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La situación maderera en los Estados Unidos

R. C. WILSON
Jefe del Departamento de Reconocimientos Forestales y

GEORGE VITAS
Especialista en Información Forestal, Servicio Forestal, Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos

ESTADOS UNIDOS tiene la fortuna de contar con abastecimientos de madera capaces de sostener grandes y diversas industrias forestales. Los productos madereros en los Estados Unidos suponen aproximadamente una cuarta parte de todas las materias primas utilizadas para fines fabriles y para construcción. Por término medio, cada habitante de este país utiliza anualmente más de 2 m.³ de productos de madera.

La población de este país aumenta rápidamente, hasta el punto de que es probable que sea doble de la actual a fines del siglo presente. Ello hace que sus montes se vean sometidos a un esfuerzo creciente, no sólo para obtener una mayor producción de madera, sino también para aplicaciones no madereras de los montes, como son el esparcimiento y la regulación del régimen de aguas. Además, se proyecta sustraer considerables extensiones de monte maderable para fines tales como construcción de carreteras, embalses y extensión del cultivo agrícola. Por esto, los forestales norteamericanos se enfrentan con el arduo problema de continuar suministrando en los años venideros madera suficiente de buena calidad y a precios razonables y otros servicios forestales apropiados para satisfacer demandas potenciales muy superiores a las de hoy día.

Para estudiar mejor la situación maderera de la nación en que se celebrará este año el Congreso Forestal Mundial, examinaremos algunos detalles revelados por una reciente valoración de las tierras madereras de los Estados Unidos¹ y en los últimos resultados de un completo reconocimiento forestal llevado a cabo por el Servicio Forestal de los Estados Unidos en cooperación con organizaciones de los Estados y con industrias forestales.

(¹SECRETARÍA DE AGRICULTURA DE LOS ESTADOS UNIDOS, SERVICIO FORESTAL. Timber Resources for America's Future. Forest Resource Report No. 14, 713 páginas, con ilustraciones (basado en una valoración nacional hecha en 1952), 1958.)

Relación con la situación maderera mundial

Estados Unidos posee el 8 por ciento de la superficie forestal mundial, es decir, unos 312 millones de hectáreas. El 14 por ciento de las existencias en formación de todo el mundo (incluido el 18 por ciento de las existencias en formación de coníferas) se halla en Estados Unidos. Este país corta aproximadamente una quinta parte de la madera extraída de todos los montes del mundo. Aunque parte de los productos forestales se exporta, la mayoría de esta corta se destina al consumo nacional. Estados Unidos, además, importa más productos forestales que exporta. Las importaciones son sobre todo de madera de coníferas, papel para periódicos, pasta de madera y madera para pasta 2.

(2 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA 1A AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN. Recursos forestales mundiales, págs. 1-120, con ilustraciones, Roma, 1957.)

Gran diversidad de montes

Una tercera parte de la superficie de Estados Unidos es boscosa. Los montes son de carácter extremadamente variable, pues de este país se dan más de 800 especies arbóreas nativas (y varias exóticas). Estas especies crecen en condiciones muy diversas.

Limites septentrional y meridional de los montes: desde la picea enana a las frondosas lozanas

En el límite septentrional de la vegetación arbórea de Estados Unidos, en el estado de Alaska, casi todos los árboles son piceas enanas blanca y negra (Picea glauca y P. mariana), abedul de papel (Betula papyrifera) y sauces (Salix spp.) que crecen bajo hielos perpetuos. Por el contrario, los árboles cercanos al límite meridional de la vegetación arbórea son el ciprés calvo (Taxodium distichum) y varias frondosas subtropicales que forman una lujuriante cubierta de copas en los marjales de los estados de Luisiana, Misisipí y Florida.

Limites occidental y oriental: desde las frondosas tropicales a los pinos de regiones templadas

El límite occidental de los montes de Estados Unidos en el estado insular de Hawaii, donde las frondosas tropicales «koa» (Acacia koa), «ohia» (Metrosideras polymorpha) y otras se agarran a la lava, contrasta con el límite oriental donde manchas de pino tea (Pinus rígida) cubren las dunas bajas de la costa del Atlántico.

Contrastes en los montes adyacentes

No menos notables son los contrastes que se observan en los tipos forestales que crecen mucho más próximos. En el estado de California, por ejemplo, masas densas y altas de pino de California (Sequoia sempervirens), con volúmenes de madera por unidad de superficie superiores a los de cualquier otro monte del mundo, cubren las vertientes marinas húmedas de una cadena montañosa. En contraste con esto, masas arbustivas de chaparral (en las que figuran especies de Ceanothus, Cercocarpus y Arctostaphylos), útiles sobre todo como monte protector de las cuencas colectoras, protegen la cálida solana de las mismas montañas.

FIGURA 1 - Casi todas las tierras boscosas de los Estados Unidos se hallan en las zonas, costeras. Alaska contiene la mayor superficie de montes comerciales en tanto que las superficies menores se encuentran en los estados de las praderas del centro del país. El sombreado indica la superficie principal de lo.' monte., comerciales (214 millones de hectáreas). Los números insertados en cada estado, representan el área de monte., comerciales que existen allí y está expresada en millones de acres.

El estado de Montana, situado a caballo de la divisoria de las Montañas Rocosas, ofrece otro ejemplo de contraste. A occidente de la divisoria hay grandes masas puras de coníferas: pino, picea, abeto y alerce, características de los estados montañosos del oeste. Pero inmediatamente al este de la divisoria, donde comienza la llanura que se extiende por el centro del país hasta los montes Apalaches, sólo se encuentran manchas de monte aislado, formadas principalmente por álamos (PopuIus spp.) y otras frondosas indígenas que se extienden a lo largo de los cursos de agua.

Los montes comerciales ocupan los dos tercios de la superficie total

Las dos terceras partes de los montes, o sea, 215 millones de hectáreas, están formadas por tierras boscosas comerciales, esto es, tierras que producen, o son capaces de producir, madera industrial y en las que se efectúan cortas sin reserva alguna. Los otros 97 millones de hectáreas se consideran montes no comerciales, bien porque su productividad es demasiado escasa para la obtención de madera, o bien porque se reservan para esparcimiento, para protección de cuencas colectoras o para otros fines. Los parques nacionales son ejemplo de esto.

Los montes maderables se hallan principalmente cerca de la costa

Según se ve en la Figura 1, casi todos los montes maderables se encuentran en estados costeros, aun cuando cada uno de los 50 estados de la Unión posee al menos pequeñas extensiones de montes comerciales. Una quinta parte de la superficie de montes comerciales se halla en los cuatro estados de la costa del Pacífico: Alaska, Wáshington, Oregón y California. El abeto de Douglas (Pseudotsuga menziesii), el pino ponderosa (Pinus ponderosa), así como diversas especies de picea (Picea) y de falso abeto (Tsuga) son las especies más valiosas de las tierras boscosas de dichos estados. La otra quinta parte de los montes comerciales se encuentra en los cinco estados meridionales de Luisiana, Misisipí, Alabama, Georgia y Florida. Varias especies de pinos: pino americano (Pinus taeda), pino longifolio (P. palustris), pino tea (P. caribaea), pino de hoja corta (P. echinata) y diversas frondosas mezcladas con tales pinos son las principales especies de los montes del sur.

Dos terceras partes de las existencias en formación son de coníferas

La superficie forestal comercial sostiene unos 15.600 millones de metros cúbicos de existencias en crecimiento en árboles que tienen 12,7 cm. o más de diámetro y satisfacen las normas comerciales exigidas a los productos madereros. Las dos terceras partes del volumen de las existencias en formación están formadas por coníferas, en su mayoría abeto de Douglas, pinos, piceas, abetos, y falsos abetos. Casi todo el volumen de las existencias en formación de frondosas lo forman robles: sobre todo robles blanco y rojo (Quercus alba, Q. prinis, Q. borealis, Q. falcata var. pagodaefolia y Q. shumardii). Aproximadamente la mitad de las existencias en crecimiento de todo el país, o sea, 7.400 millones de metros cúbicos, se halla en los cuatro estados de la costa del Pacífico. Alrededor de una tercera parte de esta cifra corresponde a una especie: el abeto de Douglas.

FIGURA 2. - En el oeste de los Estados Unidos hay vastas extensiones de bosque virgen. Aquí se ve parte de la riqueza maderera del estado de Oregón constituida por masas maduras de abeto Douglas (Pseudotsuga menziesii). Los rodales como lo., que se ven en primer plano encierran árboles de más de 200 pie., de alto y más de 6 pies de diámetro que son muy valiosos para chapas y madera aserrada de primera calidad. Obsérvese que estos montes se explotan por áreas de corta rasa, cada una de ellas de 30 a 50 acres de extensión, separadas por masas de reserva. Este procedimiento favorece la rápida regeneración natural - diseminado en suelo mineral del que se elimina la vegetación competidora de lo., árboles adyacentes que sirven de portagranos. También disminuye las probabilidades de derribos por el viento en la., masas de reserva hasta que los madereros retornen pasados unos años para cortarlas.

FIGURA 4. - Aproximadamente una tercera parte de las tierras boscosas de los Estados Unidos está en manos de agricultores. Casi todas las propiedades agrícolas se hallan en pequeños bosquecillos pertenecientes a más de 3 millones de dueños distintos. La mayoría de las propiedades se encuentra en los estados del este. Los montes representados aquí (Estado de Iowa) son principalmente de robles (Quercus spp.) y nogales americanos (Carya spp.) con algunas otras frondosas diseminadas talas como olmo americano (Ulmus americana) y nogal negro (Juglans nigra). Sometidos a ordenación forestal, estos árboles y otras diversas especies que crecen en los bosques de explotaciones agrícolas ofrecen buenas oportunidades a los propietarios de la tierra para complementar su principal fuente de ingresos que es la agricultura. Al mismo tiempo proporcionan a los agricultores productos forestales para su uso particular.

Cerca de 10.000 millones de metros cúbicos de madera serradiza

Más de 2.000 millones de pies superficiales de madera serradiza viva3 (alrededor de 10.000 millones de metros cúbicos de madera rolliza) hay en pie en los montes estadounidenses. Las tres cuartas partes de esta madera corresponden a las coníferas, de las cuales la madera serradiza de abeto de Douglas constituye aproximadamente un cuarto del total. La máxima concentración de este volumen de madera serradiza se halla en las antiguas masas del estado de Oregón (véase Figura 2).

(3 Volumen neto de madera serradiza viva en pies superficiales, norma internacional 1/4 de pulgada, en árboles vivos de especies comerciales, que contienen por lo menos una troza para aserrío comercial con los siguientes diámetros mínimos a la altura del pecho: coníferas del este: 22,9 cm.; coníferas del oeste y toda especie de frondosas: 27,9 cm.)

Propiedad de los montes maderables

La mayoría son de propiedad privada

Aproximadamente el 70 por ciento de la superficie de tierras boscosas comerciales es de propiedad privada (véase Figura 3). Los agricultores representan la clase más numerosa de propietarios, pues a ellos pertenecen aproximadamente el 31 por ciento de las tierras arboladas (véase Figura 4). El 25 por ciento está en manos de diversos propietarios privados: hombres de negocios, profesionales y amas de casa, por ejemplo, que no tienen relación directa ni con la agricultura ni con las industrias forestales. Hay 4 millones y medio de propietarios de estas dos clases. Más de 3 millones de ellos son agricultores. Hay también unos 23.000 propietarios industriales (dedicados a la fabricación de madera aserrada, pasta u otros productos de madera) a los que pertenece el 12 por ciento de la superficie forestal comercial.

Los pequeños montes, menores de unas 40 hectáreas cada uno, constituyen el 86 por ciento del total de montes privados 4.

(4 Véase: «Medidas para mejorar el pequeño monte en los Estados Unidos», Unasylva, Vol. 13, N° 2, 1959.)

El Gobierno Federal administra la mayoría de los montes maderables públicos

La mayor parte del 32 por ciento de las tierras forestales comerciales de propiedad pública es administrada por el Gobierno Federal, principalmente a través del Servicio Forestal y del Departamento de Ordenación de la Tierra. Aproximadamente el 4 por ciento es administrado por organismos de los estados y 2 por ciento por las autoridades de los condados, las ciudades y otras entidades.

En los estados del este más de las cuatro quintas partes de las tierras arboladas son de propiedad privada.

En los del oeste, sin embargo, más de los dos tercios son de propiedad pública y se hallan en su mayoría en bosques nacionales administrados por el Servicio Forestal de los Estados Unidos.

Las dos terceras partes de los 97 millones de hectáreas de montes no comerciales son de propiedad pública. Estos montes, también, se encuentran principalmente en los estados del oeste.

La mitad del volumen de madera en pie es de propiedad privada

El 55 por ciento del volumen de la madera en formación y la mitad del volumen de la madera serradiza son de propiedad privada. En los estados del este, aproximadamente el 90 por ciento del volumen de madera (tanto en formación como serradiza) se halla en tierras de propiedad privada; en los estados del oeste, por el contrario, solamente el 40 por ciento del volumen de madera es de propiedad particular. Más del 90 por ciento de las existencias en formación en las tierras de propiedad pública del oeste se halla en bosques nacionales o en otras zonas administradas por el Gobierno Federal.

Las fincas particulares encierran la mayor parte (nueve décimas) de la madera serradiza de frondosas, pero los montes de propiedad pública contienen la mayoría (55 por ciento) de la madera serradiza de coníferas del país.

La mayor parte de la madera accesible se encuentra en los estados del este

Muchos de los montes de los Estados Unidos son accesibles y la madera más accesible se encuentra principalmente en montes de propiedad privada. Debido al carácter de la tierra, la economía de los estados del este está más desarrollada que en el oeste y los montes son por lo general más accesibles. En ciertas partes de los estados del oeste, la accesibilidad es todavía un problema grave, sobre todo en las tierras de propiedad pública de las zonas montañosas. Sin embargo, un amplio programa de construcción de carreteras promete asegurar un acceso razonablemente bueno en los años próximos a los árboles de edad madura de tales zonas. Los bosques vírgenes y lejanos del interior de Alaska (que se estima contienen cerca de 1.000 millones de metros cúbicos de existencias en formación) son hoy día los únicos bosques verdaderamente inaccesibles de los Estados Unidos.

Productividad de los montes

Una cuarta parte de los montes es de densidad insuficiente

Aproximadamente la mitad de las masas comerciales tiene una buena densidad (70 por ciento o más), con árboles actual y potencialmente adecuados para la obtención de productos madereros comerciales. Una décima parte del área forestal comercial está despoblada o su densidad de masa es menor del 10 por ciento. Sin embargo, las zonas despobladas, junto con aquellas en que la densidad de masa es baja (10 a 40 por ciento), comprenden alrededor de una cuarta parte de la superficie de las tierras boscosas comerciales, y ofrecen algunas de las mejores posibilidades de incrementar la producción de madera. Gran parte de esta superficie de densidad insuficiente es el resultado de cortas intensas e incendios forestales en los últimos decenios.

Algunas de estas tierras forestales se repueblan natural y satisfactoriamente si se protegen contra los incendios y otros peligros. Pero unos 20 millones de hectáreas exigen la plantación o la siembra si se quiere que estas zonas recuperen su productividad en un plazo de tiempo razonable. Cerca del 85 por ciento de esta zona plantable está situada en los estados del este y aproximadamente igual porcentaje del total es de propiedad privada.

Evaluación de las cortas recientes

Como el estado en que queda un monte después de su explotación influye grandemente en el crecimiento, los resultados de una evaluación de la productividad de las tierras sometidas recientemente a cortas es de interés, sobre todo si se tiene en cuenta que en los Estados Unidos se cortan cada año entre 4 y 8 millones de hectáreas de monte. Esta evaluación de las tierras explotadas en un quinquenio reciente señalaba los cuatro factores importantes siguientes como determinativos del índice de productividad:

1. La densidad actual;

2. Las perspectivas de repoblación cuando la densidad es deficiente;

3. La composición por especies;

4. La edad de las masas al efectuar el apeo. Los resultados de esta valoración han puesto de manifiesto que en el área forestal global donde se efectúan corrientemente operaciones de corta, alrededor de las dos terceras partes del área cortada recientemente pertenecían a la clase superior de productividad (índice de 70 a 100), 24 por ciento, a la clase media (de 40 a 69), y 11 por ciento, a la clase inferior (índice de 0 a 39).

Los montes pertenecientes a empresas industriales y los de propiedad pública se hallan en el mejor estado de crecimiento

Las cortas recientes en montes de propiedad privada administrados por industrias forestales y las hechas en montes de propiedad pública, indican que estos montes están en mucho mejor estado que los pertenecientes a agricultores y a otros particulares. En los montes pertenecientes a industrias forestales y en los de dominio público, alrededor de las cuatro quintas partes de las extensiones recientemente cortadas pertenecen a la clase de productividad superior; en los otros montes, menos de la mitad de ellos pertenece a dicha clase. Prescindiendo del régimen de propiedad, los montes de gran extensión se encuentran por lo general en mejor estado de crecimiento que los montes pequeños. Por ejemplo, en todos los montes extensos de propiedad privada (de más de 20.000 hectáreas de superficie) casi el 80 por ciento corresponde a la clase de productividad superior; en todos los montes pequeños (de menos de 2.000 hectáreas de superficie), sólo el 40 por ciento pertenece a la clase superior.

Tendencias del volumen y del crecimiento

Las existencias en formación aumentan y el volumen de madera serradiza de coníferas disminuye

Para evaluar adecuadamente las existencias de madera es necesario examinar las tendencias del volumen y del crecimiento. El volumen de las existencias en formación de frondosas en los Estados Unidos viene aumentando anualmente en un 2 por ciento, aproximadamente, y el de la madera serradiza de frondosas, en un 1 por ciento, aproximadamente, por año. El volumen de existencias en formación de coníferas parece que se mantiene inalterado. Sin embargo, el volumen de madera serradiza de coníferas (de las que se obtienen las mayores cantidades de productos forestales) viene disminuyendo a un ritmo de 0,5 por ciento, aproximadamente, por año.

El crecimiento neto anual corriente de madera (crecimiento en volumen con relación a los árboles en formación después de deducir las pérdidas por mortalidad debida a incendios, insectos, enfermedades y otras causas) fue de unos 400 millones de metros cúbicos en 1952, es decir, 4 por ciento superior al de unos 10 años antes. En el mismo año, el crecimiento anual de madera serradiza fue de aproximadamente 210 millones de metros cúbicos de madera rolliza, o sea, 9 por ciento mayor que 10 años antes.

FIGURA 5. - Los incendios de montes han devastado en otro tiempo algunas de las mejores tierras boscosas de Norteamérica. Estos pies muertos son hay testimonio del incendio de Tillamook de 1930 que abarcó la cuarta parte de un bosque virgen de un millón de acres de extensión en el estado de Oregón. Los modernos servicios de localización y extinción de incendios protegen en la actualidad eficazmente alrededor del 70 por ciento de los montes maderables en los años normales, pero todavía se producen catástrofes cuando el tiempo y los elementos combustibles del bosque favorecen la propagación del fuego.

El 40 por ciento del crecimiento de madera serradiza se produce en pinos del Sur y en abeto de Douglas

La mayor parte del crecimiento de madera se verifica en los estados del este donde casi todas las masas son relativamente jóvenes, pues, por lo general, tienen menos de 50 años. La mayoría de las masas de los estados del oeste son mucho más viejas, pues muchas tienen varios cientos de años. Aproximadamente el 30 por ciento del crecimiento de madera serradiza total, y el 25 por ciento del crecimiento de existencias en formación corresponden a los pinos del Sur. Al abeto de Douglas, que es la madera más usada en el país, corresponde también un gran porcentaje del crecimiento. El crecimiento anual de esta especie representa hoy día aproximadamente el 10 por ciento del total nacional de madera serradiza y más del 5 por ciento de las existencias en formación. Se espera que el crecimiento anual de abeto de Douglas y de otras especies del oeste aumente a medida que sea mayor el número de bosques vírgenes de dicha región convertidos en masas jóvenes y sometidos a ordenación.

La calidad de las masas disminuye

Aunque faltan detalles acerca de la calidad de las masas en el plano nacional, algunos indicios señalan disminuciones considerables en las existencias de árboles de gran valor. En los estados del este, por ejemplo, alrededor del 40 por ciento del volumen de madera serradiza de frondosas y aproximadamente el 70 por ciento del volumen de coníferas corresponden a árboles no mayores de unos 38 centímetros de diámetro. Por esto, el crecimiento de madera serradiza en los estados del este se produce principalmente en árboles demasiado pequeños para dar madera aserrada, chapas y otros productos de alta calidad de los que hay una demanda continua. Asimismo, una gran parte del crecimiento se debe a las especies menos apreciadas. Entre los robles, por ejemplo, a los que corresponden los tres octavos del crecimiento de frondosas, más de la mitad de dicho crecimiento se debe a las especies menos apreciadas en el mercado. Importantes disminuciones se producen también en el volumen de árboles tan valiosos como el arce de azúcar (Acer saccharum) y el abedul amarillo (Betula alleghaniensis).

FIGURA 6. - En Estados Unidos, hace pocos años, los insectos destruyeron en pocos años cerca de 500 millones de pies superficiales de madera serradiza. Esta cifra es aproximadamente el doble de la mortalidad debida a enfermedades y casi siete veces mayor que la debida a los incendios. Gran parte de la pérdida ocasionada por los insectos se produce por ataques a grupos pequeños de árboles diseminados por los montes. Las muertes ocasionadas por escarabajos de la corteza se aprecian en esta fotografía por los árboles de color claro. Estado de Oregón.

FIGURA 7. - Las pequeñas serrerías portátiles, tal como la que se ve aquí que corta madera de frondosas en el Estado de Carolina del Norte, son corrientes en el este de Estados Unidos. Estos aserraderos pueden transportarse fácilmente por todo el monte para serrar un pequeño volumen de madera en cada punto. Muchos de ellos, sin embargo, carecen de medios adecuados para serrar más que madera bruta de árboles pequeños, y las oportunidades de aprovechamiento completo de la madera son mucho menores que las existentes en las grandes instalaciones integradas como la que se representa en la Figura 9. En algunas zonas, especialmente en el sur, los costeros, el serrín y otros residuos de los aserraderos pequeños se recogen y transportan a fábricas de pasta para su transformación en productos de pasta.

Grandes pérdidas debidas a insectos, enfermedades e incendios

La mortalidad anual alcanza los 100 millones de metros cúbicos

Durante 1952, 100 millones de metros cúbicos de existencias en formación resultaron muertos en los montes de los Estados Unidos por causa de insectos, enfermedades e incendios (véase la Figura 5). Aproximadamente 60 millones de metros cúbicos de madera rolliza era madera serradiza; sólo una cuarta parte de esta cantidad se aprovechó para productos madereros. Las dos terceras partes de las pérdidas de existencias en formación y los cuatro quintos de las pérdidas de madera serradiza se produjeron en coníferas.

FIGURA 8. - Apiladero y fábrica de pasta en el Estado de Carolina del Norte. Estados Unidos cuenta con Unas 300 fábricas de pasta. De ellas, 75 más o menos se hallan en los Estados del sur donde abunda el pino. A éstas solas corresponde la mitad de la capacidad de fabricación de pasta del país, y en las mismas se obtienen diversas clases de papel y cartón

Los insectos son el principal agente destructor de madera

En 1952, los insectos destruyeron dos voces más madera serradiza que las enfermedades y mataron cerca de siete veces más árboles que los incendios (véase la Figura 6). Las pérdidas debidas a factores meteorológicos, animales y otras causas representaron aproximadamente un tercio de la mortalidad total de madera serradiza.

La mitad de la mortalidad anual media de existencias en formación y los tres cuartos de la mortalidad de madera serradiza se produjeron en los estados del oeste donde los árboles decadentes, y por tanto más sensibles, constituyen gran parte de las masas.

La mortalidad por causas diversas continúa teniendo graves consecuencias sobre las existencias en formación del país, aunque la intensidad de la mortalidad varía de un año a otro con las diferencias de tiempo, población de insectos e incidencia de enfermedades.

La pérdida de crecimiento es doble que la producida por la mortalidad

Menos espectacular que la muerte propiamente dicha de los árboles de más de 12,5 cm. de diámetro, pero extremadamente grave, es la pérdida de crecimiento debida a enfermedades, incendios e insectos. Ejemplos de estas pérdidas de crecimiento son las ocasionadas por el retraso en la reconstitución de la espesura, los cambios en los tipos de madera, la defoliación, la disminución del vigor del árbol, el aumento de la pudrición o la disminución de la productividad del suelo después de un ataque nocivo. Se estima que tales pérdidas de crecimiento anual son actualmente dobles que las debidas a la mortalidad, y que la mitad aproximadamente de esta pérdida de crecimiento corresponde a las enfermedades.

En efecto, el crecimiento neto de los montes de los Estados Unidos podría probablemente aumentar el 50 por ciento (y el de madera serradiza podría duplicarse) si todos los daños ocasionados en la actualidad por los agentes destructores pudiesen eliminarse.

Industrias forestales

En Estados Unidos la madera tiene cerca de 6.000 aplicaciones. En este país unas 50.000 instalaciones fabriles se dedican a la fabricación primaria de productos forestales derivados de madera rolliza.

Gran parte de las instalaciones madereras de Estados Unidos son serrerías

Unas 46.000 de estas instalaciones son aserraderos que forman parte de la industria maderera. Estos aserraderos varían desde los pequeños, situados cerca de los montes, en los que sólo trabajan unos pocos obreros (véase la Figura 7) a las instalaciones gigantescas con medios para producir madera acabada, curada y clasificada. Las instalaciones grandes se hallan principalmente en ciudades o junto a vías de transporte importantes. Cada una de ellas puede emplear a varios centenares de obreros fijos y producir 100 millones o más de pies superficiales de madera por año. Hay serrerías en todos los estados de la Unión. Los aserraderos pequeños son especialmente abundantes en los estados de la costa oriental. Casi todas las grandes factorías de los Estados Unidos se hallan en los estados de la costa del Pacífico: Wáshington, Oregón y California.

La industria de la pasta y del papel crece

La industria de la pasta y del papel crece mucho más rápidamente que cualquier otra industria forestal del país. Esta industria se concentra sobre todo en los estados del sur y de la costa del Pacífico. Según datos recientes, 75 fábricas de pasta de las 300, más o menos, existentes en el país se encuentran en 12 estados del sur y del sudeste 5. Entre todos estos estados la capacidad de fabricación de pasta es de más de 44.000 toneladas diarias, lo que representa aproximadamente la mitad de la capacidad de toda la nación. Casi todas estas fábricas, además de producir pasta bruta, obtienen diversos productos- derivados, entre ellos papel para periódicos y otros papeles y cartón (véase la Figura 8).

(5 Estos estados son: Alabama, Arkansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Florida, Georgia, Luisiana, Misisipí, Oklahoma, Tennessee, Texas y Virginia.)

FIGURA 9. - Este complejo fabril de la costa del Pacifico es un ejemplo de la fuerte tendencia existente en Estados Unidos hacia la integración de las industrias forestales. Las trozas, sacadas del gran estanque que se ve a la izquierda, se escogen y clasifican antes de someterlas a tratamiento. Luego de descortezadas pasan a la fábrica donde se separa la madera de primera calidad, por ejemplo la que se destina a chapas o a madera limpia. Los residuos de esta operación van a una fábrica de pasta o de tableros de fibra con objeto de que el aprovechamiento sea casi total.

Otras muchas industrias forestales

Otras industrias importantes son las de transformación de la madera rolliza en chapas (contrachapados), duelas, pilotes, postes, traviesas, puntales para minas y pasta química. Otras muchas fábricas, como las de muebles, se dedican a la fabricación secundaria de productos forestales.

Se ha estimado que en 1952 todas las actividades relacionadas con la madera (crecimiento, protección, extracción, tratamiento, transporte, distribución y fabricación de productos derivados de la madera) supuso unos 15.000 millones de dólares para la renta nacional, o sea el 5 por ciento del total de la renta.

Cuatro quintas partes de la corta anual son madera serradiza

Alrededor de 311 millones de metros cúbicos de existencias en formación se recogen anualmente. Más del 80 por ciento de la corta se hace en árboles que han alcanzado tamaño apropiado para la obtención de madera serradiza. Alrededor de las tres cuartas partes de este porcentaje se destina a trozas de aserrío, rollos para chapas y trozas cortas. La otra cuarta parte es para madera para pasta y otros productos. Tres cuartas partes de la madera serradiza cortada son coníferas. En los estados del oeste casi toda la corta es de coníferas; en los estados del sur aproximadamente los tres quintos son coníferas; pero en los del nordeste se cortan más frondosas que coníferas.

La corta de madera serradiza aumenta en los estados del oeste

Los estados del oeste vienen proporcionando últimamente un porcentaje cada vez mayor de la corta de madera serradiza de todo el país. El año pasado suministraron más de la mitad del volumen de trozas de aserrío y aproximadamente unos dos tercios de la madera aserrada de coníferas producida en el país. Por el contrario, la corta de madera serradiza de coníferas del sur ha disminuido. Se espera que esa tendencia se invierta a medida que se corten las masas de edad madura y gran volumen de los estados del oeste y la distribución de madera cortada guarde una relación más estrecha con las extensiones de monte y las capacidades es, de crecimiento de la tierra. Como se espera que la demanda de coníferas del mercado aumente, el mantenimiento del excedente de crecimiento de coníferas del sur será esencial hasta que estos ajustes en la corta de coníferas del oeste se puedan completar.

Una cuarta parte de la madera cortada no se utiliza

Aproximadamente una cuarta parte de la madera cortada no se utiliza. Se pierde o en forma de residuos de explotación o como residuos industriales desaprovechados. Las pérdidas por estas causas son aproximadamente iguales. En 1952 se estimó en unos 40 millones de metros cúbicos la pérdida representada por los residuos de ambas clases. El aprovechamiento de la madera cortada varía mucho según el tipo de producto obtenido. Solamente las dos terceras partes de la madera cortada para madera aserrada y el 75 por ciento de la cortada para chapas se utilizan, pero, en cambio, se aprovecha casi toda la madera cortada destinada a la obtención de pasta.

Existe la tendencia a integrar las industrias para mejorar el aprovechamiento

En los últimos años se ha mejorado el aprovechamiento. Se han creado maquinaria y equipo de explotación y de fabricación más eficaces cuyo uso se ha generalizado. La producción de nuevos derivados de la madera tales como tableros de partículas y el mayor uso de los subproductos para la fabricación de pasta y de papel han contribuido a reducir la cantidad de residuos desaprovechados. La tendencia a la integración de las industrias -con arreglo a la cual una fábrica de pasta, de tableros de fibra u otra instalación de aprovechamiento de la madera relativamente completo se sitúa en las proximidades de un aserradero o de una fábrica de chapas- es notable porque aumenta tanto el aprovechamiento de los montes como de las instalaciones fabriles (véase la Figura 9). Las empresas que tienen instalaciones integradas están en mejores condiciones de aprovechar la madera de valor relativamente bajo al mismo tiempo que la de gran valor. Por clasificación y selección hechas en las factorías antes de la fabricación, todas las trozas se envían primeramente a una instalación que exige material de primera calidad, para chapas o para madera aserrada. Los residuos de esta operación se destinan, junto con otra madera de calidad inferior, a la transformación esencialmente completa en subproductos tales como pasta, productos químicos derivados de la madera, o tableros de fibra.

FIGURA 10. - Muchos de los 2.000 millones de árboles plantados el año pasado en Estados Unidos lo fueron por medio de máquinas. Esta plantadora de árboles trabaja en el Estado de Misisipí donde lo llano del terreno de los pinares del sur favorece la mecanización.

FIGURA 11. -Son cada vez más los administradores forestales que mejoran sus masas por eliminación o muerte de los árboles de calidad inferior para favorecer y mejorar el crecimiento de los árboles más convenientes.

Este árbol defectuoso, del estado de Alabama, es tratado químicamente después del descortezamiento en anillo. La máquina denominada «Little Beaver», representada en el recuadro de la parte izquierda inferior, se Usa corrientemente para efectuar esta operación rápidamente.

Se espera un aumento de la demanda de madera

En los Estados Unidos, se espera que la demanda potencial de productos derivados de la madera aumente paralelamente al crecimiento de la población y de la actividad económica previsto. El Servicio Forestal de los Estados Unidos ha trazado recientemente tres proyecciones de la demanda potencial futura de la madera: baja, media y alta, basándose en supuestos específicos de precios de los productos derivados de la madera y en el aumento de la población y de la producción nacional bruta. La proyección de la demanda media, proyección básica, indica que a finales del siglo la demanda de madera en los Estados Unidos puede que sea doble que la de mediados de siglo (aproximadamente 83 por ciento más elevada en el año 2000 que en 1952).

La demanda mayor es la de madera aserrada y pasta

Los dos productos principales de esta demanda estimada son la madera aserrada y la madera para pasta. El consumo de madera aserrada por habitante disminuye. El consumo total, sin embargo, se mantuvo firme en los últimos años, previéndose incrementos en el porvenir, de hasta 25 a 50 por ciento con relación al consumo de 1952 para 1975. El consumo de madera para pasta por habitante se ha triplicado en los tres decenios últimos y el consumo total se ha hecho unas cinco veces mayor. La demanda total proyectada de madera para pasta destinada a abastecer los mercados estadounidenses de papel y cartón en 1975 indica incrementos de por lo menos 100 por ciento con relación a 1952 y de 50 por ciento con relación a 1959. También se espera un gran aumento de la demanda de contrachapados.

El consumo de leña disminuye

La leña es el único producto maderero para el que se espera un notable descenso de la demanda. Continúa así la tendencia descendente del consumo de leña que se viene observando desde hace varias décadas. Por el contrario, se espera que la demanda de productos madereros varios se mantenga o incluso aumente.

El objetivo es ea duplicación del incremento de madera para fines del siglo

Vista la demanda potencial de madera, es muy conveniente que el incremento de madera en los Estados Unidos aumente considerablemente en el próximo medio siglo. El Servicio Forestal ha señalado como meta el aumento del incremento anual neto de las existencias en formación desde unos 400 millones de metros cúbicos en 1952 a mas 620 millones de metros cúbicos en el año 2000. Para la madera serradiza, el objetivo es aumentar el incremento neto desde 210 millones de metros cúbicos de madera rolliza en 1952 a cerca de 470 millones de metros cúbicos de madera rolliza en el año 2000.

Importantes progresos en la ordenación y el aprovechamiento de los montes

La posibilidad de mejorar el incremento en la proporción deseada dependerá mucho del ritmo del progreso en las prácticas de ordenación y aprovechamiento forestales. Existen diversos indicios de apreciables progresos recientes en este aspecto, figurando entre ellos la productividad relativamente buena en montes de gran extensión recientemente explotados propiedad de empresas industriales o de dominio público a que se ha hecho alusión anteriormente.

Mejoramiento de la protección contra incendios

La protección contra los incendios en las tierras boscosas mejora continuamente y hoy día es suficiente para proteger aproximadamente el 70 por ciento de tales tierras en las épocas normales de incendios. La protección organizada aumenta a un ritmo que se espera reduzca la superficie media quemada anualmente a menos de 3,6 millones de hectáreas en 10 años. Esto supondría unas 800.000 hectáreas anuales menos que el área quemada en los primeros años de la segunda mitad del siglo actual y únicamente una quinta parte del promedio anual quemado hace tres décadas.

Mejora la lucha contra insectos y enfermedades

El descubrimiento de plagas de insectos y de enfermedades y la lucha contra las mismas se hacen ya de manera organizada, bajo el estímulo de medidas tales como la aprobación de la Ley Nacional de Lucha contra las Plagas Forestales, de 1947. Con la intensificación de las investigaciones de genética forestal se tiende también a la obtención de razas de árboles resistentes a los ataques de las plagas forestales.

Aumento gigantesco de las plantaciones

La plantación de árboles avanza también notablemente (véase la Figura 10). El ritmo de plantación se ha más que quintuplicado en el cuarto de siglo último. Más de 600.000 hectáreas de tierra se plantaron con árboles en 1958 y más de 800.000 hectáreas en 1959. Algunas de estas plantaciones estaban en tierras restadas a la agricultura, como reserva de conservación de acuerdo con lo estipulado en la Ley Nacional de Agricultura de 1956 (Banco de Suelos). La última evaluación nacional, de 1952, da la cifra de más de 2 millones de hectáreas de plantaciones aceptables existentes en el país. Esta superficie pertenecía, más o menos por igual, a tierras de propiedad privada y a tierras de dominio público. La mayor parte de dicha superficie se hallaba en los estados del sur y el nordeste.

Aceleración de la siembra

La siembra directa de árboles, donde el clima, el suelo y las especies arbóreas son favorables, se ha fomentado mucho con la creación de un baño químico para recubrir las semillas con una sustancia repelente que impide que se las coman las aves y los roedores. En 1955 se utilizaron métodos aéreos y manuales para la siembra de 44.000 hectáreas, o sea una extensión más de 20 veces mayor que la sembrada anualmente hace sólo 5 anos.

Mejoramiento de las masas

El mejoramiento de las masas, por eliminación de los árboles inútiles o menos convenientes, por poda de los árboles aptos para mejorar su calidad y por medidas encaminadas a fomentar la regeneración de las masas, se usan cada vez más, sobre todo por parte de los administradores forestales de las grandes propiedades industriales y de dominio público (véase la Figura 11). El mejoramiento de las masas arbóreas ofrece probablemente la mejor oportunidad de conseguir un mayor incremento y mejorar la calidad.

Conclusión

La madera es bastante abundante hoy día en Estados Unidos. El incremento anual de las existencias en formación de frondosas excede a la corta anual en un amplio

margen, en tanto que el incremento y la corta de las existencias en formación de coníferas están más o menos en equilibrio. El incremento de madera serradiza es casi igual a la corta anual; el incremento excedente de frondosas (35 millones de metros cúbicos de madera rolliza) casi compensa el déficit (45 millones de metros cúbicos de madera rolliza) de coníferas. Aunque no se prevé una escasez de madera, es posible que se produzca la de algunas especies y calidades de madera preferidas, a medida que se reduzcan las antiguas masas de abeto de Douglas y de otras especies del oeste. Estas especies proporcionan gran parte de la corta de madera serradiza de coníferas que representa los tres cuartos de la corta de madera serradiza de todo el país. La labor que hay que realizar es mantener el equilibrio entre el incremento de la clase de madera que se utiliza y la corta anual total y, al mismo tiempo, crear unas existencias en formación suficientes para poder abastecer las necesidades en los años futuros.

La creciente demanda de productos madereros que se hace a los montes de los Estados Unidos se cree que ha de aumentar extraordinariamente con el crecimiento de la población, por lo que puede que la demanda de madera en el año 2000 sea doble de la actual. A no ser que el ritmo actual del avance en la ordenación forestal -que, indudablemente, es grande-se pueda acelerar mucho, el incremento proyectado será inferior a la demanda prevista. En algunos decenios, tal demanda incrementada no podría satisfacerse sin reducir notablemente las reservas forestales.

Por ello, los forestales norteamericanos se enfrentan con una grave cuestión: tomar, en los próximos años, medidas que aseguren un suministro continuo y abundante de madera en todas las tierras boscosas, especialmente en los pequeños montes particulares pertenecientes a unos 4,5 millones de propietarios distintos que deberán suministrar casi la mitad de las necesidades madereras de la nación en el porvenir. Estados Unidos debe prever la intensificación de medidas tales como las siguientes:

1. Una creciente aceleración de la plantación de árboles del orden de miles de millones de plantas por año, que asegure la reconstitución de la espesura de tierras arboladas improductivas y taladas;

2. Un mayor cuidado en la corta de productos comerciales y medidas complementarias de mejoramiento de las masas para aumentar la productividad de éstas por fomento del incremento y de la regeneración de los árboles más convenientes;

3. Un control más intenso de las enfermedades, los incendios y los insectos en los montes;

4. Una mayor conversión en productos madereros útiles de la madera cortada que actualmente se desperdicia como residuos de corta y de aserradero.

Estas medidas figuran entre las más prometedoras para aumentar rápidamente los suministros de madera de los Estados Unidos.

ESQUEMA DEL MOVIMIENTO DE LOS PRODUCTOS FORESTALES

CLASIFICACIÓN PARA LAS ESTADÍSTICAS DE PRODUCTOS FORESTALES POR USO FINAL


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