FAO en Ecuador

Los efectos de la desertificación se vinculan con la migración, la pobreza y la inseguridad alimentaria

17/06/2017

En 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la creación de la Convención para la lucha contra la Desertificación, como un acuerdo internacional vinculante que relaciona el medio ambiente y el desarrollo con la gestión sostenible del suelo y declaró el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de cuidar nuestro recurso tierra. 

Se estima que alrededor de 250 millones de personas en el mundo sufren los efectos negativos de la desertificación, convirtiendose en una preocupación primordial para la comunidad internacional y en una necesidad constante de generar acciones y acuerdos relacionados a la gestión sostenible del suelo.

Según datos del Ministerio del Ambiente del Ecuador, las principales causas de desertificación en el país se asocian con la deforestación, malas prácticas agrícolas como: monocultivos, uso intensivo de pesticidas, cambio de uso del suelo (USCUSS), ganadería extensivista y por otra parte la falta de planificación y ordenamiento territorial; agregando otros factores como el abandono de conocimientos ancestrales y el ingreso de especies no endémicas en zonas frágiles.

El 47,5% de las tierras en Ecuador sufren algún proceso de degradación, debido a cambios en la cobertura vegetal natural para transformarla en espacios de uso para la agricultura, ganadería, centros poblados, zonas industriales, entre otros.

Este año el tema del Día de la lucha contra la desertificación y la sequía está destinado a analizar la relación entre la degradación de la tierra y la migración. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tres cuartas partes de las personas en situación de pobreza basan sus medios de subsistencia en la agricultura u otras actividades rurales. Sin embargo, el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático afecta a la productividad de la tierra y contribuye al fenómeno de la migración interna.

Por lo tanto la creación de condiciones que permitan a las poblaciones rurales, permanecer en sus hogares y tener medios de vida más resilientes es un componente crucial para poder equilibrar el fenómeno migratorio frente a los efectos de la degradación de la tierra.

María Victoria Chiriboga, Subsecretaría de Cambio Climático del Ministerio del Ambiente del Ecuador, señala que es posible reducir el impacto de estos fenómenos con  programas relacionados a la sensibilización de las personas frente a la degradación, desertificación y sequía; la gestión de desechos orgánicos agrícolas para la recuperación de suelos; la articulación de sectores para la implementación de buenas prácticas agrícolas; la promoción de la agrobiodiversidad y el apoyo a iniciativas de ciudades resilientes.

 FAO y Ministerio del Ambiente implementa acciones para el Manejo Sostenible de la Tierra (MST)

El proyecto denominado “Apoyo a la toma de decisiones para la incorporación y ampliación del manejo sostenible de la tierra DS-SLM” tiene como objetivo contribuir a combatir la desertificación, degradación de las tierras y sequías (DDTS) en Ecuador, mediante la ampliación de las buenas prácticas de manejo sostenible de la tierra en base a evidencias y toma informada de decisiones.

El Manejo Sostenible de la Tierra (MST) recoge en su definición el uso de recursos de la tierra, incluyendo suelos, agua, animales y plantas para la producción de bienes para satisfacer las necesidades cambiantes de los seres humanos y simultáneamente asegurar el potencial productivo a largo plazo de esos recursos y sus funciones ambientales.

El proyecto ha impulsado una serie de talleres de evaluación nacional de la degradación y manejo sostenible de la tierra con la participación y colaboración de representantes de instituciones nacionales y expertos internacionales; quienes se reunieron con la finalidad de evaluar y caracterizar los niveles de degradación en el territorio ecuatoriano, mediante la metodología LADA-WOCAT (Land degradation assessment).

Para el Representante de la FAO en Ecuador, John Preissing, estos procesos fortalecen las capacidades del país para preparar programas de mitigación ante los efectos de la desertificación y el cambio climático. Es importante comprender que el factor tierra está intrínsecamente relacionado con la seguridad alimentaria y la sostenibilidad medio ambiental y sin una gestión adecuada de los recursos en el sector rural no será posible garantizar medios de vida más resilientes, un mejor acceso a la protección social y soluciones a la degradación del medio ambiente y al cambio climático.

El proyecto también apoyará un proceso de socialización con la sociedad civil sobre las acciones que se ejecutan a nivel nacional para combatir la desertificación y degradación de la tierra. “Diálogo de cambio climático y desertificación nuestra tierra, nuestra casa, nuestro futuro” es el nombre de esta actividad y tendrá lugar del 19 al 23 de junio de 2017, en 5 ciudades del país incluyendo Loja, Cuenca, Riobamba, Ambato y Babahoyo, 

Enlaces de interés

El MAE y la FAO suman esfuerzos para el manejo sostenible de tierras

Conservación de suelos y aguas en América Latina y el Caribe

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LADA - Land Degradation Assessment in Drylands