la Mesa celebrara seguidamente una reunión extraordinaria durante el período de sesiones del CSA para examinar las cuestiones planteadas en el curso de la reunión, completar la lista de opciones relativas a una cuestión temática y preparar una recomendación al CSA de manera que los miembros pudieran adoptar una decisión en el último día del período de sesiones.

55. El Comité estuvo de acuerdo con la sugerencia de la Mesa de que la cuestión temática que habría de examinarse en su 26º período de sesiones fuera "quiénes son las personas expuestas a la inseguridad alimentaria", vinculada a un profundo debate sobre el SICIAV. Se señaló que este tema proporcionaría información complementaria para seguir la aplicación del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y los progresos en la consecución de los objetivos.

56. El Comité tomó nota de que los efectos de la crisis financiera sobre la seguridad alimentaria en la región de Asia se examinarían en el documento sobre la Situación actual de la alimentación en el mundo para el Consejo de la FAO en junio de 1999 y en el informe sobre el Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación, que se examinaría en la Conferencia de la FAO en noviembre de 1999.

57. El Comité acordó celebrar su 26º período de sesiones en la Sede de la FAO en Roma en septiembre del año 2000. El Director General determinará la fecha exacta en consulta con el Presidente.

b) Otros asuntos

58. El Comité recordó que la Conferencia de la FAO, en su 29º período de sesiones de noviembre de 1997, había pedido al Comité que, de conformidad con el Objetivo 7.3 a) del Plan de Acción de la CMA, "proporcionara, a través del Consejo, un primer informe sobre la aplicación del Plan de Acción de la CMA al ECOSOC en 1999". Recordó también que el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, en la continuación de su período de sesiones de organización en marzo de 1999, había invitado al Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación a trasmitir al Consejo cada cuatro años, a partir de 1999, un informe preparado por el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial sobre los progresos en la aplicación del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, en el que se destacaran sus vinculaciones con el seguimiento coordinado e integrado de las principales conferencias de las Naciones Unidas y las cumbres organizadas por el sistema (decisión 1999/212 del ECOSOC de 25 de marzo de 1999). En consecuencia, el Comité decidió que el documento CFS:99/LIM/1 "Aplicación del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: Informe del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial al ECOSOC" se presentara al Consejo para que éste lo transmitiera al ECOSOC en el contexto del objetivo 7.3 a) del Plan de Acción de la CMA, y en consonancia con la petición de la Conferencia de la FAO.

59. Un delegado preguntó por los criterios aplicados para seleccionar los participantes en los preparativos en Sudáfrica para la Conferencia FAO/Países Bajos sobre el carácter multifuncional de la agricultura y la tierra, que se celebrará en los Países Bajos en septiembre de 1999. La secretaría explicó que, por razones presupuestarias y prácticas, se había invitado a dos países por región.


APÉNDICE A

PROGRAMA

I. ASUNTOS DE ORGANIZACIÓN

a) Aprobación del programa y del calendario

b) Declaración del Director General o de su Representante

c) Composición del Comité

II. EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

III. TEMA PERMANENTE SOBRE LA NUTRICIÓN

IV. FORMATO PARA LA PRESENTACIÓN DE INFORMES SOBRE EL SEGUIMIENTO DE LOS PROGRESOS EN LA APLICACIÓN DEL PLAN DE ACCIÓN DE LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE LA ALIMENTACIÓN

V. PARTICIPACIÓN AMPLIADA DE LA SOCIEDAD CIVIL Y DE OTROS ASOCIADOS EN LA LABOR DEL COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

VI. OTROS ASUNTOS

a) Preparativos para el 26º período de sesiones

b) Otros asuntos

c) Informe del período de sesiones


APÉNDICE B

COMPOSICIÓN DEL COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARI MUNDIAL

(al 30 de junio de 1999)

Afganistán
Albania
Alemania
Angola
Arabia Saudita, Reino de
Argelia
Argentina
Armenia
Australia
Austria
Bangladesh
Barbados
Bélgica
Benín
Bolivia
Brasil
Bulgaria
Burkina Faso
Burundi
Cabo Verde
Camboya
Camerún
Canadá
Colombia
Comunidad Europea
(Organización Miembro)
Congo, República de
Corea, República de
Costa Rica
Côte d´Ivoire
Croacia
Cuba
Chad
Chile
China
Chipre
Dinamarca
Dominica
Ecuador
Egipto
El Salvador
Eritrea
Eslovaquia
Eslovenia
España
Estados Unidos de América
Estonia
Etiopía
Federación de Rusia
Fiji
Filipinas
Finlandia
Francia
Gabón
Gambia
Georgia
Ghana
Grecia
Guatemala
Guinea
Guinea Bissau
Haití
Honduras
Hungría
India
Indonesia
Irán
Iraq
Irlanda
Islandia
Italia
Japón
Jordania
Kazakstán
Kenya
Kuwait
Lesotho
Líbano
Liberia
Libia
Lituania
Madagascar
Malasia
Malawi
Malta
Marruecos
Mauricio
Mauritania
México
Mozambique
Myanmar
Namibia
Níger
Nigeria
Noruega
Nueva Zelandia
Países Bajos
Pakistán
Panamá
Paraguay
Perú
Polonia
Portugal
Reino Unidos
República Checa
República Dominicana
República Pop.Dem.de Corea
Rumania
Rwanda
Senegal
Siria
Sri Lanka
Sudáfrica
Sudán
Suecia
Suiza
Swazilandia
Tailandia
Tanzanía
Tonga
Túnez
Turquía
Uganda
Uruguay
Venezuela
Viet Nam
Yemen
Zambia
Zimbabwe

APÉNDICE C

PAÍSES Y ORGANIZACIONES REPRESENTADOS EN EL PERÍODO DE SESIONES

ESTADOS MIEMBROS

ALEMANIA
ANGOLA
ARABIA SAUDITA, REINO DE
ARGELIA
ARGENTINA
AUSTRALIA
AUSTRIA
BANGLADESH
BÉLGICA
BENÍN
BOLIVIA
BRASIL
BULGARIA
BURKINA FASO
CABO VERDE
CAMBOYA
CAMERÚN
CANADÁ
COLOMBIA
COMUNIDAD EUROPEA
(Organización Miembro)
CONGO, REPÚBLICA DE
COREA, REPÚBLICA DE
COSTA RICA
CROACIA
CUBA
CHILE
CHINA
CHIPRE
DINAMARCA
DOMINICA
ECUADOR
EGIPTO
EL SALVADOR
ERITREA
ESLOVAQUIA
ESLOVENIA
ESPAÑA
ESTADOS UNIDOS DE AMERICA
ESTONIA
ETIOPÍA
FEDERACIÓN DE RUSIA
FILIPINAS
FINLANDIA
FRANCIA
GABÓN
GHANA
GRECIA
GUATEMALA
GUINEA
HAITÍ
HONDURAS
HUNGRÍA
INDIA
INDONESIA
IRÁN
IRAQ
IRLANDA
ISLANDIA
ITALIA
JAPÓN
JORDANIA
KAZAKHSTÁN
KENYA
KUWAIT
LESOTHO
LIBIA
LITUANIA
MADAGASCAR
MALASIA
MALTA
MARRUECOS
MAURICIO
MAURITANIA
MÉXICO
MOZAMBIQUE
MYANMAR
NÍGER
NIGERIA
NORUEGA
NUEVA ZELANDIA
PAÍSES BAJOS
PAKISTÁN
PANAMÁ
PARAGUAY
PERÚ
POLONIA
PORTUGAL
REINO UNIDO
REPÚBLICA CHECA
REPÚBLICA DOMINICANA
REP. POP. DE COREA
RUMANIA
SENEGAL
SIRIA
SRI LANKA
SUDÁFRICA
SUDÁN
SUECIA
SUIZA
SWAZILANDIA
TAILANDIA
TANZANÍA
TÚNEZ
TURQUÍA
UGANDA
URUGUAY
VENEZUELA
VIET NAM
ZIMBABWE

OBSERVADORES DE ESTADOS MIEMBROS DE LA FAO QUE NO SON
MIEMBROS DEL COMITÉ

QATAR

OBSERVADOR PERMANENTE ANTE LA FAO


SANTA SEDE

OTROS

SOBERANA ORDEN DE MALTA

NACIONES UNIDAS Y ORGANISMOS ESPECIALIZADOS

PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS (PMA)
FONDO INTERNACIONAL DE DESARROLLO AGRÍCOLA (FIDA)
OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT)
ORGANIZACIÓN METEOROLÓGICA MUNDIAL (OMM)
COMITÉ DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES (CESCR)
CENTRO DE INFORMACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (CINU)

OBSERVADORES DE ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE SOCIEDADES DE LA CRUZ ROJA Y DE LA MEDIA LUNA ROJA
ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL PARA LAS MIGRACIONES (OIM)
ORGANIZACIÓN DE LA UNIDAD AFRICANA (OUA)
ORGANIZACIÓN DE COOPERACIÓN Y DESARROLLO ECONÓMICOS (OCDE)
COMUNIDAD PARA EL DESARROLLO DEL ÁFRICA AUSTRAL (SADC)

OBSERVADORES DE ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES

COALICIÓN ASIÁTICA DE ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES PARA LA
REFORMA AGRARIA Y EL DESARROLLO RURAL
UNIÓN MUNDIAL DE MUJERES RURALES
CARITAS INTERNATIONALIS (CI)
FORO MUNDIAL SOBRE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL SOSTENIBLE
ALIANZA INTERNACIONAL DE MUJERES
ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE ECONOMISTAS AGRÍCOLAS (AIEA)
ASOCIACIÓN INTERNACIONAL RURAL CATÓLICA
COMISIÓN INTERNACIONAL DE LA IRRIGACIÓN Y EL SANEAMIENTO
ALIANZA COOPERATIVA INTERNACIONAL
CONSEJO INTERNACIONAL DE MUJERES
FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE PRODUCTORES AGRÍCOLAS
FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE MUJERES DE NEGOCIOS Y PROFESIONALES
FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE MUJERES JURISTAS
FEDERACIÓN INTERNACIONAL PARA LA ECONOMÍA FAMILIAR
UNIÓN INTERNACIONAL DE ORGANISMOS FAMILIARES
COMITÉ DE ENLACE DE LAS ONG PARA EL DESARROLLO ANTE LA
UNIÓN EUROPEA
ROTARY INTERNATIONAL (RI)
SOCIEDAD INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO
VIA CAMPESINA
LIGA INTERNACIONAL DE MUJERES POR LA PAZ Y LA LIBERTAD
ASOCIACIÓN MUNDIAL DE LAS GUÍAS SCOUTS
FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL
UNIÓN MUNDIAL DE LAS ORGANIZACIONES FEMENINAS CATÓLICAS


APÉNDICE D

LISTA DE DOCUMENTOS

Signatura Título Tema del Programa provisional
CFS:99/1 Programa provisional I
CFS:99/2 Evaluación de la situación de la seguridad alimentaria mundial II
CFS:99/3 Importancia de la calidad e inocuidad de los alimentos para los países en desarrollo III
CFS:99/4 Formato para la presentación de informes sobre el seguimiento de los progresos en la aplicación del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación IV
CFS:99/5 Participación ampliada de la sociedad civil y de otros asociados en la labor del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial V
CFS:99/Inf. 1 Calendario propuesto  
CFS:99/Inf. 2 Lista de documentos  
CFS:99/Inf. 3 Composición del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial  
CFS:99/Inf. 4 Lista de delegados  
CFS:99/Inf. 5 Declaración de competencias y derechos de voto de la Comunidad Europea  
CFS:99/Inf. 6 Informe sobre la marcha de los trabajos referentes a la identificación de grupos vulnerables  
CFS:99/Inf. 7 Inversión en la agricultura para la seguridad alimentaria: situación y necesidades de recursos para alcanzar los objetivos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación  
CFS:99/Inf. 8 Resultados de la Conferencia Ministerial sobre la Agricultura en los pequeños Estados insulares en desarrollo y preparativos para la Conferencia FAO/Países Bajos "Cultivamos nuestro futuro: el carácter multifuncional de la agricultura"  
CFS:99/Inf. 9 Procedimientos para la determinación de las cuestiones temáticas por el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial  
CFS:99/LIM/1 Aplicación del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: informe del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial al ECOSOC por conducto del Consejo de la FAO  
CFS:99/LIM/2 Indicadores de resultados y procesos de la consecución de los objetivos y medidas recomendadas en el marco de los Compromisos I, II, V y las partes pertinentes del Compromiso VII  

APÉNDICE E

DECLARACIÓN INAUGURAL DEL DIRECTOR GENERAL ADJUNTO

Señor Presidente,
Distinguidos Delegados y Observadores,
Señoras y Señores:

En nombre del Director General, Dr. Jacques Diouf, me complace darles la bienvenida al 25º período de sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial.

Ya en el Compromiso Primero del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación se subrayaba que la paz, la estabilidad política y un entorno social y económico sostenible son indispensables para reducir la pobreza, la inseguridad alimentaria y la desnutrición. Hemos tratado de mantener este axioma en el centro de nuestra reflexión mientras preparábamos la documentación básica para este período de sesiones del Comité, especialmente al proponer indicadores apropiados para vigilar la aplicación del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y al diseñar un modelo para la presentación de informes sobre el seguimiento de la Cumbre. De hecho, en el marco del Tema II del programa -Evaluación de la situación de la seguridad alimentaria mundial- se les invitará a que examinen la situación actual utilizando no sólo los indicadores mundiales de la seguridad alimentaria que han empleado tradicionalmente, sino también indicadores que evalúen los factores estructurales subyacentes -las condiciones demográficas, ambientales, económicas y sociales- que probablemente afectarán al número de personas desnutridas a nivel nacional.

En el documento para este tema del programa se informa también sobre los resultados del seguimiento de la disponibilidad de alimentos y del acceso a los mismos, y de la vigilancia de determinados factores de vulnerabilidad para el período 1991-1996. Las estimaciones revisadas para los períodos 1990-92 y 1994-96 muestran un ligero aumento del número de personas desnutridas en los años que precedieron a la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Aunque es prematuro sugerir que esto indica una tendencia constante o futura al aumento del número de personas desnutridas, parece confirmar nuestra grave preocupación por el hecho de que, si no se aplica eficazmente el Plan de Acción de la CMA, no es probable que el número futuro de personas desnutridas disminuya al ritmo necesario para alcanzar la meta de la Cumbre, es decir reducir a la mitad el número de personas desnutridas no más tarde del año 2015. De hecho, como se subrayó en la Cumbre, puede que en algunos países el problema del hambre y la inseguridad alimentaria persista e incluso se agrave espectacularmente, a menos que se adopten medidas concertadas y firmes, dado el aumento previsto de la población mundial y las presiones que se ejercen sobre los recursos naturales. Por consiguiente, debo reiterar la necesidad de intensificar los esfuerzos a nivel nacional e internacional para aplicar el Plan de Acción de la Cumbre. La labor de este Comité para estimular los esfuerzos nacionales e internacionales con el fin de facilitar la aplicación del Plan de Acción de la CMA es de hecho decisiva.

A este respecto, deseo recordarles el documento presentado con fines informativos (CFS:99/Inf.7) que lleva por título "Inversión en la agricultura para la seguridad alimentaria: Situación y necesidades de recursos para alcanzar los objetivos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación". La información que se ofrece en el documento indica que las nuevas corrientes de recursos financieros externos al mundo en desarrollo y a los países en transición se multiplicó por 2,5 durante el período de siete años comprendido entre 1990 y 1997. Sin embargo, la mayor parte de este aumento espectacular fue el resultado de la afluencia de capital privado, que creció de 45 000 millones a 250 010 millones de dólares EE.UU., mientras que la financiación oficial para el desarrollo se estabilizó en unos 80 000 millones de dólares durante ese mismo período.

Los países en desarrollo más pobres apenas se han beneficiado del notable crecimiento de las corrientes de capital privado. En 1997, la inversión privada directa a los 48 países menos adelantados fue sólo de 1800 millones de dólares EE.UU., es decir el 0,5 por ciento de las corrientes totales de capital privado. También es preocupante el hecho de que en 1997, 14 países donantes disminuyeron su AOD a los países menos adelantados.

Además, el volumen global de la asistencia externa oficial a la agricultura ha disminuido un 32 por ciento en cifras reales durante el decenio que va aproximadamente de 1985 a 1995, y la parte correspondiente a la agricultura en la AOD total se ha reducido a la mitad (del 30 al 15 por ciento) entre los años ochenta y la primera mitad de los noventa. Estas tendencias negativas son realmente inquietantes y es necesario invertirlas si se quiere alcanzar el objetivo de la CMA, especialmente en los países menos adelantados, donde los recursos de capital constituyen una grave limitación.

Sr. Presidente, distinguidos Delegados, el tema permanente sobre la nutrición de este año se refiere a "la importancia de la calidad e inocuidad de los alimentos para los países en desarrollo". Tratarán ustedes este asunto cuando examinen el Tema III del programa. Ni que decir tiene que la cuestión de la calidad e inocuidad de los alimentos en los países en desarrollo es importante desde el punto de vista tanto de la salud de la población como del cumplimiento de las normas internacionales para asegurar el acceso de las exportaciones de estos países a los mercados. En el documento que se somete a su consideración se proponen medidas concretas que es necesario adoptar a nivel nacional e internacional para mejorar la calidad e inocuidad de los alimentos.

Dentro del Tema IV del programa, se examinarán el proyecto de modelo para la presentación de informes que habrán de utilizar los países y los órganos regionales e internacionales para informar sobre las medidas adoptadas con el fin de aplicar el Plan de Acción de la CMA y los progresos en la consecución del principal objetivo de la Cumbre. La vigilancia y evaluación de la aplicación del Plan de Acción por el Comité pueden cumplir varios propósitos útiles, como por ejemplo comprender el grado de eficacia de las medidas que se están emprendiendo para reducir el número de personas pobres, determinar casos concretos de éxito que pueden repetirse y ampliarse, determinar deficiencias que es necesario rectificar, promover el intercambio de experiencias entre países y permitir al Comité formular, cuando proceda, recomendaciones relativas a actividades en el plano nacional, regional e internacional para facilitar la aplicación del Plan de Acción.

De conformidad con las directrices dadas por el Comité en el período de sesiones anterior, el programa incluye también el documento para debate CFS: 99/5 "Participación ampliada de la sociedad civil y de otros asociados en la labor del Comité de la Seguridad Alimentaria Mundial". A este respecto, deseo señalar que la FAO está elaborando un proyecto de política y estrategia para la cooperación con la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales que abarcará cuatro esferas, a saber: intercambio y análisis de información; diálogo sobre políticas; programas de campo; y movilización de recursos. El documento para debate que se les presenta en el marco de este tema del programa se basa en ese proyecto y propone medidas concretas que pueden adoptarse para potenciar la función de la sociedad civil en el apoyo de la labor del CSA relacionada con el seguimiento y la presentación de informes sobre los progresos en la aplicación del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.

En lo que concierne a las atribuciones del Comité en materia de presentación de informes, recordarán ustedes que la Conferencia de la FAO de 1997 pidió al Comité que facilitara al ECOSOC, por conducto del Consejo de la FAO, un primer informe sobre la aplicación del Plan de Acción de la CMA. Dentro del tema "Otros asuntos", se les pedirá que aprueben el envío del documento de antecedentes sobre este tema que fue examinado en el 24º período de sesiones del Comité, junto con los fragmentos pertinentes del informe de dicho período de sesiones. Les deseo éxito en su reunión y, a aquellos de ustedes que han venido desde sus países, una agradable estancia en Roma.


Muchas gracias.


APÉNDICE F

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  Consejo Económico y   Social
Distr.
GENERAL

    E/C.12/1999/5
12 de mayo de 1999
ESPAÑOL
Original: INGLÉS

 

COMITÉ DE DERECHOS ECONÓMICOS,
SOCIALES Y CULTURALES
20º período de sesiones
Ginebra, 26 de abril a 14 de mayo de 1999

Tema 7 del programa

CUESTIONES SUSTANTIVAS QUE SE PLANTEAN EN LA APLICACIÓN
DEL PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONÓMICOS,
SOCIALES Y CULTURALES

OBSERVACIÓN GENERAL 12

(20º período de sesiones, 1999)

El derecho a una alimentación adecuada (art. 11)

Introducción y premisas básicas

1. El derecho a una alimentación adecuada está reconocido en diversos instrumentos de derecho internacional. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales trata el derecho a una alimentación adecuada más extensamente que cualquier otro instrumento internacional. En el párrafo 1 del artículo 11 del Pacto, los Estados Partes reconocen "el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia", y en el párrafo 2 del artículo 11 reconocen que posiblemente deberán adoptarse medidas más inmediatas y urgentes para garantizar "el derecho fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre" y la malnutrición. El derecho a una alimentación adecuada es de importancia fundamental para el disfrute de todos los derechos. Ese derecho se aplica a todas las personas; por ello la frase del párrafo 1 del artículo 11 "para sí y su familia" no entraña ninguna limitación en cuanto a la aplicabilidad de este derecho a los individuos o a los hogares dirigidos por una mujer.

2. El Comité ha acumulado una información considerable acerca del derecho a la alimentación adecuada examinando los informes que han ido presentando los Estados Partes desde 1979. El Comité ha observado que aunque hay directrices sobre la presentación de información relativa al derecho a la alimentación adecuada, tan sólo unos pocos Estados Partes han proporcionado información precisa y suficiente para permitir al Comité determinar la situación actual en los países del caso con respecto a este derecho y para determinar qué obstáculos se presentan para su disfrute. Esta Observación general tiene como fin señalar las principales cuestiones que el Comité considera de importancia en relación con el derecho a la alimentación adecuada. Al preparar la presente Observación general se atiende a la solicitud formulada por los Estados Miembros durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de que se definieran mejor los derechos relacionados con la alimentación que se mencionan en el artículo 11 del Pacto, y a la invitación especial que se hizo al Comité de que prestara atención especial al Plan de Acción de la Cumbre y continuase vigilando la aplicación de las medidas concretas que se estipulaban en el artículo 11 del Pacto.

3. Atendiendo pues a esas solicitudes, el Comité: examinó la documentación y los informes pertinentes de la Comisión de Derechos Humanos y la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías relativos al derecho a la alimentación adecuada como derecho humano; dedicó un día de debate general a esta cuestión en su 17º período de sesiones de 1997, teniendo en consideración el proyecto de código internacional de conducta sobre el derecho humano a una alimentación adecuada preparado por diversas organizaciones no gubernamentales internacionales; participó en dos reuniones de consulta sobre el derecho a la alimentación adecuada como derecho humano organizadas por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos (OACDH) en Ginebra, en diciembre de 1997, y en Roma, en noviembre de 1998, conjuntamente con la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la Alimentación (FAO), y tomó nota de sus informes finales. En abril de 1999 el Comité participó en un simposio sobre las bases y los aspectos políticos de un enfoque de derechos humanos de los programas y políticas de alimentación y nutrición, organizado por el Comité Administrativo de Coordinación/Subcomité de Nutrición en su 26º período de sesiones celebrado en Ginebra, organizado por la OACDH.

4. El Comité afirma que el derecho a una alimentación adecuada está inseparablemente vinculado a la dignidad inherente de la persona humana y es indispensable para el disfrute de otros derechos humanos consagrados en la Carta Internacional de Derechos Humanos. Es también inseparable de la justicia social, pues requiere la adopción de políticas económicas, ambientales y sociales adecuadas, en los planos nacional e internacional, orientadas a la erradicación de la pobreza y al disfrute de todos los derechos humanos por todos.

5. Pese a que la comunidad internacional ha reafirmado con frecuencia la importancia del pleno respeto del derecho a una alimentación adecuada, se advierte una disparidad inquietante entre las formas que se fijan en el artículo 11 del Pacto y la situación que existe en muchas partes del mundo. Más de 840 millones de personas de todo el mundo, la mayoría de ellas de países en desarrollo, sufren de hambre crónica; millones de personas sufren hambrunas causadas por los desastres naturales, el aumento de la incidencia de los conflictos civiles y las guerras en algunas regiones y el uso de los alimentos como arma política. El Comité observa que si bien los problemas del hambre y la malnutrición suelen ser especialmente agudos en los países en desarrollo, la malnutrición, la subnutrición y otros problemas relacionados con el derecho a una alimentación adecuada y el derecho a estar protegido contra el hambre existen también en algunos de los países económicamente más desarrollados. Básicamente, las raíces del problema del hambre y la malnutrición no están en la falta de alimento sino en la falta de acceso a los alimentos disponibles, por parte de grandes segmentos de la población del mundo entre otras razones, a causa de la pobreza.

Contenido normativo de los párrafos 1 y 2 del artículo 11

6. El derecho a la alimentación adecuada se ejerce cuando todo hombre, mujer o niño, ya sea sólo o en común con otros, tiene acceso físico y económico, en todo momento, a la alimentación adecuada o a medios para obtenerla. El derecho a la alimentación adecuada no debe interpretarse, por consiguiente, en forma estrecha o restrictiva asimilándolo a un conjunto de calorías, proteínas y otros elementos nutritivos concretos. El derecho a la alimentación adecuada tendrá que alcanzarse progresivamente. No obstante, los Estados tienen la obligación básica de adoptar las medidas necesarias para mitigar y aliviar el hambre tal como se dispone en el párrafo 2 del artículo 11, incluso en caso de desastre natural o de otra índole.

Adecuación y sostenibilidad de la disponibilidad de los alimentos y del acceso a éstos

7. El concepto de adecuación es particularmente importante en relación con el derecho a la alimentación puesto que sirve para poner de relieve una serie de factores que deben tenerse en cuenta al determinar si puede considerarse que ciertas formas de alimentos o regímenes de alimentación a las que se tiene acceso son las más adecuadas en determinadas circunstancias a los fines de lo dispuesto en el artículo 11 del Pacto. El concepto de sostenibilidad está íntimamente vinculado al concepto de alimentación adecuada o de seguridad alimentaria, que entraña la posibilidad de acceso a los alimentos por parte de las generaciones presentes y futuras. El significado preciso de "adecuación" viene determinado en buena medida por las condiciones sociales, económicas, culturales, climáticas, ecológicas y de otro tipo imperantes en el momento, mientras que el de "sostenibilidad" entraña el concepto de disponibilidad y accesibilidad a largo plazo.

8. El Comité considera que el contenido básico del derecho a la alimentación adecuada comprende lo siguiente:

La disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad suficientes para satisfacer las necesidades alimentarias de los individuos, sin sustancias nocivas, y aceptables para una cultura determinada;

La accesibilidad de esos alimentos en formas que sean sostenibles y que no dificulten el goce de otros derechos humanos.

9. Por necesidades alimentarias se entiende que el régimen de alimentación en conjunto aporta una combinación de productos nutritivos para el crecimiento físico y mental, el desarrollo y el mantenimiento, y la actividad física que sea suficiente para satisfacer las necesidades fisiológicas humanas en todas las etapas del ciclo vital, y según el sexo y la ocupación. Por consiguiente, será preciso adoptar medidas para mantener, adaptar o fortalecer la diversidad del régimen y las pautas de alimentación y consumo adecuadas, incluida la lactancia materna, al tiempo que se garantiza que los cambios en la disponibilidad y acceso a los alimentos mínimos no afectan negativamente a la composición y la ingesta de alimentos.

10. Al decir sin sustancias nocivas se fijan los requisitos de la inocuidad de los alimentos y una gama de medidas de protección tanto por medios públicos como privados para evitar la contaminación de los productos alimenticios debido a la adulteración y/o la mala higiene ambiental o la manipulación incorrecta en distintas etapas de la cadena alimentaria; debe también procurarse determinar y evitar o destruir las toxinas que se producen naturalmente.

11. Que los alimentos deban ser aceptables para una cultura o unos consumidores determinados significa que hay que tener también en cuenta, en la medida de lo posible, los valores no relacionados con la nutrición que se asocian a los alimentos y el consumo de alimentos, así como las preocupaciones fundamentadas de los consumidores acerca de la naturaleza de los alimentos disponibles.

12. Por disponibilidad se entienden las posibilidades que tiene el individuo de alimentarse ya sea directamente, explotando la tierra productiva u otras fuentes naturales de alimentos, o mediante sistemas de distribución, elaboración y de comercialización que funcionen adecuadamente y que puedan trasladar los alimentos desde el lugar de producción a donde sea necesario según la demanda.

13. La accesibilidad comprende la accesibilidad económica y física:

La accesibilidad económica implica que los costos financieros personales o familiares asociados con la adquisición de los alimentos necesarios para un régimen de alimentación adecuado deben estar a un nivel tal que no se vean amenazados o en peligro la provisión y la satisfacción de otras necesidades básicas. La accesibilidad económica se aplica a cualquier tipo o derecho de adquisición por el que las personas obtienen sus alimentos y es una medida del grado en que es satisfactorio para el disfrute del derecho a la alimentación adecuada. Los grupos socialmente vulnerables como las personas sin tierra y otros segmentos particularmente empobrecidos de la población pueden requerir la atención de programas especiales.

La accesibilidad física implica que la alimentación adecuada debe ser accesible a todos, incluidos los individuos físicamente vulnerables, tales como los lactantes y los niños pequeños, las personas de edad, los discapacitados físicos, los moribundos y las personas con problemas médicos persistentes, tales como los enfermos mentales. Será necesario prestar especial atención y, a veces, conceder prioridad con respecto a la accesibilidad de los alimentos a las personas que viven en zonas propensas a los desastres y a otros grupos particularmente desfavorecidos. Son especialmente vulnerables muchos grupos de pueblos indígenas cuyo acceso a las tierras ancestrales puede verse amenazado.

Obligaciones y violaciones

14. La índole de las obligaciones jurídicas de los Estados Partes se enuncia en el artículo 2 del Pacto y se ha tratado en la Observación general 3 (1990) del Comité. La principal obligación es la de adoptar medidas para lograr progresivamente el pleno ejercicio del derecho a una alimentación adecuada. Ello impone la obligación de avanzar lo más rápidamente posible para alcanzar ese objetivo. Cada uno de los Estados Partes se compromete a adoptar medidas para garantizar que toda persona que se encuentre bajo su jurisdicción tenga acceso al mínimo de alimentos esenciales suficientes inocuos y nutritivamente adecuados para protegerla contra el hambre.

15. El derecho a la alimentación adecuada, al igual que cualquier otro derecho humano, impone tres tipos o niveles de obligaciones a los Estados Partes: las obligaciones de respetar, proteger y realizar. A su vez, la obligación de realizar entraña tanto la obligación de facilitar como la obligación de hacer efectivo /. La obligación de respetar el acceso existente a una alimentación adecuada requiere que los Estados no adopten medidas de ningún tipo que tengan por resultado impedir ese acceso. La obligación de proteger requiere que el Estado Parte adopte medidas para velar por que las empresas o los particulares no priven a las personas del acceso a una alimentación adecuada. La obligación de realizar (facilitar) significa que el Estado debe procurar iniciar actividades con el fin de fortalecer el acceso y la utilización por parte de la población de los recursos y medios que aseguren sus medios de vida, incluida la seguridad alimentaria. Por último, cuando un individuo o un grupo sea incapaz, por razones que escapen a su control, de disfrutar el derecho a una alimentación adecuada por los medios a su alcance, los Estados tienen la obligación de realizar (hacer efectivo) ese derecho directamente. Esta obligación también se aplica a las personas que son víctimas de catástrofes naturales o de otra índole.

16. Algunas de las medidas a estos distintos niveles de obligación de los Estados Partes tienen un carácter más inmediato, mientras que otras tienen un carácter de más largo plazo, para lograr gradualmente el pleno ejercicio del derecho a la alimentación.

17. El Pacto se viola cuando un Estado no garantiza la satisfacción de, al menos, el nivel mínimo esencial necesario para estar protegido contra el hambre. Al determinar qué medidas u omisiones constituyen una violación del derecho a la alimentación, es importante distinguir entre la falta de capacidad y la falta de voluntad de un Estado para cumplir sus obligaciones. En el caso de que un Estado Parte aduzca que la limitación de sus recursos le impiden facilitar el acceso a la alimentación a aquellas personas que no son capaces de obtenerla por sí mismas, el Estado ha de demostrar que ha hecho todos los esfuerzos posibles por utilizar todos los recursos de que dispone con el fin de cumplir, con carácter prioritario, esas obligaciones mínimas. Esta obligación dimana del párrafo 1 del artículo 2 del Pacto en el que se obliga a cada Estado Parte a tomar las medidas necesarias hasta el máximo de los recursos de que disponga, tal como se señaló anteriormente el Comité en el párrafo 10 de su Observación general 3. El Estado que aduzca que es incapaz de cumplir esta obligación por razones que están fuera de su control, tiene, por tanto, la obligación de probar que ello es cierto y que no ha logrado recabar apoyo internacional para garantizar la disponibilidad y accesibilidad de los alimentos necesarios.

18. Por otra parte, toda discriminación en el acceso a los alimentos, así como a los medios y derechos para obtenerlos, por motivos de raza, color, sexo, idioma, edad, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social, con el fin o efecto de anular u obstaculizar la igualdad en el disfrute o ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales constituye una violación del Pacto.

19. Las violaciones del derecho a la alimentación pueden producirse por actos realizados directamente por los Estados o por otras entidades insuficientemente reguladas por los Estados. Entre ellos cabe señalar: derogar o suspender oficialmente la legislación necesaria para seguir disfrutando el derecho a la alimentación; negar el acceso a los alimentos a determinados individuos o grupos, tanto si la discriminación se basa en la legislación como si es activa; impedir el acceso a la ayuda alimentaria de carácter humanitario en los conflictos internos o en otras situaciones de emergencia; adoptar legislación o políticas que sean manifiestamente incompatibles con obligaciones jurídicas anteriores relativas al derecho a la alimentación; y no controlar las actividades de individuos o grupos para evitar que violen el derecho a la alimentación de otras personas; o, cuando es el Estado, no tener en cuenta sus obligaciones jurídicas internacionales relativas al derecho a la alimentación al concertar acuerdos con otros Estados o con organizaciones internacionales.

20. Aunque solamente los Estados son Partes en el Pacto y son, por lo tanto, los responsables últimos del cumplimiento de éste, todos los miembros de la sociedad -los particulares, las familias, las comunidades locales, las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones de la sociedad civil y el sector empresarial privado- son responsables de la realización del derecho a una alimentación adecuada. El Estado debería crear un medio que facilitara el ejercicio de esas responsabilidades. El sector empresarial privado, tanto nacional como transnacional, debería actuar en el marco de un código de conducta en el que se tuviera presente el respeto del derecho a una alimentación adecuada, establecido de común acuerdo con el gobierno y la sociedad civil.

Aplicación en el plano nacional

21. Los medios más adecuados para aplicar el derecho a una alimentación adecuada variarán inevitablemente y de modo considerable de un Estado Parte a otro. Cada Estado tendrá un margen de elección para decidir sus propios enfoques, pero el Pacto especifica claramente que cada Estado Parte adoptará las medidas que sean necesarias para garantizar que todas las personas queden libres del hambre y que puedan disfrutar lo más pronto posible del derecho a una alimentación adecuada. Esto exigirá aprobar una estrategia nacional que garantice la seguridad alimentaria y de nutrición para todos, sobre la base de los principios de los derechos humanos que definen los objetivos, y formular las políticas y los indicadores correspondientes. También deberán identificarse los recursos disponibles para cumplir los objetivos y la manera de aprovecharlos más eficaz en función de los costos.

22. La estrategia debe basarse en una determinación sistemática de las medidas y actividades políticas pertinentes en cada situación y contexto, derivadas del contenido normativo del derecho a una alimentación adecuada y especificadas en relación con los niveles y caracteres de las obligaciones del Estado Parte a que se refiere el párrafo 15 de la presente Observación general. Esto facilitará la coordinación entre los ministerios y las autoridades regionales y locales y asegurará que las políticas y decisiones administrativas conexas cumplan las obligaciones que impone el artículo 11 del Pacto.

23. La formulación y aplicación de estrategias nacionales para el derecho a la alimentación exige el pleno cumplimiento de los principios de responsabilidad, transparencia, participación popular, descentralización, capacidad legislativa e independencia de la magistratura. Es esencial un buen gobierno para la realización de los derechos humanos, incluida la eliminación de la pobreza, y para asegurar medios de vida satisfactorios para todos.

24. Deben diseñarse mecanismos institucionales adecuados para establecer un proceso representativo que permita formular una estrategia, aprovechando para ello todos los conocimientos internos disponibles relativos a los alimentos y la nutrición. La estrategia debe determinar las responsabilidades y el marco temporal de aplicación de las medidas necesarias.

25. La estrategia se ocupará de todas las cuestiones y medidas críticas relativas a todos los aspectos del sistema alimentario, en particular la producción, elaboración, distribución, comercialización y consumo de alimentos sanos, así como las medidas paralelas en materia de salud, educación, empleo y seguridad social. Hay que procurar gestionar y utilizar de modo más sostenible los recursos alimentarios naturales y de otro tipo en los niveles nacional, regional, local y doméstico.

26. La estrategia debe prestar una atención especial a la necesidad de prevenir la discriminación en el acceso a los alimentos o a los recursos destinados a alimentos. Esto debe incluir los siguientes elementos: garantías de un acceso completo y equitativo a los recursos económicos, especialmente para las mujeres, incluido el derecho a heredar y a poseer tierras y otros bienes, y de acceso al crédito, a los recursos naturales y a una tecnología adecuada; medidas para respetar y proteger el trabajo por cuenta propia y los trabajos remunerados de modo que aseguren una vida digna para los asalariados y sus familias (como estipula el inciso ii) del párrafo a) del artículo 7 del Pacto); mantener registros sobre los derechos a la tierra (incluidos los bosques).

27. Los Estados Partes, como un componente de su obligación de proteger los recursos alimentarios básicos para el pueblo, deben adoptar medidas adecuadas tendientes a garantizar que las actividades del sector privado y de la sociedad civil sean conformes con el derecho a la alimentación.

28. Incluso en los lugares donde un Estado se enfrenta con limitaciones graves de recursos causadas por un proceso de ajuste económico, por la recesión económica, por condiciones climáticas u otros factores, deben aplicarse medidas para garantizar que se cumpla el derecho a una alimentación adecuada especialmente para grupos de población e individuos vulnerables.

Referencias y legislación marco

29. Al aplicar las estrategias específicas de cada país señaladas supra, los Estados deben establecer referencias verificables para la subsiguiente vigilancia nacional e internacional. En relación con ello, los Estados deben considerar la posibilidad de aprobar una ley marco como instrumento básico de aplicación de la estrategia nacional para el derecho a la alimentación. En la ley marco deben figurar disposiciones sobre el fin pretendido; las metas u objetivos que deben lograrse y el marco temporal que se fijará para lograr estos objetivos; los medios mediante los cuales podría conseguirse el fin buscado en términos generales, en especial la colaboración deseada con la sociedad civil y el sector privado y con organizaciones internacionales; la responsabilidad institucional del proceso; y los mecanismos nacionales para vigilar el proceso, así como los posibles procedimientos de recurso. Los Estados Partes al preparar las referencias y la legislación marco deben buscar la participación activa de organizaciones de la sociedad civil.

30. Programas y organismos adecuados de las Naciones Unidas deben prestar asistencia, si así se les solicita, para preparar la legislación marco y revisar las leyes sectoriales. La FAO, por ejemplo, tiene experiencia y conocimientos acumulados considerables sobre las leyes en materia de alimentación y agricultura. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) tiene experiencia equivalente sobre las leyes relativas al derecho a una alimentación adecuada para lactantes y niños mediante la protección materna y del niño, incluidas leyes para promover el amamantamiento, y sobre la reglamentación de la comercialización de sustitutos de la leche materna.

Vigilancia

31. Los Estados Partes deberán preparar y mantener mecanismos para vigilar los progresos tendentes a la realización del derecho a una alimentación adecuada para todos, determinar los factores y dificultades que obstaculizan el cumplimiento de sus obligaciones y facilitar la adopción de medidas legislativas y administrativas de corrección, incluidas medidas para aplicar las obligaciones en virtud del párrafo 1 del artículo 2 y del artículo 23 del Pacto.

Recursos y responsabilidad

32. Toda persona o grupo que sea víctima de una violación del derecho a una alimentación adecuada debe tener acceso a recursos judiciales adecuados o a otros recursos apropiados en los planos nacional e internacional. Todas las víctimas de estas violaciones tienen derecho a una reparación adecuada que puede adoptar la forma de restitución, indemnización, compensación o garantías de no repetición. Los defensores nacionales del pueblo y las comisiones de derechos humanos deben ocuparse de las violaciones del derecho a la alimentación.

33. La incorporación en el orden jurídico interno de los instrumentos internacionales que reconocen el derecho a la alimentación o el reconocimiento de su aplicabilidad puede mejorar de modo importante el alcance y la eficacia de las medidas de remedio y deben alentarse en todos los casos. Los tribunales estarán entonces en condiciones de juzgar las violaciones del contenido básico del derecho a la alimentación refiriéndose de modo directo a las obligaciones en virtud del Pacto.

34. Se invita a los jueces y otros miembros de la profesión letrada a prestar una mayor atención a las violaciones del derecho a la alimentación en el ejercicio de sus funciones.

35. Los Estados Partes deben respetar y proteger la labor de los defensores de los derechos humanos y otros miembros de la sociedad civil que prestan asistencia a grupos vulnerables para que realicen su derecho a una alimentación adecuada.

Obligaciones internacionales

Estados Partes

36. Animados por el espíritu del Artículo 156 de la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración de Roma sobre Seguridad Alimentaria Mundial y las disposiciones del párrafo 2 del artículo 2, el artículo 11, el párrafo 2 del artículo 15 y el artículo 23 del Pacto, los Estados Partes deben reconocer el papel fundamental que corresponde a la cooperación internacional y reafirmar su decisión de adoptar, en colaboración con otros Estados o por separado, medidas que aseguren la plena realización del derecho a una alimentación adecuada. Los Estados Partes al aplicar este compromiso deben adoptar medidas para respetar el disfrute del derecho a la alimentación en otros países, proteger este derecho, facilitar el acceso a la alimentación y prestar la necesaria asistencia cuando sea preciso. Los Estados Partes deben asegurarse de que, en los acuerdos internacionales, se preste la debida atención al derecho a una alimentación adecuada, y examinar la posibilidad de elaborar con tal fin nuevos instrumentos jurídicos internacionales.

37. Los Estados Partes deben abstenerse en todo momento de imponer embargos o medidas semejantes a los alimentos que pongan en peligro el acceso a la alimentación en otros países. Los alimentos no deben usarse nunca como instrumento de presión política o económica. En tal sentido, el Comité afirma las convicciones expuestas en su Observación general 8 sobre la relación entre las sanciones económicas y el respeto de los derechos económicos, sociales y culturales.

Estados y organizaciones internacionales

38. Los Estados tienen la responsabilidad conjunta e individual, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, de cooperar para prestar socorro en casos de desastre y asistencia humanitaria en casos de emergencia, incluida asistencia a refugiados y personas desplazadas internamente. Cada Estado debe contribuir a esta tarea de conformidad con sus capacidades. Tienen particular importancia a este respecto y deben fortalecerse la función del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y cada vez más la del UNICEF y de la FAO. Debe asignarse prioridad en la asistencia alimentaria a las poblaciones más vulnerables.

39. La asistencia alimentaria debe prestarse en la medida de lo posible de modo que no afecte negativamente a los productores locales y a los mercados locales y debe organizarse de manera que facilite el retorno a la autosuficiencia alimentaria de los beneficiarios. La asistencia debe basarse en las necesidades de los beneficiarios previstos. Los productos que figuren en el comercio internacional de alimentos o en los programas de asistencia deben ser sanos y ser aceptables culturalmente para la población receptora.

Las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales

40. Tiene una especial importancia la función de los organismos de las Naciones Unidas, incluida la función que se realiza por conducto del Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo dentro de los países para promover la realización del derecho a la alimentación. Deben mantenerse las iniciativas coordinadas encaminadas a realizar el derecho a la alimentación a fin de mejorar la coherencia y la interacción entre todos los participantes, incluidos los distintos componentes de la sociedad civil. Las organizaciones que se encargan de la alimentación, la FAO, el PMA y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) juntamente con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el UNICEF y, el Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo deben cooperar con mayor eficacia, aprovechar sus respectivos conocimientos técnicos, en la realización del derecho a la alimentación en el plano nacional, con el debido respeto a sus mandatos individuales.

41. Las instituciones financieras internacionales, especialmente el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, deben prestar una mayor atención a la protección del derecho a la alimentación en sus políticas de concesión de préstamos y acuerdos crediticios y en las medidas internacionales para resolver la crisis de la deuda. En todos los programas de ajuste debe procurarse que se garantice la protección del derecho a la alimentación, de conformidad con el párrafo 9 de la Observación general 2 del Comité.


APÉNDICE G

Rev. 3

IV FORO IBEROAMERICANO
DE AGRICULTURA

La Habana, mayo de 1999

DECLARACIÓN DE LA HABANA

1. Los Ministros de Agricultura de los países Iberoamericanos, reunidos en La Habana, los días 15, 16 y 17 de mayo de 1999 en el IV Foro Iberoamericano de Agricultura, preparatorio de la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los países iberoamericanos, con el propósito de hacer un análisis sobre el tema "Perspectivas de la Agricultura Iberoamericana hacia el Nuevo Milenio", a fin de mantener y reforzar las bases de la cooperación y dar continuidad a las Declaraciones de Santiago, Maturín y Evora.

2. Teniendo en cuenta que uno de los grandes desafíos del tercer milenio para la humanidad será compatibilizar la oferta de alimentos para una población que crece desequilibradamente, con la preservación de los recursos naturales.

3. Teniendo en cuenta que todos los que trabajamos en este sector, lo hacemos bajo las amenazas de prácticas desleales en el comercio mundial, que afectan los intereses de los países de la comunidad iberoamericana y atentan contra las posibilidades de producir una progresiva elevación de los niveles de vida de nuestros trabajadores rurales y población en general.

4. Considerando que la agricultura tiene un papel relevante para el desarrollo por su contribución a la dinámica social y económica de nuestros países, mucho mayor que aquel que tradicionalmente se le atribuye.

5. Considerando que la globalización, la creciente integración regional y la expansión del comercio internacional de productos silvoagropecuarios implican un desafío importante para el sector agrícola de los países iberoamericanos, exigiendo un cambio y una transformación.

6. Reconociendo que los agricultores iberoamericanos están pagando altos costos sociales, por lo que las políticas para el sector agrícola, más allá de su alcance sobre aspectos productivos requieren también la incorporación de consideraciones de tipo social.

7. Considerando que los estados desempeñan un papel importante en la promoción y apoyo a las iniciativas que pueden conducir al estrechamiento de los lazos de cooperación.

8. Reconociendo la necesidad de que los Gobiernos fortalezcan los procesos de modernización de sus economías, de modo que los esfuerzos por elevar la competitividad del sector productivo, aumentar la eficiencia del Estado y mejorar la calidad y eficacia de la gestión y políticas públicas, no provoquen una disminución del gasto público dirigido a los sectores menos favorecidos, por lo general campesinos, ni una menor atención al sector agrícola.

9. Teniendo en cuenta las múltiples funciones de la agricultura y que la protección del medio ambiente, la salud humana, vegetal y animal constituyen una obligación inalienable de los Estados, sin que ello deba implicar niveles de subsidios distorsivos al comercio.

10. Aceptando la importancia de los bosque en cuanto sus funciones en la obtención de productos forestales madereros y no madereros y a los servicios que brindan para la vida de nuestro planeta, especialmente los de captación y fijación de CO2, con especial influencia sobre el régimen hidrológico y en la protección del medio ambiente.

11. Reconociendo que la globalización nos impone mirar con seriedad el exigente desafío de la productividad y de la competitividad en la esfera de la agricultura, quizás de los más importantes que la humanidad confronta en el preludio del siglo XXI, lo cual nos obliga a buscar la armonía y equilibrio indispensables y alcanzar con pasos acelerados la integración iberoamericana.

12. Teniendo en cuenta el gran desafío que representa para los países de Iberoamérica insertarse en la economía mundial, donde la agricultura tiene un importante peso y la necesidad de ser cada vez más competitivos, se hace evidente la conveniencia de absorber los resultados de la ciencia y la técnica y que los mismos se pongan al servicio de todos los productores.

13. Teniendo en cuenta la necesidad de continuar la liberalización del comercio, eliminando la discriminación en las condiciones de acceso a los mercados para los productos agrícolas y procurando la efectiva aplicación del trato especial y diferenciado a los países en desarrollo.

14. Considerando la necesidad inminente de fortalecer el desarrollo agrícola y rural en los países iberoamericanos, aplicando profundas reformas políticas e institucionales, reorganizando los vínculos de la producción agrícola con otras actividades económicas en el medio rural, con los sistemas de investigación y transferencia de tecnologías, con los mecanismos de financiación rural y con los métodos de comercialización.

ACUERDAN

15. Coordinar acciones entre los Ministerios de Agricultura de los países iberoamericanos, identificar las áreas de interés común que permitan un proceso de convergencia de posiciones a nivel regional y fomentar un diálogo que propicie un mejor conocimiento de las posiciones y de las diferentes voluntades, con relación a las orientaciones a seguir ante los efectos de la globalización y en particular en lo que se refiere a las negociaciones agrícolas de la OMC.

16. En este contexto, sería pertinente mejorar los mecanismos de seguimiento y evaluación de los subsidios implícitos y explícitos que los países desarrollados otorgan a sus productores agropecuarios y sus consecuencias en la agricultura de los países en vías de desarrollo.

17. Lanzar un llamado al sector privado y a los organismos financieros internacionales para aumentar la participación en proyectos de inversión para la modernización y el apoyo directo al sector agropecuario de todos los países iberoamericanos, con el propósito de mejorar la calidad de vida de los trabajadores rurales.

18. Realizar esfuerzos y trabajar en apoyo al Plan de Acción de la Cumbre Mundial de la Alimentación, realizada en Roma, para que el tema de la seguridad alimentaria sea de importancia prioritaria, reconociendo la alimentación como un derecho humano fundamental y teniendo en cuenta que los alimentos no pueden constituir un instrumento de presión política o comercial. En este sentido, realizar también los esfuerzos necesarios para asegurar el acceso a los alimentos.

19. Incentivar la colaboración entre países iberoamericanos y establecer mecanismos de cooperación para la formación y capacitación de los recursos humanos, teniendo en cuenta la perspectiva de género para el desarrollo de la agricultura y la educación en el medio rural, especialmente a pequeños productores, cooperativistas, obreros y trabajadores agrícolas.

20. Incentivar la colaboración en materia forestal dirigida principalmente a la creación y conservación de los bosques, su aprovechamiento integral y sostenible y el desarrollo de sus servicios básicos.

21. Fortalecer los medios de cooperación entre los países en materia de investigación agropecuaria, con el objetivo de lograr un salto cualitativo en el desarrollo agropecuario de Iberoamérica.

22. Diseñar mecanismos eficaces para promover y fortalecer el intercambio de experiencia y de información sobre agricultura sustentable, el desarrollo rural y el medio ambiente.

23. Trabajar ante los grandes desafios de un mundo globalizado para consolidar el mundo iberoamericano como un espacio de solidaridad, unidad y cooperación, desarrollando acciones que contribuyan a reducir la pobreza rural, las graves carencias alimentarias, los daños medioambientales y trabajar por el derecho a un ingreso decoroso y a una alimentación adecuada de todos sus ciudadanos.

24. Reiterar el compromiso de luchar contra el deterioro del medio ambiente, a fin de mantener un desarrollo sustentable de los ecosistemas y la biodiversidad, utilizando instrumentos no distorsionantes del comercio internacional, tal como se establecen en el Anexo II del acuerdo de agricultura de la OMC.

25. Apoyar una mayor transparencia en las medidas destinadas a otorgar mayores niveles de protección fito y zoosanitarias y a garantizar la calidad e inocuidad de los alimentos. Estas medidas deben basarse en principios científicos y no constituir barreras ilegítimas al comercio, respetando lo establecido en el acuerdo sanitario y fitosanitario del acuerdo de agricultura de la OMC:

26. Fortalecer los servicios de extensión agrícolas que impulse el desarrollo social, cultural y productivo de las áreas rurales sobre la base de una mayor participación comunitaria.

27. Reconocer que el fortalecimiento de la cooperación iberoamericana en el dominio de la agricultura puede ser efectivo, si se logran desarrollar canales institucionales que permitan que dentro de las difíciles situaciones económicas, las políticas de cada país y las características de cada Estado, se trabaje en beneficio de los más necesitados.

28. Mantener el Foro Iberoamericano de Agricultura, como un instumento de integración y cooperación de este sector productivo, previo a las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno y solicitar a la Secretaría Pro Tempore, intentar articular con el JIA del IICA y la FAO estas reuniones regionales y los acuerdos de los Foros Iberoaméricanos.

29. Valorar el papel de Portugal y España en la interlocución entre América Latina y la Unión Europea con el objetivo de una apertura recíproca de los mercados agrícolas en el marco de la integración entre las regiones de ambos lados del Atlántico.

30. Incentivar la adopción e implantación de programas y políticas agrarias y de agricultura familiar con el propósito de promover un desarrollo agrario que atienda las capacidades productivas y la satisfacción de las necesidades socioculturales de los campesinos y trabajadores rurales.

31. Conventir los foros iberoamericanos de agricultura en un importante mecanismo de discusión y concertación de políticas para el diseño de acuerdos de integración y cooperación para nuestro sector agrícola.

32. Desarrollar programas de fomento de cultivos alternativos y sus correspondientes mecanismos de comercialización como parte de la lucha que se libra contra las drogas, en la que los países iberoamericanos están seriamente comprometidos.

33. Asegurar un mejor y mayor seguimiento a las declaraciones de los Foros de Agricultura para lo que en los sucesivos foros cada país presentará anticipadamente a la Secretaría Pro Tempore un informe sobre los avances alcanzados y las actividades realizadas en cumplimiento de los acuerdos contraídos.

34. Fortalecer los mecanismos de cooperación iberoamericana como catalizador del proceso de integración que fortalezca el desarrollo agrario en nuestros países.

35. Agradecer al Ministerio de la Agricultura de la República de Cuba por la dedicación y la competencia con que organizó el IV Foro Iberoamericano de Agricultura.

36. La Declaración de La Habana, propone a los gobiernos de Iberoamérica el siguiente Plan de Acción:

PLAN DE ACCIÓN

37. Solicitar al IICA que elabore, en base a la información provista por la OMC y otros antecedentes que pudieran aportar los países participantes del Foro, un reporte sobre los avances logrados en los acuerdos de la Ronda Uruguay, relativos a la reducción de subsidios distorsionadores y barreras técnicas al comercio, en rubros agroalimentarios relevantes para los países iberoamericanos. Dicho reporte deberá estar disponible previo a la realización de la próxima reunión del Foro.

38. Fortalcer la Cooperación Técnica entre los Países de Iberoamérica en coordinación con el IICA y la FAO.

39. Buscar una mayor articulación con las Conferencias Iberoamericanas de Educación, Ciencias y Tecnología y lograr insertar la agricultura en el intercambio de investigadores, técnicos y especialistas, así como la realización conjunta de programas y proyectos sobre cuestiones de agricultura, medio ambiente y desarrollo rural.

40. Trabajar para lograr y fortalecer planes de cooperación bilateral, subregional y regional entre los países iberoamericanos, lo suficientemente profundos y atractivos, que lleguen a las zonas donde existe la mayor pobreza rural, para encontrar los organismos internacionales dispuestos a financiarlos.

41. Fortalecer la lucha contra la pobreza rural en los países en desarrollo de Iberoamérica con el apoyo de la cooperación internacional de organimos como la FAO, IICA, así como de organismos espeicalizados de financiamiento como el FIDA, BID y BM.

42. Elevar a la consideración de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno el conveniente desarrollo de mecanismos de prevención de eventuales situaciones de emergencia y el diseño e implementación de medidas tendentes a resolver de un modo mancomunado y cooperativo, estas situaciones extraordinarias que por su gravedad superan la capacidad nacional para ser afrontados eficazmente.

43. Apoyar la creación de una Red Iberoamericana de Educación Agropecuaria para que, con la participación de las instituciones de investigación, centros de enseñanza media y universidades de los países de Iberoamérica, facilite el intercambio de información y el entrenamiento del hombre y la mujer de campo.

44. Realizar y fortalecer acciones de cooperación mediante intercambio de personal técnico entre los países, a traés de programas que contribuyan al desarrollo rural, al mejoramiento del nivel de vida y la reducción de la pobreza.

45. Fortalecer el intercambio de información científico técnica relativa al sector agropecuario entre los países, empleando las facilidades que brindan los sistemas modernos de comunicación y los mecanismos que disponen organizaciones especializadas como la FAO y el IICA.


APÉNDICE H

MODELO PARA LA PRESENTACIÓN DE INFORMES SOBRE LA APLICACIÓN DEL PLAN DE ACCIÓN DE LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE LA ALIMENTACIÓN

(COMPROMISOS PRIMERO, SEGUNDO Y QUINTO Y
SECCIONES PERTINENTES DEL SÉPTIMO)

ÍNDICE

Sección I.     Información de carácter general

Sección II.    Problemas prioritarios y objetivos conexos del Plan de Acción de la CMA

Sección III.  Informe sobre la ejecución

Sección IV. Enseñanzas adquiridas

INSTRUCCIONES

Las Secciones I, II y III deberán rellenarse para cumplir los requisitos del Comité de Seguridad Alimentaria en cuanto a la presentación de informes sobre la seguridad alimentaria mundial para la vigilancia de los Compromisos Primero, Segundo y Quinto y las partes pertinentes del Compromiso Séptimo del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. La Sección IV se debe rellenar para cualquier medida cuyos resultados obtenidos, enseñanzas aprendidas y la consiguiente reorientación de las políticas, el gasto público o las líneas de acción de las autoridades locales, las comunidades, las empresas del sector privado y las ONG sirvan de enseñanza con un interés general.

SECCIÓN I. INFORMACIÓN DE CARÁCTER GENERAL

1. Nombre del país:

2. Nombre de la institución o dependencia que presenta el informe:

3. Persona encargada:

a) Nombre y cargo oficial:

b) Teléfono:                       Correo electrónico:                             Fax:

4. Mecanismos institucionales establecidos para el seguimiento del Plan de Acción de la CMA (si los hubiere):

5. Población total en 1996 y 1999:

6. Número estimado de personas desnutridas o expuestas a la inseguridad alimentaria en el país:

En 1996 (o en el último año sobre el que se dispone de información antes de 1996) ....

En 1999 (o en el último año sobre el que se dispone de información después de 1996) ....

7. Las estimaciones están basadas en:

Tipo de información Fecha en que se ha recogido
   

 

 

 

Nota: Teniendo en cuenta que los países utilizan métodos diferentes para calcular el número de personas desnutridas, y que también difieren los períodos considerados, el formulario concede cierta flexibilidad en cuanto al tipo de información y el período concreto que han de adoptarse para responder a la pregunta 7.

SECCIÓN II. PROBLEMAS PRIORITARIOS Y OBJETIVOS CONEXOS

Sírvanse proporcionar una breve descripción de la situación general de la seguridad alimentaria en el país y los problemas prioritarios relacionados con el Compromiso Primero, el Compromiso Segundo, el Compromiso Quinto y las secciones pertinentes del Compromiso Séptimo. En la primera columna de la Sección III han de enumerarse los objetivos del Plan de Acción de la Cumbre que se consideran más importantes para superar cada uno de los problemas del país.

Para los Miembros que deseen facilitar información sobre sus programas de asistencia externa, se puede presentar una declaración por separado con una descripción de estos programas, su relación con los Compromisos el Primero, Segundo y Quinto y las enseñanzas extraídas.

NOTA: Se insta a los países a que utilicen los resultados de los sistemas de seguimiento y presentación de informes existentes en otros organismos de las Naciones Unidas, así como de actividades en curso de seguimiento del SICIAV nacional o de otros sistemas conexos de información sobre la seguridad alimentaria o evaluaciones de la pobreza y la vulnerabilidad, para preparar la descripción de la situación general de la seguridad alimentaria en el país.

SECCIÓN III. EJECUCIÓN

Deberá rellenarse esta sección para todos los objetivos de los Compromisos Primero, Segundo, Quinto y Séptimo sobre los cuales el país desee informar.

Primera columna: objetivo del Plan de Acción

Segunda columna: progresos en la consecución del objetivo

Tercera columna: medidas adoptadas

   

 

 

 

 

NOTA: Al informar sobre los progresos en la consecución del objetivo, la información deberá incluir datos de referencia o la situación en 1996 o en cualquiera de los últimos años que precedieron a la Cumbre, así como la información más reciente de que se disponga. Al informar sobre las medidas adoptadas, deberán incluirse las medidas pertinentes de las empresas del sector privado, las comunidades locales y las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el país, junto con las del gobierno.

SECCIÓN IV. ENSEÑANZAS ADQUIRIDAS

Compromiso y Objetivo.........

Problema afrontado......



Medida prioritaria:

Institución encargada de aplicar la medida, y asociados:

¿Cuándo comenzó a aplicarse la medida?

¿Qué pasos concretos se han dado para asegurar el éxito de la medida?

¿Qué resultados se prevé alcanzar? ¿Para qué fecha?

¿Qué éxito se han alcanzado hasta el momento?

¿Qué reorientaciones normativas o reasignaciones presupuestarias se han llevado a cabo hasta el momento?

¿Qué impedimentos y dificultades se han encontrado?

¿Cómo tiene el país la intención de superar dichos impedimentos y dificultades?

Si la medida se consideraba sumamente prioritaria pero no se adoptó, indíquense los motivos por los que no fue aplicada.

Indíquese toda cooperación bilateral o multilateral para aplicar las medidas y superar los impedimentos.

¿Hasta qué punto la aplicación de esta medida prioritaria contribuye a reducir el número de personas desnutridas?