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Perspectivas de las importaciones de maderas tropicales

S.L. Pringle

S.L. PRINGLE es Jefe del Servicio de Política y Planificación y economista superior del Departamento de Montes de la FAO. Este artículo es la adaptación de una ponencia presentada en el simposio de la Sociedad de Investigaciones sobre Productos Forestales sobre «Suministro de madera problemas y opciones», celebrado en San Francisco en octubre de 1979.

Panorama de la situación mundial y del comercio con los Estados Unidos

El objetivo de este artículo es evaluar las perspectivas de las importaciones de madera en los Estados Unidos de zonas tropicales. Naturalmente, el nivel futuro de estas importaciones dependerá de muchos factores, por ejemplo de la estructura de la creciente demanda nacional, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo; del nivel y de la índole de la producción maderera del país; de los acontecimientos que se registren en el bosque tropical; del aumento del consumo en otras de las principales regiones importadoras, y en los propios países tropicales productores; de los cambios tarifarlos y, especialmente, de las restricciones cuantitativas y cualitativas que pesan sobre las exportaciones, así como de la evolución de la situación en las regiones tradicional o potencialmente exportadoras de la zona templada. Se considerarán los posibles desarrollos relacionados con estos factores después de evaluar la importancia relativa de las importaciones de maderas tropicales a los Estados Unidos y de resumir las tendencias en la evolución de estas importaciones1.

1 No siempre es posible identificar exactamente la proporción de las maderas tropicales en los datos sobre comercio, puesto que en los países de clima templado se utilizan trozas tropicales que suelen exportarse en forma elaborada, a veces junto con otras materias primas madereras. Por consiguiente, las cifras que se dan en este artículo pueden entrañar un cierto margen de error.

Tendencias por productos2

2 Referencias 2, 3, 4, 5, 8, 9, 10 y 12.

Las importaciones de trozas tropicales en los Estados Unidos nunca han sido cuantiosas, ya que sólo totalizaron unos 0,5 millones de m3 (un poco más de 100 millones de pies tablares) en los primeros años de la década de 1950. Desde entonces han disminuido constantemente, y actualmente sólo totalizan unos 25000 m3 (5 millones de pies tablares), o sea apenas algo más que la décima parte del 1 % del consumo de madera de frondosas del país. Sin embargo, hay que observar que, en esta cifra, 22000 m3 (5 millones de pies tablares) de trozas de coníferas, importadas de Chile en 1978, no figuran como trozas tropicales.

Las importaciones de madera aserrada de frondosas tropicales, en cambio, son bastante más importantes. Aumentaron de 200000 m3 en forma aserrada (80 millones de pies tablares) en 1950 a 980000 m3 (388 millones de pies tablares) en 1973, año en que alcanzaron su cifra máxima, totalizando más del 5% del consumo interior de esta categoría de productos. Aunque las importaciones bajaron marcadamente en 1975, se recuperaron después, alcanzando en 1978 la cifra de casi 600000 m3 (250 millones de pies tablares).

La madera aserrada de coníferas importada de países tropicales también reviste importancia para el consumo del país, pero ha tendido a disminuir durante los últimos 30 años. Las importaciones procedentes de México se han reducido notablemente respecto al nivel registrado en 1950, que fue de 450000 m3 (190 millones de pies tablares). Actualmente, las importaciones de madera aserrada de coníferas procedentes de todas las regiones tropicales totalizan unos 140000 m3 (60 millones de pies tablares). En el período de máxima importación de 1973 equivalían a menos de la mitad del 1 % del consumo estadounidense.

Si bien la madera en rollo o aserrada tropical no representa una gran proporción del consumo, suele dedicarse a usos especializados. La madera aserrada de Lauán se emplea mucho para carpintería de taller y construcción. Asimismo se emplean otros grupos de especies cuando se busca resistencia y durabilidad, o cuando lo que se persigue es la facilidad de labra. Diversas especies tienen usos en la industria del mueble, carpintería de taller, construcción naval o fabricación de modelos.

En la satisfacción de la demanda americana de maderas tropicales, el papel más importante corresponde al contrachapado de frondosas. En el período cumbre de consumo, en 1972, el contrachapado de frondosas tropicales representó en volumen el 58% del consumo de contrachapado de frondosas, y bastante más en metros cuadrados. Las importaciones de contrachapado tropical (que incluyen contrachapado de coníferas y algunas mezclas de coníferas y frondosas) han aumentado rápidamente desde unos 7000 m3 (12 millones de pies cuadrados) en 1950 a casi 2,7 millones de m3 (6200 millones de pies cuadrados) en el año cumbre de importación de 1972. Si bien a mediados de la década de 1970 disminuyó marcadamente, la importación de contrachapados de madera tropical se ha recuperado en 1978 alcanzando más de 2 millones de m3 (unos 5000 millones de pies cuadrados).

El contrachapado de madera de Lauán y meranti se ha utilizado para la construcción de viviendas desmontables, viviendas residenciales, edificios no residenciales y remodelado. Grandes cantidades de estas maderas se emplean para forros tanto de interiores como de exteriores, para la construcción en general y, a veces, por su valor decorativo. Otros contrachapados se utilizan en ebanistería y en la industria del mueble.

La importación de chapas de frondosas de los trópicos es también muy importante. Ha aumentado de 154000 m3 (6,3 millones de pies cuadrados) en 1950 a 378000 m3 (1700 millones de pies cuadrados) en 1973, si bien el nivel actual de importaciones es de menos de la mitad de dicha cantidad.

Casi todas las chapas de Lauán se emplean en los Estados Unidos para almas y contracaras de contrachapados, con capas exteriores de madera producida en el país. Otras especies importadas se suelen utilizar para capas exteriores.

En 1973, el total de las importaciones de trozas, madera aserrada, contrachapados y chapas de maderas tropicales se calculó, en su equivalente en rollo, en 7,4 millones de m3 (260 millones de pies cúbicos, o sea unos 1700 millones de pies tablares), algo menos del 2% del consumo total de madera industrial del país.

TROZAS TROPICALES PARA LA EXPORTACIÓN - su consumo aumentará en los países productores

Las dos terceras partes de estas importaciones tropicales, en su equivalente en rollo, se hicieron en forma de contrachapado. El valor total de los productos forestales tropicales de estas principales categorías era, en 1978, del orden de los 625 millones de dólares EE.UU., representando el contrachapado y las chapas casi las cuatro quintas partes de esta suma. Las importaciones de productos forestales tropicales de transformación mecánica representaron otros 100 millones de dólares; las molduras y partes para muebles constituían los rubros más importantes. También provienen de los trópicos otras importaciones de madera manufacturada, especialmente muebles.

Principales exportaciones

Los principales exportadores de trozas de frondosas tropicales son Indonesia, Malasia (Sabah y Sarawak), Costa de Marfil, Filipinas, Gabón y Ghana. Los principales importadores son la República de Corea, China (Taiwán), Singapur, Italia, Francia y Hong Kong. Las exportaciones bilaterales de Malasia a Japón y de Indonesia a Japón representan alrededor del 45% del total de trozas de frondosas tropicales. Las exportaciones de mayor volumen son las de Indonesia a Corea y a China, las de Malasia a China y a Corea, las de Filipinas a Japón y las de Indonesia a Singapur. Todas estas exportaciones son superiores a un millón de metros cúbicos. Las exportaciones de la Costa de Marfil a Italia y a Francia, las de Gabón a Francia y las de la Costa de Marfil a España son las mayores a países europeos y fluctúan entre 350000 y menos de un millón de metros cúbicos.

Cambios en las fuentes de suministro3

3 Referencias 3, 5 y 10.

A principios del decenio de 1950, cuando la madera en rollo constituía la mayor parte de las importaciones de maderas tropicales, los grandes proveedores eran América Latina, Africa y el Lejano Oriente. La caoba era la especie que más se importaba.

Desde entonces, debido al rápido desarrollo de las importaciones de contrachapados, madera aserrada y chapas registrado a fines de los años cincuenta, el Lejano Oriente se ha convertido en el exportador más importante. Las exportaciones de la región se han basado principalmente en madera de Lauán, o sea la llamada caoba de Filipinas, y meranti, dos importantes grupos de dipterocarpos, pero también contribuyen cada vez más a este total muchas maderas diversas. Desde 1960, las importaciones africanas de todas las categorías han tendido a disminuir.

En los últimos años han aumentado las importaciones de madera aserrada de la América Latina, que se ha convertido en la fuente más importante de este producto, siendo el Brasil el país proveedor predominante. También Malasia y Filipinas son fuentes importantes de madera aserrada. Estos tres países aportan las dos terceras partes de las importaciones. Los Estados Unidos se han convertido en el mayor importador neto de madera aserrada tropical.

Las importaciones de contrachapados de frondosas han tenido gran auge. A principios del decenio de 1950, las ventas de maderas del Japón aumentaron rápidamente, y este producto ha dominado las importaciones de madera tropical. Sin embargo, ya en 1960 las importaciones del Japón se estabilizaron, y a partir del año cumbre de 1968 se ha registrado una fuerte disminución a medida que el consumo interior japonés de contrachapados y otros productos madereros y los costos de salarios crecían rápidamente. A mediados de los años cincuenta, Filipinas, que era la fuente de origen de materia prima para casi todas las exportaciones japonesas, adquirió preponderancia como país productor y exportador de contrachapados. Las exportaciones a los Estados Unidos aumentaron hasta 1973, disminuyendo luego abruptamente. Hoy sólo son la tercera parte del nivel máximo alcanzado. Esto refleja un suministro más restringido de trozas y la competencia en el mercado de otras zonas exportadoras.

Sucesivamente, Taiwán, a fines de los años cincuenta, y Corea, a principios de los sesenta, representaron nuevas fuentes de importación de contrachapados. Ambos países basaban su producción en la importación de trozas procedentes del sudeste de Asia. Las importaciones progresaron rápidamente hasta 1972, pero, a causa de la menor demanda, desde entonces han disminuido y se han estabilizado, Malasia, Singapur y, más recientemente, Indonesia se han convertido también en exportadores de cantidades importantes de contrachapados. Hasta la fecha, las importaciones estadounidenses procedentes de estos países han sido relativamente modestas. Corea, en los últimos años, ha aportado bastante más de la mitad de todas las importaciones estadounidenses de contrachapados de frondosas.

Trozas tropicales

La producción de trozas tropicales y, más aún, su exportación se concentra en muy pocos países. En 1977, sólo dos países aportaron el 47% de la producción y el 77% de las exportaciones de madera en rollo; y seis países produjeron el 75% de este tipo de madera.

Quince de los países productores tropicales, que suministraron prácticamente la producción mundial global, más otros diez o doce países, represen tan casi toda la superficie y volumen del bosque húmedo tropical. Estos son: Indonesia, Malasia, Filipinas, Brasil, India, Costa de Marfil, Colombia, Tailandia, Gabón, Ghana, Nigeria, Birmania, Madagascar, Costa Rica y Ecuador. De este grupo, Zaire, Perú, Bolivia, Papua Nueva Guinea y Camerún poseen considerables superficies de bosque que, debido en gran parte a las dificultades de acceso, no han contribuido como les correspondería a la producción y exportación mundial.

La mayor parte de los países que poseen bosques tropicales pueden clasificarse en una de las siguientes categorías, como indicación del grado de explotación.

1. Países tradicionalmente proveedores de madera tropical. Nigeria, Ghana, Tailanda y Filipinas entran en esta categoría. Actualmente elaboran cantidades considerables tanto para el mercado interior como para la exportación. Sus recursos para la expansión son limitados, y sólo les interesa la elaboración para satisfacer las necesidades interiores y lograr exportaciones de mayor valor.

2. Países exportadores más recientes, pero bien arraigados. Sabah (Malasia), Malasia peninsular y Costa de Marfil han practicado una extensa explotación en los últimos 20 años para la exportación de trozas. Los bosques se explotan sistemáticamente y las zonas que quedan sin explotar son menos accesibles. Para el futuro, el potencial de los recursos silvícolas es limitado - a lo más uno o dos decenios - con respecto a una intensidad de corta como la actual.

3. Países con vastas extensiones de bosque y una explotación considerable. El nivel de explotación es en general intenso en las zonas de bosque accesibles del Congo, Zaire, Venezuela, Perú, Ecuador, Madagascar, Papua Nueva Guinea, Bolivia, Camerún, Brasil, Indonesia, Sarawak (Malasia), Birmania, Kampuchea, Guyana, Suriname y Liberia. En estos países existen también vastas extensiones de bosques sin explotar o poco explotados.

4. Zonas esencialmente sin explotar. En la República Centroafricana y en Lao todavía se practican pocas cortas comerciales, pero también el acceso a las zonas boscosas es difícil.

5. Situaciones especiales. La India posee considerables extensiones de bosque sometidas a ordenación permanente, y en Gabón ya está maduro el repoblado de okumé, especie muy comerciable.

Principales exportaciones

Los principales exportadores de madera aserrada de frondosas tropicales son Malasia, Singapur, Indonesia, Filipinas y Costa de Marfil. Los principales importadores son los Países Bajos, Italia, Reino Unido, República Federal de Alemania, Francia y los Estados Unidos. Las principales exportaciones bilaterales son las de Malasia a los Países Bajos, República Federal de Alemania y Reino Unido; las de Indonesia a Italia y las de Singapur a los Países Bajos. También hay grandes exportaciones de Malasia a Australia que no se indican en el mapa.

Las exportaciones de madera aserrada de los países en desarrollo aumentaron a más del doble entre 1967 y 1977. Esta expansión se produjo sobre todo en Malasia, Singapur e Indonesia.

Las exportaciones de América Latina a los Estados Unidos comprenden una porción de madera aserrada de coníferas.

A menos de que se registre un cambio importante en la gama de especies y cualidades que entran en el mercado, cabe hacer los pronósticos siguientes:

· Es manifiesto que los países del primer grupo no podrán aportar más trozas y que su oferta de exportación de productos forestales tropicales disminuirá probablemente en volumen, pero no necesariamente en valor.

· El segundo grupo podrá mantener (o aumentar) durante un breve periodo sus exportaciones.

· Todo incremento importante de la oferta o incluso el mantenimiento del nivel actual dependerá de los países de los grupos 3 y 4.

El examen, país por país, del agotamiento de los bosques y de la producción de madera emprendido por la FAO, y una evaluación de las perspectivas (8) revelan que la producción de trozas de las masas naturales de frondosas de los países en desarrollo aumentará del nivel registrado en 1975, que fue de 109 millones de m3, a un potencial de 191 millones de m3 en el año 2000, o sea un incremento del 75%. Sin embargo, esta estimación da por sentado una gama mucho más amplia de especies utilizadas. En algunos de los países exportadores tradicionales, como Malasia (Sabah y Sarawak inclusive) y Filipinas, así como en varios del Africa occidental, se registra en realidad una producción menor que la estimada. Los mayores aumentos se calcula que corresponderán a la región de Asia y el Lejano Oriente (39 millones de m3) y a América Latina (35 millones de m3). Se pronostican aumentos sustanciales en Indonesia, India, Brasil y los países del centro de Africa. En algunos casos, una gran proporción de la corta procederá de las talas para la expansión de la agricultura. Se estima que la superficie de bosque denso natural disminuirá en 65 millones de ha, o sea el 10%, en los próximos 25 años.

Hay que subrayar que no se conocen bien las principales zonas del potencial de producción restante, lo que no permite hacer más que una evaluación aproximativa del potencial a largo plazo. Tres países importantes - Indonesia, Zaire y Brasil - que tienen más de las dos terceras partes de la superficie de bosque tropical, no han podido evaluar aún sus recursos forestales con la debida exactitud.

Aranceles y restricciones a la exportación4

4 Referencias 8 y 12.

Uno de los factores principales que favorecen la exportación de madera en trozas, más bien que en chapas y contrachapados, de los países productores ha sido la protección tarifaria de que suelen gozar los transformadores en los países importadores. Sin embargo, gran parte del efecto de estas barreras se ha superado gracias al Sistema generalizado de preferencias, que favorece a los países en desarrollo. Las trozas de madera aserrada de especies tropicales han estado, en general, exentas de aranceles. Las tarifas sobre las chapas se han reducido a lo largo del tiempo en casi todos los países. En muchos casos, se han eliminado las tarifas sobre las hojas para chapas, pero todavía pueden ser apreciables y alcanzar un 37,5%. También en este caso el contrachapado puede estar exento del arancel, pero existen todavía tasas que alcanzan el 50%, y las concesiones ofrecidas para este producto han sido menos generosas. Las tarifas bastante altas impuestas a las chapas y contrachapados en los Estados Unidos hasta hace muy poco no parecen haber favorecido mucho las importaciones de trozas en comparación con los productos elaborados.

En los países importadores se mantienen fábricas que dependen del exterior para el abastecimiento de materia prima, lo cual ha perpetuado, por supuesto, el flujo de trozas. Sin embargo, en los últimos años se ha registrado una menor tendencia a crear este tipo de establecimientos, salvo en algunos países del sudeste y este de Asia que disponen de mano de obra especializada y donde los salarios son relativamente bajos.

Varias son las medidas recientes que fomentarán la transformación en el país de origen. Entre ellas figuran sobre todo las restricciones sobre las exportaciones de trozas. Aunque ya en el pasado se ha recurrido a este tipo de regulaciones, con frecuencia han fracasado debido a la disponibilidad de otras fuentes de suministro, a la competencia internacional y a la correspondiente falta de solidaridad política. Entre las medidas restrictivas algunas son absolutas (Nigeria, Filipinas), o sólo afectan a determinadas especies (Ghana); otras prohiben la exportación de trozas y exigen un cierto grado de transformación por los concesionarios (Liberia, Filipinas, Costa de Marfil y Camerún). Actualmente, Indonesia se propone aplicar un sistema de cupos para las exportaciones de madera en rollo y aserrada.

Consumo interior y exportaciones

En la mayoría de los países que producen y exportan maderas tropicales se sigue registrando un rápido aumento del consumo de productos forestales. En algunos casos, esto ha hecho que algunos países tradicionalmente exportadores como Tailandia y Nigeria disminuyeran sus exportaciones o que incluso importaran. Para mantener su industria, producción y exportación actuales, Malasia peninsular tendrá que depender de trozas importadas.

En el caso de los contrachapados, los países que eran esencialmente transformadores de la madera en tránsito han desviado cada vez más su producción para el consumo interior. El Japón consume ya casi el 98% de su propia producción de contrachapado de frondosas; Taiwán y Corea, que en el decenio de 1960 exportaban la totalidad de su producción, están ahora destinando respectivamente el 30% y del 10 al 15% aproximadamente al consumo interior. Europa sigue exportando alrededor del 30% de su declinante producción, pero las importaciones han aumentado mientras que las exportaciones han disminuido, y el consumo aparente se ha mantenido relativamente estable.

Es evidente que una proporción mayor de la producción se destinará al propio consumo de los países productores más bien que a la exportación. En el caso del Asia oriental, los países productores-exportadores de contrachapado se enfrentarán además con la limitación que se deriva de las restricciones sobre la exportación de trozas procedentes de los países fundamentalmente proveedores. Estos dos factores influirán en las posibilidades de exportación, lo que puede afectar seriamente a los países que dependían de esta fuente de suministro.

Principales exportaciones

Los principales exportadores de contrachapado de frondosas tropicales son la República de Corea, China (Taiwán), Singapur y Malasia. Los principales importadores son los Estados Unidos, el Reino Unido, los Países Bajos, Bélgica y Canadá. Las principales exportaciones son las de la República de Corea a los Estados Unidos, las de China a los Estados Unidos, las de Singapur al Reino Unido y las de Corea al Reino Unido y a los Países Bajos.

La exportación de contrachapado de frondosas tropicales se ha desarrollado con mucha rapidez, aumentando en 1977 a más del cuádruple del nivel de 1967.

El crecimiento de las exportaciones se ha producido sobre todo en Asia y ha sido particularmente rápido en Corea, Malasia, Singapur e Indonesia.

En el segundo semestre de 1979 y a comienzos de 1980 los aumentos de precio del contrachapado, debidos principalmente a las alzas de los precios de las trozas importadas por el Asia oriental, produjeron efectos desfavorables sobre las exportaciones de contrachapado a América del Norte. Los sucedáneos de producción interna, sobre todo los tableros de partículas, están reemplazando el producto importado.

Consumo aparente de madera de frondosas tropicales

En los principales mercados del mundo desarrollado las importaciones de madera de frondosas tropicales aumentaron rápidamente desde fines de los años cuarenta hasta 1973, disminuyendo en forma notable en 1974 y 1975, para volver a alcanzar, en 1978, el nivel cumbre de 1973. Su índole es muy diversa en las tres regiones de los países desarrollados señaladas en las gráficas. Los Estados Unidos han importado sobre todo madera elaborada, principalmente contrachapado. En un comienzo, las importaciones europeas consistían sobre todo en trozas; luego fueron cambiando y en la actualidad casi la mitad son de madera elaborada, especialmente aserrada. El Japón ha importado sin interrupción y hasta una fecha reciente madera de frondosas tropicales, casi exclusivamente en forma de trozas.

Se necesitan de 1,7 a 2,5 m3 de trozas de frondosas tropicales para producir 1 m3 de madera aserrada o contrachapado. Los residuos de estos productos se pueden colocar fácilmente en los mercados del Japón y de Europa, sobre todo como madera para pasta o como materia prima para tableros de partículas.

En los países desarrollados en 1978 el total de las importaciones de trozas de frondosas tropicales fue algo mayor que en 1970, mientras que las importaciones de madera elaborada aumentaron a más del doble, a pesar de que esta última en 1978 seguía representando menos del 40% del total del equivalente en trozas.

Perspectivas para los principales importadores

Las estimaciones del consumo y comercio futuros de productos forestales en general y de productos madereros en particular se han vuelto al parecer más inciertas en los últimos años y sumamente diversas. Esto no sólo refleja las fuertes fluctuaciones provocadas por el periodo de formación del inventario, a principios de los años setenta, y la depresión de 1975, sino incluso más el hecho de que muchos de los países desarrollados no han logrado que se recuperaran el consumo y el comercio, especialmente en lo tocante a productos forestales de transformación mecánica, más allá de los niveles logrados durante la primera parte de la década. Las estimaciones formuladas antes de los acontecimientos de mitad del decenio se consideran ahora, en general, demasiado optimistas pero, sin embargo, tampoco se puede aceptar sin discusión el pesimismo general manifestado a fines de los años setenta. En muchos de los países en desarrollo el consumo aparente continúa creciendo a ritmo rápido, e incluso en el caso de que se produzca una desaceleración económica general en los países desarrollados, siempre habrá la posibilidad de emprender enérgicos programas de construcción de viviendas.

En The outlook for timber in the United States, que publicó el Gobierno de los Estados Unidos en 1973 (11), no parecía que las importaciones de madera aserrada y de contrachapado de frondosas aumentaran rápidamente, cualquiera que fuera el desarrollo de los precios supuesto. Las tasas máximas del aumento de importación calculadas para estos productos se duplicaban casi desde principios de los años setenta hasta el año 2000. Las estimaciones de la FAO (8) y del Banco Mundial (13) exceden ligeramente de esta cifra, lo que indica que los niveles se han triplicado. En un estudio reciente, presentado a la FAO por un grupo de trabajo sobre industria y montes y realizado por la Crown Zellerbach Corporation, se pronostica incluso una disminución hasta cero de las importaciones netas de madera aserrada de frondosas y un aumento de sólo el 50 %, aproximadamente, de las de chapas y contrachapado de frondosas (6).

La expansión prevista en el citado estudio de las importaciones netas de Europa occidental y del Japón es bastante grande para estos productos; más del doble en lo tocante a la madera aserrada de frondosas, y el séxtuplo para los paneles macizos de madera para Europa occidental, mientras que para Japón se pronostica un cambio en favor de una considerable importación de estos productos, pasándose a una situación de pequeñas importaciones netas o de exportación neta. Al mismo tiempo sólo disminuirán muy poco las importaciones de Europa occidental de trozas para aserrío y trozas para chapas de maderas tropicales. Sin embargo, se calcula que disminuirán marcadamente las del Japón, a la vez que aumentará rápidamente la importación a dicho país de trozas de coníferas y especialmente la de rollizos o madera desmenuzada para pasta de coníferas y de frondosas. Gran parte de la madera de frondosas procederá de las regiones tropicales.

Otros estudios (1, 2) indican un aumento incluso mayor de las importaciones de frondosas tropicales hacia Europa occidental y especialmente Japón.

Incluso al nivel de producción más bajo previsto, se estima que el Japón necesitará hacia el año 2000 por lo menos la cantidad actual de 20 millones de m3 en su equivalente en rollo (4400 millones de pies tablares) de trozas para aserrío de frondosas, trozas para chapas, madera aserrada o contrachapado, y hasta por lo menos 50 millones de m3 de madera para pasta o productos derivados. Probablemente también Europa occidental necesitará por lo menos 20 millones de m3 equivalente en trozas de frondosas (4400 millones de pies tablares) en forma de productos de transformación mecánica y 30 millones de m3 de madera rolliza (6600 millones de pies tablares) en la categoría para pasta. Prácticamente la totalidad de los productos de transformación mecánica tienen que proceder de los trópicos y lo mismo ocurre con una buena proporción de los productos de pasta. Otros estudios más optimistas de las perspectivas de la demanda sugieren que para el año 2000 habrá necesidad de importar cantidades mayores de trozas de frondosas tropicales en el Japón (40 millones de m3 u 8800 millones de pies tablares) y en Europa occidental (35 millones de m3 o 7700 millones de pies tablares).

En cambio, se cree que en lo tocante a estas calidades de productos los Estados Unidos sólo necesitarán importar unos 5 ó 6 millones de m3 (1000 millones de pies tablares), equivalente en rollo (nivel actual), según las estimaciones más bajas, pero según las estimaciones más altas de la tendencia pueden necesitarse hasta 20 o 25 millones de m3.

En cualquier caso, es evidente que las otras principales regiones importadoras de maderas tropicales seguirán dependiendo mucho más del bosque tropical que los Estados Unidos. Esto se debe especialmente a la creciente diferencia entre su demanda total de madera y la oferta total interior.

Conclusiones

De lo antedicho se desprende que:

- se producirá un cambio en los su ministros de maderas tropicales en favor de una gama mayor de especies actualmente poco utilizadas y de aquellas procedentes de las zonas menos accesibles;

- los requisitos interiores de los países productores de trozas y de contrachapados seguirán aumentando rápidamente;

- Japón y Europa occidental dependerán cada vez más de las importaciones de productos madereros, inclusive de frondosas tropicales;

- los países que transforman en tránsito la madera en rollo en madera aserrada y contrachapado pueden verse gravemente afectados por las restricciones en el suministro de trozas;

- cabe esperar por consiguiente importantes subidas de precio para los productos madereros tropicales basados en trozas de gran tamaño y de alta calidad.

Todo esto indica que los Estados Unidos tal vez tengan que afrontar una disminución de los suministros de contrachapado de frondosas procedentes de sus principales fuentes, y que deban adoptar diversas medidas como resultado de esta situación. Por ejemplo, pudiera concentrarse la importación a cantidades limitadas de los productos de mejor calidad y precio alto para usos especiales o de lujo y para que los países utilicen las cantidades cada vez mayores de materias primas de calidad inferior que obtienen de sus frondosas. También puede haber un ulterior cambio que favorezca las adquisiciones a la industria del contrachapado del sudeste de Asia que está en pleno crecimiento. Esta escasez puede tener por resultado fomentar la producción y el empleo de especies tropicales de poca demanda en la actualidad. También pudiera haber una combinación de las citadas tres posibilidades.

Referencias

1. ECE/FAO. European timber trends and prospects, 1950-2000. Ginebra, 1976.

2. ECE/FAO. Study on the trade and utilization of tropical hardwoods. Timber Bulletin for Europe, Sup. 10 al Volumen XXX, Ginebra, 1978.

3. FAO. Departamento de Montes. Boletín mensual - Productos forestales tropicales en el comercio mundial de la madera.

4. FAO. Statistics and Economic Analysis Unit, Departamento de Montes. 1978. Direction of trade in forest products - a compendium of summary tables.

5. FAO. Departamento de Montes. Anuario de productos forestales.

6. JOINT FORESTRY AND INDUSTRY WORKING PARTY. 1979. Report to FAO on world outlook for wood products and wood supply. (No disponible para distribución general.)

7. LANLY, J.P. y CLÉMENT, J. Bosques y plantaciones en el trópico: superficie actual y futura. FO:MISC/79/1. FAO, 1979.

8. PRINGLE, S.L. Los bosques húmedos tropicales en la demanda, la oferta y el comercio mundiales. Unasylva, Vol. 28. N° 112-113, FAO, 1976.

9. STADELMAN, R.C. The United States market for tropical hardwoods. UN ECE. Meeting document for seminar on the utilization of tropical hardwoods. (Distribución limitada.) Ginebra, 1979.

10. U.S. DEPARTMENT OF AGRICULTURE, FOREST SERVICE. 1977. The demand and price situation for forest products, 1976-1977. Misc. publication N° 1357.

11. U.S. DEPARTMENT OF AGRICULTURE FOREST SERVICE. 1973. The outlook for timber in the United States.

12. U.S. INTERNATIONAL TRADE COMMISSION. 1978. Summary of trade and tariff information, hardwood plywood. USITC publication N° 841, Control N° 2-3-1.

13. BANCO MUNDIAL, comunicaciones del personal.


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