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USO DE BUEYES EN OPERACIONES DE APROVECHAMIENTO FORESTAL EN AREAS RURALES DE COSTA RICA

1. INTRODUCCION

1.1 INFORMACION GENERAL SOBRE COSTA RICA

Costa Rica es uno de los países que conforman el istmo de Centro América. Tiene una extensión de 51 359 km2 y una población de 2 959 177 habitantes (1 de Enero de 1990) resultando en una densidad de población de 57,6 personas/km2.

La topografía y clima del país son muy variados y en general se puede considerar como un país montañoso y tropical. Una cadena de montañas atraviesa el país de noroeste a sur y se reconocen tres cordilleras principales: la volcánica de Guanacaste, la volcánica Central y la de Talamanca hacia el sur.

Hacia el noreste se encuentra la Llanura del Atlántico que comprende alrededor de un tercio del país. En esta región se concentra la producción de banano de todo el país, actividad que ha entrado en conflicto con la actividad forestal y los conservacionistas, debido a que se están deforestando grandes extensiones de tierra con el fin de ampliar el cultivo de banano. En la vertiente del Pacífico se encuentran las llanuras de Guanacaste y un complejo de amplios valles bajos y pequeños valles montañosos; esta es la zona más deforestada del país como consecuencia del desarrollo ganadero.

Dentro de la vertiente del Pacífico, pero a una altura entre 600 y 1 400 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el Valle Central (aproximadamente 15% de la superficie del país) donde se localiza la mayoría de la población (alrededor del 60%). En esta zona del país es donde se lleva a cabo la mayor parte del cultivo del café, debido a la disponibilidad de suelos volcánicos de buenas características y a la presencia de un clima moderado.

1.2 INFORMACION GENERAL SOBRE EL SECTOR FORESTAL

El desarrollo del sector forestal en Costa Rica es muy reciente. La primera Ley Forestal data de 1969 y su implementación fue muy limitada, debido entre otras cosas a la poca disponibilidad de recursos económicos y de personal técnico. La primera escuela forestal a nivel universitario inició sus labores en 1975 y los primeros ingenieros forestales se graduaron en 1978.

Histórica y legalmente el bosque ha sido considerado como una barrera que debe ser removida para lograr el desarrollo de otras actividades como la agricultura y la ganadería. Hasta hace pocos años estuvo vigente una ley que promovía la colonización de tierras y establecía que para poder optar por un título de propiedad, parte de la propiedad tenía que estar desforestada. En términos generales el costarricense no considera al bosque como una alternativa económica de desarrollo que pueda competir con la agricultura o la ganadería. Por ejemplo, entre 1977 y 1983 se dio una tasa de deforestación de 7,7% anual (Sader y Joice, 1988), que en su mayor parte estuvo relacionada con la construcción de nuevas carreteras y caminos y con la producción de carne para exportación.

Debido a las elevadas tasas de deforestación anuales (alrededor de 60 000 hectáreas por año) y ante el hecho inminente de la desaparición de los bosques, el gobierno inició un programa intensivo de reforestación. Este programa es ejecutado principalmente por empresas privadas que reciben incentivos fiscales. Gracias a este programa se ha logrado la reforestación de alrededor de 50 000 hectáreas durante los últimos 7 a 8 años y se espera llegar a una tasa de reforestación de 15 000 hectáreas por año. El objetivo principal de esta reforestación es la producción de madera para la industria.

Por otra parte, este año ha entrado en funcionamiento un sistema de incentivos, similar al de la reforestación, que promueve el manejo del bosque natural. Aunque la disponibilidad de bosque natural en Costa Rica es muy limitada, se espera que tales incentivos contribuyan a asegurar su manejo y conservación. Se estima que a la fecha Costa Rica cuenta sólo con alrededor de 200 000 hectáreas de bosque natural con capacidad de bosque productor. La implementación de buenas prácticas de manejo sobre este bosque remanente, así como los productos que se obtengan de la reforestación, podrían suplir las necesidades de materia prima. Por otra parte, se ha afirmado que los productos provenientes de plantaciones no estarán disponibles inmediatamente y que es inminente la importación de productos forestales durante algunos años.

El país ha logrado establecer un fuerte programa de conservación de algunas áreas como parques nacionales y se afirma que alrededor del 10% del territorio nacional se encuentra protegido bajo algún tipo de área de conservación como parque nacional, reserva biológica, etc. Sin embargo, la presión social sobre las áreas protegidas es muy grande y por ello es de suma importancia el desarrollo sostenido de las áreas que están alrededor de los parques nacionales. Este desarrollo sostenido podría mejorar las condiciones socioeconómicas de la población, reduciendo, al mismo tiempo, la presión sobre las áreas protegidas y asegurando así su conservación.

1.3 NOTAS SOBRE EL USO DE BUEYES EN COSTA RICA

Costa Rica tiene una larga tradición en el uso de tracción animal, principalmente bueyes y caballos. Los caballos se han utilizado principalmente para el transporte de personas, diferentes labores en las fincas ganaderas y para el transporte de algunos productos.

Sin embargo, la carreta y los bueyes han sido parte importante de la economía y el desarrollo del país. Esta tradición fue originada por los españoles, quienes la introdujeron no sólo por razones económicas sino para evitar el acarreo a hombro por parte de los indígenas (Láscaris y Malavassi, 1985).

El mayor desarrollo y el uso de la carreta y los bueyes estuvieron relacionados con el cultivo y la exportación de café. Estos cultivos se establecieron principalmente en el Valle Central y desde allí, en viajes de 120 kilómetros que duraban entre 11 y 15 días (ida y vuelta), el café se transportaba en carretas tiradas por bueyes hasta el puerto de Puntarenas para su exportación.

Desde mediados del siglo XIX y hasta principios del siglo XX, los bueyes fueron el principal medio de transporte en Costa Rica. Como consecuencia de esto se logró, a lo largo de los años, el desarrollo de una tecnología especial y muy bien adaptada a nuestro medio. La carreta costarricense es única en su género y hasta la fecha es un símbolo nacional. El yugo costarricense es también diferente al de otros países y su detallada forma y construcción permite una buena utilización de la energía de los animales (Cordero, 1986).

En lo que se refiere al transporte del café, la sustitución de los bueyes empezó a principios del siglo XX con la construcción de un ferrocarril; la sustitución de los bueyes en las labores agrícolas se inició durante los decenios de 1950 y 1960, cuando se inició la mecanización de estas labores.

Hasta el decenio de 1950, los bueyes fueron la principal fuente de tracción para la extracción de madera del bosque. Su uso fue tan amplio que se desarrollaron tecnologías que permitieron la extracción de trozas de Quercus de todo tamaño y en lugares de topografía muy difícil. Fue común la utilización de poleas y cables, así como de una carreta plana (sin costados) denominada cureña.

El uso de los bueyes disminuyó después del decenio de 1960, debido a la disponibilidad de maquinaria (tractores de oruga, tractores agrícolas, jeeps, etc). El cambio de una tecnología desarrollada localmente, como era el uso de los animales, por el uso de maquinaria fue muy violento y como consecuencia de ello, es posible afirmar que todavía mucha de la maquinaria no se sabe utilizar o se utiliza ineficientemente. En Costa Rica, se pasó directamente del uso eficiente de la tracción animal al uso de máquinas propulsadas por motores de combustión interna. Al no haber un proceso de desarrollo tecnológico, no se permitió conocer debidamente la nueva tecnología.

El uso de bueyes, como fuente de tracción, estaba muy arraigado en Costa Rica. La disponibilidad de maquinaria contribuyó a reducir el uso de animales, pero sin producir su desaparición. Nunca se ha dejado de emplear animales y el incremento de los costos de la maquinaria y del petróleo de los últimos años ha cooperado a incrementar su uso.

De acuerdo al último censo agropecuario de Costa Rica (MEIC, 1987), en 1984 se utilizaba en Costa Rica un total de 18 416 bueyes, principalmente en las labores agrícolas y forestales.

En la actualidad el uso de los bueyes en labores de transporte está restringido al transporte de productos agrícolas y leña dentro de las fincas o a distancias cortas de no más de 5 km.

Es en la agricultura donde los bueyes tienen más uso, tanto en las labores de preparación del terreno como en el mantenimiento de los cultivos y la cosecha de los mismos. De acuerdo al censo agropecuario de 1984 (MEIC, 1987), en 3 488 explotaciones se utilizaron arados de tractor y 1 231 (26%) usaron arados tirados por bueyes.

De las explotaciones que usaron arados tirados por bueyes, el 53,83% eran fincas de menos de 10 hectáreas. En muchas de las explotaciones agrícolas pequeñas que usan bueyes, los animales y los equipos son alquilados a otras fincas o a individuos que se dedican a dar estos servicios.

El uso de los bueyes en labores agrícolas se favorece cuando las operaciones son a pequeña escala y tiende a aumentar ya que es una alternativa de mecanización que contribuye a reducir los costos de operación sin implicar grandes inversiones de capital.

1.4 TENENCIA DE LA TIERRA EN COSTA RICA

A fines del decenio de 1950, después de un poco más de un siglo de libre y continua expansión sobre el territorio nacional, la tierra disponible para fines agrícolas, pecuarios y forestales fue totalmente adjudicada en propiedad (superficie en fincas) y en consecuencia, dejó de funcionar como recurso de libre acceso (SEPSA, 1979).

La estructura de la distribución de la tierra en Costa Rica está relacionada con dos cultivos principales: el café y el banano. Mientras que con la producción del café se establecieron múltiples unidades independientes de carácter familiar, con la producción de banano se originó una sola empresa, tipo plantación, con significativas masas de obreros agrícolas especializados y organizados. Hasta la fecha la producción del banano ha seguido manteniendo el mismo esquema, y aunque hay más empresas envueltas en el proceso de producción, la comercialización internacional de la fruta sigue estando en manos de una empresa transnacional.

La producción de café ha mantenido el esquema con el cual se originó y del total de explotaciones de café, alrededor del 90% corresponden a explotaciones que cultivan menos de 5 hectáreas (MEIC, 1987). Si bien es cierto que a lo largo de los años se ha visto un incremento en empresas grandes que incluidas en un esquema industrial se han dedicado a la producción de café, la mayor parte del café sigue siendo producido por empresas familiares.

Una actividad económica que ha promovido la concentración de tierras en Costa Rica es la ganadería para la producción de carne. Este hecho se da especialmente en la zona del Pacífico Seco (Provincia de Guanacaste) que es un área típicamente ganadera. El censo de 1984 establece para esta provincia un total de 12 325 explotaciones que concentran 772 030 hectáreas, con un promedio de 62,64 hectáreas por explotación, que es más del doble que para el resto del país, en donde el promedio por explotación es de 25,64 hectáreas.

Durante los últimos 4 a 5 años se han desarrollado dos actividades más que están favoreciendo el establecimiento de explotaciones que concentran gran cantidad de tierra en pocas manos.

Una es la producción de banano que está siendo impulsada fuertemente por el Gobierno, debido exclusivamente a aspectos económicos y a la necesidad de obtener divisas. De acuerdo a lo planeado se espera que en el transcurso de los próximos dos años Costa Rica se convierta en el primer productor de banano del mundo.

La otra actividad es la reforestación, que ha surgido como consecuencia de los incentivos fiscales dados por el Gobierno para el establecimiento de plantaciones forestales con fines comerciales. Esta actividad ha contribuido a que se observasen, en un breve período de tiempo, ejemplos de formación de fincas de 4 000 y 5 000 hectáreas en zonas en donde la finca promedio era de 200 hectáreas. Se puede citar también el establecimiento de una empresa de reforestación para la producción de astillas para papel que espera llegar a completar la plantación de 25 000 hectáreas en los próximos cuatro años. A pesar de que esta empresa no está adquiriendo estas tierras ya que las arrienda por períodos de siete años, se ve igualmente afectado el régimen de tenencia de la tierra. Es interesante hacer notar que estos incentivos han promovido el establecimiento de plantaciones forestales, pero por otro lado, como parte del desarrollo bananero, se están deforestando grandes extensiones de bosque.

En el Cuadro 1 se presenta la información general sobre la distribución de la tierra en Costa Rica por tamaño de explotaciones.

Debe notarse en este cuadro que las fincas de menos de 20 hectáreas representan el 73,14% del número total de fincas, pero apenas incluyen el 11,01% del total de área apropiada. Las fincas de más de 500 hectáreas que representan 0,75% del número total de fincas, concentran más del 26,91% de la superficie de la tierra. Estas cifras indican que se podría mejorar considerablemente la distribución de la propiedad de la tierra en Costa Rica.

De acuerdo a SEPSA (1979) y en base a un análisis de censos agropecuarios previos, se concluye que el aprovechamiento de la tierra es más intensivo mientras menor sea el tamaño de la finca y la tierra dedicada a la ganadería aumenta a medida que crece el tamaño de la finca.

Tamaño de explotación

(hectáreas)

Número de

explotaciones

Extensión

(hectáreas)

Promedio

(ha/explotación)

menos de 1

16 724

7 344,20

0,44

1 a menos de 2

10 811

14 131,80

1,31

2 a menos de 3

8 573

20 088,70

2,34

3 a menos de 4

4 637

15 573,20

3,34

4 a menos de 5

4 552

19 916,40

4,38

5 a menos de 10

12 530

88 263,00

7,04

10 a menos de 20

12 790

172 960,40

13,52

20 a menos de 50

13 407

412 026,50

30,73

50 a menos de 100

6 469

443 493,50

68,56

100 a menos de 200

3 216

431 518,10

134.18

200 a menos de 500

2 111

618 709,50

293,09

500 a menos de 1 000

488

330 062,40

676,36

1 000 y mas

234

496 252,40

2 120,74

Total

96 542

3 070 340,10

31,80

Tamaño de

explotación

(hectáreas)

1963

 

1973

1984

 

Número

Fincas

%

Extensión

%

Número

Fincas

%

Extensión

%

Número

Fincas

%

Extensión

%

1 a menos de 5

32,10

1,80

33,20

1,70

35,79

2,28

5 a menos de 50

51,60

21,20

48,40

18,40

48,51

21,98

50 a menos de 100

9,40

14,50

9,30

12,70

8,10

14,48

100 a menos de 500

5,90

26,50

7,80

31,10

6,67

34,29

500 y mas

1,00

36,00

1,30

36,10

0,90

26,98

Total

100,00

100,00

100,00

100,00

100,00

100,00

Analizando los cuadros anteriores se observa que a lo largo de los años se mantiene una tendencia a la concentración de la tierra. Esta concentración de la tierra ha sido un factor determinante en los problemas agrarios que han llevado principalmente a la pérdida de tierra por parte de los pequeños propietarios, el empobrecimiento del campesinado y las invasiones de tierra (Víquez, 1984).

Aunque entre 1973 y 1984 se observa una ligera mejoría (Cuadro 2) al aumentar la extensión de fincas entre 1 y 50 hectáreas, todavía hay una gran concentración de tierras en fincas de más de 100 hectáreas. Hasta 1984 el 7,57% de las fincas concentraban el 61,27 del área total de fincas.

Actualmente la población de Costa Rica está en una etapa de crisis desde el punto de vista socioeconómico. Esta crisis tuvo inicio en 1978 llegando a su mayor gravedad en 1981, año en que hubo un crecimiento del producto interno bruto de -4,6%. Según Víquez (1984) esta crisis fue la más grave que sufrió el país en los últimos 30 años.

A partir de 1982 y hasta 1986 se observa un proceso de estabilización que logró controlar el proceso inflacionario e iniciar la recuperación de la producción. Esta recuperación se consolidó entre 1986 y 1990, período durante el cual se mantuvo la inflación anual entre 10 y 20%, se incrementó la producción y la exportación y se redujo el problema de disponibilidad de divisas. Sin embargo, algunas opiniones sostienen que tal recuperación fue artificial y que se logró principalmente a costas del incremento de la deuda externa y que paralelamente hubo un crecimiento exagerado del Estado.

A partir de 1990 y como consecuencia de cambios en el partido político dominante, se inicia una serie de ajustes tendientes a ordenar el financiamiento del Estado. De acuerdo a lo indicado por el Gobierno, tales ajustes son necesarios para evitar una catástrofe económica peor que la vivida a finales del decenio de 1970.

A raíz de estos ajustes y ante la presión de organismos financieros internacionales se planteó la necesidad de reducir el tamaño del Estado, razón por la cual se procedió al despido de entre 10 000 y 13 000 funcionarios. Además se efectuaron ajustes severos en los precios de los servicios públicos (agua, electricidad), el precio de los combustibles se incrementó en un 100% en menos de un año y se establecieron nuevos impuestos. Por ejemplo, el impuesto sobre las ventas se incrementó de 10 a 13% y algunos productos que antes estaban exonerados de este impuesto ahora deben pagarlo. Estos últimos ajustes causaron incrementos significativos en el índice de precios y el costo de la vida. La inflación subió considerablemente y se estima que en 1991 llegó a alrededor de 30%.

El efecto de los ajustes ha provocado un aumento de las familias pobres en las áreas rurales. Generalmente, la cantidad y la calidad de servicios sociales como salud, educación, comunicación y transporte en las zonas rurales es más baja que en las zonas urbanas. Fuera del sector agrícola, los ingresos son menores y las oportunidades de empleo son muy reducidas (SEPSA, 1979). Por lo anterior se viene dando un aumento de la migración de la población rural a áreas urbanas.

Los altos intereses y el incremento en el costo de los insumos han provocado una reducción de la producción y un aumento del desempleo y subempleo en las áreas rurales. Debe recordarse que la actividad económica más importante en las zonas rurales está vinculada con actividades agrícolas y si los costos de producción son altos y la población rural no siembra se reducen drásticamente las posibilidades de ingresos aumentando la pobreza. En 1979, tres de cada cuatro pobres vivían en áreas rurales.

La elevada prevalencia de la pobreza rural es un reflejo de los cambios habidos en el campo, donde se ha producido una pérdida en el dinamismo de la generación de empleo, se ha reemplazado el trabajador permanente por el temporal y existe una tendencia hacia la desvalorización del campesinado. En las áreas rurales, las familias son más grandes, tienen menos cantidad de personas incorporadas dentro de la población económicamente activa y por ende, tienen altos índices de dependencia. Estas familias poseen bajo nivel de educación, sus viviendas tienden a ser más deficientes y cuentan con menos servicios (MIDEPLAN, 1990).

Para terminar, a continuación se mencionan algunas conclusiones que, si bien incluidas en un estudio (SEPSA) llevado a cabo en 1979, todavía mantienen su vigencia.

La expansión del cultivo del café llevó al establecimiento del cultivo del banano y ambos a la deforestación y establecimiento de la ganadería extensiva.

Las invasiones, la ocupación en precario, la pobreza, la emigración en el medio rural, así como el nivel de criminalidad, la proliferación de vendedores ambulantes, la aparición de tugurios en la ciudad, son manifestaciones del desempleo causado por el deficiente funcionamiento del sistema económico.

La pobreza, medida según los niveles de ingresos, es más extensa y aguda en el campo que en la ciudad. Los servicios de apoyo a la población son aun más insuficientes en el medio rural que en el área urbana.

2. USO DE BUEYES EN OPERACIONES FORESTALES

En general los bueyes son utilizados en operaciones de extracción pequeñas, en las que se puede trabajar durante la mayor parte del año y por lo tanto, no se requiere un método de extracción de alto rendimiento para poder extraer toda la producción anual en 3 o 4 meses solamente.

Los bueyes son el principal método de extracción cuando se arrastran trozas o árboles para ser usados localmente, por ejemplo dentro de una misma finca.

Se puede afirmar que los bueyes no son utilizados en el aprovechamiento "industrial" del bosque natural, pues estas operaciones generalmente usan como método principal el tractor de oruga. Los bueyes se han utilizado en bosque natural para aprovechar los residuos dejados por el aprovechamiento tradicional con tractor de oruga. Por su menor costo horario, pueden arrastrar económicamente árboles dañados o de menor tamaño, cuya extracción no es económicamente factible con tractores de oruga. En algunos casos, esta combinación ha aumentado hasta en un 50% la explotación del bosque.

Por otra parte, los bueyes se utilizan corrientemente en el aprovechamiento de plantaciones forestales. En estas condiciones, su uso se prefiere porque las plantaciones son de poca extensión y porque el tamaño de los árboles permite trabajar con facilidad.

En plantaciones de mayor extensión o con condiciones topográficas más difíciles se los ha usado en combinación con tractores agrícolas.

En estos casos los bueyes se utilizan en una primera fase, es decir entre el tocón y una pista o camino. Esta fase se realiza sobre distancias cortas (50 a 200 m). Una vez en el patio o a orillas del camino, se usa el tractor agrícola, con o sin carreta, sobre una distancia mayor, completando la extracción hasta el patio de carga.

Este esquema es beneficioso para las plantaciones. Los bueyes, que causan menos alteración al ambiente, realizan la primera fase y preparan cargas de tamaño mayor para que sean transportadas por el tractor, favoreciendo un mayor rendimiento de ambos.

El arrastre con cadena es el sistema tradicional en que la troza o los árboles son arrastrados directamente sobre el suelo sujetados al yugo por una cadena.

Este método es el más conveniente si las distancias de extracción son cortas (menos de 125 m) y los árboles pequeños, de tal manera que los bueyes los pueden arrastrar sin problema. En algunas ocasiones, aunque la distancia sea corta, es necesario utilizar otros métodos cuando las trozas son de mayor tamaño y peso que la capacidad de arrastre de los bueyes.

Este método es el más simple y el que requiere menor inversión, pero es también el método en el cual los animales tienen más limitaciones. Es un método que se adapta bien para extraer productos de raleos de plantaciones.

Debido al tamaño pequeño de los árboles, es recomendable que se hagan manualmente atados de 5-10 árboles, dependiendo del tamaño de los mismos, para luego extraer estos atados con los bueyes. Este esquema parte del supuesto que la extracción debe realizarse sobre distancias mayores de 50 m, puesto que para distancias menores posiblemente la mejor alternativa sea sencillamente hacer la extracción con fuerza humana. Sin embargo, con productos que por su tamaño no puedan manejarse con fuerza humana, tendrán que utilizarse bueyes aunque sea para trasladarlos sólo 10 o 20 m.

Cuando se hacen cortas intermedias, la extracción de fustes enteros favorece el rendimiento de los bueyes, pero aumentan los daños que se causan a los árboles residuales.

El Cuadro 3 presenta algunos rendimientos obtenidos al realizar una extracción de trozas de madera para aserrío de plantaciones forestales de Cupressus lusitanica en Costa Rica (ver fotografía 10).

Distancia de extracción (m)

Producción

(m3/hora programada)

 

Cadena

Sulky

25

4,50

4,13

50

3,71

3,47

75

3,25

3,12

100

2,93

2,88

125

2,67

2,69

150

2.47

2.54

175

2,29

2,42

200

2,14

2,31

El sulky (fotografía 3) es un arco maderero de metal usado para reducir la fricción entre la troza y el suelo. En el apartado 4.1. se describe este aditamento con mayor detalle.

El sulky en general favorece un mayor rendimiento de parte de los animales ya que aumenta su capacidad de carga. El sulky que se muestra en las fotografías ha sido usado con cargas de hasta 1 200 kg. Al poder arrastrar cargas mayores, se puede aumentar la distancia de arrastre y reducir la densidad de caminos.

El sulky también permite reducir una de las desventajas más grandes que tienen los animales: su baja capacidad de arrastre. Esta desventaja ha limitado el uso de los bueyes en bosques tropicales, en donde como regla general existen árboles de gran tamaño. Por lo tanto, el bosque tropical continúa siendo un lugar con características que limitan el uso de bueyes en extracción. La Fotografía 10 muestra la alternativa tradicional cuando la carga es mucha para una sola yunta. La troza mostrada en la fotografía puede ser fácilmente arrastrada por una sola yunta de bueyes equipada con sulky.

A pesar de los beneficios que tiene el sulky, también presenta algunas limitaciones. En terrenos con pendientes superiores a 20% el manejo del sulky por parte del operador y su ayudante se hace más difícil y en general, no es conveniente su utilización en pendientes superiores a 30%.

En estos terrenos escarpados lo más conveniente es realizar el arrastre en dos fases. En la primera fase las trozas son arrastradas sólo con la cadena hasta una pista de extracción construida siguiendo el contorno del terreno. La extracción de las trozas se completa con una segunda fase que se realiza con el sulky sobre la pista de extracción.

El sulky requiere más mano de obra pues la carga y descarga para una persona sola es difícil. También requiere más inversión que el método de la cadena, a pesar de que su costo es bajo (alrededor de $US400). Y posiblemente la mayor dificultad que tiene el sulky es que es diferente del método tradicional y las personas se resisten a cambiar sus métodos de trabajo.

El Cuadro 4 incluye información sobre los rendimientos (m3/hora programada) obtenidos en la extracción de madera en trozas para aserrío con bueyes y sulky. La mayoría de la extracción se realizó sobre pistas de extracción simples previamente construidas y siempre que fue posible se extrajeron fustes completos. Se trabajó con una pendiente favorable promedio de 10%.

Distancia de extracción (m)

Producción

(m3/hora)

100

2,88

200

2,31

300

1,98

400

1,74

500

1,55

600

1,40

700

1,27

800

1,16

900

1,06

1000

0,97

En términos generales el rendimiento diario de una yunta de bueyes es equivalente al rendimiento horario de un tractor de oruga pequeño (similar al Caterpillar D4). Esta relación se ha observado en el aprovechamiento de algunas plantaciones de Alnus acuminata y Cupressus lusitanica en donde el rendimiento diario (ocho horas programadas o cuatro horas efectivas) de los bueyes fue, en promedio, de 19 m3 y el tractor tuvo un rendimiento promedio de 13 m3 por hora programada.

Se ha estado realizando una comparación de ambos métodos en un bosque tropical natural ubicado al sur de Costa Rica. De acuerdo a los resultados preliminares1 los bueyes tuvieron un rendimiento promedio diario de 7,35 m3 y el tractor de oruga produjo un promedio de 10,48 m3/hora programada. Este tipo de bosque con árboles de gran tamaño (hasta 1,3

metros de DAP) y pendientes adversas promedio de 15% presenta condiciones difíciles para el trabajo de los bueyes, considerando que la yunta de bueyes que se usó todavía no tiene los 5 años de edad y no ha alcanzado todo su desarrollo físico.

El detalle de los cálculos de costos se incluyó en el Anexo 1. En el Cuadro 5 se presenta un resumen de los costos.

Rubro

$US/año

$US/hora efectiva

Depreciación

139,40

0,174

Costos capital

336,50

0,421

Alimentación

421,40

0,526

Veterinario

16,90

0,020

Herramientas

14,85

0,018

Mantenimiento

19,46

0,024

Mano de obra

4 512,00

5,640

Total

5 459,70

6,823

b) Costo de un tractor de oruga

El detalle de estos cálculos se incluye en el Anexo 2. A continuación se presenta un resumen de los mismos:

Costos fijos $EE.UU 9.94/hora programada

Costos variables $EE.UU 22.99/hora efectiva

Mano de obra $EE.UU 4.06/hora programada

Costo por hora efectiva con 65% de porcentaje de utilización:

$EE.UU 9.94 / 0.65 + 22.99 + 4.06 / 0.65 = $EE.UU 44.53

Costo por hora programada con 65% de porcentaje de utilización:

$EE.UU 9.94 + 22.99 * 0.65 + 4.06 = $EE.UU 28.94

Considerando los rendimientos detallados en el apartado anterior se obtiene:

Método Arrastre

Tractor

Bueyes

Producción m3/h programada

plantación forestal

13.00

2.37

bosque natural

10.48

0.92

Costo $US/h programada

28.94

3.41

Costo de pistas arrastre $EE.UU/m3

plantación forestal

0,28

0,05

bosque natural

0,70

0,15

Costo arrastre $EE.UU/m3

plantación forestal

2,23

1,43

bosque natural

2,76

3,70

Costo total $EE.UU/m3

plantación forestal

2,51

1,48

bosque natural

3,46

3,85

Estos costos reflejan el efecto de las condiciones del terreno y del bosque en el sistema de extracción y, especialmente, la influencia de condiciones difíciles en el trabajo con bueyes. Debe notarse que las pistas de extracción para los bueyes se construyen manualmente y de manera muy sencilla por lo que su costo es bajo (fotografía 2). En el bosque natural los árboles extraídos tenían diámetros de 60 a 85 cm, dimensiones que se encuentran fuera del límite en que los bueyes pueden dar sus mejores resultados.

En otro bosque natural pero en la Atlántica de Costa Rica, una yunta de bueyes adulta equipada con sulky tuvo un rendimiento de 2,97 m3/hora programada sobre una distancia de arrastre de 200 metros. En este caso la pendiente promedio era de 3%, mientras en el otro caso había una pendiente adversa promedio de 15%.

Con respecto a la estructura de los costos debe notarse que mientras que con los bueyes la mano de obra representa el 82,64% del costo horario, con el tractor únicamente el 14% corresponde a gastos de mano de obra. En las áreas rurales de Costa Rica y en general,en los países subdesarrollados, se presentan limitaciones de capital y problemas de desempleo y subempleo.

Uno de los principales problemas que se observa es que no siempre se ve en la tracción animal una alternativa para el aprovechamiento del bosque. En muchas ocasiones se le considera como algo del pasado que ya ha sido superado por la maquinaria, sin importar el costo directo e indirecto que esta implica.

Con el fin de lograr los mejores beneficios en la utilización de los bueyes es necesario identificar todas las condiciones (del bosque y del terreno) bajo las cuales éstos pueden dar los mejores resultados.

Unido a esta identificación de las condiciones, debe estar la determinación de los costos y los rendimientos que se pueden obtener. Es evidente que el criterio económico es uno de los más eficaces cuando se trata de convencer a alguien.

Gran parte del aprovechamiento del bosque lo realizan madereros de otras regiones que compran la madera en pie. Bajo este esquema, el propietario del bosque y residente local reciben una determinada cantidad de dinero sin hacer ningún esfuerzo o tener que afrontar ningún costo por el aprovechamiento de la madera. Estos residentes locales no conocen o no se dan cuenta que con el bajo precio que reciben por la madera en pie, están subvencionando el uso de medios de extracción más costosos. Y por otro lado, tampoco consideran que de este modo, aparte del dinero recibido por la madera en pie, se obtienen muy pocos o ninguno de los beneficios indirectos que se crean a través de la generación de empleo.

Es necesario buscar alternativas de producción para que el propietario del bosque tenga una mayor participación en el proceso de producción y no sólo se dedique a vender los árboles en pie. Alternativas de este tipo pueden incluir el procesamiento primario de las trozas in situ y si es posible la elaboración de productos más terminados.

3. CONDICIONES PARA EL USO DE BUEYES EN OPERACIONES DE APROVECHAMIENTO

A continuación se discuten algunas de las ventajas que implica el uso de tracción animal.

Debido a que las pistas de arrastre son angostas y generalmente, lo único que se requiere es hacer la corta de la vegetación presente en la pista, sin necesidad de hacer movimiento de tierra, la alteración que sufre el medio (suelo y bosque) es mínima (fotografía 2).

Aun cuando la presión por unidad de superficie que ejercen sobre el suelo los animales es mayor que la que ejerce una máquina, el efecto negativo que causan los animales es mínimo porque el área que necesitan para desplazarse es menor.

Por la baja velocidad a la que viajan, se reducen los daños a los árboles residuales. Esto es especialmente importante cuando se realizan explotaciones selectivas, se extraen productos de raleos o hay presencia de regeneración natural y árboles jóvenes que tienen potencial y deben protegerse.

Los cuadros siguientes presentan información general sobre el efecto de la extracción con bueyes en la compactación y remoción del suelo.

Estos resultados parciales se obtuvieron del proyecto de investigación "Alternativas de sistemas de aprovechamiento para bosques tropicales" que se está desarrollando en la zona sur de Costa Rica. Este proyecto está determinando los efectos de diferentes sistemas de extracción basados en maquinaria y bueyes.

En el caso de la extracción con bueyes, la mayor compactación se produjo en la pista principal de extracción al llegar al patio de carga, sitio en el que se realizaron al menos 110 ciclos de arrastre (220 viajes en total). En este caso la densidad aparente con respecto a un sitio sin alterar se incrementó en un 54%, pasando de 0,526 g/cm3 a 0,81 g/cm3. En el resto de la pista principal los incrementos se mantuvieron entre 14 y 30%. En ninguno de los casos se obtuvieron densidades aparentes iguales o superiores a 1,2 g/cm3 que son consideradas indeseables por los efectos negativos que conllevan para los árboles y el suelo.

El Cuadro 6 incluye los resultados de la evaluación de otro sitio donde se realizó la extracción con bueyes. Debe notarse que en este caso sólo en el patio de carga se obtuvieron densidades aparentes de 1,2 g/cm3.

En el Cuadro 7 se incluyen los resultados de diferentes estudios realizados en los EE.UU. (Dyrness, 1980) y los obtenidos en Costa Rica. Como puede observarse todos los sistemas de extracción, incluyendo los sistemas de cables, causaron incrementos en la densidad aparente mucho más importantes que los causados por el aprovechamiento con bueyes.

Sitio

Densidad aparente (g/cm3)

Incremento respecto a sitio sin alterar (%)

Pista de extracción

principal

0,93

9

secundaria

0,92

8

Patio de carga

1,20

41

Sin alterar

0,85

--

Sistema de extracción

Densidad aparente

(g/cm3)

Incremento causado respecto a sitios sin alterar (%)

Tractor de llantas

1,22

44

Tractor de llantas

0,90

24

Tractor de llantas

1,55

20

Tractor de oruga

0,72 a 1,51

9 a 14

Tractor de oruga Costa Rica

0,95

46

Cables highlead

0,97

29

El otro efecto importante que el aprovechamiento tiene sobre el suelo es la remoción del mismo que se produce. Con los bueyes la remoción del suelo es mínima, ya que los animales no tienen la energía suficiente para remover una gran cantidad de suelo y realizar, al mismo tiempo, la extracción de madera. Por esta razón, con los animales se deben buscar alternativas que reduzcan la fricción entre las trozas y el suelo para tener una mayor capacidad de carga, como el uso del sulky (fotografía 3).

Con los bueyes se produce menos remoción de suelo aún en pistas sobre las que se realizan más de 100 ciclos de arrastre y, cuando se produce, afecta sólo en los 5-10 cm superiores. La fotografía 4 muestra la construcción de una pista de extracción (para ser usada 1 o 2 ciclos solamente) con el tractor de oruga. La fotografía 4 muestra una pista de extracción con bueyes sobre la que ya se han realizado 20 ciclos de arrastre.

Los resultados iniciales del proyecto en la zona sur de Costa Rica indican que con el uso de los bueyes sólo el 1,25% del área fue severamente disturbada, mientras que con el tractor de oruga el área disturbada era del 8,33%. Por otra parte, con el uso de los bueyes el 80% del suelo en toda el área resultó sin disturbios, mientras que con el uso del tractor este porcentaje fue del 78,33%.

Si bien es cierto que el uso del tractor de oruga causó un incremento mayor en la compactación del suelo que el causado por los bueyes (Cuadro 7), la cantidad de suelo removido con el uso de la maquinaria es mayor. Casi cualquier pista que se construye aunque sea para extraer un solo árbol lleva consigo la remoción de 40 a 50 cm de suelo. Luego del aprovechamiento y con la llegada de las lluvias, estas pistas de extracción, desprovistas de cualquier protección se erosionan favoreciendo el transporte de una gran cantidad de sedimentos a los ríos y riachuelos cercanos.

La construcción, uso y mantenimiento de los equipos utilizados es simple, lo que facilita que la extracción con animales pueda ser realizada por personas con niveles bajos de especialización. La simplicidad de los métodos de trabajo facilita la comprensión rápida de los mismos y favorece su aplicación casi inmediata.

En Costa Rica, la inversión necesaria para poseer una yunta de bueyes entrenada y equipada para trabajar es alrededor de un 5% de la inversión necesaria para adquirir un tractor de orugas pequeño de 70 a 90 caballos de fuerza (Cordero, 1985). Los costos más bajos hacen que el sistema de extracción con animales sea accesible a mayor número de personas.

Si bien es cierto que la producción de la máquina es también mayor, calculando el costo por m3 se observa que el costo del producto obtenido con el uso de los bueyes puede resultar entre un 10 y un 30% más bajo, dependiendo de las condiciones del terreno y el bosque.

Es un sistema de extracción que permite arrastrar, económicamente, productos forestales de diferentes dimensiones, desde trozas grandes y pequeñas hasta postes de todo tamaño y leña.

En este sentido las máquinas son más especializadas y un mismo tipo de máquina difícilmente permite extraer tanta variedad de productos. En el caso de las máquinas, a medida que disminuye el tamaño del producto, la producción se reduce considerablemente mientras los costos de operación se mantienen constantes.

La tracción animal permite, con unas pocas adaptaciones y bajo costo, cumplir con otras labores agrícolas y de transporte en general. Esto favorece que los bueyes se puedan utilizar durante la mayor parte del año.

El uso de tracción animal requiere menos infraestructura y/o personal especializado, lo cual disminuye los costos y la inversión. Aunque la utilización de bueyes implica la necesidad de pastos, generalmente éstos ya están establecidos para la actividad ganadera.

El traslado de los animales de un lugar a otro no requiere un equipo especial y debido al bajo costo con que pueden transportarse, se pueden llevar a trabajar a áreas en las que el volumen de trabajo es bajo.

Al igual que cualquier alternativa de extracción el uso de bueyes en las operaciones de extracción tiene algunas desventajas. Entre las desventajas más sobresalientes se señalan las siguientes:

Los animales deben ser alimentados aunque no se utilicen y esto, en algunos casos, puede significar un día más de trabajo haciendo que la mayoría de los costos de operación sean fijos.

La producción horaria es baja si se compara con otros métodos mecánicos como winches o tractores. Aunque, en general, la producción se puede aumentar incrementando el número de yuntas, el uso de animales se adapta mejor a empresas o productores pequeños.

Los animales están mejor adaptados para extraer trozas con diámetros menores a 70 cm y los mejores resultados se obtienen con trozas entre 40 y 50 cm. Trozas de mayor tamaño pueden extraerse si se dividen y/o se usan algunos aditamentos como el sulky (fotografía 3).

La mano de obra debe ser especial en el sentido que entre el operador y los animales debe darse una buena relación para que el método funcione. Las máquinas pueden recibir mal trato y aun así trabajar, si los animales no son bien tratados, el método no funciona.

Desde el punto de vista ergonómico la extracción con animales exige mayor esfuerzo físico de parte del bueyero y su ayudante, en comparación con el uso de tractores. Sin embargo, la persona que trabaja con los animales no tiene problemas como el ruido, las vibraciones o la inhalación de gases nocivos. Además, hay que admitir que algunas labores asociadas con el uso de máquinas implican esfuerzos físicos mayores como es el caso del ayudante encargado de halar el cable del winch hasta la troza o árbol a extraer.

No hay un método de extracción perfecto que reúna todas las ventajas de todas las alternativas de extracción. En el caso de la extracción con el uso de bueyes, lo más importante es conocer las condiciones bajo las cuales los animales pueden dar los mejores resultados. A continuación, se toman en cuenta las características del terreno y del bosque que favorecen los mejores rendimientos y menores costos en las labores de extracción con el uso de animales.

Los animales están mejor adaptados al arrastre de trozas pequeñas. Una yunta de bueyes equipada con sulky puede arrastrar trozas hasta de 70 cm de diámetro con cargas de alrededor de 1 m3 (aproximadamente 1 000 kg). Como se hizo notar anteriormente, los mejores resultados se obtienen si los árboles tienen diámetros entre 40 y 50 cm, condición frecuente en las plantaciones forestales. En la explotación de plantaciones forestales el tamaño del producto deja de ser limitativo, ya que los árboles tienen menores dimensiones, y se obtienen productos de dimensiones muy variadas, lo que permite aprovechar la adaptabilidad de los animales.

En los bosques naturales tropicales es frecuente encontrar árboles de grandes dimensiones (1,5 a 2,0 m de diámetro) que limitan el uso de tracción animal. En este caso, el uso combinado de tractores y animales soluciona tal problema, pues las máquinas pueden extraer los árboles de mayores dimensiones y construir caminos y pistas de arrastre, mientras los animales terminan de extraer el volumen restante. Los árboles que por sus dimensiones no permiten el uso de bueyes pueden trozarse o seccionarse en trozas más pequeñas si el producto final que se desea obtener así lo permite.

En general, para la explotación del bosque natural tropical, los bueyes, búfalos y elefantes son los que se adaptan mejor porque ejercen más tracción que otros animales como caballos, mulas y asnos.

La distancia de extracción está directamente relacionada con la densidad de los caminos existentes y con los costos de operación. En términos generales, las plantaciones forestales cuentan con más caminos que el bosque natural. Por lo tanto, las plantaciones ofrecen buenas condiciones, siendo que los bueyes se adaptan mejor a trabajar sobre distancias cortas.

Mientras más bajos sean los costos de operación, y en especial los de mano de obra, mayor será la distancia a la cual se puede extraer económicamente la madera usando animales.

La lentitud de los animales para caminar hace que sean bajas las distancias de extracción a las que pueden trabajar. Las máquinas, en general, pueden trabajar sobre mayores distancias y, por lo tanto, las densidades de caminos que exigen son más bajas. Cuando las trozas se arrastran directamente sobre el suelo, la distancia máxima de extracción debe ser menor a 200 m. Sin embargo, con el uso del sulky, esta distancia puede aumentarse hasta 2 000 m si el arrastre se realiza hacia abajo y se utiliza bien la capacidad de carga de los animales.

El arrastre hacia arriba (pendientes adversas) afecta considerablemente el rendimiento de los bueyes. Una pendiente adversa de 15 a 20% puede causar una reducción del 50% en la producción horaria.

Por lo tanto, los caminos y el aprovechamiento deben planearse de tal manera que el arrastre se haga hacia abajo. Las pendientes adversas pueden ser fuertes (30% y 40%) pero en tramos cortos (5-10 m). En pendientes adversas menos pronunciadas, los tramos pueden ser más largos (20-25 m).

Las pendientes favorables también son limitativos si son fuertes, debido a que en las pendientes los animales están más expuestos a sufrir accidentes. La utilización del sulky está limitada a pendientes menores a 30%; si se usa sólo la cadena, los bueyes pueden trabajar en pendientes de hasta 50-60%. Los caballos y en especial las mulas están mejor adaptados para trabajar en terrenos con pendientes.

Tanto el tipo como la humedad del suelo son importantes al considerar la extracción de madera con animales, debido a que la resistencia al arrastre aumenta o disminuye de acuerdo al tipo de suelo.

Un suelo pedregoso seco ofrece de dos a tres veces más resistencia que un suelo arcilloso húmedo, además de reducir los rendimientos porque los animales sufren más accidentes en las patas.

El contenido de humedad unido a la capacidad de carga del suelo puede limitar el uso de maquinaria (pantanos, zonas bajas). Los búfalos y bueyes son menos susceptibles a condiciones de baja capacidad de carga de los suelos y pueden trabajar bajo condiciones imposibles para la maquinaria.

Los bueyes son un método de extracción de baja producción horaria y por ello se adaptan mejor a empresas individuales pequeñas. La producción horaria de la operación puede aumentar si se aumenta el número de animales que trabajan, pero en este caso se pueden presentar problemas en la alimentación y cuidados. En general una operación de aprovechamiento que incluya más de 10 yuntas de bueyes se hace más difícil de administrar.

Otra alternativa para aumentar la producción es utilizarlos en combinación con otros métodos de extracción y/o reducir las distancias de arrastre.

Las plantaciones requieren como parte de su manejo un número mayor de intervenciones, las cuales se pueden ejecutar mejor con los bueyes debido al poco impacto que causan.

En los raleos, por ejemplo, la compactación del suelo y los daños causados a los árboles residuales son muy importantes. Estos daños son mínimos con los bueyes, debido a que viajan a poca velocidad y necesitan poco espacio para circular.

4. ARNESES E IMPLEMENTOS USADOS EN OPERACIONES FORESTALES

El arnés que tradicionalmente se emplea para los bueyes en Costa Rica está compuesto por lo siguiente:

El yugo que se usa en Costa Rica es de características especiales y se puede afirmar que es único. Cordero (1986) da una descripción de este tipo de yugo.

La fotografía 5 muestra un yugo en proceso de construcción. Una de las características principales es que la curvatura de las "balonas" proveen espacio para que la única parte del animal que tenga contacto con el yugo sean los cuernos. Por otra parte está hecho de una sola pieza de madera de buen tamaño, lo que lo hace muy resistente.

El yugo se hace de maderas duras, resistentes pero livianas. Una característica importante es que la madera tenga "grano encontrado" o sea que los hilos estén trenzados, lo que aumenta la resistencia y flexibilidad.

El yugo puede tener desde 1,1 hasta 1,5 m de largo, dependiendo del tamaño de los animales, del tipo de operación para la que se los utiliza y de las condiciones del terreno. Así, por ejemplo, si es terreno fácil en donde se pueden construir pistas más anchas, se puede usar el yugo más largo; por otra parte, si por lo accidentado del terreno la pista no puede ser ancha, entonces puede ser más conveniente el yugo más corto.

Generalmente el yugo usado en extracción de madera es más corto que el que se usa cuando se está arrastrando carreta o se trabaja en labores agrícolas. El yugo más corto puede resultar un poco más incómodo para los animales pues hay más roce entre ellos, pero, por otra parte, al ser más corto es más resistente. En todo caso, el yugo debe ser lo suficientemente largo para que los cuernos de los animales no rocen.

Entre las especies preferidas para la construcción de yugos están las de los géneros Salix, Manguifera y Fraxinus.

Estas fajas son de cuero curtido y su finalidad es la de unir el yugo a los cuernos del animal. Su función es muy importante para asegurar que el yugo no se mueva cuando los animales caminen o hagan fuerza, ya que si el yugo tiene algún movimiento, los animales pueden sufrir quemaduras o raspones, reduciéndose su rendimiento.

Estas fajas tienen alrededor de 3 m de largo cada una con el fin de que el yugo pueda amarrarse firmemente a los cuernos. El ancho de la faja debe ser entre 4 y 6 cm. Si la faja es muy angosta, menos de 4 cm, cuando se aprieta se hunde fácilmente en la piel de los animales y pueden causar accidentes. Si la faja es de más de 6 cm, su manejo o ajuste se hace más difícil. El espesor ideal de las fajas es de 0,5 a 0,7 cm, con lo cual resultan más durables (ver fotografía 7).

Estas frenteras son dos piezas de cuero que se colocan en la frente del animal para protegerlo donde pasan las fajas, de tal manera que las fajas tengan el menor contacto con la piel del animal. Estas piezas también tienen una función decorativa pues generalmente incluyen algunos adornos (ver fotografía 7).

Esta pieza puede ser de nylon o de cuero sin curtir y mide de 1,5 a 2 m de largo por 1.5-2.0 cm de diámetro. Es usado para atar diferentes aditamentos al yugo. El que sea de cuero tiene la ventaja de ser más flexible y tener mayor duración, además no es necesario ajustarlo frecuentemente. Por otro lado, el nylon puede resultar más fácil de conseguir y más barato.

La cadena debe ser de buena calidad y preferiblemente de la categoría de alta resistencia para que su desgaste por fricción no sea muy rápido. El espesor más recomendado es 8 mm (5/16 de pulgada). Este tamaño provee una cadena lo suficientemente liviana para trabajar sin ser tan delgada como para que se desgaste muy rápido.

En el extremo de la cadena que tiene contacto con las trozas, debido a que tiene más desgaste, puede usarse una sección de cadena con eslabones más gruesos y equiparse con un gancho de acero de tamaño apropiado. La longitud de la cadena debe ser entre cinco y siete metros; esta longitud permite amarrar las trozas y tener una distancia adecuada entre la troza y las patas de los animales.

Aún cuando se usa el sulky es conveniente tener una cadena larga, ya que en algunas partes incómodas puede ser útil para acercar las trozas al sulky, si es necesario.

El sulky es un arco de metal equipado con dos ruedas y un timón que lo une al yugo; este arco permite que la troza viaje parcial o totalmente suspendida.

Según el lugar donde se coloque la cadena en la troza quedará más o menos levantada. Si la cadena se coloca en el centro de la troza, es posible que quede totalmente suspendida.

La troza se levanta utilizando como palanca el timón del sulky y el esfuerzo necesario para bajar el timón hasta el yugo aumenta a medida que aumenta la altura sobre el suelo a la cual irá la carga.

La publicación Utilización del Sulky en Extracción de Madera con Bueyes (Cordero, 1988) proporciona detalles sobre la construcción, uso y costo del sulky.

Este aditamento tiene la característica de ser de fácil construcción y de bajo costo (alrededor de $US400) y no requiere para su construcción un taller especializado. Además, para su construcción pueden usarse piezas de desecho y con ello bajar su costo.

Las fotografías 8 y 9 muestran otros dos aditamentos usados en la extracción de productos forestales. La plataforma de extracción se adapta mejor para trabajar en terrenos planos,

ya que se vuelca más fácilmente. Tiene además la ventaja de que sirve para productos de diferentes diámetros.

El cono de extracción ha funcionado adecuadamente en todo tipo de terreno y aunque el volcarse a veces produce atrasos, causa menos problemas que la plataforma. Su construcción es un poco más difícil que la de la plataforma de extracción.

Bonilla (1986) ofrece una descripción detallada de la construcción y evaluación de estos dos aditamentos de extracción.

La carreta es un aditamento indispensable para el transporte de productos pequeños como la leña o productos agrícolas. La carreta, usada normalmente en Costa Rica, se construye totalmente de madera (sólo el eje y las bocinas son de metal) y su diseño ha sido perfeccionado a lo largo de muchos años. Como se citó en el apartado 1.3 la carreta y los bueyes fueron el principal medio de transporte hasta principios de 1900.

En algunas ocasiones, a la carreta se le quitan los costados de tal manera que queda una superficie plana que se usa para el transporte de trozas para aserrío. Este método se utiliza menos en la actualidad, puesto que resulta más ventajoso el sulky por la facilidad de carga que tiene.

A nivel de fincas y sobre distancias cortas, la carreta y los bueyes son un medio de transporte muy utilizado para el transporte de leña.

Desde el punto de vista del arnés (yugo) no hay problemas que indiquen la necesidad de diseñar alternativas o efectuar cambios en el diseño actual.

Es necesario desarrollar experiencia en arneses que puedan ser usados por bueyes individuales (no en pares). La tracción que produce una yunta de bueyes es mucho más que la necesaria, cuando se trabaja con árboles de tamaño pequeño. Este es el caso que se presenta cuando se extraen productos de raleos de plantaciones, que son árboles que pueden ser fácilmente arrastrados por un solo animal.

Por otra parte, un animal necesita menos espacio para circular que si está trabajando en yunta con otro. Este aspecto es de importancia también a nivel de plantaciones forestales, debido al daño que se puede causar a la plantación cuando se realiza la extracción de productos de raleos u otros tratamientos silviculturales.

No necesariamente esto implica que se tenga que diseñar un yugo individual, pues en otros países ya se han probado algunas alternativas. Lo que resulta necesario es construir y evaluar algunas alternativas y, en base a los resultados obtenidos, desarrollar actividades de promoción y difusión a nivel de usuarios potenciales.

El desarrollo y perfección de los aditamentos de extracción necesita bastante trabajo, en especial en el cono y la plataforma. El sulky ya se ha evaluado bajo muchas condiciones diferentes y como consecuencia de eso muchas cosas han sido modificadas. Al igual que cualquier otra máquina, posiblemente tiene aspectos que pueden mejorarse o cambiarse pero no se debe considerar como una cuestión de urgencia. El mayor trabajo que hay que desarrollar alrededor del sulky es su promoción tanto a nivel nacional como regional. En conversaciones sostenidas hace unos días con personal de un proyecto en Guatemala se puso de claro manifiesto la necesidad de difundir y promover los conocimientos y la tradición de Costa Rica en otros países de Centro América.

Con respecto a la plataforma y el cono, se han comprobado sus beneficios y el principal trabajo para su desarrollo y perfección debe ser dedicado a la obtención de alternativas que permitan reducir el peso de los aditamentos, con el fin de hacer más fácil su colocación y reducir la fatiga del operador y/o del ayudante. En Europa se ha utilizado una plataforma de fibra de vidrio, que podría eliminar el problema del peso, que presenta, sin embargo, problemas de durabilidad, sobretodo en terrenos pedregosos o con obstáculos como raíces y tocones. Posiblemente una alternativa que vale la pena evaluar es la de construir un cono que combine el uso de fibra de vidrio con el metal. La fibra de vidrio es muy utilizada en la industria automotriz y por lo tanto su manejo es conocido.

Paralelamente al desarrollo de cualquier alternativa de trabajo debe tenerse en cuenta la necesidad de la difusión de estos aditamentos y de un programa capacitación de los usuarios potenciales.

5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

6. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

de la Maza, J. 1967. El empleo de la tracción animal en los aprovechamientos forestales. Ministerio de Agricultura. Dirección General de Montes, Caza y Pesca Fluvial. Instituto Forestal de Invesigaciones y Experiencias. Madrid, España.

1 Se ha aprovechado uno de tres bloques que incluye todo el diseño experimental.

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