Cómo aprovechar la diáspora y las comunidades de migrantes para promover el desarrollo rural


Cómo fomenta un empresario agrícola el sector de la agricultura y el empleo en su país de origen, Uganda

Gracias a su compromiso con la mejora de la agricultura y el empleo en su país de origen, el Sr. Andrew Bamugye fue galardonado con el premio a inversores de la diáspora de Uganda en la agroindustria en 2020, una iniciativa conjunta de la FAO, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Uganda y la Alianza de Agronegocios de Uganda. ©Alianza de Agronegocios de Uganda

18/12/2020

El término “diáspora”, que proviene de una palabra antigua griega que significa “dispersión”, se refiere a los individuos o miembros de redes que han dejado sus países de origen pero que mantienen vínculos con ellos. Muchos países, e incluso continentes, tienen una larga trayectoria de migración interna e internacional. En África, en el período comprendido entre 1990 y 2015, unos 32 millones de migrantes aproximadamente se desplazaron dentro y fuera del continente.

Si bien viven en el extranjero, las comunidades de la diáspora pueden ser en realidad una potente fuerza de desarrollo para sus países de origen, no solo a través de las remesas, sino también mediante la promoción del comercio, las inversiones, la investigación, la innovación y la transferencia de conocimientos o tecnología entre sus actuales países de acogida y sus países de origen.

Mediante el programa de fortalecimiento de la capacidad para aprovechar los efectos positivos de la migración, la FAO trabaja en Uganda para incrementar los beneficios de la migración en la agricultura y el desarrollo rural. El programa ofrece capacitación en dirección de empresas adecuada a la diáspora que desea invertir en negocios en su país de origen, fomentando la transferencia de conocimientos y el empleo local en el sistema agroalimentario. Uno de los empresarios que participa en este proyecto es el Sr. Andrew Bamugye, un ciudadano ugandés que ahora vive en Zimbabwe.

La historia de Andrew

En 2008, Andrew dejó Uganda y se trasladó primero a Sudáfrica, luego a Zambia y ahora a Zimbabwe para trabajar en el Banco de Comercio y Desarrollo. Sin embargo, siempre sintió un anhelo por su país de origen, y después de tres años de estancia en el extranjero, quiso utilizar algunas de las habilidades que aprendió para establecer un nuevo negocio en Uganda, proporcionando oportunidades de empleo y conocimientos a los jóvenes. Actualmente es el Director General de Destiny Farms Limited, una granja avícola en Buloba, a las afueras de la capital de Kampala.

Andrew dirige su granja ugandesa desde Zimbabwe, con la ayuda de su familia y sus 11 empleados jóvenes. ©Alianza de Agronegocios de Uganda

“Estudié en profundidad los modelos de negocio avícolas y los aproveché para poner en marcha Destiny Farms Limited”, explica Andrew. “Teníamos un terreno de dos acres en Uganda con el que podíamos empezar. Así que, en 2011, registré el negocio con mi esposa y, con el apoyo de mi hermano mayor en la gestión de las operaciones, ¡comenzamos!”

Andrew sabía que llevar su negocio desde el extranjero no resultaría fácil, pero era viable con la ayuda de su hermano, Sr. Christopher Sematimba, que dirigiría las tareas cotidianas, y mediante reuniones diarias en línea y el establecimiento de una estructura de gestión.

La granja de Andrew posee 25 000 pollos de engorde y produce más de 150 000 pollos para asar al año. Mediante la aplicación de los métodos que aprendió en el extranjero, casi se han duplicado en los últimos tres años las ventas y los beneficios de la empresa. Andrew ha ampliado su estructura para dar empleo a 11 jóvenes menores de 30 años y ha trabajado arduamente para convertirse en un ejemplo e impartir una mentalidad empresarial, ayudando a su personal a mejorar sus habilidades de negocios. Por ejemplo, se ha centrado en mejorar la eficiencia de las explotaciones avícolas mediante la utilización de tecnologías innovadoras, que incluyen el cambio de carbón vegetal costoso por estufas ecológicas sostenibles que emplean piedra volcánica para mantener calientes a los polluelos. Ello no solo contribuye al medio ambiente, sino que le permite ahorrar más de 12 000 USD al año en su negocio.

Cómo salvar los obstáculos

Andrew se ha comprometido a inspirar a otros jóvenes emprendedores agrícolas de la diáspora ugandesa y a ayudar a impulsar el sector agrícola en su país de origen. Desde Zimbabwe, ofrece a otros emprendedores su apoyo técnico en el sector avícola y en el desarrollo de modelos de negocio a través de plataformas en línea y redes sociales.

La creación de un entorno propicio para que la diáspora participe en el desarrollo de su país de origen es fundamental para lograr la máxima repercusión de sus actividades. A tal efecto, la FAO, en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Alianza de Agronegocios de Uganda, creó el primer premio a inversores de la diáspora ugandesa en la agroindustria, para celebrar los éxitos de los empresarios agrícolas de la diáspora y sus contribuciones a sus comunidades. Andrew estaba encantado de ser uno de los galardonados, y el jurado elogió el éxito de su modelo de negocio, su impresionante volumen de negocios y su firme compromiso con el empleo de los jóvenes. Gracias al premio, Andrew y Destiny Farms serán objeto de noticias en los medios de comunicación y tendrán acceso a una red de proveedores de servicios agroalimentarios, así como a capacitación personalizada, y participarán en ferias de agroindustrias nacionales para reforzar aún más su negocio.

Actualmente, Andrew tiene previsto poner en marcha una empresa de consultoría agrícola para alentar a otras personas que se han trasladado al extranjero a traer consigo a Uganda las habilidades y conocimientos adquiridos y a invertir en la agricultura.

Andrew dirige Destiny Farms Ltd. desde el extranjero, y ha confiado a su hermano Christopher (en la fotografía, arriba) la gestión cotidiana de la granja. En los últimos tres años, las ventas y los beneficios de la empresa casi se han duplicado. ©Alianza de Agronegocios de Uganda

El negocio de Andrew es un claro ejemplo de que los conocimientos y la inversión de la diáspora pueden tener grandes repercusiones en la mejora de las habilidades y la generación de oportunidades de empleo en países de todo el mundo. Como signo del creciente reconocimiento de las contribuciones de la diáspora, en 2019, el 73 % de los gobiernos de todo el mundo señalaron que contaban con un departamento o ministerio dedicado a tratar cuestiones relacionadas con la diáspora, los ciudadanos en el extranjero o el empleo fuera del país. En el África subsahariana, este es el caso del 91 % de los gobiernos, lo cual demuestra la importancia de la diáspora para sus países de origen. 

“La agricultura es un gran negocio y un motor de crecimiento económico”, dice Andrew, y aprovechar los conocimientos y recursos de la diáspora es una forma clave de contribuir a ello. Mediante proyectos que conectan a la diáspora con sus países de origen, la FAO ayuda a generar oportunidades de empleo local y a promover el desarrollo rural.


Para más información

8. Decent work and economic growth, 10. Reduced inequalities