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Las industrias forestales y el desarrollo socioeconómico

Departamento de Montes de la FAO

Este artículo fue preparado por la Dirección de Industrias Forestales del Departamento de Montes de la FAO, Roma. Se basa en un documento presentado por Frederick Keenan, Director de Industrias Forestales en el octavo período de sesiones del Comité de Montes (COFO), celebrado en Roma del 21 al 25 de abril de 1986.

CONSTRUYENDO UN CARRO DE MADERA las industrias forestales contribuyen al desarrollo

· La gama de industrias forestales apropiadas abarca desde los establecimientos artesanales individuales y las empresas de tamaño mediano explotadas por cooperativas rurales o pequeñas firmas, hasta los grandes complejos industriales integrados de alta tecnología. En ella están comprendidas las empresas que fabrican productos madereros y no madereros. Partiendo de la concepción en boga no hace mucho tiempo de que únicamente lo «grande» era valioso, a la cual siguió como reacción la idea opuesta de que lo «pequeño» era lo más admirable, se está ahora cada vez más de acuerdo en que tanto lo pequeño como lo mediano y lo grande pueden ser «valiosos» en el momento y lugar oportunos.

Así pues, la función que ahora le incumbe desempeñar a la FAO en el sector de las industrias forestales es asesorar a los Estados Miembros acerca del tipo, magnitud y complejidad de la empresa, así como de los productos seleccionados, que deben ser adecuados para un conjunto determinado de circunstancias en un momento dado, y que evolucionan a medida que cambian éstas. De esta forma se aumentará al máximo la contribución de las industrias forestales al desarrollo socioeconómico.

En la primera semana de octubre de 1985 la FAO organizó en Yakarta una Consulta de expertos sobre industrias forestales apropiadas. La reunión, patrocinada conjuntamente por la FAO y el Gobierno finlandés, tenía por finalidad determinar las estrategias adecuadas para fomentar el crecimiento viable de las industrias forestales en los países en desarrollo. La Consulta se celebró atendiendo a la recomendación formulada por el Comité de Montes en 1982 en el sentido de que la FAO organizara seminarios para examinar el tema de las industrias forestales apropiadas.

Como consecuencia de la Consulta, el Departamento de Montes ha establecido un Grupo de Trabajo sobre Industrias Forestales Apropiadas, integrado por representantes de todas las dependencias del Departamento: Recursos Forestales, Industrias Forestales, Políticas y Planificación Forestales, y Operaciones. Sus funciones serán examinar los proyectos de industrialización para asegurarse de que se ha tomado debidamente en consideración toda la gama de factores de los cuales depende su éxito. Estos incluyen los recursos, la compra de materias primas, la mano de obra y la capacitación, las tecnologías de transformación, los efectos ecológicos y culturales, la capacidad institucional, la obtención de capital, los mercados y los productos acabados finales.

Estas consideraciones reflejan la especial importancia que atribuyó la Consulta de Yakarta al enfoque global de la planificación y gestión de las industrias forestales, enfoque que vincula los diferentes aspectos de estas industrias - aprovechamiento de recursos, ordenación de los bosques, explotación, elaboración y comercialización - y en el cual se presta la debida atención al entorno económico, social, cultural, comercial y tecnológico en el que operarán. Es preciso tomar especialmente en consideración el papel de la población local y los efectos del desarrollo industrial.

En este articulo se examinan las principales contribuciones aportadas al desarrollo socioeconómico por las industrias forestales y el comercio de los productos que éstas fabrican. Se pone de relieve que esas contribuciones corresponden a tres esferas principales: empleo, generación de excedentes económicos y suministro de insumos a otros sectores de la economía. Dentro de cada una de esas esferas se identifican y analizan varias cuestiones.

La planificación y gestión de toda empresa basada en el bosque debe incluir todos los elementos relacionados con la industria tradicional que figuran en el círculo infamo, así como los más amplios ambientes social, ecológico, de administración de recursos e institucional que figuran en el círculo externo

Antecedentes generales

El establecimiento de industrias forestales representa una fuente potencial de divisas o - si la producción se consume dentro del país - de ahorro de ellas. La magnitud de esos ingresos y economías la ponen de manifiesto los datos que figuran en el cuadro. Como se indica en éste, las exportaciones realizadas por los países en desarrollo en 1982 de los principales productos forestales ascendieron en total a 7100 millones de dólares EE.UU., mientras que sus importaciones de esos mismos productos registraron un valor de 10100 millones de dólares. El mayor porcentaje de participación de los países en desarrollo en las exportaciones mundiales correspondió a la madera en rollo para fines industriales 45% seguida por los paneles a base de madera con un 35%. En cambio, su participación en las exportaciones de madera aserrada fue sorprendentemente baja - solamente del 17% - y, como cabía esperar, del 7% únicamente en las de pasta de madera y del 3% en las de papel y cartón.

Los países en desarrollo también absorbieron una proporción sustancial de las importaciones mundiales de madera en rollo para fines industriales y de paneles a base de madera: 20 y 25%, respectivamente. Además, realizaron un 18% de las importaciones mundiales de madera aserrada y el 31% de las de pasta, papel y cartón.

Si los países en desarrollo redujesen las exportaciones de madera en rollo para usos industriales, y utilizaran al menos una parte de ella para producir madera aserrada para exportación, podrían obtener considerables ingresos a través del mayor valor añadido. Esto les disponer también de los residuos de elaboración para emplearlos como combustible en instalaciones industriales, contribuyendo así a economizar divisas que ahora gastan para importar combustibles fósiles. Esos residuos también podrían utilizarse como leña para los hogares, para fabricar paneles a base de madera o para producir pasta y papel. En todos estos casos, se reduciría la presión que la demanda de estos productos ejerce sobre los bosques.

Los mayores gastos de importación en el caso de los productos enumerados en el cuadro son, evidentemente, los correspondientes a la pasta y el papel, que ascienden en total a 5300 millones de dólares EE.UU., frente a unas exportaciones de 1100 millones. Sin embargo, en vista del gran volumen de capital requerido y del reducido tamaño de los mercados en la mayoría de los países en desarrollo, cabe preguntarse si se puede esperar un cambio sustancial en la relación global entre importaciones y exportaciones de pasta y papel en esos países. Aun cuando cabe esperar que se logren algunas mejoras en ciertos países o grupos de países, es probable que la situación no cambie en la mayoría de ellos, al menos a corto plazo.

Independientemente de los sectores en que podrían lograrse cambios en la estructura de exportación/importación, se puede indicar, como ilustración de las posibles repercusiones, que si se consiguiera aumentar el valor de las exportaciones de los países en desarrollo y reducir en la misma proporción el valor de las importaciones, la cifra neta de esos cambios equivaldría a unos 5000 millones de dólares EE.UU. anuales a precios de 1982.

En el contexto del desarrollo de las industrias forestales hay que tener en cuenta tanto la elaboración primaria como la secundaria, a fin de lograr los mayores efectos posibles en cuanto a crecimiento económico. En virtud del acuerdo existente entre la FAO y la ONUDI, la FAO se encarga del desarrollo de las industrias forestales primarias, en tanto que las secundarias, como la fabricación de muebles, la carpintería, las casas prefabricadas, etc., son responsabilidad de la ONUDI. Es evidente que debe haber una cooperación entre ambas organizaciones, y ésta tiene lugar constantemente a través del Grupo Mixto de Trabajo FAO/ONUDI sobre Industrias Forestales.

UN TECNICO INSPECCIONA PAPEL EN ITALIA los países en desarrollo dependen de las importaciones

Contribuciones al empleo

Las empresas forestales proporcionan empleo, directa e indirectamente, en formas bien conocidas. En algunos países, esas empresas representan casi una quinta parte del empleo total del sector manufacturero. Además, cifras recientes indican que las pequeñas industrias forestales rurales son la fuente principal de empleo para una proporción comprendida entre el 20 y el 30% de la fuerza de trabajo rural de muchos países en desarrollo. La proporción de los ingresos en efectivo obtenidos por la población rural de esas empresas puede ser considerable, llegando en algunos casos a más del 50%. Esto es especialmente importante para las personas pobres y los campesinos sin tierra, que dependen en alto grado de esas empresas y que obtienen la mayor parte de sus ingresos de ellas.

Las industrias forestales también son vitales para la estabilización de los ingresos a lo largo del año, ya que con frecuencia proporcionan empleo cuando disminuyen las labores agrícolas.

Ese empleo puede ser una alternativa al tipo de vida basado en la agricultura migratoria que, cuando no se practica correctamente - como suele suceder en los lugares donde hay pobreza endémica o se registra un rápido crecimiento demográfico-, es una de las principales causas de la disminución de los bosques del mundo. Si se tiene en cuenta que alrededor de 200 millones de personas viven de la agricultura migratoria en todo el mundo, se comprende la importancia de esta actividad. Además, debido a las consecuencias de orden cultural y social de este tipo de agricultura, hay que hacer frente con sumo cuidado a los problemas que ocasiona.

Elección de tecnología Algunas de las cuestiones que pueden examinarse a este respecto son las siguientes;

- en el caso de las empresas ya existentes (sobre todo las pequeñas empresas rurales), la introducción de una tecnología más avanzada puede permitir un aumento de la productividad, así como del tamaño y la competitividad, pero únicamente si, al mismo tiempo que se aplica esa tecnología perfeccionada, se capacita debidamente a los trabajadores:
- cuando se establezca una nueva empresa en una zona rural, tal vez sea posible escoger una tecnología que la población local pueda aplicar inmediatamente o pueda aprender a utilizar con facilidad. De otro modo, la industria puede verse obligada a traer trabajadores capacitados de otros lugares para incorporarlos a su fuerza de trabajo; si los recién venidos son distintos de la población local en raza, cultura y modo de vida, existe la posibilidad de que surjan conflictos y de que la empresa fracase a causa de problemas laborales;
- en el conjunto de problemas que hay que resolver, la elección de tecnología es un aspecto de importancia relativamente secundaria para la elaboración de productos distintos de la madera en general. Las operaciones que entraña esa elaboración suelen ser menos complejas y requerir menos capital que las relacionadas con los productos madereros. Por este motivo, la introducción de esas industrias puede producir resultados inmediatos por lo que se refiere a aliviar la pobreza en las zonas rurales;
- una tecnología compleja no siempre requiere una mano de obra más especializada y, por con siguiente, en el caso de determinados productos y condiciones, tal vez sea más apropiada que la tecnología sencilla. Por ejemplo, una fábrica de papel altamente automatizada requerirá para funcionar gracias a la aplicación de tecnología para la manufactura de papel, una mano de obra menos cualifica da que la que exige un proceso más sencillo en que intervenga el arte de fabricar papel. Sin embargo, esta opción comporta grandes exigencias para los servicios e instalaciones existentes en el país que se requieren para el mantenimiento de esa tecnología. El inconveniente reside en que el sector moderno, más avanzado tecnológicamente, suele crear menos puestos de trabajo. Esto se debe a que la tecnología moderna se ha desarrollado para las condiciones reinantes en los países industrializados, y por ello es preciso adaptarla a las condiciones de los países en desarrollo.

Valor de las importaciones y de las exportaciones de los principales productos forestales en 1982 (En miles de millones de dólares EE.UU.)

Producto

Total mundial

Países en desarrollo

Países en desarrollo (porcentaje)

Exportaciones

Madera en rolo para fines industriales

6,5

2,9

45

Madera aserrada

9,4

1,6

17

Paneles a base de madera

4,3

1,5

35

Pasta de madera

7,8

0,5

7

Papel y cartón

18,6

0,6

3

Total

46,6

7,1

15

Importaciones

Madera en rollo para fines industriales

8,5

1,7

20

Madera aserrada

10,9

2,0

18

Paneles a base de madera

4,5

1,1

25

Pasta de madera

8,5

1,0

11

Papel y cartón

21,1

4,3

20

Total

53,5

10,1

19

Posibilidades de sostenimiento de las pequeñas empresas Pese a la importancia de las pequeñas empresas rurales, que ya se ha indicado anteriormente, a menudo parece haber una predisposición contra ellas por parte de los gobiernos o, al menos, una falta de capacidad institucional para fomentarlas. Tropiezan, por ejemplo, con más dificultades para obtener crédito y, de hecho, para recurrir a los servicios oficiales, porque tienen menos atractivo y prestigio \ que los grandes proyectos. Por otra parte, están menos al alcance de los organismos oficiales.

Las pequeñas industrias forestales rurales son la fuente principal de empleo para una proporción comprendida entre el 20 y el 30% de la fuerza de trabajo rural e muchos países en desarrollo.

Producción forestal no maderera Los productos y servicios no madereros proporcionados por los bosques pueden comportar una contribución muy considerable al empleo y la generación de ingresos. Una lista parcial de esos productos comprende el retén, los productos derivados de las hojas, el bambú, el corcho, la miel, las resinas, el tanino, las frutas, las setas, las nueces y la fauna silvestre para fines alimentarios y para la caza deportiva. Los servicios que proporcionan los bosques incluyen la protección de las cuencas fluviales, el esparcimiento y el turismo. Aunque estos productos y servicios pueden y deben considerarse junto con los productos madereros en un enfoque integrado de la ordenación y aprovechamiento de los bosques, por lo común no suele ser así. Una razón de ello es que las diferentes actividades forestales están a cargo de distintos ministerios (que a veces compiten entre sí). Pueden intervenir varios de ellos, entre otros los de recursos naturales, desarrollo industrial, turismo, medio ambiente, agricultura e incluso defensa, pero a menudo la falta de coordinación entre los servicios forestales y el ministerio de industria conduce a un enfoque independiente de la utilización de productos madereros y no madereros.

Generación de excedentes económicos La contribución primordial de toda industria al desarrollo económico es generar excedentes económicos que puedan ser invertidos para lograr un crecimiento ulterior. Así pues, las industrias forestales, como cualesquiera otras industrias, deben ser juzgadas por su capacidad para generar un excedente económico. Este es un objetivo capital, prescindiendo de que se trate de pequeñas empresas rurales o de grandes industrias.

En el pasado algunos proyectos se han justificado en gran parte con argumentos basados en el prestigio nacional 0 en las repercusiones sociales, pero la falta de rentabilidad ha hecho que tales proyectos acaben por fracasar o ha requerido cuantiosas subvenciones que distraen recursos de nuevas inversiones más productivas.

Cuando se trata de un complejo integrado de industrias de la madera, la falta de rentabilidad de un componente sólo debe aceptarse si el complejo es rentable en conjunto. Incluso en este caso, ese componente sólo puede aceptarse si produce bienes indispensables para la economía del país.

Algunas de las cuestiones relacionadas con la generación de excedentes económicos pueden examinarse desde dos puntos de vista: externo e interno.

El comercio internacional, al expandir los mercados y permitir que los países se especialicen en la producción de los bienes en que tienen una ventaja relativa, proporciona un importante estimulo externo al desarrollo económico. La parte correspondiente a los países en desarrollo en el comercio internacional de productos forestales es relativamente pequeña pero sumamente diferenciada. En tanto que sus exportaciones de pasta, papel y paneles a base de madera son pequeñas, y hasta puede decirse incluso insignificantes, las de tableros contrachapados, chapas y madera aserrada de frondosas representan proporciones considerables y crecientes de estos productos en el comercio internacional (para un examen más a fondo de este aspecto, véase el artículo sobre el comercio sur-sur de productos forestales, de G. Buttoud y M. Hamadou, en la página 20 Red.).

Siete países del mundo en desarrollo obtienen actualmente unos ingresos de más de 250 millones de dólares EE.UU. anuales cada uno de la exportación de productos forestales. Un aumento del comercio de esos productos podría desempeñar un papel significativo en lo concerniente a aliviar la pesada carga de la deuda de muchos países en desarrollo, bien mediante la obtención directa de divisas, bien economizando en los gastos en moneda extranjera si los productos importados pueden ser sustituidos por recursos nacionales. La mayor parte del abastecimiento de madera de los países en desarrollo provino y proviene de bosques tropicales antiquísimos o primarios. Sin embargo, algunos de esos países han establecido en los últimos tiempos plantaciones bien ideadas y debidamente explotadas que proporcionan productos para la exportación y satisfacen también la demanda interna. Es éste un sector en el cual es ciertamente posible un crecimiento ininterrumpido.

Por desgracia, el comercio internacional de productos forestales se ve restringido por diversas medidas adoptadas concretamente para limitar las corrientes comerciales, entre ellas los aranceles directos, las barreras no arancelarias y las medidas que no guardan relación con los aranceles. Aunque en los últimos años se han reducido las barreras arancelarias, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, el efecto de esas medidas se ha visto contrarrestado en mayor o menor grado por la introducción de barreras no arancelarias, especialmente para los productos elaborados, como los paneles de madera. Esas medidas incluyen inspecciones discrecionales, el requisito de licencia de importación, largas y complicadas formalidades aduaneras y la fijación de contingentes que limitan el volumen que puede importarse de un producto determinado. También producen importantes efectos restrictivos sobre el comercio las medidas no arancelarias, como los reglamentos sanitarios, los relativos al embalaje y todo lo referente a calidades.

Por lo que respecta a la balanza de pagos, la importación de productos de papel representa una considerable sangría de divisas para algunos países. Sin embargo, la expansión de la capacidad interna de producción papelera requiere enormes inversiones y el desarrollo de ese sector es difícil. No obstante, si las fábricas de pasta y papel son administradas en forma eficiente y cuentan con el apoyo de políticas eficaces de mercadotecnia y comercio, pueden representar una diferencia notable para la situación de la balanza de pagos de un país.

El mercado interno significa para muchos países en desarrollo la principal posibilidad para dedicar a usos industriales los recursos forestales de que disponen. El sector de aserrío es una industria ideal para este mercado, pues proporciona la madera de construcción tan urgentemente necesaria y permite la instalación de unidades de producción a un costo que está al alcance de los países que poseen suficientes materias primas.

Uno de los problemas que se plantean en lo concerniente a la generación de ingresos en los mercados locales, es que gran parte de las actividades las realizan empresarios foráneos que, por otra parte, pueden no ser extranjeros. Por ello, gran parte de los beneficios en esos casos no se reinvierten para sostener la base económica de la expansión futura o para el beneficio directo de la población local.

Indígena ifugao en Filipinas (las actividades forestales promueven el desarrollo en regiones remotas)

Comercialización Con frecuencia la clave de una contribución positiva de las industrias forestales al desarrollo socioeconómico reside en una comercialización eficaz (véase el articulo de L. Lintu sobre la comercialización de productos forestales, página 10-Red.). Las empresas locales de los países en desarrollo suelen carecer de suficiente capacidad de comercialización, en tanto que las empresas transnacionales extranjeras poseen una red de comercialización eficaz y bien establecida para vender sus productos en los mismos mercados. Especialmente en lo que concierne a la comercialización en el plano interno, los países en desarrollo deberían estar tan dispuestos a invertir en una infraestructura eficaz de comercialización como lo están a invertir en instalaciones de producción. Esto puede ser esencial para aumentar al máximo las utilidades y asegurar la competitividad con los artículos importados.

Si se consiguiera aumentar en un tercio el valor de las exportaciones de los países en desarrollo y reducir en la misma proporción el valor de las importaciones, la cifra neta de esos cambios equivaldría a unos 5000 millones de dólares EE.UU. por año.

Las industrias de los países en desarrollo necesitan canales de distribución y organizaciones y oficinas comerciales que puedan ayudarlas a comercializar sus productos en forma competitiva en el mercado mundial. Esto requiere asimismo personal local especializado en mercadotecnia.

A causa de la gran diversidad de las necesidades de madera en las zonas rurales, las actividades de comercialización tienen que combinarse con servicios de extensión en lo que respecta al uso y aplicación de este producto. Las empresas rurales locales no pueden proporcionar en general los conocimientos y los servicios técnicos indispensables. En tales casos, los esfuerzos cooperativos entre consumidores y productores, ayudados por los organismos de desarrollo correspondientes, deben complementar la actividad de comercialización. Esta podría mejorarse con el establecimiento de cooperativas rurales, y la comunidad productora podría utilizar directamente una mayor proporción de los beneficios obtenidos y de la experiencia adquirida.

Suministro de insumos a otros sectores de la economía

Las industrias forestales aportan muchas veces una contribución local importante a la economía al ayudar a desarrollar la infraestructura material y social de las zonas rurales. En su fase inicial de implantación, estas industrias utilizan los ríos y las aguas litorales para transportar sus productos a los mercados pero, al aumentar la cantidad de artículos procedentes de zonas remotas, se construyen carreteras y se habilitan otros medios de transporte.

Esta mayor actividad económica en una comunidad puede dar lugar al establecimiento local de alguna instalación básica de transformación, como un pequeño aserradero. La producción de esta unidad primaria de elaboración de la madera constituirá a su vez la materia prima para una ulterior transformación local a fin de fabricar productos con un mayor valor añadido, lo cual significará también más empleo. Cuando las industrias se establecen firmemente en una zona, las comunidades se desarrollan en mucha mayor medida. Se puede disponer de electricidad, se mejora la vivienda y se construyen escuelas, hospitales y otras instalaciones. Por último, la industria contribuye a reducir el analfabetismo ya que aumenta el abastecimiento de papel para imprimir libros y para otros fines didácticos.

La introducción de industrias forestales en una comunidad brinda a la población local la posibilidad de mejorar sus conocimientos y capacitación y, con ello, aumentar sus ingresos. A este respecto, las oportunidades de empleo suelen ofrecerlas las actividades de corta, extracción y transporte de la madera, ya que el empleo en los aserraderos suele ser relativamente reducido. En los talleres que nacen alrededor de las industrias forestales se pueden adquirir más conocimientos y aprender nuevos oficios, y también se pueden crear establecimientos en el sector de los servicios.

El comercio entre las zonas rurales y las urbanas, como la venta de madera en rollo por una compañía de explotación a una empresa de transformación, también influye en el desarrollo de la infraestructura como carreteras, ferrocarriles, líneas de transmisión de energía eléctrica y puertos.

Otro ejemplo del suministro de insumos por las industrias forestales a la economía en general es la producción de material de embalaje para la industria agrícola de un país. Tal vez algunas actividades agrícolas pudieran no ser viables si fuera necesario importar material de embalaje en lugar de obtenerlo en el país. Otro insumo forestal es el material para fabricar diversas herramientas agrícolas. De esta manera, los productos forestales pueden contribuir a la producción agrícola y a la seguridad alimentaria.

Otro importante estímulo económico es el suministro de materiales para atender las necesidades de construcción y vivienda de un país. En casi todos los países en desarrollo la construcción es una industria importante a causa del crecimiento demográfico y el gran desplazamiento de población desde el campo a las zonas urbanas. En muchos de esos países, los productos de las industrias forestales, como la madera elaborada, los contrachapados y los tableros de partículas son a menudo las materias primas básicas para la construcción, especialmente en las zonas rurales. Otro beneficio en el caso de las serrerías es que contribuyen a que la industria local de la construcción utilice casi exclusivamente recursos locales. Sin embargo, las industrias de productos mecánicos tropiezan a menudo con la dificultad que representa la falta de apoyo de las instituciones oficiales, con la incapacidad muchas veces de obtener préstamos y financiación de las entidades de crédito, y con una oferta limitada de mano de obra calificada.

Conclusiones

El reconocimiento de las tres claras contribuciones que las industrias forestales pueden aportar al desarrollo socioeconómico - la creación de empleo, la generación de excedentes económicos y el suministro a otros sectores de la economía-inducirá a las autoridades ejecutivas nacionales a apreciar mejor la función que la silvicultura y las industrias forestales pueden desempeñar por lo que respecta a la consecución de otros objetivos nacionales. Por ejemplo, el poner término al proceso de migración a los centros urbanos, que suele causar dislocaciones sociales, depende de que se encuentren motivaciones para que el campesinado permanezca en las zonas rurales; las nuevas industrias forestales podrían proporcionar esas motivaciones. El hecho de hacer o no hacer inversiones para estimular el desarrollo en una región remota de un determinado país, bien para aliviar la pobreza entre sus habitantes, bien para aprovechar sus recursos naturales, es una decisión que a menudo depende de que la actividad económica pueda mantenerse en esa región; dado que utilizan recursos naturales renovables, las industrias forestales pueden proporcionar esa garantía. Si la utilización de nuevas tecnologías es uno de los objetivos nacionales, y como la biotecnología es una de las nuevas técnicas principales, es probable que los bosques tropicales, donde se encuentra la mayoría de las especies de plantas y animales del mundo, sean la fuente de muchas industrias biotecnológicas forestales.

Para alcanzar estos diversos objetivos es importante subrayar el hecho de que a las industrias pequeñas, medianas y grandes por igual les corresponde desempeñar una función importante. De la misma manera que la economía nacional opera a través de una red de economías rurales, urbanas y regionales, los recursos forestales de una nación también pueden emplearse para crear una red de industrias forestales que abarque los hogares, las aldeas, los centros urbanos y las regiones, con una gran diversidad de tamaños y tipos. El papel de esas industrias en lo que respecta al desarrollo socioeconómico nacional tendrá considerable alcance.

Pequeños troncos utilizados en el bosque para el cultivo de setas (un valioso producto no maderero)


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