APÉNDICE II: Iniciativas regionales en materia de seguridad alimentaria

 

1. Debido a que las catástrofes naturales afectan con frecuencia a múltiples países de la región, la cooperación regional en la preparación y la coordinación del socorro puede contribuir a evitar problemas de seguridad alimentaria y facilitar la distribución de la asistencia a la población con inseguridad alimentaria. Recientemente se han elaborado varios acuerdos regionales para hacer frente a los fenómenos naturales y a sus posibles efectos negativos en la seguridad alimentaria. La comunidad Centroamericana tal vez sea la más organizada, pero también se realizan importantes esfuerzos en los países andinos (particularmente el Ecuador y el Perú) para supervisar el fenómeno de El Niño, y entre la Argentina, Bolivia y Paraguay para hacer frente a los problemas de la desertización y la sequía en el Gran Chaco americano. La subregión de América Central se ha organizado para afrontar el fenómeno de El Niño mediante la creación del "Plan de Acción para atenuar los efectos de El Niño y hacerles frente en América Central"1.

2. Como ulterior expresión de los esfuerzos subregionales de América Central para atenuar los efectos de las catástrofes naturales, los Presidentes de los países centroamericanos, en su reunión ordinaria celebrada en Ciudad de Guatemala los días 15-19 de octubre de 1999, declararon los próximos cinco como "Quinquenio centroamericano para la reducción de vulnerabilidades y el impacto de los desastres". En la misma reunión, los gobiernos centroamericanos decidieron adoptar el "Marco estratégico para la reducción de vulnerabilidades y desastres en Centroamérica". Este marco será un componente integrante del proceso de transformación y desarrollo sostenible de la región para el próximo milenio e incluirá políticas preventivas y de atenuación de los daños, así como políticas y medidas para la actuación de las situaciones de urgencia.

3. En la CMA, los gobiernos se comprometieron a elaborar un sistema nacional de información y cartografía sobre la inseguridad alimentaria y la vulnerabilidad. Para que dicho sistema sea eficaz y útil, permitiendo comparaciones entre los países, y proporcione una red de intercambio de información, es necesario que los gobiernos coordinen estas actividades y se pongan de acuerdo sobre un conjunto común de procedimientos. Con objeto de ayudar a los gobiernos en esta tarea, un Grupo de trabajo interinstitucional (GTI), con su secretaría en la FAO, ha puesto en marcha la iniciativa del Sistema de información y cartografía sobre la seguridad alimentaria y la vulnerabilidad (SICIAV), a fin de reunir, analizar y compartir conocimientos que puedan orientar las políticas encaminadas a aumentar el acceso de todos a los alimentos. El SICIAV puede contribuir mucho a mejorar la supervisión de la seguridad alimentaria en la región. Entre las principales esferas de actividad presentes del SICIAV están las siguientes:

4. Además del apoyo prestado por las oficinas regionales, subregionales y en los países de la FAO, otros organismos de las Naciones Unidas y socios del GTI también han prestado apoyo al programa del SICIAV: se han designado centros de coordinación en 63 países y todos los países en desarrollo han recibido un cuestionario relativo a la situación de los sistemas nacionales de información sobre la alimentación. En 14 países, los grupos temáticos del CAC sobre desarrollo rural y seguridad alimentaria han convertido el SICIAV en una de sus principales actividades. El SICIAV ha recibido un firme apoyo del PNUD, que lo ha considerado una contribución importante a la planificación común de las Naciones Unidas por países. Además, los proyectos de fondos fiduciarios del SICIAV han ascendido a unos 3 millones de dólares EE.UU., mientras que hay socios internacionales y bilaterales que están examinando propuestas por unos 7 millones de dólares. Hasta el momento, en la región se han preparado perfiles nutricionales para varios países que contribuyen al objetivo global del SICIAV.

5. Debido a que los países de ALC comparten numerosas características, los programas y políticas de seguridad alimentaria de un país pueden proporcionar enseñanzas útiles para otros. Además, los problemas de seguridad alimentaria pueden ser análogos en toda la región. La búsqueda de soluciones para la inseguridad alimentaria y la vulnerabilidad se facilitará con la transmisión de información a través de la región. Recientemente se han puesto en marcha o se están preparando varias iniciativas relativas a la recopilación e intercambio de información entre los países de la región, que podrían tener repercusiones importantes para la seguridad alimentaria. Muchas de estas iniciativas regionales han estado patrocinadas por organizaciones internacionales. Entre otras, merecen especial mención las siguientes:

6. Además de las iniciativas antes mencionadas, la Junta Interamericana de Agricultura, en su 10ª reunión ordinaria celebrada en Salvador, Brasil, del 16 al 29 de octubre de 1999, decidió encargar al IICA, solicitando el apoyo del BID, el FIDA, la CEPAL, el GTZ y la FAO, la preparación, en consulta con los gobiernos, de una propuesta de un programa interamericano para financiar la economía rural y combatir la pobreza rural2. Dichas iniciativas permiten a los países aprender de los vecinos y compartir sus experiencias.


1 Este plan forma parte del Plan regional para la reducción de las catástrofes. Los órganos encargados de la coordinación general del plan son el SG-SICA y el CPREDENAC (Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central). A nivel regional, el plan forma parte de las políticas regionales establecidas en la Alianza para el desarrollo sostenible (ALIDES), el Plan regional para la reducción de los desastres (PRRD), el Tratado marco de seguridad ciudadana (TMSC) y el Plan de acción centroamericano para el manejo integral de los recursos hídricos (PACADIRH).

2 La finalidad del programa sería establecer sectores prioritarios de gastos e inversiones y un plan de acción con una actuación conjunta entre los organismos de cooperación para llevar a cabo el programa.

 


APÉNDICE III: Programa Especial de la FAO para la Seguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe

Antecedentes, objetivos y caracterIsticas principales

1. El Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) se inició después de que el Consejo de la FAO lo aprobara por unanimidad en 1994. Fue ratificado además por la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) en noviembre de 1996, cuando los Jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron a dar prioridad a la seguridad alimentaria en sus iniciativas nacionales de desarrollo (países beneficiarios) o en sus políticas de apoyo al desarrollo (países donantes). La Cumbre aprobó además los siete compromisos básicos que tienen por objeto reducir a la mitad el número de personas desnutridas en el mundo para el año 2015. Los objetivos principales del PESA son ayudar a los PBIDA a aumentar rápidamente la producción de alimentos y la productividad de manera sostenible, reducir la variabilidad interanual de la producción y mejorar el acceso a los alimentos, como contribución a la equidad y a la mitigación de la pobreza. Por consiguiente, se prevé que el Programa contribuirá considerablemente al cumplimiento de los compromisos básicos del Plan de Acción de la CMA, y en particular de los tres siguientes:

2. Las características fundamentales del PESA son el control nacional, la colaboración con los asociados en el desarrollo, incluidos los países donantes y las instituciones financieras multilaterales, la participación de los agricultores y de otros interesados, la insistencia en la modernización técnica, la prioridad que se concede a los pequeños agricultores, la sensibilidad a las cuestiones relacionadas con la paridad entre el hombre y la mujer y un enfoque integrado, multidisciplinario y gradual.

3. Los gobiernos y las comunidades rurales aplican el Programa en dos fases. Las demostraciones sobre el terreno de la Fase I entrañan la movilización y capacitación de personal local y de agricultores y el suministro de semillas, herramientas y equipo. Los cuatro componentes complementarios y relacionados entre sí de esta fase son los siguientes: regulación del agua, con inclusión del riego y drenaje en pequeña escala, recogida de aguas y gestión del agua en las explotaciones agrícolas; intensificación de los sistemas sostenibles de producción vegetal; diversificación para incluir la acuicultura, la pesca artesanal y la cría de pequeños animales; y análisis de las limitaciones socioeconómicas. Los resultados obtenidos cada temporada en los lugares de demostración se cuantifican y analizan con el fin de reorientar las operaciones y disponer de una base analítica firme para repetirlas en otros lugares.

4. En la Fase II, las actividades macroeconómicas del PESA entrañan un plan de acción preparado a nivel nacional en el que se abordan en gran escala las oportunidades y limitaciones identificadas en la fase precedente. El plan se compone de políticas nacionales alimentarias y agrícolas cuya finalidad es suprimir las limitaciones macroeconómicas y sectoriales y crear un entorno favorable a la producción, elaboración y comercialización agrícolas y al acceso a los alimentos; un programa de inversiones agrícolas para mejorar la infraestructura física y aumentar la financiación privada y pública de las actividades y servicios agrícolas; y estudios de viabilidad de proyectos financiables y listos para su aplicación.

Gráfico I

RESUMEN DEL ENFOQUE Y LA ESTRUCTURA DEL PESA

OBJETIVOS PRINCIPALES
  • Aumento sostenible de la producción alimentaria y de la productividad
  • Reducción de la variabilidad interanual de la producción
  • Mejora del acceso a los alimentos para asegurar la equidad y la mitigación de la pobreza

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ESTRATEGIA/PRINCIPIOS
  • Control nacional
  • Colaboración
  • Participación
  • Insistencia en la modernización técnica
  • Orientación a los pequeños agricultores y las cuestiones relativas a la paridad entre el hombre y la mujer
  • Multidisciplinariedad
  • Enfoque integrado/gradual

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COMPONENTES
FASE I
  • Regulación del agua
  • Intensificación
  • Diversificación
  • Análisis/su-presión de limitaciones
FASE II
  • Políticas de seguridad alimentaria y sectoriales
  • Programa de inversiones agrícolas
  • Estudios de viabilidad de proyectos financiables

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ORGANIZACIÓN/RECURSOS
  • Marco institucional en los países participantes
  • Estructuras administrativas de la FAO
  • Financiación
  • Cooperación Sur-Sur

5. Para facilitar la correcta aplicación de los objetivos y la estrategia, el Programa ayuda a los países a establecer un marco institucional a diversos niveles, a movilizar recursos financieros nacionales e internacionales y a elaborar un plan innovador de Cooperación Sur-Sur.

Logros principales

6. Más de 75 países en desarrollo se han acogida al PESA. Las enseñanzas adquiridas y los resultados obtenidos en unos 20 países durante los tres primeros años han contribuido en el bienio actual a la ampliación de los programas en curso en los países y a una rápida incorporación de nuevos países. En diciembre de 1999, el Programa estaba en marcha en 54 países, de ellos 32 en África, 12 en Asia, 2 en Europa oriental, 7 en América Latina y 1 en Oceanía (Anexo 1). En los párrafos siguientes se resumen los principales resultados de los cuatros componentes de la Fase I, con especial atención a la región de América Latina y el Caribe.

Regulación del agua

7. En muchas zonas agroecológicas de países en desarrollo, las prácticas de regulación del agua son fundamentales para aumentar la producción alimentaria y evitar fluctuaciones interanuales acusadas. Estas prácticas incluyen la ordenación del agua y el riego, haciendo hincapié en una amplia variedad de infraestructuras y técnicas de bajo costo especialmente adaptadas a los pequeños agricultores. Las actividades de la Fase I en algunos países, como por ejemplo Haití, se centraron exclusivamente en la agricultura de regadío, mientras que en otros países, como Bolivia, las actividades iniciales comenzaron con cultivos de secano, incorporándose posteriormente la regulación del agua. Sin embargo, en casi todos los países las demostraciones han incluido ambos tipos de agricultura.

8. Las actividades relacionadas con la ordenación del agua en Haití en 1998/99 se ejecutaron principalmente gracias a la mano de obra proporcionada por asociaciones de agricultores locales, cuyos miembros dedicaron cada semana una jornada de trabajo gratuita a la rehabilitación de dos sistemas de riego. Hasta la fecha, se han obtenido los resultados siguientes en las dos zonas seleccionadas: en el sistema de riego de Dubreuil, 226 agricultores rehabilitaron 4 000 metros del canal principal y 3 500 metros de canales secundarios; trabajaron también para mejorar 1 000 metros del camino que bordea el canal principal; en Laverdure 78 agricultores rehabilitaron 2 000 metros del canal principal y 2 500 metros de canales secundarios. Desde agosto de 1998, está en funcionamiento un programa de crédito agrícola para agricultores, apoyado por el Ministerio de Agricultura, que ha sido establecido por la asociación de usuarios del agua en Laverdure y se está estableciendo también en Dubreuil. Hasta la fecha 523 agricultores se han beneficiado del Programa. También se están creando dos empresas para proporcionar insumos agrícolas a los agricultores.

Intensificación de los cultivos

9. La intensificación agrícola potencia tanto prácticas aisladas (preparación del suelo, variedades, fertilización, etc.) como conjuntos de medidas tecnológicas de producción y elaboración. La experiencia del PESA enseña que las prácticas aisladas tienden a predominar en las zonas de secano, mientras que los conjuntos de medidas tecnológicas son más comunes en las zonas de regadío. La intensificación de los cultivos se centró inicialmente en unos pocos productos (arroz, maíz), pero en las últimas campañas se incorporaron el sorgo, el trigo, el mijo, la yuca, los ñames y la horticultura. Los datos de seguimiento indican que los sistemas de cultivos y tecnologías mejorados que promueve el Programa alcanzan tasas elevadas de adopción y rendimientos e ingresos considerablemente más altos.

Diversificación para incluir la cría de pequeños animales y la pesca

10. El componente relativo a la diversificación, especialmente orientado a la agricultura que practican las mujeres y los pequeños agricultores, está generando nuevos conocimientos especializados sobre producción de pequeños animales, apicultura, piscicultura y pesca artesanal. La incorporación de este componente en el PESA se ha reforzado desde 1999, por lo que no ha alcanzado todavía su punto máximo. Sin embargo, la diversificación se ajusta por lo general bien a la agricultura en pequeña escala y las actividades se están desarrollando satisfactoriamente en muchos países.

Análisis de las limitaciones

11. El análisis y la supresión de las limitaciones con que tropiezan los agricultores son fundamentales para facilitar el desarrollo participativo de sistemas de cultivo concretos. Asimismo, aunque casi todos los países africanos han aplicado reformas estructurales para crear un entorno institucional y normativo propicio al desarrollo agrícola, la aplicación generalizada de innovaciones de las que se han realizado demostraciones satisfactorias en una escala limitada suele exigir la solución de las limitaciones de diversos tipos en las fases iniciales y finales del proceso de producción. El PESA realizó un análisis especial de las limitaciones para la preparación de los primeros documentos de programas nacionales.

12. Sin embargo, desde 1997 la identificación participativa y multidisciplinaria de las limitaciones, así como los medios para suprimirlas, constituyen actividades oficiales de la formulación y aplicación de todos los programas en los países. Se han realizado progresos importantes, especialmente entre los agricultores y los hogares. Será necesario seguir reforzando las actividades relacionadas con el análisis de las limitaciones a nivel sectorial y macroeconómico y comprender mejor su función decisiva como condición previa para comenzar la Fase II del PESA. Muchos países están aprovechando la extensión actual de la Fase I a nuevos sitios para ampliar la labor de análisis de las limitaciones.

Otros resultados

13. Aunque no constituyen componentes independientes del Programa, la Fase I está teniendo efectos positivos sobre la capacitación y el fortalecimiento institucional a diversos niveles. Un número considerable de agricultores (con predominio de mujeres y pequeños agricultores) y personal de instituciones públicas y ONG están recibiendo capacitación mediante demostraciones tecnológicas, talleres y otros medios de difusión. El Programa está impulsando también el diálogo constructivo y la colaboración entre agricultores, asociaciones de agricultores, ONG y el sector público, con lo que se ha invertido la tendencia anterior al aislamiento o el enfrentamiento. Se están estableciendo gradualmente comités directivos nacionales, regionales y locales con capacidad para administrar programas de seguridad alimentaria.

14. En el cuadro adjunto se resumen las actividades principales y los resultados conseguidos en unos cuantos países.

Algunos logros del PESA en América Latina y el Caribe

El PESA comenzó en octubre de 1995 en cuatro zonas: los valles centrales del Departamento de Tarija, los altos valles del Departamento de Cochabamba y la zona integrada, así como los valles de Vallegrande, ambos en el Departamento de Santa Cruz. En las cuatro zonas, la aplicación del PESA estuvo relacionada sobre todo con el componente de intensificación. En 1997, se iniciaron las actividades preliminares de los componentes de análisis de las limitaciones, regulación del agua y diversificación, basado este último en el mejoramiento genético de pequeños animales, (cuyes y gallinas) en el Departamento de Cochabamba. En 1999 el Programa Ordinario de la FAO financió el componente de diversificación y algunas actividades secundarias para completar los componentes de intensificación. Se está ultimando un PCT sobre regulación del agua. Las actividades experimentales que ha realizado el PESA en relación con el componente de intensificación han dado resultados satisfactorios. Durante la campaña agrícola de 1997-98 se plantaron en total 101 parcelas de demostración, siendo los cultivos principales el maíz, papas, guisantes, frijoles rojos, frijoles y arroz; en el programa participaron un total de 2082 pequeños y medianos agricultores, de los cuales 554 (27%) fueron beneficiaron directos y 1 528 (73%) beneficiarios indirectos.

Las actividades iniciales sobre el terreno comenzaron en noviembre de 1997. La seguridad alimentaria es una prioridad importante para el Gobierno del Ecuador y se ha establecido un Comité de Seguridad Alimentaria de composición amplia para coordinar la ejecución de las actividades relacionadas con la seguridad alimentaria en el país. El PESA está apoyando la creación de una red operativa para la seguridad alimentaria en la que participan los sectores público y privado, organismos multilaterales y donantes bilaterales.

Las actividades del PESA se centran principalmente en la ordenación mejorada del agua en las infraestructuras de riego existentes y en la introducción de prácticas agrícolas mejoradas e integradas para aumentar los ingresos de los pequeños agricultores y su acceso a los alimentos. Se han seleccionado dos lugares piloto, uno en las tierras altas (Ambuquí) y otro en la costa (Portoviejo). Además, la FAO ha aprobado recientemente un proyecto del PCT sobre regulación del agua que se ejecutará en la zona de Portoviejo, por un importe total de 340 000 dólares EE.UU., mientras que las actividades de Ambuquí reciben apoyo de un proyecto financiado por el Fondo Ecuatoriano-Canadiense de Desarrollo (FECD) por un importe de unos 335 000 dólares EE.UU. Este último proyecto se declaró operativo en julio de 1999.

Dos pequeños proyectos sobre diversificación han sido financiados por TeleFood y otros dos por el Comité del 1% de la FAO y el Comité Olímpico.

La Fase I fue declarada operativa en enero de 1996, pero las actividades principales sobre el terreno correspondientes a los componentes de intensificación, regulación del agua y análisis de las limitaciones comenzaron en junio de 1997. Se iniciaron demostraciones para el componente de intensificación de la producción en dos zonas: Laverdure y Dubreuil. Los cultivos principales son el arroz, el maíz y los frijoles, pero también se han incluido otros cultivos alimentarios utilizados actualmente en los sistemas de producción. Desde la fase inicial, la atención se ha centrado en la información sobre nuevas técnicas, la organización de grupos de agricultores y la capacitación de éstos. En 1998, unos 2 500 agricultores (entre ellos 350 mujeres) participaron en las actividades de demostración y en las labores para la rehabilitación de pequeñas zonas de riego.

Hasta ahora, el programa se ha financiado con fondos facilitados por el Programa Ordinario de la FAO. En enero de 1999 se agregó al PESA un proyecto adicional, financiado por la cooperación francesa, por un total de 500 000 dólares EE.UU. El proyecto incluye dos componentes muy importantes: capacitación y apoyo a los agricultores.

En 1997 los respectivos equipos nacionales prepararon el documento del programa nacional y el plan nacional de operaciones del PESA. Las actividades iniciales se financiaron con fondos del Programa Ordinario de la FAO. En 1998, el Gobierno de España acordó financiar el PESA en los tres países. La FAO ha finalizado tres proyectos del PESA con cargo a fondos fiduciarios (incluidos los cuatro componentes del PESA), de 18 meses de duración, por unos 550 000 dólares EE.UU., que se declararon operativos a mediados de 1999. Basándose en la evaluación de los resultados de la primera fase, se prevé un incremento de la posible financiación de España hasta un millón de dólares EE.UU. para cada país en la fase siguiente.

Se ha nombrado a tres profesionales asociados españoles para que sigan las actividades de los proyectos en cada país y a un experto superior internacional que se instalará en Honduras para coordinar las actividades del PESA en los tres países.

En diciembre de 1999 se celebró en Honduras un taller sobre los principios y el enfoque del PESA, con la participación de los tres equipos nacionales y la colaboración de otros proyectos en curso de la FAO. El taller estuvo especialmente orientado a una mejor comprensión del enfoque participativo y del componente de análisis de las limitaciones.

Cooperación Sur-Sur (CSS): enfoque y resultados iniciales

15. La cooperación Sur-Sur fue una iniciativa que puso en marcha el Director General en 1996 en el marco del PESA con el objetivo de que los países destinatarios pudieran beneficiarse de los conocimientos técnicos acumulados por países en desarrollo más avanzados. Su finalidad es dar un nuevo impulso a la cooperación entre países en desarrollo, que en el pasado había tenido sólo un éxito parcial debido entre otras cosas a la falta de las divisas necesarias para pagar el transporte y los subsidios internacionales, preparar estudios de viabilidad y sufragar los gastos operacionales y otros costos de ejecución. La CSS cubre esas lagunas mediante una combinación de apoyo de la FAO, bilateral y multilateral a los países que participan en el PESA. La CSS complementa los acuerdos de CTPD que son por naturaleza de duración más breve.

16. La CSS consiste en una combinación de unos pocos funcionarios superiores y un número considerable de técnicos con gran experiencia práctica sobre el terreno en materia de agricultura, que durante un período de dos a tres años trabajarán directamente con agricultores de las comunidades rurales participantes en el Programa Especial. No sólo se prevé que los equipos introducirán medios mejorados para conseguir un desarrollo agrícola sostenible y repetible, sino que además, gracias a su empeño y su ejemplo, servirán como estímulo importante para introducir cambios en las estructuras agrícolas a las que son destinados. El número de expertos y técnicos necesarios se determina según las circunstancias de cada caso, pero es necesario conseguir una masa crítica y abarcar sitios que representen todas las zonas agroecológicas del país. Los expertos y técnicos se enviarán de manera gradual y se espera que contribuirán de manera decisiva a la ejecución y ampliación de la Fase I por los equipos nacionales.

17. Más de 37 países en desarrollo han expresado ya su interés en proporcionar apoyo y están ya en marcha actividades de CSS en 12 países. Viet Nam colabora con el Senegal desde finales de 1996 y en la actualidad tiene 100 expertos y técnicos trabajando sobre el terreno. Marruecos ha enviado en una fase inicial 45 expertos y técnicos para que colaboren en la extensión del Programa de Burkina Faso a 18 nuevos lugares para el año 2000. Asimismo, un primer grupo de 20 expertos de China y 10 de Bangladesh están en colaborando con el PESA en Mauritania y Gambia respectivamente. En Benin, hay ya 19 expertos vietnamitas in situ. Dentro del marco del PESA, Turquía proporcionará asistencia técnica a Kirguistán, Azerbaiyán y Turkmenistán en virtud de la Cooperación Sur-Sur. Egipto prestará ayuda a Djibouti, Bosnia y Herzegovina, Malawi, Tanzanía y Yemen en concepto de Cooperación Sur-Sur.

En lo que respecta a los países de América Latina, el Gobierno de Cuba ha informado a la FAO de su interés en participar en la Cooperación Sur-Sur con Belize, la República Dominicana, Guinea Ecuatorial, Cabo Verde, Guyana, Haití y Santo Tomé y Príncipe dentro del marco del PESA. Tras haber expresado Cabo Verde, Guinea Ecuatorial y Santo Tomé y Príncipe su conformidad en recibir la Cooperación Sur-Sur de Cuba, en abril-mayo de 1999 tres misiones conjuntas FAO-Cuba visitaron los tres países para formular proyectos de CSS. Se han enviado los informes de las tres misiones y los proyectos de acuerdos tripartitos a los países cooperantes y beneficiarios para que hagan observaciones y los aprueben. Cuba proporcionará también en breve CSS a Haití.

Organización y recursos de la Fase I

Marco institucional y administración

18. El PESA es un programa complejo y descentralizado que requiere unas estructuras institucionales bien establecidas tanto en los países participantes como en la FAO. Se ha prestado asistencia a los países participantes para crear mecanismos que faciliten la ejecución del PESA y su plena integración con el sistema y los programas generales de las instituciones rurales internas, así como con otros programas específicos para la seguridad alimentaria. La estructura recomendada consiste principalmente en un Comité Interministerial de Políticas (Comité Directivo Nacional), presidido preferiblemente por el Primer Ministro, para proporcionar directrices en materia de políticas y retroinformación; un Comité Técnico Interministerial encargado de la dirección técnica del PESA y de su coordinación con otros programas y el sector privado; un Comité Interdepartamental Regional, encabezado por el Jefe de la Región o Provincia, en el que participen representantes de las instituciones locales para asegurar la sinergia con otros programas de la región; y Comités locales, a nivel de distrito o de comunidad, para garantizar una formulación y ejecución participativas por todas las partes interesadas en el plano local (sectores público y privado, ONG, etc).

19. Este mecanismo institucional se ha establecido en casi todos los países donde se está aplicando el PESA al menos desde finales de 1997. Sin embargo, en algunos de ellos todavía no se ha establecido plenamente la estructura institucional.

20. Por su parte, la estructura administrativa de la FAO, consistente en un Comité Conjunto del PESA presidido por el Director General, un Comité de Políticas y un Comité de Ejecución, así como un Servicio de Coordinación y Seguimiento (TCOS), está actualmente instalada y en funcionamiento. Al ser el programa de máxima prioridad de la Organización, las actividades del PESA reciben un firme apoyo de prácticamente todas las estructuras técnicas y operacionales de la FAO en la Sede y en las oficinas descentralizadas. El Programa se beneficia también del asesoramiento de un Cuadro Supervisor externo que se reúne una vez al año, y de los exámenes realizados por el Inspector Superior de Operaciones de Campo y por inspectores regionales independientes de operaciones de campo. Un número considerable de informes de apoyo, que tratan de cuestiones técnicas, operativas y de comunicación, contribuyen también a la ejecución del PESA.

21. Durante el último bienio, en esos exámenes e informes se han subrayado, entre otras cosas, tres cuestiones relacionadas con la administración. En primer lugar, un número considerable (pero todavía incompleto) de documentos especializados de la FAO facilita actualmente la ejecución del Programa. Estos documentos se publican sistemáticamente en una serie de manuales compuesta por tres volúmenes independientes: supervisión; preparación y ejecución de los programas nacionales; y cuestiones de administración y cooperación internacional. En segundo lugar, es necesario seguir haciendo esfuerzos especiales para compartir los conceptos del PESA con las diversas autoridades nacionales y donantes, y asegurar su inclusión en las estructuras nacionales ordinarias y su coordinación con ellas, así como con otros programas para la alimentación y la agricultura. En tercer lugar, es necesario seguir aumentando el apoyo técnico a los programas de control nacional, especialmente en lo que respecta a la formulación de los documentos de los programas nacionales, la realización del análisis de las limitaciones y el funcionamiento del sistema de seguimiento y evaluación.

Financiación

22. El PESA comenzó con unos recursos modestos de la FAO y de los países beneficiarios. Esto ha afectado al Programa en dos aspectos principales: casi todos los programas nacionales empezaron con una estructura limitada, por ejemplo abarcando pocos sitios, zonas y agricultores, o dejando fuera algunos de los cuatro componentes de la Fase I; y su ejecución hubo de limitarse a un número reducido de países. Sin embargo, la aplicación gradual del Programa contribuyó a una mejor comprensión de sus conceptos y modalidades por todos los interesados y los asociados en el desarrollo, e hizo que aumentara su interés y su apoyo financiero. De hecho, junto con la cooperación de otros países en desarrollo a través de los acuerdos de CSS, la colaboración con donantes e instituciones financieras ha contribuido en gran medida a la ampliación en curso del PESA a nuevos países, así como a su extensión dentro de los países.

23. Donantes de fondos fiduciarios están financiando actividades en 15 países y el PNUD está contribuyendo en 12 países aproximadamente. Se han firmado memorandos de acuerdo concretos con el PNUD, el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Islámico de Desarrollo, el Banco de Desarrollo del África Occidental, el FIDA, el PMA y otras instituciones. En este contexto, el Banco Africano de Desarrollo está prestando apoyo a ocho países y el Banco Islámico de Desarrollo ha prometido contribuir al Programa en las Comoras y a la CSS en cinco países africanos. En diciembre de 1999, los compromisos en firme de recursos presupuestarios a todo el Programa, proporcionados directamente a los países o a través de proyectos de la FAO, ascendían a más de 50 millones de dólares EE.UU. Además, los países beneficiarios habían realizado contribuciones considerables en efectivo y en especie.

En los países de América Latina y el Caribe, el Gobierno de España está financiando el PESA en Guatemala, Honduras y Nicaragua por un importe de más de 1 500 000 dólares EE.UU. La cooperación francesa está financiando algunas actividades del PESA en Haití por una cuantía total de 500 000 dólares EE.UU. y una fundación canadiense está financiando actividades del PESA en Ecuador por un importe de 335 000 dólares EE.UU.

Extensión de la Fase I

24. Los buenos resultados obtenidos durante la ejecución inicial de la Fase I constituyeron la base para la considerable extensión en curso de las actividades en muchos PBIDA. Esta extensión a otros agricultores y lugares, para abarcar al menos las regiones agroecológicas y los sistemas de cultivo más representativos con el fin de asegurar unas actividades de campo adecuadas antes de iniciar la segunda fase, fue recomendada también por el Cuadro Supervisor en su tercera reunión de marzo de 1998. La extensión tiene también por objeto realizar debidamente la labor necesaria de análisis de las limitaciones, mejorar la integración en el Programa de las cuestiones relacionadas con el acceso, llevar a cabo una ampliación sectorial/subsectorial en gran escala de la regulación del agua u otros componentes/actividades respecto de los cuales se han obtenido resultados satisfactorios en la Fase I, y establecer redes del PESA con otros programas sobre seguridad alimentaria que se están ejecutando en los países.

25. En la región de América Latina y el Caribe, Haití es el único país donde el PESA se ha ampliado ya de los dos sitios iniciales a tres. También se prevé una extensión ulterior al comienzo del próximo año a otros cuatro-cinco sitios y, cuando se disponga de recursos, a otros muchos más.

Fase II: Expansión de los efectos del PESA a nivel sectorial y macroeconómico

26. Se prevé que la Fase II constituirá un proceso guiado por los países que ampliará los resultados de la fase anterior a nivel nacional. Por consiguiente, la orientación del Programa se desplazará de las actividades de campo en lugares específicos a la formulación y ejecución de políticas, programas de inversión y proyectos financiables apropiados que permitan a los países hacer realidad el potencial de desarrollo agrícola y seguridad alimentaria identificado durante la Fase I. Teniendo en cuenta la considerable labor que entraña y los recursos internos y externos que se necesitan, el comienzo de la Fase II deberá prepararse minuciosamente, con la participación activa de todas las partes interesadas a nivel nacional e internacional y tomando como base los logros de la fase precedente.

27. Entre los logros más esenciales cabe citar los siguientes:

28. Como se señaló anteriormente, muchos países están ampliando las actividades de la Fase I y algunos de ellos tendrán la posibilidad de cumplir las condiciones antes indicadas para comenzar la Fase II en un futuro próximo. La FAO seguirá prestando ayuda a los países participantes en esos esfuerzos, en particular para la preparación de un plan de acción nacional en el que se expongan los objetivos, la estrategia y los principales instrumentos de política, los programas de inversión y los proyectos financiables que son necesarios para realizar la Fase II. La FAO está también dispuesta a desempeñar una función catalizadora colaborando con los países para garantizar el apoyo financiero de los países donantes y las instituciones financieras internacionales.

 


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