En 2019, en Somalia hubo un período de sequía que dio lugar a la peor cosecha de cereales de la zona meridional desde 1995. Para Madino, de 21 años, que vive con sus tres hijos, su marido y la abuela en una aldea de la región del Bajo Shabelle, las consecuencias fueron devastadoras. En agosto, la familia de Madino ya no tenía reservas de alimentos para comer ni semillas para plantar.
Como muchos agricultores de esta región, la familia de Madino no es propietaria de las tierras que cultiva. Esta granja alquilada en la zona ribereña está a menudo a merced del clima y depende del riego del río Shabelle.
Se acercaba rápidamente un nuevo período de siembra, en la temporada de lluvia de deyr (octubre‑diciembre), y sus dificultades financieras no hacían más que empeorar. Ante la falta de otras opciones, consideraron la posibilidad de vender dos de las cuatro cabras y ovejas que poseían, una medida desesperada que llevaría a una mayor pobreza.
Programa de asistencia integrada de efectivo y medios de vida (Cash+)
Sin embargo, fue entonces cuando Madino se enteró del programa de la FAO de asistencia integrada de efectivo y medios de vida (Cash+), financiado por la Unión Europea.
Los programas de la FAO de transferencias monetarias ofrecen un alivio inmediato a los agricultores cuando ya no pueden comprar los alimentos o insumos agrícolas que necesitan. Las transferencias de dinero por telefonía móvil y los cupones electrónicos permiten a las familias de agricultores adquirir los bienes y servicios que más necesitan en los mercados comunitarios, apoyando así las economías locales. El programa también fomenta la resiliencia de los medios de vida de las personas ante futuras crisis, al impartir capacitación en prácticas agrícolas inteligentes en función del clima que aumentan la producción agrícola y mejoran la seguridad alimentaria y la nutrición a más largo plazo.
Cuando Madino fue seleccionada para inscribirse en el programa, la noticia fue un gran alivio para ella y su familia. Con tres transferencias mensuales de efectivo incondicionales por un total de 132 USD, pudieron comprar alimentos y satisfacer sus otras necesidades inmediatas durante el período de escasez. También recibió paquetes de semillas de caupí, maíz y otras hortalizas variadas, así como 30 bolsas de almacenamiento y herramientas agrícolas. Los insumos agrícolas ayudaron a Madino a aprovechar al máximo la nueva campaña agrícola y su hectárea de tierra alquilada.
Para Madino y las otras 20 700 familias que recibieron asistencia durante la última temporada de deyr el apoyo del programa Cash+ fue una oportunidad para salir del hambre.