El sector agropecuario enfrenta el desafío de incrementar la producción de alimentos para satisfacer la demanda ocasionada por el crecimiento de la población mundial. En este escenario, el riego y la agricultura familiar (AF) tendrán un rol central. La AF es la forma de producción más extendida en el mundo, con más del 90 % del total de explotaciones agropecuarias (500 millones) y aporta más del 80 % de los alimentos. La mayor parte de la AF de América Latina y el Caribe utiliza el riego basado en el conocimiento empírico, lo que ha ocasionado un manejo no adecuado e ineficiente del recurso agua. El uso del Servicio de Asesoramiento al Regante (SAR), muy difundido en otras regiones del planeta, promueve un manejo conservacionista y respetuoso del agua, proporcionando a los agricultores la información necesaria para conseguir un manejo más eficiente de las instalaciones de riego, así como los datos sobre las necesidades de agua de sus cultivos, potencializando el ahorro y un mejor uso del agua y de los fertilizantes, lo que aumenta el rendimiento de los cultivos. El SAR cuenta para ello con una red de estaciones agroclimáticas cuyo mantenimiento y gestión se lleva a cabo por el propio servicio. El objetivo del proyecto es implementar el SAR utilizando tecnologías de la información y la comunicación en áreas piloto de Argentina, Nicaragua y Uruguay.