Controles curativos

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En general se puede decir que los controles destinados a los granos almacenados son similares a los métodos empleados en los cultivos. Existen varios métodos de control: el legislativo, el mecánico, el físico, el químico y el biológico (que es muy poco usado).

Control legislativo

Incluye la cuarentena y la sanidad. La cuarentena comprende las prohibiciones o restricciones impuestas al transporte de los granos almacenados que se suponen están infestados por plagas. La sanidad se refiere a las medidas de higiene que se deben tomar para disminuir o eliminar los insectos. Tales medidas comprenden la cosecha en la época adecuada, la utilización de equipos desinfectados, la limpiara cuidadosa de los granos y de los depósitos, los almacenes bien tapados y a prueba de roedores y pájaros, y el cuidado de no mezclar productos de distintas cosechas.

Control mecánico y físico

Incluye la humedad y la temperatura, el impacto, el almacenaje hermético, el transilaje, las envolturas resistentes a la penetración de insectos, los polvos abrasivos, la radiación y la resistencia del grano.

La humedad y la temperatura. La humedad y la temperatura son muy importantes en el control de plagas de los granos almacenados. Para los insectos, la principal fuente de humedad es la humedad inicial del grano y, en menor escala, la humedad atmosférica y el "agua metabólica". Por ello, es importante almacenar los granos con contenidos bajos de humedad, que reducen la posibilidad de incidencia de insectos. Las bajas humedades y temperaturas limitan la sobrevivencia y la reproducción de muchos insectos. El porcentaje mínimo de humedad en los granos, requerido para la reproducción de los insectos, es de 9 por ciento, pero es difícil alcanzarlo debido al equilibrio higroscópico del grano, con el medio ambiente y, además, no es conveniente por la pérdida de peso de los granos. Cuando la humedad aumenta del 12 al 15 por ciento, los insectos se desarrollan y se reproducen con mayor intensidad. Por encima de estos límites, predominan los ácaros y los hongos, y a mayores humedades prevalecen las bacterias.

La proliferación de los insectos puede provocar un aumento sensible en la temperatura de la masa de granos. El vapor de agua se desplaza y se acumula en la capa más fría de la superficie. Para obtener un buen control, se necesita conservarlos a bajas temperaturas, a través de sistemas de aireación o transilaje, dentro de niveles económicamente aceptables. La mayor parte de los insectos no se reproduce si se los mantiene a temperaturas inferiores a los 21°C o superiores a los 35°C por largos períodos de tiempo. Las temperaturas favorables a la reproducción están entre estos puntos, considerándose como ideal los 28°C.

El impacto. El control de los insectos, a través del impacto, consiste en lanzar los granos por fuerza centrífuga contra una superficie, lo que mata los insectos en el exterior e interior de los granos. Los granos infestados se rompen y los insectos expuestos son retirados por aspiración. Este proceso sólo se usa en plantas industriales que procesan granos para consumo humano a gran escala.

El almacenaje hermético. Consiste en no permitir que haya entrada del aire al interior del silo. Los granos e insectos consumen el oxígeno presente y lo sustituyen por el CO2, muriendo por asfixia.

El transilaje. Consiste en pasar el grano de un silo a otro por medios mecánicos, lo que reduce la temperatura y dispersa la humedad acumulada en algunos puntos de la masa de granos. Hay que preocuparse de no transitar granos infestados. Cuando haya necesidad se podrá efectuar una fumigación antes del transilaje o durante él; este proceso sólo es aplicado en grandes instalaciones, dotadas de sistemas mecanizados de manejo del grano.

Los polvos abrasivos. Los polvos abrasivos están basados en la remoción de la capa de cera de la cutícula del insecto, lo que le causa la muerte por deshidratación. Las substancias más usadas son la sílica en jalea, el magnesio calcinado y las arcillas.

La radiación. Existen varios modos de utilizar la energía radiante en el control de insectos. Se puede emplear la luz en trampas luminosas para atraer a los insectos y de esta manera disponer de una idea del grado de infestación.

El empleo de variedades resistentes. El control de insectos mediante el empleo de variedades de granos resistentes a su ataque representa un método seguro y económico. Se considera variedad resistente la que, bajo condiciones iguales y gracias a su constitución genotípica, se daña en menor intensidad por el ataque de un determinado insecto que otra variedad menos resistente. Este sistema se usa principalmente para prevenir ataques de insectos en el campo.

Control químico

El método del control químico debe ser considerado como un complemento a las otras medidas, como la sanidad, el manejo de la temperatura y la humedad, el uso de instalaciones adecuadas, etc. Las principales desventajas del uso del control químico son, entre otras, que el control no es permanente, que puede haber riesgos de explosiones, residuos y toxicidad en el momento de la aplicación, y, además, que causa resistencia de los insectos a determinados productos. El costo de los insecticidas y equipos es elevado y aumenta considerablemente el costo total de almacenaje de los granos en períodos prolongados. Actualmente hay una tendencia a desarrollar productos que ofrezcan menores riesgos, que sean selectivos, biodegradables y que dañen el ambiente lo menos posible.

Definición. Un insecticida es un producto que, bajo ciertas circunstancias y concentraciones, es tóxico y mortal para los organismos considerados plagas de los granos almacenados. Los insecticidas pueden ser productos naturales, como el piretro (de origen vegetal) y las tierras diatomáceas (de origen mineral), o productos químicos desarrollados por laboratorios especializados, cuyo objetivo principal es el control de las plagas con el menor daño posible para las personas, los animales domésticos y el ambiente.

Toxicidad. Todos los insecticidas sintéticos son tóxicos para los seres humanos, en mayor o menor grado. Por lo tanto, es importante seleccionar convenientemente el producto, con el fin de evitar graves accidentes y contaminaciones. La FAO y la Organización Mundial de la Salud han establecido normas para el uso y aplicación de insecticidas aprobados.

Poder residual. El poder residual de un insecticida es la capacidad que tiene de permanecer activo por un cierto período de tiempo; es decir su capacidad para matar los insectos durante días, semanas o más tiempo. Es sumamente importante seleccionar adecuadamente los insecticidas para proveer el control más efectivo al menor costo.

Principales diferencias entre un insecticida y un fumigante. Insecticida y fumigante son dos palabras que se usan generalmente como sinónimos, pero en realidad tienen significados muy diversos. Con el fin de escoger debidamente el producto para un control sanitario, es necesario conocer las diferencias entre estos dos términos (ver cuadro 1). Un insecticida, como se ha visto, es un producto sólido, líquido o gaseoso que sirve para controlar el desarrollo de los insectos. En cambio, un fumigante es un gas, cuyas moléculas se difunden en el aire y llegan más fácilmente al centro de la masa del grano infestado.

Formas de aplicación. Normalmente los insecticidas se usan en las modalidades de:

  1. pulverización residual o aspersión;
  2. pulverización protectora;
  3. vaporización; y
  4. fumigación.

Pulverización residual o aspersión. El insecticida se mezcla con agua u otro líquido. Se pulveriza en las paredes, pisos, entarimados, techos, equipos existentes dentro del almacén y alrededor de la unidad de almacenamiento con la finalidad de exterminar los insectos que se esconden en depresiones, orificios, y grietas. Estos insecticidas poseen cierto poder residual, que mata los insectos que se posen en el sitio tratado, ano en días después de haber sido aplicados (ver cuadro 2 y figura 19).

Pulverización protectora. Se pulveriza el insecticida directamente sobre los granos a granel, ya sea en la cinta transportadora durante el llenado del silo o bajo la forma de polvo para pequeñas cantidades de granos almacenados. Este control tiene finalidad preventiva pero no curativa, es decir, que se efectúa en silos y almacenes donde ano no hay una infestación evidente (cuadro 3).

CUADRO 1: Principales diferencias entre un insecticida y un fumigante

Insecticida Fumigante
1. Un insecticida mata los insectos que se ponen en contacto con él. 1. Un fumigante se difunda por toda la atmósfera y llega hasta donde esta el insecto.
2. Los insecticidas sólidos y líquidos tienen en general, un buen "poder residual", es decir, que una vez aplicados en paredes o superficies siguen matando los insectos por varios días o semanas. 2. Los fumigantes, al ser gases, se difunden apenas se abre el recipiente, y no poseen poder residual; es decir, un grano que ha sido fumigado queda nuevamente expuesto al ataque de insectos, inmediatamente al disiparse el gas.
3. Los insecticidas se aplican en forma de polvo, y como líquido en aspersiones y nieblas. El tamaño de las gotitas del liquido es grande, en comparación con las moléculas de un ges. su penetración en los granos es sólo superficial. 3. Los fumigantes se aplican en recintos herméticos y sus moléculas penetran por una gran variedad de materiales, llegando al centro de la masa de granos.
4. Los insecticidas se usan para tratar la "superficie" en almacenes o estibas de sacos. No se usan generalmente para tratar volúmenes. 4. Los fumigantes se usan para tratar "volúmenes" y no pueden usarse para superficies; tampoco pueden usarse en cebos para roedores o aves.
5. Aunque bocios los productos insecticidas son venenosos para los seres humanos, un insecticida bien aplicado es menos peligroso para los operarios. 5. La aplicación de fumigantes requiere personal muy capacitado y equipo especializado.

CUADRO 2: Insecticida, fórmulas y dosificaciones. Pulverización residual

Insecticida Fórmulas Dosificaciones ml/m²
Deltametrina 2,5 E 0,6
Malatión 100 E 2,6
Pirimifós metílico 50 E 1,0

Figura 19. Pulverización residual o aspersión.

CUADRO 3: Insecticida, fórmulas y dosificaciones. Pulverización protectora

Insecticida Fórmulas Dosificaciones ml/t
Deltametrina 2.5 E 18
Diclorvós 50 E 20
Malatión 100 E 18
Pirimifós metílico 50 8

Vaporización o producción de niebla ("nebulización"). Este es el proceso por el cual se obtiene la producción de gotas pequeñísimas con el uso del calor; en este caso se alcanzan gotas de un diámetro menor a 50 micras. El insecticida pulverizado debe ser lo bastante volátil para que, al mezclarse con el aceite diesel, produzca una humareda con pequeñas partículas que permanecen en suspensión en el aire por algún tiempo. Este método combate los insectos que vuelan, como las polillas y las moscas. Sin embargo, también mata otros insectos directamente alcanzados por el insecticida en paredes y otras superficies (figura 20). Para esta operación se utilizan termovaporizadores o nebulizadores, que convierten el insecticida mezclado con diesel en una densa niebla que llega a todas partes del almacén (cuadro 4).

Figura 20. Vaporización o producción de niebla ("nebulización").

CUADRO 4: Insecticida, fórmulas y dosificaciones

Insecticida Fórmulas Dosificaciones ml/100 m³
Deltametrina 10 E 2
Diclorvós 50 E 5
Malatión 60 E 7
Pirimifós metílico 50 E 5

En la operación de vaporización se deben observar los siguientes aspectos: i) la operación deberá realizarse después del cierre de los trabajos diarios en el almacén; y ii) se recomienda no dejar residuos de insecticidas dentro del tanque del termovaporizador.

Fumigación. En la fumigación de los granos almacenados se usa un insecticida fumigante, es decir, que poco después de ser aplicado se transforma en gas letal para los insectos en ambientes confinados, bajo determinadas condiciones de temperatura y presión. En la fumigación, el objetivo es matar todas las etapas del insecto: huevo, larva, ninfa y adulto, que en la mayor parte de los casos ya están establecidos dentro del mismo grano. El fumigante penetra en los cuerpos de los insectos a través de los estigmas durante la respiración. Su difusión se hace rápidamente a través de la masa de granos porque, al ser un gas, éste se difunde bajo la forma de moléculas aisladas; por eso, debe usarse en ambientes herméticos.

La toxicidad del fumigante para los insectos depende de inumerables factores, muy complejos e interrelacionados. Las bajas temperaturas afectan la tasa respiratoria de los insectos, interfiriendo en la absorción, adsorción y difusión de los gases a través de la masa de granos. En general, la toxicidad aumenta a medida que sube la temperatura; por lo que cuando la temperatura es baja, las fumigaciones deben durar más tiempo. El elevado contenido de humedad de los granos ocasiona una mayor absorción del fumigante, reduce su distribución y penetración en la masa de granos y aumenta el riesgo de afectar la germinación de aquellos granos que se destinan para semilla.

Los granos pequeños presentan mayor dificultad para la difusión del fumigante en comparación con los más grandes. Por ejemplo, para obtener una eficiencia igual para determinado insecto en el trigo y el maíz, sería necesario aumentar la dosificación para el trigo que es más pequeño. Otros factores que afectan la toxicidad del fumigante se refieren al tipo de estructuras en el almacenaje y al tiempo de exposición a la fumigación. Si la estructura es porosa (hormigón, madera) la dosis debería ser mayor que en el caso de una estructura impermeable. El tiempo de exposición depende del producto, de su concentración, del tipo de insecto, de la etapa biológica en que se encuentra, y de los demás factores antes mencionados.

Para que una fumigación sea efectiva, el recipiente debe ser hermético; por lo tanto, no es recomendable hacer fumigaciones en estructuras de ladrillo, bloque o madera, sin el uso de carpas o lonas plásticas, pues la concentración del fumigante debe permanecer por lo menos 72 horas. La elección de un fumigante adecuado se basa en las siguientes características:

 

Aplicación de insecticidas, fumigantes y medidas de control
Fumigación de maíz en mazorca

El almacenaje del maíz en mazorcas es una práctica bastante usada por los agricultores en pequeña escala. En el Brasil, según el censo agropecuario de 1970, se almacena de esta forma el 60 por ciento de la producción brasileña; de ahí la necesidad de divulgar esta práctica, con la consiguiente disminución de las pérdidas a nivel de finca.

Para la operación de fumigación se recomienda la dosificación que aparece indicada en el cuadro 5.

CUADRO 5: Fumigación de maíz en mazorca

Fumigantes i.a. en la

fórmula

(%,

Duracion de

la fumigación

(horas)

Dosificación

por m³

Bromuro de metilo 98 48 25 cm³
Fosfato de aluminio 57 72 1 tableta (de 3 g)
Fosfuro de aluminio 57 72 5 comprimidos (de 0 6 g)

Secuencia operacional.

Figura 21. Pila de maíz en mazorca sobre un área con piso de cemento.

Figura 22. Carpa plástica para cubrir el maíz.

Figura 23. Distribución del fumigante.

Figura 24. Hermetizado con "culebras de arena" u otro material.

Figura 25. Exposición del maíz en mazorca a la acción del gas por un período mínimo de

Figura 26. Pulverización del maíz con insecticida.

Confección de las culebras de arena. Se cortan fajas de 25 cm de ancho por dos o tres metros de largo y se hace la costura formando un tubo. Se llena con arena seca hasta cerca de unos 25 cm del extremo (figura 27).

Figura 27. Confección de las culebras de arena.

 

Fumigación de granos ensacados

Se puede hacer la fumigación de granos ensacados por medio de cámaras móviles o en carpas de plástico, que permitan la fumigación de cada pila en forma separada. Las carpas o lonas plásticas usadas para fumigar deben ofrecer, además de impermeabilidad a los gases, una buena resistencia al choque mecánico. La hermeticidad en el punto de contacto de la lona con el piso se realiza con "culebras de arena", que pueden ser confeccionadas con lonas o sacos abiertos, de los cuales se cortan fajas de 25 cm de ancho por 1,5 a 2,0 m de largo. Después de coserlas se llenan de arena, lo que permite un buen cierre.

Las pastillas o tabletas del fumigante se distribuyen en un recipiente abierto, en los rincones de la pila. El tiempo de exposición varía de 72 a 120 horas, dependiendo de las condiciones de temperatura: a menor temperatura, debe dejarse más tiempo. Después del tiempo de exposición se deben abrir puertas y ventanas para una mejor eliminación de los gases (cuadro 6).

CUADRO 6: Fumigación de granos ensacados

Fumigante i.a. de la formula (%) Temperatura del grano (°C) Duración de la fumigación (horas) Dosificación
Bromuro de metilo 98 más de 25 24 18 cm³/m³
    hasta 25 24  
Fosfuro de aluminio 57 más de 25 72 1 a 3 tabletas (de 3.0 g)
    16- 26 96 por 15 a 20 sacos
    10- 15 120  
Fosfuro de aluminio   16- 25 96 1 comprimido (de 0.6. g)
    10- 15   por 3 a 4 sacos

Fumigación de granos ensacados usando fosfina.

  1. Comprobar la estabilidad de la pila, o sea, que los sacos estén bien estibados y que no haya peligro de que se derrumben (figura 28).
  2. Examinar el piso alrededor de la pila, comprobando si hay grietas o agujeros (figura 29).
  3. Inspeccionar las carpas o lonas a utilizarse en la parte superior de la pila, para observar que no existan perforaciones o roturas. Las carpas deben estar en perfectas condiciones (figura 30).
  4. Colocar la carpa plástica sobre la pila (figura 31).
  5. Calcular la dosis correcta de pastillas o tabletas de fosfuro de aluminio que debe ser aplicado (figura 32).
  6. Distribuir alrededor de la pila, por debajo de la carpa plástica, las cantidades del fumigante que ya fueron calculadas (figura 33).
  7. Sellar la carpa plástica con el piso del almacén utilizando "culebras de arenan, en forma muy cuidadosa para evitar que se escape el gas (figura 34).
  8. Dos horas después, comprobar si existen escapes de gas utilizando equipo especial y material de seguridad para los operarios (figura 35).
  9. Dejar la cámara totalmente cerrada por lo menos tres días. Si se deja menos tiempo se reduce considerablemente la eficacia de la fumigación (figura 36).
  10. Retirar la carpa plástica, siempre observando el sentido del viento. Abrir todas las puertas y ventanas para facilitar la salida de los gases remanentes (figura 37).
  11. Hacer una pulverización residual con insecticida en todos los lados y en lo alto de la pila para prevenir una reinfestación del grano (figura 38).

Figura 28. Comprobar la estabilidad de la pila.

Figura 29. Examinar el piso alrededor de la pila.

Figura 30. Inspeccionar las carpas o lonas.

Figura 31. Colocar la carpa plástica sobre la pila.

Figura 32. Calcular la dosis de pastillas o tabletas que serán utilizadas.

Figura 33. Distribuir el fumigante.

Figura 34. Sellar la carpa plástica con las "culebras de arena".

Figura 35. Comprobar si existen escapes de gas.

Figura 36. Dejar la cámara totalmente cerrada por lo menos durante tres días.

Figura 37. Retirar la carpa plástica.

Figura 38. Hacer una pulverización residual con insecticida.

Fumigación de granos a granel (en gran escala)

Es fundamental conocer el tipo de unidad de almacenaje cuando se pretende realizar una fumigación de granos almacenados a granel. Así, cada tipo de almacenamiento presenta características propias, ya sea un silo vertical u horizontal, el tipo de granero, la capacidad de almacenar las condiciones de hermeticidad, los sistemas de movilización del producto y la construcción de la unidad van a influir en la manera de aplicar los fumigantes y en las dosificaciones. Cuando se usa un producto sólido, generalmente la distribución se realiza cuando el producto está siendo almacenado. Las pastillas o tabletas son colocadas a intervalos regulares sobre la cinta transportadora durante la carga. En silos de gran capacidad se utilizan habitualmente equipos que efectúan dosificación automática de las pastillas o tabletas. En el caso de que la unidad almacenadora ya esté con el grano almacenado, las pastillas o tabletas pueden aplicarse a través de sondas (figura 39).

Figura 39. A) Aplicación de pastillas o tabletas a través de sondas. B) Equipo para la dosificación automática de tabletas

CUADRO 7: Fumigación de granos a granel

Fumigante i.a. de la fórmula (%) Característica del silo Duración de la fumigación (horas) Dosificación
Bromuro de metilo 98 Con recirculación del aire 24 18 cm/m³
Fosfuro de aluminio 57 Cualquier tipo de silo 72 1-3 tabletas/t
Fosfuro de aluminio 57 Cualquier tipo de silo 72 3-6comprimidos/t (de 0,6 g)

 

Fumigación de granos a granel con el uso de sondas

Tapar con papel kraft bituminoso, cinta adhesiva o plástico todas las aberturas más comunes del silo, tales como: ventanas de inspección (lateral y superior), ventiladores de aireación, puntos de carga y descarga, respiradores, etc. (figura 40). A continuación se especifican las etapas a seguir:

Figura 40. Tapar las aberturas más comunes del silo.

Figura 41. Nivelar la superficie de los granos.

Figura 42. Determinar la cantidad de producto almacenado y calcular las pastillas o tabletas.

Figura 43. Efectuar la operación de fumigación.

Figura 44. Colocar una cubierta plástica sobre la masa de granos.

Figura 45. Mantener la unidad cerrada y tapada por lo menos tres días.

Figura 46. Tras retirar el plástico, aplicar un insecticida residual.


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