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El mundo forestal

El mundo forestal

Comité de Montes de la FAO

Del 8 al 12 de mareo de 1993, el Comité de Montes del Consejo de la FAO (COFO) celebró su undécimo periodo de sesiones en la sede de la FAO en Roma. El COFO es el organismo técnico de la FAO de más alto nivel para los asuntos forestales; en la reunión estuvieron presentes delegados de 93 países miembros y representantes de numerosas organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales.

La reunión se llevó a cabo en un clima de atención política intenso. Por una parte, como consecuencia de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) de 1992, la preocupación internacional por el sector forestal y la necesidad de examinar las consecuencias que el Programa 21 y los «Principios Forestales», tienen para la conservación y ordenación del patrimonio forestal, y para lograr un desarrollo sostenible, hablan alcanzado niveles sin precedentes. Por otra, a causa de las limitaciones financieras, la FAO se ha visto obligada a recomendar un presupuesto reducido para el Departamento de Montes durante el próximo bienio 1994-95. Estos dos factores hicieron que la determinación de prioridades fuera un tema clave del debate en el seno del COFO.

Evaluación de los recursos forestales en 1990

Después de considerar un informe sobre la Evaluación de los Recursos Forestales de 1990 y los resultados finales para los países industrializados y tropicales [NdR: véanse los artículos principales de este número de Unasylva], el Comité destacó la importancia fundamental que reviste la evaluación permanente de los recursos forestales como elemento de ordenación sostenible de los bosques, e hizo hincapié en la necesidad de que la FAO le atribuya una prioridad elevada. El Comité también aconsejó a la FAO que reforzara su cooperación con organizaciones nacionales e internacionales con competencia en este campo.

Silvicultura y nutrición

Como actividad complementaria de la Conferencia Internacional sobre Nutrición, organizada por la FAO y la OMS en 1992, el Comité examinó los lazos existentes entre la silvicultura y la nutrición, así como los elementos pertinentes de la CNUMAD. Se reconoció la contribución de las actividades forestales al bienestar nutricional, tanto como fuente de suministro directo de alimentos como de medio para mejorar los ingresos y facilitar el acceso a un suministro alimentario adecuado y saludable. Se destacó la función de sensibilización que desempeña la FAO en este campo; al respecto se elogiaron las publicaciones y otros materiales producidos por la FAO, y se recomendó ampliar su difusión. El Comité subrayó que los vínculos entre las actividades forestales y la nutrición, así como las interacciones entre las actividades forestales y la agricultura para el bienestar nutricional, tienen consecuencias que sobrepasan los confines del sector forestal; se hizo hincapié en la necesidad de un enfoque interdisciplinario.

La silvicultura y el desarrollo sostenible: repercusiones de la CNUMAD para la FAO

El Comité trató sobre los múltiples hechos que se produjeron a nivel internacional como resultado de la CNUMAD o en relación con ella, tales como el establecimiento de la Comisión la Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, la Conferencia Forestal Mundial, celebrada en Indonesia en febrero de 1993, la programación para junio de 1993 de la segunda Conferencia Ministerial sobre Protección de los Bosques en Europa, y el establecimiento del Centro para la Investigación Forestal Internacional en Bogor, Indonesia.

La silvicultura y el desarrollo sostenible

Dentro de este contexto, sin embargo, se reconoció que la responsabilidad principal de las actividades complementarias de la CNUMAD debería recaer en cada país. Al respecto, se destacó la función de la FAO en ayudar a los países en la formulación y ejecución de sus propios planes de acción en capo forestal, y se subrayó la importancia de evaluar los recursos forestales, de asegurar su ordenación sostenible, de fortalecer las capacidades y de fomentar un mundo más verde a través de la forestación y la repoblación forestal, sobre todo para la lucha contra la desertización.

Perspectivas a mediano plazo y prioridades en la programación de las actividades forestales de la FAO

El Comité confirmó la atención creciente que se está prestando a los múltiples aportes que el sector forestal tiene para el desarrollo económico y social en su totalidad, y, en particular, acogió con agrado la intención de mantener la orientación hacia enfoques de participación. Al examinar en detalle las prioridades de la FAO, el Comité reconoció la importancia atribuida a los planes de acción forestal nacionales dentro del contexto del Programa de Acción Forestal Tropical (PAFT) y expresó su agrado por el apoyo multidisciplinario que el Programa está recibiendo por parte de toda la Organización.

En lo que se refiere a los recursos forestales y el medio ambiente, el Comité dio su respaldo al carácter prioritario concedido a la evaluación permanente de los recursos forestales mundiales. Con relación a la necesidad de programas de forestación y repoblación forestal, el Comité solicitó apoyo para las actividades de mejoramiento genético y para la conservación y utilización de la biodiversidad. Se hizo hincapié en la necesidad de prestar mayor atención a la lucha contra la desertificación.

En cuanto a los productos forestales, el Comité expresó su respaldo a que se prestara mayor atención al fomento de una utilización eficaz y una valoración mayor de los productos forestales, en el contexto global de la conservación del medio ambiente. Confirmó su apoyo a las actividades de fomento de los productos forestales no madereros y de las pequeñas empresas forestales, en vista de su potencial para aumentar los ingresos y otras prestaciones para la población rural. Consideró que había que atenuar la atención a las grandes empresas, pero sin llegar a eliminarla.

La tarea decisiva de creación de capacidades nacionales iría encabezada por el programa sobre inversión e instituciones forestales, cuyo eje constituyen el asesoramiento en asuntos de política y el refuerzo institucional. El Comité recomendó que el concepto de fortalecimiento de la capacidad nacional forme parte integrante de toda actividad forestal de la FAO tanto en la sede como en los países. Asimismo, el Comité acogió con agrado la propuesta de brindar apoyo política e institucional a los países que están atravesando una etapa de ajuste estructural y de transición hacia economías de mercado.

También se subrayó la importante función que desempeña la FAO en la comunicación y difusión de información forestal, en general, y, en particular, a través de esta revista.

Progresos en la ejecución del PAFT

Sobre este tema, el debate se centró en los progresos realizados hacia el establecimiento de un mecanismo consultivo internacional destinado a proporcionar orientación al PAFT. El Comité examinó una propuesta para constituir un Grupo Consultivo de 32 miembros, del que formarían parte cinco organizaciones intergubernamentales (FAO, ITTO, PNUMA, PNUD y el Banco Mundial), 12 países en desarrollo, seis países industrializados, seis ONG (tres de países en desarrollo y tres de países industrializados), el Forum Forestal para los Países en Desarrollo y el Grupo Asesor Forestal del PAFT. Dicho Grupo Consultivo se reuniría una vez al año. A pesar de que en su mayoría los miembros del COFO apoyaban la propuesta de base, hubo un largo debate sobre numerosos puntos específicos, entre ellos: la posibilidad de que se duplicaran organismos ya existentes; la necesidad de procedimientos de presentación de informes en que queden reflejadas todas las opiniones expresadas por los miembros del Grupo Consultivo; la modalidad de selección de las ONG participantes; así como los medios para dotar al Grupo de los fondos necesarios. Los puntos de vista del COFO se harían conocer al Consejo de la FAO, quien tomaría una decisión final sobre el establecimiento del Grupo Consultivo del PAFT en su centésimo tercer periodo de sesiones, en junio de 1993.

Investigadores producen «madera» plástica a partir de desechos

Según los investigadores de la Universidad de Toronto, un nuevo tipo de «madera» plástica producida a partir de desechos provenientes de la industria y del consumidor final podría ahorrar a los municipios millones de dólares en costos por eliminación de residuos. Los investigadores de la Universidad están produciendo un compuesto parecido a la madera a partir de una combinación de desechos, que incluye envases de polietileno, desperdicios de papel y residuos de madera. El resultado es una nueva generación de material llamado plástico autorreforzado (SRP), que podría superar a la madera en resistencia a la humedad, a la intemperie y a la putrefacción.

La madera plástica no es una idea nueva, pero los intentos anteriores dieron como resultado productos no competitivos en cuanto a costos y rendimiento. El grupo investigador de Toronto afirma que la madera SRP supera estos problemas; el proceso de producción elimina la necesidad de una labor prolongada de selección de los desechos, disminuyendo considerablemente los costos de producción y, según sus inventores, la madera SRP tiene una fuerza de retención de clavos superior en un 40 por ciento a la de las traviesas tradicionales de madera dura.

La investigación sobre la madera SRP fue financiada por el Engineering Research Council, por el Forest Products Laboratory del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, por Resource Plastics, Inc., Tetra Pak, Inc., y Forestry Canada.

Fuente: Forest Products

Conservation y Recycling Review


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