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Breve noticia del Canadá forestal

J.H. Cayford

James Cayford es Director Ejecutivo del Instituto Forestal del Canadá.

Los bosques son lo más característico del paisaje del Canadá: cubren 398 millones de hectáreas, es decir, el 43 por ciento de su superficie. Gran parte del resto es terreno baldío: eriales, muskeg, piedra y matorral. Son una vez y media más extensos que los bosques de Europa, tan extensos como los de Asia y mitad que los de la URSS. En total, alrededor del 10 por ciento de los bosques del mundo se encuentra en el Canadá.

Casi el 80 por ciento de ese arbolado son coníferas. Entre éstas predominan Picea glauca y P. mariana; también abundan especies como Pinus, Abies, Tsuga, Thuja y Pseudotsuga. En los montes de caducifolias predominan Populus y Betula y, en menores cantidades, Acer y otras especies.

Más de la mitad He la superficie forestal del Canadá se encuentra en la vasta región boreal que se extiende desde el litoral atlántico, adentrándose en el círculo polar ártico por los territorios del noroeste, casi hasta el Pacífico por el noroeste de la Columbia Británica. Las especies arbóreas más comunes son Picea glauca, P. mariana, Abies lasiocarpa, A. balsamea, Pinas conforta y P. banksiana; como especies colonizadoras figuran Populus tremuloides y Betula papyrifera. El incremento medio anual del conjunto es de 1,5 m3/ha.

El incremento es máximo (4,9 m3/ha/año) en los bosques de la Columbia Británica, cuyas especies principales son Thuja plicata, Picea sitchensis y Pseudotsuga menziesii.

LA INDUSTRIA FORESTAL

En su conjunto, las actividades forestales constituyen la industria más importante del Canadá, tanto por el valor de sus productos como por el número de personas que ocupa. El valor total pasa de 38 000 millones de dólares canadienses (32 500 millones de dólares EE.UU.) anuales, que significan el 10 por ciento del de todas las manufacturas. Las exportaciones forestales alcanzan a 21000 millones de dólares canadienses (17 900 millones de dólares EE.UU.), es decir, el 15 por ciento del total exportado por el Canadá, y el 22 por ciento de las exportaciones mundiales de manufacturas de madera. En cambio, sólo se importan productos forestales por valor de 2 000 millones de dólares canadienses (1 700 millones de dólares EE.UU.). Por consiguiente, las actividades forestales contribuyen a la balanza comercial con más que toda la producción agrícola, pesquera, metalífera, de carbón, de petróleo, de gas y de electricidad combinadas.

LAS ACTIVIDADES FORESTALES constituyen la industria más importante del Canadá

Anualmente se recogen 165 millones de m3 de madera. Más del 90 por ciento es madera de coníferas, 15 por ciento de toda la cortada en el mundo. Entre los principales productos forestales se cuentan pasta y papel, madera aserrada, chapas, tableros contrachapados y de partículas, tejas y madera astillada. El Canadá produce el 32 por ciento de todo el papel de periódico del mundo, el 15 por ciento de la pasta, el 11 por ciento de la madera aserrada y el 7 por ciento de todos los derivados de papel y cartón; también artículos como entarimado, puertas, ventanas, cajas, toneles, barriles y una gran variedad de mercaderías derivadas del papel, como papel encerado, de escribir, higiénico, sobres, vasos y toallas. Entre las industrias menores, figuran la de los árboles de Navidad y la del jarabe de arce.

Dispersas por todo el país hay 675 fábricas de pasta, papel y cartón y más de 3 550 aserraderos, manufacturas de contrachapado y carpinterías. El sector forestal ocupa a 270 000 trabajadores. Cada uno de estos puestos origina otros dos empleos en la economía nacional; por consiguiente, 800 000 puestos de trabajo, es decir, el 7,5 por ciento de todos los del país, dependen de los bosques.

En mayo de 1989 se publicó un importante estudio: «La industria forestal del Canadá; los próximos 20 años: perspectivas y prioridades». Extrapolando llega a la conclusión de que, en los próximos 20 años, la producción forestal se incrementará probablemente en no menos del 55 por ciento.

ADMINISTRACION Y ORDENACION FORESTALES

El Canadá es un estado federal integrado por diez provincias y dos territorios. Los gobiernos provinciales tienen jurisdicción sobre sus recursos naturales, entre ellos los bosques. El gobierno federal ha hecho recientemente responsables de sus bosques a los gobiernos de los territorios.

Producción de papel el Canadá produce el 32 por ciento de todo el papel de periódico del mundo y el 7 por ciento de todos los derivados de papel y cartón

Aproximadamente el 70 por ciento de los bosques de la Corona está en las provincias, el 22 por ciento es de los territorios, el 2 por ciento está en tierra federal y el 6 por ciento es de propiedad privada. La mayor parte de estos últimos está en Nueva Escocia, Nueva Brunswick o en las zonas agrícolas del sur de Ontario y Quebec.

Todos los gobiernos provinciales cuentan con un Servicio Forestal que tiene a su cargo la ordenación, planeamiento, inventarios y protección de los bosques, así como la venta de la madera. En el curso de los útimos 20 años las provincias han encomendado, mediante licencia, cada vez más aspectos operacionales de la ordenación de sus bosques al sector privado.

En años recientes las provincias están modificando su legislación para que disponga la ordenación de los bosques de modo que su rendimiento no decaiga. Los gobiernos provinciales y las compañías privadas negocian «Acuerdos de Ordenación Forestal» válidos por 20 ó 25 años renovables quinquenalmente. Encomiendan a los contratistas, que antes sólo se encargaban de cortar y de construir caminos, todas las actividades de regeneración del bosque.

Aunque los gobiernos provinciales retienen jurisdicción sobre los bosques, la importancia del recurso es tal que el Gobierno Federal ha decidido coparticipar en su manejo. Forestry Canada, con categoría de ministerio federal desde 1988, es la autoridad suprema en materia forestal. Investiga, administra acuerdos del Gobierno Federal con los provinciales, compila estadísticas nacionales y extranjeras, representa al Canadá en organizaciones internacionales y maneja los bosques de las bases militares.

Ordenación forestal

Durante el primer siglo de explotación comercial se consideraba a los bosques fuente inagotable de materia prima para la industria y se explotaban como minas, pensando poco o nada en conservarlos y manejarlos de forma que el rendimiento no decayera. A partir de la segunda guerra mundial se reconocen cada vez más explícitamente los beneficios adicionales que proporcionan: protección de tierras y aguas, recursos no madereros, aspectos recreativos, etc. Ultimamente se reconoce también que los bosques contribuyen a la fijación del carbono, evitando que se acumule bióxido de carbono en la atmósfera, y a la conservación de la diversidad biológica. El Gobierno del Canadá se ha comprometido a aprovechar los bosques de modo que no disminuya su rendimiento, reconociendo así que es preciso hacer uso de ellos para satisfacer las necesidades actuales sin poner en peligro la calidad de la vida de generaciones futuras.

Aunque después de la segunda guerra mundial se han llevado a cabo varios proyectos de renovación forestal en gran escala, hasta 1977, con ocasión de la Conferencia Nacional de Regeneración Forestal, no se hizo una evaluación global del estado de renovación de los bosques. Entonces se puso en claro que la insuficiente repoblación forestal es un problema grave y fundamental para el Canadá.

En el último decenio se incrementó considerablemente toda la actividad de renovación de bosques. En las provincias se están haciendo grandes esfuerzos en ese sentido y se han delimitado zonas especiales para recoger semilla. Tanto de esas zonas como de los viveros dedicados a su producción, se obtienen cantidades cada vez mayores. La producción anual alcanza actualmente 750 millones de plantines (en contenedores), mientras que hace 10 años no se producían más de 300 millones. A pesar de eso, sólo se siembra una tercera parte de las 900 000 ha que se talan anualmente. En el supuesto de que la regeneración natural tenga éxito en el 50 por ciento del resto, y concediendo que se malogre parte de lo plantado, quedan anualmente 300 000 ha sin regenerar. El total de superficie no regenerada acumulada se calcula en 25 millones de ha, muchas de ellas bastante accesibles y potencialmente productivas.

El Canadá gasta actualmente algo más de 1 700 millones de dólares canadienses (1 500 millones de dólares EE.UU.) en todos los aspectos de la ordenación y administración forestales. No obstante, calcula el Instituto Forestal del Canadá que harán falta no menos de 2 200 millones de dólares canadienses (1 900 millones de dólares EE.UU.) anuales para ordenar como es debido los bosques y regenerar la superficie despoblada capaz de producir.

En el Canadá hay un forestal de profesión por cada 50 000 ha de bosque ordenado. La cifra equivalente de los Estados Unidos es de un forestal por cada 13 000 ha, en Suecia de uno por cada 19 000 ha. Las actividades de planeamiento hacen uso creciente de tecnologías avanzadas, como sistemas de información geográfica para archivar, clasificar y analizar datos. También se hace uso creciente de satélites o aviones para adquirir información que se conserva digitalizada, así como de modelos y sistemas computadorizados para fines de predicción y planeación. Esas técnicas encajan en el nuevo concepto integral de la ordenación forestal.

Amenazas a la producción

Incendios. El Gobierno Federal empezó a investigar en 1925 la manera de evaluar el peligro de incendio. Desde entonces se han elaborado cinco sistemas de precisión creciente. Cada uno aprovecha los anteriores, perfeccionándolos con ayuda de experimentos y análisis empíricos. El actual Sistema Canadiense de Evaluación del Grado de Peligro de Incendio consta de tres elementos fundamentales: el Indice Meteorológico, que califica numéricamente la probabilidad de incendios según el propósito del tiempo; el Sistema de Predicción del Comportamiento del Fuego, que califica su marcha probable según los tipos de combustible; y actualmente se está preparando el Sistema Canadiense de Predicción del número de Incendios. Esos tres subsistemas, junto con reglas para pronosticar el peligro de incendios causados por el rayo o por el ser humano y predecir la frecuencia, se consolidarán en un sistema completo.

A pesar de eso la temporada de 1989 fue una de las peores que se han registrado; hubo incendios particularmente graves en las provincias de Manitoba y Quebec. Hubo 11 168 conflagraciones en las que ardieron más de 6,4 millones de ha, cifra muy superior a los dos millones de ha anuales que son el promedio de los últimos 10 años.

Plagas y enfermedades. Se calcula que son causa de que anualmente se pierdan 100 millones de m³ de madera. El insecto más destructivo es el gusano de las yemas del abeto (Choristoneura fumiferana). Su difusión tiende a disminuir ya que, por ejemplo, en 1988 fue causa de defoliación en 6,3 millones de ha, mientras que en 1987 afectó a 8,4 millones de ha. Otros insectos peligrosos son: Dendroctonus ponderosae y D. rufipennis, Lambdina fiscellaria, Malacosoma disstria y Porthetria dispar.

Para no perjudicar el medio ambiente se procura combatir las peores plagas por medios biológicos más bien que químicos. Por ejemplo, se hace uso creciente de la bacteria Bacillus thuringiensis en la lucha contra Choristoneura fumiferana.

Todo el país es víctima de diferentes podredumbres del tallo y de la raíz. No obstante, la enfermedad más común en el Canadá es Ceratocystis ulmi, causante de grandes pérdidas de Ulmus americana en toda la parte oriental del país.

Contaminación atmosférica. A pesar de que aún no se sabe a ciencia cierta cómo perjudica la lluvia ácida a los bosques, es casi unánime el acuerdo de que la productividad de los bosques canadienses se contraerá considerablemente a menos que baje el nivel de la contaminación. Aunque la repercusión de la pérdida de productividad sobre la extracción comercial no será grande de manera inmediata, en el curso de los próximos 70 u 80 años puede esperarse que la cosecha comercial se contraiga en 10 millones de m3, es decir, en el siete por ciento de lo que ahora se extrae anualmente.

El Programa Canadiense de la Lluvia Acida proporciona información sobre cómo afectan los contaminantes a los bosques, con el fin de que los gobiernos federales y provinciales busquen medidas eficaces para combatir la contaminación del aire. En los últimos diez o doce años su programa se ha ampliado y encaminado a investigar los efectos regionales de la contaminación, dando ya por concluido el estudio de los efectos de las fuentes de contaminación.

ENSEÑANZA

Siete universidades enseñan ciencias forestales: las de Alberta, Columbia Británica, Lakehead, Laval, Moncton, Nueva Bruswick y Toronto. De ellas, la de Moncton imparte cursos sólo hasta el nivel llamado de primer grado; la de Lakehead ofrece, además, programas a nivel de master; las otras cinco, a los niveles de primer grado, master y doctorado.

La formación de técnicos forestales se hace en 26 instituciones repartidas por todo el país. Sus programas duran de uno a tres años y se concentran en generalidades, productos forestales y ordenación de los bosques naturales y de plantaciones. El National Indian Forestry Institute de Saskatchewan tiene un programa especial de tres años, al cabo de los cuales otorga un diploma en tecnología forestal.

INVESTIGACION

La investigación se extiende a muy diversos campos. Alrededor de la mitad se dedican a productos forestales de madera, pasta y papel, ingeniería y energía. El 21 por ciento de las investigaciones gira en torno a la producción de los bosques, el 11 por ciento a su protección, y el 7 por ciento al medio ambiente. De menos envergadura son los programas de investigación de economía forestal y de formas de aprovechamiento de bosques que no impliquen consumo.

INVESTIGACION DE CONIFERAS prueba de polinización

En materia de investigación, la entidad más importante es Forestry Canada que se encarga directamente del 22 por ciento del total; en 1985/86, gastó 45 millones de dólares canadienses (38,5 millones de dólares EE.UU.) del total de 219 millones de dólares canadienses (187,2 millones de dólares EE.UU.) invertidos en investigación. Forestry Canada tiene seis centros regionales y dos institutos nacionales. Aquellos llevan a cabo programas multidisciplinarios de alcance regional; de los institutos, el Instituto de Control de Plagas Forestales se ocupa en formular estrategias aceptables desde el punto de vista ambiental, para el control de plagas, mientras que el Instituto Forestal Nacional de Petawana investiga en materia de genética, biotecnología, incendios, ordenación forestal, inventarios y sistemas de elaboración de datos. Forestry Canada participa también en la administración de los acuerdos del gobierno federal con los provinciales, todos los cuales incluyen un programa de investigación aplicada.

Por desgracia, el programa de investigación de Forestry Canada ha sido muy recortado en estos últimos 20 años; el número de investigadores ha bajado de 2 000 a menos de 1 000. Otros órganos federales llevan a cabo actividades de investigación forestal en ciertos aspectos concretos, entre ellos, el Consejo Nacional de Investigación, Environment Canada, Energía, Minas y Recursos y Agriculture Canada.

A nivel provincial, los servicios forestales de Quebec, Ontario, Alberta y Columbia Británica llevan a cabo programas sustanciales de investigación, mientras que las provincias restantes se ocupan en investigación aplicada. Los gobiernos provinciales gastan el 15 por ciento de los fondos dedicados a investigación.

Ultimamente se ha procurado coordinar las investigaciones forestales de ambos niveles de gobierno y formular programas que satisfagan las necesidades de los ingenieros forestales. Se ha creado el Consejo Consultivo de Investigaciones Forestales del Canadá, encargado de revisar las políticas y prioridades y asesorar en consecuencia a Forestry Canada. En la mayoría de las provincias se han nombrado comités de esa misma índole. Recientemente se ha ampliado el mandato del Consejo encargándole de hacer anualmente una reseña general de la situación del país en materia de investigación.

Tres compañías de investigación industrial Pulp and Paper Research Institute of Canada (PAPRICAN), Forintek Canadian Corporation y Forest Engineering Research Institute of Canada (FERIC)- trabajan en materia de productos forestales, recolección y mecanización de la silvicultura.

Financiadas conjuntamente por la industria y el Gobierno, gastan el 15 por ciento del total invertido por el Canadá en investigación y desarrollo. Otras varias organizaciones industriales llevan a cabo investigaciones pero es difícil obtener datos acerca de sus programas. El 20 por ciento de las investigaciones forestales se dedica a investigación industrial; de esas, el 90 por ciento se encamina directamente a investigación de productos.

También las universidades llevan a cabo investigaciones consagrando a las mismas el 10 por ciento del total de los fondos dedicados a investigaciones forestales, aportados en su mayoría por los gobiernos federal y provinciales.

EL CANADA Y LA IUFRO

El Canadá participa en los congresos de la IUFRO desde 1910. En la actualidad están representados en la misma casi todas las instituciones canadienses que investigan en materia de bosques. Entre ellas, Forestry Canada, las escuelas de montes de las Universidades de Toronto, Columbia Británica, Ontario, Quebec y Alberta, FERIC, Forintek Canadian Corporation, el Consejo de Investigación de Alberta y el International Development Research Centre (IDRC). Además, no menos de 30 canadienses procedentes de varias instituciones de investigación de los gobiernos federales y provinciales, de universidades y del sector privado tienen puestos en la IUFRO. Han ocupado altos cargos D.R. Remond, Vicepresidente en 1971-76 y C.R. Silversides, Coordinador Adjunto y después Coordinador de la Tercera División, en 1971-81. No obstante, por lo que hace a la IUFRO, la iniciativa canadiense de mayor consideración es la acogida del XIX Congreso Mundial.


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