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Lucha contra el matorral y los árboles inútiles: IV

por ARTHUR W. SAMPSON, profesor emérito de Silvicultura, y ARNOLD M. SCHULTZ, especialista adjunto, Escuela de Montes, Universidad de California, Berkeley

Este artículo es el cuarto y último de una serie que se ha preparado a petición de la FAO. Los tres anteriores aparecieron en los números 1, 3 y 4 del volumen 10 de Unasylva. La serie completa formará un cuerpo de obra que saldrá a luz por separado.

La conservación de suelos y el desmonte

Hace muchos años que se conocen las estrechas relaciones existentes entre suelo y clima, y los efectos que el tratamiento de la tierra tiene sobre el caudal de las corrientes. Como vivimos en un medio ambiente compuesto de muchos factores, no es discernible siempre, o inmediatamente, el mejor sistema de aprovechamiento de la tierra. Con demasiada frecuencia el agricultor trata de obtener ganancias inmediatas, olvidando las ventajas que a largo plazo le reportaría un uso de la tierra que atendiese más a su conservación.

Para que un agricultor esté seguro de que el plan de desmonte de sus tierras es acertado, conviene que tenga primero en cuenta unos cuantos principios básicos relativos a la ordenación de tierras incultas.

Políticas institucionales sobre el aprovechamiento de tierras

Para dar a una determinada parcela de tierra el empleo permanente que más le conviene, ya sea matorral, sabana o pantano, el propietario o el administrador - según sean las tierras federales o particular - debe considerar el efecto que a la larga tendrá sobre el suelo su plan de explotación. Esta precaución se aplica tanto a las políticas legislativas referentes al aprovechamiento de las tierras propiedad del gobierno, o cuya vigilancia le está encomendada, como al explotador particular. Sin embargo, no siempre es posible evitar las prácticas defectuosas en un país joven cuya experiencia en materia de aprovechamiento de tierras es limitada.

El aprovechamiento intensivo y con frecuencia irracional, tanto de las tierras labrantías como de las de propiedad pública sin cultivar de todos los países, ha dado como resultado en muchos lugares una grave merma del suelo arable y del agua utilizable. Es muy común ver, por los viejos tocones y troncos sumergidos, que la erosión laminar arrastró muchos centímetros de suelo hasta los canales de desagüe durante las lluvias torrenciales y en los períodos de vientos fuertes. Como resultado de ello, los agricultores y ganaderos de muchas partes del mundo tienen ahora que labrar los pastos y conservar el horizonte B, relativamente infértil, que ha quedado, puesto que la mayor parte del fértil horizonte A - la capa arable virgen - se ha perdido (37).

Protección del suelo y de las cuencas hidrográficas por medio de la vegetación

Conviene tener en cuenta que el principal objetivo de la conservación de suelos y ordenación de cuencas hidrográficas es estabilizar y mantener los recursos naturales en el grado máximo económicamente posible. La manera de lograrlo tratándose de tierras sin cultivar es mantener una abundante y vigorosa cubierta vegetal.

FIGURA 70. - Efectos de la erosión sobre el suelo y la vegetación. Esquema que nos muestra el desarrollo relativo de la parte aérea y de las raíces de plantas características de suelos muy erosionados y de suelos protegidos. A la izquierda, matas perennes que crecen sobre la superficie de un horizonte A intacto; a la derecha, maleta anual que crece sobre el subsuelo por haber sido arrastrado el horizonte A por la erosión. Obsérvese el contraste en cuanto a profundidad y expansión del sistema radicular.

(Según Sampson [33])

Mientras se mantenga la conveniente porosidad y permeabilidad, el suelo absorbe la lluvia fácilmente y, por lo tanto, la erosión se reduce mucho. Las raíces contribuyen a mantener la permeabilidad. La hojarasca ofrece alimento para los microorganismos que ayudan a conservar la permeabilidad del suelo, al cual da la materia orgánica propiedades para resistir el apelmazamiento. Otra función importante es el efecto protector que ejerce sobre el suelo contra la insolación directa, la desecación por los vientos y a la fuerza de los chubascos (32, 33). En las tierras que están bien cubiertas, la vegetación intercepta gran parte de la lluvia, que deja luego llegar poco a poco hasta el suelo. Por otra parte, las prácticas defectuosas de explotación forestal, el pastoreo excesivo y el fuego incontrolado son las causas más comunes que vienen a alterar las relaciones suelo-vegetación.

Otro efecto que tiene la vegetación en la ordenación de cuencas hidrográficas es su capacidad para absorber agua del suelo, reduciendo así, en cierto modo, el caudal de corrientes. Kittredge (22) ha calculado que la pérdida anual por evapo-transpiración en los pinares del sudeste es de 130 pulgadas (76 cm.), y la de los bosques de roble y nogal americano, de 20 a 30 pulgadas (51-76 cm.). Hoover (20) descubrió que un bosque de frondosas absorbe de 17 a 22 pulgadas de agua anualmente. Como la anatomía de las hojas de las distintas especies que componen la cubierta vegetal es diferente, las pérdidas por transpiración serán también diferentes. Para compensar esta pérdida aparente, debida a la transpiración, es por lo que la masa del suelo continúa siendo receptiva a la absorción del agua a medida que cae más lluvia, reduciendo así el escurrimiento y la erosión.

Tienen también estrecha relación con la pérdida de agua el carácter, el volumen y la distribución de los sistemas radicales. Los pastos poseen innúmeras raíces fibrosas localizadas en las últimas pulgadas más cercanas a la superficie del suelo, los árboles tienen profundas raíces leñosas con pocas raicillas superficiales; los matorrales tienen también raíces leñosas, menos gruesas y no tan profundas como las de los árboles, aunque bastante más que las de los pastos. Por lo tanto, una comunidad vegetal puede extraer humedad del suelo durante mucho más tiempo que otra compuesta de diferentes especies. En la parte baja de las laderas más escarpadas, los matorrales, en contraste con los pastos y árboles, echan raíces más finas que se abren paso por las hendiduras de las rocas y mantienen indefinidamente estas plantas frugales. Las cuencas hidra gráficas yermas deberán dejarse tal como están, puesto que ninguna vegetación les será más útil que la cubierta vegetal bien adaptada que ya poseen. Por consiguiente, corresponderá al encargado de la ordenación averiguar más detalles acerca de la proporción de pérdida de agua y características del sistema radical de los matorrales y árboles que predominan en las tierras a su cargo.

La protección de las cuencas hidrográficas contra las quemas libres es de la mayor importancia a causa del daño que pueden acarrear al suelo, ya que las plantas que queden se verán quizá privadas del agua necesaria, arrastrando el escurrimiento consigo nutrientes de las plantas, cenizas y capa arable, con el consiguiente daño para la calidad de la estación. El agotamiento del suelo aumenta además durante la época de sequía con la erosión laminar (31).

El tiempo que tarda una cuenca hidrográfica en restablecerse de los daños causados por el fuego, varía según el clima, el tipo de suelo, la pendiente de las laderas, el tiempo que permanece el suelo denudado, y otras consideraciones de este tipo. El restablecimiento puede tardar de varias décadas hasta siglos allí donde se ha perdido mucho suelo. Si se deja a la naturaleza, el restablecimiento pasará por toda la serie de sucesiones vegetativas hasta la etapa arbórea o clímax, cuando el suelo recobra su fertilidad. Aunque costosas, la siembra y la plantación abreviarán mucho el período de restablecimiento.

Sigue siendo una cuestión discutible la de si aumenta o disminuye el agua utilizable por medio de las quemas y los aclareos de las masas. La nieve y la lluvia llegarán más directamente al suelo quemado, pero también el escurrimiento superficial será mayor.

Sugestiones para un buen sistema de ordenación de tierras

A casi todos los agricultores y administradores se les han planteado de vez en cuando problemas inesperados y hasta desconcertantes, para mantener el beneficio que deseaban de sus tierras. Quizás haya que repoblar algunas zonas, otras puede que tengan una cubierta clara de forrajes, y quizás haya otras que se hallen cubiertas de maleza. Las sugestiones que a continuación se hacen pueden ser útiles para resolver algunos de los problemas que estas situaciones implican.

Siembra y plantación

Repoblación forestal. Es urgente la necesidad de restablecer la cubierta arbórea de las tierras forestales que han sido objeto de explotación maderera o de incendios. Tras del fuego o la explotación forestal, los valores de las cuencas hidrográficas disminuyen y hay que restablecer la masa para estabilizar el suelo y poder reanudar la explotación comercial de la tierra. Ello es caro y requiere especialización (30).

La repoblación forestal por medios naturales sólo es posible allí donde han quedado suficientes árboles de las especies que convienen. En las zonas donde los fuegos han sido graves, o malos los sistemas de explotación forestal, el único medio posible de repoblar la tierra es la siembra o la plantación de árboles.

Siembra de pastizales. Por tres razones es importante el rápido restablecimiento de la cubierta herbácea en las tierras de pastoreo denudadas:

a) para proteger el suelo de la erosión excesiva;
b) para restringir la invasión de malezas y
c) para proporcionar alimento al ganado.

Para proteger el suelo, el terreno debe repoblarse al año siguiente de su denudación, haciéndose una elección cuidadosa de la estación y de las especies, y siguiendo un método adecuado para la plantación y la ordenación podrían obtenerse antes especies de forrajes más sabrosas que las que producían las tierras en su estado virgen (10).

Cuestiones importantes para la ordenación de pastizales

Todos los intentos que se hagan para sembrar en terrenos desmontados o desbrozados están condenados al fracaso si se permite el pastoreo antes de que el repoblado haya desarrollado un fuerte sistema de raíces. No debe olvidarse que esas especies leñosas son resistentes y vigorosas, lo que indica lo bien adaptadas que están. Por consiguiente, las especies que hayan de introducirse tienen que gozar de todas las ventajas de cultivo posibles para resistir la hipotética reinvasión de la vegetación leñosa y resistente.

En el oeste de los Estados Unidos habrá que proteger totalmente durante un año por lo menos y a voces durante dos, las zonas sembradas de pastos perennes antes de permitir en ellas el pastoreo. Habrá que envenenar a los roedores cuando abunden y, si es posible, segar las invasiones densas de malas hierbas a principios del verano, o tratarlas con pulverizaciones de herbicida selectivo.

Con objeto de evitar que haya manchones excesivamente pastoreados y otros que hayan sido apenas pastados, es de gran importancia distribuir bien el ganado en el pastizal. En los pastizales de ganado vacuno esto puede hacerse echando sal en lugares que estén lejos del agua, disponiendo abrevaderos lejos de los prados y otros lugares preferidos por el ganado y levantando cercas para impedir que se disperse el ganado, y vigilarlo mejor. En los pastizales abiertos de ganado ovino el pastor debe manejar el rebaño de modo que la presión del pastoreo se distribuya adecuadamente.

Uno de los principios cardinales de la ordenación de pastizales es el de determinar cuál es la estación adecuada de aprovechamiento, ateniéndose a ella. La iniciación del pastoreo debe posponerse hasta que la vegetación herbácea esté lo suficientemente avanzada para el diente del ganado y el suelo esté firme. Por lo general, las hojas de las gramíneas deben tener de 3 a 5 pulgadas de longitud y hay que avenar el suelo para dar salida al agua gravitante. Existe una estrecha relación entre la temporada del pastoreo y el número de cabezas de ganado que entran a pastar, y la capacidad de un pastizal se determina en función del número total de animales que pastan por mes. Los pastizales que se extienden por diferentes zonas de vegetación deben utilizarse en base a zonas estacionales. Las unidades de vegetación más tempranas serán las primeras en ser objeto de pastoreo y seguirán después las más próximas en elevación.

La siega del forraje debe hacerse con prudencia. Un consumo de los pastos excesivamente a ras del suelo reduce, en última instancia, el rendimiento forrajero y produce la pérdida de la fertilidad del suelo. La evaluación del aprovechamiento del pastizal puede hacerse - ras de establecer las normas adecuadas de uso para una zona determinada - mediante estimación, medición, o una combinación de estos dos métodos.

Para la mayoría de los pastizales perennes puede decirse que se aprovechan adecuadamente cuando, al final de la temporada de pastoreo, queda en el suelo el 50 por ciento del crecimiento anual. Esto sería, más o menos, lo mismo que dar un porcentaje de 10-13 cm. de alto (4 ó 5 pulgadas) por lo que se refiere a los tipos de pastos altos compuestos de plantas tales como gramas, cañuelas y bromos, y de 4-5 cm. (1½ a 2") por lo que se refiere a los pastos de tipo corto, como la grama azul y el pasto de búfalo.

Por lo general, el aprovechamiento de los pastizales es irregular a causa de las distintas preferencias del ganado por las diversas especies. Por razones prácticas, el grado de aprovechamiento se basa en las llamadas especies «clave», o unas dos o tres clases de plantas que proporcionan la mayor parte del forraje. Cuando se aprovechan correctamente las plantas «clave» - al final de la temporada de pastoreo - puede precisarse que todo el pastizal se ha utilizado correctamente (39).

Una complicación por lo que se refiere a la posibilidad de los pastizales es que la producción forrajera puede fluctuar ampliamente de año en año a causa de las diferencias en la precipitación pluvial y en la temperatura Por lo tanto, la capacidad de entrada de un pastizal debe basarse en la producción media de los años peores. Esta cuestión debe decidirse de acuerdo con las condiciones locales y la experiencia para cada hacienda ganadera o unidad administrativa.

El papel de la investigación en materia de desmonte de tierras

La reconocida importancia de la lucha contra la maleza en extensas zonas del oeste y del sur de los Estados Unidos, ha sido el motivo de que se emprendieran amplias investigaciones y ensayos durante los pasados quince años. En tales estudios han tomado parte ingenieros mecánicos, químicos, especialistas en ecología y fisiología, agrónomos, ganaderos, encargados de la ordenación y protección de los pastizales y la fauna silvestre, forestales y economistas.

Mucho hay que aprender de la labor que se ha hecho en los Estados Unidos y en otros países, gran parte de la cual puede aplicarse a otras regiones del mundo. Por otra parte, bueno es tener en cuenta que cada región tiene sus características y que en todas seria necesario hacer una investigación especial. Mucho de este trabajo tendrá que correr a cargo de los gobiernos o de instituciones bien financiadas con la cooperación de la industria. Es indudable que la futura labor de investigación debe proseguir sobre esta base cooperativa.

Apéndice - Comparación de la eficacia, costo y otras características de los métodos de desbroce en cinco tipos distintos de vegetación

Cuadro 1. - Extirpación de grandes artemisias en el oeste de los Estados Unidos (27)

Operación

Porcentaje de destrucción

Otros efectos

Adaptabilidad al terreno

Facilidad de siembra después del tratamiento

Disponibilidades de equipo

Costo del desbroce 1

Rastras de discos.

Del 70 al 90% de la broza vieja; algo menos de la joven.

Destruye toda la demás vegetación excepto el matorral rizocárpico; abriga los tallos y prepara el asiento de la siembra.

Limitado a donde no haya o haya poca roca, excepto con el arado de matorral.

Apropiado para la siembra en surcos, el asiento de la siembra puede ser suelto.

La mayoría de los arados y rastras de discos se encuentran en el comercio, el arado de matorral tiene que hacerse especialmente.

De 3 a 5 dólares por acre.

Rastra de rieles.

Del 30 al 80% de la broza vieja; del 15 al 30% de la joven, flexible

Pocos daños excepto por lo que se refiere al pasto matoso alto de caña gruesa y al matorral que no brota de cepa.

Limitado a las llanuras o laderas uniformes sin cantos rodados que sobresalgan.

No es fácil la siembra en surcos, a menos que se quemen los montones de matorral. Los raíles cubren niel la siembra al voleo.

No existe en el comercio, puede fabricarse fácilmente en los talleres agrícolas.

De 0,50 a 1 dólar por acre; una pasada, en trechos amplios.

Escarificadora.

Del 30 al 70% de broza vieja, quebradiza; del 10 al 20 de broza joven flexible.

No afecta al matorral rizocárpico ni a la vegetación anual; arranca de raíz del 10 al 20% del pasto matoso.

Adecuado principalmente al terreno pedregoso y abrupto.

Difícil la siembra en surcos. La siembra antes de escarificar se cubre bien.

No existe en el comercio, puede fabricarse fácilmente en los talleres agrícolas.

De 3 a 5 dólares por acre.

Batidoras.

Del 50 al 90% de la broza vieja; del 30 al 60% de la joven, flexible.

Poco daño a las hierbas, pastos o matorrales que no brotan de cepa.

Limitado a los lugares escasamente rocosos o sin rocas.

Puede sembrarse en surcos si el matorral es denso; la siembra a voleo ha dado buenos resultados hecha antes de batirse el terreno.

Existe en el comercio.

De 3 a 8 dólares por acre.

Descuajadoras.

Del 90 al 99% de todas las edades.

Destruye la mayor parte de todo el matorral; destruye el pasto matoso excepto cuando está cortado muy bajo, en cuyo caso tampoco destruye el matorral. No daña los pastos rizomatosos.

Limitado al terreno llano y sin rocas.

Es necesario hacer un aclareo para poder sembrar en surcos. La siembra al voleo no es aconsejable sin apisonar el suelo.

Existe en el comercio.

Aproximadamente 6 dólares por acre.

Quemas reguladas.

De 95 a 100% de todas las edades.

Destruye matorral que no brota de cepa y menos del 30% de gramíneas, no afecta mucho al matorral rizocárpico.

No tiene limitaciones ex. capto las que impone el peligro de incendio y de erosión.

Puede sembrarse en surcos o al voleo fácilmente. El asiento de la siembra es firme. Las cenizas son beneficiosas para el crecimiento de las plántulas.

El equipo se encuentra fácilmente pero es necesaria la asistencia técnica o la experiencia.

De 0,50 a 2 dólares por acre en trechos mayores de 1 acre.

Pulverizaciones.

Del 70 al 95% de la broza alta, vieja; menos de la joven.

Destruye las malezas así como muchos de los hierbajos agradables al ganado. No perjudica a las gramíneas. No afecta gravemente a otro tipo de matorral.

Ilimitado desde el aire o desde el suelo.

El matorral muerto permanece en pie y tiene que quitarse antes de proceder a la siembra en surcos; es posible la siembra a voleo desde el aire.

El equipo y las sustancias químicas se encuentran en el comercio.

De 3 a 6 dólares por acre.

1 1 acre - 0,404, Ha. El costo por hectárea es. aproximadamente, dos veces y media mayor.

Cuadro 2. - Lucra contra chaparrales: en California (6)

Operación

Porcentaje de destrucción

Otros erectos

Adaptabilidad al terreno

Facilidad de siembra después del tratamiento

Disponibilidades de equipo

costo del desbroce 1

Cuchillas de empuje (amontonamiento en andanas).

Es posible de un 95 al 100% de destrucción de la vegetación de superficie donde el terreno lo permite.

No evita los renuevos las andanas de broza impiden las operaciones posteriores si no se queman.

Limitado a los terrenos llanos o laderas suaves donde el peligro de erosión es escaso.

Sólo es posible la siembra al voleo. Las andanas constituyen un obstáculo.

Se encuentra en el comercio.

De 10 a 20 dólares por acre.

Cuchillas de empuje (magullamiento).

Destruye del 95 al 100% de la vegetación de la superficie.

No impide los renuevos; el matorral magullado se quema fácilmente o se puede dejar como abrigo muerto si no es muy esposo.

Menos restringido a la inclinación de las laderas que el método de amontonamientos en andanas.

Sólo es posible la siembra al voleo, queda en el suelo mucha hojarasca.

Se encuentra en el comercio.

10 dólares por acre.

Rastras de discos.


Rompe los tallos leñosos y arranca de cuajo los renuevos que no tienen raíces profundas. Aumenta la infiltración.

Limitado a tierras ligeramente inclinadas o a laderas pendientes muy cortas. Excelente para las cimas de los caballones.

Sólo es posible la siembra al voleo, quedan intactos demasiados tallos y tocones.

Se encuentra en el comercio.

De 5 a 10 dólares por acre.

Rastras de doble disco.


Además de lo anteriormente dicho prepara un buen asiento para la siembra.

Se aplica lo dicho anteriormente. Ambas operaciones deben hacerse en contorno.

En algunos lugares será posible la siembra en surcos.

Existe en el comercio.

De 10 a 12 dólares por acre.

Quemas reguladas (convencional).

De 0 al 95% de destrucción de la cubierta superficial. Variable según las condiciones del tiempo.

Rara vez destruye mucho más del 60% de las especies rizacárpicas. Difícil de aislar las laderas inclinadas donde debe permanecer el matorral. La mayoría de las semillas son utilizables.

No hay limite. Las zonas peligrosas deben excluirse si es posible.

Siembra a voleo desde el aire o a caballo. Imposible cubrir la semilla.

Se necesita un permiso, y es necesaria la cooperación de terratenientes y organismos del Estado.

De 0,40 a 3,65 dólares por acre(Véase Figura 50)

Quemas reguladas (ignición superficial).

Hasta un 100% de destrucción de la cubierta superficial. Se destruyen por completo muchas más plantas que con el método convencional.

Calor lo suficientemente intenso como para destruir todas las plantas. Algún rebrote. Mayor proporción de semillas quemadas.

Limitados los terrenos donde no puede funcionar la cuchilla de empuje.

La quema clara, lo suficiente como para destruir uniformemente desde el suelo la semilla que debe cubrirse con rastrillo.

Se encuentran en el comercio cuchillas de empuje. Lo mas importante es la asistencia técnica.

De 2,50 a 10 dólares por acre para el magullamiento (Véase Cuadro I )

Pulverización desde aviones con 2-4, D

Variable según las especies.

No afecta a las gramíneas; una aplicación no impide el rebrote; muy susceptibles las plántulas.

Sin límite excepto en los cañones donde las corrientes hacen peligroso el vuelo. El mayor problema es que el aire disperse las pulverizaciones.

El asiento en la siembra no es adecuado después del tratamiento químico.

Se encuentran sustancias químicas en el comercio, quizás escaseen los aviones durante el periodo de espolvoreo. Escasean más los helicópteros.

De 3 a 6 dólares por acre (con aeroplano)
De 5,50 a 8,50 dólares por acre ( con helicóptero)

1 1 acre = 0,4047 Ha. El costo por hectárea es, aproximadamente, dos veces y medio mayor.

Cuadro 3. - Extirpación de mezquites en Texas y en el sudoeste de los Estados Unidos (2)

Operación

Porcentaje de destrucción

Otros efectos

Adaptabilidad al terreno

Facilidad de siembra después del tratamiento

Disponibilidades de equipo

costo del desbroce 1

Descuajadoras de mano.

85%

La extirpación puede limitarse exactamente a la vegetación arbustiva de mezquites.

Sin limites.

Prepara un mal asiento para la siembra.

Todas las herramientas se encuentran en el comercio.

De 20 a 32 dólares por acre.

Resina de Kerosene.

92%

Destruye toda la vegetación herbácea a un pie o más de la base.

Sin limites.

No deja asiento para la siembra, el matorral sigue en pie después del tratamiento.

El Kerosene y los recipientes son baratos y se encuentran en el comercio.

De 13 a 18 dólares por acre.

Kerosene liquido.

76%

No hay cubierta herbácea en un pequeño circulo en derredor inmediato a la base.

Sin limites.

No prepara asiento para la siembra; el matorral queda en pie.

Existen todos los materiales.

De 4 a 14 dólares por acre.

Pulverización aérea de 2, 4, 5-T.


Ayuda a la extirpación de las malas hierbas; no afecta 8 los pastos.

Sin limites. Los pastizales de mezquites sor ideales para el trata. miento aéreo.

El mayor obstáculo es el matorral que queda en pie.

Se encuentra en el comercio.

De 3 a 4 dólares por acre.

Cadenas.


Limpia el terreno de casi todo el matorral viejo y quebradizo; no afecta a los pastos.

Limitado a amplias ex tensiones bastante llanas.

No prepara un asiento especial para la siembra, las cadenas son buenas para cubrir la semilla.

Se encuentra en el comercio.

De 2,50 a 3 dólares por acre.

Descuajadora mecánica.


Deja muchas plantas jóvenes.

Sin limites, excepto las laderas escarpadas.

Prepara un asiento suelto para la siembra.

Se encuentra en el comercio.

De 10 a 15 dólares por acre.

Cortarraíces.

63%

Levanta el suelo y otras plantas. No hay peligro de erosión en la mayoría de los pastizales de mezquites.

Limitado a las tierras llanas o ligeramente inclinadas.

El asiento de siembra es suelto y cubierto con las plantas arrancadas.

Se encuentra en el comercio.

De 3,50 a 6 dólares, por acre.

1 1 acre = 0,4047 Ha. El costo per hectárea es, aproximadamente, dos voces y media mayor.

Cuadro 4 - Eliminación selectiva de los pies de mala calidad en los bosques de frondosas de la región central de los Estados Unidos (2).

Operación

Porcentaje de destrucción

Adaptabilidad al terreno

Facilidad de siembra después del tratamiento

Disponibilidades de equipo

Costo del desbroce

Pulverización basal 1.

100%

Sin límites.

No se siembran.

No se necesitan aparatos especiales.

2 Mano de obra: 0,0010D + 0,0042.
Solución: 0,0135D.
Total: 0,0145D + 0,004.

Método de la entalladura.

100%

Sin límites.

No se siembran.

Son necesarios un hacha y un bidón de petróleo.

Mano de obra: 0,0015D + 0,0049.
Solución: 0,0050D.
Total: 0,0065D + 0,005.

Herramienta de Cornell.

61-72%

Sin límites.

No se siembran.

Se encuentran en el comercio herramientas de Cornell o se pueden hacer en el taller.

Mano de obra: 0,0028D-0,0007.
Solución: 0,0009D.
Total: 0,0037D - 0,001.

1 Las sustancias químicas utilizadas son la solución de Kerosene de 2,4,5-T conteniendo 16 libras (7 Kg.) de equivalente en ácido por 100 galones (4,66 litros) de solución.

2 D se entiende que es para el diámetro ale albura del pecho. Así pues para un árbol de 10", (25 cm.) el costo de la mano de obra para la pulverización de la base es de $0,01+$0,004; y el costo total de 141/2+0.004 ó 15 centavos.

Cuadro 5. - El desmonte en los bajíos y llanos de Florida (5,16)

Operación

Porcentaje de destrucción

Otros efectos

Descripción detallada de la vegetación

Horas por acre

Costo del desbroce 1

Cortadores de árboles. 2
Rastrillo pedrero.
Escarificadora de matorral y pantano.

Desmonta bien para el establecimiento de pastos.

Deja en la tierra los tocones y sistemas radiculares enterados.

105 árboles por acre: robles, magnolias, eucaliptos, arces y también palmitos. Los árboles varían de 6 a 24" de diámetro a la altura del pecho (de 16 a 61 cm.).

Corta árboles: 0,95 Rastrillo pedrero: 1,23 Escarificadora de matorral y pantano: 0,61

41,67 dólares por acre. 3

Arrancatocones desmontable.
Rastrillo pedrero.
Escarificadora de matorral y pantano

Desmonta bien la tierra para el cultivo.

El descuaje de árboles grandes deja agujeros de 10 pies (3 m.) de diámetro y varios pies de profundidad.

108 árboles y tocones por acre: robles, magnolias, eucaliptos, arces y palmito de la altura del pecho. Los tocones y árboles varían de 6 a 24" (16 a 61 cm.) de diámetro a la altura del pecho.

Arrancatocones desmontable: 1 06 Rastrillo pedrero: 1,77 Escarificadora de matorral y pantano: 0,66

52,32 dólares por acre.

Rastrillo pedrero.
Arrancatocones desmontable.
Picadora rodante.

Se pican los residuos y se nivela la tierra para el cultivo de cosechas.

Deja una buena capa de abrigo muerto sobre el suelo.

116 tallos por acre, incluyendo árboles muy grandes y 17 tocones. Las especies son: la encina perenne, la encina de agua, el cerezo, el cornizo, las vides y plantas trepadoras y el palmito.

Rastrillo pedrero: 3,55 Arrancatocones desmontable: 0,35 Picadora rodante: 0,24

60,56 dólares por acre.

Rastrillo pedrero.
Arrancatocones desmontable.
Escarificadora de matorral y pantano.

Limpio completamente.

Ninguno.

Tierras de suelo profundo y rico densamente poblado de robles, magnolias, cornizo y grandes vides y trepadoras y palmitos. Promedio de 88 árboles por acre desmontado y haciendo montones con rastrillo, y 7 con arrancatocones.

Rastrillo pedrero: 4,17 Arrancatocones desmontable: 0,54 Escarificadora de matorral y pantano: 0,40

76,47 dólares por acre.

Arrancatocones desmontable.
Rastrillo pedrero.
Arado socavador.

La tierra queda bien desmontada para el establecimiento de pastos.

Se sueltan suelos con el arado.

Bosques llanos de palmitos, denso crecimiento de palmitos de 6 a 6 pies de altos (1,5 a 1,8 m.); pinos jóvenes y tocones con grandes raíces penetrantes. Unos 60 tallos por acre.

Arrancatocones desmontable: 0,82 Rastrillo pedrero: 1,29 Arado socavador: 0,40

31,03 dólares por acre.

11 acre - 0,4047 Ha. El costo por hectárea es, aproximadamente, dos veces y media mayor.
2 Todo el material se engancha a tractores de 155 c. f.
3 Sobre la base de pagar por el alquiler del tractor 15 dólares por hora.


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