Ébola

La enfermedad por el virus del Ébola (EVE), antes conocida como “fiebre hemorrágica del Ébola”, es una enfermedad humana causada por la infección con un virus del Ébola. Existen cinco especies conocidas de este virus, cuatro de las cuales causan enfermedades en humanos. El virus del Ébola de Zaire fue el primero en resultar aislado. El virus causó los primeros brotes conocidos de la EVE en 1976 en la República Democrática del Congo (RDC) y Sudán. El nombre de la enfermedad proviene del primer brote registrado en 1976 en un área que se encuentra junto al río Ébola.

Para obtener información actualizada sobre la enfermedad por el virus del Ébola y detalles sobre su impacto en la salud humana, consulte a la OMS.

Los virus del Ébola se transmiten a los seres humanos a través del contacto directo de la piel fracturada o las membranas mucosas con los fluidos corporales de personas infectadas que están enfermas o murieron a causa de la enfermedad, o el contacto con superficies y materiales contaminados con fluidos corporales de personas infectadas.

La EVE es una enfermedad zoonótica, que puede transmitirse entre animales y humanos. Todavía no se ha confirmado el reservorio natural del Ebola, pero se cree que ciertas especies de murciélagos de la fruta son los principales reservorios animales de los virus del Ébola. La investigación ha demostrado que los murciélagos pueden portar el virus sin mostrar signos clínicos de la enfermedad. También se han detectado el virus del Ébola en especies silvestres que habitan en los bosques, como primates (simios y monos) y duikers (un pequeño antílope silvestre).

¿Qué hace la FAO con respecto al brote actual?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la autoridad y principal fuente de información sobre los aspectos de la salud humana de este brote. La FAO participa plenamente en la coordinación multisectorial a nivel nacional, regional e internacional, con la activación del Grupo de Coordinación de Incidentes de Ébola de la FAO. La Organización seguirá de cerca la situación y proporcionará información adicional relacionada con la sanidad animal a medida que esté disponible. Para apoyar estos esfuerzos, la FAO puede aprovechar su experiencia trabajando con redes de servicios veterinarios y trabajadores comunitarios de sanidad animal, organizaciones de productores, expertos forestales, servicios de extensión agraria, acuicultores y clubes locales de sanidad animal. El objetivo es mejorar el conocimiento de la comunidad sobre la EVE y apoyar la comunicación de riesgos con poblaciones afectadas y no afectadas. Para las comunidades –tanto urbanas como rurales- es fundamental comprender las prácticas que plantean los mayores riesgos de transmisión de persona a persona y las potenciales repercusiones con la vida silvestre, para que la población pueda tomar decisiones informadas.

Mensajes clave

  • El mecanismo de propagación del virus del ébola en el brote actual en la República Democrática del Congo y el episodio en Uganda es la transferencia del virus de persona a persona. Hasta la fecha, no existe un vínculo epidemiológico entre los casos humanos en este brote y la exposición en este brote a animales o productos de origen animal.
  • Se cree que los murciélagos son los principales reservorios animales de los virus del ébola. Con la excepción de los murciélagos, los animales salvajes sanos cazados, sacrificados, manipulados y consumidos como carne de caza (también llamada "carne de animales silvestres") presentan un riesgo insignificante o nulo para los humanos si se sigue una buena higiene, protección adecuada y prácticas de cocina apropiadas.
  • La carne de ganado sano que se prepara y cocina de manera segura sigue siendo segura para comer.
  • Las personas no deben manipular, sacrificar, eviscerar, vender, preparar o consumir carne que se origine de animales silvestres o ganado enfermo o que haya muerto por causas desconocidas. La carne silvestre cruda o los platos crudos a base de sangre de animales silvestres no deben consumirse. Estas prácticas ponen a las personas en alto riesgo de contraer infecciones.
  • Los casos de morbilidad o mortalidad inusual de los animales se deben reportar a las autoridades de sanidad animal.
  • La FAO participa plenamente en la coordinación multisectorial a nivel nacional, regional e internacional mediante la activación de un Grupo interno de coordinación de incidentes de ébola de la FAO.
  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la autoridad y la principal fuente de información sobre los aspectos de salud humana de este brote.

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