El régimen alimentario corporativo permitió el crecimiento de las escalas de producción-distribución-consumo, así como la transformación de las calidades de los alimentos por parte de las agroindustrias, pero generó una crisis civilizadora ante las externalidades negativas no contabilizadas.

Como contramovimientos desde la perspectiva Polanyiana, las agriculturas familiares y campesinas buscan construir procesos de resistencia, fortaleciendo la condición campesina, la resistencia de los agroecosistemas y promoviendo la producción de alimentos saludables, que dan forma a los mercados alimentários como resultados imprevistos de sus acciones colectivas. Esta tesis doctoral analizó la construcción social de los mercados de la agricultura familiar y campesina en Brasil (Región Sur) y Chile (Región Centro-Sur) a través del desempeño de las organizaciones de movimientos sociales frente a las transformaciones del régimen alimentario corporativo. Se realizó un análisis institucional comparativo de ambos los países, con un corte histórico de los golpes militares de la segunda mitad del siglo XX, cuando se evidenciaron las transformaciones de las agriculturas y de los movimientos sociales del campo.

A partir de esto, el enfoque del estudio se dirigió a las organizaciones de las agriculturas familiares y campesinas en Brasil (MST) y Chile (ANAMURI, MAELA y MUCECH) que tienen interfaces con los mercados alimentarios y fue analizado su papel como actores desafiantes del campo de acción estratégica hegemonizado porel régimen alimenário corporativo.

Mientras que,en Brasil, el MST moviliza y desarrolla una diversidad de acciones productivas y comerciales, Chile revela la dificultad de ANAMURI, MAELA y MUCECH para hacer los mismos avances. Esto llevó a un cambio en el caso chileno, donde INDAP, o sea, el Estado, asumió una posición central en los mercados alimentarios.

Los principales resultados de la investigación indican que, en las últimas dos décadas, la lucha contra la expansión del régimen alimentario corporativo ha abierto espacios para diferentes modalidades de mercados alimentarios, atribuyendo nuevos roles de agentes económicos a las organizaciones de movimientos sociales, lo que permitió configurar trayectorias de desarrollo innovadoras. Sin embargo, tales iniciativas no representan una disputa por un mercado capitalista per se, como lo establece el mainstream de la teoría económica.

Se trata de la construcción social de mercados que tengan viabilidad multidimensional (social, económica, ambiental y cultural), al mismo tiempo que se articulan con los principios y valores que guían a las organizaciones de los movimientos sociales de las agriculturas familiares y campesinas, donde banderas políticas como la soberanía alimentaria, la agroecología y el buen vivir han adquirido una posición central y revelan intentos de re-enraizamientosdeestos mercados.