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Prioridad: la seguridad alimentaria

Desde el comienzo, la reforma ha estado firmemente radicada en el convencimiento de que, para ser una institución auténticamente universal, la Organización debe identificar las diversas necesidades de sus Estados Miembros, que atraviesan diferentes etapas del desarrollo económico y social, y responder a ellas.

Una vez iniciada la reforma se puso de manifiesto que muchos países desarrollados se preocupaban por la información y las estadísticas, el comercio, las normas y la negociación y aplicación de acuerdos internacionales. La mayoría de los países en desarrollo, por el contrario, estaban más interesados en las medidas concretas adoptadas por la Organización para: mejorar la productividad y seguridad de la agricultura, combatir plagas y enfermedades de animales y plantas, llevar a cabo proyectos piloto de transferencia de tecnología, preparar estudios de viabilidad de proyectos que pudieran atraer inversiones, alertar sobre problemas incipientes y proporcionar asistencia al respecto, determinar necesidades, movilizar apoyo y emprender operaciones de urgencia en situaciones de catástrofes naturales o de origen humano, realizar consultas y prestar asesoramiento normativo y técnico.

Por consiguiente, la FAO tuvo que asegurar no sólo que sus prioridades respondieran a esas clases de necesidades diferentes dentro de los límites de los recursos disponibles, sino también que respetaran los principios de la ventaja comparativa y la colaboración dentro del sistema de las Naciones Unidas y con las instituciones de Bretton Woods

Para mejorar la capacidad de respuesta, la FAO tuvo ante todo que orientar sus esfuerzos con mayor precisión. En esta labor se guió por las opiniones expresadas por los Estados Miembros mediante cuestionarios y por el personal de la Sede y sobre el terreno, así como a través de amplios debates en el seno de sus Órganos Rectores. A la luz de las necesidades más urgentes identificadas, se realizó entonces un atento examen de las ventajas comparativas de la FAO y de sus virtudes multidisciplinarias. La consiguiente propuesta del Director General de que la seguridad alimentaria fuera el tema por el que se rigieran los programas de la FAO fue ratificada por el Consejo, y se decidió además que la FAO debía orientarse también a la prevención de las plagas y la lucha contra ellas, la agricultura sostenible y la promoción de normas internacionales en la medida en que se relacionan con la seguridad alimentaria.

ACTIVIDADES OPERACIONALES

En el examen de los programas, estructuras y políticas de la FAO de 1994, se llegó a la conclusión de que la Organización debía centrarse en aliviar las limitaciones de la producción de alimentos, y el acceso a ellos, en los PBIDA, es decir los países cuyo abastecimiento va a la zaga de la creciente demanda de sus poblaciones en aumento. Esta reorientación de fondo se aplicó a todas las actividades de la Organización, en especial las del Programa de Campo, con objeto de asegurar el mejor apoyo posible a los Estados Miembros y a los asociados en el desarrollo. Como base para esta orientación más precisa, el Director General definió los cinco principios rectores del Programa de Campo de la FAO:

  1. Asegurar una interacción constante entre las actividades normativas y operacionales de la Organización de manera que se apoyen mutuamente.
  2. Aprovechar al máximo la ventaja comparativa de la Organización e intervenir donde se sepa que existe esa ventaja.
  3. Asegurar que las actividades del Programa de Campo tengan efectos tangibles sobre las condiciones de vida de las poblaciones rurales menos privilegiadas, que deben constituir los grupos beneficiarios básicos de la FAO.
  4. Crear o reforzar la capacidad nacional para asegurar la continuidad de la acción, fomentar una autoconfianza sostenida y gestionar con eficacia los recursos naturales.
  5. Promover asociaciones de carácter más amplio.

Con objeto de asegurar que todos los proyectos y programas nuevos estén en consonancia con esta nueva estrategia, el Comité de Examen de Programas y Proyectos (PPRC) está analizando actualmente todos aquellos que se financian con cargo al PCT, el PESA y otras fuentes extrapresupuestarias. El PPRC, que está presidido por el Subdirector General del Departamento de Agricultura (AG) e incluye representantes de todas las Direcciones de la FAO, responde a un enfoque de la asistencia técnica basado en la colaboración para garantizar una mejor coordinación entre las necesidades de los Estados Miembros y la competencia de la Organización en una variedad de esferas.

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria

Este enfoque también está incorporado en el PESA, que es un programa multidisciplinario en el que las actividades de la FAO se centran en sus esferas de competencia y en su ventaja comparativa en materia de desarrollo agrícola y rural, incluido el acopio, el análisis y la divulgación de información, así como la prestación de asesoramiento sobre políticas y planificación y asistencia técnica. El PESA sirve de marco programático para muchas de estas actividades, orientando la competencia de la FAO en muchos campos diferentes hacia la seguridad alimentaria. Se inició en 1994 tras la aprobación unánime del Consejo en su 106o período de sesiones, y su concepto fue ratificado ulteriormente por los dirigentes mundiales reunidos en la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996. Es más, se prevé que contribuirá considerablemente a los esfuerzos de los países participantes para conseguir los objetivos de la Cumbre.

El objetivo del PESA es ayudar a los PBIDA a aumentar rápidamente la producción agrícola y mejorar el acceso a los alimentos mediante un enfoque participativo y sobre una base sostenible para el medio ambiente. Además de la producción, la productividad y la estabilidad de los suministros alimentarios, el Programa aborda todos los aspectos del desarrollo agrícola y rural relacionados con la seguridad alimentaria, en particular los sistemas de labranza, la elaboración de productos, el comercio, la comercialización, el crédito, la extensión y la supresión de la pobreza. Se concede gran importancia a aumentar los ingresos netos de los agricultores, generar empleo rural y asegurar la equidad social así como la sensibilidad hacia las cuestiones de género.

A mediados de diciembre de 1999, más de 75 países en desarrollo habían solicitado participar en el PESA, que para entonces funcionaba en 54 países, entre ellos 32 de África, dos de Europa oriental, siete de América Latina y 13 de Asia y el Pacífico. Las enseñanzas que se han sacado desde el inicio del Programa han contribuido a un enfoque gradual y más estructurado de las actividades relacionadas con la seguridad alimentaria, que se benefician de la interconexión de los objetivos, estrategias, componentes y apoyo institucional.



Aplicación del Programa Especial para la Seguridad Alimentaria

El Programa se está aplicando en dos fases. La fase microeconómica, denominada Fase I, abarca unos 30 sitios de demostración en cada uno de los países participantes. Consta de cuatro actividades principales:

  • regulación del agua, para asegurar una producción constante a despecho de las veleidades del clima;
  • intensificación sostenible de los sistemas de producción vegetal;
  • diversificación, especialmente a través de la producción de pequeños animales, la pesca artesanal y la acuicultura; y
  • análisis de las limitaciones socioeconómicas.

El objetivo de la segunda fase, es decir la fase macroeconómica, denominada Fase II, es crear un entorno que sea favorable a la producción agrícola, la transformación, la comercialización y el acceso a los alimentos; que facilite el aumento de las inversiones privadas y públicas en actividades y servicios agrícolas; y que contribuya a aumentar los ingresos de los agricultores. La Fase II tiene tres elementos principales:

  • una reforma de las políticas relativas al sector agrícola y a la seguridad alimentaria, para superar las limitaciones macrosocioeconómicas;
  • un programa de inversiones agrícolas de tres años de duración, para afrontar las limitaciones infraestructurales y de otro tipo;
  • la preparación de estudios de viabilidad de los proyectos, con objeto de ampliar los proyectos piloto del Programa.


Cooperación Sur-Sur. Uno de los factores claves del éxito del PESA es la utilización de expertos y técnicos en virtud de la iniciativa de Cooperación Sur-Sur, por la que se asignan al menos durante dos años a los países que participan en el PESA una masa crítica de técnicos y expertos (unos 100) de países en desarrollo más avanzados. Estos expertos trabajan directamente con cultivadores, ganaderos, pescadores y otros agricultores para aumentar su productividad y su producción y mejorar el acceso de la comunidad a los alimentos. Esta iniciativa se basa en la solidaridad entre los países en desarrollo y su aplicación sólo requiere por tanto un modesto apoyo financiero.

El bajo costo de la iniciativa es una ventaja muy conveniente en épocas de restricciones financieras graves. Los costos de la cooperación se distribuyen entre la FAO, el gobierno hospedante (receptor) y el gobierno cooperante. En virtud del acuerdo, hasta que el plan entre en funcionamiento, la FAO sufraga los viajes aéreos internacionales de los técnicos y les paga una prima de instalación de 300 dólares EE.UU. y una remuneración mensual suplementaria de 300 dólares EE.UU. Tras ese período inicial, la FAO gestiona aportaciones bilaterales y multilaterales para continuar la financiación. A su vez, el gobierno receptor proporciona alojamiento, transporte local y una paga mensual adicional de 300 dólares EE.UU., que es financiada a menudo por instituciones bilaterales y multilaterales. El país cooperante sigue siendo responsable del pago de los sueldos y demás prestaciones de sus funcionarios destacados en el extranjero.

Más de 20 países en desarrollo avanzados han expresado ya su propósito de participar en la iniciativa, que está actualmente en marcha en 12 países. El acuerdo de cooperación entre Viet Nam y Senegal de 1996 fue el primer plan que se acometió en el marco del PESA. Ya se han firmado acuerdos entre China y Etiopía, India y Eritrea, Marruecos y Níger, Marruecos y Burkina Faso, Viet Nam y Benin, China y Mauritania, Egipto y la República Unida de Tanzanía, Bangladesh y Gambia, Egipto y Djibouti, Viet Nam y Madagascar, y China y Bangladesh.

La FAO ha movilizado también otros recursos de diferentes asociados y entidades de desarrollo, entre los que se incluyen donantes bilaterales y multilaterales, bancos e instituciones financieras internacionales y regionales, ONG y el sector privado. A nivel multilateral, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para las Asociaciones Internacionales (UNFIP) están financiando actividades PESA-FAO en varios países. El PNUD está apoyando la ejecución del PESA en Rwanda, Madagascar y Albania, el FIDA está financiando actividades del PESA en Zambia, y el PMA está interesado en prestar ayuda a Yemen y Rwanda. El UNFIP está apoyando el PESA en Camboya, Nepal y Zambia. En Angola, el PESA está siendo ejecutado conjuntamente por la FAO, el FIDA y el PMA y financiado por Italia. En varios casos, las actividades planificadas en el ámbito del PESA se financian directamente mediante acuerdos de fondos fiduciarios entre la FAO y un donante, como por ejemplo, Francia, Bélgica, Italia, Japón, los Países Bajos, España y la República de Corea. En otros casos, los países hospedantes contribuyen directamente al apoyo financiero de la ejecución del PESA, como en Nigeria donde el gobierno ha aprobado recientemente acuerdos de fondos fiduciarios unilaterales por un total de 45 198 000 dólares, y en Senegal, donde el gobierno ha asignado 5 millones de dólares para la ejecución del PESA.



El PESA en funcionamiento






Por lo que respecta a las instituciones de financiación y bancos regionales de desarrollo, en 1997 la FAO firmó memorandos de acuerdo con el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo (BAD) y el Banco Islámico de Desarrollo a fin de fomentar el desarrollo rural y la seguridad alimentaria en el marco del PESA. Los tres bancos acordaron conceder préstamos en condiciones favorables, y en algunos casos subvenciones, para las actividades piloto del PESA, previa solicitud de los gobiernos interesados. Varios proyectos han sido presentados a estos bancos para su examen. A finales de 1999, el BAD había acordado aportar 8 millones de dólares (un millón por país) en apoyo del PESA en Camerún, Cabo Verde, Ghana, Guinea, Malawi, Mauritania, Mozambique y la República Unida de Tanzanía. El Banco Islámico de Desarrollo se ha comprometido a apoyar el PESA en Gambia, Djibouti, Níger, Guinea y las Comoras. El Banco Islámico de Desarrollo ha aprobado ya fondos por un importe de 994 155 dólares para Gambia y está tramitando la aprobación de 3,2 millones de dólares para Djibouti, mientras que está en proceso de aprobación la financiación de otros países antes mencionados.

Además, están muy avanzadas las conversaciones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con miras a su participación en el Programa.

Sistema de Prevención de Emergencias

También se acometió en junio de 1994 otro programa prioritario de la FAO, el Sistema de Prevención de Emergencias para Plagas y Enfermedades Transfronterizas de los Animales y las Plantas, mejor conocido con la abreviatura de EMPRES. La finalidad del componente de enfermedades de los animales de EMPRES es potenciar la función de la FAO en la prevención y la respuesta inmediata a situaciones de urgencia causadas por enfermedades epizoóticas importantes de carácter transfronterizo. Este componente se ha centrado incialmente en la lucha contra la peste bovina, prestando especial atención a las actividades realizadas en el marco del Programa Mundial de Erradicación de la Peste Bovina (PMEPB).



Erradicación de la peste bovina

El PMEPB asegura el enlace entre las campañas contra la peste bovina en África y Asia y colabora con organizaciones nacionales, regionales e internacionales, constituyendo un foro en el que es posible coordinar las actividades y prestar apoyo técnico. En el decenio de 1980 y al comienzo del de 1990 la incidencia de la peste bovina era muy amplia en muchas partes del África tropical y del Asia occidental y meridional, mientras que actualmente está limitada a tres focos localizados en el sur del Sudán, el sur de Somalia y Pakistán.



EMPRES abarca también enfermedades y plagas transfronterizas graves que limitan la seguridad alimentaria, perjudican la salud de los animales o impiden el comercio internacional de ganado y productos pecuarios. Las actividades llevadas a cabo en el marco de EMPRES -vigilancia de agentes causales, planificación de imprevistos, medidas preventivas e intervención veterinaria durante situaciones de urgencia causadas por enfermedades- han de ser contempladas en el contexto general de los elementos primordiales de EMPRES, a saber, la alerta, la reacción pronta y la mejora de los métodos de lucha y erradicación a través de las redes de investigación.



Desert locust control

La langosta del desierto es una de las plagas transfron-terizas de plantas que provocan graves situaciones de urgencia en la agricultura. Reviste importancia económica para muchos países de África, el Cercano Oriente y Asia sudoccidental. Se puede multiplicar rápidamente y atraviesa las fronteras en enjambres densos que cubren frecuentemente más de 100 kilómetros cuadrados. Sólo en 1988 24 países señalaron enjambres de langostas del desierto y tuvieron que emprender operaciones de lucha, con frecuencia en millones de hectáreas. Dentro del componente de la langosta del desierto del EMPRES, se ha desarrollado, con apoyo de donantes, un programa de campo en zonas donde se originan brotes y plagas (el Mar Rojo y el Golfo de Aden). Además, se han realizado actividades piloto en África occidental y Asia sudoccidental. Como parte de las actividades de alerta de EMPRES, se han mejorado y potenciado notablemente las operaciones de reconocimiento de la langosta del desierto y las redes de intercambio de información . Los avances realizados en materia de reacción pronta se han reflejado en la capacidad de los países afectados para responder de forma eficaz y rápida. Un brote ocurrido durante el invierno de 1997-98 en la región del Mar Rojo, que habría podido convertirse en una plaga, se pudo controlar mediante operaciones de lucha inmediatas y eficaces. Se han hecho también avances importantes por lo que se refiere a métodos para reducir el empleo de plaguicidas químicos y la pronta detección de las infestaciones de langosta. En el marco de EMPRES se ha ultimado un análisis preliminar de cuestiones económicas y de política en la lucha contra la langosta del desierto.



En los últimos años se han hecho progresos apreciables en la elaboración del sistema de alerta que funciona en el ámbito de EMPRES. Se han desplegado esfuerzos en dos direcciones: capacitación (mediante manuales y seminarios) y desarrollo de programas informáticos (mediante TADInfo - Sistema de Información sobre Enfermedades Animales Transfronterizas para la vigilancia, el almacenamiento de datos y su análisis). TADInfo es un sistema jerárquico que facilita la vigilancia a nivel nacional y regional y apoya las alertas en los planos nacional, regional y mundial. En la actualidad se están instalando programas informáticos conexos en varios países africanos. En principio, se pretende que TADInfo sea el instrumento principal para apoyar la vigilancia en África tropical, África del norte y el Cercano Oriente , en colaboración con proyectos financiados por la Comunidad Europea, el Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

El Consejo de la FAO desea que EMPRES elabore un programa para las enfermedades y plagas transfronterizas principales, pero también ha hecho suyo el principio de centrar la atención en las prioridades clave de EMPRES. Por lo tanto, este sistema, en estrecha colaboración con otras organizaciones internacionales, se está transformando en el foro para una acción concertada contra seis enfermedades epizoóticas importantes, a saber, la peste bovina; la fiebre aftosa; la peste de los pequeños rumiantes; la pleuroneumonía bovina contagiosa; la fiebre del Valle del Rif; y la dermatosis nodular contagiosa.

Operaciones de urgencia

La asistencia humanitaria forma parte integrante del mandato de la FAO para elevar los niveles de nutrición y de vida, especialmente en las zonas rurales del mundo en desarrollo. Las situaciones de urgencia absorben una proporción creciente de la ayuda internacional y por fuerza las operaciones de emergencia de la FAO han aumentado desde 1994. En el bienio de 1997-1998, la Organización llevó a cabo 187 proyectos de urgencia, por un valor de 157,3 millones de dólares EE.UU., para ayudar a las poblaciones damnificadas a reanudar la producción de alimentos y otras actividades de sostenimiento de la vida en la fase inmediatamente posterior a las calamidades. Hoy día, la FAO, en estrecha colaboración con otras organizaciones de las Naciones Unidas, gobiernos y ONG, está prestando asistencia urgente a través de más de 110 proyectos de emergencia en más de 50 países, entre ellos la provincia de Kosovo, Iraq, la República Popular Democrática de Corea y países de toda África y también de América Central.



Aumento de las operaciones de de urgencia de la FAO






Respuesta rápida a las necesidades de desarrollo

En 1976 se creó el Programa de Cooperación Técnica (PCT) como parte integrante del Programa Ordinario de la FAO para responder a las solicitudes urgentes e imprevistas de los gobiernos de los Estados Miembros. Los órganos rectores aprobaron que se destinara al PCT un 14 por ciento del Programa Ordinario y, aunque hasta ahora las limitaciones presupuestarias generales han impedido que se alcanzara ese objetivo, se ha podido proteger su cuantía en términos absolutos incluso en períodos de reducciones presupuestarias. Como consecuencia de ello, la parte proporcional del PCT en la consignación del Programa Ordinario pasó del 12,5 por ciento en 1994-1995 al 13,8 por ciento en 1998-1999, a pesar de que el presupuesto total del Programa Ordinario bajó durante ese mismo período.


Aumento del presupuesto del PCT
a partir de 1994-95

 

1994-95

1996-97

1998-99

 

(millones de dólares EE.UU.)

Programa de Cooperación Técnica

82 287

85 497

87 259

Dependencia del PCT

1 803

2 116

2 188

Total

84 090

87 613

89 447

Total Programa de Labores y Presupuesto

673 114

650 000

650 000




FAO/20915/K. PRATT

Muchos países han pedido asistencia del PCT para realizar sus proyectos nacionales del PESA


Los principios rectores para la utilización de los recursos del PCT siguen siendo los criterios que para el mismo aprobaron inicialmente los órganos rectores. Debido a los cambios en el entorno en que se desarrolla el programa de campo de la FAO, es decir el aumento de la capacidad de las instituciones nacionales y la disponibilidad de expertos calificados de países en desarrollo, ha aumentado la utilización de expertos nacionales y la cooperación técnica entre países en desarrollo (CTPD). Al mismo tiempo, la proporción de consultores internacionales ha descendido del 43 por ciento en1994-1995 al 10 por ciento en 1998-1999. Si se expresa en meses-persona, dos terceras partes del total de expertos proporcionados se contratan actualmente dentro de los países beneficiarios, mientras que los restantes se contratan en proporciones aproximadamente iguales con arreglo a las condiciones de consultoría de la CTPD o de las Naciones Unidas. Por otra parte, la provisión de suministros y equipo ha aumentado del 19 al 31 por ciento durante este mismo período.

Los compromisos internacionales adquiridos como resultado del seguimiento de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación han incitado a muchos países en desarrollo a pedir ayuda del PCT para ejecutar proyectos nacionales del PESA. Esta ayuda se ha canalizado hacia determinadas actividades del PESA en el país beneficiario, por ejemplo la regulación del agua, y se ha condicionado a que se integre en los programas nacionales aprobados por los respectivos gobiernos. La FAO también ha recurrido a los fondos del PCT para complementar el apoyo de los donantes a las necesidades urgentes e imprevistas de capacitación en relación con las negociaciones de la Ronda Uruguay.

La FAO, como todas las demás instituciones de las Naciones Unidas, ha tenido que hacer frente a una reducción de los recursos en los seis últimos años. Los fondos aprobados por la Conferencia de la FAO para el Programa Ordinario descendieron de 673 millones de dólares EE.UU. para
1994-1995 a 650 millones para 1998-1999. Sin embargo, durante el mismo período se verificaron dos fenómenos:

ACTIVIDADES NORMATIVAS

En el examen de los programas, estructuras y políticas de la FAO de 1994, se consideró importante aclarar la distinción entre actividades normativas y operacionales, tanto con fines orgánicos (es decir, de manera que dependencias antes dispersas que se ocupaban de cuestiones muy afines pudieran fusionarse) como para identificar y especificar los recursos destinados a apoyar la labor. Como resultado de esta distinción más clara al personal le resulta más fácil concentrar sus energías y competencia en sus tareas específicas. Al propio tiempo, se han hecho esfuerzos especiales para reforzar la complementariedad y sinergia entre las actividades normativas y operacionales de la Organización.



Sitio Web de la FAO sobre comercio agrícola

Se ha creado un sitio multilingüe en Internet sobre comercio internacional (www.fao.org/ur/). Contiene páginas sobre la Ronda Uruguay, estudios de la FAO sobre las repercusiones de esta Ronda e información sobre la asistencia técnica y actividades relativas a:

  • el Acuerdo sobre la Agricultura,
  • el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF),
  • el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC), y
  • el Acuerdo sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC)

Comprende también un servicio de preguntas y respuestas para facilitar el debate de estas cuestiones, así como toda documentación de la que pueda disponerse en las negociaciones comerciales multilaterales.



Los Acuerdos de la Ronda Uruguay

El valor de la doble función de la FAO y la interacción positiva entre sus actividades normativas y operacionales quedan ilustrados por la ayuda que ha prestado a los Estados Miembros en relación con , los Acuerdos de la Ronda Uruguay (denominados cada vez más los Acuerdos de la OMC). Estos acuerdos, que aplican por vez primera a la agricultura unas normas y disciplinas eficaces desde el punto de vista operativo, representan un hito en el sistema del comercio multilateral. Sin embargo, muchos países requieren asistencia técnica para poder cumplir sus compromisos de la Ronda Uruguay en los sectores agrícola, forestal y pesquero y beneficiarse de los resultados. La FAO se halla en buenas condiciones para proporcionar esa asistencia debido a su posición peculiar en los sectores agrícola, forestal y pesquero de ámbito internacional.

La asistencia de la Organización en relación con el comercio se ha intensificado desde que se firmaron los Acuerdos en 1994. En 1996, la Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial y el Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación imprimieron un impulso adicional a la asistencia técnica de la FAO en cuestiones relacionadas con la Ronda Uruguay: el Objetivo 4.3 del Plan de Acción empeña a la FAO y a otras organizaciones a seguir ayudando a los países en desarrollo a prepararse para futuras negociaciones comerciales multilaterales a fin de que estén «bien informados» y participen en pie de igualdad en el proceso de negociaciones. Además, en noviembre de 1997, la Conferencia de la FAO instó a la Organización a que intensificara su asistencia a los países en desarrollo para adecuarse al nuevo entorno comercial, cumplir con los compromisos del Acuerdo de Marrakech y prepararse para las negociaciones comerciales futuras.

La FAO respondió con las iniciativas siguientes:

Fortalecimiento de la Oficina de Enlace de la FAO en Ginebra. La Oficina de Enlace de la FAO en Ginebra, que es el punto de contacto principal entre la FAO y la OMC, se ha fortalecido con un nuevo equipo de personal superior con experiencia en asuntos económicos y comerciales. Este equipo presta asistencia inmediata a las delegaciones de los países en Ginebra.

Programa de capacitación. Se ha puesto en marcha un nuevo programa de capacitación sobre los Acuerdos en vigor de la Ronda Uruguay. El programa, que se centra concretamente en los acuerdos que repercuten en la agricultura, la silvicultura y la pesca, tiene por objeto mejorar la capacidad nacional de preparación de los países participantes para las futuras negociaciones comerciales de la OMC. Comprende capacitación en la aplicación efectiva de las normas, directrices y recomendaciones de la Comisión del Codex Alimentarius para cumplir los requisitos de los Acuerdos MSF y OTC de la Ronda Uruguay y en procedimientos para mejorar la calidad e inocuidad de los alimentos en el comercio interno e internacional. El programa está dirigido a todos los los países en desarrollo y en transición que forman parte de la FAO.

El Codex Alimentarius y la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria

Desde que concluyó la Ronda Uruguay en diciembre de 1994, y paralelamente a la adopción más amplia y la aplicación práctica de los instrumentos normativos, han adquirido creciente importancia ciertas sinergias entre actividades operativas y operacionales, siendo la labor de la Comisión FAO/OMS del Codex Alimentarius y la función de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) los principales ejemplos.

Las normas, directrices y otras recomendaciones del Codex son puntos de referencia reconocidos internacionalmente en virtud de los Acuerdos de la Ronda Uruguay. A través de la Comisión del Codex Alimentarius, la FAO ha reforzado su función de promotor del comercio alimentario internacional y es, por lo tanto, la fuente principal de asesoramiento técnico a los países en desarrollo sobre la introducción y aplicación de normas del Codex y la creación de estructuras eficientes y eficaces de control de los alimentos. Se han organizado seminarios y talleres breves para informar a los funcionarios gubernamentales, a la industria y a los consumidores sobre la importancia del Codex Alimentarius y de los Acuerdos. Proyectos de desarrollo a más largo plazo, financiados con cargo al PCT o por donantes externos, se han centrado en la revisión de las normativas nacionales para armonizarlas con el Codex Alimentarius, la capacitación técnica y la mejora de las instalaciones.

La CIPF ha evolucionado rápidamente, pasando de ser un tratado internacional depositado en la FAO a constituir un órgano dinámico que, entre otras cosas, tiene responsabilidades normativas vinculadas directamente a un acuerdo comercial multilateral. Esta evolución representa un cambio significativo en la política fitosanitaria y comercial, que apoya la incorporación del comercio inocuo en los objetivos de un comercio libre y leal. De conformidad con este ámbito normativo más amplio, la FAO reconoce también la importancia del comercio en la consecución de la seguridad alimentaria y económica.



Comisión del Codex Alimentarius

El doble objetivo de la Comisión del Codex Alimentarius es proteger la salud de los consumidores y asegurar unas prácticas leales en el comercio de alimentos mediante la elaboración de normas alimentarias internacionalmente aceptables. El Codex Alimentarius comprende actualmente:

  • 204 normas alimentarias
  • 43 códigos de prácticas
  • 2 805 límites máximos para residuos de sustancias químicas agrícolas y veterinarias
  • 1 284 aditivos alimentarios y contaminantes de los alimentos


La CIPF ha asumido una función importante en la regulación del comercio desde que fue indicada en el Acuerdo MSF como el órgano encargado de establecer las normas internacionales relativas a medidas fitosanitarias reconocidas por los miembros de la OMC. Con el fin de tener en cuenta las disposiciones del Acuerdo MSF y otras novedades en la OMC, se sometió la CIPF a una segunda revisión (se había revisado anteriormente en 1979). La FAO contribuyó a facilitar el proceso correspondiente de consultas con los gobiernos, que comenzó en 1995 y culminó en el nuevo texto revisado de la CIPF aprobado por la Conferencia de la FAO en 1997.

Plaguicidas

Otro instrumento normativo en el que la Organización ha ejercido un firme liderazgo es el Código Internacional de Conducta de la FAO para la distribución y utilización de plaguicidas. Gran parte de este esfuerzo se ha orientado a la formalización del procedimiento de información y consentimiento previos (ICP), destinado a proteger a los países que importan plaguicidas.



Convención Internacional de Protección Fitosanitaria

Las normas internacionales para las medidas fitosanitarias (NIMF) aprobadas desde 1995 son:

  • Principios de cuarentena fitosanitaria en relación con el comercio internacional
  • Directrices para el análisis del riesgo de plagas
  • Código de conducta para la importación y liberación de agentes exóticos de control biológico
  • Requisitos para el establecimiento de áreas libres de plagas
  • Glosario de términos fitosanitarios
  • Directrices para la vigilancia
  • Sistema de certificación para la exportación
  • Determinación de la situación de una plaga en un área
  • Directrices para los programas de erradicación de plagas
  • Requisitos para el establecimiento de lugares de producción libres de plagas y sitios de producción libres de plagas


El ICP exige que los países importadores sean informados de la importación de plaguicidas y productos químicos prohibidos o severamente restringidos antes de que se efectúe un envío, y que la sancionen oficialmente. Entre 1994 y 1998 la FAO, juntamente con el PNUMA, participó en una serie de reuniones interinstitucionales y negociaciones intergubernamentales, y a veces las dirigió. Estas negociaciones culminaron en el Convenio de Rotterdam sobre el Procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo Aplicable a Ciertos Plaguicidas y Productos Químicos Peligrosos Objeto de Comercio Internacional, aprobado el 10 de septiembre de 1998.

Fueron 80 países los que firmaron el Acta Final de la Conferencia de Plenipotenciarios sobre el procedimiento de ICP y 72 países y la UE los que han firmado desde entonces el Convenio de Rotterdam, que entrará en vigor al depositarse el 50o instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión. Hasta entonces, la FAO y el PNUMA proporcionarán servicios de secretaría provisional y apoyo para la aplicación del Convenio. Un nuevo elemento importante del procedimiento de ICP es la función de supervisión, que incluye la adición o eliminación de productos químicos a los que se aplica el Convenio y que será desempeñada por la Conferencia de las Partes.

Recursos genéticos para la alimentación y la agricultura

Los recursos genéticos agrícolas, mejorados a lo largo de milenios por los agricultores y las comunidades agrícolas, constituyen la base para mantener y seguir aumentando la producción alimentaria y agrícola. Muchos de esos recursos corren el riesgo de desaparecer, por lo que es prioritaria una intervención para garantizar su conservación y su utilización sostenible. La Comisión intergubernamental de la FAO sobre los Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (CRGAA) está reconocida como un importante foro internacional para la elaboración de políticas y la negociación de acuerdos sobre los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura. En 1995, la Conferencia de la FAO amplió el mandato de la CRGAA (hasta entonces denominada Comisión de Recursos Genéticos) con el fin de incluir todos los componentes de interés para la alimentación y la agricultura, empezando por los recursos fitogenéticos y los recursos genéticos de los animales de granja. Al año siguiente, la CRGAA convocó la Conferencia Técnica Internacional de Leipzig, en la que 150 países aprobaron el Plan de Acción Mundial para la Conservación y la Utilización Sostenible de los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura. En esta Conferencia se presentó también el primer Informe sobre el estado de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura en el mundo.



Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura.

1993
La Conferencia de la FAO inicia las negociaciones para la revisión del Compromiso Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, en armonía con el Convenio sobre la Diversidad Biológica.


1994
Se firman acuerdos con 12 centros internacionales de investigación agrícola (CIIA), en virtud de los cuales 500 000 muestras ex situ que estos centros conservan en sus bancos de germoplasma se colocan en la Red internacional de colecciones ex situ bajo los auspicios de la FAO.


1995
Se amplía el ámbito de competencia de la Comisión de Recursos Fitogenéticos para incluir de manera gradual todos los componentes de la biodiversidad agrícola de interés para la alimentación y la agricultura, y se cambia el nombre de la Comisión por el de Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (CRGAA).


1996
150 países aprueban el Plan de Acción Mundial en la Conferencia Técnica Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos, celebrada en Leipzig, Alemania. Se presenta a esta Conferencia el primer Informe sobre el estado de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura en el mundo.


1999
La CRGAA pide a la FAO que coordine la preparación del primer Informe sobre el estado de los recursos zoogenéticos para la alimentación y la agricultura en el mundo.



Los órganos rectores han subrayado la importancia del Compromiso Internacional sobre Recursos Fitogenéticos, que está siendo revisado actualmente por los gobiernos a través de la CRGAA. En 1999, la Conferencia de la FAO, en su 30o período de sesiones, destacó la necesidad de que se ultimaran con éxito las negociaciones para su revisión, como instrumento internacional para la conservación y utilización sostenible de los recursos fitogenéticos, y para el acceso a esos recursos, a fin de garantizar la seguridad alimentaria mundial y la agricultura sostenible. Se prevé que el Compromiso revisado será un instrumento vinculante para regular el acceso a los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura y la participación en sus beneficios. La Conferencia ratificó también la gran prioridad de los recursos genéticos en general.

La CRGAA se ocupó de los recursos zoogenéticos por vez primera en 1999. Con el fin de crear la base informativa necesaria para establecer las necesidades y medidas prioritarias, los gobiernos convinieron en que la FAO debía coordinar el Informe sobre el estado de los recursos zoogenéticos para la alimentación y la agricultura en el mundo, dirigido por los países, en el contexto de la Estrategia Mundial para la Gestión de los Recursos Genéticos de los Animales de Granja. La Estrategia, que abarca actividades tanto normativas como operacionales, está siendo elaborada por la FAO como marco para ayudar a los gobiernos a analizar el valor de las razas de aves y mamíferos y planificar la conservación de las especies amenazadas, así como su utilización y mejora con miras a una intensificación sostenible.

Montes

El sector forestal mundial pasa por un período de cambio político, institucional y tecnológico rápido y complejo. Hay una mayor preocupación internacional por la constante degradación y pérdida de bosques, a pesar del compromiso público sin precedente en favor de la conservación forestal. La participación del público en las decisiones en materia de ordenación forestal es cada vez mayor y un número creciente de organizaciones e instituciones de una amplia variedad de disciplinas sociales y científicas interviene en las cuestiones relacionadas con la silvicultura mundial.

Colaboración y coordinación. Desde 1994, la FAO ha intensificado sus actividades y ha establecido prioridades claras en virtud de su mandato para el sector forestal, incluida la colaboración en el plano nacional, regional y mundial. La organización participó activamente en la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible y su Grupo Intergubernamental sobre los Bosques (GIB) desde 1995 y hasta la terminación de sus trabajos en 1997 y a partir de entonces ha participado en el Foro Internacional Intergubernamental sobre los Bosques (FIB). Este apoyo incluyó la adscripción de un funcionario de la FAO a la Secretaría del GIB/FIB, la preparación de documentos técnicos e informativos y la participación en numerosas reuniones técnicas. Los planes forestales nacionales creados a partir del anterior Plan de Acción Forestal en los Trópicos de la FAO, son en la actualidad medios aceptados internacionalmente para ayudar a los países a desarrollar su capacidad para administrar sus recursos forestales. Un factor importante es que la FAO ha descentralizado el personal encargado de prestar apoyo a los planes forestales nacionales en cada una de las Oficinas Regionales.

La FAO ha asumido también una función rectora en el Equipo Interinstitucional sobre los Bosques, grupo oficioso de alto nivel que reúne desde 1995 a organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales para coordinar sus aportaciones al proceso de elaboración de políticas forestales.

Diálogo y cooperación. Además, se ha reforzado la función del Comité de Montes (COFO) como foro neutral de la FAO para el diálogo entre sus Miembros sobre actividades técnicas y normativas en el sector forestal. Los períodos de sesiones del COFO en 1995, 1997 y 1999 han ofrecido cada vez más oportunidades para la información y la celebración de reuniones subsidiarias así como para el examen de cuestiones forestales de ámbito mundial.

Con el fin de dar una oportunidad para el intercambio de opiniones sobre los acuerdos y mecanismos internacionales, y asegurar un apoyo político de alto nivel a los debates en curso, en 1995 y 1999 se organizaron reuniones ministeriales conjuntamente con el COFO. A ambas reuniones asistieron los ministros encargados del sector forestal o sus representantes, mientras que en 1995 se celebraron también reuniones por separado para representantes de ONG internacionales y del sector privado. En la primera reunión ministerial se elaboró la Declaración de Roma sobre Actividades Forestales, en la se reconoció la importancia decisiva de los bosques para el bienestar, la subsistencia y la seguridad alimentaria de toda la población y de las generaciones futuras y para el sistema de apoyo a la vida de todo el planeta. En 1999 se analizaron los problemas nacionales e internacionales en relación con las cuestiones de sostenibilidad del sector forestal. El resultado de esta segunda reu-nión fue la Declaración de Roma sobre los Bosques, que fue aprobada por unanimidad por los participantes en la reunión, los cuales se comprometieron a colaborar más estrechamente, fomentando la cooperación internacional y promoviendo políticas y actividades intersectoriales en apoyo de una ordenación forestal sostenible.

Gestión y análisis de la información. Tan importantes como los cambios sustanciales en el contenido de la labor del Departamento de Montes (FO) han sido los cambios en la forma en que se lleva a cabo esa labor, de los que son buenos ejemplos el empleo de las enormes posibilidades de la construcción de modelos informáticos y la creación de páginas Web. La FAO ha compilado tradicionalmente información estadística sobre productos y recursos forestales. Ahora se trata de ampliar los ámbitos de los datos recogidos, llevar a cabo análisis más completos y ampliar la difusión de la información y los conocimientos consiguientes. Por ejemplo, la Evaluación de los recursos forestales mundiales, que es un informe completo y autorizado de la FAO sobre la situación de los recursos forestales y sus cambios a nivel mundial, ha incrementado la frecuencia de su publicación que es ahora quinquenal en lugar de decenal. Ha seguido mejorando la precisión de sus evaluaciones de la cubierta forestal mundial y de la deforestación, y ha ampliado su alcance para incorporar indicadores de la salud de los bosques y la diversidad biológica basada en ellos.

Desde 1995 se ha mejorado la divulgación de información mediante la publicación bienal de la Situación de los bosques del mundo, que ofrece la información más reciente sobre superficie forestal, ordenación y productos forestales, y novedades normativas e institucionales en todo el mundo. Se han iniciado o se están iniciando nuevas series estadísticas que abarcan bienes y servicios forestales no madereros, incendios forestales, recursos genéticos y establecimientos de enseñanza e investigación.

Pesca

Ante el descenso de los recursos financieros, el Departamento de Pesca de la FAO (FI) ha establecido una serie de criterios innovadores para responder a las crecientes peticiones de los Estados Miembros y otras partes interesadas, El Departamento ha elaborado una amplia cartera de actividades normativas, al tiempo que presta apoyo a operaciones sobre el terreno para fomentar el desarrollo de unas pesquerías sostenibles e incrementar la contribución de la pesca a la seguridad alimentaria. Estas actividades comprenden:

Transformación de los órganos regionales de pesca (ORP) de la FAO. Se han revitalizado estos órganos para reforzar la cooperación regional y afrontar nuevas responsabilidades. Desde 1995, se han descentralizado las secretarías de todos los ORP en sus respectivas regiones y se ha simplificado la red de órganos de la FAO. Se suprimieron dos órganos que resultaban superfluos, mientras que se reforzaron técnicamente los nueve restantes, si bien también se suprimieron algunos de sus órganos auxiliares. Los ORP restantes se reformaron progresivamente, pasando de ser simplemente foros de consulta e intercambio de información a estructuras financieramente autónomas con capacidad para adoptar medidas regionales sobre conservación y ordenación de la pesca.



FAO regional fishery bodies

  • APFIC - Comisión de Pesca para Asia y el Pacífico
  • CECAF - Comité de Pesca para el Atlántico Centro-Oriental
  • CIFA - Comité de Pesca Continental para África
  • COPESCAL - Comisión de Pesca Continental para América Latina
  • EIFAC - Comisión Asesora Europea sobre Pesca Continental
  • GFCM - Comisión General de Pesca del Mediterráneo
  • IOTC - Comisión del Atún para el Océano Índico
  • RECOFI - Comisión Regional de Pesca
  • WECAFC - Comisión de Pesca para el Atlántico Centro-Occidental

Aplicación del Código de Conducta para la Pesca Responsable. La finalidad del Código, aprobado por la Conferencia de la FAO en octubre de 1995, es fomentar una ordenación y desarrollo racionales de la pesca y mejorar la administración pesquera. En 1998 comenzó un programa interregional para apoyar la labor de aplicación del Código y están en marcha actividades en el Asia sudoriental y en el Atlántico centrooccidental. Este programa proporciona también al Departamento FI un marco integrado único para sus actividades globales.

Expansión de las redes de información pesquera. Un gran avance en los cinco últimos años ha sido el empleo de nueva tecnología de la información, como CD-ROM e Internet. A través de estos medios, la FAO ha aumentado el alcance de las estadísticas y la información pesqueras a disposicion del Centro de Información Agraria Mundial (WAICENT). Ha creado un sitio Web para el Departamento y ha producido un prototipo de Atlas Pesquero de la FAO en CD-ROM, en paralelo con el Atlas de los Océanos de las Naciones Unidas. También se ha iniciado la elaboración del Sistema Mundial de Información sobre la Pesca (FIGIS), que está destinado a proporcionar amplia información sobre la pesca y cuestiones afines, incluidas políticas, normas y prácticas mejoradas.

Publicación de El estado mundial de la pesca y la acuicultura. En respuesta a la necesidad de un seguimiento y análisis más atentos del desarrollo internacional en el sector pesquero, este informe bienal vio la luz por primera vez en 1995. En él se documentan las tendencias de la producción, utilización y comercio, se examinan los progresos realizados en la solución de los grandes problemas de la pesca y la acuicultura sostenibles y se analizan las perspectivas del sector pesquero.

La importante contribución de la pesca a la consecución de la seguridad alimentarias y la generación de empleo llevó a la Organización a tratar cuestiones conexas con los ministros competentes de los Estados Miembros. En marzo de 1995 se celebró en la Sede de la FAO una reunión ministerial con el fin de debatir políticas de pesca y acuicultura sostenibles y responsables. En la primera reunión ministerial sobre la pesca se aprobó el Consenso de Roma sobre la Pesca Mundial, en el que se recomendaba la adopción de las medidas pertinentes para:

A principios de 1999, una segunda reunión ministerial, celebrada en Roma, aprobó el Plan de Acción Internacional para la Ordenación de la Capacidad Pesquera, que se había elaborado en la FAO. Los participantes acordaron apoyar una iniciativa relativa a un plan de acción para afrontar las actividades pesqueras ilegales, incontroladas y no notificadas, incluido el apoyo a la adopción de sistemas de vigilancia de buques.

Servicios jurídicos

La Oficina Jurídica de la FAO ha seguido prestando servicios de asesoramiento jurídico a los gobiernos sobre tierras, aguas, pesca, plantas, animales, alimentos, actividades forestales, flora y fauna silvestres y parques nacionales, medio ambiente y biodiversidad, así como cuestiones agrícolas generales relacionadas con las instituciones, el comercio y la reforma económica. En estrecha colaboración con las dependencias técnicas de la FAO, la Oficina Jurídica ha ayudado a los gobiernos a preparar leyes, reglamentos, acuerdos y otros textos jurídicos, asesorando al mismo tiempo sobre estructuras institucionales y observación del derecho internacional. Por ejemplo, ha participado en la preparación o revisión de diversos instrumentos, en particular la revisión de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, la revisión del Acuerdo de Protección Fitosanitaria para Asia y el Pacífico, la revisión del Acuerdo para el Establecimiento de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo, el Acuerdo sobre el Cumplimiento y el Código de Conducta para la Pesca Responsible, así como la preparación de un nuevo Acuerdo para la creación de una Comisión del Atún para el Océano Indico y la RECOFI. También ha asesorado sobre la revisión del Compromiso Internacional sobre Recursos Fitogenéticos.

La creación de capacidad mediante la capacitación participativa de funcionarios y consultores nacionales constituye un elemento importante de casi todos los proyectos de asesoramiento jurídico que están actualmente en marcha en 70 países de todas las regiones del mundo.

En 1998, para conmemorar el cincuentenario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Oficina Jurídica publicó El Derecho a la Alimentación en la teoría y en la práctica. En esta publicación, que contiene artículos de expertos internacionales, incluidos representantes tanto de la sociedad civil como de las Naciones Unidas, así como de dependencias operacionales y normativas de la FAO, se analiza el derecho a la alimentación como uno de los derechos humanos básicos incluidos en la Declaración Universal. Se examinan las obligaciones que entraña su cumplimiento para los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad internacional, y se resumen las medidas concretas que están adoptando los diversos sectores.



FAO/20419/G. BIZZARRI

La seguridad alimentaria, que incluye tambiénel acceso
de la población a los suministros disponibles,
es el tema que orienta los programas de la FAO

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