Página precedente Indice Página siguiente


Propuesta silvícola para el manejo del bosque nacional Alexander von Humboldt

C. Linares Bensimon

El artículo presenta una propuesta silvícola para el manejo del Bosque Nacional Alexander von Humboldt, ubicado en la Amazonía de Pucallpa, Perú.

Carlos Linares Bensimon es silvicultor del proyecto de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT) [ITTO 95/90(F)] Manejo forestal del Bosque Nacional Alexander von Humboldt, Pucallpa, Perú

El Bosque Nacional Alexander von Humboldt está ubicado en pleno territorio amazónico, a 685 km por carretera desde Lima, Perú. Actualmente su extensión es de 470 000 ha, y está constituido por bosques de colinas bajas, con una temperatura promedio de 25 °C y una precipitación aproximada de 3 600 mm.

El establecimiento de parcelas de crecimiento y e/marcado permanente constituyen una herramienta hasta ahora insustituible para estimar efectos de las intervenciones y cálculo de futuras cosechas

El Bosque Nacional Alexander von Humboldt fue establecido por el Estado peruano en 1965 con el fin de destinarlo a la producción forestal, la cual, según la legislación forestal de aquel entonces, debería realizarse únicamente por el Estado. Esta condición fue cambiada a partir de la década de 1 980, en que se dio acceso a tres empresas privadas que en la actualidad usufructúan alrededor de 80 000 ha.

Durante los años setenta, la FAO ejecutó un proyecto de utilización de este bosque, realizando estudios y diagnósticos detallados, pero que no pudieron aplicarse por la inestabilidad de la administración forestal y por la falta de realismo de la propuesta de manejo. Más tarde, a partir de 1980 intervino la Cooperación Japonesa realizando estudios adicionales sobre regeneración natural y artificial, pero igualmente sin que pudiera aplicarse a escala comercial.

Durante toda su existencia, el bosque ha sufrido perturbaciones constantes tanto por extractores ilegales como por agricultores de subsistencia, estos últimos frecuentemente con el aval de las autoridades gubernamentales. Lo que queda actualmente es un bosque intervenido, recortado y fragmentado, en medio de una población rural que crece y mira hacia él como su próxima opción.

El proyecto Manejo forestal del Bosque Nacional Alexander von Humboldt, con apoyo financiero de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT) y del Gobierno del Perú, ha recibido el encargo de poner bajo manejo sostenible un total de 138 800 ha del bosque, de las cuales 105 000 ha (75 por ciento) producirán maderas y 33 800 ha (25 por ciento) cumplirán funciones de refugio de fauna silvestre, producción de semillas, conservación de la diversidad biológica y en algunos casos de conservación de suelos y aguas (Cuadro 1). El trabajo que debe afrontar el proyecto es enorme. La crudeza de su realismo hace del intento un verdadero desafío.

Descripción del modelo silvícola

El modelo silvícola que se ha decidido adoptar en el proyecto se basa en los indicios existentes de que, cuando las extracciones no sobrepasan el 50 por ciento del área basal total, en los sistemas selectivos se obtienen niveles aceptables de regeneración natural de la mayor parte de las especies de interés, y que la rentabilidad aumenta cuando las extracciones alcanzan 30 a 50 m3 por ha.

Se ha decidido intervenir sobre 3 500 ha anuales en ciclos de corta de 30 años. Las especies se han catalogado en 4 grupos según su interés comercial (Cuadro 2), y de ellas, 90 serán favorecidas silviculturalmente, catalogadas en especies de valor comercial actual y especies de valor comercial eventual.

Los resultados del inventario forestal realizado al 1,4 por ciento sobre una superficie de 13 000 ha permiten estimar cosechas de 30 m3 por ha de maderas de valor comercial actual y de 45 m3 por ha, si se incluyen las de valor comercial eventual.

Se establecieron parcelas de crecimiento (PDC) de I ha a razón de nueve (0,25 por ciento) en la primera Unidad de Gestión Anual (UGA 1). Con tal fin se estratificó la UGA 1 en 3 calidades de bosque de acuerdo al área basal.

Se medirán las PDC cada cinco años para evaluar el desarrollo del bosque, sus proyecciones de crecimiento y las futuras cosechas.

Entre el año 3 y el año 5 después de la extracción se efectuará la primera intervención de aclareo; la segunda y última se llevará a cabo en el año 10, para favorecer la regeneración y crecimiento de las 90 especies de interés. Adicionalmente, se piensa plantar un promedio de 15 plantones por ha, a raíz desnuda y de un tamaño aproximado de I m de altura, en los claros que se generen por la extracción de los árboles comerciales. Las cuatro especies que se plantarán, por su alto valor comercial, son: caoba (Swietenia macrophylla), ishpingo (Amburana cearensis), pumaquiro (Aspidosperma macrocarpon) y tornillo (Cedrelinga catenaeformis). El objetivo de esta última actividad es lograr, en el futuro bosque manejado, cuanto menos la cosecha de un árbol valioso por ha, con lo cual el bosque resultante sería más rico que el bosque primario original.

Se espera que un promedio de 30 árboles residuales por ha constituirán la madera en pie para el siguiente ciclo de corta. Los sondeos sobre una muestra de 60 ha arrojan existencias residuales de entre 7 a 52 árboles por ha, según la calidad del bosque.

CUADRO 1. División administrativa y priorización de la gestión

Lote

Sector

Bosques de producción

Bosques de protección

Unidad de gestión anual (año)

Total(ha)

3

Alto Macuya

14 000

6 750

Años 1 -4

20 750

4

Alto Shebonya

21000

9286

Años 5-10

30 286

2

CICAFOR

14000

6725

Años 11-14

20725

5

Criminal-Chanantía

28 000

4 835

Años 15-22

32 835

1

Aguaytía-San Alejandro

28 000

6 204

Años 23-30

34 204

TOTAL


105 000

33 800

3 0

138 800

CUADRO 2. Especies por grupos

Valor comercial

Número

Permanente

57

Eventual

33

Potencial

40

Desconocido

178

TOTAL

308

El modelo de manejo

La propuesta contempla la venta de los árboles en pie por subasta ante notario público, en parcelas de corta (PC) de 200 a 400 ha. Las PC pueden ser adquiridas por cualquier persona natural o jurídica, nacional o extranjera, que tendrán el derecho de extraer los árboles en el plazo de dos años.

Los precios de venta de la madera en pie se establecen a partir de los precios del mercado local, incluyendo las tasas que el Estado fija por la venta de árboles al estado natural, es decir sin ningún tipo de mejora, y para la reforestación.

Las mejoras que se ofrecen a través del proyecto son el inventario y marcado de todos los árboles comerciales, delimitación de las PC, construcción y mantenimiento de carreteras forestales principales, diseño de vías secundarias y patios de acopio, asesoría técnica, y un servicio de capacitación permanente en extracción cuidadosa y control de las áreas bajo manejo.

Con los ingresos que se obtenga por la venta de los árboles en pie, el proyecto debería ser capaz de asumir los costos que demanden las operaciones silvícolas y autosostenerse permanentemente. Según los cálculos actuales, la venta de 70 000 m3 de madera comercial en el año 1995 generaría ingresos por un valor de 700 000 dólares EE.UU. Los costos totales incurridos hasta el presente suman una cifra de aproximadamente 700 000 dólares EE.UU., incluyendo los aportes de la OIMT y del Gobierno del Perú. Se considera que para una fase de inicio de las actividades de manejo como la presente, el equilibrio que se prevé alcanzar es un buen indicador, pues se espera que en los próximos dos a tres años el proyecto reducirá sus costos y aumentará sus ingresos.

Para aumentar los ingresos hay varias posibilidades, entre ellas la introducción en el mercado de especies poco conocidas como sapote (Matisia cordata), especie de madera blanca con densidad media, que es la más abundante, con un promedio de 5 m3 por ha. También se prevé la necesidad de introducir la producción de carbón de madera, básicamente a partir de los desperdicios de extracción. Esta actividad, que cuenta con mercado asegurado, tendría un fuerte componente de participación de las poblaciones vecinas, y un efecto positivo en el camino hacia la política del «buen vecino».

Se están analizando, otras formas de aumento de los ingresos como por ejemplo la venta de madera en trozas y madera aserrada; la comercialización de productos no maderables como uña de gato (Uncaria tomentosa), palmito, fibras (Dendrocalamus spp.) y el desarrollo del turismo.

Maderas duras como ana caspi (Apuleia leiocarpa) continúan ingresando al mercado de maderas tropicales, y poseen un enorme potencial en la búsqueda de la sostenibilidad económica

Marco institucional

Se prevé que a más tardar a partir del tercer año tendrá lugar un proceso de institucionalización conducente a la conversión del proyecto en una entidad privada, capaz de asumir con eficiencia empresarial la gerencia del manejo del bosque, de tal modo que los ingresos por venta de madera pasen a constituir el Fondo de Manejo Forestal (FMF), para su reinversión en el bosque, con miras a lograr su sostenibilidad. Esta institucionalización está enmarcada dentro del nuevo marco jurídico, sobre la actividad empresarial del Estado, según el cual la iniciativa privada debe asumir plenamente las actividades productivas, reservándose el Estado un rol promotor y fiscalizador.

Conclusiones

La silvicultura de un bosque tropical no debe buscar solamente la máxima producción de biomasa forestal equivalente a madera industrial, que es posible obtener en períodos cortos de tiempo, sino también que el bosque sea capaz de cumplir sus funciones ecológicas esenciales.

Los mayores obstáculos para una silvicultura exitosa son de orden social, político y económico. En ellos se incluyen las altas tasas de crecimiento de la población, las pocas oportunidades de empleo y la escasa predisposición de la clase política para optar por decisiones de largo plazo: si se habla en serio de manejo forestal sostenible, no hay otra alternativa.

Los proyectos de desarrollo silvícola y manejo de bosques tropicales deben ser más realistas en su concepción económica y social y no provocar inferencias exitosas en base a supuestos irreales.

El registro de árboles residuales en los sistemas silvícolas permite conocer/as posibilidades de obtención de futuras cosechas

Bibliografía

Faber-Langendoen, D. 1992. Ecological constraints on ruin forest management at Bajo Calima, Western Colombia. Forest Ecol. y Manage. 53: 212-244.

FAO. 1994. El desafío de la ordenación forestal sostenible. Perspectivas de la silvicultura mundial. Roma.

Sabogal, C. 1987. Struktur und Entwickungsdynamik eines Amazonischen Naturwaldes bei Pucallpa, Perú. Universidad de Göttingen, Alemania (tesis).

Silva, J.N.M. 1989. The behaviour of tropical ruin forest of the Brazilian Amazon after logging. Universidad de Oxford (tesis).

Unesco/PNUMA/FAO. 1980. Ecosistemas de los bosques tropicales. París.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente