Página precedente Indice Página siguiente


Productos forestales

Demanda, abastecimiento y comercio de pasta y panel

En las Oficinas Centrales de la FAO, en Roma, tuvo lugar, del 14 al 19 de septiembre de 1959, una Consulta Mundial sobre la Demanda, Abastecimiento y Comercio de Pasta y Papel. Asistieron 27 expertos y asesores de los siguientes países: Argentina Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos de América Finlandia, Francia, India, Italia, Japón, Noruega, Reino Unido, República Federal de Alemania, Suecia, Unión Sudafricana y Uruguay.

Igualmente intervinieron en la Consulta representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y de la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE). Se acompaña a este informe la lista de los participantes (Anexo T).

2. El Sr. Glesinger, Jefe de la Dirección de Montes y Productos Forestales de la FAO, dio la bienvenida a los participantes en nombre del Director General de la FAO, expuso los acontecimientos principales que se habían registrado en la situación mundial de la pasta y el papel en el decenio transcurrido desde la Conferencia Preparatoria sobre Problemas Mundiales de la Pasta, organizada por la FAO y celebrada en Montreal en 1949, e hizo una breve relación de los fines que perseguía la FAO con su programa en materia de pasta y papel, y de los progresos logrados.

3. El Sr. Robert Fowler, Presidente de la Canadian Pulp and Paper Association, fue elegido por unanimidad Presidente de la Consulta.

CUADRO 1. - Estimaciones de la demanda de papel y cartón: 1965 y 1975

NOTA: La suma de los renglones tal vez no coincida con las de los totales mundiales, por haberse redondeado estos últimos.

Demanda de papel y cartón

4. Una vez que el Sr. Arne Sundelin, funcionario de la FAO y Secretario de la Consulta, hubo hecho una breve reseña de los documentos preparados para la reunión, la consulta examinó, sobre la base del documento FAO/WPPC-59/15: Comparison of Earlier Demand Forecasts, las diversas tentativas efectuadas por los organismos internacionales y nacionales en el decenio pasado para pronosticar las necesidades de pasta y papel.1 De dicho examen se sacaron las siguientes conclusiones:

1 Cuando en las páginas siguientes se mencionan toneladas, se trata siempre de toneladas métricas. A no ser que se indique lo contrario, las referencias a la pasta corresponden sólo a la pasta para fabricar papel (ya sea do madera o de otras fibras) y no a la pasta soluble. En todas las cifras sobre cartones se ha prescindido del cartón de fibra (tableros para construcción). Se han establecido las proyecciones de la demanda (y en consecuencia las estimaciones de los balances regionales, etc.) por métodos estadísticos, pero la cantidad de cifras significativas indicadas no precisiónes índice de su precisión.

(a) Prácticamente todas las tentativas más antiguas de pronosticar la demanda han subestimado - en la mayoría de los casos gravemente - la evolución efectiva del consumo. Así cabe afirmar sobre todo acerca de las proyecciones que no eran más que conjeturas y no estaban basadas en procedimientos estadísticos explícitos. Aunque en general, los enfoques más refinados han dado resultados mejores, no todos han servido para predecir con cierta exactitud la evolución efectiva del consumo. Pero en estos casos, por lo general, ha sido posible determinar claramente el motivo de la discrepancia entre demanda proyectada y consumo efectivo, es decir, la tasa de crecimiento económico, o la tendencia demográfica, había sido diferente de la supuesta, o se habían utilizado relaciones incorrectas entre expansión del consumo e incremento de los ingresos (elasticidad en función de los ingresos). Al determinar la validez de las estimaciones pasadas, hay que tener en cuenta dos hechos: (i) hasta hace muy poco las estadísticas disponibles para estudios de esta especie eran muy poco satisfactorias; (ii) la estructura del crecimiento económico en el último decenio se ha visto perturbada por la crisis de Corea y la «guerra fría»

(b) Dos acontecimientos permitieron mejorar en el decenio pasado las técnicas de proyección de la demanda. En primer lugar, ha mejorado considerablemente la magnitud y alcance geográfico de la información estadística necesaria para efectuar estudios de la demanda, es decir, cifras sobre producción y consumo de pasta y papel, datos sobre renta nacional, información demográfica, etc. En segundo lugar, se ha adquirido mucha experiencia en la realización de estudios sobre la demanda de otros productos y parte de dicha experiencia se ha aplicado al sector de la pasta y el papel.

(c) El enfoque más prometedor, especialmente en los estudios del consumo regional y en los casos en que se cuenta con estadísticas del consumo sólo para categorías generales de papel, ha consistido en establecer la relación que guardan entre sí el incremento del consumo de papel y el crecimiento de la economía general.

5. Después de analizadas las tentativas anteriores para pronosticar la demanda de pasta y papel, la Consulta examinó el documento de la Secretaría, FAO/WPPC-59/2: Pronóstico de la demanda hasta 1975. Se convino en que las proyecciones de la demanda, a base de análisis estadísticos y ajustados, cuando fuera necesario, para tomar en cuenta circunstancias locales que exigieran un trato especial, ofrecían indicaciones valiosas a todas las personas, en el gobierno y la industria, que se interesaran en la planificación del desarrollo. Hacían posible formular políticas destinadas a asegurar la estabilidad del mercado y a evitar que ocurrieran desequilibrios graves entre suministros y consumo. Aunque reconociendo las limitaciones de los pronósticos de la demanda, según había indicado el documento de la Secretaría, la Consulta concedió importancia considerable a esas investigaciones, no como predicciones, sino como instrumentos de trabajo.

6. La Consulta observó que las predicciones de la demanda presentadas por la Secretaría pretendían sólo dar una indicación del crecimiento del consumo que podría esperarse en caso de un determinado incremento de los ingresos. El que se cumplan estos pronósticos dependerá de las tasas de crecimiento económico que efectivamente ocurran; el pronóstico de tales tasas es una cuestión de juicio personal. Las estimaciones habría que considerarlas en relación con niveles futuros de ingreso, más bien que con años determinados.

7. La Consulta consideró que el análisis presentado por la Secretaría establecía claramente la existencia de los dos fenómenos siguientes:

(a) La modificación del consumo correspondiente a determinado cambio de la renta nacional varía según el nivel de ésta. La reacción es relativamente más elevada en los niveles de ingresos bajos que en los de ingresos altos (es decir, disminuye la elasticidad de la demanda al aumentar los ingresos).

(b) En cualquier nivel de ingresos, la relación entre ingresos y consumo establecida sobre la base de comparaciones entre países (es decir, análisis representativos) difiere un poco de la relación establecida sobre la base de la información histórica (serie cronológica). En general, las comparaciones por países parece que indican una reacción del consumo a las modificaciones de la renta ligeramente inferior que la registrada por la información histórica de ciertos países o regiones (es decir, las elasticidades de la demanda correspondientes a un determinado ingreso, establecidas a partir de series representativas, sobrepasan ligeramente las establecidas con arreglo a series cronológicas).

8. Respecto a (a), la Consulta estimó que el análisis presentado por la Secretaría, utilizando técnicas desarrolladas en el estudio de la demanda de otros productos pero que no se habían aplicado hasta entonces al papel y la pasta, había conseguido explicar satisfactoriamente el fenómeno observado y representaba un adelanto considerable respecto a la metodología usada en los anteriores estudios de la demanda de pasta y papel. Los participantes, además, manifestaron la esperanza de que la Secretaría continuara sus estudios e informara de tiempo en tiempo sobre sus resultados.

9. Respecto a (b), la Consulta manifestó su interés particular en el análisis de la Secretaría sobre crecimiento de la demanda explicable por factores de diverso carácter pero ajenos todos al crecimiento de los ingresos y la población (lo que se llama en el documento de la Secretaría la «tendencia temporal»). La Consulta fue de parecer que se ofrecía aquí un terreno particularmente fecundo para investigaciones futuras.

Entre los factores que pueden influir con carácter positivo (o negativo) sobre esta tendencia residual pueden citarse: los adelantos tecnológicos que repercutan en el empleo del papel (o sus aprovechamientos alternativos); las variaciones de los hábitos nacionales; los cambios en el precio relativo del papel; y las políticas oficiales.

Por ejemplo, puede ocurrir un incremento excepcionalmente rápido de la demanda de papel de imprimir y escribir en los países de renta baja en que se hacen esfuerzos intensivos por reducir el analfabetismo. En cambio, las barreras comerciales en forma de derechos aduaneros, restricciones cuantitativas o monetarias que impiden el libre intercambio de mercaderías entre los países pueden, por sus efectos sobre la estructura de los precios, tender a estorbar el crecimiento del consumo. La existencia y lo incierto de sus consecuencias de esos otros factores hacen deseable que se hagan nuevas investigaciones sobre los elementos que constituyen la «tendencia temporal».

10. Aprobando el enfoque metodológico adoptado por la Secretaría, la Consulta puso de relieve las siguientes reservas, indicadas ya en el documento de la Secretaría:

(a) el método es apropiado sólo para proyecciones a medio y a largo plazo. Las proyecciones a corto plazo, fuera del alcance del documento de la Secretaría, exigen otras técnicas;

(b) procedimientos distintos, y más elaborados, podrían aplicarse a las proyecciones de algunos países en que se dispone de información amplia sobre consumo de papel según categorías detalladas y sobre diversos factores económicos que influyen en la demanda de cada categoría;

La Consulta consideró además que:

(c) el hecho de que las proyecciones podían estar influidas por el limitado período básico escogido constituía un argumento más para que fueran revisadas constantemente.

11. La Consulta recomendó que la Secretaría de la FAO:

(a) continuara el estudio de la metodología para pronosticar la demanda de pasta y papel, especialmente respecto a los métodos más apropiados para las proyecciones por países.

(b) revisara periódicamente sus pronósticos regionales y mundiales de la demanda, teniendo en cuenta las últimas tendencias del crecimiento económico y demográfico y del consumo de papel;

(c) extendiera sus investigaciones a factores ajenos a los del crecimiento de los ingresos y de la población que pueden influir también en la tendencia de la demanda.

12. Al revisar, región por región, las estimaciones de la demanda futura de papel y cartón que aparecían en el documento de la Secretaría y que se resumen en el Cuadro 1, la Consulta hizo las siguientes observaciones:

AMÉRICA DEL NORTE

Las proyecciones de la demanda establecidas últimamente, en el Canadá, aunque elaboradas sobre base completamente diversa a la utilizada por la Secretaría (inclusive una tasa más baja para el crecimiento económico hasta 1965), han dado cifras muy cercanas de las indicadas en el documento de la Secretaría. En forma análoga, una proyección reciente efectuada en los Estados Unidos (por la American Pulp and Paper Association), ajustada a fin de eliminar papel y cartón para construcciones (no incluidos en las estimaciones de la Secretaría) se asemeja también mucho a dichas estimaciones, aun cuando esa proyección se ha basado en una tasa de crecimiento económico un poco más baja y en una tendencia demográfica ligeramente más elevada. En general, la proyección norteamericana prevé un crecimiento un poco más considerable de las necesidades de cartón que el documento de la Secretaría. Según los participantes norteamericanos, las estimaciones de la Secretaría representaban una evaluación razonable de la tendencia de la demanda en esa región.

AMÉRICA LATINA

Los participantes de América Latina aprobaron las estimaciones que para esta región había presentado la Secretaría, pero con una reserva de menor importancia, a saber, que tal vez las tasas de crecimiento escogidas podrían resultar un poco bajas. Se observó que en la Argentina se esperaba un rápido crecimiento adicional de la demanda de papel, ya que el consumo nacional de papel había estado restringido artificialmente durante gran parte del período de la posguerra.

EUROPA OCCIDENTAL

La Consulta tomó nota de que la estimación de la tendencia futura de la demanda en Europa Occidental presentaba problemas especiales. Al interpretar la tendencia pasada, había de tenerse presente que gran parte de la capacidad de producción en esa región fue destruida durante la. guerra, y que hasta fecha muy reciente en varios países se había restringido el consumo. Al mismo tiempo, el crecimiento económico había sido extremadamente rápido. En consecuencia, otros factores además del incremento de la renta habían influido en la reciente expansión del consumo; el problema consistía en establecer la cuantía de esos «otros factores» y determinar sus repercusiones futuras. En la estimación de la Secretaría, inserta en el cuadro que aparece más adelante, se ha efectuado un pequeño ajuste arbitrario para tomar en cuenta tales factores.

La Secretaría había preparado una estimación alternativa, basándose en el supuesto de que esos factores continuaran influyendo en la evolución de la demanda, aunque con menos vigor que en el curso del decenio pasado. En esta forma se obtuvieron las siguientes cifras para 1965:


Toneladas

Papel para periódicos

4.600.000

Otros papeles y cartones

16.750.000

TOTAL DE PAPELES Y CARTONES

21.350.000

El representante de la OECE dio cuenta de una proyección para 1965, efectuada recientemente por el Comité de Pasta y Papel de la OECE, a base de las tendencias históricas y suponiendo un incremento anual del producto bruto del 3 por ciento; se obtuvieron así cifras muy próximas a las de la estimación alternativa de la Secretaría.

Según las observaciones de los otros participantes de Europa Occidental, se aceptaba en general que las dos estimaciones de la Secretaría podían considerarse como los niveles máximo y mínimo que razonablemente cabía esperar para la tendencia de la demanda en Europa Occidental.

OCEANÍA

El participante de Australia convino en que las estimaciones para Oceanía representaban correctamente el orden de magnitud que podía esperarse, pero sugirió que tal vez la estimación del papel para periódicos correspondiente a 1975 resultaría un poco baja, y en cambio algo elevada la del cartón.

LEJANO ORIENTE

La Consulta reconoció la validez de los argumentos aducidos por los participantes asiáticos, quienes criticaron las cifras del documento de la Secretaría como subestimaciones graves, pero vacilaron en pronunciarse acerca del grado en que habría que aumentar esas cifras.

Japón

Los participantes japoneses indicaron que las tasas de crecimiento económico supuestas (4,5 y 4 por ciento por persona en el decenio actual y el siguiente, respectivamente) eran mucho más bajas que las previstas en el actual plan de fomento.

Los actuales planes de producción papelera en el Japón preveían una producción de 5.400.000 toneladas métricas en 1965 y 10.500.000 toneladas métricas en 1975, frente a una producción actual (1958) de 3.140.000 toneladas métricas.

Estos planes correspondían a una tasa de crecimiento de la renta por persona de un 5,65 por ciento hasta 1965 y de 5,3 por ciento después de esa fecha hasta 1975. Se expresaron dudas en la Consulta acerca de la posibilidad de mantener tasas de crecimiento tan elevadas en dos decenios enteros.

El Lejano Oriente, con exclusión del Japón y China Continental

Los participantes de la India señalaron que en ese país los planes del gobierno y de la industria preveían un incremento mucho más rápido de la producción y consumo de papel que el que correspondería al crecimiento de los ingresos y, por tanto, que el que había servido de base a las estimaciones de la Secretaría. Se trataba de una política deliberada, a fin de obtener el papel necesario para realizar la campaña de alfabetismo en que estaba empeñada la India. Indudablemente factores similares influían, aunque tal vez en menor grado, en la tendencia de la demanda del resto de esta subregión. En los planes de la India se prevé una producción nacional de papel, en 1965, de 150.000 toneladas de papel para periódicos y 700.000 toneladas de papeles y cartones. En el decenio siguiente, hasta 1975, se esperaba un crecimiento anual de la producción de alrededor del 10 por ciento.

La Consulta convino en que las estimaciones para el Lejano Oriente (con exclusión del Japón y la China Continental) exigían rectificar las cifras, aumentándolas. Tomó nota de que la Conferencia sobre la Situación de la Pasta y el Papel en Asia y el Lejano Oriente, patrocinada por la FAO y la Comisión Económica para Asia y Lejano Oriente (CEALO) y que se celebrará en 1960 en Tokio por invitación del Gobierno japonés, daría la oportunidad para mejorar estas estimaciones y obtener un cuadro más exacto de las perspectivas en la región.

AFRICA, CERCANO Y MEDIO ORIENTE

Los participantes no hicieron observaciones a las estimaciones para estas dos regiones. La Secretaría señaló que las estimaciones para el Cercano y Medio Oriente eran conformes con las proyecciones incluidas en el informe sobre Fomento del Mediterráneo, que acaba de preparar la FAO.

U.R.S.S., EUROPA ORIENTAL Y CHINA CONTINENTAL

La Secretaría explicó que la relación entre incremento de la renta y crecimiento del consumo de papel era muy diferente en los países de economía planificada de aquellos otros en los que rige el sistema de libre empresa. Se disponía para esas regiones de las cifras de producción proyectadas (se aproximaban mucho a las del consumo) para los próximos años; estos planes estaban muy a la zaga de la expansión que es de esperarse acompañe el aumento proyectado de la renta nacional. Por consiguiente, la Secretaría se ha basado en las cifras de la producción de papel proyectada y ha deducido de éstas la tasa teórica del crecimiento económico - en cada caso considerablemente inferior a las tasas de crecimiento de la renta, pasadas o proyectadas. Esta tasa teórica de crecimiento económico, ajustada en el caso de la U.R.S.S. a una cifra inferior para el decenio 1965-1975, fue la que sirvió para proyectar la demanda de papel en 1965-1975. La Consulta aprobó este procedimiento, considerándolo como el más racional para obtener una evaluación de las tendencias probables de la demanda en esas regiones. Observó que seguramente existía, en los países de economías totalmente planificadas, un nivel «natural» de consumo, adecuado para determinada renta, un poco inferior al nivel «natural» de las economías de libre empresa con niveles de ingresos correspondientes. Estimó que las elevadísimas necesidades futuras de papel que indicaban las estimaciones de la Secretaría para la China Continental, constituían metas muy ambiciosas cuya realización dependería de la capacidad de ese país para producir o importar el equipo necesario y obtener los recursos de materias primas requeridos.

La Consulta pidió a la Secretaría que tomara en cuenta las observaciones anteriores al revisar ésta para la publicación de sus documentos. Observó que del examen que había realizado de las estimaciones de la Secretaría, región por región, se desprendía la conclusión de que las estimaciones totales de las tendencias probables de la demanda mundial de papel y pasta en los años 1965 y 1975 podían ser aceptadas, en general. Se hizo notar que una demanda mundial, que alrededor del año 1965 se cifraba en 88.000.000 de toneladas y ascendía a 134.000.000 de toneladas diez años después, significaba una tasa de expansión un poco inferior a la que había prevalecido en el pasado más reciente.

Necesidades de pasta

13. Habiendo examinado las estimaciones de la demanda futura de papel y cartón que había presentado la Secretaría, la Consulta consideró luego las necesidades de pasta implícitas en esas estimaciones. La Secretaría pidió que se hicieran observaciones a los factores de conversión y tasas de recuperación de desperdicios de papel que habían servido como supuestos.

Los participantes de América del Norte y Escandinavia manifestaron que la cifra de 1,06 toneladas (secadas al aire), indicada como promedio de las necesidades de fibra por tonelada de papel y cartón, era algo superior a lo que allí suele aprovecharse actualmente. No obstante, teniendo en cuenta los procedimientos practicados en los países de Europa Occidental deficitarios en pasta y las tendencias futuras probables, se consideró aceptable dicha cifra para proyectar las necesidades de pasta en América del Norte y Europa Occidental. Para las demás regiones del mundo, se aceptó la de 1,08 toneladas como cifra media razonable para esas regiones en conjunto.

14. La Consulta trató de algunos de los factores que es probable influyan en el futuro en las tasas de recuperación de los desperdicios de papel. Se señaló que en algunos países se requeriría un empleo relativamente mayor de fibra virgen a fin de satisfacer las predilecciones de los consumidores. La invención de nuevas clases de papel que incorporan materias plásticas y otras ha aumentado las dificultades y el costo que supone el clasificar y limpiar el papel para su reconversión en pasta. En cambio, se preveía en casi todas las regiones una expansión relativamente mucho más rápida de las clases de papel en cuya producción pueden utilizarse cantidades considerables de desperdicios de papel. Las cantidades que se utilicen dependerán del costo de la fibra virgen en relación con el del desperdicio de papel; un cambio prolongado en dicho costo relativo puede elevar o disminuir las tasas de recuperación.

En resumen, la Consulta consideró que, respecto a América del Norte, Europa Occidental y Oceanía, era razonable suponer que continuaran las actuales tasas de recuperación. En otras regiones, donde el creciente consumo de papel por persona facilitará mucho la recuperación, era de suponerse que aumentaran esas tasas según indicaba ya el documento de la Secretaría. En consecuencia, la Consulta pidió a la Secretaría que calculara de nuevo las necesidades futuras de pasta sobre la base de las siguientes tasas hipotéticas de recuperación de desperdicios de papel (Cuadro 2).

CUADRO 2. - ESTIMACIONES DE LAS TASAS DE RECUPERACIÓN DE DESPERDICIOS DE PAPEL: PORCENTAJE DE PAPEL CONSUMIDO

Región

1955

1965

1975

América del Norte

26

26

26

América Latina

20

21

23

Europa Occidental

25

25

25

Europa Oriental

22

23

24

U.R.S.S.

14

16

18

Africa

9

10

12

Cercano y Medio Oriente

8

9

10

Lejano Oriente, con exclusión del Japón y la China Continental

17

18

18

Japón

25

28

29

China Continental

12

14

16

Oceanía

12

12

12

Capacidad de producción

15. La Consulta se ocupó luego en el documento de la Secretaría, FAO/WPPC-59/3: Cómo satisfacer las necesidades futuras, examinando primero la definición de capacidad. En el curso del debate se puso de manifiesto que la información sobre capacidad comunicada a la Secretaría e incorporada en el documento de ésta, había sido compilada sobre bases distintas en los diversos países. Se mencionaron las dificultades para ponerse de acuerdo sobre el concepto de capacidad de las fábricas de pasta y madera, es decir, número de días laborables al año, el programa de producción (tratándose de fábricas capaces de producir una cierta variedad de papeles) la calidad de la pasta o el papel producidos, la eficacia de las operaciones, etc. Los participantes estadounidenses informaron que en su país se había llegado a un acuerdo acerca de la definición de la capacidad de la industria de la pasta y que durante muchos años se han reunido y analizado datos que han resultado muy útiles. Se han recopilado cifras análogas sobre capacidad de las fábricas de papel, pero la industria papelera ha decidido últimamente hacer que su definición de la capacidad se ciña más a la empleada en la de la pasta, pues se había demostrado que las cifras hasta ahora reunidas subestimaban las posibilidades de producción. También en el Canadá desde hace años se reúnen datos sobre la capacidad con arreglo a una base satisfactoria.

La Consulta consideró muy conveniente que se adoptara en todos los países una definición clara y, de ser posible, comparable internacionalmente. Las definiciones de los Estados Unidos y el Canadá fueron comunicadas a la Consulta y la Secretaría se comprometió a distribuirlas entre todos los participantes. La Consulta se enteró con satisfacción que el Comité de Pasta y Papel de la OECE ha organizado la reunión de un grupo de trabajo para que examine específicamente este problema respecto a los países de Europa Occidental. Pero como el problema no se limitaba a América del Norte y Europa Occidental, la Consulta pidió a la FAO que, una vez que se le hubieran comunicado los resultados de los debates de dicho grupo de trabajo, tomara todas las medidas posibles para gestionar un acuerdo internacional sobre definiciones.

16. La Consulta examinó luego la validez de los dos conceptos de capacidad expuestos en el documento de la Secretaría: capacidad prevista, equivalente a las posibilidades máximas de producción en las condiciones ya existentes, y capacidad normal, que toma en cuenta no sólo la escasa probabilidad de que en la práctica se utilice toda la capacidad disponible, sino, también, una reserva marginal que absorba los incrementos transitorios e inesperados de la demanda y remedie igualmente, los atrasos imprevistos de los planes de producción. La Consulta convino en que en las industrias de la pasta y el papel, al igual que en las demás industrias básicas, el prescindir de una reserva marginal era tan peligroso para la estabilidad del mercado como una capacidad de reserva excesiva. Se señaló que desde la guerra la demanda había sido abundante, por lo cual la industria, en varios países, estuvo funcionando a un ritmo muy próximo de la capacidad prevista (según se ha definido antes) durante períodos prolongados; esto contrastaba notablemente con la experiencia anterior a la guerra, y, sin duda, alentó a los inversionistas, hizo que se multiplicaran los planes de expansión de la capacidad, y contribuyó a crear la actual capacidad excedente en América del Norte y Europa Occidental. La Consulta, teniendo en cuenta el debate sobre capacidad prevista y normal, recomendó que la Secretaría adopte una reserva marginal del 5 por ciento, tanto para la industria de la pasta como para la del papel (es decir, un coeficiente de funcionamiento normal del 95 por ciento), entendiéndose que se trataba de una cifra provisional. Se reconoció que para muchos países no era adecuada una reserva marginal del 5 por ciento y que sería necesario en estudios futuros suponer en ciertas regiones coeficientes de funcionamiento más bajos.

CUADRO 3. - ESTIMACIONES DE 1A CAPACIDAD EXISTENTE Y DE LOS PLANES ACTUALES DE EXPANSIÓN, POR REGIONES

17. Tomando en cuenta la información recibida después de la preparación del documento de la Secretaría, y oído por esta última el parecer de varios participantes, la Consulta aprobó las estimaciones de la capacidad prevista ya existente y de los planes de expansión de la capacidad que se indican en el Cuadro 3.

Los participantes manifestaron su satisfacción porque esta Consulta hubiese permitido una discusión libre y franca de los problemas relativos a la capacidad y hubiese hecho posible establecer las estimaciones incluídas en ese cuadro. La Consulta manifestó su esperanza de que en lo futuro la FAO proporcionaría otras oportunidades semejantes para un intercambio periódico de información sobre capacidad, y los participantes expresaron que estaban dispuestos a hacer todo lo que estuviera a su alcance para dar a conocer la información necesaria.

CUADRO 4. - ESTIMACIONES DE EA CAPACIDAD EXCEDENTE1 EN LAS INDUSTRIAS DE PASTA Y PAPEL EN 1958


 

América del Norte

Europa Occidental

Resto del mundo2

Total

Millones de toneladas métricas

Papel para periódico

0,97

0,47

0,09

1,53

Otros papeles y cartones

4,36

0,98

0,72

6,06

Total de papeles y cartones

5,33

1,45

0,81

7,59

Pasta3

4,90

1,5

0,40

6,8

1 Capacidad normal (es decir, 95 por ciento del coeficiente de explotación) menos la producción real.

2 Las cifras para el resto del mundo son en gran parte hipotéticas, han sido calculadas sobre la base de una reserva marginal del 5 por ciento margen indudablemente inadecuado en muchas zonas fuera de Europa y América del Norte.

3 Véanse las reservas explicadas en el texto.

18. La Consulta tomó nota de que, comparando las cifras de la capacidad prevista y de la producción de 1958, se obtenían coeficientes de explotación del 84 por ciento en América del Norte y del 83 por ciento en Europa Occidental, respecto a la industria de papel para periódicos, y del 82 por ciento en América del Norte y 89 por ciento en Europa Occidental, respecto a los demás sectores de la industria papelera. En el resto del mundo, el coeficiente de explotación era, en promedio, del 90 por ciento para el papel de periódicos y del 85 por ciento para los demás sectores.

Considerando un 5 por ciento como capacidad marginal de reserva, en 1958 existían, según estas cifras, en relación con la demanda actual, las siguientes capacidades excedentes en las distintas regiones (Cuadro 4).

CUADRO 5. - BALANCE ENTRE CAPACIDAD NORMAL, PROYECTADA Y DEMANDA PROYECTADA PARA 1965

Región

Papel para periódicos

Otros papales y cartones

Total de papales y cartones

Pasta para papel

Millones de toneladas métricas

América del Norte

+0,43

-1,40

-0,97

-0,70

Europa Occidental

-0,31

+0,08

-0,23

+1,66

Total parcial

+0,12

-1,32

-1,20

+0,96

América Latina

-0,44

-0,21

-0,65

-0,20

Africa

-0,12

-0,36

-0,48

+0,14

Cercano y Medio Oriente

-

+0,13

+0,13

-0,26

Lejano Oriente

-0,25

-0,13

-0,38

-0,80

Oceanía

-0,23

-0,25

-0,48

-0,10

Total parcial

-1,04

-0,82

-1,86

-1,22

Resto del mundo

+0,2

-0,10

-0,08

+0,08

TOTAL

-0,90

-2,24

-3,14

-0,18

Nota: Superávit (+) o déficit (-).

CUADRO 6 - COMPARACIÓN DE LOS BALANCES DE LA PASTA Y EL PAPEL, ACTUALES Y ESTIMADOS PARA 1966, CORRESPONDIENTES A VARIAS REGIONES

NOTA: Superávit (+) o déficit (-).

Las toneladas del superávit o déficit medio en 1957/58 se refieren a las exportaciones o importaciones netas efectivas, respectivamente.

La existencia en 1958 de una capacidad excedente en la industria mundial de papel y cartón, estimada en 7 ½ millones de toneladas, parece sugerir que en los años precedentes la industria había sobrestimado en grado excesivo la tendencia del consumo más reciente. Debe, sin embargo, tenerse en cuenta que la detención en 1957/58 del crecimiento económico y, en consecuencia, del consumo de papel, no podía haber sido prevista al tiempo que se iniciaban los planes de expansión. Si el consumo de papel desde 1956 hubiera seguido la tendencia de los años anteriores, se hubieran consumido en 1958 más de 3 millones de toneladas adicionales. Desde ese punto de vista, la magnitud de la expansión excesiva puede calcularse con justicia no en 7 ½ millones de toneladas, sino en 4 ½ millones, cifra aún bastante considerable.

En cuanto a la capacidad excedente indicada para la pasta, la Consulta señaló a la atención que parte considerable del excedente representaba la capacidad de fábricas integradas que normalmente no colocan su producción en el mercado.

19. La Consulta examinó luego la situación que se crearía en 1965 si la demanda en las distintas regiones siguiera la tendencia indicada en las estimaciones de la Secretaría, teniendo en cuenta la capacidad existente y los planes de expansión de la capacidad ya expuestos, pero sin considerar las expansiones adicionales que podrían ocurrir. Comparando la demanda estimada para 1965 y la capacidad normal se obtienen los balances del papel para periódicos, otros papeles y cartones y pasta para papel en las distintas regiones que se indican en el Cuadro 5.

Para obtener el balance correspondiente a Europa Occidental, se escogió la estimación alternativa de la demanda en 1965 que había elaborado la Secretaría (véase el párrafo 12). La Consulta tomó nota de que en las zonas actualmente deficitarias de pasta y papel, cuyos planes de expansión abarcan por lo general hasta 1965, parece probable que el déficit global de papel para periódicos, en comparación con 1957/58, no cambie mucho; que el de los demás papeles y cartones disminuya en 200.000 toneladas aproximadamente, y que el déficit de la pasta suba al mismo tiempo de 450.000 a 1.220.000 toneladas, según puede verse en el Cuadro 6.

La Consulta consideró que esos balances regionales estimados podían sumarse para obtener las necesidades netas de importación en 1965 de esas regiones, a saber:

Papel para periódicos

Otros papeles y cartones

Total de papeles y cartones

Pasta para papel

Millones de toneladas métricas

1,04

0,79

1,83

1,13

Si se supone que esas necesidades se satisfacen con exportaciones netas de América del Norte y Europa Occidental en las proporciones que han prevalecido recientemente poco más o menos, esas dos regiones efectuarían en 1965 las exportaciones netas que se indican en el Cuadro 7.

CUADRO 7. - ESTIMACIÓN DE LAS EXPORTACIONES NETAS DE AMÉRICA DEL NORTE Y EUROPA OCCIDENTAL EN 1965

Región

Papel para periódicos

Otros papeles y cartones

Total papeles y cartones

Pasta para papel

Millones de toneladas métricas

América del Norte

0,92

0,26

1,18

0,52

Europa Occidental

0,06

0,70

0,76

0,61

Para cubrir la demanda interna y hacer posible esas exportaciones netas, en 1965 esas dos regiones deberían incrementar su capacidad prevista (suponiendo un coeficiente de exportación del 95 por ciento), según se indica en el cuadro siguiente. Se ofrecen en ese cuadro también las cifras de la capacidad prevista con arreglo a los planes actuales y se obtiene, así, por deducción, una estimación de las necesidades aparentes de capacidad adicional.

Si en 1965 no hubiera en América del Norte otras adiciones a la capacidad de producir papel y cartón, los dos sectores de la industria funcionarían a su capacidad máxima; en cambio, previéndose una capacidad de reserva del 5 por ciento, habría necesidad de una capacidad adicional de 520.000 toneladas en el papel para periódicos y de 1.750.000 toneladas en los demás sectores. Por lo que respecta a la pasta para papel, las necesidades adicionales indicadas están sujetas a una serie de condiciones, en particular a la posibilidad de que una parte substancial de la capacidad para producir pasta soluble se dedique a producir pasta para papel. Según parece, en Europa Occidental es por el momento muy pequeño el margen de expansión para las instalaciones de pasta para papel y muy limitada la posibilidad de incremento adicional de las de papel para periódicos y otros papeles y cartones. Además, los cambios en los planes de explotación tal vez hagan rectificar las estimaciones, aumentando las cifras indicadas para la capacidad prevista existente.

CUADRO 8. - CAPACIDAD PREVISTA REQUERIDA APARENTEMENTE EN AMÉRICA DEL NORTE Y EUROPA OCCIDENTAL EN COMPARACIÓN CON LOS PLANES ACTUALES

Región y producto

Existente y planeada en la actualidad

Requerida

Necesidades adicionales aparentes

Millones de toneladas métricas

América del Norte

Papel para periódicos

9,20

9,72

0,52

Otros papeles y cartones

35,77

37,52

1,75

TOTAL PARCIAL

44,97

47,24

2,27

Pasta para papel

34,97

38,65

3,68

Europa Occidental

Papel para periódicos

4,52

4,91

0,39

Otros papeles y cartones

17,72

18,37

0,65

TOTAL PARCIAL

22,24

23,28

1,4

Pasta para papel

19,69

19,69

-

20. La Consulta insistió en que no debía darse importancia excesiva a las cifras obtenidas, ya que éstas eran en gran parte hipotéticas, se fundaban en una serie de supuestos sucesivos y estaban sujetas a reservas explícitas. Sin embargo, consideró que el esfuerzo había sido muy útil, ya que se había establecido claramente:

(a) que los planes de expansión ya en marcha en la industria de la pasta y el papel bastaban para cubrir la mayor parte del incremento que cabía esperar en la demanda hasta 1965; y

(b) que era necesario mantener en constante examen tanto las tendencias de la demanda como la evolución de la capacidad de producir.

21. En lo concerniente a las actuales regiones deficitarias, la Consulta observó que lo limitado del aumento en las necesidades netas de importación previstas dependía de la realización de los actuales planes ambiciosos de expansión (que entrañaban cuantiosos programas de inversión), sin dejar margen en algunas de esas regiones para que los gobiernos adoptaran medidas especiales que dieran origen a un incremento más rápido de las necesidades de papel que el supuesto por la Consulta. En las regiones en desarrollo, por tanto, deberían efectuarse constantes esfuerzos para que el incremento de la demanda de importación se mantuviera dentro de los límites impuestos por la capacidad de esas regiones para importar. En caso contrario, habría que restringir deliberadamente el consumo, con lo cual se estorbaría el progreso económico, educativo y cultural de esas regiones.

CUADRO 9 - PRODUCCIÓN/CONSUMO PARA 1965: BALANCE PROVISIONAL

22. Habiendo concluido su examen de las perspectivas para 1965, la Consulta consideró que la estructura provisional de los suministros así establecidos, aunque sujeta a todas las reservas señaladas explícitamente en este informe, representaba sin embargo la valoración más razonable posible a base de la información que hoy se posee sobre la probable evolución del balance mundial producción/consumo hasta 1965. Este balance provisional de los suministros figura en el Cuadro 9.

Abastecimiento de materias primas

23. La Consulta tomó nota de que la tendencia ascendente a largo plazo que se observa en el consumo de pasta y papel podría crear en algunas zonas problemas de abastecimiento de materias primas. Nada se sabe desde luego, de la tendencia probable de la capacidad para producir papel y cartón durante el decenio 1965 a 1975, pero la Consulta examinó brevemente, región por región, qué posibilidades de obtener las materias fibrosas necesarias tendrá la industria para satisfacer la demanda, según ha sido proyectada, hasta 1975. Observó que un mejor aprovechamiento de las materias de fibra larga y los distintos adelantos técnicos en la industria de la pasta permitirían reducir la dependencia en que se halla respecto de las materias de fibras largas y hacer un uso mayor del material de fibra corta obtenido de frondosas, bagazo y residuos agrícolas, y que esa tendencia atenuaría en cierta medida el problema de los abastecimientos en las zonas pobres en coníferas.

Los recientes reconocimientos exhaustivos realizados en América del Norte (Outlook for Canadian forest industries y Timber resources for America's future) parecen confirmar que no es probable que surjan problemas graves en el período hasta 1975. En Europa Occidental, una encuesta reciente efectuada por la Comisión Forestal Europea de la FAO parece menos tranquilizadora ya que para el período hasta 1970 sólo se prevé un modesto incremento de la producción total de madera industrial - en realidad, mucho menos (aparte de importaciones y exportaciones) de lo preciso para satisfacer las necesidades adicionales de madera para pasta que originaría el incremento proyectado de la demanda. Aunque la misma Comisión ha señalado que sus estimaciones de la producción futura eran moderadas, y que hay muchos factores de flexibilidad en el abastecimiento europeo de madera, la Consulta previó que será menester intensificar los esfuerzos en los próximos años a fin de atender a las necesidades a largo plazo - hasta finales del siglo - de esta industria. Aunque en Europa Oriental ha aumentado considerablemente el empleo de fibras no leñosas, los pronósticos de las cortas y los planes de expansión de la capacidad de elaboración de pasta indican que pueden surgir problemas graves en relación con la satisfacción de las necesidades de madera para pasta.

América Latina tiene recursos abundantes de fibras cortas, y aunque a breve plazo pueden experimentarse dificultades para llenar las necesidades de fibras largas, éstas pueden finalmente ser resueltas complementando los recursos de coníferas naturales mediante plantaciones. En el Africa central y meridional abundan los recursos de fibras cortas y la plantación extensiva de coníferas es probable que cubra las necesidades de fibras largas; en Africa del Norte, sin embargo, las materias fibrosas disponibles son insuficientes y se limitan a esparto, eucalipto, juncos, bagazo y otros residuos agrícolas. En el Cercano y Medio Oriente hay una escasez crónica de fibras y a posar de emplearse materias no leñosas y de las existencias forestales sin explotar, pero limitadas, sólo una plantación extensiva podría servir de base a una expansión a largo plazo de la producción nacional de pasta.

Muchos países del Lejano Oriente sufren ya dificultades para abastecerse de fibras. La industria japonesa confía en que sus necesidades futuras podrán satisfacerse principalmente con los recursos forestales todavía no explotados e incrementando la utilización de frondosas, aunque se prevé la necesidad constante de importar madera para pasta; están en curso programas extensivos de forestación. En la India la industria se basa ya principalmente en fibras no leñosas, sobre todo bambú; se prevé un gran incremento del empleo de bagazo. Con todo, es probable que el suministro de fibra continúe siendo la principal preocupación de la industria de la pasta en este país. En Oceanía la industria de la pasta se basa actualmente en Nueva Zelandia en las plantaciones de coníferas y en Australia en el eucalipto, complementado con importaciones de pasta de fibra larga. Los programas de plantaciones, ya iniciados o previstos, asegurarán a largo plazo las materias primas que precisa la industria.

En la U.R.S.S. no hay escasez de fibras apropiadas, pues además de poseer la mayor reserva de coníferas en el mundo entero, existen grandes zonas de bosques de frondosas sin explotar y una gran variedad de fibras no leñosas. La China Continental, pobre en bosques, hace un empleo extensivo de paja, bambú y otros materiales no leñosos; la perspectiva a largo plazo es buena ya que están en curso programas muy amplios de forestación.

24. Al concluir su breve examen del problema de los suministros a largo plazo, la Consulta observó que ya se presentaban dificultades, o podrían surgir hacia 1975, en Europa Occidental y Oriental, en el Cercano y Medio Oriente y en algunas zonas del Lejano Oriente. En vista del tiempo necesario para que las medidas destinadas a elevar la producción forestal dieran resultado, la Consulta puso de relieve la importancia de elaborar planes a largo plazo a fin de asegurar a la industria el suministro futuro de materias primas. Solicitó además a la Secretaría que señalara a la atención de todas las personas interesadas en las políticas forestales las consecuencias, sobre los abastecimientos de materias primas, de las proyecciones de la demanda contenidas en este informe.

Inversiones

25. La Consulta observó que las proyecciones de la demanda no sólo planteaban cuestiones de disponibilidades futuras de fibra, sino que entrañaban también la realización de una fuerte inversión de capitales en la industria. El aumento de la demanda, regional y mundial, prevista para el decenio 1955/65 exigiría la instalación de una capacidad industrial adicional con un costo anual medio (a los precios actuales) de más de 1.000 millones de dólares. En el decenio siguiente, las inversiones anuales requeridas podrían elevarse, en promedio, a unos 1.500 millones de dólares (igual mente a los precios actuales). En estas cifras no se incluyen las inversiones considerables que será necesario efectuar para desarrollar los recursos de materias fibrosas. En los dos decenios, alrededor de la mitad de las inversiones necesarias corresponderían a América del Norte y Europa Occidental. Sin embargo, es en las regiones deficitarias donde crecerán más rápidamente las necesidades de inversión. En América Latina, por ejemplo, hasta 1965 se necesitarán, en promedio, unos 65.000.000 de dólares todos los años, y entre 1965 y 1975, 120.000.000 de dólares anuales. Según parece, pues, dado lo limitado de los recursos de capital disponibles en los países en desarrollo y los otros objetivos a que debe atenderse con esos recursos deficientes, habrá tanto la oportunidad como la necesidad de inversiones extranjeras.

Comercio internacional

26. La Consulta estudió la evolución del comercio internacional de pasta y papel sobre la base del documento de la Secretaría FAO/WPPC-59/4: Desenvolvimiento del comercio de pasta y papel y los cuadros básicos que lo acompañaban.

Tomó nota de que el comercio internacional de pasta y papel ha crecido a tal punto que, con un valor de cerca de 3.000 millones de dólares, le corresponde más del 3 por ciento del valor de todo el comercio mundial, comparado con menos del 5 por ciento para el nierro y el acero, 10 por ciento a todos los combustibles, y 16 por ciento a todo el comercio de alimentos.

El comercio de pasta y papel desempeña una función vital en las economías de los principales países exportadores de esos productos; corresponde a éstos, por ejemplo, la quinta parte del valor de todas las exportaciones del Canadá, la cuarta parte de las suecas y casi la mitad de las finlandesas. También reviste vital importancia para las regiones deficitarias, siendo pocos los países en todo el mundo que no dependan en cierto grado de las importaciones para atender a sus necesidades esenciales. En el último decenio, muchos países han hecho esfuerzos decididos para incrementar su producción nacional de papel. En consecuencia, la dependencia en que estaban esas regiones de las importaciones, ha disminuido considerablemente como puede verse en el Cuadro 10.

CUADRO 10. - IMPORTACIONES DE PAPEL EXPRESADAS EN PORCENTAJES DEL CONSUMO

Región

1946-48

1956/57

América Latina

54

31

Africa

89

62

Cercano y Medio Oriente

70

61

Lejano Oriente, excluido Japón

64

54

Oceanía

57

38

Sin embargo, a pesar de las medidas adoptadas para incrementar sus suministros nacionales, las importaciones netas de papel de estas regiones, que ascienden a dos millones de toneladas, han aumentado en un 40 por ciento en el último decenio; también las importaciones netas de pasta se han duplicado con creces, pasando hoy día de las 600.000 toneladas.

27. La Consulta tomó nota de que en años recientes los países de economía totalmente planificada habían participado cada vez más en el comercio internacional de pasta y papel. En 1958, por ejemplo, la U.R.S.S. y la Europa Oriental exportaron cerca de 300.000 toneladas de pasta y papel. Pero estas exportaciones estuvieron contrarrestadas por importaciones de pasta y papel de, poco más o menos, la misma magnitud. La Consulta advirtió que, según la información con que contaba la Secretaría, era probable que en esas zonas surgieran en los próximos años disponibilidades netas de exportación que tal vez influyeran en la estabilidad del mercado mundial, aun teniendo en cuenta las necesidades internas, en rápido aumento, de esas regiones.

28. La tendencia ascendente del comercio interregional en el decenio postbélico estuvo acampanada de una rápida expansión del comercio intrarregional tanto en la América del Norte como en la Europa Occidental. El volumen del comercio mundial de pasta de madera, en su totalidad, asciende ahora a 7.500.000 toneladas, en comparación con 4.500.000 toneladas hace diez años y 5.500.000 toneladas antes de la guerra; por otro lado, el comercio mundial de papel y cartón se eleva a más de 10.500.000 toneladas, en comparación con 6.500.000 toneladas hace un decenio y 6.000.000 de toneladas en la preguerra.

29. Varios participantes fueron de la opinión que las actuales tendencias de integración económica, en Europa y en otras partes del mundo, podían finalmente dar por resultado cambios importantes en las corrientes comerciales descritas en el documento de la Secretaría. Los participantes de los países asociados con la Comunidad Económica Europea, o con los otros «Siete», señalaron que los arreglos previstos, o ya iniciados, en ninguna manera perseguían como objetivo establecer «economías cerradas», sino, más bien, servir como pasos encaminados hacia la expansión del comercio mundial. Ese proceso se aceleraría al aumentar las necesidades como consecuencia del crecimiento económico que se esperaba produjera la integración de las economías. Otros participantes manifestaron su gratitud por las explicaciones dadas. La Consulta consideró que podía ser provechoso pasar revista de tiempo en tiempo a los efectos que sobre el comercio de pasta y papel surtieran los progresos de la integración económica.

Labores futuras de la FAO relativas a la pasta y el papel

30. El Presidente hizo observar que en los debates efectuados hasta la fecha habían salido a relucir una serie de problemas que exigían consultas internacionales periódicas y un estudio constante en el plano internacional, problemas que hasta ahora no habían recibido la atención, en ese plano, a que les hacían acreedores la creciente importancia de la industria y la posible contribución de ésta al bienestar creciente de las poblaciones. Mencionó, además de las recomendaciones que se hacen en el párrafo 11 de este informe, la necesidad de que haya oportunidades para el debate - cuyo corolario sería tal vez la realización de acuerdos internacionales - acerca de los problemas relativos a factores de conversión y a la definición de la capacidad, a la recopilación y análisis, sobre base mundial, de la información relativa a la capacidad actual y planes de expansión de esa capacidad, y al examen periódico de las perspectivas a medio y a largo plazo de las industrias, fundándose en la información disponible sobre tendencias de la demanda y capacidad industrial. Estos y otros problemas que se pongan de relieve en las discusiones subsiguientes requerirían, en opinión del Presidente, una intensificación de las labores de la FAO relativas a la pasta y papel.

Los puntos de vista del Presidente fueron aprobados unánimemente por los participantes y la Consulta recomendó vivamente que el Director General de la FAO tomara las disposiciones del caso para reforzar las actividades de la Organización referentes a la pasta y el papel, cuando formule los programas de labores futuras. Al desarrollar su programa, la FAO debería tratar de obtener la ayuda de las organizaciones nacionales y de los representantes de la industria, y los participantes manifestaron su plena confianza en que así lo lograría. Las actividades de la FAO sobre pasta y papel deberían, como hasta ahora, desenvolverse en plena cooperación con los demás organismos internacionales interesados, a fin de evitar la duplicación de los esfuerzos. Los representantes de la UNESCO y la OECE estaban seguros de que estas Organizaciones cooperarían de lleno con la FAO y afirmaron que tal colaboración resultaría en provecho mutuo.

Muchos participantes elogiaron las labores sobre pasta y papel realizadas por la FAO en el último decenio, según se han puesto en evidencia en las actividades del Grupo Consultivo para América Latina, y se citaron casos de la valiosa asistencia directa prestada por la FAO a los gobiernos de los Estados Miembros. La Consulta acogió con satisfacción estas pruebas del acierto completo con que la FAO trataba el asunto, y observó que se había juzgado necesario el restringir los proyectos dudosos y, asimismo, el estimular los más viables.

La Consulta recomendó, además, que la FAO estableciera un grupo consultivo sobre pasta y papel, integrado por un pequeño número de jefes de ambas industrias y representativo de las diferentes regiones del mundo, a fin de orientar el desarrollo de las actividades. Los participantes consideraron que ese grupo consultivo podría ser constituido en tal forma que no se requiriera que la FAO sufragara los gastos de asistencia a las reuniones de los miembros.

El Director General Auxiliar de la FAO a cargo del Departamento Técnico, al comprometerse a dar a conocer al Director General los puntos de vista de los participantes, manifestó que se reconocía perfectamente la importancia de la pasta y el papel, ya que no sólo servían como materiales esenciales para el progreso cultural, sino también eran muy útiles para mejorar la producción y distribución de alimentos y, por tanto, les correspondía representar su parte en la «Campaña contra el hambre» que auspiciaba la FAO.

El Director del Servicio del Programa y del Presupuesto explicó cuáles eran los procedimientos que debían seguirse en la FAO en materia presupuestaria. A su parecer, hasta que se consiguieran fondos del Programa Ordinario (lo cual estaría sujeto a la aprobación de la Conferencia) se podrían iniciar las labores utilizando cualquier fondo especial que se pusiera a disposición de la FAO.

Se decidió que el informe de esta Consulta fuera comunicado al Período de Sesiones de la Conferencia de la FAO, Roma, noviembre de 1959, y los participantes prometieron que harían las gestiones necesarias para que los representantes de sus gobiernos quedaran debidamente instruidos sobre sus puntos de vista en este asunto y sus deseos de que en el presupuesto para 1962/63, si no antes, se prevea una expansión de las actividades de la FAO relativas a la pasta y el papel.

Lista de participantes y asesores

ALEMANIA (REPÚBLICA FEDERAL): Horst Miethammer, Director, Aschaffenburger Zellstoffwerke; Ernest Robert Vogt, Representante de la Sociedad Alemana de Pasta y Papel

ARGENTINA: Umberto Pomilio, Director, Celulosa Argentina (Sindacato Cellulosa Pomilio)

AUSTRALIA: Rodney Wilton Henry, Gerente General, Australian Newsprint Milis Ltd.

BRASIL: Oscar Lorenzo - Fernández, Coordinador, Grupo de Estudios sobre Pasta y Papel, Consejo de Fomento

CANADÁ: Ian B. Chenoweth, Canadian Pulp and Paper Association; Robert M. Fowler, Presidente, Canadian Pulp and Paper Association

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA: Robert O'Connor, Secretario Ejecutivo, American Paper and Pulp Association, James J. Ritchie, Director Ejecutivo, U.S. Pulp Producers Association Inc.; Walter W. Sohl, Segundo Secretario de la Embajada de los Estados Unidos, Roma, Italia; Gabriel J. Ticoulat, Primer Vicepresidente, Crown Zellerbach Corp.; P. Lawson Turcotte, Presidente, Puget Sound Pulp and Timber Co.

FINLANDIA: Johan Otto Sõderhjelm Director General, Asociación Central de Industrias Finlandesas de la Madera

FRANCIA: P. Germain, Presidente, Union Syndicale des Fabricants Français de Pate a Papier

INDIA: Amar Nath Kapur, Sección de Fomento, Ministerio de Comercio e Industria, Vishnu Prasad Podder, Gerente de Fábrica, Dalmianagar

ITALIA: Vincenzo Amici, Director Técnico, Ente Nazionale Cellulosa e Carta, Alfonso Froncillo, Consejero, Direzione Generale Economia Montana e Foreste; Giorgio Schirillo, Ente Nazionale Cellulosa e Carta

JAPÓN: Ktasumi Ashina, Consejero, Asociación Japonesa de Pasta y Papel, Gerente de Enlace, Compañía Manufacturera de Papel Jujo, Motoki Matsunaga, Director Ejecutivo, Asociación Japonesa de Papel y Pasta

NORUEGA: Olav Trygve Jarlsby, Director Gerente, Sagbrugsforeningen

REINO UNIDO: Sir Herbert Hutchinson, Director General, British Paper and Board Makers' Association

SUECIA: Ewert Landberg, Director Gerente, Asociación Sueca de Fábricas de Papel; Lars Sjunnesson, Director, Asociación Sueca de la Celulosa

UNIÓN SUDAFRICANA: Francis Seymour Laughton, Subsecretario de Montes

URUGUAY: Giorgio Diena, Ingeniero, Pamer S.A.

OECE: Ragnar Lagergren, Presidente, Comité de Pasta y Papel, OECE

UNESCO: Alfredo Picasso-Oyague, División de Libre Circulación de las Informaciones, UNESCO.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente