La concentración parcelaria: el eslabón que les falta a los agricultores en Macedonia del Norte


Cómo un proyecto de la FAO, financiado por la Unión Europea, está reorganizando la tierra para impulsar la productividad de los agricultores

El agricultor Ljupco Angelovski, de Macedonia del Norte, ha podido modernizar su explotación agraria tras participar en un proyecto de la FAO financiado por la Unión Europea para favorecer la concentración parcelaria. ©FAO

16/11/2020

Proveniente de una familia con una larga tradición agrícola, Ljupco Angelovski, un joven agricultor familiar de Egri, un pueblo de Macedonia del Norte, quiso modernizar su explotación al tomar el relevo de sus padres. Sin embargo, sus tierras estaban fragmentadas en 15 parcelas diminutas repartidas por diferentes lugares. 

“Se malgastan tiempo y combustible recorriendo distancias entre un terreno y otro para la labranza, la fertilización y la cosecha”, explica Ljupco. “Las parcelas como estas solo pueden servir para la agricultura de subsistencia”.

La explotación de Ljupco en Macedonia del Norte está perdiendo terreno respecto a las de otros países europeos debido a la excesiva fragmentación de la tierra y al pequeño tamaño de las explotaciones. 

“Competir en el mercado de la Unión Europea y en la economía mundial sencillamente no es posible con parcelas de terreno pequeñas” dice Ljupco. “No hay economías de escala”. 

¿Por qué está la tierra tan fragmentada?

La fragmentación de la tierra es un problema generalizado en Macedonia del Norte que tiene su origen en múltiples factores, como la estructura histórica de las explotaciones agrícolas, las leyes de sucesión, las reformas agrarias realizadas durante el período socialista del país y el proceso de restitución tras la desintegración de la antigua Yugoslavia.

Por ello, la mayoría de las explotaciones de Macedonia del Norte tienen en promedio un tamaño inferior a dos hectáreas, en comparación con las 16,6 hectáreas de media de las explotaciones de la Unión Europea. Además, esas dos hectáreas están a menudo fragmentadas, como mínimo, en cinco o más parcelas de terreno de menor tamaño con una forma irregular y distantes entre sí, lo que dificulta su cultivo. Esto significa que, sin tener ninguna responsabilidad en ello, a los agricultores familiares les cueste mucho aumentar la producción agrícola y pasarse a una agricultura comercial.

La mayoría de las explotaciones de Macedonia del Norte tienen un tamaño medio inferior a dos hectáreas y a menudo están fragmentadas en muchas parcelas de menor tamaño con una forma irregular, lo que puede dificultar su cultivo. ©FAO

Ljupco y su esposa Kathy, que administran juntos la explotación, sabían que tenían que resolver esas cuestiones y aplicar técnicas modernas si querían brindar mejores oportunidades a su familia. Por medio de las actividades de sensibilización de la Delegación de la Unión Europea, la FAO y el Ministerio de Agricultura de Macedonia del Norte, Ljupco y Kathy conocieron el proyecto MAINLAND, una iniciativa centrada en ayudar a los propietarios de terrenos agrícolas y a las comunidades rurales de Macedonia del Norte a abordar el problema de la fragmentación de la tierra. El proyecto, que cuenta con asistencia técnica y financiera de la FAO, tiene por objeto ampliar el tamaño de las explotaciones y mejorar la infraestructura agrícola necesaria. 

Mediante este proyecto, las tierras de Ljupco y Kathy se han concentrado en tres parcelas con forma regular y un tamaño medio de dos hectáreas, por encima de las apenas 0,4 hectáreas previas. Las tierras de Ljupco y Kathy disponen asimismo de mejor acceso a infraestructura agrícola, ahora que el proyecto está mejorando los caminos agrícolas, el drenaje y los canales de riego. Según Ljupco, estas mejoras aumentarán la eficiencia en la utilización de la tierra y los rendimientos entre un 30 % y un 40 %.

En el pueblo de Ljupco, el plan de concentración parcelaria se aprobó en enero de 2020 por mayoría cualificada de los propietarios, lo que lo convertiría en el primer proyecto de concentración parcelaria por mayoría de Macedonia del Norte. El plan para el pueblo de Egri redujo el número de parcelas a casi la cuarta parte, de 874 a 260. Los 214 propietarios de terrenos ahora poseen la misma cantidad de tierra, pero en parcelas con forma regular que permiten mejores prácticas agrícolas.

Ahora que sus parcelas de terreno de menor tamaño se han concentrado en tres para ser más manejables, Ljupco y su esposa Kathy están modernizando la maquinaria con miras a aumentar la productividad de su explotación agrícola. ©FAO

Adopción de medios modernos de producción 

Con sus tierras concentradas, Ljupco está pensando en el siguiente paso para hacer que su explotación sea más competitiva: la mecanización. Él y Kathy están sustituyendo sus aperos agrícolas por maquinaria moderna con vistas a aumentar la productividad de sus explotaciones. 

“Desde que me hice cargo de la explotación de mi padre, me he dado cuenta de la necesidad de modernizarla, en particular mediante un tractor y conectando máquinas para facilitar nuestra labor en el campo, reducir costos y ser más productivos. Sin embargo, la aplicación de este tipo de equipo moderno en las parcelas diminutas y dispersas era simplemente imposible”, dice Ljupco.

Ahora está preparándose para solicitar fondos de la Unión Europea a fin de poder invertir en un sembrador, una transplantadora de pimientos y una fertilizadora modernos. 

Con la mejora del acceso a la red de riego, Ljupco y Kathy también esperan expandir su sistema de riego por goteo. Esta modernización ahorraría agua, les ayudaría a variar los cultivos y mejorar sus rendimientos.

“El acceso a aguas de riego nos hará menos vulnerables al cambio climático y también nos permitirá escoger entre un abanico más amplio de cultivos y aumentar el valor de nuestros productos en el mercado”, dice Kathy. El trigo y el maíz representan un 50 % de su producción agrícola, pero producen asimismo pimientos y melón. Ella y Ljupco están considerando la posibilidad de cultivar hierbas medicinales y especias, en particular menta y azafrán orgánicos. Han asistido a varios talleres sobre producción orgánica y están explorando nuevas oportunidades para diversificar su producción e ingresos.

Con la concentración parcelaria, todos salen ganando porque la seguridad alimentaria aumenta cuando las explotaciones agrarias prosperan. Junto con asociados como la Unión Europea, la FAO está mejorando la estructura de las tierras de los agricultores familiares y su acceso a infraestructura, tecnología y mercados. Esto atrae a los jóvenes al sector y asegura que nuestros sistemas alimentarios sean sostenibles y se adapten al futuro.


Más información

2. Zero hunger, 8. Decent work and economic growth, 9. Industry innovation and infrastructure, 15. Life on land