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Capítulo 7: Planificación para situaciones de emergencia de sanidad animal


Plan nacional de emergencia para enfermedades de animales
Preparación de un plan
Diagnostico de las enfermedades de emergencia
Vacunación en situación de emergencia
Formación para situaciones de emergencia



La aparición de una enfermedad animal potencialmente desastrosa en un país o región, o incluso la sospecha de la existencia de tal enfermedad, constituye una situación de emergencia sanitaria. Esto se aplica a cualquier enfermedad animal que constituya una amenaza repentina y grave para la producción de alimentos o la salud pública y contra la cual los recursos existentes en el país sean insuficientes. Las características epidemiológicas de la enfermedad pueden indicar si ésta es nueva en el país, o si un organismo enzoótico ha aumentado su virulencia. La lucha contra las enfermedades transmisibles requiere la cooperación entre países vecinos; si esto no es posible, la ausencia de una acción mancomunada puede crear de por sí una situación de emergencia. La asistencia de urgencia puede ser necesaria también en el caso de situaciones tales como inundaciones u otros desastres naturales, o de contaminación por materiales tóxicos o radioactivas.

Plan nacional de emergencia para enfermedades de animales


La organización de una gran campaña de lucha contra una emergencia sanitaria es una operación logística compleja que requiere una muy rápida y eficaz movilización de recursos y la fusión de un gran número de profesionales y técnicos de muy diversas disciplinas y afiliaciones. Se necesita mucho trabajo de reflexión y planificación para elaborar un plan nacional de emergencia para enfermedades de animales; la experiencia del pasado ha demostrado que la mejor manera de realizarlo es por medio de grupos de acción. Habrá que procurar obtener el mayor grado posible de apoyo del gobierno para asegurar la continuidad y el mantenimiento de este enfoque por largos períodos de tiempo.

Cada país tiene distintas situaciones de sanidad animal, condiciones y grados de riesgo epidemiológico. Por tanto, el trabajo preliminar deberá identificar las enfermedades que en un país dado han de considerarse como seriamente perjudiciales para la población animal. Habrá que desarrollar una estructura organizativa para promulgar estatutos y proporcionar las directrices necesarias para cumplirlos objetivos, y deberán determinarse los recursos financieros disponibles localmente para respaldar este enfoque.

El plan deberá identificar, en primer lugar, los departamentos y dependencias del gobierno a los que se puede pedir asistencia en caso de que se produzca una emergencia de sanidad animal, y definir claramente las funciones que podrían desempeñar. El Ministerio de Agricultura (o su equivalente) debería ser siempre el órgano principal, y el oficial jefes veterinaria deberá tener la responsabilidad global de la ejecución de cualquier campaña de lucha contra una emergencia de sanidad animal. Cuando sea necesario, deberá pedirse el apoyo especializado de otras dependencias. Estas pueden incluir la oficina del gabinete (para una coordinación política de alto nivel); el Ministerio de Hacienda (para la coordinación financiera); el Ministerio de la Defensa (apoyo logístico, transporte, comunicaciones, apoyo a las operaciones de campo); el Ministerio del Interior (control de desplazamientos y cuarentena); el Ministerio de Sanidad (lucha contra las zoonosis); el Ministerio de Obras Públicas (provisión de equipo para enterrar los cadáveres de animales); el Ministerio de Comunicaciones; el Ministerio de Transporte; las autoridades de conservación de la flora y fauna silvestres; los servicios estatales de emergencia; las universidades, etc.

Preparación de un plan


Los siguientes elementos se consideran esenciales para la preparación de un plan nacional de emergencia de sanidad animal, y deberían recomendarse tanto al gobierno interesado como al oficial jefe de veterinaria.

• Establecimiento de un comité nacional para programas de emergencia de sanidad animal, compuesto por oficiales de alto nivel de ministerios tales como: Agricultura, Sanidad, Interior, Defensa, Educación, Comunicaciones, Justicia, Hacienda, Transporte, etc.

• Revisión de las leyes, reglamentos y políticas miras a proporcionar unas estructuras jurídicas que garanticen el funcionamiento efectivo del programa nacional para las emergencias de sanidad animal en todas las circunstancias.

• Establecimiento de un mecanismo responsable de crear el grupo nacional de acción para casos de emergencia de sanidad animal. Este grupo de acción deberá estar bajo la responsabilidad inmediata del oficial superior de veterinaria, quien nombrará a los miembros más competentes y adecuados. Una lista de estos miembros con sus direcciones completas y número de teléfono (del trabajo y privado), télex y fax, deberá encontrarse en un lugar fácilmente accesible.

• Asesoramiento al gobierno sobre la necesidad de proporcionar y apoyar un servicio de sanidad animal de campo y de laboratorio eficaz y, en caso de que no exista, trabajar para establecer este tipo de servicio, que deberá estar en condiciones de facilitar en cualquier momento el personal necesario para ejecutar las decisiones del grupo de acción para casos de emergencia de sanidad animal.

• Identificación de las fuentes nacionales e internacionales para disponer en poco tiempo de los fondos y procedimientos que permitirán una intervención inmediata del grupo de acción para casos de emergencia de sanidad animal. Si fuese posible administrativamente, el Ministerio de Agricultura deberá contar con mecanismos para financiar inmediatamente al menos las medidas críticas que han de tomarse sin demora; es esencial asegurar desde el principio la disponibilidad a jamada completa de un personal altamente competente para el grupo de acción, así como la posibilidad de pagar una indemnización razonable por las propiedades destruidas.

• Provisión de las direcciones y números de teléfono del puesto de trabajo y privados del oficial jefe de veterinaria, su asistente y los funcionarios públicos superiores pertinentes, así como de una lista del personal veterinario nacional de grado superior, con las direcciones de las oficinas y particulares, y los números de teléfono y contactos de emergencia.

• Mantenimiento de una lista de las fuentes de aprovisionamiento de los materiales requeridos para ejecutar un programa de emergencia, así como de una lista de los servicios afines, mataderos, plantas de elaboración de la carne, fábricas de productos lácteos, etc. (Dichas listas han de comprender direcciones, números de teléfono del trabajo y privados, télex y fax.)

• Desarrollo de una comunicación eficaz con granjeros, asociaciones de cría e industrias ganaderas, incluidos los sistemas de transporte y comercialización, para conseguir su apoyo y participación activa en el programa de emergencia.

• Establecimiento de acuerdos con los órganos respectivos y los servicios competentes del gobierno para asegurar una rápida movilización de todo el personal esencial, incluidas las fuerzas armadas y la policía, para el caso de una emergencia de sanidad animal.

• Mantenimiento de una lista (con las direcciones completas, teléfonos en horas de oficina y fuera de ellas, números de télex y fax) de los órganos e instituciones que tienen instalaciones o recursos especiales y del personal con cualificaciones especializadas, con vistas a obtener su apoyo para lograr los objetivos del programa de emergencia.

• Preparación, y revisión regular de una lista de las enfermedades animales que requieren una acción de emergencia en caso de que se introduzcan en el país. Preparación y actualización de publicaciones sobre la nosografía y las medidas de lucha especificas.

• Preparación y revisión periódica de los planes de acción para cada una de las enfermedades de emergencia, con el fin de poder tomar sin demora las medidas necesarias en el caso de una emergencia nacional.

• Preparación de los procedimientos que se adoptarán mientras se espera confirmación del laboratorio sobre la sospecha de un brote de enfermedad. Estos deberían incluir los pasos iniciales para evitar la posible propagación de la infección, por ejemplo la puesta en cuarentena de la granja o el ganado sospechoso, así como las medidas preliminares para la ejecución del plan nacional de emergencia para enfermedades de animales.

• Preparación de un manual que contenga una descripción precisa de los procedimientos de lucha contra las enfermedades de emergencia que habrán de aplicarse una vez confirmada la presencia de la enfermedad. Las diferentes enfermedades requieren distintas estrategias de lucha y erradicación, cada una de las cuales tiene sus problemas particulares. Un documento de estrategia debe describir de forma cabal los problemas de la lucha contra una determinada enfermedad, las diversas estrategias disponibles y los métodos seleccionados para situaciones particulares. Debe toda la información necesaria para entender la naturaleza de la enfermedad, su transmisión y los principios para combatirla y erradicarla. Debería también exponer las estrategias de lucha alternativa y los criterios para la selección de una estrategia particular.

• Preparación de los procedimientos de vigilancia de la enfermedad que deberán adoptarse para delimitar inicialmente la distribución geográfica de la enfermedad, controlar la eficacia de las campañas de lucha y demostrar al final que el país está nuevamente libre de la enfermedad.

• Elaboración de mecanismos para el acopio, transmisión y análisis de datos epidemiológicos.

• Preparación de códigos de práctica para las empresas de alto riesgo, por ejemplo las de producción de sustancias biológicas, mataderos, centros de inseminación artificial, fábricas de productos lácteos, mercados de ganado, etc.

• Acopio de datos clave sobre las poblaciones de ganado y la fauna silvestre.

• Mapas con los detalles necesarios, la distribución y propiedad del ganado y, cuando proceda, detalles sobre las rutas normales de desplazamiento del ganado, los abrevaderos y los corrales.

El patrón del plan nacional deberá utilizarse a nivel provincial y regional, con una buena coordinación vertical y horizontal. Todo el personal interesado debe entender claramente su papel en la situación de emergencia (veáse el Anexo 5).

Diagnostico de las enfermedades de emergencia


Servicios nacionales de diagnóstico

Dada la importancia de una rápida y precisa confirmación del laboratorio en caso de sospecha de una enfermedad de emergencia, es necesario establecer planes de lucha en función de los diagnósticos de laboratorio, teniendo presente la autosuficiencia de estos planteles. Se ha de recurrir además a los laboratorios internacionales.

Otro enfoque digno de consideración es la formación de especialistas o de equipos especializados en el diagnóstico de enfermedades de emergencia. Los especialistas deberían tener experiencia directa o capacitación en las principales enfermedades de emergencia y estar disponibles en todo momento para viajar al lugar donde se haya informado de una enfermedad y ayudar al personal local en sus investigaciones.

Laboratorios internacionales de referencia

Son centros de investigación especializados, que actúan a nivel mundial o regional, y tienen la función de prestar asistencia a los países miembros que lo soliciten, en las condiciones acordadas, para la identificación y tipificación de aislados de los posibles agentes etiológicos. Muchos de ellos prestan otra serie de servicios, incluidos el mantenimiento y distribución, sobre pedido, de reactivos y de referencia, el asesoramiento de consultores y la capacitación de personal profesional y técnico (véase el Anexo 3).

Los laboratorios nacionales deberían establecer canales de comunicación con los laboratorios de referencia mundiales o regionales para las distintas enfermedades de emergencia antes de que se sospeche la presencia de una de las enfermedades. Deberán obtener de los laboratorios de referencia la siguiente información:

• Si aceptarán únicamente organismos aislados para la identificación definitiva o también las muestras primarias para el diagnóstico (tejidos y sangre).

• Los tipos de muestras requeridos y si deberán añadirse conservantes.

• Los tipos de recipientes de muestras que deberán usarse y su etiquetado.

• El embalaje y los refrigerantes requeridos.

• El historial que deberá acompañar las muestras.

• A qué dirección deberán enviarse las muestras y qué otra información deberá figurar en las etiquetas.

• Si es necesario obtener un permiso de importación de cuarentena antes del envío para facilitar el despacho de aduana y si se requiere el uso de mensajeros para la bioseguridad.

• Los números de teléfono, télex y fax y la dirección telegráfica de los laboratorios de referencia.

Funciones de los laboratorios nacionales e Internacionales

El laboratorio de referencia debería proporcionar la confirmación del diagnóstico, tipificar el organismo para permitir la selección de una vacuna adecuada y prestar otras formas de asistencia. Sin embargo, una vez diagnosticada la enfermedad, no se puede pedir al laboratorio de referencia que lleve a cabo las numerosas pruebas de laboratorio requeridas para controlar su propagación y los progresos de las campañas de lucha, ni que pruebe al final que el país está nuevamente exento de la enfermedad. Esta es una responsabilidad nacional.

Vacunación en situación de emergencia


Suministro de vacunas

El rápido establecimiento de una campaña de vacunación a nivel nacional o regional es un componente eleve del control o erradicación de un brote de enfermedad. Normalmente, los países no disponen de suficientes suministros de la vacuna adecuada para afrontar la emergencia y deben importarlos. Deberían contar, por lo menos para las enfermedades más peligrosas, con información que les ayude a obtener las vacunas y a preparar un plan para la campaña de vacunación. Los datos requeridos son:

• información científica sobre las vacunas y su uso;

• nombres, direcciones y números de télex, teléfono y fax de las fábricas de vacunas;

• información general sobre la disponibilidad, normas de control de calidad y rendimiento de las vacunas de las posibles fuentes de suministro;

• datos epidemiológicos sobre las poblaciones ganaderas susceptibles de contraer la enfermedad en cada región, incluido su historial de vacunación.

Bancos internacionales de vacunas

El mantenimiento de una reserva de vacunas suele resultar excesivamente caro para un país en desarrollo, en especial tratándose de vacunas para las que existen múltiples tipos y subtipos de antígenos. Varios países con necesidades similares podrían aunar sus recursos y formar un banco internacional de vacunas.

Formación para situaciones de emergencia


Servicios de sanidad animal

El personal de los servicios de sanidad animal debería conocer sus respectivas funciones en el caso de una emergencia. Se necesita una formación especial para enfrentar las enfermedades de emergencia, y el manual preparado para el plan nacional de emergencia sanitaria debería constituir la base para esa formación.

El nivel y amplitud de la capacitación variarán en relación con las funciones asignadas a las distintas secciones de personal. El personal veterinario necesitará un conocimiento profundo sobre las enfermedades exóticas que constituyen la mayor amenaza: síntomas clínicos, epidemiología, procedimientos de diagnóstico y medidas de lucha en el campo y a nivel de laboratorio. El personal auxiliar deberá estar adiestrado en los procedimientos de vacunación para la toma de muestras de diagnóstico, la eliminación de animales, la higiene y desinfección. Deberá solicitarse la asistencia de organizaciones internacionales, laboratorios colaboradores y escuelas de veterinaria.

Escuelas de veterinaria

El profesorado de las escuelas de veterinaria deberá tener conocimiento del plan nacional de emergencia y de la situación de las enfermedades de emergencia a nivel nacional e internacional. El tema debería estar incluido en el plan de estudio, tanto a nivel universitario como de posgrado. A tal efecto, deberán mantenerse contactos estrechos y regulares entre las escuelas de veterinaria y los servicios de sanidad animal.

Ejercicios de simulación

Los ejercicios de simulación son una parte tan importante de la preparación para una emergencia sanitaria como la elaboración de un plan nacional. Además, pueden ayudar a corregir o actualizar el plan a la luz de la experiencia práctica.

Propósito

• Impartir capacitación a los grupos de acción y acostumbrarles a trabajar en equipo.

• Determinar la competencia del personal para trabajar en situaciones de emergencia y seleccionar a los dirigentes de los grupos de acción.

• Identificar los problemas que pueden surgir en la ejecución del plan nacional.

• Ensayar las comunicaciones entre los distintos grupos de acción.

Objetivos y tipos de ejercicio

Es importante decidir al inicio cuáles serán los objetivos del ejercicio, para poderlos planificar en consecuencia. Deberá elegirse un dirigente experimentado, quien será el encargado de elaborar el plan y explicar al personal sus funciones respectivas. El trabajo puede consistir en simples ejercicios de escritorio, ejercicios más complejos de oficina y ejercicios de simulación de campo.

Todas estas actividades son complementarias en la respuesta a una emergencia. A veces se necesitará la participación simultánea de todo el personal, can el fin de probar la eficacia del sistema en su conjunto y también como forma de capacitación continua del personal.

Los ejercicios de escritorio pueden servir para que pequeños grupos desarrollen procedimientos de oficina en apoyo de las operaciones de campo, por ejemplo, la provisión de los datos y mapas, sistemas para registrar y distribuir la información sobre los desplazamientos de animales, contactos, etc.

Los ejercicios de oficina a nivel central, provincial y de campo son necesarios para poner en márchalos procedimientos de escritorio, coordinar las actividades y probar los canales de comunicación dentro del servicio de sanidad animal y con las organizaciones externas que intervendrán en caso de emergencia.

Los planes nacionales de emergencia están utilizando de forma creciente sistemas de información basados en ordenadores mudemos, y también se han desarrollado programa as básicos de formación diseñados para cubrir las necesidades de determinados planes nacionales. Al desarrollar los sistemas computarizados hay que proceder con mucho cuidado, porque una interrupción en la conexión entre los datos de entrada y el sistema de recuperación podría ser causa de serios problemas en una situación de emergencia.

Los ejercicios de simulación de campo desempeñan un papel muy importante, tanto para ensayar el plan nacional en la práctica, como para la formación del personal. Deberían diseñarse de manera que constituyan la simulación más realista posible de un brote de enfermedad. Es importante cerciorarse de que la epidemiología hipotética del brote corresponde a la epidemiología de la enfermedad de emergencia y de que la descripción de las personas, lugares y desplazamientos hacia o desde las granjas sea tan real como sea posible.

Al concluir el ejercicio deberá realizarse una evaluación completa, con las observaciones del dirigente del ejercicio y de todos los participantes. Deberá prepararse un informe para el personal superior del servicio de sanidad animal, que, cuando sea necesario, revisará el plan nacional.

Una evaluación del rendimiento del personal que ha participado en el ejercicio ayudará a seleccionar al personal para las secciones o grupos de acción.

Los ejercicios de simulación deberían realizarse periódicamente y formar parte del programa de formación continua del personal. Cuando surja el peligro de una nueva enfermedad exótica, se llevará a cabo un ejercicio especial.


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