El suelo produce los alimentos que nos nutren, nos proporciona el espacio en el que vivimos e incluso ayuda a proteger y controlar el clima. Pero desgraciadamente, los suelos están bajo presión. El aumento de la población, la mayor demanda de alimentos y los cambios en el uso de la tierra han degradado alrededor del 33% de nuestros suelos a nivel mundial. Por ello necesitamos soluciones innovadoras para asegurarnos de que podemos protegerlos.
La Red Mundial de Laboratorios de Suelos (GLOSOLAN) establecida en el marco de la FAO y de la Alianza Mundial por el Suelo (AMS) ha logrado grandes avances hacia este objetivo. Por primera vez desde el descubrimiento de la tecnología de la espectroscopia, instituciones y expertos de todo el mundo están aunando esfuerzos a través de un programa mundial para utilizar esta tecnología en apoyo de la toma de decisiones sobre la protección del suelo a nivel mundial. La iniciativa cuenta con el apoyo de los miembros fundadores, entre ellos la FAO-GSP, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, World Agroforestry (ICRAF), Soluciones innovadoras para la agricultura de decisión (Innovative Solutions for Decision Agriculture), ISRIC - Información Mundial sobre el Suelo, el Centro de Investigación de Woods Hole, la Universidad de Nebraska-Lincoln y la Universidad de Sídney, con la esperanza de contar con aún más asociados en el futuro.
¿Qué es la espectroscopia de suelo?
La espectroscopia de suelos es una técnica rápida, rentable y respetuosa con el medio ambiente que utiliza la interacción de la radiación electromagnética con los suelos para estimar las propiedades del suelo, como los niveles de acidez, el carbono orgánico, el nitrógeno y la retención de agua. Esto determina la salud y la utilidad de estos suelos.