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Editorial

Conciliar la multiplicidad en la actividad forestal

La ordenación de los recursos forestales ha supuesto prácticamente siempre alcanzar un equilibrio entre los objetivos y necesidades de una diversidad de personas y organizaciones. Generalmente, los intentos de ordenación de los recursos forestales a largo plazo sin conciliar los distintos intereses, tanto en el proceso de toma de decisiones como en el de ejecución, ha fracasado. Ello ha sido así sea cual fuere el grupo u organización que ha intentado monopolizar la situación - un organismo oficial, una organización no gubernamental, una entidad comercial privada, una comunidad local u otro -.

En muchos países, los gobiernos han sido objeto de las más severas críticas como consecuencia de las políticas adoptadas en los últimos 50 años, que les asignaban todas las responsabilidades y los derechos en el ámbito de los recursos forestales. Esta forma de actuar ha dejado a las comunidades locales y a otros grupos interesados al margen de las decisiones que afectan a la ordenación de los recursos forestales y con frecuencia se ha saldado en un rotundo fracaso, como lo demuestran de forma elocuente muchos bosques del mundo en desarrollo que sólo existen de forma nominal.

Sin embargo, encomendar la ordenación forestal exclusivamente a las organizaciones de la población rural o a las comunidades locales, también tiene sus limitaciones. A menudo, a los grupos locales les falta las tecnologías apropiadas para gestionar los recursos forestales de forma sostenible. Por otra parte, el régimen de explotaciones forestales privadas y de concesiones, y las iniciativas de ordenación a cargo de organizaciones no gubernamentales sólo han dado resultados limitados en lo que concierne a la ordenación a largo plazo.

El papel legítimo que les corresponde a los distintos grupos en la ordenación sostenible de los recursos naturales se reconoció en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Rio de Janeiro en 1992, y en muchas otras reuniones nacionales e internacionales posteriores. Además, han surgido nuevos enfoques de planificación y ordenación forestales, basados en la cooperación entre asociados e intereses tradicionales e individuos excluidos históricamente o que no habían conseguido que sus intereses recibieran apoyo político.

En diciembre de 1997, la FAO albergó un seminario sobre el pluralismo y el desarrollo forestal y rural sostenible, cuya finalidad era intercambiar información y experiencias y encontrar métodos que permitan optimizar la cooperación entre distintos grupos interesados en la ordenación de los recursos forestales. El seminario contó con la presencia de 35 participantes en representación de organizaciones (y de tipos de organización, regiones geográficas y disciplinas) diferentes. Los artículos de este número de Unasylva son adaptaciones de los documentos presentados en ese seminario.

El primer artículo, de J. Anderson, J. Clément y L.V. Crowder, define el pluralismo, por qué puede resultar importante y cómo puede ser utilizado para comprender mejor la dinámica del desarrollo forestal y rural sostenible. La elaboración de una visión del pluralismo en el sector forestal es una actividad aún en curso, de manera que no ofrecerá al lector una definición acabada, sino un punto de partida para una reflexión más profunda.

A. Bebbington y A. Kopp examinan los intentos de crear redes de desarrollo rural basadas en relaciones de confianza (capital social), a partir de dos estudios de casos de América Latina. D. Babin y A. Bertrand analizan el pluralismo desde la perspectiva africana, y se centran en sendos casos del África subsahariana y Madagascar. Partiendo de ejemplos de Asia, particularmente de la India, N. Hildyard, P. Hegde, P. Wolverkamp y S. Reddy examinan con espíritu crítico los programas de participación que no se basan en el reconocimiento pleno de la distribución y el ejercicio del poder en las comunidades locales y en la sociedad en general.

B. Vira, O. Dubois, S.E. Daniels y G.B. Walker pasan revista a los instrumentos analíticos que permiten estudiar el pluralismo en el contexto del desarrollo forestal y rural.

La comunicación y el aprendizaje de todos los participantes parece ser el eje central del éxito de la ordenación plural de los recursos naturales. R. Ramírez analiza la utilización de instrumentos participativos de aprendizaje y comunicación para comprender mejor todo lo relacionado con el manejo de los recursos naturales. El artículo de O.J. Lynch analiza la necesidad de adoptar una legislación y unas políticas innovadoras y equitativas para garantizar que se preste la atención debida a los intereses de las comunidades que dependen de los bosques en las decisiones relativas a la planificación y ordenación de los recursos forestales.

Conseguir el pluralismo en la actividad forestal no es una tarea fácil. Ahora bien, si se utiliza con buen juicio y se promueve en el momento oportuno, el pluralismo puede contribuir de forma importante al debate de las cuestiones forestales y aportar un sistema de contrapesos, para ayudar a conseguir que los intereses esenciales de las partes reciban la atención necesaria en la planificación y ejecución de la ordenación forestal sostenible.


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