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Influencias de los cortavientos en Chifeng, Mongolia Interior

Zhang Feng del Instituto de Investigación Forestal de Chifeng, uno de los autores del articulo

Con el fin de acelerar el desarrollo de la agricultura, la silvicultura, la ganadería y mejorar- el medio natural y las condiciones sociales de la población a mediados de los años setenta el Gobierno de China comenzó una campaña de desarrollo forestal en las regiones del norte, gravemente afectadas por tormentas de arena y erosión del suelo. El Programa de protección se conoce con el nombre de «los Tres Nortes». En el presente artículo se describe la evolución de las actividades para construir cortavientos en las tierras agrícolas y los primeros resultados obtenidos en dos pueblos de Mongolia Interior.

Nota: El presente articulo es una adaptación autorizada de tres documentos preparados para el 20e Congreso Mundial de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) de 1995: Erosion control development in China: the shelterbelt system in Chifeng de Zhang Feng y Hou Qing Jiang; Development of farmland shelterbelts in the semi-arid region of northeastern Inner Mongolia de Fu Jing y Hou Qing Jiang; y Study on water-retaining afforestation in the semi-arid loess hill region de Zhang Feng, Fu Jing y Hou Qing Jiang. Los tres autores trabajan en el Instituto de Investigaciones Forestales de Chifeng, Mongolia Interior.

La región semiárida del nordeste de la Mongolia Interior (sobre todo la prefectura de Zhelimu Meng en Chifeng) se encuentra situada entre la meseta de Mongolia y la llanura de Song Liao (véase el mapa, pág. 13). El paisaje, bastante quebrado, está formado sobre todo por montañas o colinas bajas que ocupan más de la mitad de la superficie total. Las pequeñas llanuras ocupan sólo el 25 por ciento. La elevación media oscila entre los 500 y los I 000 m. Según el mapa de la división climática en China, esta región tiene un clima continental semiárido de monzones, con cuatro estaciones bien definidas: primavera, verano, otoño, invierno. El invierno (<0°C noviembre-febrero) en esta región, se caracteriza por la sequía, las bajas temperaturas, los fuertes vientos del nordeste y escasas nevadas. La mayor parte de las precipitaciones medias anuales de 300-450 mm se producen durante el verano en forma de fuertes tormentas (>20°C julio-agosto), cantidad que dista mucho de alcanzar la evaporación media anual de 2 000-2 300 mm. El clima seco y la escasa vegetación han provocado una grave erosión superficial del suelo y la escasa fertilidad del mismo. El contenido orgánico es sólo del 1 por ciento.

La agricultura y la ganadería son dos de las piedras angulares de la economía de la región. Los principales factores que limitan la producción agroganadera y el desarrollo de la economía de la región en su conjunto son las tormentas de arena, la persistente sequía y la erosión del suelo. Con el fin de intensificar la capacidad protectora frente a los daños naturales, mejorar las condiciones naturales para la agricultura y la ganadería y aumentar la fertilidad del suelo, el gobierno local está realizando, desde finales de los años cuarenta, siguiendo la orientación de los investigadores forestales, operaciones en gran escala de repoblación forestal y, sobre todo, de plantación de zonas de gran extensión para la protección de las tierras agrícolas.

Se pueden señalar tres etapas principales de la creación de los cortavientos. La primera etapa comenzó a finales de los años cuarenta y continuó hasta principio de los cincuenta. En ese tiempo, los cortavientos estaban todas situadas a 230° de latitud norte y, por lo tanto, eran perpendiculares al viento dominante del noroeste. Cada faja estaba formada por 20 a 30 líneas de arboles de una anchura de 30 a 50 metros. El espaciamiento era de 1 x2, 2x1,2 y 2x1,5 m y la distancia entre dos franjas era de unos 10 km. Las principales especies eran el Ulmus pumila L. y Populus simonii Corr. Pronto empezó a hacerse evidente que la tecnología aplicada daba lugar a franjas anchas, de escaso espaciamiento y a la ocupación de demasiada tierra agrícola. Se dificultaban las labores agrícolas y los árboles de la faja de protección resultaban muy afectados. La elección de las especies y la falta de una ordenación adecuada hicieron que el crecimiento fuera lento y que sólo se diera un lento desarrollo de la capacidad protectora. Además, a medida que maduraban los árboles, los cortavientos se convertían en una masa densa e impermeable por lo que se reducía el máximo efecto protector debido a la creación de zonas de turbulencia inmediatamente justo detrás de los árboles.

Zhang Feng

Una combinación de árboles con vegetación de/piso inferior para combatir la erosión en/os terrenos arenosos

La segunda fase de la plantación de cortavientos comenzó en los años cincuenta y continuó hasta principios de los sesenta. Se produjeron importantes cambios en el criterio de gestión de las tierras agrícolas. Se plantaron tres franjas de árboles a lo largo de la línea divisoria de los campos entre las aldeas y los municipios que zigzagueaban con un espaciamiento y espesor variables. Las líneas de árboles en cada franja oscilaban entre algunas estrechas de una a dos líneas y otras anchas de 10 a 20. El espaciamiento adoptado seguía siendo relativamente reducido. Dominaban las especies nativas como Ulmus pumila L., Populus simonii Corr. y Populus pseudosimonii. Los cortavientos de esta etapa impedían el riego y la mecanización, ocupaban cantidades relativamente grandes de tierra y, por seguir los límites de los campos, eran sólo eficaces en parte. Desde mediados de los años sesenta, la creación de cortavientos ha pasado a una tercera etapa, en la que se establecieron de acuerdo con principios científicos estrictos. De conformidad y como complemento de los principios de producción agrícola, en lugar de plantar pequeñas franjas en los límites de los campos entre las parcelas familiares o comunitarias, se ha tratado de hacer una planificación general creando grandes bloques de zonas agrícolas de un entero término municipal o incluso de varios. Los cortavientos se entrecruzan en forma de red, formando grandes sistemas protectores, a nivel local se colocan de forma que proporcionen la máxima protección frente a las fuentes de daño existentes, lo que implica una mayor flexibilidad en comparación con el criterio rígido adoptado en la primera etapa de su creación.

La mayor parte de los cortavientos se plantan de manera que creen redes de protección de 400x400 m, estando compuesta cada una de éstas de tres líneas paralelas de árboles plantados con un espaciamiento de 3x2 m. Con esto se consigue una estructura porosa que proporciona máxima protección efectiva y reduce al mínimo los daños y los desechos acumulados en los bordes de la franja. Las especies que se usan para estos cortavientos son variedades de rápido crecimiento y copas de tamaño medio con buena resistencia en las condiciones imperantes de suelo y temperatura. Entre las especies más utilizadas se encuentran Populus canadensis Moench, Populus euroamericana, Populus beijingensis y Populus xianohei. A veces se planta una única fila de Amorpha fruticosa a cada lado de la franja de árboles para proteger el piso inferior. Según un censo realizado en 1991 en Chifeng los cortavientos ocupaban una superficie de 26 000 ha aproximadamente que protegían casi 267 000 ha de campos de labranza.

REPOBLACION FORESTAL PARA RETENER EL AGUA EN EL MUNICIPIO DE CHENG-ZI

A partir de 1973 (antes de la iniciación oficial del Programa de los Tres Nortes), el Instituto de Investigaciones Forestales de Chifeng inició una investigación sobre técnicas de plantación de bosques destinados a la conservación del apara y el suelo en las colinas áridas de loes. Se estableció como zona de investigación el Municipio de Cheng-Zi, zona típica de colinas de loes caracterizada por la sequía y los frecuentes y fuertes vientos fríos así como por una grave erosión de la tierra y el suelo. [NdR: El término «municipio» se refiere a una división administrativa y no exclusivamente a una «población».] Siguiendo el principio de dedicar idéntica atención a la agricultura, a la silvicultura y a la ganadería, los investigadores han combinado las medidas biológicas con los trabajos de ingeniería para la creación de bosques destinados a la conservación del suelo y del apara con campos de gramíneas y redes de tierras de cultivo y cortavientos como elementos principales.

A partir del extenso valle que abarca unos 60 km, se establecieron 102 franjas de protección de tierras agrícolas, que facilitaban protección a unas 2 200 ha. Seguidamente se crearon en las suaves colinas de loes que rodean el valle principal otras 1 600 ha de redes de pastizales y franjas de protección de las tierras de labranza. El sistema se basaba en la formación de redes de cortavientos que se alternaban con el cultivo de herbáceas y de gramíneas produciendo cereales destinados sobre todo al alimento del ganado. En general, la cubierta de bosques del municipio aumentó del 2,9 al 34 por ciento entre 1970 y 1994.

Beneficios observados
Restablecimiento de la productividad del suelo.

Antes de proceder a la repoblación forestal, y debido a la grave erosión del suelo y del agua, la fertilidad de los campos situados en las faldas de las colinas del Municipio de Cheng-Zi era muy baja. Algunos de estos campos se abandonaron y se convirtieron en eriales utilizados para el pastoreo. La cubierta de herbáceas, principalmente de tomillo (Thymus sp.), era de mala calidad y baja productividad.

La situación ha cambiado con la creación de distintos tipos de cortavientos y con la plantación de masas de árboles que sostenían las pendientes, el cultivo de gramíneas o herbáceas en las redes y los árboles jóvenes plantados en los espacios de las franjas protectoras.

La creciente introducción de especies en la cubierta vegetal (tanto herbáceas como gramíneas) en el entramado de los cortavientos ha aumentado mucho la producción de gramíneas y la calidad del suelo. Por ejemplo la producción de trébol (Melilotus suaveoluna) puede alcanzar de 6 000 a 11 250 kg/ha y 7 500-15000kg/ha de Astragalus adsurgens fresco, que es más de diez veces lo que dan las tierras de pasto naturales. El trébol de Daghestan utilizado como abano verde hizo aumentar la materia orgánica en la capa de arado de 0,68 a 1,48 por ciento y de 0,068 a 0,14 por ciento el nitrógeno total.

La municipalidad de Chifeng está situada en la región semiárida de Mongolia Interior

Cortavientos formados por especies mixtas

Después de aumentar la (fertilidad del suelo mediante el cultivo de una cubierta vegetal de herbáceas se incrementó la producción de cereales en la misma zona de 300 a 1050 kg/ha y la producción total de cereales en el Municipio de Cheng-Zi alcanzó una cantidad cuatro voces mayor que la anterior, ya que los cortavientos permitieron la producción de cereales en zonas donde anteriormente había sido imposible. La producción ganadera aumentó en un 56 por ciento.

Mejora de la conservación de agua y suelo. La combinación de la repoblación forestal, el cultivo de una cubierta vegetal de herbáceas, la mejor preparación del terreno y las medidas de conservación del agua y la tierra ha dado resultados obvios. Se ha reducido la escorrentía en un 94 por ciento y la erosión en un 98 por ciento en comparación con el barbecho de matorrales.

Mayor crecimiento de los árboles. La combinación del cultivo de herbáceas en la cubierta vegetal y las plantaciones de los cortavientos han mejorado la situación nutricional de los árboles. La familia de las leguminosas, además de fijar el nitrógeno, puede producir una gran cantidad de raíces en el suelo que supera la biomasa de la superficie. Cuando se descomponen estas raíces, aumenta el material orgánico del suelo, provocando el mejoramiento de las propiedades físicas y químicas del mismo. Los árboles de Populus chenfonii y de Populus simonii plantados en los anteriores terrenos de pasto, aumentaron su crecimiento entre un 59 y un 75 por ciento, y el diámetro entre un 67 y un 70 por ciento.

Conclusiones y observaciones iniciales para los futuros trabajos La combinación de las técnicas utilizadas en la región donde se ha realizado el estudio parecen favorables para la silvicultura, la ganadería y la agricultura. Se ha conseguido una mejora considerable en la conservación del agua y del suelo con un aumento paralelo de la producción y calidad en la agricultura y en la ganadería. Por lo tanto, no solamente los cortavientos, las tierras de labranza y los pastizales que protege constituye un buen sistema ecológico, sino que favorece una mejor combinación de la agricultura, la silvicultura y la ganadería.

Si bien el establecer cortavientos en los pastizales y las tierras de labranza constituye una importante medida para acelerar la repoblación forestal y aumentar la superficie de los bosques se deben establecer de forma flexible, adecuada a las condiciones y necesidades locales. Por ejemplo deberán evitarse los cortavientos en lugares con una topografía muy variada o cuando la inclinación del suelo sea de más de 15°. En las pendientes especialmente inclinadas o en las cadenas de las cordilleras donde la erosión en cárcavas sea intensa y la topografía muy quebrada, se utilizarán cortavientos en forma de corredores, las franjas paralelas tendrán un ancho de 5 a 10 m y se deslizarán verticalmente desde la parte superior a la inferior de las colinas estando unidas en ambos extremos por franjas de erosión en cárcava en sentido perpendicular a la pendiente. Este tipo de cortavientos se puede extender tanto como se desee y son apropiados para cualquier tipo de ladera. Los cortavientos en forma de corredor ocupan a menudo la mitad de la extensión total de la tierra. En las pendientes con un elevado grado de erosión del suelo se deberán establecer masas arbóreas de alta densidad para proteger las pendientes.

Las actividades que se describen anteriormente han demostrado que combinar la repoblación forestal con la creación de una cubierta vegetal de herbáceas puede llegar a restablecer la cubierta vegetativa y enriquecer el suelo rápidamente, creando las condiciones favorables para el desarrollo de la agricultura y la ganadería.

La plantación de árboles en los antiguos pastizales y el cultivo de árboles jóvenes como abono verde puede fomentar la arboricultura. De acuerdo con nuestras observaciones, los cortavientos pueden cultivarse en régimen de rotación herbáceas y cereales incluso en los primeros años después de haber iniciado la repoblación forestal.

LOS CORTAVIENTOS EN TAIPING DI

El municipio de Taiping Di era un lugar donde reinaba la pobreza, con tierras desnudas de vegetación, de mala calidad y con frecuentes tormentas de arena y vientos que producían daños. Bajo la orientación tecnológica del instituto de investigaciones forestales, en 1966 se plantaron 401 cortavientos, que formaban un entramado de 375 zonas protegidas. A medida que iba tomando forma la faja protectora, surgían los beneficios ecológicos. Según las observaciones realizadas sobre el terreno en las zonas protegidas por los cortavientos, la velocidad del viento disminuía en un 32-38 por ciento con respecto a las zonas no protegidas; la evaporación del agua natural era 660 mm menos que en las zonas sin protección en el curso de un año; la humedad absoluta aumentaba un 7 por ciento frente a las zonas situadas fuera de los cinturones protectores y el contenido de humedad del suelo era de 3 a 6 por ciento mayor. La temperatura invernal en los cortavientos es de O,5 - 1,6°C más alta que fuera de ellas, y la temperatura en verano es de 0,1-0,7°C más baja.

Una red forestal en los alrededores de la ciudad de Chifeng, en el interior de Mongolia

El 10 de mayo de 1981, una fuerte tormenta de arena que duró 68 horas atravesó el municipio de Chifeng. La velocidad máxima del viento alcanzó los 10-11 grados de la escala Beaufort. Durante la tormenta, la visibilidad de la superficie llegó a cero, y se interrumpió el transporte por carretera y ferrocarril durante tres días. La tormenta devastó un total de 170 000 ha de campos de cultivo y, en contraste con los daños generalizados, las 4 300 ha de las tierras de cultivo protegidas situadas dentro de las redes de los cortavientos sobrevivieron, mientras que las 3 100 ha cercanas de campo sin proteger perdieron de 20 a 30 cm de suelo superficial. Se trata de un caso real que demuestra los beneficios ecológicos de los cortavientos.

Los beneficios económicos de los cortavientos se han manifestado en dos sectores: el rendimiento de los cultivos y la producción de madera. Los rendimientos de dos de las principales especies agrícolas (maíz y mijo) fueron un 64,2 por ciento y un 70,6 por ciento más altos en los terrenos situados dentro de la faja protectora que en el exterior. En cuanto a la producción de madera, el actual volumen de la masa arbórea de los cortavientos en todo el municipio es de 112 700 m³, con un incremento anual de 20 000 m³. La tala selectiva comenzó en 1982 con una producción anual de madera de 2 500 m³ y unos valores del producto maderero de 45 000 yuan al año. Las industrias madereras dan unos ingresos anuales de 5 000 000 de yuan.

Los beneficios sociológicos consistieron en la inversión directa de casi 50 000 yuan en el sector agrícola, en educación, industrias locales y educación campesina. Al mismo tiempo, se reservaron cerca de 150 000 yuan de los ingresos forestales obtenidos como fondo para el desarrollo futuro.

CONCLUSIONES Y REPERCUSIONES PARA EL FUTURO

Como se ha mencionado anteriormente, la creación de cortavientos en las tierras agrícolas en el nordeste de Mongolia Interior se ha llevado a cabo en tres etapas. El criterio adoptado en la etapa actual está dando resultados positivos considerables. Sin embargo, habrá que seguir controlando los resultados durante un período más largo de tiempo antes de que se puedan extraer conclusiones definitivas. Las actividades que se están realizando actualmente para perfeccionar aún más el sistema utilizado son, entre otros, ampliar la distancia protectora, aumentar la protección total, reducir la acumulación de suelo y la materia orgánica cerca de las franjas, disminuir los costos y reducir al mínimo la cantidad de tierra ocupada por el componente arbóreo del sistema, para el cual se están utilizando variedades mejoradas y clones de alta calidad, con lo que se aumenta la velocidad a la que los cortavientos llegan a ser eficaces y se incrementa la producción de biomasa. Para concluir, la creación de cortavientos en las tierras agrícolas en el nordeste de Mongolia Interior constituye un proceso en continuo cambio que seguirá evolucionando y desarrollándose.


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