Resumen y conclusiones


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Los grupos de intereses especiales, en particular los vegetarianos, están culpando al ganado doméstico, particularmente el ganado vacuno, por las calamidades del mundo, que van desde el calentamiento global hasta la pobreza, la deforestación, la contaminación del agua y la desertificación No obstante, los científicos afirman que estas acusaciones no están basadas en hechos, simplemente son repetidas por los medios noticiosos. El público está siendo mal informado y no es sorprendente que muchas personas apoyen el llamado hacia un renacimiento ecológico eliminando el pastoreo del ganado doméstico. Este documento presenta la opinión correcta de que es posible utilizar el ganado para detener y revertir el proceso de desertificación y, al mismo tiempo, acentuar la producción animal mejorada. Las tierras de pastoreo y los rumiantes están enfocados hacia la región de América Latina y el Caribe.

La eliminación de la ganadería de pastoreo sería la calamidad de todos los tiempos. El ganado doméstico ha mantenido a la humanidad durante siglos y debe continuar haciéndolo. El ganado proporciona al hombre alimentos nutritivos, vestuario, confort, empleo, seguridad, estabilidad, energía, combustible, fertilizantes y medicinas producidos a partir de sub-productos no comestibles. Pequeñas cantidades de carne y de leche agregadas a las dietas de cereales y raíces pueden prevenir los efectos adversos de la carencia de proteínas, tala como el kwashiorkor que es una enfermedad mortal. Los animales proporcionan a muchas personas la energía que requieren para producir sus cultivos alimenticios y proporcionan empleo a tiempo completo y/o parcial a 81 millones de personas, sólo en la región de América Latina y el Caribe..

La importancia básica de los rumiantes para la humanidad reside en el hecho de que estos animales obtienen su alimento de los forrajes fibrosos y de los sub-productos agrícolas e industriales que el hombre no puede consumir o utilizar directamente. Aproximadamente el 50% de la superficie terrestre es incapaz de producir otra cosa que no sea forraje fibroso y atas tierras serían de poca utilidad al hombre sin los rumiantes. Sin rumiantes, la eliminación de millones de toneladas de desechos creados por las industrias procesadores de cultivos alimenticios sería la gota que colme el vaso en un sistema de eliminación de basuras que ya está sobrecargado.

Al menos el 50% de la región es demasiado seca, demasiado húmeda, demasiado inclinada, demasiado baja, demasiado infértil y/o demasiado frágil para sustentar el cultivo o para sostener bosques arborescentes. Estas son las tierras de pastoreo de la región que proporcionan el 90% o más de los alimentos consumidos por millones de caberas de ganado vacuno, ovino, caprino, alpacas, llamas, equinos y vida silvestre. Las tierras de pastoreo también son las cuencas de la región. Hay aproximadamente 1 026.5 millones de hectáreas de tierras de pastoreo, y considerando que un metro cuadrado de tierra rinde un litro de agua por cada milímetro de lluvia y suponiendo que el 15% de esta agua se escurre o se infiltra hacia un acuífero, de agua que rinden las tierras de pastoreo sobrepasa la imaginación. Las tierras de pastoreo también tienen vida silvestre y valores recreativos y estéticos.

Es un hecho de fundamental importancia que las tierras de pastoreo constituyen un recurso natural renovable y esta condición es asombrosa. Las tierras de pastoreo de la región han sido y son utilizadas en forma abusiva y están produciendo sólo una fracción de su potencial. Afortunadamente, la mayor parte no se ha deteriorado hasta tal punto que no sea posible mejorar la producción a través de procesos renovables naturales. Lamentablemente, los planificadores y quienes formulan las políticas, los ganaderos y las organizaciones binacionales e internacionales de asistencia técnica, no prestan, a las tierras de pastoreo, la atención que merecen y necesitan.

Si es la intención del hombre vivir en estas tierras y depender de ellas en forma sostenida, se debe poner punto final a este abuso. La utilización sustentable y el buen manejo deben convertirse en la regla en lugar de ser la excepción.

La desertificación es la degradación causada por las intervenciones y abusos del hombre tanto de los organismos vivientes como de los no-vivientes de un ecosistema. El proceso está marcado por una micro-aridez creciente, erosión y una productividad decreciente. El producto final es el estado desértico en que la fotosíntesis total es de poca utilidad para el hombre y la bestia. A esto se llama "desertificado". Algunos sostienen que la desertificación es causada por un microclima cambiante, pero la rapidez con que se está produciendo la desertificación en algunas áreas indica que éste no es el caso. Tasas de cambio tan aceleradas en la vegetación requerirían un cambio climático de una magnitud gigantesca y que, con certeza, podrían ser medidas por los instrumentos meteorológicos. Sin embargo no existe evidencia.

Sí existe una tendencia permanente al calentamiento, debida a un efecto de invernadero, que se debe también a las actividades del hombre tales como el uso portentoso de combustibles fósiles y el uso excesivo de otros productos que liberan gases en la atmósfera. Los rumiantes domésticos efectivamente generan metano, pero lo mismo hacen los rumiantes silvestres, las minas de carbón y los desechos humanos y agrícolas. Las aseveraciones de que los rumiantes domésticos contribuyen en forma significativa a la producción global de metano y al calentamiento global es altamente cuestionable y esto aún está por demostrarse científicamente y también científicamente puede reducirse al mínimo.

La desertificación es causada por el cultivo de tierras incapaces de sustentar la agricultura, la deforestación, una población en continuo aumento, la recolección de combustibles, la falta de políticas de uso de la tierra y el continuo pastoreo destructivo. En el texto se dan ejemplos de la enormidad de estos factores causales. No existe evidencia de que la deforestación del bosque tropical se deba al comercio americano de la hamburguesa. Esto es atribuible a la falta de políticas sobre el uso de la tierra y al crecimiento poblacional que está excediendo la capacidad de la tierra. La causa fundamental de la desertificación en las tierras arables, forestales o de pastoreo es que la utilización sobrepasa sus capacidades.

El hombre ha causado y está causando la desertifcacion y sólo el hambre puede deshacer lo que ha hecho y está haciendo.

Las tecnologías que permitirán al hombre controlar mejor su medio ambiente y elevar y asegurar su calidad de vida son conocidas, y continuamente se están desarrollando nuevas. Si los alarmistas profesionales y los grupos de interés especial son serios, uno tiende a pensar que deberían interesarse más en apoyar la implementación de estas tecnologías, en lugar de hacer recomendaciones espectaculares e ilógicas. Pareciera que no están conscientes de las tecnologías o que prefieren ignorarlas. Sus aportes constructivos podrían ser de gran ayuda y muy beneficiosos.

La desertificación es un proceso que se puede identificar por síntomas y manifestaciones tales como los cambios en la composición de la vegetación, regímenes de agua alterados, erosión del suelo, cambios en el microclima, aumento de la microaridez, descenso de la productividad, vegetación crecientemente rala y disminución de la utilidad. El proceso consta de etapas que son técnicamente medibles en las tierras de pastoreo y probablemente también en las tierras forestales y arables. También existen tasas. Se pueden necesitar cientos de años de pastoreo para alcanzar un estado desertificado y no renovable. El tractor y el arado pueden crear tierras desertificadas en unos pocos años. El hacha o el tractor pueden dar origen a un bosque tropical desertificado en cuestión de días.

Para comprender la desertificación en las tierras de pastoreo, su control y su reversión, es necesario tener algún conocimiento de ciertos fenómenos y principios fisiológicos, ecológicos y ambientales de las plantas. Se ha hecho un esfuerzo por describir e ilustrarlos de manera que puedan ser fácilmente comprendidos por legos. Más aún, para comprender el rol del ganado doméstico en el control de la desertificación también a necesario saber que el ganado puede ser manipulado con el fin de obtener un efecto deseado tanto para los animales como para el medio ambiente. También se describen e ilustran maneras y medios para lograrlo, se espera que en forma convincente y comprensible. Todos estos fenómenos, funciona y principios fisiológicos, ecológicos y ambientales de las plantas forman parte del manejo de pastizales.

El manejo de pastizales es una disciplina relativamente nueva que se define como sigue: "La ciencia y el arte de planificar y dirigir el uso de las tierras de pastoreo con el fin de obtener la máxima producción ganadera sostenida y económica compatible con la conservación y/o mejoramiento de los recursos naturales relacionados: suelo, agua, vegetación, vida silvestre y recreación-. El manejo de pastizales tiene dos objetivos: (1) obtener la máxima producción ganadera sostenida y económica, y (2) conservar y/o mejorar el recurso natural relacionado. El manejo científico de los pastizales se funda en la premisa de que los recursos de pastoreo se pueden mejorar y utilizar perpetuamente para el ganado doméstico y que, al mismo tiempo, pueden producir cuencas de alta calidad, vida silvestre, recreación, control de la desertificación y, donde sea apropiado, productos forestales. La investigación y la aplicación práctica de los principios y técnicas del manejo de pastizales han demostrado que esto es verdadero y tan sólido como la Roca de Gibraltar.

Para lograr estos objetivos, el administrador, además de planificar y dirigir la utilización de las tierras de pastoreo para obtener la máxima producción de forraje, deberá preocuparse de que el forraje sea convertido eficientemente por los animales en productos consumibles sobre una base sustentable. El de las plantas y la crianza de animales nunca se podrán considerar separadamente en el manejo de pastizales. Esto se ilustra como sigue:

Malos productores + malos convertidores = producción muy baja
Malos productores + buenos convertidores = producción baja
Buenos productores + malos convertidores = producción baja
Buenos productores + buenos convertidores = producción máxima

Lamentablemente, para fines prácticos, la disciplina científica "manejo de pastizales es desconocida en la región.

Las plantas son organismos vivientes que tienen necesidades nutricionales al igual que los seres humanos y el ganado. Una de las diferencias mayores y de más importancia entre las plantas y los animales se encuentra en sus fuentes de energía. Las plantas pueden utilizar la energía proporcionada por el sol para convertir materia inorgánica tomada de la tierra y del aire en compuestos orgánicos. Los animales no pueden obtener directamente del sol la energía que requieren para su vida. Deben vivir de los compuestos ricos en energía orgánica construidos por las plantas. Las plantas deben estar adecuadamente nutridas para realizar la fotosíntesis y construir complejos compuestos orgánicos y deben proporcionarse esa nutrición por sí mismas. Su rol es doble: primero deben alimentarse a sí mismas y segundo alimentar al hombre y sus animales. Es imperativo que las plantas estén alimentadas en forma apropiada para que puedan desempeñar ambos roles con éxito. Un sistema de pastoreo que no permita que las plantas se nutran debidamente conducirá a la muerte eventual de la planta por inanición, a una mala producción animal y a la desertificación.

Es responsabilidad de quien maneja los pastizales, planificar, dirigir y manipular el pastoreo de tal manera que las plantas forrajeras del pastizal puedan alimentarse adecuadamente y vivir para producir forraje y proteger el medio ambiente. El estado nutricional de las plantas forrajeras depende de la intensidad de defoliación o pastoreo, de su frecuencia y la temporada de uso. Por regla general, una defoliación de entre 50 y 60% dejará una superficie foliar suficiente para la nutrición adecuada de la planta. Es por esto que quienes manejan los pastizales han adoptado el slogan, "llévese la mitad - deje la mitad". Las técnicas respecto a la utilización de las plantas se explican en el texto. Con el conocimiento de estas últimas, es posible manipular el pastoreo de manera de asegurar el desarrollo de plantas forrajeras sanas y productivas y la máxima producción animal sostenida.

El ecosistema de las tierras de pastoreo es un fenómeno complejo que comprende una multitud de funciones interrelacionadas cada una de las cuales influye en las otras. Los mayores componentes del sistema son: los productores, los convertidores, los suelos, los descomponedores y microconsumidores, el microclima, y los manipuladores. La desertificación es la degradación de estos componentes. Las plantas son los productores y su bienestar influye en el bienestar de los otros componentes. Es posible manipular la vegetación y hacerla más o menos eficiente en la producción bruta de energía de las respuestas fisiológicas y ecológicas a las manipulaciones. La producción de energía, por debajo del potencial, que resulta de una productividad declinante, es un síntoma de desertificación

Los animales son convertidores y su impacto en el ecosistema puede ser significante, sin embargo es controlable. El impacto puede mejorar o dañar la función global del sistema. El hombre moderno es el gran manipulador y el ganado doméstico a su principal herramienta. El hombre puede manipular el pastoreo ya sea para destruir, mejorar o mantener el ecosistema de las tierras de pastoreo, pero el objetivo debe ser el mejoramiento con el subsiguiente mantenimiento. Esto se puede lograr con la aplicación de principios y prácticas de manejo de pastizales.

Los conquistadores de América describieron una abundancia de pastizales ricos y exhuberantes. Como un mar de pastos decían algunos y otros hablaban de pastos que les llegaban hasta los estribos y aún más arriba en algunos lugares. Las pampas estaban dominadas por pastos altos. Las tierras de pastoreo anual de Chile estaban cubiertas por especies perennes. No habla escasez de forraje para las llamas y alpacas de las poblaciones indígenas en el Altiplano. Las sabanas tropicales secas y húmedas ataban libra de matorrales y hasta las zonas áridas medraban con pastos y arbustos agradables al paladar de los animales. Estas eran las tierras de pastoreo "climax" de la región. Representaban el "potencial natural" y la forma máxima de desarrollo natural que los factores ambientales eran capaces de producir. Llegaron los colonos con su ganado y se construyó una de las industrias ganaderas más variada y grande del mundo. Al no existir precedentes por los cuales guiarse, los pioneros de la industria pensaron que la abundante vegetación se regenerarla y duraría eternamente. No fue así debido al fenómeno ecológico llamado "sucesión". La sucesión es la manera que tiene la naturaleza de reemplazar una comunidad de plantas por otra. Existen dos tipos: la progresiva y la regresiva (retrogresión). La retrogresión es el reemplazo de una comunidad de un orden ecológico superior por una de orden inferior lo que se puede originar por el pastoreo destructivo continuo. Esta es la razón por la cual la abundante vegetación que encontraron los colonos no se regeneró ni duró eternamente. El mal uso provocó la retrogresión y declinación de la productividad.

Existen dos tipos de sucesión progresiva: la primaria y la secundaria. La primaria es el desarrollo histérico de vegetación y suelos que terminó en el clímax. La secundaria es cualquier tipo de sucesión progresiva después de la primaria.

La madre naturaleza es muy indulgente. Siempre trata de restaurar lo que el hombre ha destruido. Este es el caso de la sucesión secundaria. Una alteración del clímax dará origen a la retrogresión, pero si se le da una oportunidad, la naturaleza hará el máximo esfuerzo por restaurar el daño vía sucesión secundaria. La sucesión secundaria es mucho más rápida que la primaria porque el suelo ya está formado; aunque deteriorado y con necesidad de ser restaurado. La sucesión secundaria proporciona al manipulador una herramienta muy valiosa y útil.

El hecho de que una comunidad de plantas pueda reemplazar importante para el control de la desertificación y la producción ganadera. La condición del pastizal es una medida de la etapa de sucesión en relación al clímax o potencial natural, determinada por las proporciones de especies deseables, menos deseables e indeseables. La condición se clasifica como excelente, buena, regular o mala. La capacidad de pastoreo aumenta con un aumento en la condición del pastizal. La capacidad de pastoreo de los pastizales de condición buena y excelente es varias veces superior a la de los pastizales de condición mala y regular. La estabilidad ambiental también aumenta con un aumento en la condición del pastizal. En el texto se presentan otros rasgos que involucran la condición de los pastizales y los sitios.

Los regímenes de agua alterados creados por una infiltración reducida y el exceso de escurrimiento superficial y la erosión del suelo son síntomas de desertificación. Estos a su vez promueven una creciente micro aridez, productividad decreciente y disminución de su utilidad. Los estudios y la experiencia han demostrado que la infiltración aumenta y que la erosión y el escurrimiento disminuyen con los aumentos en la condición del pastizal. Un estudio reveló que, excepto en el caso de los suelos altamente erosionables, se puede lograr la estabilización con pastizales de condición baja buena o alta regular. Los estudios también han revelado que el pastoreo de intensidad moderada (grado apropiado de utilización) puede mantener un recurso forrajero favorable sin aumentar el riesgo de erosión. Podría producir un escurrimiento de agua de buena calidad para su utilización fuera de la cuenca. Tanto una condición mejorada del pastizal como un grado apropiado de utilización se pueden lograr con la manipulación del ganado. También se logrará una producción ganadera superior y el control de la desertificación

La influencia del ganado en la contaminación bacteriana del agua parece ser mínima en las zonas áridas y semi-áridas. Hay evidencia de que el pastoreo de ganado cerca de los arroyos de las montañas puede contribuir a la contaminación bacteriana en cierta medida, aunque las actividades recreativas también contribuyen y probablemente lo hacen en mayor escala.

Se han desarrollado numerosas prácticas de manejo de pastizales desde que nació esta ciencia hace unos cincuenta años y se siguen desarrollando nuevas. Estas prácticas están orientadas al control de la desertificación y a la obtención de una producción animal máxima sostenida. Aunque habrá variaciones en lo específico, la aplicación de atas prácticas en principio a de suma urgencia en la región. Los síntomas de desertificación se encuentran muy extendidos y la producción promedio de los rumiantes es lastimosamente baja. De las regiones donde se consume carne sólo Africa tiene niveles de producción inferiores que la región de América Latina y el Caribe.

Entre estas prácticas la más importante es la que se refiere a la tasa de ocupación apropiada. La utilización apropiada es el grado de utilización del crecimiento del año que, de continuarse, logrará los objetivos de manejo y mantendrá o mejorará la productividad del sitio a largo plazo. Nuestros objetivos son los de detener y revertir la desertificación y obtener una producción ganadera máxima sostenida. La tasa de ocupación apropiada es la colocación de una cantidad de animales en un área dada que dará como resultado la utilización apropiada al final de la temporada de pastoreo planificada. Ninguna práctica de manejo de pastizales tendrá éxito si no va acompañada de ocupación apropiada.

Si uno tuviera que elegir el factor que más afecte a la producción por animal y por unidad de tierra, ese factor sería la tasa de ocupación en relación con el grado de utilización de forraje. Por ata razón se ha dedicado una porción considerable del texto a este tema.

La demanda de carne y leche excede al suministro en la mayoría de los países. Existen dos maneras de aumentar la producción y controlar la desertificación al mismo tiempo: (1) aumentando la capacidad de pastoreo y (2) logrando una mayor productividad por animal individual. Lo anterior se puede lograr con una condición mejorada del pastizal, una tasa de ocupación apropiada contribuirá en gran medida a esto último. La relación entre las tasas de ocupación y producción animal demuestra que el adagio: "a más ganado, más producto". no a verdadero en todos los casos. Por extraño que parezca, la producción ganadera total en la región será mayor con menos ganado que en la actualidad y se habrá dado un gran paso hacia el control de la desertificación. En el texto han sido descritas otras prácticas diseñadas para detener y revertir el proceso de desertificación. logrando una producción ganadera máxima sostenida y económica.

En conclusión, el animal de pastoreo forma parte del medio ambiente vegetal y la vegetación forma parte del medio ambiente del animal. En tanto ambos convivan, el bienestar de cada uno dependerá del otro. Un método de pastoreo que cause desertificación no es de interés para el bienestar de la vegetación ni el del animal. El pastoreo de ganado doméstico es una herramienta de manejo útil para prevenir ato último. Por lo tanto, los animales pueden desempeñar un papel de la mayor importancia en el control de la desertificación. Le corresponde al hombre cerciorarse de que así sea. Sin embargo una mirada al futuro no a alentadora debido al gran número de obstáculos que es necesario superar. Se mencionan algunos de importancia.