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Primera parte: Desarrollo, recursos naturales y generó


Primera parte: Desarrollo, recursos naturales y generó

Capítulo 1: Dimensiones y conceptos generales en relación desarrollo forestal participativo y generó

1. Antecedentes

Uno de los sesgos que ha experimentado la elocución de proyectos de desarrollo, de manera especial en la década pasada, con la influencia de los postulados del enfoque de «Mujeres en Desarrollo», fue el de ejecutar proyectos o actividades para mujeres, aislados de las actividades principales de la comunidad y casi siempre sin recursos.

El enfoque de «Mujeres en Desarrollo» partía de una visión parcial, al considerar que el problema de atraso y marginación de la mujer radicaba en su exclusión del proceso de desarrollo. Por tanto, la solución propuesta era integrar a las mujeres en los procesos de desarrollo existentes, buscando su transformación de manera aislada, para lograr mayor eficiencia en el desarrollo.

La estrategia para lograr esta solución fue la formulación de 'proyectos para mujeres', o de componentes para mujeres al interior de proyectos más grandes. Con ello se proponía elevar la productividad del trabajo de la mujer y mejorar los ingresos.

En la práctica, la mayor parte de estos proyectos fracasaron en su intento por mejorar la vida de las mujeres rurales. La ejecución de acciones aisladas del contexto económico y socio - cultural de las comunidades, produjo sobrecarga en el trabado de la mujer y frustraciones porque tampoco lograron mejorar sus ingresos, ni cambiar las relaciones inequitativas existentes en el campo.

La ejecución de actividades nuevas, que requerían mayor tiempo, trábalo y recursos, así como nuevas y adecuadas tecnologías, sin considerar la realidad de analfabetismo, del doble y hasta el triple rol que desempeña la mujer y de su situación de subordinación en las relaciones familiares y comunales, corrían el riesgo de no alcanzar los propósitos de mejorar la vida de las mujeres.

Por otra parte, muchos de estos proyectos carecieron de apoyo efectivo en términos de asignación de recursos y de decisión política para fortalecer la participación efectiva de la mujer. También los proyectos para mujeres fueron concebidos en una línea asistencialista, en base a pequeñas donaciones, que una vez concluidos los recursos o la presencia de los técnicos desaparecieron.

Con las lecciones aprendidas en la década del enfoque de «Mujeres en Desarrollo» se fue estructurando un enfoque más integral, que mira los dos polos de las relaciones interfamiliares y cómo se afectan y l o complementan mutuamente. Es el denominado enfoque de «Género en Desarrollo», que constituye el marco referencial de la presente guía

El enfoque de «Género en Desarrollo» trata de superar la visión aún parcial del enfoque anterior. Concibe el desarrollo como una construcción social en que se reconoce la subordinación de la mujer. El problema radica en que, la existencia de relaciones desiguales de poder (ricos y pobres, hombres y mujeres) impide el desarrollo equitativo y la participación de la mujer.

Entre las soluciones que este enfoque propone están: 1 ) la necesidad de modificar las relaciones desiguales existentes en la sociedad rural; 2) la necesidad de fortalecer el poder en manos de la mujer para lograr mayor equidad; y, 3) la necesidad de que la mujer sea considerada en forma equitativa en todas las acciones importantes del desarrollo. Con esto se propone lograr un desarrollo equitativo y sustentable, en el que hambres y mujeres participen en la toma de decisiones que los afectan y en la solución de sus problemas.

Cuando se asume el «enfoque de género» o la «perspectiva de género», se piensa en los dos participantes de las relaciones familiares, y no en uno sólo de ellos. El identificar el problema solo como «de la mujer», nos coloca en una perspectiva unilateral. Se trata entonces de incorporar a los distintos miembros de la unidad familiar. Para ello, se utilizan los elementos del «análisis de género».

Esto quiere decir, que no necesariamente hace falta ejecutar acciones sólo para mujeres en forma aislada, sino que los proyectos deben partir de la identificación de los problemas y necesidades de hombres y mujeres, entre los que hay que considerar los problemas de subordinación entre géneros, para incorporarlos en el conjunto de aspectos que las comunidades tienen que resolver.

En los proyectos forestales o de recursos naturales. la incorporación de la dimensión de género no significa pensar y ejecutar actividades diferentes para mujeres sino que es necesario analizar el conjunto de relaciones en las que están incorporados hombres y mujeres en conexión con las actividades de desarrollo forestal. Para clarificar esta propuesta, a continuación se presentan los conceptos relacionados con el desarrollo forestal y el enfoque de género.

2. El desarrollo forestal participativo

En general. las actividades forestales comunitarias impulsadas en el último decenio han planteado a los programas y proyectos y a sus técnicos, el reto de revisar los enfoques y ampliar los conceptos tradicionales sobre la silvicultura como una actividad marginal en el desarrollo rural. Para comprender las características del nuevo enfoque es necesario partir de un concepto más general de desarrollo.

¿Qué se entiende por «desarrollo» ?

Una definición acorde con los propósitos de esta guía plantea:

«Desarrollo es... un proceso complejo que implica el mejoramiento social, económico, cultural y político de los individuos y la sociedad misma. Mejoramiento, en este sentido, significa la capacidad de la sociedad de satisfacer las necesidades físicas, emocionales y creativas de la población a un nivel histórico aceptable...Por ende, implica un incremento del nivel de vida pero no un consumismo ciego, y requiere un tipo de sociedad que permita una distribución equitativa de la riqueza social»1.

1 Yung, Kate. 1991. Género y desarrollo: un enfoque relacionado» mimeo inédito, citado por ACDI/MATCH.

Enmarcado en este concepto, se ha reconocido la importancia de las actividades forestales, como parte de las estrategias desarrolladas por las poblaciones rurales para satisfacer un conjunto de necesidades relacionadas con la alimentación, la energía, la ritualidad y la vivienda, a más de la generación de empleos y de ingresos para la familia rural.

¿Qué es el desarrollo forestal participativo?

Actualmente existe el reconocimiento de que el manejo y administración de los bosques y la conservación de los recursos naturales dependen de la participación de las comunidades locales. Esto supone un nuevo enfoque que considera que:

«las actividades forestales se basan en la interacción de la población, incluidos hombres y mujeres, con los árboles, los bosques y las tierras forestales»

La racionalidad de este enfoque se basa en la constatación de que el incremento de la población requiere de reservas naturales y forestales que deben ser creadas y mantenidas por las propias comunidades. Entonces,

El desarrollo forestal participativo:

    • concibe que existe una estrecha relación de los hombres y mujeres con los árboles, bosques y tierras forestales;

    • tiene como objetivo principal incrementar los beneficios que obtienen de los bosques los hombres y mujeres de las áreas rurales, especialmente los más pobres, propiciando de esta manera su interés en el desarrollo sustentable;

    • compatibiliza las técnicas y métodos de ordenación y manejo de los recursos forestales, con las aspiraciones y conocimientos de los hombres y mujeres de las áreas rurales;

    • toma en cuenta las necesidades, en materia de recursos forestales, de los diversos miembros de la comunidad;

    • integra a los hombres y mujeres rurales para que participen activamente en la identificación de problemas y en la formulación, ejecución, vigilancia y evaluación de proyectos 2.

2 FAO. 1990. «Mujeres en la Silvicultura Comunitaria».

En el momento actual forestal participativo ha cobrado una importancia creciente porque amplia la concepción tradicional del desarrollo, presentando nuevas alternativas para la población rural; enfatiza la participación de los grupos locales y los métodos participativos para involucrar a hombres y mujeres en el desarrollo sustentable.

El nuevo enfoque del desarrollo forestal involucra cinco dimensiones existentes en la relación entre los árboles y los hombres y mujeres: la social y de género, económica, ambiental, técnica y cultural. Estas dimensiones se expresan en cinco áreas esenciales para la vida de las comunidades andinas:

El modo en que los árboles cumplen estas funciones puede ser diferente de acuerdo a la situación socioeconómica, la edad y el medio sociocultural de cada persona. Además, a menudo hombres y mujeres tienen una visión diferente de los diversos recursos forestales, pues mientras la primera preocupación de una mujer puede ser el encontrar suficientes recursos arbóreos y forestales para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia, la de un hombre puede ser el conseguir recursos maderables para la venta y la consecución de ingresos monetarios.

A pesar de que las mujeres son muy activas en la utilización y mánelo de los árboles y de los recursos naturales, al estar la silvicultura considerada como una actividad eminentemente masculina, su papel no ha sido adecuadamente reconocido por los planificadores y técnicos de los proyectos forestales. Pero además, en muchos casos, las propias mujeres tampoco reconocen su papel en la agroforestería, porque ellas han internalizado que éstas son actividades masculinas que no corresponden a su papel femenino.

Frente a esta realidad, los programas y proyectos han carecido de una visión integral de hombres y mujeres tanto en su concepción inicial, como en su implementación. El nuevo enfoque del desarrollo forestal participativo trata de superar este vacío incorporando la «dimensión de género» en el ciclo de proyectos. Por tal motivo es necesario revisar estos conceptos que sirven de marco de referencia para la presente guía.

3. ¿Qué se entiende por género ?

Antes de presentar el concepto de «género» es conveniente relacionarlo con el concepto de «sexo», para establecer sus mutuas relaciones y diferencias, como punto de partida de este enfoque.

En términos generales, los sexos - hembra y macho - son categorías biológicas, en tanto que los géneros - masculino y femenino - son categorías socioculturales. La primera es una categoría determinista y rígida (se nace), mientras que la segunda es una categoría construida socialmente (se aprende) y por tanto está sujeta a cambios.

El «sexo» alude a los aspectos físicos, biológicos y anatómicos que distinguen lo que es un macho de una hembra. Por el contrario, el «género» nos remite a las características que, social y culturalmente se atribuyen a hombres y mujeres, a partir de sus diferencias biológicas.

En la construcción de los géneros inciden varios factores como la tradición, la costumbre y los valores de una comunidad. En suma, la estructura cultural e ideológica de una sociedad es la que fine y da contenido a lo que es considerado socialmente como «lo masculino» y «lo femenino».

RECUERDE

El concepto de género - masculino y femenino - corresponde a las características que social, cultural e históricamente son atribuidas a hombres y mujeres, a partir de sus diferencias biológicas.

Es decir, hombres y mujeres en una sociedad determinada, juegan roles diferentes, tienen distintos derechos y obligaciones en cuanto al acceso y control de los recursos y por tanto, tienen a menudo diversos intereses y necesidades, siendo sus diferencias de género formadas por determinantes ideológicas, histéricas, religiosas, étnicas, económicas y culturales.

Estos roles, derechos y deberes, intereses y necesidades muestran similitudes diferencias entre grupos sociales y entre regiones y sociedades; la formula en que son construidos es siempre temporal y especialmente específica.

…de una sociedad a otra, de una clase a otra, porque están cultural y económicamente determinados. Lo femenino y lo masculino en las sociedades andinas es distinto que en las regiones tropicales o en la región amazónica de estos mismos países, porque todas las culturas aportan definiciones de hombre y mujer en tanto estas definiciones reciben el aporte sociocultural en cada región.

Asimismo, están fuertemente influenciados por factores de socialización y de educación y han variado históricamente en distintos contextos socioeconómicos. De esta manera, se puede observar cómo la incorporación al mercado de trabajo de la fuerza laboral femenina como recurso barato, significó un cambio radical de los postulados de la sociedad patriarcal que hasta años recientes relegaba a la mujer al ámbito doméstico e inactivo.

La distinción entre naturaleza y cultura es de vital importancia. Muchos de los roles asignados a hombres y mujeres y que se reconocen como masculinos o femeninos, son construcciones sociales que pueden cambiar.

Por tanto, el conocimiento del contenido de «lo masculino» y do femeninos en una comunidad determinada, ayudará a los técnicos de los proyectos a enfocar de mejor manera su trabajo, para incorporar equitativamente a hombres y mujeres, entendiendo sus respectivos roles, derechos y obligaciones, y los efectos de las nuevas acciones de los proyectos sobre esta realidad.

A continuación se presenta un gráfico que describe esquemáticamente los contenidos de los conceptos de «sexo» y «género» y sus implicaciones en los proyectos: En los ejemplos anteriores relativos al «sexo» se presentan características de…

3Tomado de «Seminario - taller para técnicos y promotores sobre relaciones de género y desarrollo rural: Instrumentos de trabajo», IICA, 1993.

SEXO

GENERO

Ejemplos:

Ejemplos:

1. Sólo los hombres tienen la capacidad de fecundar

1. La mujer, tanto como el hombre, puede participar en la política y ser dirigente

2. Sólo las mujeres tienen la capacidad de concebir

2. Los hombres también pueden hacer las tareas domésticas

En los ejemplos anteriores relativos al «sexo» se presentan características de hombres y mujeres derivadas de su condición biológica; en tanto que en los ejemplos sobre «género»* se muestran ciertas funciones que pueden desempeñar los hombres o las mujeres, sólo si social y culturalmente son aceptadas.

Bajo estas consideraciones, los planificadores y extensionistas forestales tienen que estar claros que los papeles asignados a hombres y mujeres constituyen una «llave variable*, definida cultural e ideológicamente en cada sociedad y que, la posibilidad de incorporar igualitariamente a ambos dependerá del contenido que se le asigne a cada uno, en las estrategias de desarrollo y en los propios proyectos.

En este sentido, es importante que directivos y técnicos de los proyectos forestales entiendan que: «los gobiernos, las agencias donantes y los propios técnicos pueden incidir en ciertas modificaciones en el contenido de los roles, derechos y obligaciones asignados a hombres y mujeres, cuando dan direccionalidad a los programas y proyectos para que sus beneficios alcancen equitativamente también a las mujeres»

La comprensión de la incidencia del enfoque de género en los proyectos requiere que se incorpore el «análisis de género» en todas sus fases.

4. ¿Qué se entiende por análisis de género?

El «análisis de género» constituye un avance en los enfoques de desarrollo para propiciar el adelanto de la mujer rural, que surgieron a partir del Decenio de la Mujer.

El análisis de género es el término comunmente aceptado para el estudio y análisis de los roles, derechos y responsabilidades, problemas y necesidades de hombres y mujeres, y las dinámicas internas y entre los hogares en los sistemas agroforestales y, la aplicación de este análisis en el proceso de toma de decisiones de las actividades de desarrollo, incluidas las forestales.

En este sentido, el análisis de género es un esfuerzo sistemático para documentar y comprender en cada comunidad, las diferencias existentes entre hombres y mujeres, que generan diversas posibilidades en el acceso y control de los recursos y en la toma de decisiones al interior de la familia y la comunidad, con el objeto de tomar en cuenta estas diferencias en los proyectos. Para ello, el análisis de género considera los siguientes tres elementos:

Estos elementos permitirán a los facilitadores de proyectos contar con información adecuada sobre los y las usuarias, lo que favorecerá que en el diseño, implementación y evaluación de los proyectos se incluyan a todos los potenciales beneficiarios.

El análisis de género devela la información que las mujeres ya la documentaron con anterioridad, pero que no fue incluida en los programas y proyectos. Es decir,

Todas estas dimensiones del análisis de género deben ser explícitamente tomadas en cuenta al realizar la planificación, ejecución y evaluación de proyectos forestales.

5. ¿En que consiste el «análisis de género» en los proyectos forestales?

En la planificación e implementación de los proyectos forestales, agrícolas o de desarrollo rural en general, se ha tomado erróneamente a la familia como unidad de análisis y a los miembros masculinos como los únicos ejecutores de decisiones y como principales fuentes de información. Casi nunca se tomó en cuenta los papeles desempeñados por los otros miembros de la familia, lo que ha repercutido en escasa participación y en resultados inequitativos, especialmente para las mujeres, en suma, en poca eficiencia de los proyectos.

No obstante, las mujeres, los ancianos y los niños contribuyen con frecuencia con trabajo, conocimientos, destrezas y prioridades específicas en la producción agropecuaria y forestal. Ignorarlos significa dejar de lado más de la mitad de los participantes en los sistemas productivos agrícolas y agroforestales en las decisiones con relación a la finca.

Sin duda, este es un error cometido con frecuencia por planificadores de proyectos forestales. Se basa en el falso supuesto de que «todo lo que es bueno para la familia, es también bueno para la mujer, porque no existen diferencias de roles, intereses y necesidades entre hombres y mujeres al interior del núcleo familiar»4

4Esta expresión es argumentada con frecuencia por técnicos de proyectos forestales para relativisar la importancia del enfoque de género en sus proyectos. Entrevistas de campo. Feb/94.

El análisis de género, al llamar la atención sobre la existencia de diferencias en los roles, responsabilidades, formas de acceso y control de los recursos, participación en la toma de decisiones y necesidades de hombres y mujeres, devela la inexistencia de la familia con intereses monolíticos, y rescata la necesidad de observar a su interior los problemas y necesidades de sus diferentes miembros, si se quiere llegar igualitariamente a todos ellos.

Esto no quiere decir que se atenta contra la unidad familiar. Al si los proyectos benefician a los distintos miembros de la unidad familiar, de acuerdo a los roles, responsabilidades e intereses de cada uno, se estará beneficiando a la familia en su conjunto y a cada miembro en particular. Esto significa trabajar con enfoque de género. Actuar de otra manera, con los enfoques tradicionales, significa, en gran medida, olvidar a una parte importante de los sujetos sociales existentes en los sistemas forestales y agroforestales del área andina.

En este sentido, el «análisis de género» en proyectos forestales tiene como objetivo no sólo entender los distintos roles de hombres y mujeres, sino también (y tal vez más importante) lograr que los frutos de los proyectos lleguen a los hombres, y también a las mujeres. Por ello, cuando el objetivo de un proyecto forestal es mejorar la vida de un grupo de campesinos, es preferible ser explícito respecto a la participación e incorporación de las mujeres, para que los responsables de su ejecución se preocupen específicamente de ellas.

Por tanto, la nueva perspectiva ofrecida por el análisis de género es útil en la planificación y ejecución de proyectos forestales y de recursos naturales para:

En suma, el análisis de género ayudará conseguir una mayor participación de hombres y mujeres en la ejecución y en los beneficios por ellos ofrecidos por los proyectos, a la vez que una mayor eficiencia y sostenibilidad futura de las acciones, no sólo en términos económicos, sino también en términos sociales y ambientales.

6. ¿Por qué integrar el análisis de género en los proyectos forestales?

Las mujeres constituyen cerca de la mitad de la población mundial, ejecutan dos tercios de sus horas de trabajo, reciben únicamente la décima parte del ingreso mundial y poseen una centésima parte de la propiedad mundial 5. Estas cifras muestran, en términos generales, la realidad en la que vive la mayor parte de las mujeres rurales de los Andes.

5 Naciones Unidas. Secretaria General.. 1993. «Directrices para las actividades preparatorias de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer»

En estas condiciones, a medida que se incrementa la emigración masculina de las áreas rurales, la carga de trabajo de la mujer aumenta, constituyéndose en muchas zonas en las únicas responsables del trabajo y la administración de la tierra.

Las actividades de forestería comunitaria, agroforestería o de desarrollo forestal orientadas a la conservación de los bosques y del ambiente, asumen prioritariamente la participación de la población para alcanzar el desarrollo local; sin embargo, no siempre consideran las diferencias entre hombres y mujeres. El análisis de género al contribuir a identificar estas diferencias, se convierte en un instrumento de los proyectos que están cimentados en desarrollo, participación y forestación.

Por tanto,

El manejo de los recursos forestales, el desarrollo participativo y el análisis de género están íntimamente relacionados, porque el análisis de género mira los roles, responsabilidades, acceso y control de los recursos y participación en la toma de decisiones de mujeres y hombres en el manejo de los recursos naturales y, el desarrollo participativo usa esta información para involucrar a todos los miembros de las comunidades en las acciones de manejo y utilización de los recursos forestales.

El «análisis de género» introduce una nueva y más amplia manera de estudiar la realidad rural, para mejorar la comprensión, no sólo de la división del trabajo y de los roles existentes en las sociedades rurales, sino también de los mecanismos para analizar y revalorizar las relaciones interfamiliares en la toma de decisiones y mejorar la participación de hombres y mujeres en los beneficios ofrecidos por los proyectos.

De esta manera se podrá:

6 Thomas - Slayter, B., Lee Esser, A. y Shields, M.D. 1993. «Tools of Gender Analysis: A Guide to Field Methods for Bringing Gender into Sustainable Resource Management». Program for International Development and Social Change, Clark University.

El «análisis de género» cambia la forma como los técnicos forestales ven su disciplina, al proporcionar herramientas analíticas para que la planificación de proyectos se base: a) en información más adecuada de los hombres y mujeres de las comunidades; y, b) en un análisis consistente de las múltiples interrelaciones existentes entre ellos, incrementando la efectividad y la sostenibilidad de los proyectos. Los técnicos forestales aprenderán a analizar sus actividades con una nueva visión, tomando en cuenta:

7 Ejemplos tomados de «Mujeres y Arboles» FAO, 1991.

Dada la importancia del análisis de género en los proyectos forestales y de conservación de recursos, se analiza a continuación algunos problemas y desafíos que se vinculan con esta doble problemática.

Capítulo 2: Los problemas de las comunidades andinas pobres y los desafíos de los proyectos

1. Las transformaciones económicas y la crisis ambiental en relación a los cambios en los roles de genero y la pobreza

Las responsabilidades de hombres y mujeres sobre los recursos naturales difieren de acuerdo a las condiciones en las que viven. Existen numerosos factores que influyen en las condiciones de vida de las poblaciones, especialmente en el medio rural, tales como: el medio físico (tamaño y calidad de los suelos), las condiciones económicas (acceso a recursos), la ocupación, la cultura, la historia nacional, las circunstancias de los hogares, las estructuras legales y la religión.

En las sociedades rurales, el acceso, la calidad y el manejo de los recursos constituye una de las principales limitantes para el desarrollo sostenible de las comunidades.

No obstante, en los países pobres como los del área andina, se observa una declinación de la productividad de los recursos naturales que sustentan la vida de las comunidades. Para poder sobrevivir en estas condiciones, tanto hombres como mujeres cada vez más buscan desarrollar nuevas estrategias de sobrevivencia, en las que la emigración masculina para encontrar trabajo asalariado se ha incrementado notablemente. Por otra parte, también se ha observado un incremento de los cultivos para el mercado en detrimento de los cultivos de subsistencia.

Las deficientes condiciones materiales y los problemas de acceso a los recursos han causado cambios en los roles de género las comunidades andinas que se manifiestan en:

    • el aumento de la emigración, principalmente masculina;

    • el incremento del trabajo para los miembros del hogar que se quedan en las parcelas, principalmente para las mujeres;

    • un mayor número de mujeres jefes de hogar;

    • nuevas responsabilidades para la mujer, sin un aumento de su participación en el control de recursos y en la toma de decisiones;

    • nuevas normas y expectativas al interior de las familias y, en ocasiones la desintegración del núcleo familiar;

    • cambios en las relaciones de género y en las relaciones intergeneracionales al interior del hogar;

    • disminución del trabajo comunitario debido al incremento del trabajo asalariado.

En suma, las transformaciones en la base económica de las familias, la crisis del medio ambiente y el deterioro de los recursos están produciendo un cambio en las responsabilidades familiares basadas en el género. Estos cambios se manifiestan de manera diferente en cada región.

Al respecto, planificadores y extensionistas de proyectos forestales deben tener en cuenta que estudios recientemente realizados en la región andina, muestran que cerca del 80% de los pobres viven en el área rural, en zonas de baja potencialidad agrícola y alta vulnerabilidad económica. La falta de acceso a buenas tierras y la presión poblacional obliga a numerosas familias a desarrollar cultivos de baja productividad en suelos de vocación forestal, con el consecuente deterioro de los recursos.

La escasez y el deterioro de los recursos naturales trae como resultado el incremento en el uso de tierras frágiles. La pobreza fuerza a las familias pobres a cultivarlas, embargando el futuro para suplir las necesidades presentes.

El siguiente ejemplo enseña que hay que tomar en cuenta que los recursos naturales constituyen la base de los sistemas de vida de la población rural y son la clave para la producción alimentaria así como para un desarrollo efectivo, equitativo y sustentable.

EJEMPLO

En las veredas de Siatame, Pantanitos y El Papayo del municipio de Sogamoso Colombia - el sector agropecuario constituía la principal actividad económica, hasta hace treinta años en que cobran importancia otras actividades económicas como la industria, la minería y los servicios. Estos cambios se han producido principalmente por la cercanía a la ciudad de Bogotá y por el deterioro del suelo y los problemas ambientales.

El uso intensivo de la tierra y la industria han provocado un impacto negativo en el medio ambiente y los recursos naturales. El deterioro del suelo afecta la productividad de las parcelas y la población busca contrarrestar esta situación con el uso, cada vez mayor, de agroquímicos. Todo ello encarece los costos de producción y aumenta la contaminación de suelos y aguas, generando mayor dependencia del mercado de crédito y de tecnologías foráneas.

Las mujeres en su mayoría han tenido que integrarse mayoritariamente al trabajo en su incesante búsqueda por completar los ingresos familiares. Por los cambios, ellas han tenido que participar en casi todas las fases de los procesos de trábalo, observándose diferencias en la intensidad dependiendo de su cercanía a la ciudad y de si uno o ambos cónyuges realizan trabajo asalariado.

Las mujeres jóvenes muestran mayores deseos de participar en las decisiones del hogar, siendo su mayor preocupación el aporte de ingresos para la familia 8

8 «Mujeres y Arboles de Colombia», FAO, 1991.

Dos factores se encuentran en la base de estos procesos de deterioro: por un lado, la presión en el mercado de tierras por parte de grupos económicamente fuertes, ha concentrado las tierras de buena calidad en pocas manos, obligando a los pobres a realizar un uso inadecuado de las tierras marginales; por otro lado, la privatización de las tierras comunales en los Andes, ha despojado de las áreas de bosque y pastoreo a los más pobres.

No obstante, las mujeres son quienes dependen mayormente de la tierra. El deterioro de los recursos cae con mayor peso en las mujeres más pobres, que tienen que luchar Sólo por sobrevivir.

Lo anterior muestra la relación directa que existe entre el cambio de roles al interior de la familia, el deterioro ecológico y la pobreza. Esta conexión señala las relaciones de causalidad de los problemas que tienen que ser asumidos en los proyectos forestales. Por ello es imperativo que en el diseño y ejecución de los proyectos se examinen los roles de género en los temas de acceso y control de los recursos naturales y las implicaciones para hombres y mujeres.

2. El desafío de los proyectos forestales: incluir a hombres y mujeres en el logro de los objetivos propuestos

Por lo expuesto hasta aquí, el llamado a considerar las interpelaciones y diferencias entre hombres y mujeres cuando se analizan las acciones de desarrollo forestal participativo, es un imperativo. Todavía, con mucha frecuencia, los proyectos que no incluyen una desagregación de género de los potenciales beneficiarios, continúan con resultados inequitativos con respecto a las mujeres.

RECUERDE

Los planificadores, extensionistas y otros técnicos de campo deberán pensar a cerca de los beneficios de considerar diferenciadamente a hombres y mujeres, porque ello permitirá mejorar el potencial del diseño, implementación y administración efectiva y sustentable de las acciones de desarrollo forestal.

La incorporación del análisis de género con la consideración diferenciada de hombres y mujeres en el diseño, implementación y evaluación de proyectos forestales, tomará en cuenta los siguientes Puntos Clave o principios generales que deberán observarse en el ciclo del proyecto.

3. Puntos clave con relación a «género» a ser considerados en los proyectos 9

9 Ideas tomadas de: «Guidelines for Integrating Gender Considerations Into FAO Forestry Projects», mimeo, Forestry Policy and Planning Division - Forestry Department - FAO, 1993.

1. Definir claramente quiénes son los beneficiarios de los proyectos

Una explícita definición de las y los beneficiarios finales de los proyectos ayudará a establecer las características del grupo objetivo, en que hombres y mujeres cuentan con diferentes derechos y responsabilidades que definen diferencias en el acceso a y el control de los recursos, cumplen diferentes trabajos dentro del hogar, ganan diversos ingresos en diferentes áreas y poseen distinta información acerca de la estructura de sus comunidades y de los recursos alrededor de ellas.

Como resultado, los diversos grupos de hombres, mujeres y otros miembros (niños, jóvenes, ancianos) de la familia rural, pueden definir prioridades diferentes y demandar objetivos distintos para los proyectos de forestación.

De este modo, la definición explícita de los beneficiarios señalará si ciertos beneficios importantes para cada grupo han sido dejados de lado, al considerar explícita y diferenciadamente a los hombres y mujeres que se incorporarán en el proyecto.

2. Vincular las actividades concretas de los proyectos con beneficiarios específicos

Frecuentemente los proyectos son formulados en forma teórica y alejados de la realidad, olvidando establecer los nexos entre las actividades diseñadas y los beneficiarios. Los documentos de los proyectos definen vagamente al grupo objetivo y hacen escasas referencias a los beneficiarios/as de las actividades.

Por el contrario, si se parte de un estudio de la realidad específica de cada zona con enfoque de género, y se establece con claridad qué es lo que obtendrá cada grupo de beneficiarios, se ayudará a diseñar actividades más concretas y acordes con la realidad de todos los miembros del hogar rural, destacando la situación de las mujeres que por su vinculación con el trabajo doméstico y no remunerado, pueden quedar fuera de las actividades forestales o de conservación de recursos.

En la segunda parte de esta guía se presentan sugerencias metodológicas y herramientas, para identificar a los y las beneficiarias de los proyectos y diseñar actividades acordes con la situación y necesidades de cada grupo.

3. Considerar a las mujeres como participantes activas de los proyectos

Los proyectos suelen ser diseñados y ejecutados sin incorporar a las y los beneficiarios como participantes activos, mirándolos únicamente como recipientes pasivos de las actividades. Bajo esta visión, el obstáculo más - grande para lograr una genuina participación de las mujeres rurales es que no son tomadas como actoras, con capacidad de influir sobre el desarrollo de sus comunidades.

Por ello, es necesario que los proyectos forestales consideren a las mujeres, tanto como a los hombres, como participantes activas en todo el ciclo del proyecto, con capacidad para incidir en la toma de decisiones. Esto quiere decir, que es necesario revalorizar la actual participación de la mujer en el desarrollo de sus familias y sus comunidades, mejorando cualitativamente los términos de dicha participación.

4. Usar terminología neutral en términos de género

El uso de terminología neutral en los términos de género puede ayudar a -- prevenir un sentido de exclusión de las mujeres en los proyectos. El uso generalizado de formas masculinas para involucrar a hombres y mujeres - (por ejemplo, se va a dictar un curso para los campesinos de esta comunidad; los hombres participarán en esta plantación...) puede confundir y en ocasiones eliminar la importancia de la participación de las mujeres en los proyectos forestales.

Por ello, cuando no sea posible desglosar el lenguaje para identificar explícitamente a hombres y mujeres se recomienda utilizar terminología neutral - en términos de género, como: la población del área, las personas involucra das, etc.

5. Recoger información socioeconómica para identificar los grupos de beneficiarios/as

La información socio - económica puede ayudar a clarificar las características de los distintos grupos de beneficiarios, estableciendo quiénes lo son actualmente y si es o no necesario que se trabaje con grupos divididos por estratos económicos y/o por género (de hombres, de mujeres o mixtos). Esta información puede ayudar a identificar los potenciales impactos positivos o negativos del proyecto entre los hombres y las mujeres involucrados en el mismo.

6. Evitar la discriminación entre mujeres y hombres en las actividades centrales de los proyectos

Siempre que sea posible es necesario integrar a mujeres y hombres en las principales actividades de los proyectos, evitando diseñar y/o ejecutar componentes o actividades marginales para las mujeres, como ocurrió en numerosos proyectos en la década pasada. No obstante, el análisis de género al momento del diagnóstico, en ocasiones revelará la necesidad de trabajar con grupos de mujeres en forma separada:

7. Incorporar un enfoque de desarrollo con contenidos de género entre los técnicos del proyecto

La incorporación de las mujeres como beneficiarias directas de los proyectos forestales se logrará siempre y cuando todos los integrantes de los equipos, esto es, directivos, planificadores y técnicos de campo hayan internalizado una concepción del desarrollo con contenidos de género. Si los técnicos están conscientes de la necesidad de que hombres y mujeres tengan una mayor participación y decisión desde el inicio del proyecto, se logrará que éstos se ejecuten con iguales oportunidades para todos los miembros de las comunidades.

8. Mantener actualizada una base de datos desagregada por género

La desagregación de la información del proyecto por género ayudará analizar la real participación de mujeres y hombres en las distintas actividades ejecutadas. ( Ejemplo: Resultados de la forestación, 28 hombres, 15 mujeres, total 43). Esta información facilitará las tareas de seguimiento del proyecto y la revisión de los beneficios o problemas que enfrenta la población del área, con especificidad para hombres y mujeres.

Pero, más allá de la información cuantitativa, es muy importante que los proyectos registren los aportes, especialmente de las mujeres, en relación a los usos y métodos prácticos a través de los cuales las familias aprovechan los árboles y los derivados del bosque. Por ejemplo: en las estrategias alimentarias, en la vivienda, en la medicina, etc.

9. Mantener un archivo que documente el impacto del proyecto en los beneficiarios, por género

Es necesario mantener en los proyectos un archivo con las tareas, responsabilidades, problemas y necesidades de los distintos grupos de beneficiarios en base al género, lo que ayudará a realzar la importancia y los énfasis de las acciones en marcha, relacionadas tanto a mujeres como a hombres y las variaciones en relación al diseño original.

Esta información contribuirá a realizar el seguimiento y evaluación del proyecto, lo que deberá reflejarse en los informes y reportes que se elaboren durante la marcha del proyecto.

Los puntos clave antes indicados pueden actuar como pautas y criterios que orientarán la actuación de los técnicos de los proyectos forestales en las distintas etapas de los proyectos forestales.

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