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Importancia de la fauna silvestre
y de otros productos forestales no madereros para
la seguridad alimentaria en Siberia central

D.V. Vladyshevskiy, A.P. Laletin y A.D. Vladyshevskiy

Dmitry V. Vladyshevskiy es Profesor en la Universidad
Técnica Estatal de Krasnoyarsk, Federación de Rusia.
Andrei P. Laletin es Presidente del movimiento
ecológico público regional «Amigos de los bosques
siberianos», Krasnoyarsk, Federación de Rusia.
Alexey D. Vladyshevskiy es Especialista Principal
del Servicio Forestal Regional de Krasnoyarsk,
Federación de Rusia.

En condiciones socioeconómicas desfavorables, la caza y la recolección de productos silvestres suministran los alimentos y los ingresos para las poblaciones rurales.

La recolección de plantas y otros productos forestales no madereros (PFNM) se ha practicado siempre ampliamente en la actual Federación de Rusia. En particular, la recolección de PFNM ocupa un lugar central en la cultura tradicional, las relaciones con la naturaleza, las actividades recreativas y el estilo de vida de los pueblos nativos de Siberia septentrional y central. Los productos silvestres han sido históricamente más importantes en condiciones socioeconómicas desfavorables, como contribución a las estrategias de supervivencia de las poblaciones. Cuando los ingresos son bajos y las condiciones lo permiten, gran parte de la población puede beneficiarse económicamente de las actividades de recolección para elevar su nivel de vida.

Desde el comienzo de las reformas económicas en la Federación de Rusia en 1992, el uso de PFNM ha crecido notablemente en Siberia. Varios factores han contribuido a ello. El número de pobres ha aumentado considerablemente, como resultado no previsto de las reformas económicas, especialmente en las aldeas forestales de Siberia. Muchas empresas madereras y mineras de Siberia cerraron en el último decenio del siglo, con el consiguiente aumento del desempleo en muchas regiones. Antes de la disolución de la Unión Soviética, especialmente en los años setenta y ochenta, el sistema de planificación centralizada había redistribuido a las regiones septentrional y oriental del país muchos más alimentos que a las regiones occidental y meridional. Esto ya no es así. Durante los últimos diez años la Federación de Rusia ha importado cada vez más productos agrícolas, y desde la crisis financiera de agosto de 1998 la mayor parte de la población no ha podido pagar los alimentos importados.

En este artículo se examina el uso de los PFNM en la región de Krasnoyarsk. Se utilizó una encuesta oral realizada por los autores en 1999 con más de 500 respuestas para ilustrar los efectos de los PFNM sobre la seguridad alimentaria de la población local. La encuesta reveló que en las actuales condiciones socioeconómicas el consumo de setas y de piñones sibe-rianos se ha duplicado o triplicado, el de cebollas silvestres ha aumentado de tres a cinco veces y el de bayas entre 1,5 y dos veces. (El uso de bayas ha crecido relativamente poco porque el azúcar que se utiliza para su conservación es bastante cara.) Donde han cerrado las empresas industriales forestales, los PFNM son a menudo el principal recurso alimentario y la fuente de ingresos más importante de las poblaciones de las aldeas, llegando a aportar del 30 al 40 por ciento de los ingresos de la familia.

Un reno de Siberia (Cervus elaphus)
puede dar 120 kg de carne

- A.P. LALETIN

LA REGIÓN DE KRASNOYARSK

La región de Krasnoyarsk (3 millones de habitantes en 1994) tiene una superficie de 2,3 millones de km2, extendiéndose desde el archipiélago Severnaya Zemlya en el océano Ártico hasta las montañas Sayan en el sur. El centro administrativo de la región es la ciudad de Krasnoyarsk (900 000 habitantes en 1994), situada a orillas del río Yenisey.

La región de Krasnoyarsk, como otras de Siberia, padece un desempleo elevado a causa del cierre de las empresas madereras y mineras en los años noventa. En muchas zonas de la región la dureza del clima dificulta o impide la práctica de la agricultura, y no hay industria alguna. Estas zonas, en las que están asentadas varias tribus indígenas (Keto, Nenets, Dolgan, etc.), están muy poco pobladas (alrededor de 0,03 habitantes por km2) y sus habitantes tienen un bajo nivel de vida. La caza y la pesca son los medios tradicionales de subsistencia. Actualmente la supervivencia de estas poblaciones es problemática si no se proporciona un mercado a los productos recolectados por ellas y si no se les envían bienes de consumo a precios subvencionados.

UTILIDAD DE LA FAUNA

Unas 70 000 personas practican la caza en la región de Krasnoyarsk. La caza está controlada por la legislación federal sobre la fauna, completada y precisada por reglamentos regionales. La supervisión corre a cargo principalmente del Departamento de Protección y Uso Racional de la Fauna, del Ministerio ruso de Alimentación y Agricultura.

Las principales especies unguladas que se cazan son el reno, el alce, el corzo y el reno de Siberia (Cuadro 1). En el sur de la región se caza también el jabalí (Sus scrofa). El rendimiento anual de carne no ha superado las 1 000 toneladas, incluido el volumen aproximado producido por los cazadores furtivos; no obstante, si la caza se mantuviera al nivel del 7 u 8 por ciento de las existencias, la producción anual de carne podría situarse entre 2 300 y 2 400 toneladas (alrededor de 0,8 kg de carne por habitante de la región) (Smirnov y Brilliantov, 1990). La caza es una actividad lucrativa, ya que un alce puede dar hasta 170 kg de carne y un reno de Siberia puede dar 120 kg. Por término medio, un cazador necesita cuatro o cinco días para matar un alce, y en 2000 se paga por un alce unos 150 dólares, precio bastante alto en comparación con el salario mensual medio de 65 dólares en la Federación de Rusia. Sin embargo, sólo se da licencia a cada cazador para cazar un alce al año, y la mayoría de los cazadores abaten sólo un alce durante la temporada.

CUADRO 1. Poblaciones y caza de las principales especies de ungulados en la región de Krasnoyarsk

Nombre común

Nombre científico

Población estimada (1975-1985)

Piezas cazadas, incluida caza furtiva (1994)

Reno

Rangifer tarandus

520 000-680 000

500

Alce

Alces alces

50 000-53 000

4 000

Corzo

Capreolus capreolus

15 000-22 500

10 000

Reno de Siberia

Cervus elaphus

9 500-13 000

1 000

Fuente: Smirnov y Brilliantov, 1990; Banco Mundial, 1997.

Desde las reformas económicas, los datos sobre especies cazadas son menos fiables y se han recopilado con menos regularidad. En el Cuadro 1 se dan algunas estadísticas preliminares sobre el volumen de la caza.

Las principales aves cazadas pertenecen a la familia de las galliformes (Cuadro 2). Anualmente se caza sólo el 3 por ciento de la población de estas aves. De grigallo, por ejemplo, raramente se abaten 30 piezas diarias, lo que hace unos 10 kg de carne, equivalentes a 10 a 12 dólares. La intensidad de la caza de estas aves ha disminuido por el considerable aumento del costo de la munición, que actualmente asciende al 40 por ciento del precio de mercado de un grigallo (frente al 5 ó 7 por ciento anteriormente), lo que queda fuera del alcance de la población local. La caza recreativa de gallináceas ha disminuido de cinco a siete veces en los últimos diez años (observaciones de los autores).

CUADRO 2. Población media de aves de especies cazadas en la región de Krasnoyarsk

Nombre común

Nombre científico

Población

Grigallo

Tetrastes bonasia

2 500 000

Urogallo

Tetrao urogallus

400 000

Gallo lira

Lyrurus tetrix

360 000

Fuente: Kelberg, 1981.

La caza estatal de animales ungulados para aprovechar la carne, principalmente alce y reno de Siberia, se ha suspendido desde las reformas de los años noventa. En virtud del sistema de caza estatal, los cazadores tenían que suministrar al Estado toda la carne y la piel por un precio relativamente bajo. Actualmente la caza se practica sobre todo por algunos individuos para sus necesidades personales. Dados los beneficios que se obtienen de los animales, la caza furtiva es corriente. En la parte meridional más poblada de la región las cifras de las especies unguladas han descendido por la caza excesiva, cuya regulación mediante el sistema de licencias ha resultado ineficaz.

PESCA

En conjunto, la pesca en agua dulce es todavía más importante que la caza para la población de la región de Krasnoyarsk. Los habitantes de las aldeas de la cuenca del Yenisey viven de la pesca en gran medida. En las aldeas pequeñas el pescado es la fuente principal de proteínas, llegando a constituir del 50 al 60 por ciento del consumo si se considera su frecuencia en la dieta diaria, y el pescado es también el más importante artículo de trueque. En las ciudades y las poblaciones mayores el papel del pescado es menor, correspondiéndole del 25 al 35 por ciento del consumo.

En los pequeños ríos forestales la única especie que se pesca con regularidad, como alimento y como deporte, es el tímalo (Thimallus arcticus). La especie está muy esquilmada en todos los distritos densamente poblados al sur del río Angara. La regulación jurídica de las reservas ictiológicas es básicamente análoga a la de la caza. La reducción de las reservas de peces se debe principalmente a los pescadores furtivos.

La eficiencia económica del uso de los recursos ictiológicos es mayor que en el caso de la mayoría de los demás PFNM. Dos pescadores furtivos pueden conseguir de 30 a 40 kg de pescado en una noche mediante cañas eléctricas, y un kilogramo de pescado puede venderse por un dólar.

Unas cuatro o seis especies de peces son importantes como alimentos en los distritos escasamente poblados a lo largo de los ríos Yenisey y Angara y sus afluentes y a lo largo del Tchulym (afluente del río Ob). La proporción de pescado en la dieta de las poblaciones de estas zonas (basada en la frecuencia en la dieta diaria) va desde el 12 ó 15 por ciento hasta el 60 ó 70 por ciento. Esta última cifra se da en los distritos cuya densidad de población es de 0,2 habitantes por kilómetro cuadrado.

En los mercados de Krasnoyarsk, el esturión de Siberia (Acipenser baeri), la especie que más escasea, cuesta hasta 8 dólares por kilogramo, mientras que el tímalo cuesta alrededor de 1,50 dólares por kilogramo.

OTROS PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS

Setas

La recolección de setas es la forma más popular de aprovechamiento de PFNM en la región de Krasnoyarsk (Cuadro 3). Hasta el 40 por ciento de las familias de la región las recolectan para uso personal, por entretenimiento o para la venta. No hay coordinación alguna de las actividades de recogida, de manera que en los mercados locales la oferta de variedades de setas fácilmente excede de la demanda.

CUADRO 3. Popularidad de distintos tipos de recolecciones por número de salidas anuales por persona

Producto

Habitantes de aldea

Habitantes de ciudad

Setas

1,7± 0,4a

1,1±0,3

Frutos silvestres

1,5±0,3

0,8±0,4

Cebollas silvestres

0,4±0,03

0,1±0,02

Caza mayor

0,3±0,08

0,2±0,02

Pesca

0,5±0,006

0,2±0,04

Piñones siberianos

1,2±0,4

0,7±0,07

a Error estándar. Las setas no vendidas se desechan.

Los habitantes de las aldeas de la taiga septentrional (bosque de coníferas entre la tundra y la estepa) consumen setas casi a diario (sobre todo conservadas en sal). En los últimos dos a tres años la práctica de congelar las setas se ha generalizado en las ciudades y los pueblos grandes; alrededor del 32 por ciento de las familias conservan ahora las setas congeladas.

En la Federación de Rusia hay libertad de acceso a los terrenos en que se crían las setas y no hay restricciones legislativas para su recolección. En la región se recolectan de 15 a 18 especies. Las principales son de los géneros Lactarius y Boletus, en especial Lactarius deliciosus y Boletus edulis. Los bosques que dan las cosechas más ricas son los de abedules y pinos con una ligera capa de hierba y los rodales de alerce del norte. Según Petrenko y Lapitskaya (1983) la productividad de las setas más populares, que se encuentran en pinares jóvenes con una cubierta de liquen y musgo, es de 65 a 170 kg por hectárea. Los bosques que producen menos setas son los de tipo herbáceo, los de coníferas viejas oscuras y los bosques pantanosos. Las setas están prácticamente ausentes en zonas de extracción de madera cubiertas de hierba.

La recolección se practica sólo en una pequeña proporción de la superficie forestal, generalmente hasta un máximo de 5 a 6 km desde los límites de las aldeas o las paradas de los transportes públicos. No obstante, algunos recolectores pueden adentrarse hasta 40 ó 60 km. La cosecha diaria oscila entre 15 y 100 kg por persona en años favorables. Las setas se destinan en su mayor parte (80 a 90 por ciento) al consumo personal.

Antaño había industrias gubernamentales productoras y elaboradoras de setas. Empresas estatales de compras (Gospromkhoz en ruso) solían comprar setas a los recolectores locales sólo los años de cosechas especialmente ricas, cuando los precios bajaban. La producción anual era del orden de 1 000 toneladas.

Muchas setas frescas o secas, especialmente Boletus edulis, se venden en los mercados. El precio varía según el volumen de la cosecha, oscilando entre 0,2 y 1,2 dólares por kilogramo. Sin embargo, desde 1996/97 es más frecuente la venta de setas en sal y adobo. Durante todo el año 1999 se pudo comprar el producto en adobo en todos los mercados de Krasnoyarsk por menos de 1 dólar por litro.

En otras regiones de la Federación de Rusia y Belarús la recolección y el procesamiento de setas pueden ser rentables. Los obstáculos que se oponen a la recolección en gran escala -como la dificultad de prever el volumen de producción, la necesidad de procesamiento rápido, la brevedad del período de recolección y la lenta recuperación de las inversiones- pueden superarse con medidas como estudio de mercados, servicios de información sobre tiempo y lugar para buenas cosechas y procesamiento local antes del transporte.

TLos frutos silvestres más productivos y
rentables de la región de Krasnoyarsk
son el arándano rojo (
Vaccinium
vitis-idaea), el arándano europeo
(
Oxycoccus palustris) y, en la imagen,
la grosella negra (
Ribes nigrum)

- A.P. LALETIN

Frutos silvestres

Es en la taiga septentrional y media donde los frutos silvestres tienen la mayor importancia para la seguridad alimen-taria, constituyendo la fuente principal de vitaminas. Los frutos recolectados en los extensos bosques pantanosos y en los pinares secos del norte se transportan también a Krasnoyarsk y a otras ciudades del sur de la región. En los distritos centrales y meridionales, los frutos silvestres son menos importantes como alimentos, porque el clima más suave permite la horticultura y porque estos distritos tienen más acceso a otras frutas procedentes de otras regiones. En la zona meridional los campos de frutos silvestres ocupan del 3 al 4 por ciento de las superficies forestales. Junto al río Angara, donde abundan los pinares con campos de arándano rojo (Vaccinium vitis-idaea), éstos ocupan superficies de hasta el 10 al 16 por ciento.

En los bosques de la región de Krasnoyarsk se recolectan 10 u 11 especies de frutos silvestres. Las más valiosas y productivas, y por consiguiente las más rentables, son el arándano rojo, el arándano europeo (Oxycoccus palustris) y la grosella negra (Ribes nigrum). El volumen anual cosechado fue de unas 1 000 toneladas hasta los primeros años noventa, cuando se inició un descenso; en 1994/95 descendió de 725 a 600 toneladas.

En los mayores campos en que crecen los frutos silvestres sólo se permite la recolección cuando están maduros. En virtud del nuevo Código Forestal de la Federación de Rusia (1997), el derecho de recolectar frutos silvestres y otros recursos forestales puede limitarse a los propietarios de los bosques. En la práctica, no obstante, no hay límites para la recolección en la mayoría de las tierras forestales.

Las piñas de Siberia se
recolectan para consumo
personal y para la
venta

- A.P. LALETIN

La mayor parte de los frutos silvestres recolectados -hasta el 90 por ciento- se destinan a consumo personal. Los recolectores se trasladan hasta 200 ó 300 km en automóvil y de 20 a 25 km a pie para llegar a los campos en que abunda el producto.

La extracción de madera ha tenido influencias positivas y negativas en las cosechas de frutos silvestres: los arbustos frutales crecen con rapidez en las zonas de aclareo, pero las hierbas son enemigas del arándano y del mirtillo (Vaccinium myrtillus). En otro tiempo se vendían arándanos y mirtillos tanto sin elaborar como en mermeladas, dulces y licores. Actualmente se venden casi siempre sin elaborar en la época de la recolección.

En 1997/98, los frutos de una variedad de madreselva (Lonicera altaica) se pagaron de 1,2 a 1,3 dólares el kilo. Los frutos silvestres más caros son los arándanos, que costaron de 2,5 a 3 dólares el kilo en 1996 y 1 dólar en 1998/99, tras la devaluación del rublo. Con los arándanos se alcanza también la más alta productividad del trabajo, llegando a veces a 50 kg por recolector y día. Con otras especies, rara vez se superan 25 a 30 kg. En los años de alta producción, la demanda de frutos silvestres se ha cubierto por completo. Con cosechas pobres, los precios han subido del 50 al 100 por ciento.

En conjunto es más fácil recoger y procesar frutos silvestres que setas. Puede predecirse la cosecha de frutos silvestres con bastante seguridad uno o dos meses antes. Las especies más valiosas de frutos silvestres se conservan bien y pueden ser base de una industria con una inversión mínima que baste para comprar los frutos, envasarlos y pagar los costos del transporte. También sería necesario hacer un estudio de mercados.

Intervenciones forestales en situaciones de emergencia: Kosovo

Después de la guerra en la provincia de Kosovo, Yugoslavia, en 1999, se necesitaban apre-miantemente intervenciones forestales para tratar de restaurar unos medios de sustento sostenibles para una población de refugiados de alrededor de 750 000 personas que regresaban a sus hogares destruidos.

Había necesidad urgente de leña para cocinar y calentarse y de madera de construcción para reparar las casas dañadas por la guerra, pero era esencial evitar la extracción de madera con estos fines a expensas de la sostenibilidad a largo plazo de las funciones ambientales, económicas y sociales de los recursos forestales. Ante el colapso del ordenamiento forestal institucional, era también esencial reforzar las instituciones para la debida organización de todas las actividades forestales y para impedir la explotación ilegal de los bosques, que habían quedado desprotegidos. Además, la población rural necesitaba empleo transitorio y alguna forma de obtener ingresos durante el período de emergencia.

En diciembre de 1999, la mayoría de los empleados de la Empresa Forestal del Estado (732 en marzo de 1999) no habían recibido su paga durante nueve meses o más. Durante la guerra los bienes de equipo habían desaparecido y la capacidad de producción había sufrido un retroceso en las ocho fábricas forestales estatales (orientadas principalmente a la producción de muebles). Muchos trabajadores de la industria forestal habían sido despedidos.

Organizaciones como la FAO, CARE y otras ONG, trabajando con organizaciones populares en las aldeas, impulsaron proyectos para promover el desarrollo sostenible de los recursos forestales y para ayudar a los refugiados y desplazados en el interior del país a regresar a sus aldeas, reconstruir sus casas y encontrar medios de sustento sostenibles, en particular en relación con actividades forestales productivas.

La imperiosa necesidad de leña

Más del 70 por ciento de los hogares de Kosovo se calientan, cocinan y hierven el agua con leña. El consumo se calcula en alrededor de 1 millón de metros cúbicos al año. La leña, además de la que los aldeanos cortan directamente en los bosques, procedía de pequeños recolectores privados en Kosovo, organizaciones forestales comunales e importadores privados. Después de la guerra, los aldeanos recurrieron ampliamente a la recolección ilegal.

Se calculó que cerca de 43 000 hogares estaban necesitados de leña y que se precisaría un total de casi 300 000 m3 para pasar el invierno. Era importante buscar gran parte de la leña fuera de la provincia para reducir los efectos de su recolección en los bosques de Kosovo. Otras medidas para contribuir al suministro de leña consistieron en capacitación y orientación, establecimiento de depósitos de leña y alquiler de tractores, remolques, camiones, sierras de cadena y otro instrumental a las organizaciones forestales comunales.

Reparación de edificios

Unas 120 000 casas sufrieron los daños de la guerra, y los costos en materia de vivienda se calcularon en 1 100 millones de dólares EE.UU. De las 88 000 construcciones para refugio de animales existentes antes de la guerra, el 36 por ciento quedaron totalmente destruidas y casi el 11 por ciento sufrieron daños parciales. De los 78 000 almacenes de piensos para animales, casi el 45 por ciento fueron destruidos totalmente y el 6 por ciento dañados parcialmente. Además de refugios de emergencia, las organizaciones forestales privadas (de 16 a 30 empresas madereras por comuna, principalmente pequeñas serrerías) tendrían que suministrar madera.

Contribución al sustento sostenible

Para proteger el patrimonio forestal y para generar empleo y fuentes de ingresos para la población rural, es urgente ayudar a las comunidades locales a regular actividades como recolección de leña y de productos forestales no madereros (setas, plantas medicinales, miel, frutos silvestres, resina), establecimiento de viveros, operaciones de aclareo, plantación de árboles, cercamiento de zonas reforestadas para protegerlas del ganado y mejoramiento de carreteras y caminos forestales (en zonas libres del peligro de minas).

El proyecto de la FAO en Kosovo preveía también la creación de un Servicio Forestal para eliminar la extracción no planificada de leña y madera de los bosques, restaurar y mejorar la capacidad productiva de los recursos forestales mediante una buena ordenación y la plantación de árboles de rápido crecimiento, y dar la máxima eficiencia a las actuales industrias forestales. Elevando la contribución de los bosques al producto interior bruto y asegurando a largo plazo la producción de bienes y servicios de los bosques de Kosovo se contribuirá al desarrollo general de la economía.

El Programa mundial de alimentos (PMA) ha iniciado un programa de alimentos por trabajo para movilizar a la población rural en actividades de rehabilitación forestal, y recientemente se han plantado más de 100 hectáreas. Análogamente, el Programa de empleo y rehabilitación rural de la Comunidad Europea apoyó, por medio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), propuestas de aldeas para la reforestación de zonas de unas 50 hectáreas. Por lo menos dos tercios de los componentes del proyecto servirán para pagar el trabajo de los campesinos, aplicándose el resto a los insumos.

Es de esperar que una vez resueltos los problemas inmediatos de vivienda, leña, alimentación e ingresos, se desarrollarán medios de sustento sostenibles y se encontrarán soluciones permanentes para el futuro de Kosovo.

Piñones y piñas de pino siberiano (Pinus sibirica)

Los piñones (semillas) y las piñas del pino siberiano se recogen para consumo personal y para la venta. Los pinares de esta especie en la región cubren una superficie de 78 700 km2. En la mayoría de estos pinares la producción de piñones es baja, de unos 25 kg por hectárea (Semechkin et al., 1985). Sólo el 25 por ciento de los pinares dan de 100 a 150 kg de piñones por hectárea. Una parte considerable es consumida por los animales del bosque.

Las empresas estatales de compras solían obtener unos 40 kg de piñones por 1 000 hectáreas. El Servicio Forestal regulaba la recolección de piñones dando para ello permisos especiales.

Desde el punto de vista económico la recolección de piñones es una de las actividades más lucrativas a que dan lugar los PFNM. Durante un período de mes y medio los equipos de recolectores recogen entre 1 000 y 1 500 kg de piñones por persona, lo que equivale a 1 200 a 1 800 dólares. Los piñones siberianos se venden todo el año en los mercados de Krasnoyarsk. Si el año es fecundo (cada cinco años más o menos) la producción excede de la demanda.

La recolección de piñas, que se utilizan para trabajos de artesanía y recuerdos, no se permite hasta agosto, pero empieza ilegalmente en la segunda mitad de junio. La venta de piñas es muy lucrativa: por diez piñas grandes se paga alrededor de un dólar, y durante una hora pueden recolectarse fácilmente 100 piñas. A menudo se ven vendedores de piñas a lo largo de las carreteras, en las estaciones de ferrocarril, en los trenes locales, etc.

Plantas medicinales y aromáticas

El Ministerio de la Industria Médica de la ex Unión Soviética aprobó el uso de 150 especies de plantas medicinales y aromáticas. Hasta 50 de ellas se solían recolectar en la región de Krasnoyarsk. El volumen de la recolección en los años setenta y ochenta, cuando estas actividades estaban muy centralizadas, era de unas 50 toneladas anuales. En 1995 el volumen fue de unas 11 toneladas. Actualmente, se ha suspendido casi la recolección local de plantas para la industria farmacéutica, dados los bajos precios pagados a los recolectores.

La recolección de la mayoría de las especies es tan reducida que no afecta a su pervivencia. La raíz de oro (Rodiola rosea), utilizada como estimulante y para reforzar la inmunidad y llamada a menudo el jinseg siberiano, ha sido la más intensamente recolectada; antes de las reformas económicas, las empresas recolectoras esquil-maron las reservas considerablemente. Otra especie que ya no se recoge por agotamiento de las existencias es la aguavilla o uva de oso (Arctostaphylos uva-ursi), diurético muy eficiente.

La recolección de plantas medicinales y aromáticas es sobre todo una actividad de personas privadas, pero atrae a mucha menos gente que las setas o los frutos silvestres. Las plantas medicinales secas se venden en los mercados todo el año y son utilizadas por los curanderos para preparar infusiones de hierbas y bebidas medicinales.

Algunas plantas aromáticas se utilizan como alimento, en forma de especias y en té de hierbas. En la región se recogen de ocho a diez especies. Una planta aromática popular es la cebolla silvestre (Allium victorialis), que recogen y venden los habitantes de todos los distritos de la región, con lo que pueden ganar de 1,5 a 2 dólares por hora. Una familia media de Krasnoyarsk consume cebolla silvestre unas cuatro a seis veces durante el período de recolección.

Unas 1 000 toneladas de helecho de la especie Pteridium aquilinum se recolectan anualmente, principalmente para exportación al Japón. Desde 1997 este helecho se vende en los mercados y las calles de Krasnoyarsk, pero no es popular localmente y la demanda es insignificante. La recolección tanto de cebolla silvestre como de helecho tropieza con la limitación de las dificultades de almacenamiento. Algunos vendedores ofrecen estos productos en conserva.

Es preciso investigar más sobre el potencial técnico y económico de un aumento de la recolección industrial de plantas medicinales y aromáticas.

CONCLUSIÓN

El papel de los PFNM en la seguridad alimentaria de la población de la región de Krasnoyarsk está determinado por las pautas históricas y geográficas generales del uso de recursos. Ciertos recursos adquieren una importancia máxima en zonas que carecen de agricultura y de industria. Los PFNM son a menudo el alimento y la fuente de ingresos principales para la población de las zonas rurales y las aldeas que han perdido sus industrias forestales, lo que les permite sobrevivir en las actuales condiciones económicas. Como los PFNM pueden aportar del 30 al 40 por ciento de los ingresos familiares, es preciso alentar el acceso a ellos de la población en general. Su importancia es menor para las poblaciones de las grandes ciudades, para las cuales la caza, la pesca y la recolección de PFNM son sobre todo actividades recreativas.

La comercialización y el consumo de PFNM están sujetos a ciertas limitaciones (dificultades de transporte, necesidad de elaboración inmediata, fluctuaciones considerables de la producción, variabilidad de las condiciones de recolección y breve período de ésta). Sin embargo, con una reglamentación adecuada del volumen de recolección de las especies más valiosas objeto de caza y pesca y una mayor promoción de la recolección de setas, frutos silvestres y piñones siberianos puede aumentarse la eficiencia del uso de PFNM. Para desarrollar el uso de éstos como productos alimentarios comerciales, es necesario establecer un servicio de comercia-lización. Además, como las cosechas de muchos tipos de PFNM (en especial setas) es variable según los años, sería útil establecer un servicio de información sobre previsión del volumen y el tiempo de la cosecha. Estos servicios de información y comercialización nunca han existido en Siberia.

Con un adecuado estudio del mercado, sería posible ampliar las oportunidades de obtención de ingresos desarrollando industrias para la recolección y elaboración de varios productos forestales como setas, frutos silvestres y plantas medicinales y aromáticas. No son de esperar mejoramientos en la Federación de Rusia mientras no se establezcan sistemas eficientes de protección de los derechos de los consumidores y de control de la calidad de los productos alimenticios. Se recomienda un sistema de certificación de los PFNM que permita a los consumidores comprobar la calidad de los productos.

Bibliografía


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