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3.12. CONEJO

CONEJO IBÉRICO
Oryctolagus cuniculus huxleyi
Orden LAGOMORPHA/Familia LEPORIDAE
NO AMENAZADA

Se piensa hoy que la forma ancestral del conejo doméstico era Oryctolagus, subespecie O. c. huxleyi que existe solamente en España y Portugal así como en algunas islas del Mediterráneo. Todos los otros conejos salvajes en Europa pertenecen a la subespecie O. c. cuniculus y descenderían de conejos semidomésticos introducidos por los romanos que apreciaban mucho comer los fetos y los conejos recién nacidos que ellos llamaban "laurines". En este sentido, O. c. cuniculus debería sin duda ser considerado como vuelto al estado salvaje (FITTER, 1959). La diferenciación entre las dos subespecies está confirmada por estudios morfométricos y de ADN.

DISTRIBUCIÓN Y ESTADO ACTUAL

El pariente salvaje del conejo doméstico está confinado al sur de España y de Portugal y a algunas islas del Mediterráneo y del Atlántico. La población es decreciente y se podría temer por su sobrevida a largo plazo. Es algo más pequeño (peso máximo 1 kg) que el más difundido O. c. cuniculus vuelto al estado salvaje (peso máximo 2 kg).

AMENAZAS PARA LA SUPERVIVENCIA

Las principales amenazas del O. c. huxleyi son el exceso de caza, la destrucción del hábitat y la aparición primero de la mixomatosis y, más recientemente, de la enfermedad hemorrágica viral del conejo que es rápidamente fatal (VHD).

REPRODUCCIÓN EN CAUTIVIDAD

La prolificidad del conejo es notoria. La duración de la gestación es de 28 - 32 días. Aún en condiciones de subsistencia una coneja puede dar cuatro o cinco camadas de 5 a 8 crías por año.

DOMESTICACIÓN E IMPORTANCIA ECONÓMICA

La conservación del verdadero ancestro del conejo doméstico reviste importancia económica y científica ya que no se conoce prácticamente nada de su biología. Los monjes de la Edad Media tenían el hábito de comer "laurines" durante la Cuaresma, ya que estos animales estaban clasificados dentro de los "platos acuáticos". La cría controlada del conejo así como su domesticación, comenzó en el siglo XVI y, probablemente, fue principalmente debido a la obra de los monjes (LEBAS, 1986).

NOTAS

Los conejos (y las liebres), están sujetas a numerosos proyectos de traslocación, principalmente hacia Europa, desde lugares tan lejanos como Argentina y Polonia, con el objetivo más frecuente de ser dedicados a la caza. Varias enfermedades importantes para el hombre o el ganado, tales como la tularemia y la Brucella suis, han sido transmitidas por esta vía.

Si es exacto que los conejos domésticos introducidos en toda Europa continental por los Romanos fueron los reales ancestros del O. c. cuniculus salvaje de hoy día, esto representaría el mejor ejemplo del exitoso retorno al estado salvaje de un mamífero doméstico. Desgraciadamente en todo el mundo, la fecundidad y la capacidad de colonización del conejo han tenido consecuencias desastrosas. En 1859, 24 conejos salvajes fueron llevados desde Inglaterra y liberados en la granja de Thomas Austin en Australia. Estos animales fueron cruzados con conejos domésticos de la misma especie y las crías liberadas en corrales alambrados con la intención de crear una nueva industria para los colonos. Como ocurre frecuentemente con tales importaciones de especies exóticas, algunos ejemplares se escaparon y se establecieron en estado salvaje. La invasión de Australia por los conejos fue la más rápida jamás registrada por algún mamífero en ningún continente. Actualmente los conejos se han transformado en plaga devastadora del ambiente que cuesta a los agricultores australianos 90 millones de dólares por año y millones de hectáreas de pasturas han sido destruidas.

Después del fracaso de los métodos convencionales de control de las poblaciones (tiro, trampas, venenos, alambrados y liberación de predadores exóticos), el control biológico fue intentado en 1950 con la introducción del virus de la mixomatosis. Esto provocó en una primera instancia la muerte del 99% de los animales infectados y la población de 600 millones cayó a menos de 100 millones. La presión de selección sobre los huéspedes y los virus trajeron como consecuencia la desaparición de las líneas más patógenas de los virus y la sobrevida de los conejos más resistentes. En respuesta a esto, el Gobierno Australiano ha establecido un Centro de Investigaciones Cooperativo para el Control Biológico de las Poblaciones de Plagas de Vertebrados en el seno del Commonwealth Scientific Industrial Research Organisation (CSIRO). Este grupo de investigación ha identificado ahora a la inmunocontracepción como el potencial nuevo sistema para el control de las poblaciones de conejos.


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