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Los combustibles leñosos para consumo doméstico y energía industrial en el suministro de fibras

L.A. Horta Nogueira, M.A. Trossero, L. Couto y L.C. Couto

Combustibles leñosos y materia prima industrial: ¿competitivos o complementarios?

LA. Horta Nogueira es un participante en el Programa Académico de la FAO. Trabaja en la Estola Federal de Engenharia de Itajubá, Brasil

M.A. Trossero es Oficial Forestal Superior (Energía de la madera), Dirección de Productos Forestales, FAO, Roma.

L Couto y L.C. Couto trabajan en la Universidade Federal de Viçosa, Brasil.

Los bosques y los árboles suministran una parte importante de la energía que se consume en el mundo, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados. Además de su utilización tradicional como leña en la cocina (fuente primaria de energía para más de 2 000 millones de personas), se está extendiendo el uso de los combustibles leñosos como fuente de energía moderna y ambientalmente idónea para la industria y la producción de electricidad (FAO, 1995). Por ejemplo, los combustibles leñosos contribuyen actualmente con más del 16 por ciento al suministro total de energía en Suecia, Finlandia, Austria y otros países de la Unión Europea (FAO, 1997). En recientes foros y acuerdos internacionales se han recalcado las ventajas ambientales del uso de la bioenergía, principalmente en relación con el ciclo del CO2 y para mitigar la emisión de gases de efecto invernadero, dando un nuevo impulso a la expansión de la energía basada en la madera (Naciones Unidas, 1997).

Sin embargo, aunque los recursos madereros son renovables, no son infinitos. La creciente demanda de combustibles así como también de otros productos madereros y no madereros que pesa sobre los bosques y los árboles, y que abarca entre otras cosas madera de construcción y madera para pasta y producción de papel, suscita la cuestión de la sostenibilidad de los suministros a largo plazo. El propósito de este artículo es considerar brevemente la relación de los suministros de fibra de madera para la producción de energía (industrial y no industrial) con el suministro general de fibra para la industria.

Madera talada en Vietnam utilizada para leña y cajones de embalaje

Las fuentes y los usos de los combustibles leñosos

En la figura, se presenta un flujo genérico de productos madereros procedentes de los bosques y de otras tierras y destinados a producir energía y a otros usos. Es importante tener en cuenta que los sistemas bioenergéticos son complejos y característicos de cada lugar. Ellos proporcionan a los usuarios de la energía distintos tipos y calidades de combustibles leñosos de varias procedencias preparados con diversas tecnologías disponibles en el mercado. Pueden obtenerse combustibles leñosos de distintas procedencias (bosques naturales y plantaciones, árboles fuera de los bosques), así como de subproductos de industrias forestales (aserraderos, fábricas de tableros de partículas, etc.). Los diversos tipos primarios y secundarios de combustibles derivados de la madera llegan a un conjunto heterogéneo de usuarios (hogares, usos industriales y comerciales) en distintas zonas (rurales y urbanas) a través de múltiples conductos. Esta complejidad intrínseca es importante y debe ser debidamente considerada al analizar la relación de los combustibles leñosos con los usos industriales de la fibra de madera que no sea la producción de energía.

Utilización de residuos madereros como combustible en una fábrica de tableros de partículas en Indonesia

El cuadro de esta página propone una serie de definiciones de los combustibles leñosos. La clasificación de combustibles leñosos se apoya en el reconocimiento del lugar básico en el que se produce la biomasa. Estas definiciones se ofrecen para su uso por las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales interesadas en la compilación, la comparación y la presentación de datos bioenergéticos.

Propuesta de clasificación de los combustibles leñosos

Combustibles forestales

Definición

Combustibles forestales directos

Madera usada directa o indirectamente como leña destinada a producir energía

Combustibles forestales indirectos

Combustibles biológicos principalmente sólidos derivados de las actividades de procesamiento de la madera

Combustibles forestales recuperados

Madera usada directa o indirectamente como leña, obtenido de actividades socioeconómicas ajenas al sector forestal

Combustibles derivados de la madera

Combustibles biológicos principalmente líquidos y gaseosos producidos en actividades forestales y en la industria maderera

Madera para energía industrial y no industrial y madera para otros usos industriales

Cabe hacer varias observaciones sobre la circulación de materiales madereros en bruto con fines de producción de energía industrial y de los destinados a otros usos.

Competencia entre usuarios industriales y no industriales de los combustibles leñosos

Ambos tipos principales de consumidores de combustibles leñosos (hogares e industria) apenas compiten entre sí. Estos grupos tienden a estar físicamente aislados entre sí y a obtener su materia prima de distintas fuentes de suministro. Por ejemplo, la leña para las cocinas y para calentar las viviendas de zonas rurales, donde todavía vive la mayoría de la población de los países en desarrollo y que es uno de los sectores que más madera consumen como combustible, procede sobre todo de árboles muertos, de la poda y de otros restos arbóreos. La demanda en este sector es de intensidad relativamente baja y se reparte en extensas superficies en las que la leña se recoge individualmente. En general, existe un equilibrio entre las necesidades de leña y las fuentes de suministro. Los usuarios domésticos y comerciales (panaderías, restaurantes, puestos callejeros de comidas) de combustibles leñosos de los grandes centros urbanos se caracterizan por una fuerte demanda de tales combustibles en una zona relativamente reducida. Este tipo de consumo puede dar lugar a una grave escasez de leña o carbón vegetal y al agotamiento de los bosques. Situaciones análogas pueden suscitarse en zonas con grandes concentraciones de industrias usuarias de combustibles leñosos como fábricas de ladrillos, hornos de fabricación de cal, alfarerías, donde, si no se organiza debidamente el consumo de combustibles, puede haber escasez de suministro.

Diagrama de movimiento de los combustibles leñosas

En las zonas en que confluyen usuarios urbanos y periurbanos, para actividades tanto domésticas como comerciales, los diversos consumidores de combustibles leñosos pueden competir entre sí, lo que requiere una atenta consideración. Estos conflictos pueden ser especialmente graves en las zonas áridas y semiáridas. Por ejemplo, en algunas partes de Sudán los consumidores domésticos de leña sienten una fuerte animosidad por las industrias panaderas locales que utilizan camiones y equipo motorizado para recoger cantidades relativamente grandes de leña (Ball, comunicación personal, 1998).

Utilización de leña en actividades industriales en pequeña escala: fabricación de ladrillos en el Brasil

Un caso especial es el uso de combustibles leñosos por las grandes industrias (por ejemplo, grandes fábricas de pasta y papel, plantas siderúrgicas, fábricas de cemento, centrales térmicas). Para satisfacer las necesidades energéticas de estas industrias se requiere un sistema estructurado y organizado de producción, transporte, almacenamiento e incluso elaboración previa de la madera. En la mayoría de los casos, tienen sus propias fuentes específicas de suministro de madera. Sin duda existen conflictos esporádicos, pero pueden resolverse mediante las fuerzas del mercado local: elevación de precios, diversificación de fuentes de suministro, plantación de más árboles, etc.

Competencia entre usos de la madera para producir energía y con otros fines

Más importante todavía es que los combustibles leñosos suscitan poca rivalidad entre usos energéticos y usos no orientados a la producción de energía. Prácticamente, la totalidad de la leña utilizada para producir energía en los hogares procede de bosques naturales. Cuando estos bosques se administran para uso industrial, los consumidores locales de leña suelen coexistir con los usuarios industriales. La leña recogida por los habitantes locales para sus necesidades hogareñas tiende a estar constituida por fragmentos pequeños, ramas muertas o los restos menores abandonados tras la recolección comercial. La mayoría de los consumidores locales de leña ni desean ni tienen instrumentos para cortar los troncos mayores y en pie que tienen valor comercial.

El corolario es que el uso importante como combustible (aunque escasamente reconocido) de los subproductos de las industrias madereras no entra en conflicto con otros usos no productores de energía. En el caso de que tales productos puedan utilizarse con otros fines, por ejemplo producción de tableros aglomerados, la decisión de usar los materiales como combustible o para producir productos acabados depende sobre todo del valor relativo del producto acabado y de las fuentes alternativas de energía (combustibles fósiles, biomasa de otras procedencias, etc.).

Un método claramente insostenible de producir combustibles leñosos para la industria es suministrarlos como subproducto de operaciones de desbroce asociadas con la transformación de bosques en tierras de cultivo. No obstante, el uso de esa biomasa como combustible es mejor que simplemente quemarla después de la tala y, en la mayoría de los casos, esta madera es demasiado heterogénea para que pueda tener valor comercial con fines distintos de la producción de energía.

Sin embargo, en ciertas zonas donde la demanda de combustibles leñosos sigue creciendo para satisfacer las necesidades crecientes de energía industrial (especialmente cuando los usuarios buscan alternativas a los combustibles fósiles para reducir las emisiones de gases generadores del efecto invernadero), pueden preverse conflictos futuros entre los suministros de madera para energía y con otros fines.

Utilización de leña en actividades industriales en gran escala. La leña alimenta un generador de electricidad de 1,65 megavatios de un aserradero de Sarikei, Sarawak, Malasia

El caso del Brasil

El Brasil es uno de los países cuya biomasa vegetal en general y cuyos combustibles leñosos en particular son una de las fuentes de energía renovable más importantes, no sólo para atender a la demanda energética de los hogares sino también a la de los sectores industriales y comerciales.

Alrededor del 11 por ciento del total de energía primaria consumida en el Brasil procede de la biomasa obtenido de los bosques, selvas y árboles, que en 1996 ascendió a 98,9 millones de m3 (Gobierno de Brasil, 1997). La producción de madera para otros usos es también muy importante en el país, habiendo ascendido a más de X4 millones de m3 el mismo año (sólo el consumo de la industria de la pasta de madera y el papel fue en 1996 de unos 30 millones de m3 y se prevé un aumento del 15 por ciento en los tres próximos años (FAO, 1996).

No se aprecian conflictos entre diferentes usuarios. Sin embargo, en ciertas áreas geográficas y durante algunos períodos del año los consumidores de energía y los consumidores industriales se disputan la materia prima. Por ejemplo, este conflicto se plantea entre las industrias de la pasta y el papel, la siderurgia y las fábricas de cemento en ciertas zonas del estado de Minas Gerais, donde los usuarios se disputan el control de algunos recursos forestales.

Estos conflictos, no obstante, parecen solubles; ha habido una rápida expansión de las actividades silvícolas para suministrar más madera como combustible o madera en rollo, alentadas por las subidas de precios y otros estímulos del mercado. Actualmente, alrededor de la mitad del total de 6 millones de hectáreas de bosques plantados en el Brasil están dedicados a producir energía.

Hay muchos ejemplos del uso múltiple de productos forestales con fines energéticos y no energéticos en el Brasil y en otros países. Sin embargo, uno de los casos más interesantes es una central de generación de electricidad en base a biomasa forestal que se está construyendo en el estado de Bahía. Proyectada para terminarse en 1999, esta fábrica tendrá una capacidad de 30 MWe y producirá electricidad con mucha eficiencia mediante un sistema avanzado de gasificación integrada de biomasa y turbina de gas (Carpentieri, 1997). La central será alimentada a medias entre residuos forestales de las fábricas locales de papel y pasta de madera y leña recogida de una plantación de eucaliptos de rotación muy corta. El costo previsto de la energía que se espera producir será de 38 a 66 dólares EE.UU. por MWh, lo que confirmará la viabilidad económica y operacional del uso de la biomasa para la producción de electricidad en gran escala (FAO, 1996).

Conclusión

En todas partes los combustibles leñosos para uso industrial desempeñan un papel complementario de los combustibles biológicos para uso doméstico, y es improbable que compitan entre sí. La creciente demanda de madera para usos energéticos por parte de las grandes industrias madereras, así como de otras industrias como la siderúrgica, junto con otros usuarios en pequeña y mediana escala para calefacción y producción de energía, no parece entrar en conflicto con los sistemas de suministro de leña para consumo doméstico. Tampoco compiten generalmente entre sí los usos de la madera para generar energía y con otros fines.

No obstante, en áreas donde hay una necesidad creciente de energía como resultado de la modernización del sector industrial y del intenso desarrollo económico pueden preverse en el futuro conflictos entre diferentes usuarios de la madera para producir energía y con otros fines. Por consiguiente, es preciso desarrollar con urgencia sistemas sostenibles de suministro de madera, mejorar la gestión de los bosques existentes y establecer áreas forestales adicionales cuando ello sea factible y económicamente justificable.

Bibliografía

ANFPC. 1997. Relatório Estatístico. Sao Paulo, Brasil, Associação Nacional de Fabricantes de Papel e Celulose.

Carpentieri, E. 1997. Project SIGAME. Renewable Energy in the Americas Conference, Rio de Janeiro.

FAO. 1995. Forests, fuels and future (Wood energy for a sustainable development). Forestry Topics Report No. 5. Roma.

FAO. 1996. Capacidades de pasta y papel 1995-2000. Roma.

FAO. 1997. The role of wood energy in Europe and OECD. Wood Energy Today for Tomorrow, regional study. Working Paper FOPW/97/1. Roma.

Gobierno de Brasil. 1997. National Energy Balance. Brasilia, Ministerio of Minas y Energía.

Naciones Unidas. 1997. Kyoto Protocol to the Framework Convention on Climate Change. Kyoto, Japón.


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