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Editorial: Conservación y aprovechamiento forestal

Un mundo sin bosques es impensable. Los bosques proporcionan una amplia gama de beneficios a nivel local, nacional y mundial. Algunos de esos beneficios dependen de que el bosque permanezca imperturbado o sufra una alteración mínima. Otros sólo se pueden conseguir explotándolo para extraer de él madera y otros productos. Sena simplista presentar las actividades forestales, de tan gran complejidad, como un enfrentamiento entre las fuerzas del bien, que defienden la conservación del bosque y las del mal, que defienden su aprovechamiento. El proteccionismo absoluto que rechaza el acceso a los recursos y los deja desatendidos es tan pernicioso para el desarrollo sostenible como el aprovechamiento incontrolado que no permite la regeneración de los recursos.

La cuestión de la conservación y el aprovechamiento de los recursos forestales ha de ser objeto de debate. El equilibrio entre ambos es la misma esencia del trabajo de quienes administran los recursos naturales para el desarrollo sostenible. Sin embargo, el debate no debe centrarse en las posiciones extremas sino en la forma de conjugar armoniosamente las necesidades de conservación y utilización, con el fin de obtener los máximos beneficios para las generaciones actuales y futuras.

El debate público sobre esta cuestión ha evolucionado notablemente. Los principales defensores del aprovechamiento del bosque admiten la necesidad de tomar en consideración la conservación. Incluso los más acendrados grupos ecologistas reconocen que los programas de conservación encaminados a preservar los bosques deben incluir algunas actividades de aprovechamiento. La cuestión que hay que dilucidar es si se deben conservar los bosques y qué grado de utilización se ha de aceptar, o si, partiendo del supuesto de que se necesita utilizar los bosques y hacerlo de manera sostenible, qué grado de conservación se ha de garantizar.

Los artículos de este número de Unasylva analizan varios aspectos de la cuestión. El artículo principal, de C. Elliott, asesor forestal principal del Fondo Mundial para la Naturaleza, describe cómo han evolucionado en el transcurso del tiempo los paradigmas de la conservación forestal, apoyándose en ejemplos tomados en la historia de Europa y América. El artículo de G. Wohlfahrt, de la Asociación Sueca de Industrias Forestales, examina las tendencias recientes en la evolución de la industria forestal sueca, haciendo hincapié en la armonización de los objetivos de conservación y producción. Ambos artículos constituyen un buen ejemplo de la tendencia hacia la convergencia de ideas.

Uno de los aspectos esenciales en el debate sobre la conservación y el aprovechamiento es cómo reducir al mínimo el impacto ambiental negativo del aprovechamiento forestal industrial, particularmente en las condiciones de vulnerabilidad predominantes en la mayor parte de los bosques tropicales. J.J. Gerwing, J.S. Johns y E. Vidal examinan las posibilidades de reducir los desechos en las operaciones de explotación y elaboración industrial en la zona oriental de la Amazonia y las posibles implicaciones para la conservación de los bosques. Un breve artículo relacionado con este tema describe el nuevo Código Modelo de la FAO de Prácticas de Explotación Forestal.

Cada vez se aprecia más la contribución de los productos forestales no madereros para el desarrollo socioeconómico sostenible. A su vez, esto se traduce en un importante incremento de la utilización y comercialización de estos productos. Sin embargo, los riesgos de la sobre explotación, del daño a la base de recursos y de la modificación de la distribución de los beneficios suscitan no pocas dudas. D.D. Tewari y J.Y. Campbell examinan las consecuencias del aprovechamiento más intensivo de los productos forestales no madereros, centrando su análisis en la India.

Otra forma de aprovechamiento del bosque que despierta un creciente interés es el ecoturismo. J.G. Colvin escribe sobre un programa de ecoturismo en el Ecuador, gestionado independientemente por los indios quichua.

En las diferentes justificaciones ecológicas y económicas de la conservación y aprovechamiento de los bosques como parte del desarrollo sostenible global subyace una cuestión ética fundamental: ¿qué obligación hemos contraído para con las generaciones futuras? o, en palabras del cómico Groucho Marx, ¿hasta qué punto me importa la posteridad?; ¿acaso la posteridad ha hecho algo por mí? En el último de los artículos, T. Hurka reflexiona sobre las implicaciones del concepto de desarrollo sostenible, especialmente tal como se formula en el informe de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo.

En este momento en que el grupo intergubernamental sobre los bosques se apresta a concluir su trabajo y presentarlo ante la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, este número de Unasylva aspira a proponer elementos y perspectivas diversos sobre los aspectos esenciales de la conservación y el aprovechamiento, planteándose como último objetivo el bienestar del ser humano.

En este número comienza una nueva sección de la revista, «Actividades forestales de la FAO», que, en consonancia con nuestro compromiso, mantenido a lo largo de 50 años, de presentar una imagen imparcial y analítica de los distintos problemas del desarrollo forestal del mundo, informará brevemente sobre el tema, tanto en la sede de la Organización como en el campo. Viene a sumarse a las secciones «El mundo forestal» y «Libros», que ya forman parte de la revista. Como siempre, Unasylva pide a los lectores que expresen su opinión sobre esta nueva sección, así como sobre la revista en su conjunto.


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