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La teca: una visión global

D. Pandey y C. Brown

Devendra Pandey es el Director del Servicio de
Inventario Forestal de la India.
Chris Brown es Oficial forestal (plantaciones forestales),
Servicio de Desarrollo de Recursos Forestales, FAO.

Una visión general de los recursos mundiales de teca y de los elementos que influyen en sus perspectivas de futuro.

La teca (Tectona grandis) es una de las principales maderas de frondosas que existen en el mundo, reputada por su color claro, su excelente fibra y su durabilidad. Sólo se da de forma natural en la India, Myanmar, la República Democrática Popular Lao y Tailandia, y se ha aclimatado en Java (Indonesia), donde probablemente se introdujo de 400 a 600 años atrás, También se ha establecido en toda la zona tropical de Asia, en el África tropical (Côte d'Ivoire, Nigeria, Sierra Leona, la República Unida de Tanzanía y Togo) y en América Latina y el Caribe (Costa Rica, Colombia, Ecuador, El Salvador, Panamá, Trinidad y Tobago y Venezuela). La teca se ha introducido también en algunas islas de la región del Pacífico (Papua Nueva Guinea, Fiji y las Islas Salomón) y en el norte de Australia en forma experimental.

Aunque no tiene una gran importancia desde el punto de vista de la producción mundial de madera, por su solidez y sus cualidades estéticas es la madera tropical de frondosas más solicitada para un mercado específico de aplicaciones suntuarias como la fabricación de muebles y barcos y de componentes decorativos para la construcción. Es, pues, de gran trascendencia para la economía forestal de los principales países productores.

Trozas de teca en la India: la teca es apreciada por su fuste largo y recto

- FAO/13542/I. DE BORHEGYI

Las experiencias del cultivo y comer-cialización de la teca son muy importantes para los cultivadores de otras especies de frondosas de gran valor, en particular en los trópicos. Especies como la caoba (Swietenia macrophylla), el cedro colorado (Cedrela odorata) y el palisandro (Dalbergia sissoo) afrontan el mismo desafío que plantea competir en mercados de productos específicos de gran valor, tienen ciclos de crecimiento más largos que muchas especies de coníferas y su aprovechamiento en los bosques tropicales suscita el mismo tipo de preocupaciones ambientales. Aunque es cierto que algunas de las cuestiones que se abordan en este artículo se refieren únicamente a la teca, muchas otras son aplicables también a otras especies de frondosas muy valiosas.

Durante los dos últimos decenios se ha reducido el suministro de madera de teca de la mayor parte de los bosques naturales y se ha redoblado el interés en establecer plantaciones de esta especie. Sin embargo, la transición hacia una mayor utilización de teca cultivada en plantaciones no está exenta de dificultades y controversias. Hasta hace poco, los recelos acerca del impacto ambiental de las plantaciones de teca -particularmente, la controversia sobre el posible deterioro y erosión del suelo en las plantaciones puras- se asemejaban a los que provocaban las plantaciones de eucaliptos.

En algunos países, el fomento de planes de inversión en plantaciones de teca basados en proyecciones de crecimiento y rendimiento poco probables, hipótesis de fijación de precios poco realistas y estrategias poco fiables de gestión de los fondos han exacerbado aún más la controversia. Los problemas derivan principalmente de una reglamentación insuficiente o de la falta de la necesaria información o conocimientos de los inversores. El dilatado horizonte temporal de la inversión en las plantaciones de teca y la gran diversidad de predicciones en materia de precios han permitido a los empresarios poco escrupulosos exagerar las cifras y engañar incluso a inversores cautelosos (véase el recuadro).

El hecho de que la teca siga siendo una de las maderas más valiosas del mundo hará que siga existiendo un gran interés en cultivar e invertir en esta especie. Será necesario promulgar una legislación y ejercer una labor de vigilancia en las esferas comercial y ambiental para conseguir que la industria del cultivo de la teca alcance un desarrollo ordenado.

En los bosques naturales de Myanmar, la teca crece principalmente en terreno montañoso y ondulado y es una de las varias especies que forman masas mezcladas

- OFICINA REGIONAL DE LA FAO PARA ASIA Y EL PACÍFICO/M. KASHIO

ECOLOGÍA

Tectona grandis es un árbol de hoja caduca de gran tamaño con una copa redondeada y, cuando crece en condiciones favorables, un fuste cilíndrico alto y limpio de más de 25 m. A menudo, en la base del árbol aparecen contrafuertes (ensanchamientos en la base producidos por una hinchazón exagerada de las raíces) y a veces es acanalado (presenta depresiones y abultamientos irregulares en el fuste). Las hojas son elípticas u aovadas y de una longitud de 30 a 60 cm. En la mayor parte de su área de distribución, la teca se da en bosques de frondosas húmedos y secos por debajo de una altitud de 1 000 m y es una de las varias especies que constituyen las masas forestales mezcladas. Donde mejor crece es en lugares con unas precipitaciones anuales de 1 250 a 3 750 mm, una temperatura mínima de 13 a 17 ºC y una temperatura máxima de 39 a 43 ºC.

Los bosques naturales de teca aparecen principalmente en terrenos montañosos y ondulados en los que la roca madre está formada por basalto, granito, esquisto, gneis, caliza y arenisca. Los mejores bosques de teca, tanto naturales como de plantación, crecen en terrenos aluviales profundos bien avenados. Las plantaciones de teca han fracasado totalmente cuando se han establecido en tierras bajas mal drenadas de suelo arcilloso (Seth y Yadav, 1959). La teca es una especie de luz; no tolera la sombra ni la supresión en ninguna fase de su ciclo vital y para conseguir un desarrollo adecuado requiere que no se impida el paso de la luz desde arriba. La teca brota de cepa vigorosamente y en ocasiones conserva esa capacidad incluso cuando ha alcanzado un gran tamaño. Comienza a florecer y producir semillas a una edad temprana, 20 años después de haber sido plantada y 10 años tras el rebrote de cepa y produce abundantes semillas prácticamente todos los años (Seth y Kaul, 1978). El grueso y duro pericarpio de la semilla obstaculiza la germinación y una parte considerable de las semillas frescas permanecen latentes durante el primer año. Las semillas de teca siguen siendo viables durante muchos años.

Controversias a propósito de las inversiones en las plantaciones de teca

Los planes de inversión en las plantaciones de teca han suscitado una fuerte controversia en varios países como Costa Rica, la India y los Países Bajos. Probablemente, el caso más notorio es el de la empresa de propiedad holandesa Flor y Fauna, involucrada en el establecimiento de plantaciones de teca en Costa Rica.

Flor y Fauna comenzó la actividad de plantación en el norte de Costa Rica en 1989 y en 1994 ya había plantado 1 300 ha. Se invitó a diversos inversores a adquirir árboles de teca con un pago inicial de alrededor de 2 600 dólares EE.UU. y unas contribuciones anuales de 300 dólares durante veinte años. El plan contemplaba inversiones de 65 750 dólares por hectárea, con un rendimiento previsto de entre 600 000 y 1, 4 millones de dólares, y una tasa de rendimiento interno del 15 al 25 por ciento anual. Muchos de los supuestos de precios, crecimiento y rendimiento utilizados al proyectar el rendimiento eran, sin embargo, excesivamente optimistas en comparación con los niveles documentados actuales. Se esperaba que las plantaciones de teca rindieran de 40 a 48 m3 por hectárea y año y que la madera se vendiera a precios de entre 720 y 2 100 dólares por metro cúbico (basándose en un aumento anual de los precios del 4 al 8 por ciento). Según estimaciones independientes, el incremento anual medio en el momento de la tala final oscilaría entre 9 y 20 m3 por hectárea y año y las trozas de teca madura alcanzarían probablemente de 400 a 550 dólares por metro cúbico.

Las hipótesis referentes a las tasas estimadas de rendimiento fueron examinadas por un organismo de normas de publicidad y un comité de apelación de los Países Bajos, que llegó a la conclusión de que los rendimientos anunciados sobre las inversiones eran engañosos. El plan de inversión en la explotación comercial de teca se retiró del mercado a finales de 1996.

El elemento clave es que las inversiones a largo plazo en el sector forestal con rendimientos inciertos se prestan a realizar proyecciones excesivamente optimistas (y poco realistas), que en principio resultan muy atractivas pero que pueden provocar la decepción del inversor y desacreditar al sector a largo plazo. Los gobiernos deben ser conscientes de este potencial y establecer la necesaria reglamentación.

Fuente: Adaptado de Centeno, 1996.

ORDENACIÓN DE LOS BOSQUES NATURALES DE TECA

Los primeros intentos de ordenar los bosques naturales de teca en la India y Myanmar se llevaron a cabo mediante el sistema de entresaca: se aplicaba en un tramo de bosque un ciclo de corta predeterminado talando los árboles que habían alcanzado un diámetro mínimo determinado, con la condición de que cuando no existía regeneración debían mantenerse en pie los árboles seminales. Se establecía el número de árboles que debían talarse en un año determinado o a lo largo de un período (Troup, 1921).

En algunos lugares se utiliza todavía una versión modificada del sistema de entresaca. Para inducir o establecer la regeneración de la teca se realizan, siguiendo un ciclo de corta definido, «claras de mejora» para extraer la madera de inferior calidad, los fustes dañados y las plantas trepadoras. En el sistema de entresaca, la rotación es generalmente de 120 años, con un ciclo de corta de unos 30 años. Según las estimaciones de la FAO (1999a) la intensidad de extracción es de 12 a 17 m3 por hectárea en los bosques de Myanmar, con un ciclo de corta de 30 años.

El tratamiento de monte bajo se ha utilizado para manejar los bosques naturales de teca con diferentes sistemas adecuados a las condiciones locales en la India, Myanmar y Tailandia. En particular, este tipo de tratamiento se ha aplicado en los bosques de teca donde los árboles no alcanzan gran tamaño por la excesiva aridez u otras deficiencias de la estación. Un ejemplo es el sistema de «monte bajo con resalvos», en el que se seleccionan de 25 a 50 árboles por hectárea como resalvos sobre la base de su diámetro más grande y se mantienen como árboles seminales. El resto se corta a hecho para producir brotes de cepa. La rotación oscila entre 30 y 60 años y muy raramente alcanza 80 años (Kadambi, 1972). En un sistema modificado, «monte bajo con reservas», que se aplica en Madhya Pradesh (India), se mantienen como reservas el repoblado preexistente y los latizos, que proporcionarán madera de gran tamaño en el siguiente turno. El período de rotación oscila entre 30 y 40 años.

LAS PLANTACIONES DE TECA

Se sabe que la teca crece adecuadamente en plantaciones cuando las condiciones son favorables. Por esta característica contrasta con algunas de las especies tropicales de frondosas valiosas y más conocidas comercialmente. Muchas de las especies que constituyen la riqueza maderera de los bosques tropicales africanos (por ejemplo, especies de la familia de las meliáceas, las caobas africanas Khaya ivorensis, Khaya anthoteca y Khaya grandifolia, y Entandophragma spp.) no se han podido adaptar a las plantaciones por razones como su crecimiento extremadamente lento, la mortalidad en el momento del establecimiento en terrenos desbrozados (al no ser especies colonizadoras, sino climácicas) o la vulnerabilidad a las plagas y enfermedades. La caoba (Swietenia macrophylla) es una de las pocas especies suntuarias de frondosas, además de la teca, que se cultiva profusamente en plantaciones. Todo indica que probablemente existirá una divergencia notable en el potencial de suministro de madera en el futuro entre esas especies adaptables a las plantaciones y las que dependen en gran medida de los bosques naturales establecidos.

Por lo general, las plantaciones de teca mezcladas con otras especies arbóreas son menos susceptibles que las plantaciones puras a la erosión del suelo y al riesgo de plagas y enfermedades. Las plantaciones puras de teca son particularmente vulnerables a las plagas defoliantes, sobre todo cuando se suprime el piso inferior y las condiciones de la estación no son óptimas.

La teca comienza a florecer y producir semillas a una edad temprana, 20 años después de haber sido plantada y 10 años tras el rebrote de cepa

- OFICINA REGIONAL DE LA FAO PARA ASIA Y EL PACÍFICO/M. KASHIO

Historia de las plantaciones de teca

La primera plantación de teca, aparte de su introducción en Java se remonta a 1680, fecha en que se introdujo con éxito en Sri Lanka. La plantación de teca en la India comenzó en el decenio de 1840 y alcanzó niveles significativos a partir de 1865. Las plantaciones de teca mediante el método taungya, en el que se establece un cultivo forestal en asociación temporal con cultivos agrícolas, se iniciaron en Myanmar en 1856 y en Indonesia hacia 1880.

El primer país no asiático en el que se introdujo la teca fue Nigeria, en 1902 (Horne, 1966), con semillas procedentes primero de la India y luego de Myanmar. La plantación en lo que es actualmente Ghana oriental (anteriormente Togoland) se inició hacia 1905 (Kadambi, 1972). En 1929 se estableció una pequeña plantación de teca en Côte d'Ivoire con semillas procedentes de plantaciones de Togoland.

En cuanto a la América tropical, la primera plantación de teca se estableció en Trinidad y Tabago en 1913 (Keogh, 1979) con semillas procedentes de Myanmar. La plantación de teca en Honduras, Panamá y Costa Rica comenzó entre 1927 y 1929.

Las estadísticas sobre la evolución histórica del establecimiento de plantaciones de teca son incompletas, pero se sabe con certeza que hasta 1950 la mayor superficie de plantaciones se daba en Java con unas 300 000 ha. En los decenios de 1950 y 1960 se produjo un incremento gradual de la superficie hasta alcanzar unas 900 000 ha en 1970 (Kadambi, 1972; Tewari, 1992). El ritmo de plantación se aceleró a finales de los años setenta, principalmente gracias al apoyo económico de organismos donantes externos. En 1980, la extensión total de las plantaciones de teca había aumentado a 1,7 millones de hectáreas (Pandey, 1983) y en 1990 a 2,2 millones de hectáreas (FAO, 1995). Más del 90 por ciento de esa superficie total pertenecía a Asia.

Esta plantación de la provincia de Dong Nai, en el sur de Viet Nam, es una de las plantaciones de teca más antiguas del país

- OFICINA REGIONAL DE LA FAO PARA ASIA Y EL PACÍFICO/M. KASHIOFAO REGIONAL

Superficie y tasas de plantación

Las plantaciones de teca constituyen alrededor del 8 por ciento de la superficie total de plantaciones forestales en los países que gozan de un clima favorable para el crecimiento de la teca. En 1995, casi el 94 por ciento de la superficie total se encontraba en el Asia tropical, siendo la India (con el 44 por ciento) e Indonesia (con el 31 por ciento) los países que acumulaban la mayor cantidad de recursos. Otros países de la región con plantaciones de teca sustanciales eran Tailandia (7 por ciento), Myanmar (6 por ciento), Bangladesh (3,2 por ciento) y Sri Lanka (1,7 por ciento). En torno al 4,5 por ciento de las plantaciones mundiales de teca pertenecían al África tropical (principalmente en el África occidental húmeda, sobre todo en Côte d'Ivoire y Nigeria) y el resto correspondía a la América tropical (fundamentalmente en Costa Rica y Trinidad y Tobago) y las Islas del Pacífico.

Las estimaciones regionales más recientes de la FAO (Cuadro 1) indican que el aumento de la superficie neta mundial de plantaciones de teca es insignificante desde 1990 (FAO, 1995), pese a que la tasa de nuevas plantaciones es superior a 100 000 ha anuales. Este resultado anómalo refleja las discrepancias en las notificaciones nacionales de la superficie de plantación y el hecho de que una parte sustancial, no cuantificada, de la superficie notificada corresponde en realidad a la replantación de plantaciones ya existentes después de la extracción. Parece que en muchos países tropicales el ritmo de establecimiento de nuevas plantaciones se ha desacelerado notablemente desde 1990. La actividad de plantación notificada en 1995 correspondió en su mayor parte a la India, Myanmar, Tailandia e Indonesia, en el Asia tropical, y a Costa Rica y Panamá en la América tropical.

CUADRO 1. Superficie neta estimada de plantaciones de teca por subregiones, 1995 (1 000 ha)

Subregión

Superficie neta estimada de plantaciones

Plantación estimada anual

África saheliana occidental

4,02

0

África saheliana oriental

14,85

-

África occidental húmeda

87,88

4

África meridional

2,80

0

África tropical

109,55

4

Asia meridional

1 099,60

55

Asia sudoriental continental

302,28

26

Asia sudoriental insular

706,01

12

Asia tropical

2 107,89

93

Oceanía tropical

3,03

0

América Central

22,29

4

El Caribe

8,06

-

América del Sur tropical

2,72

0

América tropical

33,07

4

TOTAL

2 253,54

101

Fuente: Pandey, 1998.

Manejo de las plantaciones

Los regímenes de ordenación de las plantaciones de teca varían entre los países y dentro de ellos en función de las condiciones de la estación y de los mercados existentes. Sin embargo, se recomienda una densidad inicial de 1 000 a 2 000 pies por hectárea para compensar las tasas de mortalidad temprana y tener la oportunidad de seleccionar los pies de mayor calidad durante las operaciones de aclareo. Dependiendo en parte de la intensidad de plantación, se debe considerar la posibilidad de realizar un aclareo inicial en cuanto las ramas comienzan a entrar en contacto con las de los árboles circundantes, lo cual puede ocurrir cuando la plantación tiene alrededor de cuatro años de edad y la intensidad de la tala puede ser de hasta el 50 por ciento de la masa inicial. A los 10 ó 15 años se puede realizar un aclareo con fines de producción y en torno a los 15-20 años un último aclareo final con los mismos objetivos. Según las necesidades del mercado y otros factores, probablemente la masa final debe ser de 200 a 300 pies por hectárea, es decir, aproximadamente 300 metros cúbicos de madera. De todas formas, las prácticas de manejo pueden variar notablemente, según se cultive la teca en rotaciones cortas o largas.

Una de las principales ventajas de la teca sobre otras especies de frondosas tropicales es la cuantía de información técnica existente sobre la producción y la ordenación, dado que se ha investigado y cultivado en una gran variedad de lugares y estaciones.

Productividad y volúmenes estimados

La productividad de las plantaciones de teca se ha estudiado en una gran diversidad de países mediante parcelas de muestreo permanentes. La primera tabla de rendimiento de la teca la elaboró von Wulfing (1932) para las plantaciones de Java. Laurie y Ram (1939) elaboraron una tabla de rendimiento de las plantaciones de teca distribuidas en la India, Myanmar y Bangladesh. Más recientemente, se han elaborado datos procedentes de parcelas de muestreo permanentes y temporales para las plantaciones de teca establecidas fuera de su área de distribución natural, incluso tablas provisionales de rendimiento para Trinidad y Tabago (Miller, 1969), Côte d'Ivoire (Maître, 1983), Nigeria (Abayomi, 1984) y Sri Lanka (Phillips, 1995).

Una característica importante de todas las tablas de rendimiento de la teca es que se alcanza prontamente el incremento anual medio (IAM), generalmente, entre los 6 y 20 años. Como la teca se planta y maneja para la producción de madera, el tamaño tiene una importancia decisiva para determinar la extracción, más que la edad de la producción del volumen máximo. La edad de rotación de la teca cultivada en plantaciones en su área de distribución natural ha oscilado entre 50 y 90 años, en tanto que fuera de esa área oscila entre 40 y 60 años. En el Cuadro 2 se compara el IAM a los 50 años (considerado como la edad media en el momento de la extracción) y en la edad de máxima producción en volumen, según lo indicado por las diferentes tablas de rendimiento.

Faltan datos sobre el rendimiento efectivo obtenido en el momento de la cosecha en diferentes clases de estación y países. Los datos limitados existentes para Indonesia y la India sugieren que el rendimiento real obtenido en las plantaciones de teca es muy inferior al indicado en el Cuadro 2. En Indonesia, el IAM real en el momento de la extracción, con una rotación variable de entre 40 y 90 años, era de 2,91 m3 por hectárea y año (FAO, 1986), en tanto que en el Cuadro 2 se estima en un promedio de 13,8 m3 por hectárea y año. Perum Perhutani, la empresa de propiedad estatal que gestiona las principales plantaciones de teca en Indonesia, ha confirmado que el rendimiento efectivo de la teca en la corta final es de alrededor de 100 m3 por hectárea a los 70 años, obteniéndose un volumen similar en los aclareos. Por consiguiente, el IAM a la edad de la rotación es de unos 3 m3 por hectárea y año (Perum Perhutani, datos inéditos).

CUADRO 2. IAM máximo a la edad de 50 años para diferentes clases de estaciones (m3/ha/año)

País

Óptima

Media

Deficiente

 

IAM (máx.)

IAM (50)

IAM (máx.)

IAM (50)

IAM (máx.)

IAM (50)

Côte d'Ivoire

17,6

9,5

12,2

7,5

6,8

4,3

India

12,3

10,0

7,9

5,8

2,7

2,0

Indonesia

21,0

17,6

14,4

13,8

9,6

9,6

Myanmar

17,3

12,0

12,5

8,7

5,9

4,3

Nigeriaa

23,8

13,3

18,5

9,0

13,1

6,8

Trinidad y Tabagoa

10,2

6,5

7,5

5,0

5,5

3,9

a Las tablas de rendimiento se han preparado basándose en un número insuficiente de parcelas de muestreo y son provisionales.

Análogamente, en la India, el rendimiento real obtenido en los aclareos y las cortas finales en el bosque de Koni, en el estado de Kerala, fue en promedio de 172 m3 por hectárea con una rotación de 70 años, lo que arroja un IAM de unos 2,5 m3 por hectárea y año (FAO, 1985). La clase de la estación para la teca en el bosque de Koni era de media a óptima, pero se consideró que la escasa densidad de la masa era la principal razón de tan escaso rendimiento. Al realizar el inventario de teca en las plantaciones en Bangladesh se observaron rendimientos similares, pero, en cambio, en los inventarios de Benin y Côte d'Ivoire, el IAM estimado a una edad de rotación de 40-50 años oscilaba entre 8 y 11 m3 por hectárea y año. El rendimiento estimado en Costa Rica con una rotación de 40 años es de 6,9 m3 por hectárea y año (M. Gómez, comunicación personal).

Cabe establecer la conclusión general de que la productividad real de las plantaciones de teca es en muchas ocasiones inferior a la indicada en las tablas de rendimientos, probablemente porque las parcelas de muestreo son objeto de mayor atención que las plantaciones sobre el terreno y, asimismo, por las deficiencias estadísticas de las muestras.

Pandey (1996) ha elaborado un modelo para predecir la productividad potencial de las plantaciones de teca a nivel mundial y regional a partir de factores climáticos. Las variables climáticas explican el 59 por ciento de la varianza del rendimiento potencial de las plantaciones. La humedad relativa y las precipitaciones anuales se identificaron como los factores climáticos más importantes desde el punto de vista del crecimiento de la teca. Por encima de determinados límites, no obstante (el 70 por ciento de humedad y 2 000 mm anuales de precipitación) el aumento de estos valores da lugar a un incremento sucesivamente menor del rendimiento potencial.

LA PRODUCCIÓN DE MADERA EN ROLLO Y EL COMERCIO DE LA TECA

Dado que el establecimiento de plantaciones de teca fuera de su área de distribución natural es un fenómeno relativamente reciente en la mayor parte de los países, actualmente la producción de teca madura se limita en buena medida a los grandes países productores tradicionales, es decir, Myanmar, la India e Indonesia (Cuadro 3). Sri Lanka, Bangladesh, Trinidad y Tabago y algunos otros países producen madera en rollo madura procedente de plantaciones. La producción de madera en rollo inmadura a partir de los aclareos de las plantaciones, principalmente para su utilización como postes y piquetes, es un fenómeno más generalizado.

Myanmar -el único productor asiático que permite la exportación de trozas de teca con pocas limitaciones- domina el comercio de exportación de este producto, mientras que, por su parte, China y Tailandia son los dos mayores impor-tadores. El otro exportador importante de trozas es Côte d'Ivoire, que hasta fecha reciente excluía la teca de la lista de exportaciones prohibidas. Otros exportadores de trozas, incluidos varios países africanos y algunos de América Latina (como Trinidad y Tabago y el Ecuador), exportan volúmenes bastante más reducidos.

Las exportaciones de madera de teca aserrada corresponden principalmente a Myanmar e Indonesia, aunque también Tailandia y Côte d'Ivoire exportan un volumen significativo (Cuadro 3). Hay una serie de países entre los que figuran Ghana, China, la República Unidad de Tanzanía y el Ecuador, que exportan cantidades más reducidas. Toda la producción de teca de la India se elabora dentro del propio país. La India es también un importador neto importante de teca, incluidos envíos de trozas y madera aserrada procedente de África y América Latina.

CUADRO 3. Producción y exportaciones anuales indicativas de madera en rollo y madera aserrada de teca (m3)

País

Producción de madera en rollo

Exportaciones de madera en rollo

Exportaciones de madera aserrada

Myanmar

358 000

179 200

33 100

Indiaa

250 000

0

0

Indonesia

750 000

0

35 000

Tailandia

12 900

00

5 000

Otros paísesb

424 100

134 300

14 800

Total

1 795 000

313 500

87 900

a Esta estimación, la más reciente para la India, se remonta a 1970.

b Estimación aproximada basada en fuentes y métodos de estimación distintos para cada país productor.

Los principales fabricantes de productos de teca son Indonesia, Tailandia, la India y China. La India produce madera aserrada (para la construcción y para usos decorativos) y tableros decorativos casi exclusivamente para su utilización en el mercado nacional. China y Tailandia cuentan con unas industrias de elaboración de teca relativamente importantes, que funcionan con madera en rollo importada, y, por su parte, Indonesia elabora toda la teca que cultiva en plantaciones. Una gran parte de esa producción se exporta a Europa y América del Norte en forma de artículos de consumo acabados, como muebles, o de madera aserrada, destinada especialmente para usos decorativos, para la construcción de embarcaciones y para aplicaciones exteriores como el revestimiento de cubiertas en los barcos. En general, el volumen de las importaciones nacionales (y a menudo de las exportaciones) de productos de teca está mal documentado o resulta imposible de conocer.

Los aclareos de plantaciones de teca inmadura comprenden una proporción importante de la producción de «otros países» que se indica en el Cuadro 3. Dada la larga duración de la teca, una gran parte de esta producción se utiliza para fabricar postes y piquetes, aunque también una parte se destina a usos finales de mayor valor. Por ejemplo, Zamora (1998) afirma que diferentes empresas de Costa Rica producen componentes de muebles y pequeñas tablas para revestimiento del suelo con la madera procedente de los aclareos de teca de seis a siete años de edad.

POLÍTICAS Y LEGISLACIÓN QUE AFECTAN A LA ORDENACIÓN, PRODUCCIÓN Y COMERCIO DE LA TECA

Bosques naturales

Las políticas y la legislación prohíben o restringen estrictamente la explotación de bosques naturales en todos los países comprendidos en el área de distribución de la teca, con la excepción de Myanmar. En este país, el aprovechamiento se lleva a cabo con arreglo al sistema de entresaca de Myanmar: el Departamento Forestal selecciona árboles maduros para su extracción por una única empresa, una sociedad estatal denominada Myanmar Timber Enterprises. Dada la gran experiencia de Myanmar en la extracción mediante este sistema, en general, el manejo de la teca en este país está bien considerado por lo que respecta a la sostenibilidad ambiental (Wint, 1998).

En Tailandia, desde 1989 está prohibida totalmente la explotación industrial de los bosques naturales, aunque al parecer la teca se sigue extrayendo de forma ilegal en algunas zonas, particularmente en el territorio fronterizo con Myanmar (por ejemplo, en el parque nacional de Salween) (Bangkok Post, 1998). Uno de los efectos de la prohibición es el aumento de los niveles de extracción en el vecino país de Myanmar (así como en Camboya y en la República Democrática Popular Lao). Mientras que las exportaciones anuales de trozas en Myanmar fueron de 400 000 m3 en promedio durante el período comprendido entre 1985 y 1989, entre 1990 y 1994 aumentaron a 1 225 000 m3 (FAO, 1999b).

En la India, la corta a hecho de la teca está prohibida en la mayor parte de las provincias productoras desde 1986. En 1997, una ordenanza del Tribunal Supremo estableció mayores restricciones a la tala de cualquier tipo de árbol en los bosques naturales. El aprovechamiento de estos bosques sólo se puede realizar de conformidad con los planes de trabajo de los gobiernos estatales. Ello ha provocado un aumento espectacular de las importaciones de teca en la India. En este país, la ausencia de datos recientes sobre la producción de teca hace imposible cuantificar los efectos sobre el mercado.

En la República Democrática Popular Lao, la extracción de teca está prohibida desde 1989. Gran parte de la producción actual consiste en la recuperación de trozas maduras de extracciones anteriores y de zonas en las que se practica el cultivo itinerante, que se estima en unos 500 m3 anuales. En principio, el país prohíbe las exportaciones de trozas, aunque se sigue exportando un volumen significativo de madera en rollo recurriendo a subterfugios técnicos (Gyi y Tint, 1998). Las restricciones o impuestos a la exportación de trozas existentes en otros países productores, particularmente Indonesia, pero también Filipinas, Viet Nam, Malasia peninsular y Ghana, también influyen en el comercio mundial de teca.

Myanmar es el mayor exportador de madera aserrada de teca; en la fotografía, elaboración de una troza de teca en un aserradero de Myanmar Timber Enterprise

- OFICINA REGIONAL DE LA FAO PARA ASIA Y EL PACÍFICO/M. KASHIO

Establecimiento de plantaciones

La intervención del Estado en el establecimiento de plantaciones adopta dos formas distintas: mediante programas oficiales de plantación y a través del pago de incentivos para el establecimiento de plantaciones. La inmensa mayoría de las plantaciones de teca existentes en el mundo se han establecido en el marco de los programas oficiales de plantación. El Gobierno ha desempeñado una función esencial en el establecimiento de plantaciones en la India, Indonesia, Myanmar y Tailandia, países en los que se encuentra el 87 por ciento de las plantaciones de teca existentes en el mundo. Sin embargo, todo indica que en el futuro el sector privado desempeñará en esos países un papel mucho más activo en el establecimiento de plantaciones. Por ejemplo, en la actualidad, el Gobierno de Tailandia ofrece subvenciones de hasta 780 dólares EE.UU. por hectárea para la plantación de árboles. Esto refleja un cambio en la política gubernamental, que ha sustituido la intervención directa por la intervención indirecta.

En varios países de América Central y de África también se otorgan incentivos para promover la plantación de teca. Las políticas que se aplican en América Central, en particular en Costa Rica y Panamá, despiertan hoy en día una gran atención. El sistema de incentivos de Costa Rica comprende un pago directo a los propietarios de las plantaciones por el suministro de servicios ambientales, financiados por un impuesto selectivo sobre el consumo de combustibles hidrocarbonados. Incluye, además, la exención de diferentes impuestos y el acceso al crédito y el pago de una subvención en los cinco primeros años de existencia de la plantación. En Panamá, las inversiones en el sector forestal (incluidos los costos de la tierra) son totalmente deducibles a efectos del impuesto sobre la renta. Esta política ha provocado una gran especulación que se ha traducido en una espiral al alza del precio de la tierra. También está libre del pago de derechos de importación el equipo y la maquinaria utilizados en las actividades de plantación.

En África, se lleva a cabo todavía una intensa actividad de plantación por parte de los organismos oficiales o en el marco de proyectos de forestación o repoblación forestal que cuentan con asistencia exterior. No obstante, el sector privado cumple una función cada vez más activa en el establecimiento de plantaciones, en muchos casos con incentivos otorgados por la administración. Cabe citar a título de ejemplo en Ghana la elaboración de varios programas de contratación de productores externos financiados por el sector privado para establecer un fondo de fomento de las plantaciones forestales, que se iniciaría imponiendo un derecho de exportación sobre la madera secada al aire (Odoom, 1998).

Una masa natural de teca manejada con arreglo al sistema de entresaca de Myanmar

- OFICINA REGIONAL DE LA FAO PARA ASIA Y EL PACÍFICO/M. KASHIO

Políticas comerciales y medidas conexas

Las medidas relacionadas con el comercio que pueden influir en el cultivo y en los mercados de la teca son la aplicación de aranceles nacionales a la importación de productos de teca, las medidas no arancelarias, como los requisitos de certificación, y los boicoteos impuestos por los minoristas y los grupos de consumidores.

La Ronda Uruguay concluida en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) formalizó una tendencia general hacia la liberalización del comercio de productos forestales, que también se aplica al comercio de la teca. En general, las restricciones más significativas que pesan sobre el comercio de productos primarios de la teca son las que aplican los países exportadores potenciales, particularmente la prohibición de exportación de trozas y los impuestos de exportación sobre la madera aserrada. De todas formas, todavía se aplican aranceles de importación elevados, habitualmente del 10 al 15 por ciento, a algunos productos elaborados, como los muebles y los productos de ebanistería, en mercados importantes de países desarrollados. Los aranceles pueden elevar extraordinariamente los precios de los productos de teca. Probablemente, el factor que más ha influido recientemente en el comercio mundial de la teca fue la supresión en 1992 del requisito de las licencias de importación de trozas en la India. A partir de entonces, la India puede importar grandes volúmenes de trozas de teca, especialmente de África, para compensar el déficit nacional originado por las restricciones impuestas en el país a la explotación de la teca.

CUESTIONES AMBIENTALES

La tala indiscriminada e incontrolada ha sido la causa principal de la desaparición o degradación de la mayor parte de los bosques naturales de teca de Tailandia, la República Democrática Popular Lao y la India. En cuanto a Myanmar, la aplicación del sistema de entresaca, o de otras variantes del mismo, debería seguir contribuyendo a evitar la controversia. De todas formas, en los Estados Unidos se ha producido recientemente una campaña dirigida por los consumidores contra la adquisición de teca procedente de Myanmar.

La proporción creciente de madera de teca procedente de plantaciones forestales puede evitar algunos conflictos ambientales, pero en algunas ocasiones puede provocar otros. La teca es una especie colonizadora y como tal es vulnerable a la competencia de otras especies vegetales. La limpieza del sotobosque y de los restos de corta favorece el crecimiento de la teca a corto plazo, pero casi inevitablemente a costa de producir la degradación de la estación a largo plazo. Las prácticas que exponen el suelo a los elementos, como el rastrillado de la hojarasca y una quema excesiva, pueden exacerbar los problemas de erosión y lixiviación en las plantaciones de teca, en las que el espaciamiento entre los árboles suele ser grande y el goteo de las hojas suele ser abundante. La mayoría de las críticas que se dirigen a las plantaciones de teca por motivos ambientales tienen su origen en esas prácticas de manejo inadecuadas, más que en las características estructurales de las plantaciones. En algunos países, el abandono de esas prácticas ha contribuido a conservar la fertilidad del suelo.

Aunque no se dirigían a ellas especí-ficamente, las plantaciones de teca también han sido objeto de las campañas generales contra las plantaciones, que se basan en la premisa de que las plantaciones -especialmente las de una sola especie (monocultivos forestales)- tienden a tener niveles más bajos de biodiversidad que los bosques naturales y pueden ser también más susceptibles a sufrir daños catastróficos, particularmente por efectos de las plagas y enfermedades, pero también del viento, las tormentas y los incendios. En algunos países, se están estableciendo plantaciones mezcladas para conseguir una mayor cubierta de suelo y para dotarle de mayor estabilidad, aumentar la biodiversidad y reducir los riesgos comerciales.

La certificación de productos forestales puede afectar a los productos de teca. Para las empresas y países que suministran a los mercados de Europa y América del Norte, donde existe un gran interés por los productos forestales certificados, la certificación de la teca puede ser una opción adecuada para aumentar la presencia en el mercado. El hecho de que la teca se venda en mercados especializados de gran valor aumenta el atractivo y la viabilidad de esta opción. Hasta la fecha, la superficie de bosques con una certificación reconocida internacionalmente parece ser bastante reducida, como lo indica el hecho de que las plantaciones forestales en general sólo han sido certificadas, con arreglo a las normas establecidas por el Consejo de Administración Forestal, en cuatro de los 35 países en los que se cultiva actualmente la teca: Costa Rica, Indonesia, Panamá y Sri Lanka.

CONCLUSIONES

Con la disminución del suministro sostenible de teca procedente de bosques naturales (limitado casi exclusivamente a Myanmar en el momento presente) y el incremento constante de la demanda, la tendencia general en el futuro consistirá en un incremento de la producción y utilización de teca procedente de plantaciones. Esto sugiere la necesidad de adquirir un mayor conocimiento sobre diversos aspectos del establecimiento de las plantaciones, así como sobre la silvicultura, manejo, utilización y aspectos ecológicos tanto de las plantaciones como de las masas naturales. En particular, es necesario investigar más a fondo las posibles diferencias en las propiedades de la madera entre la teca de plantaciones con un turno corto y la procedente de bosques naturales y de otras masas con una rotación larga. Esta investigación debe abarcar los efectos de la fuente de semillas (origen y procedencia) y de la estación en las tasas de crecimiento y la calidad de la madera. También hay que investigar las repercusiones de la poda sobre el crecimiento y la calidad de la madera, los efectos que pueden tener sobre la estación el cultivo de teca en plantaciones mezcladas (pudiéndose reevaluar a estos efectos los experimentos realizados en el pasado) y el impacto ambiental y la sostenibilidad de la productividad de las plantaciones de turno corto, incluso las diferencias en rendimiento o propiedades de la madera de la segunda y subsiguientes rotaciones.

Varios países están interesados en aumentar el rendimiento económico de las plantaciones de teca mediante el aprovechamiento de los aclareos y la madera en rollo de tamaño reducido. A estos efectos se están realizando estudios sobre técnicas de conversión de este tipo de madera en rollo, técnicas para reconstituir la madera aserrada de pequeñas dimensiones como un material de mayor tamaño y sobre las oportunidades comerciales existentes para la madera de pequeñas dimensiones o para los componentes.

La importancia creciente de las plantaciones en la producción de teca parece indicar perspectivas diferentes para otras especies valiosas de frondosas en lo que respecta al futuro comercial de la producción de madera. Las especies que se adaptan fácilmente al cultivo en plantaciones, como la caoba, deberían seguir siendo una fuente importante de madera de gran calidad, y las que presentan un menor vigor ecológico o no dan buenos resultados cuando se las somete a un régimen de explotación intensiva es probable que resulten marginadas como especies productoras de madera comercial. Así, a largo plazo, probablemente un número reducido de especies tropicales de frondosas, como la teca y la caoba, ocuparán nichos en el extremo superior de los mercados de maderas macizas, y se reducirá significativamente el número de especies competidoras. 

Bibliografía


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