Página precedente Índice Página siguiente

Anexo A

Discursos de las Sesiones de Apertura y de Clausura

 

 

Discurso de Inaguración del Sr. Jacques Diouf,
Director General de la Organización de la Naiones UNidas para
la Agricultura y la Alimentación

Señora Elizabeth Diouf, Primera Dama del Senegal,
Señora Angela King, Representante del Secretario General
de las Naciones Unidas,
Señoras y Señores Ministros,
Excellentíssimas Señoras y Señores Ministsros,
Señoras y Señores,

Es para mí un gran honor acoger hoy esta asamblea de altos representantes de los Estados Miembros de la FAO, del sistema de las Naciones Unidas y de otras organizaciones intergubernamentales, así como de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil. Esta consulta tiene por objeto examinar la problemática relacionada con la información y, sobre todo, con la función decisiva -y sin embargo muy a menudo no reconocida, cuando no relegada al olvido- de la mujer rural en la producción de alimentos y la seguridad alimentaria.

Fue en esta misma sala donde, en noviembre de 1996, Jefes de Estado y de Gobierno y representantes de 186 países de todo el mundo, reunidos en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, proclamaron que era inaceptable que 800 millones de seres humanos sufran todavía hambre y malnutrición, en vísperas del tercer milenio, cuando la humanidad conoce el más impresionante adelanto tecnológico de su historia.

Para alcanzar el objetivo inmediato de la Cumbre de reducir esa cifra a la mitad no más tarde del año 2015, y poder alimentar en los próximos 30 años a una población mundial suplementaria de algo más de 2 000 millones de personas, será decisiva la contribución de la mujer rural. En efecto, la mujer rural asegura ya una parte importante de la producción alimentaria: del 80 al 90 por ciento en el África suhsahariana, del 50 al 90 por ciento en Asia, el 30 por ciento en Europa central y oriental.

Cabe pues afirmar que sin la mujer rural no habrá seguridad alimentaria sin la mujer rural. Es por ello indispensable conocer y comprender las condiciones precisas de su trabajo, así como los problemas concretos que debe afrontar. ¿Qué hacer para que estas cuestiones se resuelvan de manera que los responsables técnicos y políticos puedan adoptar las decisiones oportunas? ¿Cómo asegurar que la opinión pública, sobre todo en las grandes ciudades y en los países desarrollados, conozca la función y la problemática de la mujer rural con respecto a la producción agrícola y la seguridad alimentaria? ¿Cómo velar por que esta información esté disponible y llegue a quienes la necesitan? Éstas son algunas de las preguntas que habrán ustedes de examinar.

La FAO ha elegido el tema "La mujer nutre al mundo" para el Día Mundial de la Alimentación de 1998 con el fin de centrar la atención en la contribución multidimensional de la mujer a la agricultura y a la seguridad alimentaria, y tratar de fomentar la integración de sus funciones en las políticas y programas nacionales e internacionales.

Hace algún tiempo, se hablaba a menudo de la "mitad invisible" para referirse a la contribución de la mujer al desarrollo económico y social en general, y esta expresión era aún más acertada cuando se aplicaba a la mujer rural. En la actualidad, gracias a los esfuerzos de autoridades políticas, investigadores, agentes de desarrollo, periodistas y también militantes feministas, la contribución fundamental de la mujer rural al desarrollo económico y social está bien documentada. Pero ahora es necesario que este mejor conocimiento se traduzca en un reconocimiento real y en la solución de los problemas que obstaculizan su contribución a la producción de alimentos y la seguridad alimentaria.

La reunión que hoy comienza se inscribe en el marco de la aplicación del Plan de Acción de la FAO para la Integración de la Mujer en el Desarrollo, aprobado en noviembre de 1995 a raíz de la Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing.

Por otra parte, la Consulta se celebra en un momento en que todo el sistema de las Naciones Unidas se prepara para conmemorar, el próximo año, el quinto aniversario de la aprobación de la Plataforma de Acción en favor de la mujer. Además, en un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General se examinarán los progresos realizados a este respecto. La Conferencia de Beijing, así como la Cumbre Mundial sobre la Alimentación un año después, reconocieron que:

Estoy convencido de que los encargados de recoger, elaborar y difundir datos e información, así como quienes presuntamente los utilizarán, no han dejado de percatarse de estas cuestiones, y seguirán haciéndolo.

Por lo que respecta a las estadísticas, la plataforma de acción de Beijing preconiza medidas concretas para recoger datos desglosados en función del género sobre el fenómeno de la pobreza y sobre todos los aspectos de las actividades económicas. Recomienda también que se seleccionen indicadores estadísticos cualitativos y cuantitativos para medir los efectos de las actividades y de las políticas de desarrollo.

La elaboración de estadísticas válidas sobre la mujer permitirá tener una idea clara y precisa de su contribución a la economía y a la sociedad. En el medio rural, esta tarea es especialmente difícil, dado que se trata casi siempre de un sector no estructurado ni remunerado, limitado a menudo a la esfera doméstica y difícil de captar. Es allí donde existen grandes disparidades entre la participación de la mujer y el hombre en la adopción de decisiones y en el acceso respectivo a los factores de producción. Pero también es allí donde se registran enormes posibilidades, a condición de que se supriman las limitaciones y que las características específicas del hombre y la mujer se integren en una visión innovadora de las políticas y programas de desarrollo.

Una información desglosada en función del género es fundamental para poder formular recomendaciones apropiadas en materia de políticas. Durante mucho tiempo, la unidad de análisis ha sido el hogar, en el supuesto de que existía en su seno una distribución equitativa de los alimentos y de los ingresos, así como un acceso a los recursos en igualdad de condiciones. Lamentablemente, este enfoque ha ocasionado importantes lagunas conceptuales y operativas. Para promover, orientar y transferir las tecnologías de manera adecuada, es necesario establecer una diferenciación en la asignación de mano de obra o de recursos en función del género.

Por ello es necesario que se alce ese velo invisible que deforma nuestra visión del mundo, a fin de que podamos aceptar una pluralidad que reclama estrategias diferenciadas. Por lo que respecta al medio rural, es posible proponer algunos elementos básicos:

Estas son algunas de las muchas cuestiones que evidencian la necesidad de una intervención urgente y sistemática para asegurar la producción de información desglosada en función del género. La FAO está trabajando ya para contribuir a colmar esas lagunas, especialmente mediante la formulación de metodologías que permitan a los países recoger y elaborar ese tipo de información.

Sin embargo, no basta con disponer de información suficiente; es necesario además difundirla. Por una parte, se trata de facilitar el acceso del mayor número posible de usuarios a las bases de datos, sirviéndose oportunamente de todos los medios que brinda la revolución de la información. También en este aspecto, la FAO ha realizado notables progresos creando un sistema de información que facilita a los usuarios de todo el mundo el acceso a sus bases de datos estadísticos y documentales y que permitirá difundir informaciones sobre la función, los problemas y la situación de la mujer rural.

Por otra parte, es necesario abordar el cometido primordial de los medios de información. Es preciso asegurarse de que la comunicación con esos poderosos instrumentos de difusión funciona eficazmente y que la información se difunde en un idioma y se presenta de una forma accesibles para todos, incluidas las autoridades políticas. Además, la repercusión de los medios de información sobre la opinión pública, esencialmente urbana, influye considerablemente en la formulación de las políticas. Los medios de información pueden contribuir a dar a conocer a esos usuarios, de manera precisa y equilibrada, las condiciones de vida y de trabajo de la población rural, y en particular la contribución de la mujer rural a la economía y la seguridad alimentaria nacional.

La Organización ha preparado un proyecto de Estrategia de Acción que se presenta a ustedes para que la examinen. Se trata de una contribución al debate, y la FAO espera que se enriquezca con las ideas, comentarios y experiencias que ustedes aporten. Para poder examinar a fondo aspectos concretos de la información sobre la mujer rural y su difusión, se han organizado en el marco de esta reunión dos grupos técnicos, con la participación de destacados especialistas internacionales en las esferas del desarrollo, las ciencias sociales, la comunicación y los medios de información. Concedo una gran importancia a la labor de estos grupos y estoy convencido de que las aportaciones que realicen ustedes, junto con las de los especialistas invitados, serán muy útiles para proseguir las actividades de la Organización en ese ámbito.

No puedo concluir sin rendir homenaje a la Sra. Elisabeth Diouf, Primera Dama del Senegal y Presidenta del Comité Directivo Internacional sobre el Adelanto de la Mujer Rural, que nos honra hoy con su presencia. La Sra. Diouf y los otros miembros del Comité Directivo se esfuerzan desde hace tiempo por que los gobiernos y las organizaciones internacionales reconozcan la importancia decisiva de la mujer rural para la seguridad alimentaria.

Saludo también a las representantes de las primeras damas, miembros del Comité Directivo Internacional para el Adelanto de la Mujer Rural, que nos honran con su presencia en este acontecimiento.

Doy igualmente las gracias a la Excma. Sra. Laura Balbo, Ministra de la Igualdad de Oportunidades de Italia, que no ha dudado en sostener con entusiasmo esta iniciativa y nos ha hecho el honor de estar hoy con nosotros. Aprovecho esta ocasión para reiterar, por su mediación, mi agradecimiento al Gobierno italiano por el constante apoyo que presta a la Organización.

también testimoniar mi gratitud a la Excma. Sra. Margareta Winberg, a la vez Ministra de Agricultura y de Igualdad de Oportunidades de Suecia, que ha aceptado presidir uno de los grupos técnicos y que, a pesar de los compromisos que la impiden estar presente en la ceremonia de apertura, ha hecho un esfuerzo para incorporarse a las deliberaciones a partir de esta tarde. Agradezco igualmente a la Sra. Angela King, Asesora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas en cuestiones de género y adelanto de la mujer, el haber aceptado presidir el otro grupo técnico. Estoy convencido de que los conocimientos y la experiencia de la Sra. Winberg y la Sra. King posibilitarán unos debates fructuosos.

Deseo por último expresar mi agradecimiento a los ministros y representantes de los Estados Miembros que han aceptado participar en esta Consulta, así como a los representantes de los organismos del sistema de las Naciones Unidas, de otras organizaciones gubernamentales y de organizaciones no gubernamentales, cuya participación activa en esta reunión atestigua la importancia que conceden al problema de la información sobre el papel de la mujer rural.

Tengo la seguridad de que estas tres jornadas de deliberaciones serán provechosas para todos los que trabajan en pro de la seguridad alimentaria, y deseo expresarles mi sincera gratitud por haber aceptado compartir su competencia y su experiencia en la mejora de la situación de la mujer rural.

Declaro abierta la Consulta de Alto Nivel sobre la Mujer Rural y la Información.

Muchas gracias.

Página precedente Índice Página siguiente