Afganistán
Alemania
Australia
Bulgaria
Canadá
Ceilán
Costa Rica
Ecuador
Estados Unidos de América
Filipinas
Finlandia
Francia
Guayana Francesa
India
México
Nigeria
Noruega
Nueva Guinea
Nueva Zelandia
Pakistán
Perú
Polonia
Rumania
Reino Unido
Trinidad
Túnez
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
Yugoeslavia
Las noticias condensadas que a continuación se insertan se han extraído del material seleccionado por el personal de la FAO y por distintos colaboradores ajenos a la Organización. La FAO no asume ninguna responsabilidad por las declaraciones y los datos estadísticos que le envían sus colaboradores y que acepta de buena fé.
· Un funcionario de la FAO proporciona desde Kabul información sobre las plantaciones privadas de chopos negros, que abundan en la capital a lo largo de los canales de riego, y que constituyen una característica de todos los valles del país. Todas estas plantaciones adolecen de los mismos defectos que sin duda podrían ser fácilmente remediados y cuyo origen no es otro sino el empleo de estacas y esquejes de plantar, no seleccionados, que se traduce en la imperfecta conformación de muchos árboles; el insuficiente espacio que se deja entre una y otra planta, que algunas veces no pasa de 10 ó 15 centímetros; la falta de método en el aclareo, y la ignorancia completa de las técnicas de poda.
Justo en las afueras de Kabul hay un depósito maderero cuyo movimiento anual es de 40 a 50.000 trozas de chopo. Teniendo en cuenta que los depósitos de este tipo son cinco en total, aunque algo menores los otros cuatro, y que parte del suministro de madera se deriva de fincas explotadas directamente por sus dueños, el consumo local puede ser calculado aproximadamente en 25.000 m3 de madera rolliza. Los precios oscilan entre 100 afganos (tipo oficial de cambio: 21 afganos = 1 dólar; y tipo del mercado: 40 a 43 afganos) por tronco descortezado de 10 m. de longitud y 25 cm. de diámetro en la extremidad más gruesa, hasta 5 afganos por tronco de 3 m. de longitud y 8 cm. de diámetro.
Los fabricantes locales de muebles cuentan con talleres dotados de equipo bastante moderno pero la producción no está muy racionalizada. Esta industria utiliza principalmente madera de cedro del Nouristán, que se transporta por flotación, o mediante caballos de carga desde Janubi; también se emplea el nogal. El precio de los maderos escuadrados de cedro, puestos al pie de fábrica, es de 120 afganos. El labrado a escuadra de los troncos se hace totalmente por medio de hacha en el bosque método dé explotación que origina enormes desperdicios de madera.
La obra «Aus der Hohen Schule des Weisstannenwaldes», por K. Dannecker, aunque escrita fundamentalmente para el forestal de la Europa Central, tiene un interés geográfico mucho más amplio. Trata de los problemas relacionados con las extensas plantaciones de rodales uniformes particularmente de picea, que fueron establecidos el siglo pasado en muchas partes de la Europa Central, y sobre todo en Alemania. Esta práctica, en particular con respecto a la adopción general del sistema de ordenación acostumbrado para monocultivos, es decir, la aorta a matarrasa, ha ocasionado una rápida disminución de valiosas especies indígenas de estas regiones. Entre ellas, la que más bajas ha sufrido es el abeto (Abies alba) cuyo número ha decrecido en grado alarmante en muchas zonas montañosas de Alemania por lo que ha merecido el nombre de «Fir Dieback» o sea «la especie desaparecida». Esta situación quizás no hubiera constituído un gran motivo de preocupación si las masas uniformes de picea y pino, establecidas en sustitución de los bosques mixtos originales de abeto y frondosas, no hubiesen dado frecuentemente lugar a la peligrosa degradación del suelo a una mayor susceptibilidad a los ataques de agentes bióticos, y a graves daños causados por la nieve y los vientos, así como al empobrecimiento progresivo de la productividad de la estación.
A fin de investigar las causas de todo ello, el autor escogió el Abies alba, el que en todos los rodales donde ha sobrevivido, ya sea sólo o mezclado naturalmente con otras especies, ha mantenido en alto nivel la fertilidad y productividad del suelo así como la inmunidad contra agentes nocivos. Los estudios sobre el comportamiento del Abies alba en masas naturales y bosques vírgenes, y su propia y considerable experiencia en trabajos de ordenación de bosques de esta especie, llevaron al autor. a la: conclusión de que un sistema moderno de ordenación de montes debe estar inspirado en el conocimiento y comprensión de las leyes naturales que rigen el crecimiento constante e ininterrumpido en los bosques vírgenes de vigorosa vegetación. Esto significa que, por lo menos en lo que se refiere al Abies alba, el tratamiento debe consistir en la aplicación de un sistema de aorta selectiva y en el cuidado incesante del material en crecimiento en toda el área, como se ha venido haciendo durante siglos en muchos y conocidos casos de bosques de todas las edades, en la Selva Negra y en Suiza, cuyo rendimiento se ha mantenido al máximo.
La base en que deben apoyarse los métodos de ordenación forestal encaminados a lograr el máximo rendimiento sostenido de madera en una estación determinada, es la investigación a fondo de las leyes naturales que gobiernan el crecimiento de los distintos árboles y la producción de toda la masa. En los últimos años muchos países han logrado progresos considerables en este sentido mediante el examen más concienzudo de la cuestión, la inclusión de estudios sobre los aspectos biológicos de la ecología y sociología de las plantas y sobre sanidad forestal, y a través de nuevos métodos matemáticos de enfoque.
En el libro «Forstliche Zuwachs -und Ertragskunde» (Incremento y rendimiento forestales) J. Weck, su autor, trata de reunir en forma muy concisa la información de carácter internacional de que actualmente se dispone sobre los diversos aspectos y teorías del incremento y rendimiento de las masas . forestales, comprendiendo desde los bosques de regiones septentrionales hasta los de los trópicos. El autor extrae sus propias conclusiones y discute los muchos problemas que todavía quedan por resolver, reconociendo el hecho de que toda agrupación de árboles difiere en su apariencia, su ambiente y sus necesidades.
· Los resultados de las investigaciones sobre medios vengativos de reproducción del Pinus radiata, iniciadas en Australia en 1937, pueden ser resumidos como sigue.
Los factores más importantes: que influyen en el arraigamiento satisfactorio de las estacas son: la edad del árbol del que proceden, los caracteres inherentes de éste por razones no evidentes, y la época de su recolección. Pueden ser también importantes el tipo de las ramitas empleadas:, la naturaleza del medio de arraigo, el largo de la estaca, la profundidad a la que se siembra, la disponibilidad de agua y la aireación de la base del gajo. Las estacas nacidas de árboles jóvenes son generalmente superiores a las obtenidas de árboles viejos; y la mejor época para su recolección es cuando las yemas terminales descansan, pasado el calor del verano, utilizándose de preferencia ramitas de primer orden. Las estacas de plantar pueden ser arrancadas del árbol y cortadas después al tamaño deseado con un hacha afilada, respetando las agujas de la base.
Las estacas cultivadas arraigan mal y las plantaciones por ellas formadas sufren pérdidas de consideración. Con objeto de producir plantas de cualidades vegetativas muy superiores y de aumentar la proporción de supervivencia, se ha ideado un método en el que se utilizan tubos de hierro galvanizado de 6 pulgadas de longitud y 1 pulgada y 3/4 de diámetro. Las estacas, de 6 pulgadas de largo, se plantan a 3 pulgadas de profundidad en los tubos del suelo, los que después se disponen en hileras en el vivero de trasplante, introduciendo su base no más de lo necesario para mantenerlo derecho. Este método, aunque más costoso que otros, ofrece la ventaja de elevar el porcentaje de supervivencia y de producir plantas de mejor calidad.
· Antes de 1944 la propiedad forestal se dividía de la siguiente manera: montes comunales, monásticos y escolares, el 57 por ciento, montes del Estado, el 26 por ciento; y montes particulares, el 17 por ciento. En dicho año todas las tierras forestales fueron declaradas propiedad del Estado.
De acuerdo con las últimas estadísticas proporcionadas a la Comisión Forestal Europea de la FAO, la superficie boscosa del país representa el 33 por ciento del territorio nacional, y de ella un 28 por ciento está cubierta de árboles. Esto indica una producción potencial de madera considerable, que supera en un 5 por ciento el promedio de Europa.
El 60 por ciento de los terrenos forestales arbolados se compone de monte alto, formado por un 14 por ciento, más o menos, de coníferas y un 46 por ciento de especies caducifolias. De estas últimas, el haya es la especie más importante y una de las fuentes principales de abastecimiento para la demanda de madera de construcción. La población de robles cubre un poco más del 3 por ciento de la superficie de monte alto.
De los bosques de coníferas, el 69 por ciento está formado por pino común y pino negro; el 23 por ciento por picea, y el 0,5 por ciento por abeto negro. El resto de la superficie está poblado por abeto común y alerce.
Para fines de ordenación, los bosques se dividen en 7 categorías: los protectores, reguladores de las aguas que ocupan el 50,7 por ciento; las fajas forestales del Estado, el 0,4 por ciento: los bosques senatoriales, el 1,8 por ciento; los reservados, el 0,2 por ciento, los de la zona verde el 1,8 por ciento; los de terrenos erosionados, el 6,8 por ciento y los protectores y maderables, el 38,3 por ciento. Esta clasificación de los bosques conforme a su importancia en la economía nacional permite a la administración de montes la aplicación de sistemas adecuados de organización y ordenación.
Se proyecta convertir en monte alto gran parte del monte bajo y medio. Estos tipos de vegetación forestal crecen principalmente en los llanos y en las faldas de los montes donde satisfacen una necesidad concreta creta de la economía rural como fuentes de combustible, pequeño material de construcción y forraje.
La organización de la economía rural ha sido modificada radicalmente y se ha establecido una extensa red de fincas cooperativas y del estado.
Los explotadores de dichas fincas pueden encargarse de la ordenación de los terrenos boscosos en ellas comprendidos y utilizar la madera que en ellos se produzca, lo que les ofrece un positivo interés en la plantación de aquellos terrenos ineptos para la agricultura.
La gran demanda de madera de construcción obligó a que durante algunos años se permitiera una proporción mayor de aorta en los bosques de coníferas. El Gobierno adoptó, subsiguientemente, ciertas medidas para lograr la sustitución de la madera por otros materiales de construcción, y redujo entonces a lo normal el margen de aprovechamiento de los bosques. Actualmente, la preocupación fundamental de la ordenación de montes en las altas regiones montañosas es la de lograr el máximo aprovechamiento de los recursos conservando al mismo tiempo al máximo posible sus funciones protectoras. Esto se está haciendo mediante la introducción de los sistemas mas adecuados de explotación y corta. En el monte alto, tanto de coníferas como de frondosas, el método empleado tiende a la aorta progresiva y de selección por grupos, garantizando así la renovación gradual de la fronda madura y creando condiciones favorables para el desarrollo de nuevas plantas. En los trechos más elevados de bosque, en las vertientes pronunciadas y en las regiones de embalses, sólo se practica la corta de selección. La aorta a hecho en el monte alto está prohibida, permitiéndose tan sólo en el monte medio, cuyo turno de aorta es de 20 a 30 años.
· El movimiento de los «Junior Forest Wardens» (guardabosques juveniles), patrocinado por la «Canadian Forestry Association» fué iniciado hace 25 años con el nombre de «Junior Fire Wardens» (vigilantes juveniles de incendios). Este movimiento tiene como fin el estudio de la silvicultura, la ciencia forestal, la prevención y lucha contra los incendios, la conservación de bosques, los sistemas de señales, las auras de urgencia y otras muchas actividades que acompañan la labor profesional en el bosque. Los proyectos abarcan el cultivo y plantación de árboles, práctica en el recorrido de los bosques campamentos, identificación de árboles y plantas, y preparación de inventarios forestales, en general todo ello como asistencia a los departamentos de montes y caza.
Nacido en la Colombia Británica, donde el número de miembros activos se ha elevado a 6.500 y donde se han graduado más de 32.000 de los conocidos guardas de camisa roja, con brazaletes indicadores de su experiencia, el movimiento se ha extendido a Ontario, las Provincias marítimas, Terranova, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelandia, y continúa extendiéndose. Pueden ingresar todos los escolares entre los 10 y los 16 años, y su ficha de inscripción la firma un guardabosques, director de la escuela o jefe de un grupo.
El Consejo Nacional de Investigaciones y la Sección de Montes del Departamento de Asuntos del Norte y Recursos Nacionales han ideado un aparato que servirá a los biólogos para medir la cantidad de luz recibida por los árboles y plantas. La medición de la luz tiene importancia para los científicos que estudian los efectos del ambiente en el crecimiento de las plantas, pero hasta ahora los instrumentos con los que se contaba para ello eran inadecuados. El pirheliómetro utilizado por los meteorólogos y el exposímetro de los fotógrafos sólo miden la cantidad de luz recibida por las superficies planas, mientras que a las plantas les afecta la luz que les llega de todas partes.
Para registrar la luz que llega en todos los sentidos, el nuevo instrumento tiene una esfera de cristal de cuatro pulgadas de diámetro. La luz recibida por la esfera pasa a una célula fotoeléctrica produciendo una corriente eléctrica que hace funcionar un contador. La lectura de éste se hace al principio y al final del período de observación. Como las plantas responden principalmente a la longitud de las ondas luminosas que recibe la parte visible del espectro, el medidor de los rayos luminosos sólo es sensible a dichas longitudes de onda. Los ensayos hechos en la Estáción de Experiencias Forestales de Petawawa han sido satisfactorios y los biólogos forestales describen este aparato como «un instrumento útil y adaptable» para múltiples experimentos sobre el efecto de la luz en el crecimiento de los árboles.
· Un corresponsal notifica que la fotografía que aparece en la página 147 del Volumen 9 N°. 3, de Unasylva fué tomada en las «patanas» mojadas de Ceilán. Son éstos pastos de montaña que se encuentran a altitudes de más de 5.000 pies en terrenos turbosos y mojados, como puede apreciarse por la fotografía. Los semilleros en preparación están destinados a la cría de pinus caribaea para el proyecto de la «patana» mojada, que consiste en la plantación en bloques compactos compuestos principalmente con Acacia mollissima y no para un proyecto de prados y rompevientos. Estos terrenos tuvieron que ser después abandonados por causa de los fuertes vientos reinantes que hacían el lugar inapto para la cría de plantas.
El monte que se ve en el fondo de la fotografía es característico del bosque higrofito achaparrado y siempre verde que se encuentra en esta región.
· Del 5 al 30 de septiembre de 1955, se celebró en Turrialba un Quinto Curso internacional de capacitación en silvicultura tropical al que asistieron 26 cursillistas de México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana, Cuba y Puerto Rico. El personal facultativo estuvo formado por dos profesores de México, el Dr. Enrique Beltrán y el Ingeniero Villaseñor, por el Dr. L. R. Holdridge, del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas (IICA), el Sr. H. C. Haines, de la Administración de Cooperación Internacional de los Estados Unidos en Costa Rica, el Sr. P. Poyry y el Sr. Schreuder de la FAO, y por varios técnicos en distintas materias de Costa Rica y del IICA en Turrialba. Unos diez días del curso se dedicaron a conferencias y el resto a trabajos de campo y a visitas a industrias, estaciones experimentales y bosques de diversos tipos. Casi todos los participantes en este curso eran miembros de los Servicios Forestales de sus respectivos países, y algunos estaban dedicados a trabajos de divulgación agrícola. El nivel medio de educación entre los estudiantes era muy satisfactorio y todos ellos tomaron parte en el curso con verdadero interés tanto en lo que se refiere al aspecto teórico como al práctico.
· La zona ecuatoriana de los páramos cubre una superficie aproximada de 2 millones de hectáreas. Estas estopas andinas se extienden desde el límite natural de la formación arbórea a 3.500 metros de altura hasta el de las nieves perpetuas, a unos 4.500 metros. La mayor parte de estos páramos no se explota.
Hace unos 27 años, se establecieron pequeñas plantaciones de pino Monterrey (Pinus radiata) y de ciprés (Cupressus macrocarpa) en los páramos del Cotopaxi, entre 3.600 y 3.800 metros sobre el nivel del mar. Estas plantaciones han progresado relativamente bien a posar de que ninguna de las especies que las constituyen crece espontáneamente a tan elevadas altitudes.
Toda la región de la Sierra, zona interandina del Ecuador, depende casi totalmente de las plantaciones de Eucaliptus globulus para la obtención de leña, carbón de leña, madera de construcción, traviesas de ferrocarril e incluso madera para pisos y muebles baratos. Estas plantaciones de eucalipto cubren en su mayoría tierras potencialmente agrícolas, lo que ha hecho apreciar la importancia de iniciar experimentos orientados a determinar qué otras especies madereras podrían ser más ventajosamente cultivadas en los páramos. William R. Barbour, funcionario de Asistencia Técnica de la FAO, ha venido ocupándose de reunir semilla para implantar pequeñas parcelas de ensayo en el páramo del Cotopaxi. Ya se han recibido y plantado en almácigas semillas de coníferas de Italia y de Marruecos, así como de 12 tipos de Eucalyptus del Perú, y están además en camino semillas australianas de 18 especies de Eucalyptus. También se han pedido semillas a Kenya y Taiwán. Se obtendrán asimismo semillas de especies del Himalaya procedentes de Dehra Dan, India, y también se esperan conseguir especies arbóreas de las altas montañas de México y de la América Central. Se proyecta establecer plantaciones de ensayo de unas 50 especies, de las cuales algunas pueden resultar adecuadas para su cultivo en gran escala.
· En octubre de 1955 la Junta Directiva de la Trust Company de Georgia, asignó la suma de 50.000 dólares para el fomento de los bosques y desarrollo de los recursos forestales de dicho estado, durante los dos o tres años próximos. Los montes de Georgia constituyen uno de los recursos naturales renovables más extensos y valiosos que posee la expresada circunscripción territorial y representan los dos tercios de su superficie terrestre. Más del 90 por ciento de estas tierras forestales son de propiedad particular, perteneciendo gran parte de ellas a los agricultores, la granja media tiene alrededor de 69 acres de arbolado. El gran número de pequeños propietarios de bosques viene a desempeñar un importante papel en cualquier programa encaminado al fomento de los recursos forestales del estado. De aquellos dependen, en alto grado, las industrias que trabajan la madera, las cuales se están ampliando rápidamente y exigen un suministro cada vez mayor de materias primas.
Una gran proporción de la superficie forestal no está repoblada con especies adecuadas y una tercera parte está ocupada por variedades no comerciales. De acuerdo con la Comisión Forestal de Georgia, el volumen de madera de sierra, tanto en lo que respecta a coníferas como a frondosas, va disminuyendo, y el volumen total de pinos maderables, grandes y pequeños, no mantiene equilibrio con la extracción de madera. Con base en los actuales conocimientos derivados de la investigación se estima que el incremento anual de madera podría duplicarse mediante la aplicación de procedimientos mejorados. De los 160.000 pequeños propietarios, 9 de cada 10 utilizan métodos silvícolas que testimonien el inadecuado sistema de ordenación de sus terrenos.
Los problemas que implica el desarrollo de los recursos forestales son muchos, pero su solución debe radicar en un sentido de apreciación por parte del público y del propietario de bosques, en cuanto a las posibilidades forestales del estado, lo cual sólo puede lograrse mediante una acción educativa. Los resultados de las investigaciones no pueden transmitirse al público, al propietario forestal o a los compradores y consumidores de productos forestales, sino por conducto de los programas educativos. La implantación de estos programas es tanto más urgente cuanto que los agricultores están tropezando con crecientes dificultades para la obtención de créditos convenientes que les permitan costear sus operaciones anuales. En estas condiciones, el agricultor tenderá a explotar desconsideradamente sus recursos forestales en un esfuerzo para reunir los fondos necesarios y, por otra parte, desatenderá todo trabajo silvícola, aun cuando los gastos que éste represente sean muy reducidos. Todo ello repercutirá a su vez en las industrias forestales y, a la larga, menoscabará las importantes influencias indirectas del bosque en el suelo, las aguas, la salud y el clima.
En el estado de Georgia hay 411 departamentos de formación profesional en materia de agricultura, repartidos en las escuelas de segunda enseñanza. El personal docente está compuesto por 443 profesores que tienen a su cargo 26.000 alumnos regulares y 53.000 agricultores adultos que estudian cursos especiales de agricultura práctica. Muchos de los aludidos departamentos ofrecen además cursos de silvicultura. Aunque entre los superintendentes del estado y del distrito figuran varios especialistas en diversos sectores de la agricultura, no hay sin embargo entre ellos ninguno que se haya especializado en dasonomía. Es importante llenar esta laguna si se quiere que la educación forestal se mantenga al mismo nivel que las otras fases de la enseñanza agrícola. La Trust Company de Georgia está, por consiguiente, asignando fondos, en cierta proporción, a la Junta Estatal de Formación Profesional, para que contrate, en forma regular, un ingeniero forestal que se encargue del planeamiento, dirección y vigilancia de la instrucción en materia de montes, y a la Facultad de Dasomía de la Universidad de Georgia, para la organización de escuelas forestales de verano, que se ocuparán de preparar profesores para la Instrucción profesional en el ramo de la agricultura en el estado.
Además, la mitad de la asignación total se destinará a la compra de 100 parcelas de terrenos forestales, de 10 a 15 acres cada una, situadas en las proximidades de 100 escuelas de segunda enseñanza que posean departamentos de enseñanza agrícola. Tal contribución está sujeta a la condición de que el resto de los fondos que se requieran para la compra de las parcelas se obtenga en los sitios respectivos, ya que se estima que, de este modo, el interés local será mayor. Los bosques escolares serán utilizados por los departamentos de instrucción profesional para fines de demostración de métodos y prácticas forestales, así como otros estudiantes, incluídos los Clubes 4 H, las Sociedades de Exploradores, y por otros grupos como, por ejemplo, los laboratorios escolares para estudios relacionados con la silvicultura, la naturaleza y la conservación de los recursos. Estas parcelas serán, desde luego, de propiedad de las escuelas con objeto de mantener vivo el interés en su cuidado, hacer que su uso sea motivo de orgullo y desarrollar al máximo el sentido de responsabilidad.
· En un comunicado de prensa, que ha circulado con cierto atraso, se informa que los Estados Unidos están utilizando sacos de papel, en sustitución de los acostumbrados sacos de lona, para el correo con destino a Alaska. Estos nuevos sacos no requieren devolución y, según se afirma, el uso del papel en lugar de la lona, producirá economías equivalentes a 100.000 dólares al año.
· El boletín de la Escuela de Agricultura y Ciencias Aplicadas del estado de Kansas ha dado a conocer una técnica para ensayar diversos modelos de setos vivos y barreras de superficie en un túnel de viento con objeto de investigar los efectos de estos obstáculos en la velocidad de las corrientes de aire, la evaporación, las ventiscas y el calentamiento de las casas. Se utilizaron dos tipos de abrigos vivos, ambos de 10 hileras, una con hojas y la otra sin ellas. La ventaja de la técnica del túnel de viento es que evita la necesidad de esperar a que se produzcan condiciones naturales para efectuar las investigaciones.
La barrera con hojas ofrecía una protección equivalente a 5 ó 6 veces su altura en relación con la faja desnuda, según pudo calcularse tomando como base su capacidad para reducir de un 25 a un 50 por ciento la velocidad del viento. Causó, sin embargo, una mayor desviación de las corrientes de aire por encima de las barreras dando lugar a una mayor formación de remolinos. Ambas fajas protectoras superaron la eficacia de un muro sólido en lo que respecta a la reducción de la velocidad del viento al nivel de la tierra. En cuanto a evaporación, las reducciones logradas con la faja hojosa registraron una ventaja máxima de 25 por ciento y un promedio de 19 por ciento, en orden de magnitud, en comparación con las disminuciones obtenidas mediante el empleo de otros modelos. Las mejores barreras para detener la nieve fueron las de 5 ó 2 hileras, que pudieron atrapar un volumen 3 1/2 veces mayor que el que se hubiera capturado con la mejor carea artificial.
· Un corresponsal señala a la atención de sus lectores un artículo publicado en el Journal of Forestry, en mayo de 1955, sobre los resultados de los aclareos en una plantación de pinos Weymouth en Carolina del Norte. Parte de este pinar densamente establecido en 1899 con semillas de procedencia no bien determinada, ha sido sometido a la aorta de aclareo bajo seis veces desde 1916, siempre hasta un área basimétrica de 100 pies cuadrados, aproximadamente. Los árboles apeados eran generalmente aquellos cuyas copas no llegaban al 35 por ciento de la altura total.
En 1953, el número de árboles con dimensiones suficientes para la producción de madera aserradiza era de 124 por acre (50 por hectárea) en la zona sometida a la corta y de 100 por acre en la parte donde no se practicó el aclareo. El diámetro medio de los árboles a la altura del pecho era superior, en el orden de los 10,1 cm. (4 pulgadas), en el área aclarada, donde el espaciamiento equivalía al 24 por ciento de la altura, en comparación con las parcelas no aclaradas, en donde las distancias entre unos árboles y otros sólo llegaba al 20 por ciento de su altura. En el curso de 50 años, el 22 por ciento del rendimiento se perdió, debido a la mortalidad, por acre, en la zona no sujeta a esta clase de cortas, mientras que en la sometida al aclareo tal mortalidad pudo frenarse mediante la extracción de 73 metros cúbicos (31 cuerdas) en 730 árboles, o sea, el 43 por ciento de la producción correspondiente. El incremento medio anual fué de 4 metros cúbicos (1,6 cuerdas) después de las cortas de aclareo y de 3 metros cúbicos (1,2 cuerdas) en los sectores no sometidos a dicho tratamiento.
A los 56 años, la producción, calculada en volumen comercial, incluyendo en él tanto la madera para pulpa como las trozas de aserradero, era un 35 por ciento mayor en las zonas de aclareo que en aquellas en donde éste no se había practicado. Los árboles aptos para la obtención de madera de sierra tienen mayor valor por unidad pero la ventaja global que se deriva de la tala sólo puede lograrse cuando los árboles se han desarrollado plenamente. La producción total de las zonas sometidas al aclareo fué 50 por ciento superior, en términos de pies madereros.
El valor medio de la madera en pie, determinado a base de cada árbol sobreviviente, en la parcela no aclarada, es actualmente de 80 centavos, y el del árbol medio que se deja en reserva en la parcela tratada, llega a 3,05 dólares. Si se hace un cálculo tomando como referencial un acre, el aumento total de valor de la madera en pie, obtenido mediante cortas de aclareo, durante los 56 años, es de 198,40 dólares.
· Las recomendaciones formuladas en el informe de una Misión mixta compuesta por representantes de la Administración de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas y la FAO indican el importante lugar que debe ocupar la producción de madera para la fabricación de pasta y papel en la política de explotación, sin que, no obstante, constituya su único objetivo. Toda política de largo alcance debe estar orientada hacia el establecimiento de un grupo de industrias en el que se combinen totalmente todas las formas de aprovechar la madera de ciertas zonas, con la estipulación de que, cuando sea económicamente factible, u ocasionalmente necesario, se dé adecuada consideración: (ch) a la conveniencia de reservar determinados sectores de los bosques de dipterocárpeas exclusivamente para la producción de maderas para pulpa, y (b) a la plantación de pinos, con el objeto particular de obtener maderas para la fabricación de dicho material, aunque es preferible que la producción tenga como objetivo un suministro equilibrado de madera.
A la luz de la información actualmente disponible, no es de esperarse que antes de 30 años, que quizá se extiendan a más de 40, pueda lograrse que el abastecimiento de madera de pino para la elaboración de pasta, se realice a un costo económico y en suficiente cantidad para permitir el funcionamiento económico de una fábrica de este material, inclusive en el caso de que durante dicho período se adoptase una política progresista.
Hay indicios de que en ciertas zonas de la meseta de Bukidón, en Mindanao, podrán obtenerse elevados rendimientos de madera por hectárea si se extiende la repoblación, a base de pinos de Benguet o de otras coníferas. El costo de estas operaciones será moderato en relación con el que corresponde a los países templados y subtropicales. Debido a las posibilidades que existen para suministrar energía hidráulica dentro de esta zona o en sus proximidades, el informe recomienda encarecidamente:
(a) que se estudie el área en cuestión para determinar si es factible o no reservar parcelas extensas para repoblarlas con coníferas y utilizarlas como cultivos de vivero o como rodales puros en los que se establezcan muchos cortafuegos que, a su vez, servirían para evitar la propagación de enfermedades;(b) que cada una de estas parcelas sea de un tamaño apropiado para permitir una explotación económicamente ventajosa;
(c) que estén lo suficientemente distantes unas de otras a fin de reducir el peligro de que un huracán repentino arranque la vegetación en crecimiento de todas las parcelas;
(d) que las parcelas estén situadas de modo que sea posible concentrar en un lugar adecuado y en forma económica la madera para pulpa, la madera de sierra, etc.;
(e) que se considere cuidadosamente la conveniencia de efectuar la repoblación a razón de 500 hectáreas anuales durante un período de 20 años, estableciendo como base de la política correspondiente una disposición en virtud de la cual 200 hectáreas de la superficie plantada anualmente habrán de dedicarse, en primer lugar, a la producción exclusiva para pasta, y las 300 hectáreas restantes, a la producción de madera aserradiza, durante una etapa prolongada.
También se recomendó la continuación de las plantaciones experimentales de varias especies (dipterocárpeas, leguminosas o coníferas) con objeto de determinar la proporción de crecimiento y el valor de los árboles a las distintas edades en lo que respecta a la producción de madera para construcciones o para la elaboración de pasta.
· En Finlandia, los propietarios forestales gozan, desde 1929, de subsidios y préstamos concedidos por el Estado para la introducción de mejoras fundamentales en sus bosques. Las disposiciones que rigen la asignación de fondos para dicho fin están incluídas en la Ley de mejoramiento forestal, establecida por períodos de cinco años. Conforme a la Ley promulgada en 1953, y actualmente en vigor, cada año se asignan por lo menos 600 millones de mareos para plantación de tierras desarboladas, repoblación de montes de baja producción; avenamiento de tierras boscosas; construcción de caminos forestales; y ejecución de ciertas investigaciones relacionadas con dichas actividades.
Los fondos se conceden a título de préstamo o como subsidios. Los préstamos obtenidos se reembolsan por lo regular, a razón del 6 por ciento al año, a menos que hayan sido destinados a la construcción de caminos, en cuyo caso, el reembolso es del 10 por ciento, 3 por ciento de interés y el resto para amortización. La concesión de subsidios puede llegar al 6 por ciento, y en casos excepcionales hasta el 8 por ciento. Al otorgar subsidios y préstamos, se tienen en cuenta la extensión total de las propiedades y, en general, los recursos económicos de los interesados, siendo ordinariamente los propietarios de pequeñas fincas forestales los más favorecidos.
· La Revue du Bois et de ses Applications cumplió diez años de vida en 1955 con su duodécimo número. La calidad de sus artículos, su magnífica presentación y el amplio interés de los temas principales que incluye, han hecho que esta revista ocupe lugar prominente no sólo en Francia sino también entre todas las publicaciones que tratan de los montes y sus productos.
Una de las características de la revista es su interés en establecer un equilibrio entre la silvicultura, el aprovechamiento de la madera y su comercio e industria, analizando siempre la situación de la madera en relación con la economía general de Francia, en primer término, y luego en comparación con el panorama económico mundial.
Entre los que coadyuvan a la publicación de la Revista o contribuyen a ella con artículos de interés permanente figuran muchos colaboradores y amigos particulares de la FAO. Por tanto, la Dirección de Montes de esta Organización acoge con satisfacción esta oportunidad para felicitarles por su magnífica labor y desearles éxito imperecedero en la Revue du Bois et de ses Applications.
Los bosques de Francia se distinguen por la notable diferencia que ofrece la composición y calidad de su flora, como consecuencia del variado conjunto de influencias climáticas, topográficas, geológicas y edafológicas, y como resultado de su compleja evolución histórica en el curso de dos mil años, durante los cuales ha habido aprovechamiento y abuso cuidado y negligencia, avances y retrocesos. Desde la época de la ocupación romana los bosques han sufrido los efectos del aclareo para la agricultura, de la extracción de su madera para combustible y más tarde para usos industriales, de los procedimientos destructivos de explotación, de la caza, del fuego y de la erosión. El interés y la preocupación por el bosque se hicieron manifiestos en 1280 cuando se instituyó un código forestal para los bosques de la Corona, en virtud del cual se créo un servicio organizado de montes. A este código siguieron otros y más tarde, en 1669, la famosa ordenanza de Colbert, que sobrevivió a la revolución y en la que se inspiró buena parte del código de 1827. La fundación de la Escuela Nacional de Montes en Nancy, en 1824, bajo el ilustre alsaciano Bernard Lorentz, dió como resultado la formación de cuadros perfectamente habilitados para administrar los bosques estatales y, lo que es aún más importante, la introducción de la teoría y la práctica de la regeneración natural, a la que debe mucho el renacimiento dasonómico de Francia durante el último siglo.
La enorme destrucción causada por la primera guerra mundial y los daños, si bien menores, ocasionados por la segunda dieron por último origen a la reciente formulación de un vasto programa forestal, que concierne tanto a los bosques del Estado como a los particulares, y a la ejecución del mismo mediante un Fondo Forestal Nacional.
Todos estos aspectos de la historia forestal de Francia están descritos de modo interesante y elocuente en la obra de J. L. Reed «Forests of France», en inglés. Los asuntos se han expuesto a grandes rasgos más bien que en detalle, pero la cuantiosa información que proporciona el libro cumple, en forma suficiente, su propósito. Es en realidad un gran mérito que un «extranjero» haya podido asimilar y narrar tan acertadamente los hechos. No hay duda de que esta obra será de interés para los forestales de cualquier parte del mundo.
· La Ley de 30 de septiembre de 1946, en virtud de la cual se establecido el Fondo Forestal Nacional ha permitido al país lograr grandes progresos en la labor de repoblación de bosques. En los ocho primeros años se han plantado unas 500.000 hectáreas, en su mayor parte de coníferas.
Este aumento de rodales artificiales con fines esencialmente económicos ha inducido a la administración forestal francesa a tratar de perfeccionar los tradicionales métodos de plantación, que a veces no se adaptan a las condiciones modernas ni a los objetivos del programa total de plantaciones.
Con este fin, el Ministerio de Agricultura, a principios de 1951, oreó un Comité Asesor de Plantaciones forestales para prestar asesoramiento y formular recomendaciones sobre:
1. los problemas técnicos que plantean los proyectos de plantación;2. las especies y métodos que deben emplearse en cada una de las grandes regiones naturales según las respectivas condiciones ambientales;
3. los principios que deben regular la determinación de prioridad para ciertos proyectos de repoblación en los programas anuales de plantación;
4. proyectos de demostraciones prácticas y proyectos experimentales.
Para resolver los problemas que se le presentan, el Comité utiliza los conocimientos de las tres partes que forman el Departamento de Aguas y Bosques, encargado de poner en práctica la política de repoblación, a saber, la Administración Central, el Servicio de Investigaciones y el Servicio Móvil. Cada uno de ellos está representado por diversos conservadores y funcionarios del citado Departamento, creándose, de esta manera, una cooperación estrecha y eficaz. En la composición del personal del Servicio Móvil se introducen cambios a intervalos regulares, con lo que el Comité se familiariza con los problemas particulares de las distintas regiones de Francia. El Comité se reúne en París de tres a cuatro veces al año y efectúa viajes de estudios. Puede invitar a tomar parte en sus reuniones a personalidades destacadas, sobre todo propietarios privados y representantes de empresas forestales y madereras.
Durante su primer año de funcionamiento, el Comité asesor llevó a cabo una amplia encuesta sobre los problemas de plantación en las diversas regiones de Francia a fin de determinar los que debían ser objeto de detenido estudio por parte de los especialistas. Los resultados de tales estudios y las soluciones adoptadas por el Comité han sido expuestos en informes publicados en una colección que lleva el título de Comment reboiser (Métodos de repoblación). Se han publicado ya nueve informes en ediciones de 8.000 ejemplares cada tina que tratan de los siguientes temas:
(a) selección de especies;
(b) condiciones y métodos peculiares de los suelos pesados del oeste del país;
(c) métodos de preparación de suelos;
(d) métodos de mejoramiento de suelos;
(e) protección contra plagas y enfermedades;
(f) plantación del pino marítimo en las landas de Gascuña;
(g) empleo del abeto Douglas en la repoblación;
(h) repoblación por siembra directa.
El empleo de maquinaria en los trabajos de plantación y los tipos que cabe utilizar se explican en el Folleto N° 8 que trata de Equipo Mecánico y Plantación, y cuyas principales características aparecen en la sección «Máquinas y aparatos nuevos» de este número de Unasylva.
Los temas citados indican las principales preocupaciones del Comité, que concede particular importancia a la acertada preparación de los suelos.
Su publicación representa un aspecto de los resultados prácticos obtenidos por el Comité Asesor durante los cinco primeros años de su existencia, pero sus actividades se han ampliado mucho más. Por ejemplo, se ha solicitado su parecer sobre el Programa de Plantaciones de 19521957, habiéndosele encargado, además, de redactar o modificar convenientemente el reglamento para las empresas que llevan a cabo trabajos de plantación por contrata.
· Los bosques de la Guayana cubren una extensa área del país, que asciende a unos 7 millones de hectáreas, de las cuales un millón y medio pueden ser explotadas con relativa facilidad. Los reconocimientos efectuados hasta la fecha parecen indicar que el volumen de maderas valiosas por hectárea es suficientemente elevado para permitir una explotación económica en gran escala. La topografía del país, surcada por grandes ríos, hace que el transporte de las trozas pueda realizarse fácilmente durante la mayor parte del año.
Las necesidades de consumo local absorben la mayor parte de la madera actualmente extraída de los bosques, pero las exportaciones podrían encontrar mercados en las Antillas francesas, en las Indias Occidentales, en América e incluso en Europa.
Los bosques de la Guayana son ricos en especies de propiedades muy diversas. Entre las especies más abundantes y conocidas figuran la «angelique» (Dicoryria paraensis), el «wapa» (Eperua falcata). el «parcouri» (Ocotea rubra), el «manil» (Symphonia globulifera) y el «yayamadou» (Virola surinamensis).
La actual producción de madera aserrada de la Guayana es baja como consecuencia de lo mal equipados que están los aserraderos. Aún así la capacidad de éstos es muy superior a la de las empresas explotadoras cuyas operaciones se ven limitadas por insuficiencia de recursos para la adquisición de maquinaria moderna de explotación. Los aserraderos están provistos de sierras circulares de tipo canadiense, las cuales requieren considerable fuerza motriz y sólo producen madera aserrada de calidad inferior.
Con objeto de mejorar la agricultura, y más especialmente la explotación de los bosques, el Gobierno estableció en 1946 «Le Bureau Agricole et Forestier Guyanais». Se inició un inventario forestal, en el que se sigue trabajando, pero ya parece revelar que los bosques podrían producir, además de trozas, maderos para la obtención de chapas y madera para pasta. En la zona de Saint-Laurent du Maroni funciona actualmente un aserradero experimental con varios tipos de sierra, adaptados para el aserrado de diferentes especies forestales de la Guayana. A los resultados obtenidos se les da la máxima publicidad en beneficio de los aserraderos existentes y con objeto de estimular la instalación de otros nuevos. Se han establecido parcelas experimentales para el estudio de los métodos de regeneración más aplicables a los bosques de la Guayana.
· N. J. Masani, que explica ingeniería y topografía en las Escuelas Forestales indias de Dehra Dan, ha preparado un libro, «Notas sobre Ingeniería Forestal», con el propósito de ayudar a los funcionarios de montes, que posean limitados conocimientos técnicos y poca experiencia práctica, a construir ciertas obras forestales de ingeniería que con frecuencia les exige su trabajo, utilizando el mínimo de materiales y logrando así economizar fondos públicos . Esta obra está destinada principalmente a servir de libro de texto para los estudiantes forestales, y en ella figuran capítulos sobre materiales y técnicas de construcción, albañilería, carpintería y ebanistería, mecánica maderera, construcción de caminos, puentes y abastecimiento de agua. Ofrece este libro mucha información útil derivada de la experiencia práctica y, por consiguiente, su uso puede ser más extenso de lo que se proponía el autor, pudiendo servir especialmente como guía para los funcionarios forestales que trabajen en países o en condiciones comparables a las de la India.
· Al informar a la Comisión Forestal Latinoamericana, el Sr. L. Huguet funcionario de Asistencia Técnica de la FAO destacado en México, explicó que el Servicio Forestal mexicano podía compararse en antigüedad con el de los Estados Unidos, aunque sus progresos no fueran tan extraordinarios. A solicitud del Gobierno de México, la FAO envió en 1951 una numerosa Misión forestal al país para que ayudara a las autoridades competentes en lo relacionado con cuestiones de técnica y política forestal. Esta Misión llevó a término su trabajo en 1953, fecha desde la cual la FAO ha enviado otros expertos al país con objeto de que colaborasen en la puesta en práctica de algunas de las recomendaciones formuladas por la Misión. Un especialista en investigaciones sobre celulosa y papel cooperó con el Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas del Banco de México S.A., en la evaluación de diversas materias primas que pueden ser utilizadas para la producción de los distintos tipos de papel que se emplean en México. México es un país privilegiado en el sentido de que cuenta con todas las materias primas necesarias para la producción de pasta y de papel, tanto las normalmente empleadas como las de uso poco común. Otro experto, perito en comercialización de productos forestales, se está ocupando del estudio de los problemas de exportación y de la creación de mercados locales.
Un forestal y un especialista industrial están prestando servicios de asesoramiento para la creación de una cadena de industrias forestales integradas en el Estado de Michoacán con el objetivo final de producir 40.000 toneladas anuales de papel para periódico, 30.00 toneladas de pasta al sulfato y más de 60.000 m³. de madera aserrada. Este último proyecto ha sido ya planeado y el Gobierno de México ha aprobado ya fondos destinados a su ejecución.
· Hasta hace muy poco, cada vez que surgía la necesidad de realizar algún proyecto de investigación sobre la madera, las compañías madereras del Africa Occidental tenían que recurrir a la ayuda de los institutos de investigación de la Gran Bretaña. Aunque esta cooperación nunca les faltó, las 4.000 millas que separan a los aserraderos de los laboratorios representaban múltiples dificultades. La mayor de ellas era el problema de reproducir en el Reino Unido condiciones tropicales que respondieran exactamente a las del Africa, lo cual era prácticamente imposible de lograr salvo en la limitada escala de un invernadero.
Con objeto de facilitar el desenvolvimiento de la industria de la madera en el Africa Occidental, una compañía maderera decidió orear en Sapele su propio centro de investigaciones. Este centro, cuya construcción se inició en 1954 y está próxima a terminarse, constituye la única organización privada de investigaciones madereras en toda el Africa Occidental inglesa. El capital inicial desembolsado ascendió a £ 30.000 y se calcula que los costos anuales de funcionamiento serán considerables. La instalación comprende un laboratorio completamente equipado y numerosas máquinas para trabajar la madera que juntas forman una unidad capaz de realizar en pequeña escala todas las operaciones de una fábrica de producción en serie, lo que permite la ejecución de ensayos experimentales detallados.
Las investigaciones abarcarán el tratamiento de las trozas desde el momento de la corta, y se estudiarán los métodos para mejorar la elaboración de la madera y la calidad de los productos madereros, así como la forma de lograr una producción más eficaz. Los trabajos incluirán además la regulación de la calidad, prestando atención particular a los problemas de conservación y realizando estudios tanto sobre los insectos horadadores de la madera como sobre los efectos producidos por los hongos. Los resultados de las investigaciones efectuadas en Sapele se coordinarán con las investigaciones realizadas en otras partes a través de un laboratorio en el Reino Unido.
· Alrededor de fines de siglo, los propietarios de bosques empezaron a organizarse en sociedades locales, medida que, sin embargo, no solucionó sus problemas forestales, y finalmente, en 1913, fué creada una asociación nacional. En 1929, dicha asociación fué reorganizada, y se establecieron consorcios comarcales para la venta de la madera de sus Socios.
La Asociación Noruega de Propietarios Forestales está constituída de la siguiente manera:
1. Sociedades locales. Estas son organizaciones comunales de propietarios de bosques (sin que sea obligatorio pertenecer a ellas). Los propietarios forestales son de hecho los productores de madera y cada uno comunica a su correspondiente sociedad local la cantidad de madera de que dispone para la venta.2. Consorcios de venta o comercialización. Organizaciones comarcales, de las que generalmente forman parte todas las sociedades locales del distrito. Las sociedades locales dan a conocer a su respectiva organización de ventas la cantidad de madera que cada una tiene para vender, y esta última se encarga entonces de encontrar comprador entre las fábricas de pasta y papel o entre los aserraderos.
3. Unidad central. La finalidad fundamental de ésta es actuar en pro de intereses prácticos y económicos del propietario forestal, y presentar ante las autoridades y el público los puntos de vista de dichos propietarios de montes.
En la Asociación se hallan actualmente afiliados 21 consorcios u organizaciones comarcales de venta. Los socios pagan una cuota de inscripción al adherirse a la organización, así como una comisión a la organización del distrito por la cantidad de madera vendida en su nombre. Dicha comisión está destinada a sufragar los gastos necesarios de funcionamiento. La Asociación publica una revista informativa titulada «Skogeieren» (El Propietario Forestal) que establece un punto de unión entre los socios y que cuenta con unos 40.000 lectores.
La cuestión de los créditos constituye un aspecto importante del programa de la Asociación. Previamente, el propietario forestal tenía que depender de los compradores de madera para la obtención de los anticipos necesarios con que costear sus operaciones; pero este problema ha quedado ahora resuelto pudiendo el propietario forestal obtener dichos préstamos de una sociedad de agricultores oreada para facilitación de créditos a corto plazo.
Entre las cuestiones que actual mente ocupan la atención de la Asociación noruega de propietarios forestales figura la de fortalecer las sociedades locales de productores madereros y aumentar el número de sus socios. Además, está tratando de ampliar las actividades de los consorcios u organizaciones comarcales de venta, de modo que incluyan no sólo la comercialización de la madera, en forma de trozas, sino también como madera aserrada, duelas para barriles, leña, etc. El final objetivo de la Asociación es llegar a interesarse financieramente en las fábricas de elaboración de productos forestales, a fin de poder ejercer cierta influencia también en la industria.
· En Nueva Guinea, algunas especies de mangle son explotadas para la obtención de extracto tánico, de su corteza, sin que, no obstante, se aproveche la madera. La Organización para la Investigación Científica e Industrial del Commonwealth ha realizado ensayos con cinco especies de una asociación de mangles a fin de descubrir la adaptabilidad de su madera a la producción de pasta de papel. Dichos estudios, en los cuales se utilizó el procedimiento al sulfato complementado por análisis químicos y morfológicos, demuestran que esta madera posee propiedades químicas semejantes a las de otras maderas duras y que tres de las cinco especies ensayadas pueden producir pasta de buenas cualidades de resistencia. Dichas especies son: Camptostemon schultzii, Sonneratia acida y Excoecaria sp.; la pasta obtenido de ellas es análoga, si no mejor, a la producida con madera de Eucalyptus regnans.
· Desde su creación, hace más de treinta años, el Departamento de Productos Forestales del Instituto de Investigaciones Forestales de Nueva Zelandia ha reunido copiosa información sobre maderas nacionales y extranjeras. Esta información ya ha sido publicada en parte, y continúa publicándose, pero ineludiblemente los datos difundidos hacen nacer el deseo de conocer otros nuevos, lo que origina peticiones constantes que tienden a interrumpir la labor de investigación, y a las cuales se atiende con más o menos éxito, bien sea por carta, por teléfono, o a través de conferencias o publicaciones.
Algunos de los temas más importantes y que más tiempo absorben son:
1. La clasifiación de las maderas incluídos los trabajos de evolución, capacitación (cursos), comité e incluso de comprobación. Además de fijarse en la clasificación de maderas blandas exóticas, el interés actual se centra también en las indígenas para las que las 'normas existentes han dejado de ser lógicas, y en las maderas de haya;2. Las maderas de construcción, tema de gran actualidad debido a la tendencia a abandonar el uso de las maderas conocidas por otras menos comunes, incluídas algunas importadas. Las normas y clasificaciones de la madera de construcción no nacen de la noche a la mañana, sino que van evolucionando muy paulatinamente. Actualmente se está dando forma a un código modificado para las maderas ligeras y a otro para proyectos de construcción;
3. el aprovechamiento de maderas secundarias;
4. usos industriales. Los estudios que se están realizando abarcan: necesidades agrícolas, cajas de fósforos de chapas de madera desenrollada, entablados para pisos (comprendidas tablas de extremidades machihembradas), puentes, necesidades ferroviarias, crucetas, postes y otros muchos.
· El Servicio Forestal de Nueva Zelandia está tratando de hacer frente a sus crecientes necesidades de trabajadores forestales permanentes y bien capacitados mediante el reclutamiento y preparación de hombres jóvenes, los cuales habrán de formar un cuerpo eficaz y permanente de trabajadores aptos para la ejecución de labores forestales y otras actividades conexas.
Para ser seleccionados, los jóvenes, cuya edad ha de fluctuar entre los 15 y los 17 años, deben reunir determinadas condiciones físicas, tener la necesaria vocación para dedicarse a trabajos saludables e interesantes, al aire libre, y haber cursado uno o dos años de enseñanza secundaria.
La instrucción que se les da en dos escuelas establecidas, dura cuatro años y abarca todos los aspectos fundamentales del dominio de la dasonomía. La enseñanza y vigilancia de los trabajos está a cargo de funcionarios y técnicos forestales escrupulosamente seleccionados, y la finalidad es hacer de estos trabajadores juveniles ciudadanos provechosos, bien capacitados para llevar a la práctica el programa nacional de fomento forestal, que iguala en importancia al de otras importantes industrias neozelandesas. El plan de estudios comprende el cuidado y ordenación de los bosques de especies indígenas y exóticas; la evaluación de la madera; trabajos de viveros; plantación, poda y aclareo; aorta y extracción de trozas; operaciones topográficas elementales; labra de la madera; cercas; cuidado y mantenimiento de maquinaria; auras de urgencia; prevención contra incendios, y comunicaciones. El bienestar físico y mental de los estudiantes en el período más crítico de su vida, es un factor cuya importancia está plenamente roconocida y al que se presta la debida atención.
A los alumnos que muestran aptitudes para determinadas clases de trabajo se les estimula para que se especialicen, fijándoseles entonces salarios de acuerdo con el grado de pericia que alcancen.
Los que no logran el nivel requerido pueden hacerse, si así lo desean trabajadores no especializados del Servicio Forestal, con garantías de empleo permanente si su conducta es satisfactoria.
Otro tipo de formación técnica es la de jóvenes en posesión de certificados escolares, y entre los 16 y los 20 años de edad. Las actividades del primer año se desenvuelven en una estación forestal donde adquieren experiencia práctica. Esto les ayuda a decidir si están o no dispuestos a seguir la carrera forestal y, al mismo tiempo, brinda al Servicio Forestal la oportunidad de saber algo acerca de los distintos cursillistas. Por otra parte, es necesario que el joven, que al cabo de pocos años ha de ocuparse a su vez del adiestramiento similar de otros hombres, pesca ciertos conocimientos prácticos.
Hacia fines del primer año, el plan de capacitación se divide de la siguiente manera: a los cursillistas con aptitudes académicas que hayan salido triunfantes y que hayan obtenido el ingreso en la Universidad, o aprobado un examen superior, se les ofrece educación universitaria en los aspectos técnicos de la silvicultura y pueden hacerse forestales profesionales, y aquellos otros cuya vocación es de carácter más práctico pueden dedicarse a actividades de campo para su preparación como guardabosques.
A los primeros, se les da la oportunidad de asistir parte del tiempo a la Universidad, lo que quiere decir que tardarán 4 años en recibir el título de Licenciado en Ciencias, después de lo cual pueden incluso ser enviados a una escuela forestal del extranjero para tomar un curso de postgraduados. Los segundos sólo asisten a cursos «técnicos» especiales y adquieren experiencia en la dirección y manejo de hombres. Una vez que alcanzan el grado necesario de eficiencia, se les asciende a guardas forestales,
· Una noticia oficial del Ministerio de Agricultura del Pakistán, publicada el 12 de noviembre de 1955 señala los principios de política forestal que el Gobierno se propone implantar en sustitución de los establecidos para la ordenación de los montes del Estado por el Gobierno de la antigua India, el 19 de octubre de 1894.
Los montes del Estado en el Pakistán no ocupan sino un 4 por ciento de la superficie total del país y en el nuevo decreto se reconoce la necesidad de adoptar un régimen dinámico a fin de extender la superficie forestal, mediante la aplicación de una audaz política de plantación, y de introducir métodos científicos de silvicultura en los montes particulares. Se reconoce la atención primordial que debe concederse a la solución de los problemas de pastoreo dada la importancia que este último tiene en la economía rural y, por último, se pone de relieve la función del bosque en un programa coordinado de aprovechamiento de tierras y conservación de suelos.
La zona forestal relativamente pequeña del Pakistán exige que en todos los montes se apliquen sistemas adecuados de ordenación y métodos apropiados de producción y protección; en caso necesario, se promulgará una legislación que abarque los montes particulares, y el Estado facilitará a los propietarios la ayuda material y técnica, que se estime necesaria. La explotación comercial deberá, sin embargo, estar subordinada a proteger los beneficios indirectos que los montes deben proporcionar al país.
En el Pakistán occidental, la superficie forestal propiamente dicha no excede del 3 por ciento del área total. Los esfuerzos deberán concentrarse en programas de plantación asociados con la agricultura, en forma de plantaciones de regadío a lo largo de canales, carreteras y vías ferroviarias, y en la implantación de montes comunales en parecías compactas reservadas para dicho fin. Se recomienda que a estas plantaciones se les dedique por lo menos el 10 por ciento de las zonas de regadío y el 10 por ciento del agua disponible para el riego.
En cambio, en el Pakistán Oriental los esfuerzos tenderán a la expansión de la superficie forestal reservada, a la apertura de masas forestales hasta ahora inaccesibles y al aprovechamiento intensivo de los recursos.
La puesta en práctica de la política debe estar a cargo de un personal perfectamente calificado para ello dependerá de una organización adecuada de investigaciones y capacitación.
La conservación de la vida silvestre constituirá uno de los objetivos de la política forestal.
· Durante un viaje oficial, un funcionario regional de la FAO visitó en Iquitos el aserradero más importante, perteneciente a una compañía norteamericana. Este aserradero estuvo dotato en un principio de personal norteamericano, pero actualmente to dos los trabajadores son peruanos. Las operaciones se limitan a la labra de la caoba y el cedro, para cuyo aserrado se utilizan sierras continuas. De las trozas de cedro puede obtenerse un 90 por ciento de tablas de primera calidad y un 10 por ciento de tercera calidad, expidiéndose la totalidad de esta madera a la costa peruana (Lima). En cuanto a la caoba, las calidades son 15; las 10 primeras, se exportan a los Estados Unidos y las demás se venden en los mercados domésticos. Las exportaciones anuales de un 80 por ciento, aproximadamente, de la caoba aserrada se transportan a Nueva York por barco, vía el Amazonas.
La superficie forestal de la zona de Iquitos asciende a 25 millones de hectáreas, como mínimo, y la actual explotación media anual representa alrededor de 41.000 metros cúbicos de madera de construcción, 35 por ciento de caoba, 64 por ciento de cedro y 1 por ciento de otras maderas. Debiera ser posible aumentar la proporción de las exportaciones puesto que las condiciones de navegación permiten el tráfico a Iquitos de barcos hasta de 5.000 toneladas. Sin embargo, los elevados impuestos de exportación (10 por ciento del valor de la madera aserrada f.o.b. y un derecho local de exportación de 10 centavos por pie tablar), resultan prohibitivos para toda otra especie de madera que no sea la caoba.
· La realización de la política forestal de la República Popular de Polonia está encomendada al Ministerio de Montes, que desempeña funciones administrativas directas en cuestiones relacionadas con los bosques del Estado, y funciones reglamentarias con respecto a los bosques de dominio particular, a la protección de los recursos naturales y, en parte, al comercio de productos forestales.
Para el desarrollo de sus actividades el Ministerio cuenta con los siguientes Departamentos: Ordenación de Montes, Extracción de Maderas
Productos Secundarios, Comercialización de la Madera de Construcción, y Adiestramiento. También le prestan su ayuda dos institutos de investigación (el Instituto de Investigaciones Forestales y el de Investigaciones Tecnológicas), un Consejo Científico para la protección de los recursos naturales, una Oficina de Proyectos Técnicos y una Oficina que se ocupa de la industria de maquinaria y equipo forestales.
Las funciones reglamentarias comprenden la inspección técnica de los bosques particulares por las organizaciones regionales del Servicio Forestal Nacional; la protección de los recursos naturales, de la cual se encargan la Administración de Protección de los Recursos Naturales y las oficinas departamentales y regionales de conservación y la inspección técnica para el aprovechamiento adecuado de los productos madereros por parte de los consumidores, funcción que corresponde a un organismo especializado con plenas facultades de intervención.
Hay 17 centros departamentales de administración, de los que dependen las oficinas regionales de montes cada una con 6 u 8 distritos forestales a su cargo. Los distritos forestales del Estado ascienden aproximadamente a 1.000, con una media de 6.000 hectáreas por unidad.
· Las nuevas plantaciones forestales son resultado de estudios intensivos de las condiciones locales y de las fórmulas de plantación, cuyo objeto es lograr que en las operaciones respectivas se empleen combinaciones apropiadas de las distintas especies. Las plantas exóticas, lo mismo que las de rápido crecimiento y, particularmente, los chopos híbridos, están mereciendo creciente atención, tanto desde el punto de vista de los cuidados silvícolas como del volumen de la producción.
La ejecución de proyectos especiales de establecimiento de bosques está relacionada con programas extensivos de plantación en las cuencas capaces de producir energía hidroeléctrica.
Se ha experimentado la siembra de picea y de abeto arrojando la semilla desde el aire y los primeros resultados obtenidos son, al parecer, alentadores. Para la protección de los cultivos agrícolas de la estepa central de Dobrudja, se han plantado alrededor de 3.000 kilómetros de abrigos vivos, en una superficie total de 80.000 hectáreas. Estas fajas protectoras han empezado ya, en el corto período de 4 ó 5 años, a ejercer una influencia beneficiosa Se han plantado además unas 40.000 hectáreas de suelos degradados, con miras a su rehabilitación. La ordenación de estas masas forestales ha ido intensificándose todos los años mediante la aplicación de prácticas silvícolas, cortas de aclareo, de limpia y de selección, las cuales movilizan grandes cantidades de material hacia los canales comerciales. Sin embargo, los inadecuados medios de transporte en las regiones montañosas siguen ocasionando dificultades en este sentido.
· La British Standards Institution ha editado las normas 881 y 589 descritas en la 1956 Nomenclature of Commercial Timbers, con inclusión de las fuentes de suministro. La expresada clasificación comprendo todas las frondosas y coníferas de importancia económica en el Reino Unido. Sin embargo, sólo se han incluído las maderas importadas en grandes cantidades durante cierto número de años, quedando excluidas ex profeso algunas de las importadas para fines de ensayo o durante períodos cortos.
Un aspecto nuevo de esta nomenclatura es la presentación en orden alfabético de los nombres científicos en lugar de los comerciales, reuniendo así las maderas de especies afines e indicando sus auténticas relaciones, que de otra manera no se hubieran podido determinar claramente. Los nombres botánicos proporcionan la nomenclatura normal de uso industrial.
Al seleccionar nombres uniformes se tuvieron presentes las siguientes consideraciones:
(a) todo nombre seleccionado debe ofrecer probabilidades suficientes de ser adoptado en la práctica;(b) es inconveniente rechazar nombres firmemente establecidos en el comercio;
(c) cuando sea necesario escoger entre varios nombres bien establecidos, debe darse preferencia y adoptarse como norma el de uso más corriente;
(d) siempre que sea posible, deberán adaptarse los nombres establecidos en el país de origen.
· La campaña emprendida por la Comisión Forestal del Reino Unido contra la ardilla gris, enemigo de los bosques nuevos de la Gran Bretaña, se intensificó en marzo de 1953 con la introducción del plan llamado «chelín por ardilla». Este proyecto se tradujo en un aumento inmediato de 100 por ciento en el número de ardillas destruidas durante el año que terminó en marzo de 1954, así como también en un avance adicional durante los siguientes doce meses.
En el semestre de abril a septiembre de 1955 se registró una acentuada baja en el número de ardillas capturadas y, no habiendo razón alguna para atribuir dicha reducción a una contracción de las actividades se supone que la campaña ha alcanzado su punto crítico.
Reducida ya la población de estos roedores a un bajo nivel, la Comisión Forestal proyecta ahora iniciar una campaña general con miras a exterminar la plaga. Esto es especialmente importante dado que, después del verano cálido y seco de 1955, es de esperarse que en el otoño de 1956 se produzca una abundante cosecha de semillas que podría favorecer su reaparición y reproducción.
Se ha decidido, por tanto, duplicar el monto de la gratificación durante un año, a partir del 1° de enero de 1956. Desgraciadamente, la reducción en la población de ardillas parece haber ido acompañada de un aumento señalado en el número de palomas torcaces, en perjuicio de la agricultura. Los agricultores afirman que la ardilla ayudaba a detener la multiplicación de las palomas torcaces devorando sus huevos y sus crías.
· Entre los distintos tipos de asociaciones de propietarios forestales el preferido en la Gran Bretaña es el de sociedades cooperativas. Estas no disfrutan de otras exenciones de impuestos que las concedidas a las demás organizaciones comerciales, la evaluación para los fines del impuesto sobre la renta se hace con arreglo a las Leyes pertinentes. No obstante la Comisión Forestal puede prestarles ayuda mediante concesiones o mediante garantías contra pérdidas durante el período inicial de desarrollo.
Las asociaciones de propietarios tienen carácter regional o local. Actualmente, se sabe que diez de estas agrupaciones se encuentran en funcionamiento. La superficie comprendida por cada una de dichas sociedades varía grandemente, por ejemplo, una de ellas abarca toda Escocia, mientras que el radio de acción de otras se reduce a grupos de condados, o bien a condados individuales o a distritos.
Las operaciones que efectúan estas agrupaciones están a cargo de un comité administrativo elegido por los miembros que normalmente poseen acciones en la sociedad y pagan una suscripción anual, se carga además una comisión por las ventas realizadas por la asociación, así como sobre el coste de ciertas operaciones tales como plantaciones, aclareos, cortas, etc., ejecutadas por los miembros del personal técnico y profesional del grupo respectivo.
Ningún propietario está obligado a pertenecer a una asociación cooperativa.
La protección de los bosques contra el fuego es responsabilidad de su propietario, quien, sin embargo, puede recurrir al asesoramiento y ayuda de la Comisión Forestal y de las brigadas locales contra incendios. La ayuda que los propietarios pueden obtener de estas últimas está descrita en un folleto publicado por la Comisión Forestal con el título de «¡Incendio! Proteja sus plantaciones'.
La Comisión Forestal también presta servicios de asesoramiento sobre la mejor forma de proteger las plantaciones contra enfermedades y plagas.
Dicha Comisión puede hacerse cargo de la ordenación e inspección de tierras forestales privadas, con arreglo a condiciones establecidas de acuerdo con el dueño. Hasta ahora los propietarios no han hecho gran uso de este servicio. Se han establecido, sin embargo, acuerdos con corporaciones y personas particulares para efectuar una labor de ordenación que abarca una superficie global de 2.000 acres. Durante los últimos 30 años ha estado desarrollándose un plan que comprende el reparto de beneficios entre la Comisión y una corporación municipal y que incluye una extensión boscosa que actualmente asciende a más de 5.000 acres, en una zona de captación de aguas.
La Comisión puede tomar a su cargo la ordenación de tierras sujetas a un acuerdo de utilización (Dedication Agreement) en los casos en que el propietario no cumpla sus obligaciones.
· En las operaciones forestales de explotación, la aorta va precedida de la inspección y numeración de los árboles que han de apearse, los que a su vez se marcan con las iniciales del comprador y las del guarda forestal. Después de verificada la corta, se miden los maderos y se hace el cálculo de los cánones a pagar, los cuales deben ser liquidados antes de que se extienda la correspondiente licencia de extracción. Para marear el tocón, la parte superior desmochada y el tronco, se utiliza un marcador de corona. La madera decomisada como consecuencia de una contravención forestal se marea con una flecha grande. El volumen de todas las trozas vendidas se va anotando por especies, para reunirlo después en un registro anual de rendimiento. La leña se mide por cuerdas antes de que sea extraída del bosque o antes de que se la haya convertido en carbón.
· En un informe oficial sobre Túnez último país que ha ingresado como miembro de la FAO, se pone de relieve la importancia primordial de la conservación de los actuales recursos forestales, frente al incremento, extraordinariamente rápido, de la población. Dicho documento señala, además, que el estado legal de los bosques dista mucho de ser claro. Para 1945 se habían declarado 30.000 hectáreas como propiedad del Estado, pero aún quedaba por establecer la pertenencia de más de un millón de hectáreas. Desde 1949, el registro de títulos de propiedad privada ha aumentado, sin embargo, considerablemente. Las pérdidas causadas por el fuego en el curso de 40 años ascienden a 144.000 hectáreas de bosques. El pastoreo practicado en virtud de derechos de uso continúa sin sujetarse a ninguna regulación efectiva.
La ordenación de montes se ha intensificado desde 1945 gracias a la apertura de nuevas carreteras de penetración, creación de estaciones forestales, instalación de líneas y equipos telefónicos, y establecimiento de cortafuegos. Esta actividad ha proporcionado empleo a los habitantes del bosque y, al mismo tiempo, ha hecho disminuir las contravenciones. Se ha intentado rehabilitar rodales forestales degenerados, para lo cual se les ha aplicado diversos tratamientos silvícolas y se los ha cerrado para el pastoreo. Se han realizado buenos progresos en el establecimiento de plantaciones en zonas invadidas por las arenas o en suelos afectados seriamente por la erosión.
Las únicas industrias forestales dignas de mención son la del corcho y la de fabricación de cazoletas de pipa, hechas con madera de escaramujo y presentadas como producto semielaborado. Una factoría de Tabarka produce anualmente centenares de quintales de estas cazoletas, y se está instalando otra, de magnitud casi análoga, en la zona boscosa de Ain-Draham. Casi la mitad de la cosecha tunecina de corcho es absorbida por dos fábricas que elaboran industrialmente este producto. El corcho de mejor calidad se expide a Francia para que sea elaborado en dicho país, y el resto se exporta a otros lugares.
· A invitación de la U.R.S.S. y bajo la égida de la Administración de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas, el Gobierno de la India envió a dicho país un grupo compuesto por 13 funcionarios técnicos de alta categoría, para que realizase una jira de estudios durante junio y julio de 1955. El propósito de esta jira, patrocinada por los Ministerios de Agricultura y Alimentación, Riego y Energía, Recursos Naturales e Investigaciones Científicas, Comunicaciones y Producción, era el de observar los progresos alcanzados por la nación invitante en los diversos campos que interesaban a los miembros del grupo.
Se estimó que la U.R.S.S., cuya economía agrícola, de escaso desarrollo anterior, había evolucionado hasta transformarse en una economía equilibrada y altamente industrializada, podría ofrecer orientaciones y métodos útiles para la India, la cual había emprendido un programa de fomento planificado de los recursos del país.
El técnico forestal del grupo Sr. C. R. Rangagathan, Inspector General de Montes, observa en su amplio informe que los abrigos vivos y las «fajas protectoras de los campos» están formados de acuerdo con una disposición, planeada previamente, para ofrecer protección contra los vientos cálidos y los fríos y contra la erosión del suelo y, al mismo tiempo, para brindar refugio a las aves benéficas. Estas fajas constituyen una característica invariable de la agricultura soviética. La vasta extensión de los terrenos que protegen quita toda fuerza a la objeción que generalmente se hace al establecimiento de estas barreras - argumento que no deja de ser válido cuanto se trata de terrenos de dimensiones más reducidas - en el sentido de que ocupan tierras que serían más productivas bajo un régimen de cultivos agrícolas y de que reducen el rendimiento de los sembrados más próximos a ellas robándoles luz y compitiendo con sus raíces. Sin embargo, las extensas fajas protectoras dan como resultado un aumento del rendimiento de los cultivos, que se calcula en un 15 por ciento en años normales y en una proporción mucho mayor en años de condiciones desfavorables.
El establecimiento de fajas protectoras se lleva a la práctica en las granjas colectivas, donde no sólo toma la forma de abrigos vivos, sino también de plantaciones de árboles alrededor de estanques y depósitos de agua, en las cañadas, barrancos y terrenos arenosos. Las fincas colectivas cuentan frecuentemente con su propio personal forestal y, cuando es necesario, celebran contratos con estaciones de tractores y maquinarias y con las granjas forestales limítrofes (divisiones forestales) para la obtención de ayuda en el trabajo de plantación mecánica. Las plantaciones forestales protectoras en las granjas colectivas ocupan una superficie de 1.285 millares de hectáreas y están distribuidas de la siguiente manera:
|
Fajas protectoras en cultivos extensivos |
800.000 hectáreas |
|
Plantaciones en cañadas y barrancos |
300.000 hectáreas |
|
Plantaciones en suelos arenosos |
185.000 hectáreas |
Como aspecto peculiar del sistema soviético puede citarse el hecho de que los ingenieros forestales y los agrónomos, al igual que otros profesionales y técnicos como, por ejemplo ingenieros civiles, médicos, veterinarios, etc., de la más elevada categoría, no estudian su carrera en las Universidades, como se acostumbra en otros países, sino en instituciones especiales. Los cursos técnicos siguen un sistema normal, en el sentido de que su duración es de cinco años después de diez años de instrucción escolar.
El principal objetivo de la U.R.S.S. parece ser la mecanización de la agricultura y la silvicultura. La mecanización de las operaciones agrícolas se ha extendido incluso a las plantaciones de té en laderas relativamente inclinadas, en las que se utilizan tractores especiales, de poso ligero y de tres ruedas. La plantación de bosques en tierras desérticas también ha sido mecanizada. La siembra se hace con frecuencia al voleo, utilizando aviones que pasan a la altura de los árboles con objeto de asegurar la distribución adecuada de la simiente. Se utilizan biplanos con dispositivos especiales para llevar una gran cantidad de semillas e irla descargando en la proporción requerida. Se ha ideado una máquina para quitar las alas a la semilla. Según la información correspondiente, más del 50 por ciento de la población arbórea que existe en las áreas sembradas procede en general de las semillas arrojadas desde el aire.
Otro método, de importancia especial para la India, es el uso de un «jeep», provisto de un depósito de semillas y de un soplador. El depósito lleva, a su vez, 4 conductos tubulares de goma, a través de los cuales el soplador arroja las semillas. Dos de estos tubos están colocados inmediatamente al frente de las ruedas traseras del vehículo y los otros dos frente a las ruedas traseras de un remolque, en el que la distancia entre ruedas es mayor que en el «jeep v. Las semillas van cayendo en cuatro hileras y las ruedas las van enterrando en el suelo al pasar sobre ellas. Dos hombres, en un «jeep equipado de este modo, pueden sembrar justa 50 hectáreas de terrenos desérticos en un día.
La mecanización de las operaciones de extracción de la madera está repercutiendo en las prácticas silvícolas. Parece que existe una tendencia en el sentido de preferir la regeneración artificial a la reproducción natural.
· En el Volumen XIV de los Annales de l'Ecole Nationale des Eaux et Forêts de la Station de Recherches et Expériences de Nancy, aparece un artículo escrito por el Subdirector del Institut Hidroéconomique de Skoplje, sobre la correlación entre lluvias torrenciales e intensidad de la erosión.
En el preámbulo, el Profesor P. Reneuve, de l'Ecole Nationale des Eaux et Forêts, indica que este documento es fruto del intercambio de ideas en un plano internacional y que supone una interesante contribución a los estudios realizados por el Grupo de Trabajo sobre Corrección de Torrentes y Protección contra Aludes, órgano de la Comisión Forestal Europea.
El artículo trata de los resultados de recientes investigaciones efectuadas por el autor en una pequeña masa forestal de 100 kilómetros cuadrados cerca de Skoplje, con el propósito esencial de determinar los efectos de las llamadas lluvias «torrenciales» en relación con la erosión del suelo y el transporte de material sólido, arrastrado o mantenido en suspensión por una vertiente torrencial.
La originalidad de estas investigaciones radica principalmente en los métodos empleados. Los estudios no consistieron en largas observaciones de una sola cuenca hidrográfica, sino que fueron realizados simultáneamente en diferentes partes de la masa forestal, en cuyos terrenos se encuentran repartidas unas treinta zonas de captación. Dichas investigaciones se hicieron durante un aguacero torrencial, lógicamente variable en su intensidad en las diferentes partes del macizo, las que, sin embargo, reunían condiciones muy análogas desde el punto de vista de sus características geológicas y edafológicas y de su cubierta vegetal, es decir, de todos los factores que ejercen influencia perceptible en el escurrimiento y la erosión.
La intensidad media de las lluvias fué determinada, con las necesarias modificaciones, mediante el cálculo del flujo de agua en perfiles hidrométricos adecuadamente seleccionados. La medición de las descargas sólidas, prácticamente detenidas en los eones de detritus, como consecuencia de la capa peculiar del terreno al pie del macizo en estudio, se hizo mediante el reconocimiento de varios perfiles a lo largo de dichos conos.
Los puntos más importantes revelados por este estudio son:
1. Efecto preponderante de las lluvias «torrenciales» en el fenómeno de la erosión causada por el agua. Un solo aguacero torrencial puede originar mayor erosión que toda la precipitación pluvial en un año normal. Es posible definir, para una cuenca hidrográfica determinada y teniendo en cuenta los efectos normales de la erosión, el nivel de intensidad de las lluvias que pueden llamarse «torrenciales». En general, este nivel corresponde a una intensidad de 0,2 a 0,5 mm. por minuto2. Clara correlación entre la intensidad de las lluvias torrenciales y la intensidad de la erosión que éstas causan, expresada por el volumen observado de la descarga de materias sólidas. Sin embargo, no siempre la erosión media anual depende únicamente de la intensidad de las lluvias torrenciales: su frecuencia es también un factor de importancia. En la región estudiada por el autor, la frecuencia crítica, es decir, la que probablemente causa una erosión mayor que la normal, varía entre 1 y 4 lluvias torrenciales cada diez años.
3. La ordenación adecuada de los montes y la repoblación forestal de las cuencas hidrográficas. Donde hay corrientes torrenciales, la ordenación y repoblación forestales son de importancia primordial para reducir la cantidad de materias sólidas arrastradas.
