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Plan de acción forestal en los trópicos

Departamento de Montes de la FAO

DESARROLLO DE UNA TECA ASIATICA EN HONDURAS internacionalización cada vez mayor de la silvicultura

Plan de acción forestal en los trópicos

En la mayor parte de los países de clima tropical húmedo y seco los bosques están siendo sometidos a un rápido proceso de destrucción o degradación, sobre todo para satisfacer las necesidades de subsistencia de las comunidades rurales pobres. A pesar de esta situación alarmante, en los últimos años se han destinado menos fondos en el plano nacional e internacional a programas para los bosques tropicales. El Comité de Desarrollo Forestal en los Trópicos reconoció esta situación en su reunión celebrada en Roma en octubre de 1983. Uno de los objetivos principales de este órgano estatutario de la FAO, compuesto por 45 Estados Miembros, es «estudiar la armonización de los programas internacionales de acción forestal en los trópicos y la cuestión de la acción concertada que podrían llevar a cabo los gobiernos y las organizaciones internacionales, con el fin de asegurar el desarrollo y el aprovechamiento racional de los recursos forestales tropicales y recursos conexos, así como presentar informes al respecto». En esa misma reunión, el Comité reconoció también la necesidad de identificar y describir esferas de gran prioridad a fin de ofrecer a la comunidad internacional de donantes un conjunto de programas de desarrollo claramente definidos, y recomendó que la FAO estableciera grupos especiales encargados de preparar propuestas para programas de acción en las esferas prioritarias identificadas por el Comité a nivel regional o mundial.

La FAO tuvo en cuenta esta recomendación y convocó en marzo de 1985 una reunión oficiosa de expertos para que examinara propuestas relativas a programas de acción en los sectores prioritarios identificados por el Comité a nivel regional o mundial. Las propuestas se referían a los cinco sectores de acción siguientes: i) función de la silvicultura en el aprovechamiento de la tierra; ii) desarrollo industrial basado en los bosques; iii) leña y energía; iv) conservación de ecosistemas forestales tropicales, y v) instituciones. Esas propuestas, en su forma revisada por la reunión de expertos, se sometieron a la consideración del Comité en su séptima reunión, celebrada en Roma en junio de 1985, el cual las refrendó y recomendó que se presentaran al Noveno Congreso Forestal Mundial y a otros foros y órganos importantes.

El Congreso aprobó el Manifiesto de México, adoptado sucesivamente por la Conferencia de la FAO en su vigésimotercer periodo de sesiones. El Manifiesto destaca la importancia y urgencia del Plan de acción, y apoya ampliamente todas las iniciativas tendientes a acelerar su realización. En noviembre de 1985 el Plan de acción fue vigorosamente apoyado por la consulta especial internacional de asesores forestales celebrada en La Haya, Países Bajos.

Las cinco propuestas de programas de acción, que forman el Plan de acción forestal en los trópicos, deberán considerarse como un marco conceptual global de acción en el sector de los bosques tropicales. Los gobiernos y los organismos interesados deberán utilizar este marco como referencia común para la formulación de sus programas relativos a los bosques tropicales, y para la armonización de las medidas que hayan de tomarse.

El Comité recomendó asimismo que esas propuestas se complementaran con perfiles de inversiones nacionales hechos por los gobiernos con la asistencia del Banco Mundial y otras organizaciones competentes. El Banco Mundial, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo y con el Instituto de Recursos Mundiales, organización no gubernamental con sede en Wáshington, ha estudiado las necesidades de inversiones durante cinco años en 56 países tropicales. Se han formulado perfiles de inversiones, que corresponden a cuatro sectores específicos relacionados con los siguientes sectores prioritarios identificados por el Comité (indicados entre paréntesis): «rehabilitación de cuencas hidrográficas de montaña y tierras bajas semiáridas» punción de la silvicultura en el aprovechamiento de la tierra); «ordenación forestal para fines industriales» (desarrollo industrial basado en los bosques); «leña y actividades agroforestales» (leña y energía), y «conservación de ecosistemas forestales» (conservación de ecosistemas forestales tropicales).

Confío en que la adopción del Plan de acción del Comité como marco conceptual global por todos los gobiernos y organismos interesados, contribuya de manera apreciable a la armonización de las actividades forestales en los trópicos y al fortalecimiento de la muy necesaria cooperación en este sector.

M.A. Flores Rodas Subdirector General Departamento de Montes

Introducción

En 1980 los bosques tropicales cubrían en América, Africa y Asia alrededor de 1 935 millones de hectáreas, de las cuales 1 200 millones eran bosque denso y 735 millones bosque claro. Además, la superficie de tierras en barbecho forestal era de 410 millones de hectáreas. Se calcula que la capacidad potencial de producción sostenida de los bosques tropicales densos es de 5 000 millones de m3 de madera por año, partiendo del supuesto de un crecimiento de 4 m3/ha por año aproximadamente. Aunque este cálculo puede ser alto, sólo se aprovecha una pequeña parte de la producción potencial debido a la inaccesibilidad de los recursos, a la falta de una ordenación forestal y, en algunos casos, al bajo índice de utilización. Por lo tanto, aun representando más del 50% de los recursos forestales mundiales, los bosques tropicales proporcionan menos de la mitad de la producción total mundial de madera, y alrededor del 20% de la producción total de madera para usos industriales. De los 1 400 millones de m3 extraídos anualmente de los bosques tropicales, poco más de 200 millones se utilizan con otros fines que como combustible.

La leña representa el 63% del consumo total de energía en los países africanos en desarrollo, el 17% en Asia y el 16% en América Latina. En algunos países, esa proporción puede ser superior al 90%. La madera tiene especial importancia como fuente de energía para las comunidades rurales. El crecimiento de la demanda de leña y, en menor medida, los incendios provocados y el pastoreo excesivo son factores que elevan el índice anual de deforestación y degradación de los bosques. Estos hechos a su vez ponen en peligro la continuidad del suministro de madera como fuente de energía en las zonas rurales.

Alrededor de 2000 millones de personas viven en las zonas tropicales, donde el porcentaje anual neto de crecimiento de la población es del 2,6%. La población en constante aumento ejerce presión para que se dediquen las tierras forestales a la agricultura. Se ha calculado que el promedio anual de deforestación de los bosques tropicales densos fue de 7,5 millones de hectáreas en los primeros años del decenio de 1980, debido sobre todo a la utilización de tierras forestales con fines agrícolas, en régimen migratorio o de otro tipo. En lo que respecta a las formaciones de bosque claro, el promedio de deforestación se ha calculado en 3,8 millones de hectáreas por año. En consecuencia, alrededor de 11,3 millones de hectáreas de bosques tropicales desaparecen cada año.

El promedio de plantación en los países tropicales se ha acelerado en el último decenio, siendo en la actualidad de 1,1 millones de hectáreas por año aproximadamente. En 1980 la superficie total plantada ascendía a 12 millones de hectáreas. No obstante, las tierras repobladas sólo representan una décima parte de la superficie deforestada anualmente.

Estrategia de acción

El desarrollo y conservación de los recursos forestales tropicales y la potenciación de su contribución al bienestar del ser humano necesitarán el empeño de recursos e imaginación, pero sobre todo una estrategia de acción que tenga el apoyo de la opinión pública y de los políticos. Son enormes las posibilidades de acción nacional e internacional para realizar el potencial de desarrollo de los bosques tropicales. Sin embargo, teniendo presente que los recursos son limitados, es indudable que deben definirse sectores de acción prioritaria.

Considerando las necesidades colectivas de los países tropicales, se han seleccionado los cinco sectores prioritarios siguientes:

1. Función de la silvicultura en el aprovechamiento de la tierra. La acción en este sector se sitúa en la interfaz entre la silvicultura y la agricultura, y su objetivo es conservar la base de recursos para la agricultura (ordenación de cuencas hidrográficas y lucha contra la desertificación), integrar las actividades forestales en los sistemas agrícolas (desarrollo agrosilvopastoral), y lograr un aprovechamiento más racional de la tierra (evaluación de los terrenos forestales tropicales y planificación del aprovechamiento de la tierra);

2. Desarrollo industrial basado en los bosques. La acción en este sector tiene por objeto promover un desarrollo integrado de industrias forestales apropiadas mediante la intensificación de la ordenación y desarrollo de los recursos, una explotación apropiada de las materias primas, el establecimiento y gestión de industrias forestales apropiadas, la reducción de los desperdicios y el desarrollo de la capacidad de mercadeo de los productos de las industrias forestales;

3. Leña y energía. La acción en este sector tiene por objeto acelerar la adopción de medidas correctivas y restablecer los suministros de leña en los países más afectados por déficit de dendroenergía, mediante la prestación de asistencia para el desarrollo de la leña y la dendroenergía, la prestación de apoyo global a los programas nacionales de leña y dendroenergía, el desarrollo de sistemas energéticos basados en la madera para el desarrollo rural e industrial, las actividades de capacitación y demostración en el plano regional como apoyo a las medidas relativas a la leña, y la intensificación de las actividades de investigación y desarrollo en materia de dendroenergía;

4. Conservación de ecosistemas forestales tropicales. La acción en este sector tiene por objeto conservar, manejar y utilizar plantas tropicales y recursos genéticos de animales silvestres mediante el desarrollo de redes nacionales de zonas protegidas, la planificación, ordenación y desarrollo de determinadas zonas protegidas, la conservación in situ de recursos fitogenéticos, y la realización de investigaciones relativas a la ordenación de los bosques tropicales para una producción sostenida;

5. Instituciones. La acción en este sector tiene por objeto remover los obstáculos institucionales a la conservación y utilización racional de los recursos forestales tropicales, mediante el fortalecimiento de las administraciones forestales públicas y otros organismos gubernamentales conexos, la prestación de apoyo institucional al sector privado y a las organizaciones locales y el fomento de la capacitación de personal profesional, técnico y subalterno, de las actividades de extensión forestal y de las investigaciones en ese sector.

Se reconoce que otros proyectos y actividades al margen de estos cinco sectores también merecen consideración, ya que deben establecerse prioridades de desarrollo nacionales y se han de prever y ejecutar acciones en los distintos países. Sin embargo, cabe decir que los cinco sectores de acción propuestos abarcan toda la gama de cuestiones y las perspectivas relativas a los bosques tropicales en el plano mundial.

1 - Función de la silvicultura en el aprovechamiento de la tierra

En la reunión de expertos FAO/ PNUMA/Unesco celebrada en Roma en enero de 1982 se hizo un examen del estado de conservación y desarrollo de los bosques tropicales. Posteriormente, importantes foros y publicaciones han seguido reflejando la preocupación de la comunidad mundial por el deterioro de la cubierta forestal en las zonas tropicales, y sus efectos negativos en un aprovechamiento de la tierra equilibrado y sostenido, y en las disponibilidades de bienes y servicios de los que dependen muchas comunidades locales y la sociedad en su conjunto.

En este contexto, la silvicultura aporta una importante contribución a la seguridad alimentaria por el hecho de asegurar la estabilidad del medio ambiente y la productividad mediante la mitigación de los efectos de las variaciones meteorológicas, la formación de microclimas estables para la producción animal y vegetal, y la conservación de los recursos de agua y tierra. Los bosques también aportan una contribución directa, ya que constituyen una fuente de plantas, animales silvestres y peces de agua dulce comestibles, que frecuentemente tienen gran importancia, aunque no haya sido aún cuantificada, en la dieta de amplios sectores de la población rural.

Las actividades forestales siempre han servido de apoyo a los sistemas agrícolas tradicionales y a la seguridad alimentaria de la población rural. Estos lazos se han roto con la aparición de la agricultura moderna, debido a la importancia que en ella se atribuye a los productos básicos. Además, es poco probable que la revolución verde, que se basa en gran medida en la aportación de insumos y es una respuesta de las sociedades más desarrolladas a sus necesidades de alimentos, resuelva los problemas alimentarios de sociedades predominantemente agrarias que disponen de pocos insumos agrícolas. Los sistemas agrícolas tradicionales, que dependen de los bosques para la producción de alimentos, deben reforzarse y emplearse como segundo frente para la producción de alimentos.

En la interfaz entre la agricultura y la silvicultura, se han identificado cuatro sectores principales en los que los conflictos relativos al aprovechamiento de la tierra son más graves:

· la disminución de la superficie de bosques productivos debida a la tala, y la utilización de esas tierras con otros fines bien sea por colonos espontáneos que practican la agricultura migratoria, o por una colonización planificada;

· la degradación de las zonas montañosas de captación debido a un aprovechamiento inapropiado de la tierra;

· la desertificación y degradación de zonas semiáridas y subhúmedas;

· la degradación de importantes ecosistemas forestales tropicales.

Costo estimado de la asistencia técnica durante 10 años (en millones de dólares EE.UU.)


Desarrollo agrosilvopastoral

Ordenación integrada de cuencas hidrográficas

Silvicultura de zonas áridas y lucha contra la desertificación

Evaluación de tierras forestales tropicales y planificación del uso de la tierra

Primer nivel de asistencia

Costo medio

7,8

8,0

7,6

6,0

N° de países

17

23

22

10

Costo

133,0

184,0

167,0

60,0

Segundo nivel de asistencia

Costo medio

3,9

4,0

3,8

3,0

N° de países

16

8

8

13

Costo

62,0

32,0

30,0

39,0

Total de costos

195,0

216,0

197,0

99,0

El costo total del programa de asistencia técnica a nivel nacional en los cuatro sectores de acción asciende a 707 millones de dólares EE.UU.

Tala de bosques para practicar la agricultura

Si se considera, como hacen muchos políticos, que los bosques representan una fuente inmediata de tierras para ampliar la superficie agrícola, ni siquiera todas las tierras de los países en desarrollo (que representan casi el triple de la superficie dedicada actualmente en forma permanente a la agricultura y al pastoreo) serían suficientes utilizando los actuales métodos de explotación agraria, para alimentar a la población que con arreglo a las proyecciones tendrán dichos países a fines de siglo. En la actualidad, se llegan a talar cada año 11,3 millones de hectáreas de bosques, el 45% de las cuales por la práctica de la agricultura migratoria y de una agricultura de barbecho de larga duración.

Desgraciadamente, la mayor parte de las tierras en las que se han talado los bosques tropicales permanecen improductivas durante mucho tiempo, ya que los nutrientes necesarios para el crecimiento de la vegetación están contenidos en la biomasa y no en el suelo. Las tierras donde se ha efectuado la tala pierden su fertilidad, lo cual entraña no sólo una disminución de la producción sino también la degradación del medio ambiente.

Se ha calculado que a fines de siglo por lo menos 64 países, 29 de ellos en Africa, serán incapaces de alimentar a su población con los propios recursos de tierra. Alrededor de 2 450 millones de hectáreas - casi el 40% de la superficie de esos países, que tienen el 60% de la población total - estarían soportando una carga demográfica superior a sus posibilidades, con las consecuencias que ello entraña para la supervivencia del ser humano y el medio ambiente. Sin embargo, los mismos estudios indican que los problemas de 28 de esos países dejarían de ser críticos si se adoptaran medidas de conservación adecuadas y niveles intermedios de insumos de fertilizantes. Lo mismo cabria decir de otros 17 países si se adoptaran y mantuvieran altos niveles de insumos.

En consecuencia, un requisito para la conservación y ordenación de los bosques en muchos países tropicales es la adopción de medidas urgentes encaminadas a intensificar y diversificar la producción agrícola a fin de aliviar la presión ejercida sobre las tierras forestales. Otra necesidad igualmente urgente es volver a cultivar tierras marginales degradadas; sólo en Asia hay 75 millones de hectáreas de tierras que, aunque degradadas, son potencialmente productivas.

Degradación de las cuencas hidrográficas de montaña

Las zonas montañosas siempre han ofrecido en muchos países un hábitat favorable y con frecuencia el preferido por el ser humano para su asentamiento debido a la relativa regularidad de su clima y la facilidad de acceso a fuentes de agua. Manteniendo una población estable podría conservarse: ese tipo de hábitat sin daños. Recientemente la adopción de determinadas medidas en materia de población ha supuesto una presión sobre los bosques de esas zonas comparable a la de otras partes de las zonas tropicales, y se han introducido prácticas agrícolas destructivas que han desembocado en una degradación gradual del ecosistema. Sus consecuencias son la erosión del suelo y una menor infiltración en la cuenca, favoreciendo tierras abajo fenómenos como inundaciones, sequía, encenagamiento de embalses y vías navegables e irregularidad de las disponibilidades de agua para la producción de energía eléctrica, el riego, la industria y los hogares.

DESARROLLO AGROFORESTAL EN AMAZONIA se necesita asistencia internacional

La colonización por migrantes procedentes de tierras bajas muy densamente pobladas o en las que rige un sistema injusto de distribución de la tierra se realiza frecuentemente sin control alguno, pero incluso en las migraciones planificadas una insuficiente evaluación del lugar previa al asentamiento agrícola desemboca con frecuencia en un aprovechamiento inadecuado de la tierra, y la consiguiente degradación de las zonas escarpadas y de los terrenos forestales de suelos frágiles.

Desertificación de zonas semiáridas y subhúmedas

Las zonas tropicales semiáridas y subhúmedas han sido sometidas a un proceso de intensa desertificación. La sabana arbolada suele ser desmontada mediante la quema para cultivarla. Generalmente se trata de una agricultura de subsistencia, y la repetición de la quema ha desembocado en la destrucción del humus y la pérdida de la fertilidad, la estabilidad y la capacidad de retención de agua de la capa superior del suelo. Una consecuencia ha sido la desaparición de árboles de sombra y arbustos de gran utilidad. En períodos de precipitaciones superiores a la media, el aumento de población o el deseo de extender los cultivos comerciales frecuentemente impulsa al sistema de producción alimentaria a invadir los sistemas de tipo ganadero circundantes. Tal invasión acelera el proceso de desertificación, afectando tanto a las tierras agrícolas como de pastoreo. Una consecuencia inevitable es la pérdida de fertilidad del suelo y la disminución de la productividad agrícola ganadera, además de una creciente escasez de alimentos, forraje y leña.

Prioridades de la asistencia técnica por sectores de programa

Desarrollo agrosilvopastoral

Ordenación integrada de cuencas hidrográfica

Silvicultura de zonas áridas y lucha contra la desertificación

Evaluación de tierras forestales tropicales y planificación del uso de la tierra

Nivel I

Angola

Argentina

Botswana

Birmania

Bangladesh

Bolivia

Brasil

Brasil

Barbados

Brasil

Burkina Faso

Filipinas

El Salvador

Burundi

Cabo Verde

Guyana

Fiji

Comoras

Chad

Indonesia

Ghana

China

Etiopía

Nepal

Haití

Ecuador

Kenya

Panamá

India

Etiopía

Malí

Paraguay

Indonesia

Filipinas

Mauritania

Tailandia

Jamaica

Guinea

México

Zambia

Laos

Haití

Nicaragua


Madagascar

India

Níger


Rep. Dominicana

Indonesia

Nigeria


Samoa

Islas Cook

Perú


Sierra Leona

Kenya

Rep. del Camerún


Viet Nam

México

Rep. Unida de Tanzania



Nepal

Senegal



Nigeria

Somalia



Perú

Sudán



Rep. Unida de Tanzania

Uganda



Rwanda

Yemen



Sri Lanka

Yemen Democrático



Zimbabwe



Nivel II
(asistencia técnica reducida en un 50%)

Bolivia

Bangladesh

Benin

Bhután

Costa Rica

Birmania

Chile

Colombia

Côte d'Ivoire

Colombia

Djibouti

Congo

Cuba

Chile

India

Guinea Ecuatorial

Dominica

Panamá

Paraguay

Laos

Guatemala

Rep. Dominicana

República Centroafricana

Liberia

Guinea-Bissau

Tailandia

Sri Lanka

Malasia

Honduras

Trinidad y Tabago

Zimbabwe

Mozambique

Malawi



Papua Nueva Guinea

Mauricio



Rep. del Camerún

Santa Lucia



Suriname

San Vicente y las Granadinas



Venezuela

Seychelles



Zaire

Sri Lanka




Togo




Tonga




Degradación de ecosistemas forestales tropicales

La reducción de la faja de bosques tropicales, especialmente en zonas de bosques hidrófitos extensivos y bosques tropicales húmedos, puede tener efectos a largo plazo en el plano nacional y mundial, por lo que es motivo de lógica preocupación internacional. La ordenación de ecosistemas de bosques hidrófitos heterogéneos es una tarea sumamente compleja. En muchas zonas, esos bosques están siendo explotados sin haberse establecido previamente un sistema de ordenación forestal que garantice una regeneración adecuada. La repetición de cortas selectivas probablemente provoque la degradación de la estructura del bosque, como ha ocurrido en los bosques de dipterocarpos de Asia sudoriental. Los bosques hidrófitos de Africa occidental están desapareciendo al ritmo de un 5% anual. Los bosques hidrófitos tropicales en Côte d'Ivoire, que llegaron a ocupar 30 millones de hectáreas, se han reducido a sólo 4,5 millones de hectáreas. A medida que los bosques se reducen, las tierras de cultivo se extienden y se inicia un proceso de degradación acelerada.

COLINA RECIENTEMENTE REPOBLADA EN THAILANDA necesidad de regenerar las tierras erosionadas

Programa de acción sobre la función de la silvicultura en el aprovechamiento de la tierra

Los principios que se enuncian a continuación constituirán el marco conceptual en que se ejecutará el programa de acción:

· integración de la silvicultura en el sector agrícola y en programas multisectoriales;

· desarrollo rural de base amplia, con hincapié en la diversificación de las actividades económicas;

· reconocimiento de la función decisiva de los bosques en el mejoramiento de las condiciones para la producción agrícola y animal por factores como la protección contra el viento, la regulación del caudal de los ríos y la prevención de la erosión;

· provisión de beneficios económicos directos para las comunidades locales derivados de los bosques y los productos forestales y de la generación de empleo;

· ampliación de la contribución de la silvicultura a la conservación de la tierra y la prevención de procesos de desertificación.

Estos principios concuerdan con los elaborados por la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CMRADR) y la Declaración de Yakarta aprobada por el Octavo Congreso Forestal Mundial.

Desarrollo agrosilvopastoral

En las zonas de montaña con una presión demográfica media o alta, la necesidad de forraje y leña y la densidad de población hacen imprescindible plantar árboles en toda superficie de tierra que no esté cultivada (por ejemplo terrenos escarpados o pedregosos, franjas a los lados de las carreteras, barrancos y zonas próximas a ellos, etc.). Las plantaciones y los bosques naturales pueden explotarse con diversos fines como la obtención de leña, madera o resina, la apicultura, el pastoreo o la protección de los recursos hídricos.

En las llanuras inundables, zonas costeras e islas densamente pobladas, aunque la mayor parte de la tierra se dedica a la agricultura, hay una necesidad urgente de productos forestales y muchas posibilidades de introducir árboles en los sistemas agrícolas. Pueden plantarse árboles en torno a los hogares, en las lindes de los campos, a los lados de los canales y en las riberas de los ríos. Pueden cultivarse especies de rápido crecimiento en bosquecillos de explotación intensiva para la obtención de leña, forraje, y madera para la industria local. Pueden plantarse árboles para usos tan diversos como la producción de fruta, forraje, gomas y miel, para sombra y como protección contra el viento.

En tierras áridas y semiáridas se requieren muchos árboles de raíces profundas para obtener forraje, leña y materia orgánica, y como fuente de forraje en general durante los períodos de sequía. El mantenimiento de la productividad en un medio ambiente semiárido depende de que haya o no árboles. Sólo podrá realizarse el potencial de producción de leña si se cumplen factores como la acumulación de existencias, rotación de pastizales, cierre de zonas degradadas y actividades de replantación, con la comprensión y la participación de las comunidades locales y sus jefes. La densidad de población y de ganado ha alcanzado en muchas zonas niveles tales que convierten en una necesidad las plantaciones de árboles. Estas pueden comprender bosquecillos de regadío, cultivos forrajeros, cortinas protectoras y cortavientos o árboles productores de nueces y de frutas. Deben promoverse los árboles y arbustos de usos múltiples. A medida que la agricultura se hace más intensiva, aumenta la necesidad de productos forestales, como ripias de raja, piquetas de cercas, madera de cajerío y madera para secar y curar.

En los bosques tropicales húmedos de tierras bajes con fuerte presión demográfica se practican actividades agroforestales desde hace tiempo, y actualmente se están haciendo nuevos ensayos. Entre los numerosos ejemplos cabe señalar los siguientes: plantación de árboles para proporcionar sombra a las plantas de café y de cacao, formación de setos vivos, cultivo en franjas, barbecho forestal en el que se utilizan especies de rápido crecimiento, ordenación silvopastoral y sistemas agrosilvopastorales. Cuando el recurso de que se trate corra el riesgo de agotarse, la agricultura basada en la corta y quema deberá sustituirse por sistemas de cultivo y explotación agrícola sedentarios, acompañados de medidas de conservación del suelo, que permitan realizar una distribución más racional del uso de la tierra con arreglo a las características de ésta.

Ordenación integrada de cuencas hidrográficas

Política, reglamentos, financiación y sensibilización

· Teniendo en cuenta que el encenagamiento de los embalses reduce considerablemente la duración de su vida económica, es esencial estabilizar las cuencas hidrográficas. Las instituciones financieras y los planificadores de los recursos hídricos deberán estar preparados para asignar fondos a esta tarea por las considerables inversiones que están en juego.

· Dados los altos índices de crecimiento de la población y la necesidad de desarrollo, las economías nacionales requieren un desarrollo y utilización óptimos de la energía hidráulica.

· Los beneficiarios tierras abajo deben contribuir al desarrollo de las cuencas de captación y al bienestar de las poblaciones de montaña.

· Debe inducirse a los políticos y a los gobernantes, a través de los medios de difusión, grupos de presión y una información oportuna, a que tomen las medidas apropiadas para proteger las cuencas hidrográficas de montaña.

Instituciones, planificación y organización

· Las cuencas hidrográficas constituyen unidades apropiadas para planificar el aprovechamiento de la tierra y las aparas. Los programas de desarrollo rural deben basarse en este planteamiento, estableciendo una relación expresa entre los recursos de tierra y agua y entre la población y los intereses de las tierras altas y bajas.

Medidas y técnicas de aplicación

· Cuando la ineficacia de los sistemas de producción supere el umbral ambiental, será necesario aumentar la capacidad de carga de la tierra con medidas de conservación, tecnologías mejoradas y una aplicación intensiva de insumos. Frecuentemente ello entrañará una diversificación de la economía de montaña, aliviando la presión sobre la tierra con la inclusión de nuevas fuentes de ingresos no agrícolas.

· La participación de la comunidad local es fundamental para el éxito de los programas de ordenación de cuencas hidrográficas. Es preciso ensayar diversos tipos de incentivos para determinar su eficacia.

· La inestabilidad en la tenencia de la tierra y la existencia de complicados derechos de uso constituyen graves obstáculos a la estabilización de la población rural. De la solución de esos problemas depende la eficacia de los programas de ordenación de cuencas hidrográficas.

La silvicultura de zonas áridas y la lucha contra la desertificación

La solución de problemas como una producción escasa, la degradación del medio ambiente y la pobreza dependen de un aprovechamiento apropiado de la tierra, orientado hacia el logro de una producción y conservación sostenidas. A ese respecto, el elemento fundamental es la aplicación de sistemas agrosilvopastorales integrados de aprovechamiento de la tierra. Los objetivos de este componente del plan de acción son promover la capacidad tecnológica para lograr lo siguiente:

· un aumento de la producción agrícola mediante la práctica de una agricultura de secano y la adopción simultánea de medidas de protección como la plantación de cortinas protectoras cortavientos medidas de protección y ordenación de las cuencas hidrográficas y el desarrollo de los recursos hídricos;

· un aumento de la producción ganadera mediante la inclusión de árboles y arbustos forrajeros resistentes a la sequía en los planes de forestación y ordenación de pastizales;

· una ubicación adecuada de los abrevaderos y una ordenación de los recursos hídricos apropiada;

· una reducción del déficit de energía aumentando la productividad de los recursos madereros existentes estableciendo plantaciones y bosques de granja y mejorando la conversión y utilización de los combustibles a base de madera;

· el establecimiento de fuentes alternativas de empleo y la diversificación de los ingresos de la población rural. mediante el mejoramiento de la explotación forestal con arreglo al criterio de fines múltiples.

Evaluación de las tierras forestales tropicales y planificación del aprovechamiento de la tierra

Se ha reconocido que las tierras forestales tropicales seguirán siendo desbrozadas en cierta medida para utilizarlas con fines no forestales entre ellos la agricultura. Por lo tanto la línea de acción propuesta entrañará un aumento de la productividad actual de las tierras agrícolas y de pastoreo al mismo tiempo que se reduce al mínimo la transformación de las tierras forestales en agrícolas y se asegura que no se utilizarán tierras inadecuadas para usos no forestales. Ello requiere una evaluación de las tierras forestales la determinación de los diversos usos de la tierra inclusive los usos múltiples y la preparación de planes para una mejor ordenación de los bosques así delineados. Entre las actividades que habrá que llevar a cabo se pueden señalar las siguientes:

· elaboración y ejecución de políticas de aprovechamiento de la tierra;

· establecimiento y definición de los criterios relativos a los diversos usos de la tierra y elaboración de planes de aprovechamiento de la tierra en los que se señalen las zonas forestales que se han de conservar y ordenar y las que podrán dedicarse a otros fines;

· desarrollo mediante actividades de investigación y demostración de sistemas de ordenación forestal inclusive los de usos múltiples de ecosistemas de manglares;

· capacitación de personal en planificación elaboración y ejecución de planes de aprovechamiento de la tierra.

2 - Desarrollo basado es los bosques

Anualmente se destruyen más de 11 millones de hectáreas de bosques tropicales de lo que con frecuencia se culpa a las industrias forestales. Esas tierras se destinan sin embargo a la agricultura migratoria a la agricultura sedentaria o a la construcción. Además todos los años se apean cerca de 3 000 millones de m3 de bosques en el mundo de los cuales casi la mitad en las zonas tropicales. El 85% de los árboles talados en las zonas tropicales es para obtener leña y sólo el 15% para explotar industrialmente la madera. Esa cifra comprende los apeos en plantaciones industriales y los realizados para la exportación de madera en rollo destinada a industrias de otros países. Las características de la explotación forestal varían mucho según que se realice para la exportación o para la industria local. Normalmente esta última causa menos daños en el medio ambiente

Un bosque sin industria carece casi totalmente de valor financiero para un gobierno aunque pueda tener un valor social y ambiental/ ecológico considerable. La iniciación de una actividad industrial basada en los bosques representa una contribución activa al desarrollo y entraña beneficios sociales uno de los cuales es la generación de ingresos tanto para el gobierno como para la población local, lo que a su vez representa un incentivo para proteger el bosque y mantener y aumentar el rendimiento financiero y económico que de él puede obtenerse. Por otra parte, asegura una ordenación apropiada del bosque, a fin de que pueda proporcionar un volumen constante de materia prima a la industria, teniendo debidamente en cuenta los aspectos ambientales. En realidad, este tipo de actividad industrial necesita mantener su base de materia prima y reducir al mínimo el impacto de su establecimiento en el medio ambiente. La creación de industrias forestales también puede contribuir a la conservación y desarrollo de los recursos mediante el establecimiento de plantaciones en tierras marginales deforestadas.

Al examinar la cuestión de las industrias forestales, frecuentemente se parte del supuesto de que sólo son importantes los productos a base de madera, como la madera en rollo, la madera aserrada, los paneles a base de madera, la pasta de madera y el papel, tendiéndose a descartar como insignificantes otros productos de las industrias forestales. Aquellos productos son indudablemente los más importantes en el plano mundial, pero otros pueden tener suma importancia en el plano nacional.

Pueden obtenerse de los bosques importantes productos distintos de la madera, por ejemplo productos para usos navales, goma arábiga, tanino, corcho, miel, setas, jugos de frutas, cueros y pieles, etc., por no mencionar sino los más evidentes. Esos productos también han de tenerse en cuenta en el desarrollo de las industrias de base forestal, ya que su importancia y contribución económica al desarrollo local pueden ser sumamente importantes.. De hecho, la principal preocupación en este contexto no deberá ser el mero establecimiento de industrias forestales, sino la contribución que puedan aportar al desarrollo local y/o nacional.

Asistencia para el desarrollo de las industrias forestales

Todas las regiones y países con recursos forestales suficientes para establecer industrias en ese sector necesitarán asistencia para el desarrollo. En los próximos diez años, las necesidades estimadas de recursos para la ejecución del programa de acción son los siguientes (en miles de dólares EE.UU.):

Concepto

Contribución de los donantes

Contribución de los gobiernos

Total

Asistencia técnica

20 000

10 000

30 000

Cursos y manuales de capacitación

7 000

3 000

10 000

Proyectos experimentales

15000

14000

29000

Investigaciones tecnoeconómicas

1 000

-

1 000

Total

43 000

27 000

70 000

Cabria añadir como complemento que las necesidades totales de inversiones en industrias forestales en países tropicales se estiman en unos 250 000 millones de dólares en el próximo decenio, lo que comprende infraestructura, nuevas instalaciones, reinversiones y rehabilitación de antiguas fábricas.

Estas inversiones se refieren a las instalaciones de elaboración. A ellas deben añadirse las necesarias para el desarrollo de los recursos forestales destinados a las industrias. El Banco Mundial estima en 1225 millones de dólares EE.UU. el costo de un programa quinquenal de inversiones (1987-91) sobre aprovechamiento forestal con fines industriales en 25 países tropicales seleccionados después de haber realizado un análisis de la disminución de las exportaciones y el aumento de las importaciones de productos forestales y las posibilidades de una repoblación forestal acelerada con fines industriales y una mejor ordenación de los bosques.

Las industrias forestales y el desarrollo rural

La organización de la población rural para la realización de actividades de desarrollo es uno de los principales atractivos que ofrece el establecimiento de ese tipo de industrias. Cuando se establecen de manera apropiada, contribuyen al desarrollo rural de diversas maneras. En primer lugar, el hecho de estar ubicadas cerca de los bosques o dentro de ellos contribuye a reducir la migración de la población rural hacia los centros urbanos en busca, a veces vanamente, de empleo. En segundo lugar, el hecho de retener a la población en las zonas rurales, además de introducir nuevas actividades, tiende a mantener la contribución de todos los miembros a los ingresos de la familia ya que, por ejemplo, se obtienen alimentos por la práctica de la horticultura, la cría de animales domésticos o de una agricultura en pequeña escala por los miembros de la familia que no se han empleado en las nuevas industrias. En consecuencia, las nuevas oportunidades de empleo existentes para los varones no entrañan una reducción de los ingresos obtenidos o de la contribución aportada por los otros miembros de la familia, a diferencia de lo que suele ocurrir cuando todo el grupo familiar se traslada a la ciudad.

Además de crear puestos de trabajo, las industrias forestales con su mera presencia, pueden generar considerables actividades económicas. La necesidad de servicios por las propias industrias y por las personas empleadas sirve de estimulo para abrir comercios, talleres, etc., que a su vez proporcionan más empleo, capacitación e ingresos.

Las industrias forestales y el desarrollo nacional

ACTIVIDADES DE CONSTRUCCION EN LAS ZONAS RURALES DE JAMAICA las actividades forestales pueden frenar /a migración a /as zonas urbanas

El establecimiento de industrias basadas en los bosques no sólo tiene repercusiones en las comunidades rurales. Su impacto tiene también un alcance nacional. Por ejemplo, la construcción de aserraderos permite establecer instalaciones de elaboración secundaria de la madera para la producción de muela bies y materiales de construcción, lo que contribuye a generar empleo en las zonas rurales y en las urbanas. :

El establecimiento de industrias forestales también ofrece posibilidades de obtener ingresos en moneda extranjera o, si la producción se consume en su totalidad dentro del país, economizar divisas. Puede tenerse idea de su magnitud si se considera que en 1982 los :países en desarrollo: exportaron madera en rollo y productos de madera por valor de 7100 millones de dólares EE.UU. Por otra parte, los países en desarrolla gastaron divisas por valor de 10100 millones de dólares en productos de madera importados durante ese ano.

Si se redujeran las exportaciones de madera en rollo para la industria y al menos una parte se transformara en los propios países en desarrollo en madera aserrada para la exportación, podrían hacerse importantes economías por el hecho: de aumentar el valor agregado respecto de las exportaciones de trozas.

La pasta y: el papel son sin duda los productos: que representan mayores gastos de importación, ya que en 1982 ascendieron a 5 300 millones de dólares en comparación con unas exportaciones por valor de 1 100 millones de dólares. No obstante, teniendo en cuenta que esta industria utiliza gran densidad de capital y que los mercados son pequeños en la mayor parte de los países en desarrollo, es muy dudoso que pueda cambiar de manera considerable la estructura mundial de las importaciones y las exportaciones de pasta y de papel en los países en desarrollo, si bien cabe prever algunos cambios en determinados países o grupos de países.

Independientemente de los productos afectados por esos cambios, cabria señalar, como ejemplo de las posibles consecuencias, que si el valor de las exportaciones de productos de madera de los países en desarrollo pudiera aumentarse en un tercio y reducirse el de las importaciones en la misma proporción, el valor neto de tales cambios representaría unos 5000 millones de dólares EE.UU. por año, a los precios de 1982.

Problemas específicos y soluciones posibles

En los últimos diez años aproximadamente, los esfuerzos de industrialización se han concentrado en gran parte en la introducción de una tecnología adecuada a las condiciones de los países en desarrollo.

Generalmente, se ha entendido que ello consistía en la creación de pequeñas unidades de producción de gran densidad de mano de obra y poco complejas. Su resultado ha sido la formulación de directrices y orientaciones frecuentemente tan inadecuadas como el criterio de establecer en los países en desarrollo industrias forestales basadas en modelos de los países industrializados. Este último enfoque parte del supuesto de que se dan las mismas condiciones en unos y otros países, mientras que el primer planteamiento se basa en el supuesto de que las condiciones son idénticas en todos los países en desarrollo. Además, en ninguno de los dos casos se reconoce que la tecnología elegido ha de adaptarse a las necesidades del mercado y a la necesidad de competitividad de la industria forestal que va a establecerse. En consecuencia, la labor de evaluación, adaptación y transferencia de una tecnología apropiada para las condiciones y las necesidades de un país en desarrollo determinado es una etapa muy importante en el proceso de establecimiento de las industrias forestales.

Sin embargo, la selección de la tecnología apropiada no es en si misma la solución al problema que, de hecho, es mucho más profundo.

Los países desarrollados poseen en general un sólido sector privado, un marco institucional bien desarrollado y eficaz, y una estructura gubernamental estable que ejerce un control adecuado sobre aspectos como el bienestar social, las políticas de crédito y los tipos de interés. Además, la distribución de los ingresos no es excesivamente desequilibrada. Por el contrario, los países en desarrollo suelen tener un sector privado débil que es incapaz de satisfacer grandes necesidades de inversión, una distribución desequilibrada de los ingresos y un marco institucional insuficiente. Las políticas de crédito, los tipos de interés y otras cuestiones conexas son afectadas por las presiones inflacionistas y por los organismos extranjeros de crédito en mayor medida que en los países desarrollados. La debilidad del marco institucional también influye en el alcance del control que los gobiernos pueden ejercer o mantener sobre cuestiones de política forestal como la utilización de concesiones forestales. La disponibilidad limitada de divisas también puede tener graves efectos en el desarrollo industrial de esos países.

Algunas de las limitaciones que influyen en el éxito o han sido la causa del fracaso de los esfuerzos de desarrollo industrial basado en los bosques, además de la falta general de infraestructura, son las siguientes:

· financieras;
· falta de suministros de madera suficientes;
· falta de mercados nacionales adecuados, e insuficiente capacidad de comercialización;
· falta de personal capacitado e insuficiente capacidad de gestión;
· problemas institucionales;
· falta de participación de la población local;
· (imitaciones que impiden la modernización de las instalaciones actuales para aumentar su competitividad, y falta de piezas de repuesto.

Estructura del programa de acción

El programa de acción constará de los siguientes elementos prioritarios:

· intensificación de la ordenación y desarrollo de los recursos;
· desarrollo de sistemas apropiados de extracción de la materia prima;
· establecimiento y gestión de industrias forestales apropiadas;
· reducción de los desperdicios;
· aumento de la capacidad de comercialización de los productos de las industrias forestales.

NUEVA RUTA MADERERA EN PAPUA NUEVA GUINEA construir sólo los caminos forestales necesarios

Mejoramiento de la gestión y desarrollo de los recursos

La asistencia técnica en esta esfera se concentrará en una serie de importantes cuestiones de desarrollo. Lo fundamental será ayudar a los países a mantener o aumentar la productividad de los bosques con miras a satisfacer a largo plazo las necesidades locales, regionales, nacionales y de exportación. Por lo tanto, tendrá gran prioridad la asistencia técnica prestada para determinar el régimen de tenencia de las tierras forestales y la preparación de directrices relativas al uso de la tierra y a acuerdos de concesión y aprovechamiento de tierras forestales.

Se prestará atención especial al desarrollo de sistemas de gestión y ordenación de los bosques naturales que garanticen la productividad futura de éstos y la estabilidad del medio ambiente, y que al mismo tiempo sean económicamente viables. Aunque la ordenación de los bosques naturales seguirá teniendo gran prioridad, el establecimiento y explotación de plantaciones formarán en muchos casos parte de las actividades Las plantaciones industriales permitirán reducir la presión que se ejerce sobre los bosques naturales; la tecnología necesaria entraña menos incertidumbre, y los fondos son más fáciles de obtener que los necesarios para la ordenación de los bosques naturales. Cuando proceda, se prestará atención al desarrollo y producción de recursos forestales no madereros.

Métodos apropiados de extracción de materia prima

La escasez de personal capacitado es una de las principales limitaciones de la explotación de la madera en los países en desarrollo, por lo que habrá que conceder especial atención a la capacitación de personal a todos los niveles. En consecuencia, será necesario elaborar programas especiales, considerando la introducción de sistemas de extracción apropiados que reduzcan al mínimo los daños causados a los bosques, permitan aumentar la producción de trozas, reducir los costos y aumentar la productividad.

Ello se logrará estableciendo centros regionales de investigación en este sector, que desarrollen una actividad tanto de investigación como de formación de capataces e instructores, y ayudando a los pocos centros nacionales de capacitación en esta actividad a aumentar su capacidad para formar capataces, técnicos y trabajadores forestales.

Además, deberán organizarse cursos de capacitación sobre temas especiales como la planificación, proyecto, trazado y construcción de caminos forestales, dirección de las actividades de corta, seguridad y ciencia del trabajo forestal y utilización de los residuos forestales.

Industrias forestales apropiadas

El establecimiento y gestión de industrias forestales apropiadas para el desarrollo general y adecuadas al marco sociocultural de un país tropical abarca numerosas cuestiones interrelacionadas. Los elementos básicos son la disponibilidad de materias primas, recursos humanos consistentes en trabajadores y personal directivo capacitados, capital, tecnología y mercados. Los factores infraestructurales, inclusive los arreglos para una participación activa de la población rural, son requisitos básicos para el desarrollo de industrias forestales apropiadas.

Las actividades que es preciso llevar a cabo en los países tropicales para el establecimiento y gestión de industrias forestales apropiadas son, entre otras, las siguientes:

· prestación de asistencia en la planificación, evaluación y seguimiento de los proyectos industriales para facilitar su financiación;

· capacitación a todos los niveles, inclusive el mejoramiento de la capacidad de gestión;

· rehabilitación, reforzamiento y reestructuración de las industrias existentes con arreglo a la evolución de las condiciones;

· obtención del apoyo institucional para las actividades industriales;

· participación de la población rural en las actividades industriales.

Reducción de los desperdicios

Generalmente la actividad forestal y de las industrias forestales producen residuos en cantidad proporcional a la eficacia de las operaciones. Que los residuos se conviertan en desperdicios depende de que se pueda o no utilizarlos.

Los residuos de las operaciones realizadas en los bosques naturales y en los primeros aclareos de las plantaciones son los que requieren atención en los países tropicales. Dada su heterogeneidad, tales residuos se convierten con frecuencia en desperdicios si no se toman medidas para aprovecharlos.

Las medidas que es preciso tomar son las siguientes:

· diseñar y establecer industrias capaces de utilizar troncos pequeños y residuos;

· participación de la población local en la recogida y utilización de los residuos como materia prima para las industrias artesanales;

· desarrollo de usos energéticos apropiados como aglomeración de serrín, producción de carbón vegetal, elaboración para centrales generadoras de energía;

· promoción de industrias de elaboración basadas en la utilización de residuos;

· organización de actividades de capacitación y demostración del manejo, almacenamiento y utilización de residuos.

Desarrollo de la capacidad de mercadeo

Es preciso advertir más claramente que el mercadeo es una de las funciones básicas de las industrias forestales en los países tropicales, cuyos vínculos con otras funciones deben reforzarse. En consecuencia, habrán de tomarse medidas encaminadas a lograr una mejor percepción de la importancia del mercadeo como medio de mejorar la eficiencia de la industria. Además, se desarrollará y reforzará la capacidad de mercadeo de las industrias y el marco institucional que le sirve de apoyo mediante la capacitación, la demostración y la asistencia financiera.

En el marco de este elemento prioritario, se tomarán medidas encaminadas a lograr los objetivos siguientes:

· mejorar la percepción de la importancia que tiene el mercado en las actividades de las industrias forestales que trabajan tanto para el mercadeo interno como para la exportación;

· proporcionar una capacitación apropiada para la comercialización de los productos de las industrias forestales;

· intensificar los esfuerzas cooperativos y reforzar la base infraestructural necesaria para facilitar servicios de mercadeo a las pequeñas industrias y a las comunidades rurales que recogen y elaboran productos forestales;

· establecer servicios nacionales de información sobre el mercado para las industrias forestales de los países tropicales;

· desarrollar y reforzar las actividades de promoción, estructurar los conductos de distribución y mejorar los sistemas de clasificación y normalización;

· prestar asesoramiento en materia de política comercial, especialmente con miras a proteger los mercados locales contra el abaratamiento anormal.

3 - Leña y energía

La ejecución de un programa de acción prioritaria sobre leña y energía se justifica por la situación y los problemas de los países tropicales en desarrollo:

· para unos 2 000 millones de personas, en su mayor parte campesinos, pero también muchos habitantes de las ciudades, la leña es la fuente principal o única de energía para cocinar los alimentos y calentarse;

· el 90% de toda la leña recogida anualmente se utiliza para generar energía: representa más de las dos terceras partes del consumo total de energía en 24 países tropicales, 16 de los cuales forman parte del grupo de países menos adelantados;

· el aumento de la demanda de leña derivado del crecimiento de la población es un factor que agudiza el problema de la deforestación de los bosques tropicales, que representa 11,3 millones de hectáreas por año, a lo que deben añadirse amplias superficies de tierras en proceso de degradación acelerada. La consiguiente destrucción de ecosistemas frágiles constituye una amenaza alarmante para el potencial agrícola y la producción de alimentos;

· en 1980, 100 millones de personas, la mitad de ellas en Africa, padecían grave escasez de leña; otros 1000 millones, en su mayor parte en Asia, sólo pudieron satisfacer sus necesidades de energía mediante una utilización excesiva de toda la biomasa disponible en su medio ambiente;

· a medida que disminuyen los suministros, la satisfacción de las necesidades diarias de combustible, incluso mínimas, representa una carga física y económica cada vez mayor para las personas que dependen de la leña. Muchas personas no pueden asegurarse suficientes alimentos cocinados para evitar el hambre y la malnutrición;

· en los próximos dos decenios ninguna fuente alternativa de energía podrá ofrecer un sucedáneo de la leña en cantidad suficiente para reducir apreciablemente el grado de dependencia;

· en los lugares en que hay o podría crearse un superávit de leña, la dendroenergía puede aportar una contribución importante al desarrollo rural e industrial y a la autosuficiencia energética de los países.

Satisfacer las necesidades de energía de quienes dependen de la leña es mucho más que una cuestión energética; es esencial para mantener un medio ambiente estable en amplias zonas de los trópicos. La degradación acelerada de la situación en materia de leña hace necesario emprender inmediatamente una acción en gran escala, y cuanto antes se haga tanto más eficaz y más económico resultará el esfuerzo. A este respecto, el momento y la escala son factores críticos. La escasez de leña no es sólo un problema de supervivencia, sino también de pobreza y desarrollo; cualquier solución puede contribuir considerablemente al bienestar de los que no tienen fuentes alternativas de energía empleo e ingresos.

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Fuentes de energía Nuevas y Renovables celebrada en Nairobi en 1981 se destacó la leña como sector de acción prioritario, lo que se ha repetido posteriormente en muchas reuniones internacionales, como el 21° periodo de sesiones de la Conferencia de la FAO. Las medidas tomadas hasta la fecha no están a la altura del problema. Es indispensable un alto nivel de prioridad y compromiso político.

Posibles soluciones

El análisis precedente y la experiencia adquirida recientemente indican con claridad las medidas que es preciso tomar:

· cuando los árboles restantes pueden seguir proporcionando cantidades considerables de leña, deberá prestarse atención prioritaria a su protección y ordenación y a las condiciones de acceso. Se requieren esfuerzos especiales para establecer la infraestructura necesaria y aumentar la productividad de la vegetación leñosa natural. La integración de los recursos existentes en la planificación del aprovechamiento de la tierra con fines agrícolas/forestales y el aumento de la productividad de los sistemas agrícolas hará que el incremento de la producción alimentaria dependa menos de la ampliación de la superficie de las tierras actualmente cubiertas de árboles;

· para crear recursos de leña adicionales, deberá otorgarse prioridad a la multiplicación de pequeños bosquecillos y a la plantación de árboles en las proximidades del lugar de residencia de los usuarios. La multiplicidad de los productos obtenidos de los árboles como leña, madera, forraje, alimentos y protección del medio ambiente deberá estimular el interés de la población en las actividades de plantación;

· es esencial desarrollar criterios económicos que ofrezcan estimulo a los agricultores para invertir en la plantación de árboles para la producción de leña con fines comerciales. Deben considerarse los aspectos relacionados con la producción, además de la organización de los mercados, los mecanismos de los precios, una distribución equitativa de los ingresos y los beneficios, actividades de extensión y apoyo orgánico;

· la participación masiva de la población es esencial para el éxito de cualquier programa de leña. Ningún gobierno o institución puede abarcar por si solo los costos y las dimensiones de los programas necesarios para resolver el problema de la leña. La información, la motivación y la extensión basadas en investigaciones socioeconómicas apropiadas de las necesidades y aspiraciones de la población son esenciales;

· la realización simultánea de actividades encaminadas a incrementar los suministros, economizar energía y conservar los recursos naturales es un modo apropiado de mostrar a la población cómo aumentar su capacidad para actuar directa y pertinentemente en su propio contexto cultural y socioeconómico;

· teniendo en cuenta que un amplio grupo de usuarios de leña son campesinos sin tierra y pobres, deben hallarse los medios para salvaguardar su acceso a los suministros y su participación en los beneficios derivados de los programas de leña, los que pueden consistir en darles acceso a tierras donde cultivar alimentos y árboles para leña;

· se requieren diversos criterios en relación con el abastecimiento de las ciudades y otros mercados, y la satisfacción de una demanda rural fundamentalmente de subsistencia, haciendo hincapié en la plantación de árboles en las aldeas y las explotaciones agrícolas para satisfacer esta demanda, y en las actividades comerciales en lo que respecta a los suministros.

Zonas prioritarias en las que se registran graves déficit de leña


Grave escasez

Déficit

Déficit potencial

Africa

· Botswana

· Angola

Côte d'Ivoire


· Burkina Faso

· Benin

Ghana


Burundi

Gambia

· Sierra Leona


Cabo Verde

· Guinea

Zimbabwe


Comoras

· Madagascar



· Chad

· Malawi



Djibouti

· Mozambique



· Etiopía

Nigeria



· Kenya

Rep. del Camerún



Lesotho

· Rep. Unida de Tanzania



· Malí

Senegal



Mauricio

Togo



Mauritania

Uganda



· Níger

· Zaire



· Rwanda

Zambia



· Somalia




· Sudán




Swazilandia



Cercano Oriente


Yemen




Yemen Democrático


Asia

· Afganistán

Bangladesh

· Birmania


· Nepal

Filipinas




India




Indonesia




Pakistán




Sri Lanka




Tailandia




Viet Nam


América Latina

Bolivia

Brasil

Argentina


El Salvador

Colombia

Venezuela


· Haití

Cuba



Jamaica

Chile



Perú

Ecuador




· Guatemala




México




· Paraguay




Rep. Dominicana


Nota: El subrayado indica un país clasificado por las Naciones Unidas como menos adelantado y/o más gravemente afectado.

· Indica que a comienzos del decenio de 1980 la leña representaba más de las dos terceras partes de; consumo total de energía primaria de un país.

Programa de acción sobre leña y energía

Tanto la naturaleza como la magnitud del problema de la leña/energía rural son complejos. La estabilidad del medio ambiente del que depende la vida, y la contribución múltiple de los árboles a la economía rural no pueden separarse del marco general del desarrollo rural. Afortunadamente es posible mejorar el suministro, la distribución y la utilización de la leña. A diferencia de otras formas de energía, no se requiere nueva tecnología, aparte la adaptación de las técnicas forestales tradicionales a las necesidades y posibilidades locales. Se trata de adaptar y difundir tecnologías maduras y movilizar los recursos necesarios para un esfuerzo en gran escala. El momento y el alcance de la acción son los factores decisivos.

Estrategia mundial

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Fuentes de Energía Nuevas y Renovables seleccionó la leña y la energía rural como sector prioritario de acción. En el Programa de Acción de Nairobi se identificaron las cuatro líneas principales de acción plenamente aplicables a las situaciones prevalecientes en los trópicos.

Costo durante diez años del programa de acción sobre leña y energía (en millones de dólares EE.UU.)

Nivel mundial

· Programa de asistencia para el fomento de la leña, evaluaciones del sector de la dendroenergía y desarrollo del programa

1,13

Nivel regional

· Programas regionales de capacitación y demostración: Africa, Asia, América Latina

9,00

· Programa interregional de intensificación de las investigaciones y el desarrollo de la dendroenergía

4,00

Nivel nacional

Apoyo a los programas nacionales de leña


- asistencia preparatoria: 25 países

130,00

- inversiones: 60 países

10 000,00

entre los cuales, un programa acelerado para 23 países, con un costo estimado por el Banco Mundial en 1300 millones de dólares EE.UU. durante el periodo 1986-90


· Desarrollo de la dendroenergía comercial

9,00

Total

10 153,13

Necesidades financieras del programa de acción sobre leña y energía (en dólares EE.UU.)

· actividades de desarrollo del programa: misiones de evaluación y formulación de las necesidades de leña en los países para identificar las necesidades de asistencia a los programas nacionales de leña (25 países)

750 000

· reuniones de grupos de trabajo especiales, inclusive el viaje de nueve expertos de países en desarrollo; aproximadamente

200 000

· fondos para sufragar los gastos de asesoramiento en la preparación de las reuniones anuales

80 000

· informes y publicaciones, inclusive los de la secretaria

100 000

Total

130 000

Actividades encaminadas a aumentar el suministro de madera para la generación de energía

· Proteger y explotar de manera más intensiva los recursos existentes en todas las formaciones forestales
:naturales; dejar reposar las zonas sometidas a explotación excesiva; utilizar toda la biomasa disponible, inclusive los residuos, y aplicar técnicas de explotación : activa, aun en los bosques de poca calidad para la producción de energía;

· plantar más árboles :para obtener leña; incrementar masivamente el empleo de árboles polivalentes de rápido: crecimiento en :los sistemas de aprovechamiento de las tierras no forestales, en las explotaciones agrícolas y las comunidades rurales y en zonas no convencionales fundamentalmente mediante actividades de autoayuda llevadas a cabo por los usuarios de la leña producida.

Actividades orientadas a la conservación y la eficiencia

· Organizar la distribución y el mercadeo; lograr un acceso estable a los suministros disponibles y una utilización más económica de ellos; organizar e'' suministro de recursos más lejanos para hacer frente a situaciones de escasez en el plano local; garantizar una remuneración equitativa de los productores como incentivo para nuevas: inversiones

· utilizar la energía de modo más eficaz. Reducir el nivel de consumo utilizando tecnologías de conversión mejoradas durante todo el proceso, que comprende desde una mejor preparación del combustible y una mayor eficiencia en la fabricación del carbón vegetal, hasta la utilización de mejores cocinas y otros dispositivos de usos finales tanto en el hogar como en las industrias.

Medidas tendientes a diversificar los suministros y el uso de energía

· Sustituir o complementar la dendroenergía con otras formas de energía, sean tradicionales o renovables, prestando atención especial a la capacidad de los usuarios finales para asimilar los cambios tecnológicos y sufragar los gastos que ello entraña;

· aumentar la producción comercial de energía a base de madera, como el carbón vegetal destinado a los mercados urbanos o industriales, la electricidad u otros tipos de energía para aplicaciones rurales cuando haya - o pueda crearse - superávit de madera.

Necesidades de asistencia para el desarrollo

No cabe exagerar la magnitud y complejidad de las medidas que es preciso adoptar para satisfacer las necesidades de las poblaciones que siguen dependiendo de la leña.

La complejidad del problema hace que sea absolutamente necesario respetar las numerosas interrelaciones de la silvicultura, la agricultura, el medio ambiente y la energía en las zonas tropicales. Una asistencia para el desarrollo bien orientada puede contribuir decisivamente a proporcionar el apoyo necesario para el fortalecimiento de las capacidades de los países y para estimular logros concretos que puedan servir por lo menos como base de demostración para una difusión más amplia.

PLANTACION DE ARBOLES PAPA LEÑA AL BORDE DE LAS CARRETERAS DE TANZANIA una solución a un grave problema

4 - Conservación de ecosistemas forestales tropicales

Los objetivos principales de este programa de acción son los siguientes:

· evitar la pérdida o degradación de los recursos de bosques tropicales, al mismo tiempo que se promueve el desarrollo y el aprovechamiento racional de los recursos naturales existentes;

· promover la utilización sostenida de ecosistemas forestales tropicales, estén o no explotados, para la producción de madera, de modo que se salvaguarden los recursos genéticos que contienen;

· estimular y facilitar la ordenación integrada de ecosistemas forestales tropicales para la producción de flora y fauna silvestres y cultivos no arbóreos, perturbando en la menor medida posible los ecosistemas y los recursos genéticos silvestres que contienen;

· promover la conservación y gestión de muestras de ecosistemas como reservorios de diversidad de especies.

Si estos criterios se hubieran aplicado debidamente en el pasado, no seria necesario tomar actualmente medidas correctivas urgentes para la rehabilitación de las cuencas hidrográficas, el suministro de leña y la constitución de existencias de madera industrial, y muchos miles de millones de dólares podrían haberse dedicado a otros fines. Si no se protegen ahora los ecosistemas y sus recursos genéticos, no se podrá en el futuro satisfacer las necesidades ni superar las dificultades.

Costo durante diez años del programa de acción sobre conservación(en millones de dólares EE.UU.)

· Establecimiento de redes nacionales de zonas protegidas

300

· Planificación y ordenación de zonas protegidas

150

· Conservación de recursos genéticos, con especial referencia a la conservación in situ

61

· Investigaciones en materia de ordenación para una producción sostenida

150

Total

661

Los hechos que se indican a continuación demuestran la necesidad de adoptar medidas urgentes:

· los bosques tropicales se reducen en más de 11 millones de hectáreas por año;

· esta disminución es selectiva. Algunos tipos de bosques, como los bosques hidrófitos de la costa oriental de América del Sur y los bosques de Madagascar han desaparecido casi totalmente; una gran proporción de otros, como los riquísimos bosques de dipterocarpos de las tierras bajas de Asia sudoriental y el bosque claro de la sabana de Africa occidental, se han deteriorado gravemente;

· sólo menos del 5% de los bosques densos productivos se explota de manera satisfactoria para la producción sostenida de madera;

· sólo el 3% de la superficie cubierta de bosque denso está contenido en parques nacionales u otras zonas protegidas, que en muchos casos solo están teóricamente protegidos;

· el Cuadro de expertos de la FAO en recursos genéticos forestales han identificado 81 especies forestales amenazadas que requieren una acción prioritaria, y varios cientos de otras especies necesitan atención especial. En pocos casos la conservación se ha considerado satisfactoria;

· ha desaparecido totalmente la vegetación en extensísimas superficies de suelos frágiles de cuencas de captación y zonas áridas.

Cuestiones principales

Hay siete cuestiones principales que requieren atención.

1. Es urgente y general la necesidad de elaborar y aplicar métodos de ordenación forestal sostenida en los bosques que no son objeto de una explotación controlada.

2. Teniendo en cuenta la rápida destrucción o alteración de los bosques tropicales, es urgente seleccionar y delimitar una serie de zonas protegidas que comprendan la amplia gama de variación de los ecosistemas tropicales y los recursos genéticos de especies de valor socioeconómico actual o potencial. 3. Es necesario garantizar la permanencia de las zonas protegidas actuales y futuras mejorando la legislación, adoptando las disposiciones administrativas necesarias para aplicar las leyes, y ordenando las zonas protegidas;

4. Los parques nacionales y otras zonas protegidas deberán tratarse en conformidad con el tipo de utilización de las tierras circundantes, y deberán organizarse y administrarse de un modo aceptable para la población local y en beneficio de ella.

5. Se deberán elaborar y aplicar métodos que permitan utilizar los bosques para la producción sostenida de madera, alimentos y otros productos no madereros.

6. Se han de ampliar los conceptos de política de conservación y de ordenación con fines de conservación, para incluir en ellos el mantenimiento de la variación intraespecífica de las especies que tienen una importancia socioeconómica actual o potencial, y adoptar medidas encaminadas a conservar lo más posible la variación de otras especies cuyas cualidades no se conocen.

7. Es preciso establecer vínculos más estrechos entre las políticas de conservación de ecosistemas y de los recursos genéticos, por una parte, y las medidas tendientes a facilitar la regeneración de la vegetación natural para proteger el suelo y las cuencas de captación, por la otra.

Principales problemas y posibles soluciones

Necesidad de seleccionar y establecer zonas protegidas como parte de redes nacionales y regionales. La selección de zonas protegidas para la conservación de la flora y la fauna silvestres o ecosistemas, y de zonas para la conservación de recursos genéticos, se basa en sus características inalteradas. Por ejemplo, porque son el mejor ejemplo de un ecosistema particular, porque son muy ricas en especies, porque contienen una concentración de especies endémicas o porque mantienen a poblaciones con una amplia gama de genotipos. Puede haber alternativas si se trata de elegir un ejemplo típico de ecosistema, pero en los otros casos puede haber sólo una zona apropiada.

Por lo tanto, lo mejor seria que la selección de las zonas que van a ser objeto de protección se realizara antes de tomar decisiones relativas a la dedicación del bosque a otros usos. También debería hacerse basándose en una encuesta nacional o regional que determine la gama completa de variación de los ecosistemas de que se trate y las especies que han de conservarse, y permita seleccionar después un sistema de zonas protegidas para salvaguardar una muestra razonable de esa gama de variación.

Necesidad de reunir la información básica para la conservación de germoplasma. Es preciso incrementar los conocimientos científicos básicos sobre las plantas tropicales que constituirían una base apropiada para el establecimiento y manejo de reservas de germoplasma in sita. De hecho, muchas plantas tropicales están desapareciendo sin que se haya entendido o investigado debidamente su utilidad potencial. Es urgente la necesidad de iniciar y completar encuestas botánicas básicas sobre la diversidad y la distribución de las plantas, e iniciar y completar investigaciones a fin de determinar qué medidas son necesarias para conservar la variación intraespecífica de cualesquiera especies, inclusive las que tienen una importancia económica actual.

Necesidad de integrar la planificación de zonas protegidas en la planificación general y regional del aprovechamiento de la tierra. Toda red satisfactoria y eficaz de zonas protegidas deberá integrarse desde un principio en la planificación nacional c regional del aprovechamiento de la tierra. Necesariamente será deficiente si se hace a posteriori.

Necesidad de integrar la ordenación de zonas protegidas y la conservación de recursos genéticos en el desarrollo rural, y de lograr la participación de las comunidades rurales. Con demasiada frecuencia en el pasado, la ordenación de zonas protegidas no ha sido objeto de una planificación armoniosa y que estuviera en relación con la de las zonas circundantes. Se ha prestado poca atención al uso que se daba a la tierra antes de establecer la zona protegida, y en la actividad de ordenación incluso pueden haberse suprimido derechos tradicionales o desplazado a población indígena.

REPOBLACION FORESTAL DE LA LADERA DE UNA MONTAÑA EN VIET NAM rehabilitación de ecosistemas tropicales

También ocurre frecuentemente que las zonas protegidas sean demasiado pequeñas para conservar su valor, a menos que estén rodeadas de tierras objeto de un aprovechamiento menos intensivo (frecuentemente denominadas zonas tapón). Tal práctica puede permitir, por ejemplo, la trashumancia del ganado en determinadas estaciones.

Los campesinos que viven en las zonas protegidas y en torno a ellas deberán beneficiarse de esa protección, además de entenderla y aceptarla, factor éste que ha de tenerse en cuenta en las actividades de planificación y ordenación.

Falta de incentivos para la conservación de ecosistemas y recursos genéticos. Frecuentemente la población local carece de incentivos económicos para apoyar el establecimiento de zonas protegidas. La utilización de éstas redunda en beneficio de la población urbana o, en el caso de los recursos genéticos, incluso de personas de otros países y regiones. Con demasiada frecuencia las zonas protegidas no aportan beneficio directo alguno, ingresos o empleo para la población local, que incluso puede haber resultado perjudicada por la creación de la reserva. Una solución es combinar la protección con un aprovechamiento controlado de la flora y fauna silvestres, o hacer intervenir a la población en las actividades de vigilancia. La conservación frecuentemente es compatible con la utilización ordenada de bienes y servicios de una zona protegida o reserva. LO esencial es ponerla en relación con el fomento del desarrollo rural.

En los casos excepcionales en que no pueden establecerse sistemas para involucrar y beneficiar a la población local, puede ser necesario recurrir a mecanismos compensatorios que aseguren que las comunidades no resulten perjudicadas por las actividades de conservación.

Falta de conciencia de la necesidad de conservar ecosistemas y recursos genéticos. Esta falta de conciencia representa una limitación a todos los niveles. Los políticos y los gobernantes raras veces aceptan el hecho de que, en interés de la conservación, deben ponerse restricciones a la explotación o utilización de zonas aparentemente adecuadas para el desarrollo. Por otra parte, la opinión pública muy pocas veces considera que la conservación ofrece beneficios inmediatos.

Muchos políticos y altos funcionarios publicas empiezan a percatarse de la conveniencia de establecer parques nacionales e incluso reservas naturales. Sin embargo, no son receptivos a los argumentos en favor de las reservas genéticas. Parecen también ignorar en gran parte que extensas superficies de bosques y de vegetación natural pueden, si se explotan de manera prudente, proporcionar a perpetuidad madera y proteínas y, al mismo tiempo, ofrecer la mayor parte de los beneficios ambientales y genéticos de las zonas protegidas.

Gran parte del problema de la sensibilización se debe a la existencia de una brecha en las comunicaciones entre el silvicultor/conservador y los gobernantes y el público, que incumbe a los primeros superar. Habrá que ejecutar un programa urgente y sostenido de extensión y sensibilización a todos los niveles, si se desea facilitar la comprensión de los problemas y establecer sistemas eficaces de conservación antes de que desaparezcan muchas especies y abundante material genético.

Falta de apoyo financiero a las actividades de conservación en general y a la conservación de ecosistemas forestales tropicales en particular. Esta limitación es en parte consecuencia de la poca prioridad que los gobiernos han otorgado a la conservación, y del mucho tiempo que ha de transcurrir antes de poder apreciar los beneficios que se derivan de ella. Sólo podrá remediarse esta lamentable situación mediante una campaña de información y educación sobre los beneficios de la conservación y los costos que entrañaría la no adopción de medidas adecuadas. Un aspecto de la campaña estaría dirigido a la comunidad científica, mientras que otro seria una presentación más popular dirigida al público en general.

Escasez de personal capacitado a todos los niveles. La falta de personal capacitado representa una grave limitación en las zonas protegidas. Existen varias escuelas de conservación y ordenación de la flora y fauna silvestres, pero su cobertura todavía es insuficiente, y necesitan el complemento de otros centros de capacitación regional en zonas insuficientemente atendidas.

Programa de acción sobre conservación de ecosistemas forestales tropicales

Objetivos, marco conceptual y estrategia de acción. El objetivo general del programa es salvaguardar el desarrollo actual y futuro logrando un aprovechamiento sostenido de los recursos forestales, y la conservación de muestras representativas de ecosistemas forestales tropicales y recursos genéticos de especies (are tienen un valor socioeconómico actual o potencial. En el programa de acción se tiene en cuenta que sólo los Estados soberanos interesados pueden adoptar medidas directas de conservación en el plano nacional. Los programas nacionales se basan en el establecimiento de redes de zonas protegidas en todo el país y en la iniciación de actividades de conservación de los recursos genéticos. A partir de los esfuerzos nacionales se elaboran programas regionales y mundiales, y se hace hincapié en gran parte en promover una cobertura geográfica y ecológica adecuada.

La aplicación del programa se regirá por los siguientes principios básicos:

· es esencial tener en cuenta los intereses de la población local y lograr su participación. Las actividades deberán emprenderse a petición de la población local, para ella y por ella;

· la ordenación de los ecosistemas naturales y los recursos genéticos deberá ser sostenida;

· la selección de las zonas protegidas para salvaguardar ecosistemas y la adopción de medidas de conservación de los recursos genéticos en cualquier país formarán parte de una estrategia mundial. Velar por su aplicación incumbe a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos respecto de las zonas protegidas en general, y a la Unesco con respecto a las reservas de biosfera. Por otra parte, es responsabilidad de la FAO la planificación estratégica mundial de la conservación de los recursos fitogenéticos. Sin embargo, son los propios países quienes en último término deben decidir y estar de acuerdo con las prioridades;

· se deben integrar las actividades de conservación de ecosistemas y las relativas a los recursos genéticos, y considerarlas parte integrante del desarrollo y de las políticas generales de uso y aprovechamiento de la tierra;

· todo el campo de la conservación de ecosistemas y de recursos genéticos interesa a los miembros del Grupo de Conservación de Ecosistemas y está siendo desarrollado por ellos en estrecha cooperación, asumiendo cada uno las funciones más apropiadas. La Comisión de Recursos Fitogenéticos, en su primera reunión celebrada en 1985, refrendó la función desempeñada por el Grupo en la coordinación de las actividades de conservación de los recursos fitogenéticos.

5 - Instituciones

Los estudios sobre los programas de acción para los bosques tropicales han permitido identificar una serie de problemas técnicos en materia de gestión que tienen sumo interés para los especialistas en montes. Sin embargo, los factores que tienen mayor influencia en el desarrollo de los bosques son tanto técnicos como institucionales:

· el desarrollo y perfeccionamiento de los recursos humanos mediante la educación y la formación especializada superior, técnica y profesional;

· el desarrollo de estructuras institucionales e instrumentos apropiados de política y planificación, legislación, planificación de la fuerza de trabajo, extensión e investigación.

El Departamento de Montes de la FAO ha realizado varios estudios a fin de evaluar la situación institucional en Africa, Asia y América Latina. A continuación se indican los que parecen ser problemas más comunes e importantes:

1. Cada vez es mayor la necesidad de personal capacitado a todos los niveles en todas las regiones. Por ejemplo, una encuesta sobre 24 países africanos indica que en el año 2000 se necesitarán alrededor de 3 900 profesionales y 20 000 técnicos. Por extrapolación, estas cifras indican que las necesidades del conjunto de la región serían de unos 8 000 a 9 000 profesionales y de 40 000 a 50 000 técnicos. Un estudio análogo sobre 6 países de Asia sudoriental indicaba que en 1977 habla 4300 expertos forestales y 10 500 técnicos, pero que se necesitaban más de 11 800 profesionales y 33 500 técnicos. Se calcula que en el año 2000 las necesidades podrían haberse duplicado. Estudios monográficos sobre 18 países de América Central y del Sur indicaban que hasta 1978 se hablan graduado un total de 3 500 profesionales y 1 300 técnicos, y que para 1985 se necesitarían otros 3 200 profesionales y 14 900 técnicos.

2. La formación profesional del personal que interviene en las operaciones de ordenación forestal es aún rudimentaria en muchos países, a pesar de que desde hace bastante tiempo se reconoce su importancia y que es indispensable para mejorar las condiciones de vida del personal de campo y aumentar la eficacia de las actividades forestales. Un estudio sobre cinco países latinoamericanos indica que en el periodo 1990-2000 se necesitarán aproximadamente 31 000 trabajadores especializados. Otra encuesta sobre ocho países asiáticos muestra que las necesidades en 1978 eran de 20 000 trabajadores especializados.

Aunque es muy grande la demanda de personal capacitado, sigue habiendo pocas escuelas y centros de capacitación, especialmente de nivel técnico y orientadas hacia la industria forestal.

El sector forestal sigue desempeñando en muchos países una función aislada en la economía, lo que pone en peligro la posibilidad de lograr un desarrollo nacional apropiado y bien equilibrado. Ello se refleja en los mecanismos políticos y legislativos.

Costo durante diez años del programa de acción sobre instituciones (en millones de dólares EE.UU.)

Asistencia técnica

· Creación de instituciones(política forestal, legislación, creación de instituciones, etc.)

30

· Investigación y extensión

21

· Educación y capacitación

75

Total

126

Se consideran dos tipos de inversiones:

1. Inversiones para la creación de instituciones


· Creación de instituciones(política forestal, legislación, planificación, creación de servicios forestales)

600

· Investigación y extensión

400

· Educación y capacitación

1965

Total

2 965

2. Inversión en actividades/proyectos/programas sectoriales o subsectoriales, cuyas acciones institucionales se complementan con los objetivos máximos de la inversión. Es cuantificable, pero se estima en alrededor del 20% de la mencionada inversión.

Programa de acción sobre instituciones

Teniendo en cuenta la complejidad de los mecanismos institucionales, que comprenden diversas disciplinas y requieren una acción sostenida durante un largo periodo para lograr resultados concretos, es preciso agruparlos para facilitar la acción. Sin embargo, debe tenerse presente que tal agrupación sólo tiene una finalidad práctica, ya que esos mecanismos están íntimamente interrelacionados.

Para desarrollar los propios criterios de evaluación institucional, cada actividad sectorial o subsectorial, proyecto o programa ha de evaluar los propios progresos en relación con sus objetivos y necesidades institucionales de modo autónomo. Debe hacerse mediante un desarrollo institucional sistemático, que comprende las siguientes etapas:

· evaluación de la actual situación institucional;

· creación de nuevas instituciones;

· apoyo institucional a las instituciones existentes;

· reforzamiento de las relaciones entre las instituciones;

· mejoramiento de las condiciones de trabajo y la motivación del personal que trabaja en las instituciones;

· establecimiento de relaciones entre las instituciones, los responsables de formular políticas, las comunidades locales y el público en general.

Objetivos del programa

Los principales objetivos de este programa de acción son los siguientes:

· integrar el desarrollo forestal en el desarrollo nacional;

· aumentar la importancia del factor humano en las actividades forestales y fomentar el apoyo al desarrollo forestal;

· mejorar la administración de las tierras forestales tropicales mediante una utilización apropiada de los mecanismos de apoyo institucional;

· lograr una activa y completa participación de todas las instituciones y sectores sociales en el sector forestal, con miras a conseguir que el desarrollo forestal sea técnicamente efectivo y productivo y socialmente eficaz.

Principales elementos del programa

Fortalecimiento de las administraciones forestales públicas y otros organismos gubernamentales conexas

· Elaboración de nuevas políticas, leyes y sistemas de planificación en el sector forestal y mejoramiento de los existentes;

· mejoramiento y modificación de las estructuras orgánicas tanto dentro de las administraciones forestales públicas como entre éstas y otros organismos gubernamentales;

· motivación y perfeccionamiento del personal de las administraciones forestales públicas y otros organismos conexos mediante mejores políticas de personal, oportunidades de carrera y capacitación en el servicio;

· mejoramiento de la capacidad de las administraciones forestales públicas para presentar las necesidades financieras dentro del sistema presupuestario actual y al nivel normativo apropiado.

Investigación y desarrollo

· Evaluación de la necesidad de un sistema de investigación, y estructura general de éste;

· creación o fortalecimiento de las instituciones de investigación y mejor utilización de las capacidades de investigación existentes;

· establecimiento de mecanismos apropiados de cooperación y coordinación entre las instituciones de investigación forestal a nivel nacional. regional y mundial.

· establecimiento de mecanismos eficaces de transferencia de los resultados de las investigaciones forestales en los sistemas rurales.

PROYECTO DE ESTABILIZACION DE DUNAS EN TUNEZ es esencial el apoyo institucional

TRABAJADORES DE VIVEROS EN ARGELIA la cooperación y la financiación dan resultados

Extensión

· Evaluación de la necesidad de un sistema de extensión forestal en las zonas rurales, y estructura general de éste;

· creación de estructuras y mecanismos permanentes de extensión forestal o fortalecimiento de los existentes;

· creación de un mecanismo de aportación de insumos forestales en los sistemas agrícola y de extensión en las zonas rurales.

Formación de personal profesional, técnico y subalterno

· Evaluación de las necesidades de personal a nivel nacional y regional;

· creación de nuevas escuelas y centros de capacitación, o ampliación y mejoramiento de los existentes a todos los niveles;

· revisión y actualización de los planes de estudio de las escuelas forestales a todos los niveles, a fin de adaptarlas a los nuevos objetivos del desarrollo forestal;

· promoción de programas de educación continua.

Apoyo institucional al sector privado y las organizaciones locales

· Establecimiento de una estructura permanente para canalizar los insumos forestales y la asistencia a las organizaciones locales y las asociaciones agrícolas y de otro tipo existentes;

· establecimiento de una estructura permanente en la administración forestal pública para apoyar la participación de las comunidades locales y la creación y funcionamiento de asociaciones y cooperativas forestales en las zonas rurales;

· apoyo a las organizaciones no gubernamentales existentes o creación de otras nuevas con miras a lograr una mayor participación en las actividades forestales;

· ofrecimiento de incentivos para la organización industrial y la promoción de contactos entre el sector privado y las organizaciones rurales.

Diseños de Nasser


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