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Capitulo 1

1. DESCRIPCION DE LOS PROCEDIMIENTOS DE FABRICACION

1.1 Introducción

La adopción de medidas de conservación energética hace necesario llevar a cabo un análisis minucioso del procedimiento de fabricación correspondiente y del equipo empleado en el mismo. Con dicho análisis se trata de identificar la cantidad, tipo y calidad de la energía necesaria para identificar los posibles ahorros energéticos compatibles con el correspondiente análisis de costosibeneficios.

La exposición que a continuación se hace del procedimiento de aserrío de la madera, de la fabricación de tableros contrachapados y de partículas, reviste carácter general y debe dar al lector una idea general de los procedimientos de producción que entran en la industria mecánica de la madera y de la función que en ella desempeña la energía.
 

1.2 Aserrío de madera

El aserrío es una de las actividades menos compleja de las industrias mecánicas forestales. Comprende un cierto número de operaciones que van desde la manipulación y transporte de las trozas al secado de la madera, su selección y clasificación, para lo cual se necesitan diferentes tipos de energía. Mientras, en los países en desarrollo la mayor parte de estos procedimientos están muy poco mecanizados y las necesidades energéticas se cubren fundamentalmente con la producción de algunos kilovatios para operar las sierras principales, los demás procesos se llevan a cabo empleando energía animal y mano de obra barata.

No obstante, independientemente de la naturaleza de los procedimientos y de las actividades correspondientes, todas las medidas tendientes a ahorrar energía exigen un análisis minucioso de los procesos actuales y de las soluciones posibles.

En la Figura 1 se presenta la disposición de una planta típica, con una descripción de los principales procedimientos para familiarizar al lector.
 

1.2.1 Selección de trozas y descortezado

A la llegada al depósito de rollas del aserradero, las trozas se seleccionan y almacenan con arreglo a sus especies, diámetro, longitud y uso final, etc. Se apilan cantidades suficientes para asegurar el funcionamiento ininterrumpido del aserradero, especialmente durante el mal tiempo, en que la extracción y suministro de trozas de los bosques pueden verse obstaculizados.

El transporte y manipulación de trozas varía de un aserradero a otro y depende en buena parte de la capacidad de funcionamiento y del tamaño de las trozas que llegan. La energía manual y animal, que puede utilizarse en pequeños aserraderos portátiles, pasando por las palas cargadoras de ataque frontal con arrastre de trozas y los puentes-grúa, indican la gran variedad de equipo que actualmente se emplea para la manipulación.

Figura 1 :Aserrío, flujo de proceso simplificado

El descortezado de las trozas, se lleve a cabo manualmente o con descortezadoras mecánicas, en los bosques o en el lugar del aserradero, se está convirtiendo actualmente en una práctica muy seguida. El descortezado sirve para salvaguardar las sierras y demás equipo de un desgaste excesivo y de averías que, de no ser así, se producirían por las piedras, objetos metálicos y otros elementos extraños que se van incrustando en la corteza; el descortezado facilita también al encargado del aserradero evaluar el rollo. Pueden también utilizarse lavadoras de trozas para eliminar la arena o suciedad adherida a su superficie.
 

1.2.2 Aserrío de trozas

Antes de presentar la troza a la sierra principal para su aserrado, se corta en su mayor longitud recta admisible con una sierra troncadora, cargándola luego en el carro de la sierra principal y colocándola de forma que el aserrador pueda efectuar un tipo de aserrio que permita la máxima producción de madera aserrada con el mínimo de desperdicio. El plan de corte está en función en buena parte de la dimensión y de las condiciones de la troza, así como de las necesidades del mercado por lo que respecta al ancho y espesor de la madera aserrada.

El aserrado de la troza se consigue utilizando una sierra de cinta sin fin o una sierra circular que pueda ser simple o, en el caso de trozas de gran diámetro, doble. Un carro lleva la troza a lo largo de la sierra principal a la que se amordaza, y donde pueda voltearse para presentarla a la misma de manera que se consiga el mejor aserrado posible.

Después de pasar por la sierra principal, en la desdobladora tiene lugar un ulterior reaserrío de los cantos, lo que permite eliminar los defectos de la madera; los costeros gruesos se aserrean para tablones y las piezas escuadradas y se convierten en tablones y tableros. Los cantos redondos bastos de las piezas que salen de la sierra principal y de la desdobladora se eliminan con una canteadora para producir las anchuras normalizadas que corresponden a las normas.

Al salir de la sierra principal, de la desdobladora o la canteadora, las piezas aserradas se cortan para obtener unos largos correspondientes a las normas, eliminándose los defectos mediante el empleo de una o más recortadoras fijas o móviles, después de lo cual la madera aserrada pasa a la fase de selección y clasificación.
 

1.2.3 Selección y clasificación

La madera aserrada y recortada se clasifica por espesor, ancho, largo, calidad, grado y especie según las exigencias del mercado; todo esto puede hacerse manualmente o, en el caso de aserraderos donde no se disponga de mano de obra barata, sirviéndose de clasificadoras mecanizadas. La clasificación es un medio para separar la madera aserrada según la calidad general, dirección de la fibra, presencia de nudos y defectos, así como apariencia general, etc.

Para proteger la madera aserrada contra ataques de hongos e insectos e inhibir la tendencia que tiene la madera secada al aire a rajarse y hendirse, los cantos pueden rociarse manualmente o sumergirse mecánicamente en una solución química preparada a tal efecto. Se aplica cera o pintura a la madera de testa o contrahílo que se va a secar al aire, mediante brocha o rociado, para que actúe de impermeabilizador con objeto de conseguir así un secado más lento de los extremos y lograr en consecuencia un secado más uniforme de la madera aserrada.
 

1.2.4 Secado

La madera aserrada que no se vende verde se seca al aire o en horno, mejorando de esta forma su comerciabilidad. Al secar y reducir el contenido de humedad a un nivel aceptable aumenta su valor por el hecho de que la madera resulta estabilizada en sus dimensiones y mejora su resistencia y color; también bajan los costos de transporte al reducirse su peso.

El secado al aire supone el apilado de la madera aserrada al aire libre o en cobertizos dispuestos en terrenos debidamente preparados de suerte que la madera está expuesta a una buena corriente de aire hasta conseguir el contenido necesario de humedad.

Aunque el secado de la madera entraña unos gastos mínimos de capital y funcionamiento, exige en cambio un gran espacio de terreno, supone grandes existencias, lo que constituye riesgo de incendio, y además, las condiciones y ritmo del secado se hallan muy fuera del control del encargado del aserradero.

El secado en horno, en cambio, permite que la madera aserrada se seque en un medio ambiente cerrado y controlado, donde puede regularse la temperatura, la circulación del aire y la humedad para conseguir unas condiciones de secado lo más económicas posible sin dar lugar a que se degrade el producto. Los dos hornos más comunes son el de lotes o discontinuo y el continuo. El primero seca la madera en cámaras por cargas o tandas, mientras que el segundo la seca mientras avanza a lo largo del horno en carretillas.

Como el secado en horno de la madera aserrada consume un 70-90 por ciento de la energía total consumida en el proceso de aserrío, cada día se convierte en una práctica más universalmente aceptada en la industria de los aserraderos el utilizar sus residuos como fuente de combustible, cuyo valor energético puede incluso constituir un excedente respecto de las necesidades del aserradero.
 

1.2.5 Reclasificación y alisado

Antes de apilar la madera aserrada para su almacenamiento, se suele inspeccionar para detectar los posibles defectos que pueden haberse producido durante el proceso de secado, como puntas agrietadas, nudos sueltos, etc., que podrán eliminarse con el recortado, incrementando así su valor.

Puede luego efectuarse una ulterior mejora con la preparación de la superficie empleando cepillos de cuchillas rotativas o cinturones abrasivos según las exigencias del mercado.
 

1.3 Producción de tableros contrachapados


En la Figura 2 aparece un esquema típico de una fábrica para ilustrar a los lectores los procesos correspondientes.
 

1.3.1 Selección de las trozas, acondicionamiento y descortezado

Las trozas de dimensiones y calidades adecuadas para la producción de láminas cuchilladas o desbobinadas se seleccionan por lo general en el patio de trozas a su llegada, de acuerdo al tamaño ya las especies. La manipulación puede hacerse sirviéndose de camiones elevadores pesados, grúas, etc, de tamaño apropiado para las dimensiones y peso de las trozas.

Antes del desenrollado, la mayoría de las maderas necesitan acondicionamiento para ablandarlas de forma que se facilite su desenrollado y se obtenga una calidad aceptable de chapa. Para ello es necesario exponer los bloques de desenrollo al calor y humedad remojándolos en recipientes de agua caliente 0 exponiéndoles a vapor en vivo o a rociaduras de agua caliente.

Luego se procede al descortezado de las trozas para facilitar la tarea del tornero y eliminar la suciedad y residuos que de lo contrario pudieran dañar las cuchillas del torno, procediéndose luego a cortar las trozas con arreglo a la longitud que corresponda al torno, que normalmente es de 240-270 cm.
 

1.3.2 Desenrollo, enrollado y guillotinado

Actualmente y casi siempre la madera contrachapada es de corte rotatorio en cuanto se hace rotar al bloque de desenrollo alrededor de un eje en un torno o desenrolladora mientras se va cortando una hoja de chapa continua con una cuchilla montada en sentido paralelo al eje del bloque.

A continuación, las hojas de chapa se enrollan en bobinas o pasan a un sistema de bandejas múltiples para proveer a su almacenamiento y para que haya capacidad de reserva en caso de fluctuaciones en las chapas que salen del torno; la velocidad de ambos sistemas de almacenamiento se sincroniza por lo general con la del torno.

Seguidamente se corta la chapa verde a la medida, manualmente o con cuchillas de gran velocidad; se clasifica y almacena en pilas listas para el secado. Los defectos que se descubran como nudos o grietas se quitan luego Cortándolos de la hoja.

Figura 2 : Producción de tableros contrachapados: Flujo de proceso simplificado

1.3.3 Secado de la chapa

El secado de la chapa hasta que alcance entre el 12 y 10 por ciento de contenido de humedad, sirve para ayudar al encolado durante la fabricación del tablero. Según la ubicación y la complejidad de la fábrica de madera contrachapada, las chapas pueden dejarse fuera para que se sequen al aire o pueden también secarse en hornos. El secado en hornos supone el secado de las chapas apiladas o el secado continuo de las chapas, que se transporta mecánicamente en una cinta continua o en un sistema de rodillos a todo lo largo de la secadora. Naturalmente, un ambiente de secado regulado, con una manipulación reducida al mínimo, dará lugar a un secado de las chapas más uniforme y con la cantidad menor posible de desperfectos.

El secado de las chapas supone un 70 por ciento de la energía térmica consumida en la producción de tableros contrachapados y aproximadamente un 60 por ciento de la energía total que necesita la fábrica. Por ese motivo se están desarrollando constantemente sistemas de secado nuevos y perfeccionados, así como la forma de caldeo.

El caldeo de la secadora puede consistir en el empleo indirecto de vapor o aceite térmico, o el fuego directo regulándose la temperatura con la entrada de aire f resco. Aunque las temperaturas de secado entre los 90 y 160°C pueden considerarse normales, se están empleando mayores temperaturas de unos 175°C para algunas especies con el fin de reducir el tiempo global de secado.
 

1.3.4 Ensamblaje

El ensamblaje de la madera terciada antes del prensado consiste en la unión de las tiras delgadas de chapa, que luego se encolan por los extremos para conseguir hojas del tamaño necesario. Se da luego cola a las capas internas o centrales, que a su vez se colocan entre las chapas exteriores ya prontas para su empalme. Esta operación se lleva buena parte de la mano de obra empleada en el proceso de producción.

Aunque los esparcidores manuales de rodillos constituyen un método muy empleado para la aplicación de la cola, los adelantos en cuanto a sistemas alternativos ha llevado a la adopción de aplicadores de cortina, extrusores, cabinas de aspersión, etc, cada una con sus propios efectos.
 

1.3.5 Prensado

Cuando las chapas ya se han montado formando hojas de contrachapado, se pasan a prensas hidráulicas para que entren en contacto directo con el adhesivo, endureciéndose la cola con la aplicación de calor.

El paso de prensas en frío con orificio único a prensas en caliente de orificios múltiples, con aberturas entre 5 y 25 y que funcionan con temperaturas en el plato del orden de 80-180°C, ha reducido considerablemente el tiempo global del ciclo de prensado

e incrementado la capacidad de prensa. ordinariamente los platos se calientan con agua caliente o vapor, aunque también se emplea el aceite térmico cuando el prensado se efectúa a temperaturas superiores.

El preprensado en frío, a presiones relativamente bajas, no se está implantando en las líneas de producción más modernas. Ello se debe en buena parte a que la chapa al mantenerse unida es más fácil de manipular y de cargar en la prensa caliente, además de que el menor espesor de la hoja permite unas aberturas menores en la prensa caliente, lo que da lugar a una reducción general del tiempo de carga y de prensado en caliente.
 

1.3.6 Acabado

El acabado primario, que comprende el recortado, el lijado y mejoramiento del tablero contrachapado después del prensado, se realiza para mayor comerciabilidad del producto. Se lleva a cabo en estaciones de trabajo separadas, o en la fábricas modernas como operación combinada en una línea semiautomática continua.

Las recortadoras cortan los tableros contrachapados según el tamaño que se desee, y luego se lijan en máquinas de cinta ancha o de tambor para obtener la terminación deseada. Los daños o imperfecciones de las chapas frontales se reparan luego manualmente taponándolas y aplicando remiendos.

Los tableros contrachapados se fabrican en una amplia variedad de tamaños y espesores, si bien los tamaños más comunes son paneles de 1220 x 2440 mm, además de 1830 x 3050 mm y 915 x 915 mm. Los espesores pueden ir de 3 a 25 mm, siendo el número de hojas de tres para tableros de hasta 7,5 mm de espesor a cinco o más hojas para variedades de más espesor.
 

1.4 Producción de tableros de partículas


En la mayoría de los casos, la producción de partículas lleva consigo un cierto número de operaciones como las que se describen más abajo (véase Figura 3), que necesitan distintas cantidades y tipos de energía.

Figura 3: Producción de tableros de particulas: Flujo de proceso simplificado

1.4.1 Preparación de las partículas

El material para los tableros, de partículas es de múltiples procedencias y, al aumentar la competencia por la madera sólida y los residuos sólidos de madera, los fabricantes tienen que recurrir al empleo de residuos de baja calidad, como desperdicios de astillado, serrín, virutas, etc, así como a especies madereras que antes no se tomaban en consideración.

Ante la vasta variedad de materiales que llegan al apiladero de la fábrica, antes del proceso de reducción hay que llevar a cabo su separación por lo que respecta al tamaño y, de ser posible, la especie. Se quita la corteza de las trozas, si no se ha hecho ya antes en el bosque, para evitar que se enramen las cuchillas de las desmenuzadoras; también se dispondrá de eliminadoras de piedras y separadoras magnéticas para evitar al demás equipo de reducción los daños que podrían provocar de lo contrario los cuerpos extraños que hubiere en el material para fibra.

Hay una gama variada de maquinaria para obtener el tamaño y forma de las partículas que hacen falta para las capas centrales y superficiales del tablero de partículas; esta maquinaria debe ajustarse a la variedad y tamaño de la madera y residuos de madera que se empleen. Las astilladoras, las fragmentadoras anulares de cuchillas, las desfibradoras de martillo, las refinadoras de disco, etc, cada cual funcionando con arreglo a un principio diferente, empleando cuchillas, barras de martillo, placas de discos ranurados, etc, son sólo algunas de las herramientas de uso común en esta industria.
 

1.4.2 Secado y cribado de las partículas

La mayor parte del material que se entrega a la fábrica tiene que estar seco de suerte que el grado general de humedad de las partículas sea del orden del tres al ocho por ciento para que se aglutinen con las resinas líquidas.

El secado de las partículas consiste en un proceso continuo en que éstas se desplazan a lo largo de los secadores horizontales rotativos mientras están suspendidas y expuestas a los gases calientes o al calor que emiten haces de tubos que llevan agua caliente, vapor o aceite térmico. El calor se produce por la combustión del aceite, gas o residuos. El secado por radiación térmica se está considerando ahora como alternativa aceptable a los secadores rotativos y requiere temperaturas de secado un tanto inferiores.

Las partículas, directamente después del secado, se criban para seleccionarlas con arreglo a su tamaño en cribas vibradoras o giratorias o mediante la clasificación con una corriente de aire. El cribado normalmente se efectúa después de los secadores pues las partículas húmedas suelen pegarse, taponando los filtros y reduciendo la eficacia general del proceso de clasificación.

,se separan las partículas según el tamaño para escoger el material que servirá para las capas exteriores y centrales del tablero. Es indispensable que las partículas que resulten de un

tamaño excesivo se reciclen para su ulterior reducción y que pasen por la criba las partículas finas para evitar así consumir una cantidad desproporcionada de cola resinosa y para servir de fuente valiosa de combustible.
 

1.4.3 Mezcla y formación de la manta

Generalmente para aglutinar la mezcla de partículas se utilizan adhesivos del tipo de urea, fenol y formaldeído melanina, siendo la primera la resina más utilizada. Se mezclan en condiciones controladas y por lotes o de forma continua entre el tres y el diez por ciento según peso de la resina, junto con otros aditivos empleados para conseguir propiedades como resistencia al fuego, etc. La mezcla puede hacerse en grandes recipientes a poca velocidad o en pequeños mezcladores con más rapidez y menos cantidad.

En las fábricas más modernas de tableros de partículas, el moldeado o formado de la manta es un proceso totalmente mecánico, mientras que los moldeadores antiguos exigen una nivelación manual. A pesar de la gran variedad de moldeadores que se utilizan actualmente, los principios básicos de la formación de la manta son por lo genera¡ análogos en cuanto a que entra en el moldeador un flujo uniforme de partículas desde una tolva de carga, que a su vez calibra una capa distribuida por igual de partículas que va a parar a un bastidor en una cinta móvil o una repartidora.

Los moldeadores pueden estar dotados de cabezas moldeadoras única o múltiples, que son fijas o móviles y que están diseñadas de forma que las partículas más finas pasen a formar las capas superficiales de la manta y las partículas más bastas constituyan el centro. En todos los casos es imprescindible que se forme una manta distribuida parejamente con el peso deseado. Las mantas que no se ajustan a la norma se apartan y se reciclan.

El transportó de las mantas a la prensa previa y a la prensa en caliente se lleva a cabo moldeando la manta en planchas de metal, denominadas placas de carga, matrices u hormas, que a su vez se montan manual o mecánicamente en las prensas, o en el caso de sistemas sin placas, usando almas metálicas flexibles, cintas y bandejas de plástico que transportan las mantas a través de la prensa en caliente.
 

1.4.4 Prensado

El preprensado de las mantas antes de introducirlas en las prensas calientes de platos múltiples se está convirtiendo actualmente en una operación común del prensado, debido a la consolidación y reducción del ancho de la manta. Lo cual permite una manipulación más cómoda y el empleo de aberturas más estrechas en la prensa caliente, reduciendo así considerablemente el tiempo de prensado.

Aunque las preprensas pueden ser del tipo caliente o frío, la prensa principal se calienta siempre, haciendo pasar agua caliente, vapor o aceite a través de los platos para conseguir temperaturas del orden de 140-200*C, según las resinas utilizadas y el tipo de prensa.

Pueden utilizarse prensas calientes de abertura única o múltiple efectuándose la carga y descarga manual o mecánicamente por cable, elevadores de cadena o procedimientos hidráulicos, según la antigüedad y complejidad de la fábrica. Si bien en las instalaciones modernas más grandes se regula automáticamente el tiempo de prensado y las presiones, en muchas fábricas se sigue prefiriendo el control manual ya que permite hacer reajustes con arreglo a las diferentes calidades de la manta.
 

1.4.5 Acabado del tablero

Al salir de la prensa caliente, los tableros se extraen de las placas o bandejas a mano o mecánicamente por medio de cadenas o volteadores y gravedad. Se apilan las placas, dejándolas enfriar y luego se vuelven a llevar a la estación de formación en vagonetas o se transportan mecánicamente por una línea fija de retroceso. A su vez, los tableros se enfrían y se acondicionan para evitar la degradación de las resinas de urea.

Se emplean sierras dimensionadoras para cortar los tableros según el tamaño deseado, reciclándose los recortes o utilizándose para combustible. Para cumplir las normas fijadas en cuanto al espesor y la calidad de la superficie, pueden utilizarse diversas lijadoras de cinta o tambor.

Una vez se han acabado superficialmente los tableros, se cortan éstos según el tamaño deseado en cuanto al largo y ancho con diversas sierras, con arreglo a las exigencias del mercado. Los tableros de partículas se suelen producir en paneles de 1220 x 2440 mm, con espesores que van de 3 a 35 mm, siendo la medida más común la de 19 mm. Por lo general, los tableros se fabrican con una densidad media de 400-800 kg por metro cúbico, aunque se emplean tableros de gran densidad de 800 a 1120 kg por metro cúbico.

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