FAO Ecuador recibió la visita de los estudiantes de la Universidad de Bellarmine de Kentucky y de la Universidad de Wisconsin, liderada por el Dr. Frank Hutchins, docente de la carrera de Salud Humana y Animal.  El grupo compuesto por 12 estudiantes y 2 docentes, quienes trabajan con el enfoque One Health, centrado en la premisa que la salud humana y animal están enlazadas y dependen una de la otra, recorrió fincas piloto del Proyecto Ganadería Climáticamente Inteligente (PGCI) en Imbabura. La visita se coordinó con el fin de conocer y compartir experiencias sobre la realidad de los sistemas de producción de ganaderos y ganaderas, así como sus limitaciones y dificultades.

Motilón Chupa, ubicada en la parroquia Quichinche, fue la primera comunidad que visitaron durante la jornada, donde pudieron observar cómo a través de la implementación de sistema de riego, pastos mejorados, división de potreros con cerca eléctrica y construcción de infraestructura, se han mejorado las prácticas de ordeño y brindado un ambiente idóneo para el desarrollo del ganado.  

Así mismo visitaron la Unidad Educativa Saminay, ubicada en el sector de Inguincho, donde   conocieron las diferentes actividades estudiantiles ligadas a la producción de leche como el mejoramiento de pastos, división de potreros, buenas prácticas de ordeño, entre otras.

El Dr. Hutchins y sus alumnos destacaron el apoyo brindado a través del Proyecto Ganadería Climáticamente Inteligente (PGCI) para la implementación de una planta procesadora de lácteos en la que productores/as de la zona, empezando por las familias de los estudiantes de la Unidad Educativa Saminay, donde realicen buenas prácticas ganaderas y puedan entregar su producción de leche. A través de esta planta se comercializará productos que tengan certificación social y ambiental, los cuales evidencien el trabajo de los productores/as campesinos y las buenas prácticas ganaderas, enfocadas en el desarrollo de la comunidad y el cuidado del medio ambiente.

Para FAO, la vinculación con la comunidad académica es clave, puesto que se convierte en un aliado estratégico para eliminar el hambre y la malnutrición. Esta alianza contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible al generar conocimiento y enfrentar el reto del Hambre Cero.