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Los bosques del Amazonas

G.J.W. PITT

Oficial de Asistencia Técnica, FAO

Métodos posibles de regeneración y mejoramiento

El objeto principal de la ordenación en los bosques amazónicos puede considerarse que es la sustitución de un bosque compuesto de árboles de todas las edades y de un gran número de especies, muchas de las cuales tienen poca utilidad o no tienen aplicación conocida y donde las especies más útiles son generalmente las más raras, con un bosque compuesto de un gran número de árboles más o menos coetáneos, de unas cuantas especies útiles o muy útiles.

La gran extensión de la selva del Amazonas, unos 4,5 millones de kilómetros cuadrados, hace que mucha gente tenga una idea equivocada en cuanto a la seguridad que ofrecen recursos madereros aparentemente ilimitados. Pero las distancias que deben recorrer las maderas comerciales de primera clase desde el lugar de corta hasta el aserradero están ya aumentando rápidamente, por lo que se plantea la necesidad de mejorar los montes más asequibles.

Dos de los obstáculos principales que se oponen a la evolución de la ordenación forestal en el Amazonas son la falta de información silvícola relativa a muchas de las especies, incluso de las más conocidas, y acerca de las propiedades y las aplicaciones posibles de las especies peor conocidas. Fue para ayudar en lo primero para lo que se incluyó, en 1955, una sección de silvicultura en la misión forestal de la FAO al Amazonas.²

¹ El Sr. Pitt es en la actualidad Profesor en el Departamento de Montes de la Universidad de Oxford.

2 Véase Unasylva. Vol. 12. N° 4.

Para llevar a cabo la labor de asesoramiento en la introducción de métodos silvícolas apropiados, ha sido necesario efectuar diversas investigaciones preliminares. En una extensión tan vasta como la amazónica no es factible investigar todas las posibilidades; por ello, los trabajos se han limitado a unas pocas zonas especiales, a saber: la del río Curuá Una, a 105 kilómetros de Santarém; la de las cercanías de Santarém; y la de las proximidades de Macapá.

Al tratar de estas cuestiones más adelante en este trabajo, las diversas generalizaciones probablemente se aplicarán a la mayor parte de la región, si bien habrá que tener presente su posible limitación. La FAO publicará en breve un informe completo de la labor realizada en los cinco años primeros.

Clima

Existe una temporada seca definida en la segunda mitad del año y que varía entre 3 y 6 meses según la localidad. La precipitación anual media puede oscilar entre 850 mm. (C.B.A. Santarém) y 2.750 mm. (Belém). Las temperaturas máximas mensuales medias varían desde 24º C. a 35° C. y las mínimas desde 19° C. a 25º C. Las noches son generalmente fríes, sobre todo en la selva.

El nivel de los ríos puede variar considerablemente. En Belém la oscilación periódica es de unos 2 metros en Santarém el nivel de la estación seca y el de la húmeda difieren unos 3 ó 4 metros y en Manáos esta diferencia ha llegado a veces a 16 metros. Estos cambios repercuten naturalmente en los trabajos que se efectúan en las «varzeas», o bosques temporal o periódicamente pantanosos.

Tipos de monte principales

1. Pantanales

a) Varzea, temporal o periódica
b) Igapó, permanente

2. «Terra firma»

a) Suelos arenosos, generalmente sobre depósitos cuaternarios, «flanco»
b) Suelos arcillosos

i) «Planalto», terciario
ii) Ondulados; pueden ser una formación terciaria más denudada, o pueden yacer sobre rocas antiguas, generalmente del escudo brasileño.

Los montes de varzea, especialmente en los lugares más bajos, proporcionan mucha madera hoy día, aunque la explotación se limita casi por completo a la que se hace por flotación.

Los montes de igapó son más pobres y dan poca madera comercial.

Los suelos arenosos soportan por lo común montes de poco volumen y con pocas especies convenientes; en ciertos lugares sólo presentan una sabana bastante baja.

Las arcillas «planalto»pueden mantener el volumen máximo (hasta más de 300 m.³ por hectárea de árboles de más de 25 cm. de diámetro normal) y son ricas en especies; corrientemente hay muy pocas especies de importancia económica, como Cedrela, en una hectárea, aunque puede haber varias otras convenientes.

Es únicamente en los suelos de «terra firma»donde la explotación por medios mecánicos es posible en la mayor parte del ano. Las notas siguientes se refieren sólo a estos suelos y, en particular, a la zona de «planalto»próxima al río Curuá Una.

Grados posibles de explotación

Por entresaca de los pies mejores. La densidad de especies de valor económico es tan baja, por ejemplo 10 Cedrela por kilómetro cuadrado, que el monte queda virtualmente intacto, exceptuados algunos claros ocasionales y las sendas de extracción. El desembosque de las trozas desde el pie del tocón a los ríos o arroyos se hace a mano; a veces se usan camiones y, en determinadas ocasiones, incluso tractores en la primera fase.

Muy selectiva En el Curuá, donde trabaja el equipo de la FAO, el monte de planalto cuenta con unas 120 especies diferentes de más de 25 cm. de diámetro normal con unas 35 a 45 especies por hectárea. De esas especies, el 30 ó 35 por ciento lo constituyen especies convenientes, que representan aproximadamente el 40 por ciento del total de troncos o el 30 por ciento del volumen en pie. Los árboles sanos de todas las especies convenientes se apean y llevan al Centro de capacitación en aserrío de Santarém, o se utilizan localmente para construir campamentos.

Intensa. Esta explotación implica una corta más o menos rasa con vistas a la obtención de pasta, enviándose las mejores trozas a aserraderos y fábricas de contrachapados o de chapas, y aprovechándose las de segunda calidad adecuadas para traviesas. En la zona de planalto antes indicada un inventario total de más de 13 Ha. ha revelado un volumen en pie de todos los árboles de más de 25 cm. de diámetro normal de unos 250 metros cúbicos por hectárea (190-315). Recientemente Glerum y Smit (11)3 han efectuado en una masa de 100 Ha. un inventario total de árboles de más de 45 cm. de diámetro normal, pero excluyendo los árboles demasiado huecos. El resultado manifiesta una densidad irregular en el rodal en distancias más bien cortas. En esta masa seis especies (cinco de importancia económica y una que posiblemente también lo es) dieron el 60 por ciento del volumen total, es decir: unos 90 metros cúbicos por hectárea, cifra muy elevada para un monte tropical.

3 Las cifras entre paréntesis se refieren a la bibliografía que puede verse al final del artículo.

FIGURA 3. - Parapara (Jacarandá copaia) de dos años y medio criada de plantones deshojados pequeños (20 cm.) plantados a 2,5× 2,5 m. La cubierta de copas está ya cerrada.

SILVICULTURA

La utilidad de la investigación silvícola pura es indiscutible, especialmente en montes subdesarrollados como los existentes en toda la región del Amazonas. Sin embargo, habida cuenta de las funciones de la misión, la labor silvícola tenía que guardar cierta relación con el grado de explotación y aprovechamiento posible. Por tanto, las razones de orden económico imponían considerables limitaciones. No obstante, podría hacerse actualmente una labor útil de mejoramiento de los bosques para su ulterior explotación («Refinación», véase Dawkins (5) pero éste es un aspecto de la ordenación que generalmente no se tiene en consideración, sobre todo tratándose de bosques tropicales por falta de fondos. La intensidad del aprovechamiento de los bosques de las zonas de planalto puede aumentarse considerablemente; hasta que esta intensificación no sea un hecho, el silvicultor no puede hacer apenas más que mostrar el modo en que los montes pueden mejorarse antes y después de la explotación.

Métodos posibles

Se ha escrito mucho acerca de la silvicultura tropical. Para las condiciones amazónicas los métodos probablemente más apropiados son los siguientes:

1. Regeneración natural

a) Inducción de la regeneración natural diseminatoria de especies convenientes antes de la explotación, o favorecimiento de la regeneración normalmente bajo una cierta cubierta protectora;

b) Regeneración natural por rebrote de brinzales, brotes de cepa y quizá de raíz después de una explotación intensiva.

2. Regeneración artificial

a) Plantación de enriquecimiento
b) Plantaciones.

Regeneración natural diseminatoria. Este sistema entraña un cierto grado de aclareo del vuelo por cortas rastreras, envenenamiento de algunos árboles y recepe del sotobosque de especies indeseables, seguido todo ello por el envenenamiento periódico de más árboles indeseables y por nuevas cortas de sotobosque.

Rebrote natural. A menos que se tenga el propósito de efectuar plantaciones se favorecerá el rebrote natural después de una explotación intensiva. El rebrote inicial de brinzales es probable que consista principalmente en especies fotófilas de madera más blanda y que inicialmente dé origen a un monte de composición más bien diferente. En los primeros años convendrá recepar dos o tres veces el rebrote de las especies menos útiles. Ciertos objetivos de la ordenación puede que quizás aconsejen favorecer solamente las especies de madera blanda más convenientes para pasta, o favorecer también las especies útiles de madera más dura.

A principios de 1959 se efectuó una corta «muy selectiva» (ocho árboles por hectárea). Pasados unos 18 meses, en la mayoría de las zonas más abiertas había ya una regeneración suficiente de varias especies convenientes para poder decidir en la primera limpia si tender a una masa final compuesta principalmente de especies de madera más blanda, o a otra de especies de madera más dura como Goupia.

Plantación de enriquecimiento. Este tipo de plantación podría hacerse en una zona relativamente pequeña, equivalente, por ejemplo, al 1 ó el 2 por ciento de la superficie entresacada. Solamente deberían usarse especies valiosas tolerantes a la sombra. Este tipo de plantación podría adoptarse en aquellas partes de las zonas donde la regeneración natural no ha dado los resultados apetecidos. Análogamente, podría ser apropiada para las zonas accesibles cercanas a los centros de población donde la actual densidad de especies convenientes no justifica la explotación.

Plantaciones. Para éstas sería necesario efectuar la corta rasa de una zona y proceder luego a su quema al final de la estación seca. Partes de monte fácilmente accesible ya entresacadas o con sólo unas pocas especies convenientes podrían reemplazarse por este método, sobre todo en las proximidades de poblados grandes. En caso de emprenderse plantaciones sería muy importante disponer de una buena diversidad de especies y evitar las masas puras extensas.

Actualmente no se plantea el problema del sistema «taungya» pues la tierra no escasea. Si se fuese a iniciar la explotación intensiva en gran escala habría posibilidades concretas de cultivar plantas alimenticias y árboles simultáneamente.

Trabajos en realización

Todos los métodos anteriores han sido demostrados por el autor, frecuentemente en dos o tres estaciones diferentes.

En la actualidad no se lleva a cabo explotación intensiva alguna; por ello, se han sometido a corta rasa y quema extensiones pequeñas (de 2 a 6 hectáreas), después de extraer las especies comerciales mayores. La madera de estas especies se ha utilizado para la construcción de campamentos o se ha enviado al inmediato Centro de capacitación en aserrío de la FAO.

Regeneración natural

Regeneración natural diseminatoria. Se han establecido parcelas en tres localidades con dos o tres grados de abertura de la cubierta de copas; la extensión de estas parcelas varía entre 1 y 4 hectáreas, a más de una zona circundante. Los árboles de especies poco valiosas se han envenenado con arboricidas de contacto; se han ensayado concentraciones y mezclas diversas; la más satisfactoria parece que es una mezcla 1:2 de 2,4-D y 2,4,5-T (ambos de 80 por ciento de ácido) añadida a razón de 3 a 5 por ciento a aceite diesel, según la especie y el tamaño de los árboles que hay que eliminar. En algunas especies resistentes se practica una entalladura antes de aplicar el producto químico. La magnitud de la abertura del vuelo se regulaba por el número y las clases de tamaño de los árboles envenenados y posteriormente se comprobaba midiendo el diámetro para determinar el área basimétrica (sólo se medía el diámetro de los árboles de más de 25 cm. a la altura del pecho). Ultimamente se utiliza un prisma para medir el área basimétrica. Las áreas basimétricas originales variaban entre 18 y 22 m2 por hectárea y se redujeron a unos 11 m2 con una fuerte abertura de vuelo y a unos 15 m2 con una abertura ligera. En el caso de una fuerte abertura de vuelo, además de algunos grandes pies carentes de valor, se envenenaron también algunos árboles del piso inferior y se eliminó el sotobosque de todas las especies sin valor.

Se ha obtenido una buena regeneración de diversas especies convenientes en algunas parcelas a los 2 ó 3 años de efectuado el tratamiento. En una parcela se consideró conveniente recepar el rebrote de especies sin valor transcurridos dos anos, y aclarar la regeneración útil para dejar un espaciamiento de 1,5 m. aproximadamente. Un reciente reconocimiento por miliacres permitió ver que el 98 por ciento de los cuadrados (de dos metros de lado) para el análisis sinecológico tenía por lo general más de un brinzal de las tres especies principales, y a veces uno o dos de otras 11 especies convenientes.

FIGURA 4. - Cupiuba (Goupia glabra) de 15 meses criado de plantones deshojados de 10 cm. plantados a 2,5× 2,5 m. (1.600 por hectárea). Obsérvese la ausencia de especies carentes de valor después de una quema intensa de monte sometido a corta rasa. Compárese con la FIGURA 5.

FIGURA 5. - Regeneración natural muy satisfactoria de Cupiuba (Goupia glabra) de dos años y medio, después de una quema ligera de monte talado a hecho. Después de dos limpias y un aclareo la densidad es de 1.200 Cupiuba y 740 ejemplares de otras especies convenientes.

Se han preparado parcelas para fomentar la regeneración de Cedrela, que es probablemente la especie más importante de la región amazónica; hay tres grados de apertura del vuelo, cada una con tres tratamientos del terreno. Se espera un buen año de fructificación.

Se han encontrado manchones gregarios de brinzales de Clarisia e Hymenolobium. Como estos árboles son raros en el bosque, tales manchones se están observando detenidamente. Sobre algunos se está procediendo a romper la espesura y se entresacan los brinzales.

Rebrote natural. Uno de los problemas es identificar los brinzales. Las semillas de especies convenientes se recogen en cuanto se puede y las plantas se crían en vivero. Más tarde, se trasplantan a arboretos establecidos en los principales tipos de suelos para obtener más datos silvícolas.

El rebrote natural se observa en los alrededores de las parcelas cortadas a hecho para las plantaciones de ensayo. En la zona cortada en primer lugar, que se quemó ligeramente en diciembre de 1957, se obtuvo una buena regeneración de Goupia, sobre todo a partir de semillas. El 62 por ciento de los cuadrados de 2 m. estaba poblado en agosto de 1958, y un 49 por ciento lo estaba todavía en junio de 1960 (la altura media del árbol más alto de cada parcela era 2,5 m.). El rebrote de especies carentes de valor tuvo que receparse en abril de 1959 y se efectuó una clara a 1,5 m. de espaciamiento descuajando los brinzales sobrantes; habían aparecido también brinzales de varias especies más convenientes; algunos en cuadrados poblados ya con Goupia y otros en un 30 por ciento más de los cuadrados, lo que daba una densidad total de 79 por ciento con varias especies convenientes, o sea, el doble aproximadamente del mínimo (40 por ciento) considerado adecuado. La parcela puede considerarse completamente poblada (hay poquísimos claros de más de 10 ó 15 m.), aun cuando fue necesario eliminar pies de especies sin valor durante un año o dos.

Donde la unidad de explotación ha trabajado se efectúan actualmente quemas ligeras en los puntos donde la masa de ramas es demasiado densa. Estas quemas deben favorecer una buena regeneración de Goupia y de algunas otras especies convenientes. Hay que evitar las quemas violentas, pues en los lugares donde se efectúan el suelo queda relativamente pelado incluso después de dos estaciones lluviosas. Sin embargo, cuando la quema es violenta y no aparece regeneración natural alguna, los lugares en que se efectúa la quema pueden plantarse con seguridad en la temporada lluviosa siguiente con especies de crecimiento rápido. Estos manchones no necesitan limpia hasta que se aplique al repoblado natural de las zonas circundantes; de este modo no será necesario cuidar por separado estos manchones plantados.

Regeneración artificial

Enriquecimiento. Se ensayan diversos espaciamientos y grados de abertura del vuelo. Incluso tratándose de especies tolerantes a la sombra, el crecimiento suele ser más lento que cuando estas especies se plantan al abierto. El objetivo principal de la plantación de enriquecimiento es mejorar la composición de las masas jóvenes de segunda generación. Está también indicada en las zonas de explotación bastante intensa, donde la regeneración natural de plantas convenientes no haya sido suficiente. Es evidente, sin embargo, que en los fustales vírgenes, pobres en especies convenientes, es poco el mejoramiento que puede conseguirse a no ser mediante una fuerte abertura del vuelo, que resulta cara, y utilizando especies que sean a la vez de crecimiento rápido y tolerantes a la sombra, cosa rarísima.

Para eliminar los árboles de poco valor a lo largo de las líneas de enriquecimiento se hace uso de arboricidas de contacto y del anelamiento. La siembra directa de Carapa parece un tanto prometedora lo mismo que los trasplantes de Carapa, Clarisia, Vochysia, Hymenolobium y Virola, al cabo de un año Se está ensayando el tratamiento con pulverizaciones de 2,4-D para suprimir el rebrote de especies sin valor a lo largo de algunas líneas.

Plantaciones. Prácticamente, todos los aspectos de esta labor son objeto de demostración. En los viveros, además de emplear suelo de la localidad, se han preparado semilleros de «terra preta» (suelo más fértil de arena negra de origen incierto y un poco menos ácido pH 5,6 en lugar de 4,4), serrín y arena de río. Las plantas repicadas se crían en semilleros, cajas, tubos de hierro galvanizado y tiestos (torräo paulista); las plantitas de semillero se trasplantan a raíz desnuda o con cepellón, y también como plantones deshojados y como toconcillos. Solamente se ensaya uno o dos métodos para cada especie en una zona. Todas las plantas se prueban primero en forma de repicados a raíz desnuda. Lo único uniforme es el marco, 2,5× 2,5 m., que da 1.600 plantas por hectárea. La experimentación de diversos marcos podrá hacerse una vez que se haya determinado la mejor técnica para cada especie.

Se realizan también ensayos de abonado con fósforo. En un suelo arcilloso, pobre y degradado no se ha obtenido nada sin fósforo y aun en los casos en que se aplicó la respuesta inicial no se mantuvo en los años segundo y tercero, excepto con algunos eucaliptos. Se ha visto que los cultivos de cobertera (Crotalaria) contribuyen a contrarrestar el crecimiento de malas hierbas y mejoran la fertilidad del suelo. La poda y las claras se harán más adelante.

Se ha puesto mucho interés en las posibilidades de realizar una explotación intensiva para la obtención de madera para pasta. Los aspectos técnico y económico de esta cuestión se salen de los límites del presente trabajo. Sin embargo, si se inicia tal explotación y se logra introducir métodos silvícolas que permitan obtener una masa con menos especies aunque de propiedades más uniformes se habrá dado un gran paso. A este propósito se trabaja en la introducción de pinos, pues éstos mejorarían también muy considerablemente la absorción de elementos indispensables. El mejor pino es probablemente P. caribaea; en el primer año se tropezó con dificultades para obtener micorrizas suficientes y las dificultades de orden postal en la consecución de semillas retrasaron la labor en un año más. No obstante, a principios de 1959 se establecieron varias parcelas de ensayo con plantas bien inoculadas. Los resultados son prometedores.

P. Khasya no ha dado resultado y los retrasos debidos al correo hicieron por dos veces que P. merkusii perdiese su viabilidad; con el tercer lote las cosas salieron mejor, pues en 1960 existían ya buenas plantas. Se están ensayando también unas 40 especies locales y 30 exóticas entre las que figura el eucalipto.

El enemigo principal es la saúva, hormiga cortadora de hojas; en general, las especies arbóreas indígenas son al parecer menos apetitosas para este insecto, pero también han sido atacadas. Por lo visto esta hormiga es más frecuente en los suelos arenosos y más abundante donde existe una masa de segunda generación pobre o joven después de desbosques con vistas al cultivo agrícola.

FIGURA 6. - Un aspecto del vivero de Curuá. A la izquierda Terminalia superba; entre los dos hombres, Gmelina arbórea. Al cabo de seis meses Terminalia se trasplantará en forma de toconcillos o plantones deshojados, según su tamaño, y Gmelina en forma de toconcillos.

Otras operaciones

Pre-explotación. Estas operaciones consisten en cortas rastreras del subpiso, limpia del repoblado preexistente y limpia y aclareo de manchas ocasionales de brinzales gregarios convenientes. Cuando se disponga de más datos acerca de la densidad de la cubierta de vuelo necesaria para favorecer una buena regeneración de una o más especies convenientes, se procederá al envenenamiento de los árboles carentes de valor.

Post-explotación. Estas operaciones consisten en nuevas limpias del repoblado preexistente, recepe de los pies jóvenes de especies convenientes dañados y corta de los pies jóvenes carentes de valor los cuales, cuando son mayores, resisten a los arboricidas. La explotación, incluso cuando es bastante intensa, deja algunas manchas grandes frecuentemente intactas. En estas manchas se están envenenando algunos árboles sin valor para favorecer así a los pies jóvenes convenientes. Cuando no hay ninguno de éstos, está indicada una plantación de enriquecimiento, siempre que se cuente con especies apropiadas. En este caso, el envenenamiento de los pies indeseables es necesario para abrir el vuelo sobre las líneas. Ya se ha hablado de la quema del ramazón en las zonas muy taladas.

FIGURA 7. - Pinus caribaea de 15 meses en suelo joven de monte secundario (5 años), en el vivero de Macapá. Obsérvese detrás del hombre un pino de tres años y medio y a la derecha de la foto un ejemplar de Parapara (Jacarandá copaia) de, tres años.

INVESTIGACIÓN

Cuando se introducen métodos silvícolas en un área forestal virgen es imposible proceder únicamente con operaciones en escala de campo. Es necesario recoger una enorme cantidad de información acerca de la composición del monte y acerca de la bioecología silvícola y las exigencias silvícolas, no sólo de las especies convenientes, sino también de las carentes de valor. Aparte de esto está la cuestión de decidir qué especies son convenientes y cuáles no lo son.

Generalmente hay que trazar una línea entre la labor experimental y la de investigación. El establecimiento de esta línea es cuestión de criterio. Como hasta ahora no existe ninguna sección forestal en el Instituto Nacional de Investigaciones para la zona del Amazonas (I.N.P.A.), de Manáos, se han establecido parcelas de investigación pura simultáneamente con nuestras parcelas de demostración y experimentación.

Se efectúan observaciones o mediciones sobre:

1. Inducción de la regeneración natural por rotura de la espesura y, en el caso del cedro, por preparación del terreno;
2. Resistencia de todas las especies mayores a las distintas concentraciones de arboricidas y al anelamiento;
3. Magnitud del destroce necesario para favorecer el repoblado establecido o el inducido;
4. Adecuación de diversas especies para plantaciones de enriquecimiento;
5. Diversos métodos de crianza de plantas repicadas;
6. Métodos diversos de establecimiento de plantaciones;
7. Efecto del empleo de abonos fosfatados;
8. Rapidez de crecimiento de las especies indígenas y de las exóticas en plantaciones en diversos tipos de suelos;
9. Crecimiento diamétrico en montes vírgenes y en montes parcialmente abiertos.

En 1960 el I.N.P.A. inició ciertos trabajos cerca de Manáos y un agrónomo acudió tres veces al Curuá para ampliar conocimientos.

El edafólogo de la misión FAO/UNESCO ha visitado todos los centros silvícolas, ha estudiado perfiles de suelos y ha analizado muestras. Las características principales puestas de manifiesto han sido la bajísima fertilidad indicada por la cantidad de elementos presentes y la elevada acidez (pH 3,9 a 4,9). Esta alta acidez constituye probablemente un factor limitativo en la introducción de ciertas especies exóticas y puede que explique por qué especies tales como la teca han fallado en la mayoría de los ensayos. En los montes tropicales se podrían efectuar muchas investigaciones sobre los valores del pH más convenientes para las especies mejor conocidas, lo que evitaría muchos de los fracasos producidos en la introducción de especies exóticas. Las dificultades con que tropieza el caobo en los viveros puede que se deban también a la acidez; los suelos donde crece naturalmente son de origen geológico mucho más antiguo y su pH es bastante más elevado, pues alcanza a 6 aproximadamente.

La falta de espacio no permite examinar en este artículo los diversos métodos empleados para el muestreo de las masas y del repoblado. Estas cuestiones se tratarán en el informe que se prepara para el Gobierno del Brasil.

CONCLUSIONES

En estas primeras fases, la ordenación debe ser extensiva en lugar de intensiva. Se debe dar más importancia a la regeneración natural que a la artificial, al menos hasta que se inicie la explotación intensiva para fines especiales. La norma deberá ser: «Seguir la naturaleza; quizá guiarla, pero NO imponerse.»Deberá pensarse en la introducción de especies exóticas, especialmente cuando se trate de una futura explotación para obtener pasta.

Desde el punto de vista de la regeneración natural, lo mejor es disponer de una zona con un volumen relativamente elevado de una especie conveniente de segunda clase que sea bastante fácil de regenerar y favorecer, por ejemplo, Goupia, en vez de tender a obtener una especie conveniente de primera clase que sólo pueda establecerse con dificultad, como es Cedrela.

Es demasiado pronto para sopesar el valor relativo de la regeneración natural en comparación con la artificial. Tiene que transcurrir mucho tiempo para que un forestal consciente dé su opinión sobre esta delicada cuestión. Por fortuna, el Gobierno del Brasil ha pedido que la asistencia técnica continúe en el Amazonas al menos hasta diciembre de 1962.

COSTO DE LAS OPERACIONES

Las cifras que se presentan a continuación son las que se estima costarían las operaciones en escala de campo con mano de obra experimentada. En muchos casos la labor se ha efectuado hasta ahora en pequeña escala, frecuentemente con trabajadores sin experiencia.

Operación

Días/hombre

Por Ha.

Por Km.

Reconocimientos de regeneración lineal


3-4

Inventarios

0,5-2,5


Regeneración natural



Preexplotación



Corta rastrera y limpia del repoblado preexistente

2


Desbroce del sotobosque (selectivo)

1-8


Anelamiento

1-4


Envenenamiento (apertura ligera)

1


Envenenamiento (apertura fuerte)

2


Post-explotación - después de corta rasa y quema



Primera limpia (a los 18 meses)

18


Segunda limpia y aclareo (a los 2 ó ½ años)

25-30


Post-explotación - después de una corta de selección intensa



Limpia del repoblado preexistente

10-12


Envenenamiento

1


Enriquecimiento



Corta en línea


1

Ensanchamiento


4

Envenenamiento


1

Excavación de hoyos


1

Plantación


1 - 1,5

Limpia


1

Plantaciones



Desbroce de sotobosque (debe tratarse de evitar)

5


Corta rasa

20


Corta rasa (por cortas sucesivas)

25


Apeo de especies convenientes

6-8


Corta rasa de las especies restantes

12-14


Recogida y quema de ramas grandes y troncos

20-30


Excavación de hoyos

2


Plantación

4-6


Siembra de cultivos de cobertera

1


Limpia

5-6


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