Quito. Varios ministros de Estado y autoridades de control fitosanitario de la región participaron en un encuentro convocado por el Gobierno del Ecuador para analizar y definir estrategias regionales, así como la voluntad política de los países participantes, plasmada en la “Declaración Regional de Autoridades Agropecuarias sobre Foc R4T”.

A la reunión asistieron ministros de agricultura y delegados de los gobiernos de: Brasil, Bolivia, Belice, Costa Rica, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, y República Dominicana; comprometidos en fortalecer las acciones de vigilancia fitosanitaria, la bioseguridad, la comunicación, y la capacidad de diagnóstico en la región para evitar el ingreso y propagación de esta plaga transfronteriza.

El acto fue inaugurado por José Valencia, canciller del Ecuador; Xavier Lazo, ministro de agricultura y ganadería; Jorge Pedraza, secretario general de la Comunidad Andina; y Efraín Medina Guerra, director ejecutivo del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA).

El canciller, José Valencia, enfatizó el apoyo del Ecuador para trabajar articuladamente en acciones que hagan frente a esta amenaza y prevenir impactos sociales y económicos en las familias de más de 2.5 millones de ecuatorianos vinculados económicamente a este cultivo.

Por su parte, Xavier Lazo, ministro de agricultura y ganadería, agradeció el apoyo permanente de la cooperación internacional y reconoció la respuesta inmediata de la FAO, a través de la movilización de recursos de emergencia para apoyar las acciones gobierno hacia el sector. El ministro resaltó que la suma de esfuerzos, evidencia la preocupación compartida de proteger alrededor del 80% de la oferta exportable mundial de banano ante esta amenaza y principalmente precautelar los medios de vida de los productores de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) que dependen de estas musáceas, como fuente de empleo y auto empleo.

El compromiso y liderazgo nacional para adoptar medidas preventivas para la gestión de esta plaga, fue ratificado por el vicepresidente de la República del Ecuador, Otto Sonnenholzner, quien reconociendo el alto potencial que tiene la agricultura para la economía regional, agradeció la presencia de las delegaciones internacionales e hizo un llamado a trabajar de forma armónica en adoptar protocolos de bioseguridad, enfatizando la necesidad de contar con un modelo de sostenibilidad que favorezca la producción y exportación de musáceas.

Durante la reunión, las delegaciones presentaron las acciones nacionales impulsadas en cada uno de sus territorios para prevenir y combatir la propagación de esta amenaza y el acompañamiento técnico que han recibido de organismos especializados como el OIRSA, la FAO entre otros.

Para el representante de la FAO en Ecuador, Agustin Zimmermann, las plagas transfronterizas de las plantas figuran entre los principales desafíos para la seguridad alimentaria mundial, especialmente en comunidades rurales muy vulnerables, y pueden tener importantes repercusiones económicas, sociales, ambientales. Mencionó     que, la FAO ha movilizado recursos de su programa de cooperación técnica para la implementación de proyectos de emergencia para contener la plaga, valorados en más de medio millón de dólares y brindar apoyo en la formulación de un Plan Regional de Acción frente a Foc R4T, así como operaciones complementarias destinadas a facilitar el intercambio de experiencias e información.

Por otra parte, durante la semana del 05 de agosto, Raixa Llauger, oficial de agricultura de la FAO, brindará asesoría para contribuir al fortalecimiento de los sistemas de prevención y vigilancia frente a la alerta de Foc R4T en el continente, así como para fortalecer las capacidades relativas a la implementación del Plan de Acción Nacional para la prevención, vigilancia y manejo de Foc R4T.

Más sobre Fusarium oxysporum f. sp. cubense Foc R4T

Fusarium oxysporum f. sp. cubense es la plaga más destructiva de musáceas; las diferentes razas que han aparecido han provocado la desaparición de la mayoría de las plantaciones comerciales desde la década de los años 50 a los 60, con un impacto económico significativo. Si bien hasta el momento, la plaga se ha limitado a las plantaciones en Asia, Oriente Medio y África, constituye una seria amenaza para la producción de musáceas en nuestra región debido a la alta cantidad de exportaciones de Banano concentrada en América Latina y El Caribe de alrededor del 80%.

En el caso del Ecuador, la aparición de la plaga tendría consecuencias muy graves a nivel económico al ser uno de los países líderes de exportaciones en América Latina y el Caribe y con un impacto directo en los 4.400 productores y los 2.5 millones de personas vinculados a este cultivo. Además de la afectación a la seguridad alimentaria de muchas familias que basan su dieta en este alimento.